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APORTES: REVISTA DE LA FACULTAD DE ECONOMÍA-BUAP. AÑO VI NÚM.

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APORTES

La corriente de los Annales y su contribución


al desarrollo de la historia económica en Francia
(Primera parte)

Carlos Antonio Aguirre Rojas

“La llamada historia económica, que se encuentra


todavía en proceso de construcción, (...) no es la historia
noble (...) pero no deja por ello de plantear todos los
problemas inherentes a nuestro oficio: ella es la historia
integra de los hombres, contemplada desde cierto punto
de vista”.

Fernand Braudel. La dinámica del capitalismo.

INTRODUCCIÓN expectativa por los nuevos desarrollos, y


La corriente historiográfica francesa, cono- también por los resultados últimos, que se
cida hoy bajo el equívoco término de “es- van produciendo dentro de las diversas lí-
cuela de los Annales”, ha sido progresiva- neas de investigación que esta misma co-
mente difundida y popularizada en todo el rriente impulsa actualmente.
mundo, durante las tres décadas recientes de Sin embargo, y puesto que esta popula-
los años setenta, ochenta y noventa. Así, ridad casi planetaria de los Annales, ha
incorporada crecientemente en los diversos coincidido precisamente con el desarrollo
trabajos de investigación y en los debates de lo que podríamos llamar su “tercera
particulares de las distintas historiografías etapa” de vida (que abarca desde 1969 hasta
nacionales, esta corriente de historiadores 1989, aproximadamente), se corre entonces
franceses ha podido rebasar las fronteras el riesgo, si juzgamos sólo desde la perspec-
del hexágono, para proyectarse no sólo en tiva de los aportes de esos Annales “terce-
Europa entera, sino en el mundo, como una ros”, de tener una idea más bien deformada
de las más importantes corrientes historio- de lo que ha sido y ha representado la
gráficas del siglo XX. De este modo, los corriente de los Annales, en su conjunto y a
últimos treinta años han visto multiplicarse lo largo de su compleja evolución, dentro
las traducciones de las obras de los princi- del campo de los estudios históricos france-
pales autores de esta corriente, al mismo ses, y por esta vía, de lo que podría ser su
tiempo que han acrecentado el interés y la verdadera contribución más global al desa-

[ 11 ]
12 CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS

rrollo de la ciencia de la historia y de la les junto a otras líneas problemáticas diver-


historiografía de nuestro siglo. Porque como sas. Al mismo tiempo, y sobre todo después
es bien sabido, estos “tercerosAnnales” han de lo que ha representado la importante
sido sobre todo impulsores de la así llamada ruptura histórica de 1989, también es claro
“historia de las mentalidades”, historia que que desde hace ya una década, ha comenza-
concentrándose en el estudio de las distintas do a esbozarse nuevamente una posible
formas de la conciencia social de ciertos cuarta etapa de esos mismos Annales, en la
grupos, regiones, épocas o coyunturas es- que tampoco serían dominantes los temas
pecíficas, ha tratado de proclamarse como de la antropología histórica y de la historia
una “nueva historia”, como una suerte de de las mentalidades, y si habría en cambio
novedosa “antropología histórica”, capaz un claro esfuerzo de reivindicación y de
de estudiar, a través de los “comportamien- nuevo cultivo de esas mismas ramas de la
tos mentales” y de los “mecanismos de historia económica y social.
conciencia” de los hombres, problemas ta- Porque ¿no han sido acaso los Annales
les como el de la familia, la actitud ante la iniciales, de Marc Bloch y Lucien Febvre,
muerte, la concepción del trabajo, la des- bautizados como “Annales de historia eco-
cristianización, el sentimiento del miedo o nómica y social”? ¿y no es también el
las modalidades de la vida privada de anta- periodo de los “años Braudel” de los Anna-
ño. les, el periodo en el que más florece y se
Historia pues, donde los nuevos objetos difunde la historia económica en Francia, el
de estudio dominantes lo constituyen pro- periodo de auge de su evolución y populari-
blemas de orden ideológico (en el más zación?, ¿y no es claramente sobre la nega-
amplio sentido de este último término, como ción y la ruptura con este tipo de historia
nivel de historia de la cultura y de las ideas), económica, que se constituye el proyecto de
y donde los elementos y problemas econó- esos “terceros Annales”, antes menciona-
micos y sociales que subyacen a estos fenó- dos?, y por último, ¿no es evidente el retorno
menos, o que se hallan directamente ligados a esa historia económica y social impulsado
a ellos, parecen relegados a un segundo por los Annales posteriores a 1989?.
término, cuando no simplemente ausentes Sin pretender agotar de inmediato la
del todo. respuesta a estas preguntas, nos parece sin
Sin embargo, este rasgo común domi- embargo importante señalar esta diferencia
nante de las obras de los “terceros Anna- esencial entre los Annales de Bloch, Febvre
les”, popularizado al mismo tiempo que y Braudel, junto a los nacientes ‘cuartos
estos Annales de la tercera generación —y Annales’, de un lado, y los ‘terceros Anna-
que algunos consideran como su aporte les’, de 1969-1989 del otro.1 Porque si las
principal, cuando no exclusivo—, no cons-
tituye, ni mucho menos, su rasgo dominante 1
durante los primeros cuarenta años de vida Es a esta luz, que debe ser explicado el hecho
de que, en el proyecto de unos posibles “cuartos
de la corriente, años en los que la historia Annales” —anunciado claramente en la editorial
económica y social ocupa el papel prepon- del núm. 6 de la revista, del año de 1989, titulado
derante, o al menos, uno de los roles centra- “Tentons l’experience”— se hayan desplazado de
LA CORRIENTE DE LOS ANNALES Y SU CONTRIBUCIÓN.... 13

dos décadas desplegadas entre 1968 y 1989 y a encausar parte de esta historia económi-
por la corriente de Annales, coinciden con ca, dentro de los caminos y senderos singu-
la mencionada “explosión” del campo un lares que esta última ha recorrido. Y a la
poco ambiguo e indefinido de las “mentali- inversa. Porque justamente, gran parte de la
dades”, las etapas anteriores y posteriores originalidad y del carácter revolucionario
de Annales representan en cambio una con- que ha representado la corriente de Annales,
tribución de primer orden al desarrollo de la dentro del panorama de la historiografía
historia económica y social francesas. francesa de este siglo, deriva justamente de
Así, sin equipararse absolutamente haber incorporado y sabido desarrollar de
—pues la historia económica en Francia modo creativo, las distintas temáticas e
abarca, en su curva evolutiva, a un conjunto interrogantes planteadas por la rama de la
importante de autores que no pertenecen historia económica, entonces en ciernes.
directamente a los núcleos que podríamos Para comprender entonces adecuada-
calificar como parte orgánica del espectro mente, esta compleja relación entre la co-
de Annales—, la corriente de Annales y la rriente de Annales y la historia económica
historia económica francoparlante tienen, desarrollada dentro del mundo intelectual
sin embargo, durante diversos momentos de lengua francesa, veamos con más cuida-
sucesivos, relaciones sumamente próximas, do las peculiares trayectorias seguidas por
hasta el punto de llegar a coincidir en ciertos estos dos movimientos intelectuales que
procesos de sus respectivos periodos de ahora nos ocupan.
auge o de eclipsamiento específicos.
La contribución de los Annales, en la
definición del destino peculiar que ha segui- LOS ORÍGENES DE LA HISTORIA
do la historia económica en Francia, es ECONÓMICA EN EUROPA Y FRANCIA.
entonces totalmente decisiva. Y esto no
sólo porque varios de los propios miembros “Por primera vez se erigía la
dirigentes de la corriente, y alguno de sus historia sobre su verdadera base: el
antecedentes intelectuales principales, han hecho palpable, pero totalmente
sido al mismo tiempoprotagonistas y cons- desapercibido hasta entonces, de
tructores esenciales de esa historia econó- que el hombre necesita en primer
mica de lengua francesa, sino también por- término comer, beber, tener un
que desde sus propias perspectivas especí- techo y vestirse, y por tanto,
ficas, la corriente ha coadyuvado a renovar trabajar...”.

Federico Engels.
nuevo los ejes problemáticos que fueron dominan- “Carlos Marx”, 1877.
tes durante los “terceros Annales”, volviendo a
recuperar en un lugar de primer orden, a la historia
económica. Y es esto también lo que explica que la
principal obra de Bernard Lepetit, Les villes dans la Si observamos el fenómeno desde una pers-
France Moderne. 1740-1840, sea en cierta medida pectiva amplia y comparativa, lo primero
una obra de historia económica. que nos habrá de llamar la atención es el
14 CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS

