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ANÁLISIS DE LOS DIFERENTES TIPOS DE SIGNOS SEGÚN PIERCE

Sabemos que el signo tiene 3 condiciones: presentativa, representativa e interpretativa.

ANÁLISIS DE LOS DIFERENTES TIPOS DE SIGNOS SEGÚN LA CONDICIÓN INTERPRETATIVA


DE LOS MISMOS.

La tercera tricotomía que, como sabemos, se desprende de la condición interpretativa del


signo, comprende los siguientes tipos:
a) REMA
b) DECISIGNO O DICENTE
c) ARGUMENTO

El concepto de REMA es homologable al de término. Un término es una unidad mínima,


una posibilidad expresiva que tiene sentido pero que por sí sola no puede brindarnos
información acerca del mundo, no se refiere a nada exterior. “La casa”, “el perro”, “el
hombre” son todas expresiones legibles, desde luego, mas sin relacionarse con otros
términos en algún tipo de enunciado o proposición no puede decirse que briden ningún
conocimiento.

El DECISIGNO o DICENTE es lo que en lógica conocemos como proposición y en


lingüística como enunciado. Es una estructura sintagmática que tiene valor referencial en
tanto denota algún aspecto del mundo y puede ser tenida por verdadera o falsa. Por
ejemplo: “la casa es grande” (constatamos si el enunciado es verdadero por la
correspondencia al hecho, es decir, la magnitud de la casa a la que se está denotando); “el
perro no muerde”; “el hombre siente dolor”, etc. La estructura general de estas
construcciones supone siempre un sujeto y un predicado. Esa relación de términos (remas)
en un signo de mayor jerarquía, el dicente, abre el camino a la función referencial y a la
capacidad de brindar conocimientos, información, acerca del mundo. El dicente tiene
un significado.

Finalmente el ARGUMENTO es el tipo de signo más elevado dentro de esta jerarquía. Si el


rema tiene un sentido y el dicente un significado, el atributo del argumento es
la significación. El argumento es al dicente lo que el proceso es al producto. Las
proposiciones y enunciados en las que el hombre expresa la verdad del mundo son el
resultado del razonamiento y la inferencia, acciones que se encuentran reunidas en el
trabajo argumentativo. El argumento conjuga varios dicentes, varias proposiciones, tal y
como se ve en el caso ejemplar del silogismo:
Todos los hombres son mortales. Sócrates es hombre. Por lo tanto Sócrates es mortal.
Tenemos así a tres proposiciones, o tres signos dicentes:
(1) Todos los hombres son mortales
(2) Sócrates es hombre
(3) Sócrates es mortal
Los dos primeros casos comprenden lo que llamamos las premisas. El tercero es la
conclusión. En los tres casos se tratan de proposiciones, estructuras de lenguaje cuyo
significado se dirime en la confrontación con los hechos, con realidades extralingüísticas.
Sin embargo el principio que los reune a los tres, teniendo al tercero como el resultado de
una cadena de razonamientos que va del primero al segundo, es el de la inferencia, en este
caso deductiva. Aquí el conocimiento no se dirime en la merca constatación de hechos sino
en la validez del argumento. El ejemplo aquí presentado comprende un argumento válido en
tanto que por ser las premisas (1) y (2) verdaderas la conclusión necesariamente será
verdadera también. Uno puede juzgar en términos de verdad o falsedad a cada una de las
proposiciones (signos dicentes) que integran el argumento, pero para la totalidad ya no
puede hablarse de verdad o falsedad sino de validez. Un argumento puede ser válido o
puede ser una falacia. La falacia no implica necesariamente la falsedad de la conclusión,
sino la inviabilidad del razonamiento. Por ejemplo, yo puedo decir:
Todos los hombres son mortales. Sócrates era mortal. Por lo tanto Sócrates era hombre.
Este es el caso de una falacia. ¿Por qué? Si bien concluye en un enunciado verdadero
(Sócrates era hombre), no es aceptable inferir su condición de hombre de su condición de
mortalidad, puesto que la mortalidad es un atributo propio de los seres vivos en general.
Sócrates, en este caso, podría ser tranquilamente el nombre de mi perro.
Es decir, si todos los hombres son mortales y Sócrates es hombre no hay forma que no sea
él mismo mortal. Pero si todos los hombres son mortales y Sócrates es mortal, podría no ser
hombre, podría ser un perro. Mi perro que, digamos, acaba de morir.
El argumento es el proceso del que se obtienen los conocimientos que el hombre tiene por
verdaderos y que ordenan su acción en el mundo.
***
La CLASIFICACIÓN DE SIGNOS.
Sabemos que el signo tiene 3 condiciones: presentativa, representativa e interpretativa.
Así pues, cada elemento que reconozcamos como un signo podemos entenderlo en los
términos de cualquiera de las tres tricotomías, dependiendo de nuestro interés:
 Si nos interesa la naturaleza de ese signo lo juzgaremos como un cualisigno, un
sinsigno o un legisimo.
 Si nos interesa su fundamento representacional será un ícono, un índice o un símbolo.
 Si nos interesa el conocimiento que provee será un rema, un dicente o un argumento.
Así pues, todo signo debe ser necesariamente subsumible a las tres tricotomías a la
vez.
De aquí se infieren los diez tipos de signo:

