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Unidad 2. Actividad 1.

Presentado a: Angela Lasprilla Hincapié.


Facultad de Ciencias Humanas

Por: Yurani Fernanda Muñoz Bolaños


I.D. 506457
LIPI 8C. febrero 2019.

Ensayo Socioafectivo basado en el documento: “Desarrollo socioafectivo” por

Verónica soler Gómez.

Soler señala que “las emociones están programadas para que aparezcan en los primeros

años de vida” (s.f). Dando a entender que el parto y el contacto inmediato del infante con su

cuidador marcan el desarrollo emocional del ser humano de manera determinante; La anterior

afirmación de Soler genera el siguiente interrogante ¿en la gestación un feto puede llegar a tener

emociones?

Si bien se considera como parte fundamental en el desarrollo infantil lo que el infante

vive, siente o percibe en el vientre de la madre. Según Chamarrita, Santelices, Aracena y Pinedo

en su investigación con gestantes, el primer vínculo afectivo empieza entre la madre y su hijo en

la etapa prenatal e incluso en el momento en que la mujer y/o su pareja planifican a su hijo, este

vínculo empieza en la etapa de preconcepción, y persiste en el periodo neonatal ante la necesidad

del bebé por acoplarse y de la madre por emitir conductas maternales. (2014).

Las experiencias transcurridas durante la etapa prenatal repercuten en el infante tanto

fisiológica, cognitiva y afectivamente por tal motivo es que existe un plan de gestantes a nivel

nacional “ Madres gestantes y lactantes” y una política pública nacional de primera infancia

“Colombia por la primera infancia”, en donde se le da la importancia a la relación madre-hijo

en todas las etapas del proceso infantil en donde se incluye la etapa prenatal, de nacimiento, el

posparto, neonatal y la primera infancia para la construcción de la identidad personal del ser

humano. Para Carolina Blair Gómez (2013) este vínculo afectivo representa el soporte relacional
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Presentado a: Angela Lasprilla Hincapié.
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Por: Yurani Fernanda Muñoz Bolaños


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principal en la construcción de los recursos cognitivos y afectivos con los que cuentan los

individuos para afrontar la vida social.

Verny (1981) afirma que el vínculo no inicia una vez el bebé es amamantado, si no que

es la continuación de un proceso vinculante que había comenzado mucho antes, en el útero y esto

hace mayor su capacidad de respuesta a los abrazos, caricias, miradas y otras indicaciones de su

madre. Formulando es sus investigaciones que el infante a partir del sexto mes ya tiene una vida

emocional, discutiendo que “El niño no nacido es un ser consciente que siente y recuerda, y

puesto que existe, lo que le ocurre en los primeros meses que van de la concepción al

nacimiento, moldea y forma la personalidad, los impulsos y las ambiciones de manera

significativa.” (p.11).

A continuación, una imagen del video “etapas del embarazo parto y lactancia” por

Luisina Rigor (2014). En la cual se explica lo sucedido en el sexto con el desarrollo prenatal del

infante.
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Para Lafuente (1995). El feto es “un ser capaz de distinguir gran variedad de estímulos

(sonidos, luminosidad, sabores, etc.), que es capaz de aprender, con una memoria que empiezan a

desarrollarse y una cierta consecuencia de las situaciones que para él puedan resultar peligrosas”

(p. 52).

Las emociones que el bebe percibe ya sean estas positivas o negativas actúan como

agentes moldeadores de la personalidad del no nacido dando un estado benéfico o perjudicial

para él. repercutiendo estos en el desarrollo emocional sano del niño y para que esto repercuta

en el niño o genere una consecuencia, debe primeramente crear un estado una sensación en él,

donde toda sensación desencadena una emoción, y donde las emociones son las bases

socioafectivas de todo ser humano. Apoyando lo anterior en la afirmación de Villa, Giraldo,

Ramírez, Orozco y Blanco (2016) los cuales expresan que “ las condiciones y características que

desde la gestación o antes de esta posibilitan la emergencia de este sistema básico de cuidado al

momento del nacimiento, dispositivo primario y previo a la vinculación del nuevo miembro de la

sociedad con el mundo de sus congéneres y con la vida misma”.

Dado lo anterior se puede concluir que no sólo las emociones son programadas para que

se generen a partir del nacimiento si no, que estas se presentan desde la gestación cuando el feto

está apto para percibir los estímulos dados por la madre y el entorno dende se encuentren. Por

ende, su primer vinculo social es el intercambio de sensaciones que desencadenan emociones

dadas entre la madre y el feto, desde ahí y por medio de la gestante el infante se relaciona con el

medio que lo rodea, cultivando por medio de los estímulos destrezas que se convertirán en

habilidades que le ayudarán a socializarse activamente en su correspondiente contexto vivencial.


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Referencias:

Blair, C. (2013). La base biológica del apego madre – niño: Bases biológicas del apego

paterno-infantil: Fundaciones e implicaciones para el desarrollo futuro. Informes

Psicológicos,13(1),2340. Recuperado de

https://revistas.upb.edu.co/index.php/informespsicologicos/issue/view/223

Chamarrita F, Santelices MP, Aracena M, Pinedo J. (2008). Apego y ajuste

socioemocional: un estudio en embarazadas primigestas. Psykhe ;17(1):65-80. Recuperado de:

http://www.scielo.cl/pdf/psykhe/v17n1/art07.pdf

Lafuente, M. (1995) Hijos en camino. Barcelona: Grupo Editorial CEAC, S.A

Rigor, L(productor). (2014). Etapas del embarazo, parto y lactancia. Recuperado de

https://slideplayer.es/slide/1487171/

Soler, V. (s,f). Desarrollo socioafectivo. Madrid: Editorial Síntesis SAS.

Verny, T & Kelly, J. (1981) La vida secreta del niño antes de nacer. Versión traducida.

Villa, I. Giraldo, I. Ramírez, María. Orozco, G y Blanco, I (2016). Vínculo prenatal: la

importancia de los estilos vinculares en el cuidado gestacional. Katharsis (22), p. 272.

Recuperado de http://revistas.iue.edu.co/revistasiue/index.php/katharsis/article/view/822/1101

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