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SEGÚN LEY 256 /1996

Esta ley nos dice que se considera desleal la divulgación o explotación, sin autorización
de su titular, esto quiere decir la divulgación de un secreto empresarial o industrial ya sea
por acceso legítimamente o ilegítimamente.

Al analizar esta ley, primero se deben tener en cuenta tres requisitos para proceder a la
acción, los cuales son

- Que la información sea secreta


- Que tengan valor comercial por ser secreta
- Que haya sido objeto de medidas razonables por su legítimo poseedor para su
protección.
Una vez comprobados estos requisitos, procederá a la acción de competencia desleal por
violación de secretos, sin que haya perjuicio de las demás acciones legales.

PARTES
DEMANDANTE: CHICLE ADAMS S.A.
DEMANDADO: CONFITES ECUATORIANOS S.A. C.A. y CONFITECOL S.A.
PRETESIONES
El demandante pide que se declare a las demandadas culpables de incurrir en conductas
de competencia desleal por ir en contra de la buena fe comercial y utilizar secretos
industriales y/o empresariales, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 16 de la Ley
256 de 196.
HECHOS DEL CASO
Chicles Adams S.A. quien pertenece al agrupo “Warner Lambert Company” fabricadora y
distribuidora de varios productos, ente ellos la goma de mascar “Clarks” y la demanda
Confites Ecuatorianos C.A. Produce en el Ecuador el chicle “Tumix”, Distribuido por
Confitecol S.A., Demanda que se obtuvieron de forma “ilegitima” información del producto
antes del lanzamiento oficial en el mercado nacional.
Argumenta que tres días antes de la presentación oficial del chicle “Clarks”, el señor Jose
Rafael Bustamante, apoderado de Confites Ecuatorianos C.A. en Ecuador, envió un
comunicado requiriendo abstenerse de realizar el lanzamiento del producto, solicitud con
fundamentos de que es una competencia desleal dada la similitud entre los chicles “Tumix”
y “Clarks”, adjuntando fotografía de estos. Dicho comunicado también fue enviado por sus
apoderados en Colombia a sus mandatarios de la demandante.
Para Chicles Adams S.A., el comportamiento de las demandadas configuró la conducta
desleal de violación de secretos, ya que la información del producto “Clarks” tiene un
tratamiento estrictamente confidencial. Incluso Indico que las sociedades debieron acudir a
la acción preventiva o de prohibición, de conformidad con lo dispuesto en el numeral 2° del
articulo 20 de la ley 256 de 1996. Sin violar el secreto empresarial que constituía el empaque
de chicle “Clarks”.
De lo mencionado por las partes en sus argumentaciones, la SIC consideró que se probaron
dentro del proceso los siguientes hechos, que constituyen el fundamento para decidir:
a- Que CHICLE ADAMS S.A. tenía la intención de entrar a competir en el segmento
del mercado de la confitería de bajo precio con el producto denominado chicle
“Clarks”.
b- Que a la fiesta de aniversario de la demandante que se llevó a cabo el 06 de junio
de 2002 fueron invitados trabajadores y clientes, a quienes además se les llevó por
un recorrido a las instalaciones y a la plata de producción.
c- Que la sociedad CONFITES ECUATORIANOS S.A. C.A. para el 26 de julio de 2002
ya tenía conocimiento de la intención de la demandante de lanzar al mercado un
producto similar a “Tumix” y advirtió que ello podría ser una conducta de
competencia desleal.
d- Que el 29 de julio de 2002 la demandante presentó su producto “Clarks” a los
gerentes, supervisores de ventas, ejecutivos y directores de mercadeo de su
empresa mediante una reunión celebrada en dicha fecha.

CONSIDERACIONES DE LA SIC
La SIC determina que es competente para estudiar el expediente y proferir un fallo de fondo
porque frente a la violación de secretos como acto de competencia desleal no es necesario
establecer si la conducta tiene incidencia en una mayor participación en el mercado, que
en este caso es el de las gomas de mascar, sino que basta con que se cometa la infracción.
Así mismo, se establece que tanto la demandante como las demandadas participan en el
mismo mercado y por ende compiten entre sí como fabricantes y distribuidores de gomas
de mascar dentro del territorio colombiano.
Frente al análisis de la existencia del acto de competencia desleal consistente en la
violación de secretos, la SIC estudió tres aspectos:
a) Que la información sea secreta y que no sea fácilmente accesible.
De las pruebas se pudo establecer que la información de propiedad del demandante
resultó de fácil acceso para terceros, quienes pudieron conocerla sin incurrir a
mayores esfuerzos.

Ciertamente, ni el empaque ni la presentación externa del producto podían


considerarse como información sujeta a reserva por ser componentes visibles del
mismo, van a ser públicos y revelados al consumidor.
Se reconoció, de conformidad con la declaración los testigos, que Chicle Adams
S.A. estaba en pleno proceso productivo para la fecha en la que se llevó a cabo la
fiesta de celebración de su aniversario 50.

Un testigo declaró cómo llegó el producto “Clarck” a manos de los demandados,


estableciéndose con certeza que la información que presuntamente estaba
sometida a reserva realmente fue dada a conocer por la demandante a los terceros
a quienes llevó a un tour por las instalaciones y la plata de producción, sin que se
les hubiera advertido en ningún momento sobre la obligación de mantener la
confidencialidad.

Así pues, la SIC estableció claramente que: I) La información no tenía el carácter de


secreta y II) Los terceros tuvieron acceso a la información de manera fácil y legítima,
pues la misma demandante lo propició. Aunado a esto, pese a que lo único que
hubiera podido tener la condición de secreto era la fórmula de fabricación del chicle
y el momento de su lanzamiento al mercado, se evidenció que, por una parte, el
asunto referente a la fórmula no se incluyó en manera alguna dentro de las
peticiones de la demanda y por la otra, el lanzamiento oficial del producto no podía
ser confidencial al ser conocido de antemano por el mercado.

Por último, se descartó completamente que la información que la demandante


reclamaba como secreta estuviera sometida a reserva dado el hecho de que Chicle
Adams. S.A. había radicado la solicitud de registro de la marca “Clarck”, revelando
así su nuevo producto al público, pues dicha solicitud llevaba implícita la publicidad.

b) Que la información tenga un valor comercial y c) Que se hubieran tomado las


medidas razonables para mantener la reserva.
Con respeto a estos puntos, al no cumplir el primer presupuesto, conforme lo
anteriormente expuesto, no hay lugar a evaluar el valor comercial de la información,
ni el hecho de que se hubieran adoptado las medidas razonables para mantener la
información en secreto.

RESOLUCIÓN DEL CASO


De acuerdo con las consideraciones tenidas en cuenta por la Superintendencia de Industria
y Comercio, el proceso se decidió en favor de las sociedades demandadas, ya que no se
logró demostrar que existiera información susceptible de reserva o secreto bajo la disciplina
de la competencia desleal.

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