1- Cualisigno, icónico, remático (la rojedad, por ejemplo, tiene valor remático en tanto no
puede brindar un conocimiento de mundo, y es icónico en tanto que, por ser una cualidad,
no podría representar de otro modo que por la semejanza)

2- Sinsigno, icónico, remático (ejemplo: un dibujo o imagen particular que se asemeja a


su objeto pero que no nos brinda información acerca del mundo -en realidad ningún ícono
por sí solo puede brindar información, ser denotativo, un ícono no puede ser dicente ya que
un primero no puede agrupar a un segundo, el ícono es jerárquicamente inferior al dicente)
3- Sinsigno, indicial, remático (ejemplo: un grito o un ruido que escuchamos de golpe y no
podemos reconocer de dónde proviene o qué expresa, es indicial porque guarda una
conexión existencial con su objeto y es remático porque no podemos traducirlo como
información de un hecho)

4- Sinsigno, indicial, dicente (ejemplo: la señal que nos indica en la ruta que se aproxima
una curva, en este caso la información es clara, puede traducirse en el enunciado “se
aproxima una curva”)

5- Legisigno, icónico, remático (una onomatopeya es un buen ejemplo: bang, crash, pum,
etc.; son representaciones generalizadas que por analogía remiten a algún tipo de sonido
pero que en sí mismas no nos dicen nada)

CRASH
6- Legisigno, indicial, remático (el pictograma de la flecha que todos podemos reconocer
en distintos lugares: en un cuadro sinóptico, en la señalización del tránsito, en un
diagrama… Por sí solo, en tanto no sabemos a qué apunta, es una mera posibilidad de
expresión indexical que no nos brinda información -imaginemos una flecha que no sabemos
a qué está apuntando, una flecha en el vacío)

7- Legisigno, indicial, dicente (ahora la flecha está señalando algo, la salida de un edificio,
es traducible al enunciado “la salida se encuentra siguiendo esta dirección”)

8- Legisigno, simbólico, remático (un término cualquiera, por ejemplo: “embarazo”, no


tiene valor referencial, pero tiene un sentido, es el rema estrictamente hablando)

herida
9- Legisigno, simbólico, dicente (pensemos ahora en ese término “embarazo” en una
proposición: “el embarazo le ocurre sólo a las mujeres”)

Juan tiene una herida en el pie

10. Legisigno, simbólico, argumento (“Ariel está atravesando un embarazo. Sólo las
mujeres se embarazan. Ariel debe entonces ser una mujer y no un hombre”)

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