hecho de que el nacimiento y desarrollo de la bal del análisis histórico inaugurada por
historia económica de lengua francesa es un Marx, quien ha sido el primero en destacar
hecho relativamente tardío. Pues mientras de manera central, el rol jugado por los
que en otros países de Europa, la rama de los fundamentos económicos de la vida so-
estudios de historia económica crece y se cial de los hombres, a lo largo de esta
consolida desde la segunda mitad del siglo prolongada prehistoria de “larga dura-
XIX, en el caso francés en cambio, no es sino ción” en la cual aún seguimos viviendo.
en el sigloXX que habrán de despuntar lo que Mostrando el sesgo productivista de las
podríamos llamar los orígenes de la histo- distintas actividades humanas, refuncio-
riografía económica francoparlante. nalizadas y obligadas a desarrollarse a
Hecho que, por lo demás, tiene una clara partir de las condiciones de la escasez
explicación histórica que se vincula a los natural originaria que se encuentra en el
distintos desarrollos intelectuales que las punto de partida del devenir social-huma-
principales naciones europeas han conoci- no, Marx ha mostrado también la necesi-
do durante estas mismas épocas. dad de esclarecer el carácter y la natura-
Porque en nuestra opinión, el nacimiento leza peculiar de esas distintas formas
en general de la rama de la historia econó- progresivas del proceso de formación de
mica, debe datarse a partir de su desarrollo la base económica de la sociedad, para
específico dentro de la propia concepción una adecuada comprensión del proceso
contenida en los trabajos y en la obra de general de la evolución humana. 3
Carlos Marx. Es justamente el marxismo,
en su elaboración inicial, el que ha abierto la
constitución orgánica de un estudio verda-
política clásica anteriores a Marx, se trata sólo de
deramente científico de los hechos econó- disgresiones ilustrativas de sus tesis conceptuales,
micos a lo largo del proceso histórico, fun- o de incursiones marginales subordinadas a la de-
dando así el área de análisis de la moderna mostración de sus construcciones teóricas. En cam-
historia económica.2 Lo cual es además, bio en Marx, el estudio sistemático de las distintas
configuraciones sucesivas de los elementos econó-
totalmente coherente con la perspectiva glo- micos a lo largo de la historia, constituye una de las
precondiciones teóricas de la adecuada compren-
sión de esa misma historia (al respecto ver. sus
2
Al hacer coincidir así, el desarrollo del proyec- Elementos fundamentales para la crítica de la eco-
to crítico de Marx y el origen mismo de la historia nomía política [Ed 1971-76: Tomo I, 422]. Sobre las
económica, tratamos de establecer de manera radi- posiciones mencionadas arriba, véase J. Meuvret
cal el momento en el que, en nuestra opinión, se da [Ed. 1971], M. Morineau, “Avant-propos” [Ed.
el paso de un proceso de desarrollo de ciertos 1985: 6, nota 7] y W. Kula [Ed. 1977: 11-19]. Véase
antecedentes o prefiguraciones de esa historia eco- también el comentario interesante de H. Pirenne
nómica hacia su verdadera constitución específica sobre este punto, en su artículo “Esquisse d’un
como área particular del análisis histórico-global. programme d’études sur l’histoire économique du
Por eso, y a diferencia de la posición de autores Pays de Liége” [1951].
3
como Jean Meuvret, Michel Morineau o Witold Idea que después será vulgarizada y empobre-
Kula, que harían remontar este origen de la historia cida por algunos “marxistas”, llegando a atribuir a
económica a las obras de los economistas clásicos, los hechos económicos un papel absoluto u omnipre-
consideramos que en esos autores de la economía sente, o tratando de remitir todo hecho histórico, en
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Fundando de este modo el área de estu- nuevo del análisis histórico de los hechos
dios de la historia económica, en tanto que económicos. Con lo cual, al comenzar el
parte o zona específica de su cosmovisión siglo actual, podemos hablar de una ya
global de la historia, Marx ha abierto un significativa y consolidada producción his-
fructífero campo de investigaciones, inau- toriográfica tanto alemana y austriaca como
gurando dentro de Alemania, y más en inglesa, desplegada en referencia a este
general en el mundo de habla germana, una campo particular de la historia de lo econó-
tradición intelectual que habrá de prose- mico.
guirse —muchas veces en referencia crítica Pero mientras que en estos países del
a los propios aportes del mismo Marx—, norte de Europa —incluida también, por
durante toda la segunda mitad del siglo XIX, ejemplo, Polonia— 4 la historia económica
y las primeras décadas del siglo XX . Tradi- se afirma y crece a lo largo de esa segunda
ción intelectual que habrá de conocer a mitad del siglo XIX , en los países de la
autores tan importantes para la historia Europa occidental mediterránea, en cam-
económica como son Werner Sombart, Max bio, dicha historia económica es escasa o
Weber, Karl Lamprecht y Alfons Dopsch prácticamente ausente. Reproduciendo así
(por no mencionar, antes de ellos, a los una vez más, una frontera cultural de larga
miembros de la llamada “nueva escuela duración que Fernand Braudel ha señalado
histórica”, sus predecesores). en varias ocasiones, la Europa del Norte y la
Desbrozando así, tanto por efecto de Europa del Sur se oponen también en lo que
imitación a las obras de algunos discípulos se refiere a la muy distinta acogida intelec-
y seguidores de Marx, como por efecto de tual que ambas zonas desarrollan respecto
crítica o reacción negativa a varios de los al marxismo, adoptando entonces igual-
autores arriba citados, el camino para el mente, como efecto derivado de lo anterior,
desarrollo de trabajos y hasta de publicacio- muy distintas actitudes respecto al desarro-
nes periódicas en el campo de la historia llo de esa rama de los estudios historiográ-
económica —que al igual que otras discipli- ficos que es la historia económica.5
nas científicas o áreas del conocimiento de Al finalizar entonces el siglo XIX, y en
lo social, empieza a parcelarse de la historia
global, y a autonomizarse como rama inde-
pendiente del saber, luego de abandonar su 4
Al respecto, es interesante ver el artículo de K.
formulación original en Marx—, el marxis- Pomian, “Impact of the Annales School in Eastern
mo ha orientado sin embargo a una parte Europe”[Ed. 1978], así como el libro de W. Kula,
Problemas y métodos de la historia económica [Ed.
importante de los historiadores de habla 1977: 40-47].
germana y anglosajones, hacia este terreno 5
Sobre esta distinta receptividad de las diversas
“Europas” frente al marxismo, y comparativamen-
te, frente a los Annales, y sobre su fundamento
su explicación última, a este nivel de lo “económi- socioeconómico, vinculado en parte al carácter más
co”. Vulgarización que ya en su tiempo ha podido agrario y menos desarrollado de la Europa medite-
criticar el propio Engels. Cfr. sus cartas a Conrad rránea, y a la naturaleza mucho más industrial y
Schmidt, a Jules Bloch, a Franz Mehring y a H. capitalista del norte europeo, véase nuestro artículo
Starkenburg, de los años 1890 y 1893-1894. “De Annales, marxismo y otras historias” [1991].
16 CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS

ausencia de un marxismo realmente impor- original, por algunos de los autores princi-
tante, que hubiese ya impactado su mundo pales de la historia económica realizada al
intelectual y académico,6 Francia no cono- norte del río Rhin. Porque es justamente
ce prácticamente, salvo alguna rarísima Henri Pirenne, el gran historiador que ha
excepción, ningún trabajo o autor verdade- sido rector de la Universidad de Gante, el
ramente significativos en el campo de la autor que puede ser considerado como aquel
historiografía económica. El lugar de esta que ha puesto los cimientos de los historio-
última, lo ocupa en cambio una importante grafía económica francoparlante. Gran ad-
tradición de historia social, centrada en el mirador de la obra de Karl Lamprecht, 7
estudio de las clases y de los procesos y buen conocedor de los desarrollos de la
sociales, que es heredera de aquellos gran- historia económica de lengua alemana de la
des autores que también han alimentado el época, Pirenne es al mismo tiempo el autor
proyecto crítico de Marx, y sobre cuyos de originales estudios sobre distintos aspec-
méritos este último ha llamado claramente tos de la historia económica, tanto de la
la atención. Así, y de modo hasta cierto época moderna, como y sobre todo del
punto compensatorio, si Francia no ha desa- periodo medieval, estudios que lo mismo se
rrollado antes de este siglo la historia econó- refieren a Bélgica que a la región geográfica
mica, ha contribuido en cambio, con las de “Netherlands”,8 a Francia que al conti-
obras de Michelet, de Thierry, de Guizot o nente europeo en su conjunto.
de Fustel de Coulanges, a la evolución y Así, además de ser el autor de una histo-
crecimiento de un cierto tipo de historia ria social de Bélgica, muy atenta a sus
social, historia que en su momento habrá de fundamentos económicos —historia de Bél-
influir también en los perfiles específicos gica que es aún la más importante historia de
que habrán de caracterizar a la historiogra- este país producida hasta el día de hoy—,
fía económica de manufactura francesa. Pirenne es también el impulsor de una his-
En esta línea de consideración, no resul- toria económica cuya originalidad estriba
tará entonces tan sorprendente constatar en ser una historia no sólo descriptiva sino
que el fundador o padre de la historia econó- interpretativa, una historia de grandes hi-
mica de lengua francesano sea francés, sino pótesis globales que no sólo ha dado como
belga, y que sea un historiador fuertemente resultado la construcción del primer gran
influenciado, en su proceso de formación modelo de explicación general del feuda-
lismo europeo, sino que ha traído también
6
consigo una auténticarevaloración radical
Hecho que continuará siendo válido, incluso
hasta los años de la Segunda Guerra Mundial, como
del modo en que era concebida, estudiada y
puede verse en el interesante artículo de Jean Surat- ubicada la Edad Media dentro del conjunto
teau “Les historiens, le marxisme et la naissance des de la historia europea y universal.
Annales: l’historiographie marxiste vers 1929: un
mythe?” [1983]. Véanse también las observaciones
de Perry Anderson sobre este punto, en sus libros 7
Ver Robert Dumoulin [1983]
Consideraciones sobre el marxismo occidental [Ed. 8
Véase por ejemplo los artículos de su libro
1979] y Tras las huellas del materialismo histórico Histoire économique de l’Occident medieva [Ed.
[Ed. 1986]. 1951].
LA CORRIENTE DE LOS ANNALES Y SU CONTRIBUCIÓN.... 17

