El señor Humberto Riascos Salas presento demanda ordinaria laboral contra de la
sociedad OPP GRANELES S.A , ya que el 9 de mayo de 2008 fue despedido de manera unilateral e injusta así mismo con el fin de que se le declarara que su contrato fue terminado injusta e ilegal, teniendo en cuenta que se encontraba vigente, de acuerdo a las fechas entre el 16 de enero de 2003 y el 9 de mayo de 2008 cuando él se encontraba en condiciones de discapacidad, ya que fue incapacitado hasta el 28 de agosto 2006 por una intervención quirúrgica como consecuencia de una tuberculosis pulmonar multiresistente; cuando fue autorizado para regresar a su trabajo, con una recomendación de reubicación laboral, pues tuvo las secuelas de disfonía por parálisis de la cuerda vocal e hipoacusia bilateral; que fue asignado al cargo de auxiliar de tráfico y a la empresa le dieron recomendaciones relacionadas con su estado de salud, además de que le sugirieron no despedirlo sin justa causa; en el mes de enero de 2008 fue nuevamente intervenido quirúrgicamente, debido a la ruptura traumática del tímpano del oído, con una incapacidad de 15 días; es así como el demandante solicito que se le reintegrara al cargo, el pago de los salarios y prestaciones que dejo de recibir desde el momento que fue despedido, además de la indemnización prevista en el artículo 26 de la Ley 361 de 1997 y los aportes al sistema de seguridad social integral; la empresa admitió que el demandante le prestaba sus servicios, en los cargos mencionados en la demanda, además de los procesos de reubicación que tuvo, debido a su estado de salud, hasta el momento en el que fue despedido, pero se opuso a la prosperidad de las pretensiones de la demanda en torno a los demás hechos, expresó que no eran ciertos. argumento que en el momento del despido, el demandante estaba apto para laborar sin restricciones y propuso las excepciones de cobro de lo no debido, inexistencia de la obligación, buena fe contractual y prescripción.
El caso se tramita a sentencia de primera instancia ante el Juzgado Primero
Laboral del Circuito de Buenaventura el cual profirió fallo el 6-09-2012, por medio del cual declaró la ineficacia del despido y condenó a la sociedad demandada a reintegrar al actor al cargo que desempeñaba o a uno de igual categoría, teniendo en cuenta sus condiciones de discapacidad, junto con el pago de la indemnización prevista en el artículo 26 de la Ley 361 de 1997, los salarios y prestaciones sociales dejados de percibir y los aportes al sistema de seguridad social en salud y pensiones. En segunda instancia La Sala Laboral de Descongestión del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali responde al recurso de apelación presentado por la apoderada de la sociedad demandada, a través de la sentencia del 19 de diciembre de 2013 en la cual le ratifican la decisión emitida por el juzgado de primer grado. el Tribunal explicó que en este caso no mediaba controversia alguna en torno al hecho de que entre las partes se había desarrollado un contrato de trabajo, desde el 16 de enero de 2003 hasta el 9 de mayo de 2008, y estimó que su labor estaba centrada en definir si al demandante le asistía derecho a la estabilidad laboral reforzada y advirtió que de acuerdo con lo previsto en la Ley 361 de 1997 se efectúa la protección especial dirigida a personas en condiciones de discapacidad, además de que el Decreto 2463 de 2001 es el que reglamenta la integración, financiación y funcionamiento de las juntas de calificación de invalidez , Agregó en este punto que, para que operara la garantía a la estabilidad laboral, debe el empleador conocer ese estado de salud y terminar la relación laboral por razón de la limitación física, sin previa autorización del Ministerio correspondiente .por lo que la empresa no había solicitado autorización para proceder a su despido sin justa causa, teniendo en cuenta que había quebrantado su derecho a la estabilidad laboral reforzada. Por lo anterior la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley le confirmó que eran plenamente procedentes las condenas impartidas por el juzgador de primer grado y segundo grado por cuanto la ineficacia del despido se derivaba de lo dispuesto por la Corte Constitucional en la sentencia C 531 de 2000 y la indemnización de 180 días de salario era una consecuencia jurídica establecida en el artículo 26 de la Ley 361 de 1997 y no deroga la sentencia dictada el 19 de diciembre de 2013, por la Sala Laboral de Descongestión del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali.