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Roberto Martínez Garcilazo
De reciente aparición, este libro que contiene la historia de la diócesis y
arquidiócesis de Puebla es el primer paso para la deseable instauración de la
investigación académica laica de la historia de las iglesias y las manifestaciones
religiosas en Puebla. Si hemos dado por hecho el apotegma clásico aquel de que
“una vida sin examen no merece vivirse”, bien podríamos extrapolarlo
formulando así su contenido; nada de los asuntos humanos debe escapar al
exámen de la inteligencia ilustrada. Porque la iglesia católica no es únicamente
doctrina; porque también es política y cultura, su historia nos incumbe a todos
los ciudadanos de la república.
La ficha editorial es la siguiente:
Arquidiócesis de Puebla 475 años (1543-2018). Patricio Eufracio Solano,
coordinador. Dimensiones: 21 por 27 cms. Número de páginas: 236 de papel
couché más cuatro de guardas. Impresión a dos tintas. Ilustrado con fotografías
sin crédito. Encuadernado a la rústica y con solapas. Coedición: Secretaría de
Cultura del Gobierno Federal, Secretaría de Cultura y Turismo del Estado de
Puebla, Ediciones del Lirio. Sin isbn. Primera edición, noviembre del 2018. Tiro:
2000 ejemplares.
Lo que sigue es mi transcripción, con notas, del Índice:
Fe Milenaria (sin firma ni referencia);
Diócesis y Arquidiócesis Poblana, Historia y desarrollo 1543-2018 (Patricio
Eufracio Solano);
Obispos y arzobispos de la Arquidiócesis de Puebla 1452-1900 (sin firma ni
referencia);
La elevación de la diócesis de Tlaxcala y Puebla a Arquidiócesis de Puebla de los
Ángeles y Galería de los arzobispos (sin firma ni referencia);
Las campanas de la Catedral de Puebla (José Alberto Vázquez Benítez y Miguel
Rodríguez Galeote);
Anexo 1. Carta del venerable obispo de Puebla, Don Juan de Palafox y Mendoza
al rey Don Felipe IV (Archivo de la Embajada de España, legajo 648, cuaderno 1,
folio 481 v. a 483 v);
Anexo 2. Letras apostólicas acerca de la elevación de la Diócesis de los Ángeles a
Sede Arzobispal (sin firma ni referencia);
Anexo 3. Edicto de promulgación de la erección canónica de la nueva provincia de
Puebla de los Ángeles (sin firma ni referencia);
Anexo 5. La Catedral de Puebla (Luis Munive y Escobar, Pedro Vera y Zuria,
Ricardo Guizar, Octaviano Márquez y Luis Garcés);
Anexo 6. A rquidiócesis de Puebla (sin autor ni referencias).
A continuación, transcribo la mitad del texto de presentación, mismo que
lleva el título Fe Milenaria:
“Los hechos fehacientes se mezclan con las leyendas, con los sueños, con la fe en lo
dicho por nuestros mayores. Una tierra virgen. Una cornucopia inagotable. Una
humanidad edénica. Los aguerridos soldados ibéricos oteando el nuevo horizonte y
asombrándose; ansiosos un tanto; un pincelazo temerosos. ¿es posible emprender el
camino hacia los no conocido, sin más elementos que las armas y monturas?, se
preguntan los españoles del siglo XVI. Sus capitanes concluyen que deben aportar
algo más y a ello se aferran. La solución, como en todo trance incierto, está en la fe.
De tal suerte, lo ignoto de la Tierra Nueva se llenará de esperanza en la
omnipresencia, omnisciencia y el poder infinito. Así, el 24 de enero del 1518, el
Papa León X proporciona el puente de fe al emitir la bula “Sacris Apostolatus
Ministerio”, transformando a Cozumel en la ciudad Carolense, sitio inicial de la
gran empresa difusora del cristianismo en el Nuevo Mundo. La pequeña iglesia
parroquial del terruño adquiere rango de catedral y se promete, entre las líneas del
privilegio, la designación inminente de un obispo, el primero que habría de este
lado del cielo. Mas de pronto el vendaval de la conquista del gran capitán
extremeño Hernán Cortés, amplía literalmente día con día el territorio que debe
abarcar el propósito salvador de la fe, obligando con ello a la ampliación precisa
del mandato papal. por ello el 13 de octubre de 1525, el Papa Clemente VII emite
la bula “Devotionis tuae probata sinceratis”, la cual amplía el compromiso
territorial que la fe deberá abarcar y confía a su obispo ya consagrado, Julián
Garcés, la encomienda de llevarla a cabo. Hacia finales de septiembre de 1526 fray
Julián puede informar a Su Majestad la vastedad del territorio que ya abarca el
Obispado Carolense, entre otras, las tierras de Veracruz, Tabasco y Tlaxcala. La
benéfica alianza para la Corona Española con los tlaxcaltecas los mantiene en el
ánimo real de Carlos V y éste decreta que se erija “nuestra referida iglesia
catedral, para honor y de la beatísima Virgen María, en la ciudad de
Tlaxcaltechtle.” Cinco años después de este mandato, en 1531, es creada la Ciudad
de los Ángeles, hoy Puebla, a nueve leguas de Tlaxcala.” (...)
Finalmente transmito a usted la invitación del Dr. Patricio Eufracio, a la
presentación de este libro: Casa de la Cultura (5 oriente 5), el Viernes de Dolores.
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