Revolucionando de esta manera, a tra- económica francoparlante cuyos cimientos


vés de su obra, las antiguas concepciones de está elaborando, Pirenne deriva su lapidaria
los historiadores acerca de la etapa medie- conclusión: sin Mahoma, no es posible Car-
val —tanto en sus recién exploradas dimen- lomagno. Expliquemos en qué sentido.
siones económicas como en su conjunto—, Para Pirenne, las sucesivas invasiones
Henri Pirenne ha construido, mediante la germanas de los siglosIV a VI no destruyeron
aplicación constante del método comparati- las formas económicas, sociales y cultura-
vo en historia, una gran hipótesis polémica les del antiguo Imperio Romano, sino que
sobre los orígenes del mundo y de la civili- las respetaron, asimilándose así los pueblos
zación europeos, hipótesis que durante dé- germanos la vieja civilización romana, cu-
cadas y décadas han servido de punto de yos elementos principales ya habían conoci-
partida para múltiples e importantes inves- do desde antaño, y bajo cuya influencia
tigaciones de los medievalistas de todo el habían existido durante varios siglos atrás.
mundo, y que todavía hoy continúa siendo De este modo, y salvo algún proceso margi-
debatida por los historiadores contemporá- nal contrario a esta tendencia general, la
neos.9 Hipótesis que es además, la armazón Antigüedad continuó viva en sus rasgos
subyacente o la tesis-guía que permite com- esenciales, aunque modificando algunas de
prender el conjunto del modelo general de la sus figuras o manifestaciones específicas.
explicación pirenniana del periodo feudal En este sentido, la verdadera ruptura y
de la historia europea, y gran parte de la crisis de esa civilización antigua romana
obra y de las investigaciones del gran histo- adviene justamente con la invasión musul-
riador belga. mana, la que al atacar uno de los pilares
Pirenne compara los resultados que, en centrales de la economía anterior, el nexo
su opinión, han arrojado dos de las grandes comercial entre Europa y el Oriente, cons-
invasiones que se hallan en el origen mismo truido en torno a la red de circulación marí-
de la civilización europea: las oleadas ger- tima del mar Mediterráneo, desestructura
mánicas de los siglos IV- VI y la invasión toda la vida económica de la Europa de
musulmana del siglo VII. Y desde esta com- aquellos tiempos. El mar Mediterráneo se
paración, desde este uso delmétodo compa- transforma a partir de ese momento, dejan-
rativo en historia que él siempre ha defen- do de ser el centro de unidad de una civili-
dido,10 y que ha integrado a la historia zación como lo fue con Roma y con el

9
La formulación más explícita y acabada de esta atención el hecho de que también Marx, sin expli-
gran hipótesis pirenniana se encuentra en su último citarlo en cuanto tal, ha recurrido frecuentemente a
libro, publicado póstumamente, y titulado Mahoma este ejercicio de la comparación histórica, por ejem-
y Carlomagno [Ed. 1978]. Un comentario muy plo al analizar una cuestión que también preocupa
interesante del mismo ha sido hecho por Marc Bloch centralmente a la historia económica: el problema
en su artículo “La derniere ouvrage de H. Pirenne” de las estructuras principales y de la evolución
[1938]. diversa de los distintos tipos y subtipos de las formas
10
Véase en particular su intervención en el 5º comunitarias primitivas de la organización social
Congreso Internacional de Ciencias Históricas “De (sobre este punto, cfr. nuestro artículo “La comuna
la méthode comparative en histoire”. Llama la rural de tipo germánico” [Aguirre, 1988].
18 CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS

Imperio romano, para convertirse ahora en brillantes exposiciones y argumentaciones


la frontera marítima de dos civilizaciones que de ella hace el propio Pirenne en varias
hostiles. de sus obras, se trata aquí de una historia
Entonces, y a partir de esta ruptura de la económica que es al mismo tiempo una
red comercial mediterránea, es que se da el historia global, de una historia de los pro-
cambio de las rutas comerciales tradiciona- cesos económicos que estando construida y
les, la asfixia y decadencia de las ciudades apoyada en los datos más precisos y en el
del Mediterráneo de Europa occidental, y el trabajo de archivo y de crítica de textos más
“repliegue rural” de Europa sobre sí misma. minucioso, es al mismo tiempo una historia
Entonces, sin el antiguo y floreciente co- económica explicativa, que intenta inter-
mercio, y con la vida urbana en proceso de pretar y comprender esos “hechos de la
decadencia, Europa empieza a gravitar en
torno de su zona nórdica continental, con-
centrándose nuevamente en torno a sus es- ejemplo Marc Bloch) lo que ha provocado la relati-
va decadencia del comercio europeo mediterráneo –
tructuras agrarias más elementales y dando y donde la invasión musulmana sólo actúa como
nacimiento a las relaciones y figuras feuda- elemento catalizador coyuntural—, mientras que es
les, que habrán de madurar y desarrollarse justamente la decadencia de ese modo de produc-
libremente hasta el momento en que, con el ción feudal, determinada igualmente por su dinámi-
gran movimiento de las Cruzadas, el Medi- ca interna, la que ha abierto la posibilidad de un
renacimiento y nuevo auge de los vínculos y de la
terráneo se abra otra vez y se restablezca la actividad comercial de la Europa de los siglos XII y
antigua red comercial mediterránea. De este XIII en adelante. En todo caso, ya Marx había regis-
modo, Carlomagno y la Europa feudal en trado esta relación inversa entre la fuerza de un
que se soporta su imponente Imperio y su modo de producción y la del comercio, cuando dice
sucesiva dinastía, sólo han existido gracias “...el comercio tiene en todas partes una acción más
o menos disolvente sobre las organizaciones pre-
a Mahoma y a las invasiones con las que el existentes de la producción (...) pero la medida en la
Islam ha golpeado a Europa durante la cual provoca la disolución del antiguo modo de
séptima centuria de nuestra era. producción depende, en primera instancia, de la
He aquí el núcleo de la gran hipótesis de firmeza y estructura interna de éste. Y dónde desem-
Henri Pirenne.11 Como puede verse en las boca este proceso de disolución, vale decir qué
nuevo modo de producción ocupará el lugar del
antiguo, no depende del comercio, sino del carácter
11
Para continuar manteniendo vivo aún el deba- del propio modo de producción antiguo”. [Ed. 1975-
te, añadamos que en nuestra opinión, Pirenne tiene 1981: 424, tomo III, vol. 6]. Sobre el debate, que se
razón en su hipótesis.... pero justamente al revés. Es apaga y vuelve a encender ciclicamente, de la tesis
decir que, visto el problema en sus grandes líneas, de Pirenne, cfr. el libro The Pirenne Thesis. Analy-
la correlación que él ha establecido entre decaden- sis, Criticism and Revision, y la polémica Du Féo-
cia/auge del comercio y nacimiento/decadencia del dalisme au capitalisme: problémes de la transition,
modo de producción feudal, es totalmente correcta, especialmente las contribuciones de P.M. Sweezy.
pero sólo a condición de invertir la causalidad que Como ha sido ya señalado, es claro que la tesis
él propone. Es decir, que ha sido la consolidación defendida por Sweezy en este célebre debate sobre
progresiva de las estructuras del naciente modo de la transición del feudalismo al capitalismo es una
producción feudal en Europa (cuya transición desde tesis que recupera y reproduce nuevamente a las
las formas del mundo antiguo es un proceso que tesis de Henri Pirenne, aunque en este caso desde
obedece a otros factores, como ha explicado por los conceptos y categorias marxistas.
LA CORRIENTE DE LOS ANNALES Y SU CONTRIBUCIÓN.... 19

economía” desde el punto de vista de los Francois Simiand o Henri Hauser, por men-
procesos generales, desde la perspectiva de cionar sólo algunos de los más importantes
la totalidad, historia que haciendo uso ejem- estudios que, durante las primeras tres dé-
plar del método comparativo en historia, cadas del siglo, han alimentado también
constituye la primera piedra del edificio de esta naciente rama de la historia económica
la historiografía económica moderna de len- en Francia, ensanchando así sus perspecti-
gua francesa. vas y consolidando por diversas vías su
Historia económica francoparlante que, primera e inicial etapa de desarrollo.
si ha encontrado en la obra de Pirenne a su Así por ejemplo el trabajo de Jean Jau-
primera y muy notable expresión, es al res, importante pensador socialista francés,
mismo tiempo una de las manifestaciones que habiendo sido influido por el marxis-
intelectuales de una compleja evolución que mo,13 habrá de intentar la explicación so-
condensa, en las necesidades de la época de cialista del complejo proceso de la Revolu-
aquel momento, algunos de los resultados ción Francesa, vinculándolo en parte a sus
del importante e intenso primer desarrollo causas económicas fundamentales. Al in-
de una industrialización y un progreso capi- vestigar en su clásica Historia socialista de
talista que ha vivido Francia durante la la Revolución Francesa, los motivos de la
segunda mitad del siglo XIX.12 Porque si los creciente fuerza económica de la burguesía,
trabajos de Henri Pirenne, constituyen la y el desarrollo progresivo de esa riqueza y
obra fundadora del campo del análisis his- de ese poder económico a lo largo de todo el
tórico-económico en Francia, no son sin siglo XVIII, Jaures intentará explicar las
embargo una obra aislada, sino solamente razones del estallido revolucionario a partir
la primera contribución de un conjunto más de la incongruencia entre ese poder econó-
amplio de aproximaciones historiográficas mico cada vez mayor, y la ausencia total de
que, con sus distintos matices, caminan más poder e incluso de representación política de
o menos en la misma dirección, a la vez que esa burguesía francesa en ascenso. Repro-
testimonian las dificultades y limitaciones chando entonces a autores como Taine el no
con las que tropieza este proyecto de esta- haber considerado “el crecimiento econó-
blecer, de manera sólida y realmente cientí-
fica, esta área de los estudios franceses de
historiografía económica. 13
Aunque en nuestra opinión, resulta claro que
Porque con pocos años de diferencia, e Jaures no ha sido un pensador marxista, sino un
incluso simultáneamente a las investigacio- pensador socialista influido en alguna medida por
el marxismo (recuérdese al respecto, por ejemplo,
nes del gran historiador belga, es que se han su polémica pública con Paul Lafargue), resulta sin
desarrollado también los esfuerzos analíti- embargo interesante señalar que la caracterización
cos de autores como Jean Jaures, Henri Sée, de su obra y de su pensamiento es aún motivo de
polémica contemporánea en los medios intelectua-
les franceses, y que existe una Societé d’études
12
Ver al respecto la clara observación de Ernest jauresiennes que, entre otras cosas, se ocupa aún de
Labrousse, en su “Introducción” al t.III, vol. I, de la estas discusiones. Sobre esta polémica mencionada,
Histoire économique et sociale de la France , que él cfr. el interesante “Preface” de Madeleine Rebério-
ha coordinado junto con Fernand Braudel. ux al libro Jean Jaures. Anthologie [Ed. 1983].
20 CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS

