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Laleska Castro

Prof. Rafael Castillo-Zapata

Teoría literaria III- Universidad Central de Venezuela

Caracas, 18 de enero de 2019

Ángel, musa y duende: luz y oscuridad como inspiración

Federico García Lorca en su conferencia “Juego y teoría del


duende” nos dice que existen tres factores en el arte general para su
creación, factores que podrían considerarse la “inspiración” de todo
artista en el momento en que está creando su obra (música,
literatura, artes plásticas), los nombres que usa García Lorca para
referirse a ellos son: ángel, musa y duende, y aquí trataremos de
darle una definición “sencilla” a cada uno de estos factores.

El ángel, como lo describe Lorca, es el que “deslumbra (…)


derrama su gracia, y el hombre, sin ningún esfuerzo, realiza su obra
o su simpatía o su danza.” Entonces, podemos definir el ángel como
aquella inspiración que está vinculada con lo divino, es una
intervención celestial vinculada con la iluminación del alma (como
diría Lorca: “el ángel da luces…”), y es esto lo que verdaderamente
impulsa al artista en la creación de su obra, como en el caso de
Santa Teresa o San Juan de la Cruz. Podemos considerar al ángel
como una “revelación” que ayuda al artista con su obra.

Por otro lado, podemos definir a la musa como aquella


búsqueda del artista hacia algo racional, en ese sentido la musa
puede relacionarse con el Logos; tiene un parecido con el ángel
porque ambos son fuerzas externas que intervienen en la
construcción del mundo imaginario del artista. Lorca dice “la musca
dicta y, en algunas ocasiones, sopla…”, el artista se deja guiar por la
musa, lo que nos da entender que, por lo menos en el ámbito
literario, el que habla no es el escritor sino la musa y un ejemplo de
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ello es Homero con su invocación en el canto I de la Odisea, “Habla,


Musa, de aquel hombre astuto que erró largo tiempo…”

Por lo que se refiere al duende, se puede definir como aquello


que está ligado directamente con el ser humano. El duende se
relaciona con lo oscuro, con lo duro y con lo fuerte; no es una
divinidad, es algo totalmente profano. El duende no es externo, el
duende habita en el artista y podemos decir que se despierta y
aparece cuando las emociones son oscuras y pesadas, como dice
Lorca en su conferencia: “(…) Solo se sabe que quema la sangre
como un trópico de vidrios (…) que se apoya en el dolor humano que
no tiene consuelo…”, en ese sentido, el duende puede considerarse
como la invocación del artista a sus emociones para crear su obra.

El ángel y la musa se presentan cuando el artista esta en un


estado de “gracia” en relación a fuerzas que lo trascienden, tal como
pasa con los místicos (en ángel) y como pasa con los poetas griegos
(la musa), mientras que el duende (considerándola una fuerza que
está directamente relaciona con lo terrenal) es sacar del fondo la
inspiración que el artista necesita y convertir eso en arte.

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