mico de la burguesía durante dos siglos”, y mismo tiempo económica y socialde mane-
resaltando en su examen ese avance progre- ra difícilmente disociable. Historia econó-
sivo de la burguesía comercial, financiera e mico-social que inaugura también una muy
industrial, Jaures postula que hacia 1789 el interesante y fructífera línea de investiga-
estado llano —unidad, dice él, de las “clases ción crítica de la gran ruptura de 1789, línea
realmente productivas”, de los campesinos, que contando entre sus continuadores a
el proletariado y la burguesía, cuyas dife- autores como Ernest Labrousse, Georges
rencias internas eran entonces muy débiles Lefebvre, Albert Mathiez o Albert Soboul,
y escasamente desarrolladas— se opone ha permitido el esclarecimiento cada vez
radicalmente al pequeño grupo de las “cla- más rico y complejo de las enormes conse-
ses parásitas”, terminando al final por de- cuencias del proceso revolucionario de 1789,
rrocarlo y expulsarlo del poder. creando así una rica tradición de análisis de
De este modo, el mérito importante de la Revolución Francesa que, en nuestra
Jaures y su contribución específica a la opinión, trasciende las posiciones que llega-
historia económica francesa entonces en ron a estar muy en boga, sólo coyuntural-
ciernes, estriba en haber llamado la aten- mente, a partir de los trabajos de autores
ción de modo muy explícito, e incluso en como Francois Furet.
haber intentado ilustrar en lo concreto, acerca Por su parte, y en una línea totalmente
de la importancia de los factores económi- diversa de la anterior, la obra de Henri Sée
cos dentro del gran movimiento social de la ha constituido lo que podríamos llamar un
Revolución Francesa.14 Con lo cual, al mis- ejercicio de historia tradicional aplicado
mo tiempo que daba un enorme paso adelan- ahora al campo de los fenómenos económi-
te respecto de los anteriores historiadores cos. Al mantener, en lo esencial, los méto-
franceses de la Gran Revolución, reivindi- dos antiguos del oficio del historiador, pero
caba plenamente el nuevo espacio de análi- ahora aplicados dentro del campo nuevo de
sis conferido a los elementos económicos de la economía, recién descubierto por los
la vida social. Al construir de esta manera, historiadores franceses, Sée nos da por ejem-
una obra que ha sido calificada como la plo, en su obra sobre Les origines du capi-
primera “historia económico-social” de la talisme moderne [Ed. 1988], una sistemáti-
Revolución Francesa, Jean Jaures ha desa- ca síntesis descriptiva de los principales
rrollado un tipo de historiografía económi- hechos económicos de la historia capitalista
ca muy atenta a los marcos sociales de los moderna entonces conocidos. Así, a pesar
procesos económicos, una historia que es al de que conoce y saluda los nuevos esfuerzos
dentro de la historiografía, como el método
14
Para un buen resumen de los análisis realiza-
comparativo utilizado por Pirenne, Henri
dos por Jean Jaures en torno a los problemas econó- Sée acepta sin embargo, sin una crítica
micos imbricados en el movimiento de la Revolu- profunda, las clasificaciones tradicionales
ción, cfr. el artículo de M. Cedronio [Ed. 1989: de la economía, y la típica “especialización”
XXVII-XXXIII]. Véase también el libro Causas de del campo sostenida por los propios econo-
la Revolución Francesa, edición por separado de la
“Introducción” a la Historia Socialista de la Revo-
mistas, que se encierran dentro de “su”
lución Francesa. parcela para autonomizarla y separarla del
LA CORRIENTE DE LOS ANNALES Y SU CONTRIBUCIÓN.... 21

resto de los elementos de la vida social. A Desarrollando entonces, más que una
partir de estas premisas, nuestro autor desa- verdadera historia económica, una historia
rrolla más bien una serie de trabajos de lo tradicional de los hechos económicos, la
que podríamos considerar unahistoria eco- obra de Sée resulta relevante en tanto que
nómica descriptiva y especializada que, contribuye alegitimar, indirectamente, una
continuando un poco con la línea de trabajos nueva problemática de la historia: el con-
como los de E. Levasseur, se limita a resu- junto de temas que ocupan también a la
mir, sobre todo, los resultados de las inves- historia económica, y que esta última habrá
tigaciones originales de otros autores, o a de construir y desplegar por muy distintas
presentar de manera ordenada un conjunto vías a la transitada por este autor. 16
de hechos económicos descubiertos en los Porque durante estos primeros seis lus-
archivos y documentos de tal o cual región, tros del siglo pasado, anteriores al naci-
periodo, etcétera. miento del proyecto de Annales, la historia
De este modo, más que resultar interesante económica francesa fue madurando poco a
o innovadora desde el punto de vista metodo- poco las condiciones de su ulterior desarro-
lógico, teórico o interpretativo, la obra de llo, alimentándose, como era natural, tanto
Henri Sée es importante en tanto testimonio de las transformaciones entonces contem-
del hecho de que, en la Francia de principios poráneas de la historiografía y la historia,
del siglo XX, la historia económica adquiere como de los aportes y desarrollos de otras
poco a poco carta de ciudadanía dentro del disciplinas y ciencias sociales. Y es en esta
campo de los estudios históricos, conformán-
dose como una nueva rama de investigacio-
nes de los historiadores, rama que se hace historia económica, queda testimoniada en el hecho
necesario desarrollar e incorporar de manera de que el propio Henri Sée, historiador tradicional
de los hechos económicos, ha tenido dificultades
orgánica dentro del espectro normal de la para encontrar editores para sus obras, según narra
historiografía francesa. Entonces, y como un Ernest Labrousse en su “Introducción” al t.II de la
resultado indirecto y mediado de la madura- Histoire économique et sociale de la France [1935].
16
ción capitalista de la nación francesa, es que De Henri Sée puede verse en español su libro
la historiografía económica se afirma lo sufi- Los orígenes del capitalismo moderno [Ed. 1988].
Para observar más de cerca los límites de este tipo
ciente como para ser reconocida legítimamen- de análisis, vale la pena ver por ejemplo las reseñas
te en tanto que tarea de los historiadores — de este autor, sobre los trabajos de historia económi-
y ya no simple subderivación de las labores del ca publicados en 1932 y 1933, reseñas publicadas en
economista, o ejercicio de recopilación de los varios números de la Revue Historique de [1935].
sabios locales, etcétera—, siendo reconocida Comparando estas reseñas con las que Bloch y
Febvre publican en sus “primeros Annales”, en la
e incorporada por las instituciones oficiales misma época, se observa el abismo entre esa historia
de enseñanza superior, y adquiriendo un lu- económica “tradicional” y el nuevo proyecto impul-
gar, si bien todavía marginal, dentro de la sado por los Annales en este campo. Sobre Henri
propia Universidad de La Sorbonne.15 Sée, pueden verse también las referencias en el
artículo de Pierre Leon [Ed. 1973], y la mencionada
“Introducción” de Labrousse [Sée: 1935]. Sobre el
15
La reticencia de la historiografía oficial de conjunto de la obra de Sée, véase también el trabajo
principios de siglo hacia esta rama nueva de la de Allegra y Torre, [Ed. 1979: 285-287].
22 CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS

última línea de elementos, que resultan im- salarios, a lo largo de los años, se deben al
portantes los desarrollos y los trabajos de paralelo y muy similar movimiento fluc-
Francois Simiand. tuante de los precios, el que a su vez debería
Francois Simiand, sociólogo inteligente, explicarse, en la interpretación de este au-
miembro del grupo lidereado por Emile tor, por las variaciones de las medias mone-
Durkheim y crítico agudo de la historiogra- tarias, vinculadas directamente a las canti-
fía francesa de su época,17 ha concentrado dades o stocks monetarios disponibles (don-
sus esfuerzos de investigación en el área de de entonces, hechos como por ejemplo el
estudios de lo que él mismo ha llamado la descubrimiento de las minas de California,
“sociología económica”. Así, más que in- resultan hechos decisivos, por la vía del
tentar hacer historia económica propiamen- encadenamiento arriba expuesto, en la ex-
te dicha, Simiand pretende estudiar ciertos plicación de las fluctuaciones del salario).
fenómenos económicos, tales como los Pero a su vez, y para completar el esquema
movimientos del salario, los movimientos manejado por Simiand, ese movimiento de
de precios o las fluctuaciones de la moneda, las medias monetarias se originaría en los
en un análisis que lo lleva hacia la conside- comportamientos específicos delhomo eco-
ración del comportamiento de estos movi- nomicus real, cuyas expectativas frente a
mientos en el pasado. Entonces, en un las posibles representaciones monetarias de
esfuerzo conscientemente declarado de apli- los bienes y servicios, serían a fin de cuen-
car en este terreno de las ciencias económi- tas, siempre según nuestro autor, un hecho
co-sociales “los métodos que en las ciencias de psicología social.18
naturales han demostrado ya ser tan útiles”, Hablando entonces de su propia hipóte-
Simiand pretende elaborar una “teoría ex- sis como de una teoría de “monetarismo
perimental”, de por ejemplo, la evolución social”, apoyada en las fluctuaciones que
del salario en Francia en los siglos XVIII y provocan las expectativas del homo econo-
XIX, teoría experimental que intenta superar micus, Simiand reconduce su análisis del
a un tiempo a las teorías puramente abstrac- salario y de los precios hacia el fenómeno de
tas y a las simples descripciones o recopila- los comportamientos psicológicos colecti-
ciones empíricas sobre este problema. vos, lo que en su opinión lo lleva de lleno al
Al buscar así, en el proceso deevolución terreno de la sociología, aquí derivada en su
de las series económicas del hecho investi- vertiente de sociología económica.
gado, la explicación real de las causalidades Lo que sin embargo no impide en nuestra
del mecanismo económico en cuestión, Si-
miand cree descubrir que las fluctuaciones 18
Resumimos aquí el argumento expuesto por el
registradas en el comportamiento de los propio Simiand, en su “Avant-propos” de su obra Le
Salaire, l’évolution sociale et la monnaie, t.I. [Ed.
1932] Para un buen resumen de los aportes de
17
Cfr. por ejemplo su artículo “Méthode histo- Simiand véase el texto de Georges Lefebvre [Ed.
rique et sciences sociales” [Simiand, 1960], que a 1937]. Véase también el comentario de Marc Bloch
decir de los propios dirigentes de Annales, ha influi- a esta obra sobre el salario, en su artículo “Le salaire
do de modo importante en su proyecto crítico espe- et les fluctuations économiques à longue période”
cífico. [1983a: 890-914].
LA CORRIENTE DE LOS ANNALES Y SU CONTRIBUCIÓN.... 23

opinión, que las obras de Francois Simiand Finalmente, vale también la pena consi-
representen una verdadera contribución derar la contribución de Henri Hauser den-
importante al campo de la historia económi- tro de este proceso de nacimiento de la
ca francesa, especialmente al área de histo- historia económica francesa de las primeras
ria de los precios, de los salarios y de los décadas del siglo. Fundador y primer titular
beneficios, en la medida en que han plantea- de la cátedra de historia económica en La
do la necesidad e ilustrado la utilidad de la Sorbonne, y profesor entonces de alumnos
construcción de series económicas, como como Fernand Braudel, Pierre Vilar o Pie-
apoyos concretos e instrumentos analíticos rre Goubert,20 Hauser ha desarrollado va-
pertinentes de la construcción de esa misma rias investigaciones sobre la historia de los
historiografía económica. Además, y tras- obreros y los trabajadores franceses y sobre
cendiendo en este sentido a los autores del el desarrollo del capitalismo en Francia,
siglo XIX, que habían solamente recopilado desde el siglo XVI en adelante, especializán-
y construido sus clásicas historias de los dose sin embargo cada vez más en los
precios (como en el caso de D’Avenel, distintos temas de historia económica (y un
Tooke, etcétera), Simiand intenta en cam- poco de historia general) del siglo XVI euro-
bio resituar estas series económicas dentro peo. Influido también de manera importante
de una perspectiva de historia global, úni- por su lectura de las obras de Marx, al que
ca que en su opinión les otorga su verdadero elogia porque en diversos pasajes de sus
sentido. Beneficiándose también del uso y trabajos “habla como historiador”, Henri
aplicación del método comparativo, tan Hauser constituye sin embargo, paradójica-
extendido entre los miembros de ese núcleo mente, una especie de puente intelectual
durkheimiano al que él pertenece, e inten- entre todo el conjunto de obras de la “histo-
tando siempre arribar aesquemas interpre- ria económica” más tradicional —todo ese
tativos de los procesos que analiza, nuestro mundo de monografías descriptivas de pro-
autor se esfuerza igualmente, de manera blemas económicos, que los historiadores
permanente, por atenerse estrictamente a su tradicionales realizan sobre tal región, tal
novedoso método “teórico-experimental”.19 periodo o tal fenómeno particular y muy
Con lo cual, y a partir de todos estos elemen- acotado—, y los nuevos esfuerzos de reno-
tos presentes dentro de sus trabajos, Fran- vación historiográfica que parten de Piren-
cois Simiand se convierte en una especie de ne y continúan con el proyecto de los prime-
precursor de la moderna historia económi- ros Annales.
ca cuantitativa francesa, que tanto habrá Autor pleno de interesantes hipótesis y
de desarrollarse más adelante.
20
Así, Pierre Goubert lo ha llamado “uno de los
19
El propio Simiand marca, por lo demás, los grandes maestros de todos los tiempos” (en su
puntos de encuentro y las diferencias entre su méto- artículo “Quarante années d’histoire en Fran-
do de investigación, y los desarrollos y métodos de ce”[1979: 231] ). También Fernand Braudel ha
la historia económica (ver [Ed. 1932: 563-568). subrayado la importancia de Henri Hauser en su
Sobre la visión de los Annales en torno a Simiand, proceso de formación, durante su paso por La Sor-
véase, además del artículo citado de Marc Bloch, el bonne (ver, [1972: 449-450] y su afirmación en el
artículo de Lucien Febvre [1962a]. artículo [1983]).
24 CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS

de intuiciones explicativas igualmente su- nómica posterior habrá de desarrollar y


gestivas sobre los temas que aborda, Henri trabajar de una manera especialmente fruc-
Hauser es al mismo tiempo un riguroso y tífera.
metódico escrutador de documentos. Y así, Enriqueciendo entonces el proyecto que
al mismo tiempo que trabaja con los mate- los dos célebres profesores de la Universi-
riales de los archivos de Dijon y Bourgogne, dad de Estrasburgo están madurando du-
está atento a los últimos resultados de la rante el tercer decenio de este siglo, con el
investigación historiográfica de su época. doble aporte del antecedente “monográfi-
Por lo cual, no resulta extraño que termine co-tradicional” de la historiografía eco-
incorporándose al Comité Editorial que lan- nómica descriptiva francesa, y con el reco-
za, en 1929, el primer número de los ulte- nocimiento consciente de losaportes histó-
riormente célebresAnnales d’Histoire Eco- ricos contenidos en la obra de Marx, Henri
nomique et Sociale. Hauser constituye, intelectualmente hablan-
Hauser es entonces el primer “especia- do, el elemento vivo de transición entre las
lista” francés, en este siglo, del decisivo y dos etapas iniciales del desarrollo de la
“largo siglo XVI” europeo, siglo que atraerá historia económica en Francia: la de su
también la atención central de Lucien Feb- nacimiento, dominada en general por la
vre, y de la primera etapa de las investiga- importante figura de Henri Pirenne, y en la
ciones de Fernand Braudel. Señalando a que la naciente historia económica vive su
esta centuria privilegiada, como el periodo proceso de desprendimiento y emancipa-
en el que nace la “modernidad” capitalista ción respecto de la historia tradicional, a la
actualmente vigente y como el momento vez que la definición de sus perfiles especí-
también de eclosión de la verdaderahistoria ficos frente a otras ciencias de lo social y
universal, Hauser insiste también en la ne- frente a otras ramas del mismo saber histó-
cesidad de explicar los problemas y los rico, y su segunda etapa vital, aquella que
fenómenos contemporáneos (como por ejem- habrá de comenzar en 1929, con el surgi-
plo el de la enorme crisis económica que él miento de la revista y de la futura corriente
presencia en 1929), remitiéndose a sus raí- de “los Annales”.
ces en el pasado, las que en ocasiones
remontan, según su concepción, a siglos y
siglos de distancia. Con lo cual, nuestro
autor avanza una serie de novedosas hipó-
tesis de investigación,21 que la historia eco-

21
En nuestra opinión, no se ha insistido aún
suficientemente en la influencia de algunas de las
hipótesis globales de Henri Hauser, sobre los desa-
rrollos posteriores de la gran obra braudeliana. Aquí
hemos mencionado sólo algunas de ellas, pero el
problema queda aún por analizar. Para el desarrollo
de estas hipótesis, véase a Hauser [Ed. 1930 y Ed.
1931].
LA CORRIENTE DE LOS ANNALES Y SU CONTRIBUCIÓN.... 25

LA HISTORIA ECONÓMICA EN EL te estas primeras tres décadas del siglo, en el


PROYECTO DE LOS “PRIMEROS” ANNALES proceso mismo de descubrir y elaborar por
su propia cuenta, las primeras y todavía
imperfectas versiones de los métodos, técni-
”...no hemos creado los Annales cas, objetos y horizontes específicos que le
en 1929, Marc Bloch y yo, con el corresponden. Oscilando entonces, entre su
simple fin de aumentar en una desprendimiento de la historia tradicional, y
unidad la ya larga lista de las su establecimiento como rama autónoma de
publicaciones periódicas de historia los estudios propiamente históricos, la histo-
económica. Los hemos puesto en riografía de orden económico en Francia se
pie para combatir, con todas halla entonces en sus verdaderos comienzos.
nuestras fuerzas, por una cierta Y lo que habrá de permitirle el tránsito
manera de concebir y de hacer la hacia su etapa siguiente, será justamente el
historia económica”. verse fecundada por el proyecto crítico,
nucleado en torno a la publicación, desde
Lucien Febvre, “De l’histoire tableau: 1929, de los Annales d’Histoire Economi-
essais de critique constructive”, 1933. que et Sociale. Porque al desarrollarse y
popularizarse esa nueva “manera de conce-
Si la historia económica francesa, ha entra- bir y de hacer la historia económica” que
do en el mundo por la puerta grande con los Febvre menciona más arriba, se modifican
trabajos e investigaciones de Henri Pirenne, y reestructuran los perfiles anteriores de
sin embargo no ha adquirido sus dimensio- esta rama de la historia, transformándose
nes específicas, realmente acordes al nivel bajo el influjo de la profunda revolución
de desarrollo del sigloXX, sino con la verda- teórico-historiográfica llevada a cabo por
dera revolución en la teoría de la historia los dos fundadores de los Annales. Con lo
que ha sido llevada a cabo dentro del espa- cual, la historia económica francoparlante
cio intelectual francés, por el proyecto crí- supera su anterior situación asimétrica, y se
tico e innovador de Marc Bloch y de Lucien pone en condiciones de dialogar, en térmi-
Febvre. nos de igualdad, con las historiografías
Porque si comparamos el conjunto de los económicas de las otras naciones europeas
resultados y el grado de avance de esta de la época.
historiografía económica francesa de los Sellando así una alianza importante con
primeros cinco lustros del siglo, con los el proyecto de Annales —alianza que habrá
desarrollos que en esos mismos tiempos han de durar varias décadas, y que influirá
alcanzado sus homólogas alemana, austria- también centralmente en los destinos espe-
ca o inglesa, podremos constatar fácilmente cíficos de la corriente annalista—, la histo-
la asimétrica situación en que la primera se ria económica francesaaccede a una nueva
encuentra frente a las segundas. Porque con etapa, marcada por la renovación de sus
la excepción notable de las obras de Piren- perfiles y estructuras, y en la que destaca,
ne, su fundador, esta historiografía econó- por encima de todo, la obra de un autor que
mica del hexágono se encuentra aún, duran- hoy es ya clásico dentro de esta rama de los
26 CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS

estudios históricos: Marc Bloch. Junto a Para los primeros Annales, la historia
esta obra, y cercana también al espectro de económica constituye algo distinto de la
irradiación deAnnales, aunque autónoma y simple historia general, interpretada ahora
original en si misma, está la también impor- desde los puntos de vista y desde las clasi-
tante obra de Ernest Labrousse, la que ficaciones tradicionales de la economía. Es
desarrollando y complementando por otra decir, que no se trata simplemente de anexar
vía este cambio de etapa o maduración de la un nuevo dominio de problemas al viejo
historiografía económica francesa, testimo- campo de los estudios históricos, anexando
nia igualmente acerca de la peculiar coyun- junto a él los conceptos, los términos y las
tura intelectual europea, dentro de la que se técnicas de la ciencia económica tradicio-
inscribe el proyecto revolucionario de esos nal.23 Pero tampoco, y en el extremo inver-
primeros Annales. Coyuntura privilegiada so, se trata de continuar utilizando los mis-
que sacude a todo el continente europeo, con mos métodos de la historia tradicional, apli-
el fermento y la eclosión de múltiples movi- cándolos ahora a los recién descubiertos
mientos intelectuales de signo crítico hechos económicos,24lo que ocultaría y blo-
—como el psicoanálisis de Freud, la Escue- quearía de principio el reconocimiento de la
la de Frankfurt, los desarrollos de la antro- especificidad de esta nueva rama historio-
pología inglesa de la época, el círculo de gráfica, que tiene como su objeto de estudio
Viena o el grupo marxista de L’Ordine el análisis de los fenómenos y procesos
nouvo de Gramsci, entre otros— y que económicos analizados en su compleja y
expresando la respuesta del pensamiento múltiple evolución dentro del tiempo.
crítico frente a la ahora evidente crisis de la
idea de progreso, vinculada al proyecto
civilizatorio europeo, habrá de manifestar- meros Annales, continuados y superados luego por
Fernand Braudel, puede verse Aguirre [1986] y
se en Francia justamente como revolución también [1999]. Aquí sólo recuperamos su exposi-
de los paradigmas históricos e historiográ- ción en la medida en que lo implica el propio
ficos vigentes, dando así nacimiento a la argumento que nos ocupa.
23
importante corriente de Annales. Como plantea Bloch en su interesante artículo
Para comprender entonces, los aportes “Classification et choix des faits en histoire écono-
mique; réflexions de méthode a propos de quelques
principales de esta segunda fase de la historio- ouvrages récents” [1929]. En nuestra opinión, este
grafía francesa en su vertiente económica, pequeño texto tiene todo el valor de una especie de
pasemos a considerar con más detalle esa programa de ese nuevo modo de hacer la historia
nueva y peculiar “manera de hacer la historia económica, característico de los primeros Annales.
económica” propugnada y defendida por los Felizmente, la versión en español de este ensayo se
encuentra ahora incluida en el libro del mismo Marc
Annales iniciales, así como los elementos o Bloch, Historia e Historiadores [1999].
paradigmas principales del proyecto revolu- 24
Lo que produce como resultado estudios de
cionario en la teoría de la historia, en que dicho historia descriptiva tradicional de los hechos econó-
modo o manera se apoyan.22 micos, como los que Lucien Febvre ha criticado en
su texto “De l’histoire tableau: essais de critique
constructive”, publicado en la revista Annales en
22
Para una explicación más detallada de estos 1933, y retomado después en el libro Pour une
paradigmas metodológicos elaborados por los pri- histoire a part entiere [Ed. 1962b].
LA CORRIENTE DE LOS ANNALES Y SU CONTRIBUCIÓN.... 27

Para estos Annales iniciales, la historia enrarecen cada vez más en la medida en que
económica tiene que partir, en cambio, de remontamos hacia atrás el hilo del tiempo, y
una recuperación real, pero crítica y trans- que la magnitud puramente cuantitativa de
formadora, de los aportes esenciales de la una crisis agrícola, tiene hoy consecuencias
ciencia económica. Se trata de rescatar los totalmente distintas de las que pudo haber
conceptos y los desarrollos centrales de la tenido, con dimensiones similares, en el
economía, pero modificándolos a través de siglo XVII.
su historización, a través de su inserción Es posible entonces, desde esta perspec-
dentro de la evolución y el movimiento tiva, construir una verdadera historia eco-
histórico mismos. Con lo cual estos concep- nómica, alejada lo mismo de una simple
tos se enriquecen y se vuelven másdetermi- economía retrospectiva, que de una histo-
nados, al especificarse históricamente a ria tradicional de los hechos económicos.
partir de sus dimensiones concretas, y al Historia económica que además, y de
complejizarse a través de este proceso de acuerdo a los paradigmas renovadores im-
“pluralización” de las diversas configura- pulsados por estos primeros Annales frente
ciones históricas que soportan su elabora- a la historiografía francesa tradicional, tie-
ción y connotación abstracta. De este modo, ne que ser también una historia económica
se puede, por ejemplo, recuperar el concep- global, construida desde el punto de vista de
to de burguesía, pero sólo en la medida en la totalidad, y largamente abierta a explici-
que, a través de su reubicación histórica, tar y a recrear sus vínculos con lo social, con
distingamos las sucesivas figuras que dicho lo político, con lo geográfico y con lo espi-
concepto general abarca: la nobleza abur- ritual.
guesada de la época absolutista, la burgue- Historia que, como Marc Bloch nos ha
sía comercial de los siglos XVI -XVIII, la bur- mostrado en su bello libro de La sociedad
guesía industrial del siglo XIX o los burgue- feudal, es capaz de mostrar el soporte eco-
ses propietarios de tierras de la Italia postre- nómico del vínculo feudal —que implica la
nacentista, son todos personajes que, en la donación de una tierra y de los siervos a
historia, concretan y especifican el concep- través de ella sometidos—, pero que es
to social de “burgués”.25 capaz también de reconocer tanto los oríge-
Igualmente, es necesario recuperar los nes de orden militar, como la naturaleza
métodos y las técnicas de la economía, pero esencial en tanto relación de dependencia
readaptándolos a los procedimientos y a los personal, que constituye a este mismo vín-
materiales históricos disponibles. Es posi- culo fundamental de la sociedad europea
ble construir “estadísticas” históricas y cuan- medieval. Reconstruyendo entonces toda
tificar los movimientos económicos del pa- una genealogía completa de la curva evolu-
sado, pero siempre recordando que no esta- tiva del feudo, desde sus primeras figuras en
mos frente a las mismas fuentes, que los el precarium y en el beneficio, y hasta sus
puntos de apoyo de la cuantificación se más sofisticadas y derivadas formas como
feudo de cámara, feudo-tenure o feudo-
25
Un poco en este sentido, aboga Lucien Febvre
franco, Bloch es capaz de explicarnos el
[Ed. 1962b] progreso económico y social de Europa,
28 CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS

desde los tiempos merovingios hasta la cri- Historia económica largamente abierta
sis desencadenada por la revolución urbana a lo social, que también va más allá del
y comunal de los siglos XII y XIII, pasando simple dato tecnológico inmediato, resi-
por el periodo carolingio, y por la primera y tuándolo dentro del contexto social y dentro
segunda edad feudales. del universo más global que le da su verda-
Elaborando entonces una compleja tipo- dero sentido. Porque como Marc Bloch ha
logía de las distintas modalidades del nexo explicado también, no es suficiente con
de la servidumbre, y completándola con la saber que ha sido la Antigüedad clásica la
mencionada esquematización de las varian- que ha inventado este fundamental mecanis-
tes de la célula feudal, Bloch nos entrega el mo tecnológico del molino de agua. Más
armazón completo de los elementos de la allá de este dato de historia de la técnica,
dinámica económica del mundo feudal, incontestable en sí mismo, se encuentra el
armazón que al mismo tiempo le sirve de hecho de que, a pesar de haber sido inven-
soporte para abordar distintos aspectos, tando desde estos tiempos, el molino de
que como premisas explicativas o como agua no ha sidorealmente utilizado y difun-
consecuencias directamente derivadas, vin- dido de manera social, mas que durante la
culan esta armazón económica a todo el Edad Media. Y entonces, si podemos afir-
complejo nudo de relaciones y estructuras mar claramente que, aunque “invención
sociales del mundo feudal, tales como el antigua, el molino de agua es medieval por
impacto de ciertos progresos tecnológicos la época de su verdadera expansión”,27
sobre esa economía feudal, el mundo de entonces podremos comprender la distancia
representaciones sobre el tiempo y la natu- enorme entre esta historia económica glo-
raleza que envuelve a esta sociedad, el rol de bal con vocación de explicaciones científi-
las sucesivas invasiones que van acotando cas y la simple historia descriptiva y tradi-
el espacio específico de esta economía me- cional de los hechos económicos y técnicos
dieval europea, o la naturaleza y evolución que antes mencionábamos.
de las clases sociales de esta época. Imbri- Historia económica nueva, que también
cando de este modo la historiaeconómica con se separa de la historia tradicional anterior
la historia global del periodo medieval, Marc en su visión ingenua de lo que es el material
Bloch está entonces en condiciones de cons- histórico y de su modo de tratamiento por
truir también, un nuevo y segundo modelo
general explicativo de la sociedad europeo Bloch y Henri Pirenne, que han derivado en los dos
medieval, modelo alternativo y distinto al de grandes modelos de explicación global de la socie-
Henri Pirenne, y que como éste, sigue también dad feudal, los autores posteriores no han vuelto a
aventurarse en este terreno de las grandes hipótesis
alimentando hasta hoy las distintas investiga- de conjunto, limitando en cambio sus trabajos a tal
ciones y trabajos particulares inscritos dentro o cual aspecto, región, fenómeno o periodo especí-
de esta temática general de desciframiento de fico de dicho feudalismo europeo. Y esto, a pesar de
la Edad Media europea.26 la riqueza y el vigor de esta área de los estudios
medievales, que ha sido, durante buena parte del
siglo XX, particularmente fuerte en Francia.
26 27
Vale la pena remarcar el hecho de que, des- Cfr.el interesante artículo de M. Bloch “Avè-
pués de estas dos síntesis monumentales de Marc nement et conquete du molin à eau” [1983b: 806].
LA CORRIENTE DE LOS ANNALES Y SU CONTRIBUCIÓN.... 29

parte del historiador, concibiéndose enton- dominantes europeas de los siglos IV a IX a


ces como historia-problema, como una his- promover este tránsito específico: el siervo
toria económica queparte de ciertos proble- es un trabajador que ha asumido la respon-
mas, conscientemente definidos por el his- sabilidad de su propia autoreproducción
toriador y que organiza desde esos proble- material, siendo además más diligente e
mas y a partir de ellos sus fuentes específi- interesado en el trabajo, en la medida en que
cas, su jerarquía y orden de análisis, sus puede obtener del mismo, un cierto benefi-
clasificaciones necesarias y hasta su perio- cio marginal del que será usufructuario
dización particular. No se trata entonces, directo. Lo que además, se traduce indirec-
como harían los “economistas retrospecti- tamente, como marca también Bloch, en un
vos”, de aceptar como válida para todas las progreso social y espiritual formidable de
épocas la clásica división del mundo econó- esta clase sometida y económicamente ex-
mico moderno en la triada tantas veces plotada que es la clase de los siervos adscri-
reiterada de agricultura, industria y comer- tos a la tierra. Pero una vez resuelto el
cio, sino de organizar la clasificación re- problema,28 y volviendo a la cuestión ante-
querida que permita efectivamente dar cuen- rior, ¿dónde entonces y cómo clasificarlo?,
ta del problema central que quiere ser re- ¿y cómo periodizarlo?. Problema que re-
suelto: ¿cómo y por qué se terminó la forma aparece igualmente, por ejemplo, en torno
de explotación de trabajo que era la relación del tema de la moneda: la moneda tiene que
de la esclavitud antigua, siendo lentamente ver con todo el mecanismo económico, in-
sustituida por la nueva figura del trabajo fluyendo además directamente sobre los
servil?. Este problema no “corresponde” ni vínculos sociales fundamentales, apoyando
a la historia de la agricultura, de la industria una cierta estructura y ciertas oposiciones
o del comercio, sino que tiene que ver con de clase, y proyectándose incluso en las
todas ellas y remite más bien al análisis de representaciones y en el imaginario colectivo
las diversas formas de explotación del tra- de una sociedad. ¿Dónde entonces ubicar y
bajo y de su relación evolutiva. ¿Dónde con qué conceptos tradicionales de la econo-
ubicar este problema?, ¿tal vez en un nuevo mía, los desarrollos del interesante Esquisse
rubro, aparte de los otros rubros tradiciona- d’une histoire monetaire de l’Europe [Ed.
les?, ¿o tratarlo tres veces sucesivas, en 1954] que Bloch nos ha legado?. Sólo desde
cada rubro de la agricultura, la industria y una perspectiva que concibe a la historia
el comercio?. Bloch responde a esto, propo- como historia-problema, resulta posible res-
niendo que sea el mismo problema el que ponder a estas interrogantes, desarrollando
nos sirva de apoyo para construir sus pro- nuevas clasificaciones y periodizaciones, acor-
pias clasificaciones, o para readaptar las des a los problemas investigados y enmarca-
anteriores, generando también las readapta- dos dentro de esta nueva forma de historio-
ciones e incluso modificaciones necesarias grafía económica.
de la periodización general dentro de la que
el fenómeno se enmarca. Así, Bloch mues- 28
Véase el brillante artículo de Marc Bloch,
tra inteligentemente los motivos esencial- publicado póstumamente, “¿Cómo y por qué termi-
mente económicos que llevan a las clases nó la exclavitud antigua?” [Ed. 1980].
30 CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS

La que también, y en la misma línea de Y para elaborar esta “síntesis” provisional,


adopción de los paradigmas metodológicos que a él mismo le ha servido de guía de
generales de estosAnnales iniciales, se pos- investigación ulterior, Bloch va a recuperar
tula como historia abierta, historia suscep- lo mismo el uso de los planos parcelarios —
tible de abordar nuevos temas y objetos, de sobre los cuales lanza una gran encuesta
descubrir y recuperar nuevos métodos y internacional en los Annales—, que el con-
técnicas, de desarrollar, en suma, siempre cepto de ‘regímenes agrarios’, que él mismo
nuevos horizontes. Por eso Bloch puede ser elabora con cuidado. E igualmente, y en este
uno de los pioneros principales en el estudio mismo afán de dar cuenta adecuada de la
de las “invenciones medievales”, a la vez historia agraria de Francia, Marc Bloch va
que incursiona en el terreno poco explorado a abordar la historia de la sucesiva introduc-
de la historia de la alimentación en Francia, ción de nuevas plantas y cultivos en el
promoviendo también la profundización del campo francés, al mismo tiempo que anali-
análisis de la dialéctica campo/ciudad o el za el impacto del desarrollo del individualis-
estudio complejo de la historia comparada mo agrario sobre la transformación de los
de las estructuras agrarias europeas. derechos colectivos y de los bienes comuna-
Inaugurando o desbrozando así, con sus les campesinos. Proponiendo de este modo,
trabajos de menor aliento, nuevos y muy a los estudiosos de la historia agraria, todo
sugerentes campos de investigación para la un abanico de cuestiones fundamentales a
historia económica francesa —campos que investigar, Marc Bloch ofrece un verdadero
luego habrán de ahondar y profundizar las esqueleto de los rubros principales que de-
generaciones y autores posteriores—, Bloch bería abarcar, en nuestra opinión, toda his-
evidencia la amplitud de intereses y de visión toria rural científica y digna de ese nom-
que ha sido capaz de proyectar prácticamen- bre.29
te, dentro de esta rama específica de los Finalmente, y retomando también el úl-
estudios históricos. Lo que no impide, de timo paradigma metodológico de estos An-
cualquier manera, que nuestro autor se per- nales de 1929-1939, la historia económica
mita tomar también una de estas múltiples francesa ha desarrollado una cierta voca-
líneas que han atraído su atención, desarro- ción antideterminista o multideterminista,
llándola y apuntalándola sistemáticamente que parecería distinguirla muy específica-
a lo largo de toda su trayectoria intelectual. mente de otras vertientes europeas de los
Porque además de todo lo ya mencionado, estudios histórico-económicos. Tratando de
Bloch ha elaborado también una magistral
síntesis de la línea evolutiva seguida por la 29
Cfr. su libro Historia rural francesa [Ed.
historia rural francesa, desde la época mis- 1978] . En nuestra opinión, en esta obra se halla
ma de las roturaciones y asentamientos contenido un verdadero modelo a seguir para los
iniciales, que van poblando y colonizando estudiosos de la historia económica agraria de las
progresivamente el espacio francés, hasta distintas naciones contemporáneas, puesto que el
mismo constituye una verdadera agenda de los
los inicios de la fundamental revolución problemas centrales a los que debería responder
agrícola del siglo XVIII, que transforma de toda historia rural de un país o región en la actuali-
raíz todo el mundo rural francés y europeo. dad.
LA CORRIENTE DE LOS ANNALES Y SU CONTRIBUCIÓN.... 31

tomar distancia respecto a un cierto marxis- Sin embargo, y en este afán de reivindi-
mo o “materialismo histórico” bastante li- car una historia global y siempre construida
mitado, y muy lejano de la verdadera con- desde el punto de vista de la totalidad, los
cepción de Marx y Engels, los autores de primeros Annales han coadyuvado a abrir
Annales han tratado de subrayar el hecho de los horizontes de la historia económica fran-
que los hombres en la historia no son reduc- cesa, poniéndola en guardia contra una
tibles a su dimensión en tanto homo econo- “especialización” reductora que sobresti-
micus, y que la influencia de los hechos maría su propio objeto de estudio, y acos-
económicos sobre, por ejemplo, los hechos tumbrándola a estar siempre atenta a las
culturales puede ser tan importante como la influencias e interinfluencias de los otros
inversa, es decir, como el impacto de los niveles de la realidad social, con y hacia la
hechos culturales sobre la propia evolución propia economía.
económica.30 Relativizando así, un “deter- Renovando entonces, en estas múltiples
minismo económico” efectivamente muy direcciones, a la historiografía económica
estrecho, y que caracterizó sin duda a la francesa, los primeros Annales se han con-
concepción sustentada por una parte im- vertido, durante la década inmediata ante-
portante de los supuestos “marxistas” de rior a la Segunda Guerra Mundial, en el
esa época de entreguerras, los autores de grupo y núcleo de vanguardia más impor-
Annales no han conocido sin embargo, de tante, de entre todos aquellos que en esos
manera directa y profunda, la compleja tiempos, están abogando por el crecimiento
propuesta contenida en la obra de Marx, la
que hacia esos tiempos se hallaba muy poco
difundida y había sido muy poco trabajada punto, podría verse como Marc Bloch se ha ido
acercando progresivamente a la obra de Marx, au-
seriamente, por los intelectuales y pensado- mentando cada vez más su estima y admiración por
res franceses y francoparlantes.31 este fundador de la ciencia de la historia en general,
y de la rama de la historia económica en particular:
30
En este sentido es muy ilustrativo el texto de justamente, la proximidad de sus temas de estudio,
L. Febvre “Capitalisme et Reforme” [1926b]. Reco- con varios de los desarrollos más importantes de
nociendo a la vez el papel importante de ciertas tesis Marx, le ha permitido ir construyendo esta mayor
e ideas de Marx, Febvre critica una interpretación cercanía, muy claramente expresada en su última
simplista y reductora del vínculo entre estos dos obra L’Etrange défaite [Ed. 1957](cfr. en particular
elementos, entre el capitalismo y la Reforma reli- la página 195 de la edición que citamos en la
giosa del siglo XVI, interpretación que él mismo bibliografía. Véase también el artículo de Ch. E.
remite a un “cierto marxismo proveniente de Ru- Perrin [1948: 182, nota 4]). Por el contrario, y de
sia”. Queda aún por estudiar, con más detalle, la manera inversa, Lucien Febvre, que había sido
compleja relación entre los distintos autores de influído fuertemente en su juventud por Jean Jaures
Annales, la concepción de Marx, y los sucesivos y por el grupo de socialistas franceses que lo rodea-
“marxismos” franceses y extranjeros con los que ban, ha ido en cambio matizando su admiración por
ellos han convivido en su momento. Al respecto Marx, separándose cada vez más y criticando tam-
pueden verse nuestros ensayos, incluidos en Carlos bién cada vez más agudamente a los seguidores del
Antonio Aguirre Rojas, Los Annales y la historio- “materialismo histórico”, acentuando con ello una
grafia francesa [1996], y también en Itinerarios de evolución intelectual y una visión general que se
la historiografía del siglo XX [1999] distanciaban crecientemente de las seguidas por
31
Sin embargo, y en un análisis más fino del Marc Bloch, en estos mismos tiempos.
32 CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS

y la consolidación de la historia económico- ha sido un activo militante comunista en su


social en Francia. Funcionando entonces, juventud, siendo el redactor del periódico
con la revista de los Annales d’Histoire L’Humanité entre 1920 y 1924. Más ade-
Economique et Sociale, como el punto aglu- lante, y luego de su ruptura con los comunis-
tinador de todos los esfuerzos de esta rama tas, se ha ido concentrando en el estudio de
nueva de la historia, estosAnnales iniciales las fluctuaciones económicas de la econo-
han acogido e impulsado los distintos traba- mía francesa durante el siglo XVIII, y más
jos del Comité Francés para el Estudio de la especialmente en el análisis del periodo que
Historia de los Precios —representado por rodea a la Revolución Francesa, producien-
Henri Hauser—, han abierto encuestas in- do entonces, de manera relativamente tem-
ternacionales sobre distintos temas del de- prana, sus dos obras fundamentales, que
bate contemporáneo de la historia económi- son el Esquisse du mouvement des prix et
ca y social, aceptando a la vez la colabora- des revenues en France au XVIII siécle, en
ción de autores de clara filiación de izquier- 1933, y La crise de l’economie française à
da como Georges Lefebvre, Franz Borken- la fin de l’ancien regime et au début de la
au, Lucie Varga, Georges Friedmann, Hen- revolution en 1944. Prosiguiendo de este
ri Mougin o Ernest Labrousse. modo, en algún sentido, la línea de investi-
Ampliamente abiertos así, a los autores gación inaugurada por Francois Simiand,
y a las discusiones de tendencia socialista o que intenta reconstruir e interpretar las
de izquierda, que trabajan temas de la histo- series cuantitativas de ciertos fenómenos
ria económica, los Annales de Bloch y económicos, Labrousse descubre y cons-
Febvre han construido una especie de “fren- truye en términos estrictos una nueva fuen-
te común” o trinchera general en contra de te estadística para el estudio de los precios,
las viejas y tradicionales formas de hacer la fuente de los mercuriales (que son regis-
historia, instaladas plácidamente enLa Sor- tros oficiales de los precios de los mercados
bonne, y en la mayoría de las instituciones locales de granos en Francia).
académicas de educación superior. Con lo cual, Labrousse no sólo figura
Con lo cual, han influido también, en entre los pioneros principales de la moder-
alguna medida, en la obra de Ernest La- na historia cuantitativa francesa, sino tam-
brousse, la que podríamos considerar, des- bién como uno de los grandes autores inno-
pués de los aportes ya vistos de estos prime- vadores en cuanto a las perspectivas especí-
ros Annales, como la contribución más ficas de análisis de la Revolución Francesa.
significativa de esta segunda etapa de la Porque desde un punto de vista general, la
historia económica francesa. obra de Camille-Ernest Labrousse se apare-
Labrousse, fuertemente influido por la ce como una obra cuyo aporte esencial,
perspectiva y los trabajos de Jean Jaures,32

najes. Cfr. su “Preface” al libro Conjoncture écono-


32
Fernand Braudel insistirá en el hecho de que mique, structures sociales [1974]. Véase también
Ernest Labrousse no ha renegado nunca de su perte- su elogiosa referencia respecto de la figura del
nencia al socialismo de Jean Jaures, comparando de propio Labrousse, en su artículo “A modo de
manera interesante los itinerarios de ambos perso- conclusión” [1986].
LA CORRIENTE DE LOS ANNALES Y SU CONTRIBUCIÓN.... 33

estriba en el hecho de haber llamado la Sumergiéndose entonces de esta manera


atención acerca del rol fundamental que profunda, en esta historia de los movimien-
juegan las distintas fluctuaciones de la tos rítmicos y alternados de la vida econó-
vida material de los hombres, dentro del mica, el autor del Esquisse des mouve-
conjunto complejo de su vida social. To- ments..., ensaya también a establecer las
mando como su objeto de estudio privilegia- consecuencias sociales y políticas, y los
do, estos diversos tipos de fluctuaciones comportamientos particulares de las distin-
económicas que ritman gran parte de las tas clases, que derivan de ese entrelaza-
dinámicas globales de los procesos históri- miento complejo de las diversas fluctuacio-
cos, Labrousse construye un complejo es- nes de su vida material. Con lo cual no sólo
quema, que va desde las fluctuaciones esta- permanece fiel al espíritu de la nueva histo-
cionales hasta las fluctuaciones intersecula- riografía económica francesa, que se está
res, pasando por las cíclicas, las intercícli- desarrollando en esos tiempos bajo el im-
cas, las de “larga duración” y las secula- pulso de Annales, sino que abre también un
res.33 Y así, combinando los efectos dife- canal de diálogo importante entre los his-
renciales de estos distintos movimientos toriadores de tendencia socialista y de iz-
respiratorios de la vida económica, Ernest quierda a los que él se halla mucho más
Labrousse es capaz de explicar de un modo ligado —en tanto Secretario de la Revue
sumamente sugerente la gestación del esta- d’Histoire Economique et Sociale—, y los
llido revolucionario de 1789, superando en primeros Annales, bajo cuya irradiación
su explicación la clásica antinomia entre las general se encuentra igualmente incluido.35
posiciones de Michelet y de Jaures sobre la Complementando así, de esta manera
Revolución Francesa, nacida según el pri- relevante, el aporte ya analizado de los
mero de la miseria, y según el segundo, de la Annales de Bloch y Febvre, Camille-Ernest
prosperidad.34 Labrousse constituye además una especie
de puente entre esta segunda fase de la
historiografía económica del hexágono, y
33
Para una explicación detallada de todas estas su tercera etapa, aquella que podemos con-
fluctuaciones y de la perspectiva global referida,
cfr. la “Introducción general” al libro de La crise de
l’economie... mencionado. Llama también la aten-
35
ción el hecho de que, para Ernest Labrousse, las Insistamos en el hecho, ya señalado por Pierre
fluctuaciones de “larga duración” son muy similares Vilar, de que es en parte la peculiar coyuntura
a los conocidos ciclos Kondratiev, de 50-60 años de intelectual de entreguerras la que ha permitido esta
duración. Connotación que es radicalmente distinta colaboración cercana entre los primeros Annales y
del sentido que le dará a este mismo término Fer- los historiadores de izquierda de aquellos tiempos.
nand Braudel, algunos años más adelante. En nuestra opinión, también opera en este sentido
34
Un buen resumen de las tesis y los aportes de un elemento mucho más profundo y de más hondas
Labrousse puede encontrarse en el texto de Marina raíces, como es la ausencia de un marxismo fuerte en
Cedronio [Ed. 1989], y también en el artículo de Francia, hecho que data del mismo siglo XIX . En
Georges Lefebvre [1937]. Un comentario interesan- torno a este problema, cfr. el texto “Prefazione”
te del procedimiento metodológico de Labrousse [1989]de Pierre Vilar citado en la bibliografía, el
puede verse en el artículo de Bernanrd Lepetit y artículo de J. Suratteau [1983] y nuestro articulo
Jean-Yves Grenier [1989]. [Aguirre, 1991].
34 CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS

siderar como la etapa del auge y de la mayor Pasaremos entonces a ver, en la entrega
popularidad y difusión de esta rama de los de la segunda parte del presente material,
estudios históricos. Aunque sólo a través de cuáles son los rasgos principales que carac-
un giro importante, dentro de la propia terizan a la historiografía económica fran-
actividad de este autor. cesa, durante el periodo inmediato a la
Porque como hemos mencionado ya, las segunda posguerra, periodo que los econo-
obras principales de Labrousse son obras que, mistas franceses han bautizado como el de
tanto por su espíritu general como por la fecha los ‘treinta gloriosos’.
misma de su publicación, pueden considerar-
se parte de este segundo momento de la curva
evolutiva de la historia económica francesa.
Después de 1944, fecha de su segunda gran
obra, el autor de La crise de l’economie... se
ha convertido en el heredero de la cátedra de
historia económica que Marc Bloch había
ocupado dentro deLa Sorbonne, desde el año
de 1936 (a su vez, este último, como sucesor
de Henri Hauser). Y desde entonces y hasta su
muerte, Labrousse se ha transformado en el
gran Profesor de esta temática, divulgando
sus puntos de vista y formando dentro de su
perspectiva a generaciones y generaciones de
estudiantes franceses. De este modo, y sin
haber producido ninguna nueva obra compa-
rable a las dos antes mencionadas, Labrousse
“ha reinado en La Sorbonne durante más de
veinte años”,36 dirigiendo una gran cantidad
de tesis de historia económica de las más
diversas regiones de Francia, y convirtiéndose
en la referencia intelectual originaria de todo
un grupo de importantes historiadores france-
ses contemporáneos, lo mismo dedicados a
profundizar en las líneas de investigación
abiertas dentro de sus obras mayores, que
inmersos en otros campos de análisis de los
estudios históricos modernos.37

36
Cfr. esta referencia de P. Goubert en su
artículo “Quarante années d’histoire en France” de M. Vovelle [1986]. También la referencia de
[1979]. Jean Meuvret, en su “Introduction générale” a su
37
Véase, a título sólo ejemplificativo, el artículo trabajo, póstumamente publicado [1977: 39 - 41]
LA CORRIENTE DE LOS ANNALES Y SU CONTRIBUCIÓN.... 35

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