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APORTES
[ 11 ]
12 CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS
dos décadas desplegadas entre 1968 y 1989 y a encausar parte de esta historia económi-
por la corriente de Annales, coinciden con ca, dentro de los caminos y senderos singu-
la mencionada “explosión” del campo un lares que esta última ha recorrido. Y a la
poco ambiguo e indefinido de las “mentali- inversa. Porque justamente, gran parte de la
dades”, las etapas anteriores y posteriores originalidad y del carácter revolucionario
de Annales representan en cambio una con- que ha representado la corriente de Annales,
tribución de primer orden al desarrollo de la dentro del panorama de la historiografía
historia económica y social francesas. francesa de este siglo, deriva justamente de
Así, sin equipararse absolutamente haber incorporado y sabido desarrollar de
—pues la historia económica en Francia modo creativo, las distintas temáticas e
abarca, en su curva evolutiva, a un conjunto interrogantes planteadas por la rama de la
importante de autores que no pertenecen historia económica, entonces en ciernes.
directamente a los núcleos que podríamos Para comprender entonces adecuada-
calificar como parte orgánica del espectro mente, esta compleja relación entre la co-
de Annales—, la corriente de Annales y la rriente de Annales y la historia económica
historia económica francoparlante tienen, desarrollada dentro del mundo intelectual
sin embargo, durante diversos momentos de lengua francesa, veamos con más cuida-
sucesivos, relaciones sumamente próximas, do las peculiares trayectorias seguidas por
hasta el punto de llegar a coincidir en ciertos estos dos movimientos intelectuales que
procesos de sus respectivos periodos de ahora nos ocupan.
auge o de eclipsamiento específicos.
La contribución de los Annales, en la
definición del destino peculiar que ha segui- LOS ORÍGENES DE LA HISTORIA
do la historia económica en Francia, es ECONÓMICA EN EUROPA Y FRANCIA.
entonces totalmente decisiva. Y esto no
sólo porque varios de los propios miembros “Por primera vez se erigía la
dirigentes de la corriente, y alguno de sus historia sobre su verdadera base: el
antecedentes intelectuales principales, han hecho palpable, pero totalmente
sido al mismo tiempoprotagonistas y cons- desapercibido hasta entonces, de
tructores esenciales de esa historia econó- que el hombre necesita en primer
mica de lengua francesa, sino también por- término comer, beber, tener un
que desde sus propias perspectivas especí- techo y vestirse, y por tanto,
ficas, la corriente ha coadyuvado a renovar trabajar...”.
Federico Engels.
nuevo los ejes problemáticos que fueron dominan- “Carlos Marx”, 1877.
tes durante los “terceros Annales”, volviendo a
recuperar en un lugar de primer orden, a la historia
económica. Y es esto también lo que explica que la
principal obra de Bernard Lepetit, Les villes dans la Si observamos el fenómeno desde una pers-
France Moderne. 1740-1840, sea en cierta medida pectiva amplia y comparativa, lo primero
una obra de historia económica. que nos habrá de llamar la atención es el
14 CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS
hecho de que el nacimiento y desarrollo de la bal del análisis histórico inaugurada por
historia económica de lengua francesa es un Marx, quien ha sido el primero en destacar
hecho relativamente tardío. Pues mientras de manera central, el rol jugado por los
que en otros países de Europa, la rama de los fundamentos económicos de la vida so-
estudios de historia económica crece y se cial de los hombres, a lo largo de esta
consolida desde la segunda mitad del siglo prolongada prehistoria de “larga dura-
XIX, en el caso francés en cambio, no es sino ción” en la cual aún seguimos viviendo.
en el sigloXX que habrán de despuntar lo que Mostrando el sesgo productivista de las
podríamos llamar los orígenes de la histo- distintas actividades humanas, refuncio-
riografía económica francoparlante. nalizadas y obligadas a desarrollarse a
Hecho que, por lo demás, tiene una clara partir de las condiciones de la escasez
explicación histórica que se vincula a los natural originaria que se encuentra en el
distintos desarrollos intelectuales que las punto de partida del devenir social-huma-
principales naciones europeas han conoci- no, Marx ha mostrado también la necesi-
do durante estas mismas épocas. dad de esclarecer el carácter y la natura-
Porque en nuestra opinión, el nacimiento leza peculiar de esas distintas formas
en general de la rama de la historia econó- progresivas del proceso de formación de
mica, debe datarse a partir de su desarrollo la base económica de la sociedad, para
específico dentro de la propia concepción una adecuada comprensión del proceso
contenida en los trabajos y en la obra de general de la evolución humana. 3
Carlos Marx. Es justamente el marxismo,
en su elaboración inicial, el que ha abierto la
constitución orgánica de un estudio verda-
política clásica anteriores a Marx, se trata sólo de
deramente científico de los hechos econó- disgresiones ilustrativas de sus tesis conceptuales,
micos a lo largo del proceso histórico, fun- o de incursiones marginales subordinadas a la de-
dando así el área de análisis de la moderna mostración de sus construcciones teóricas. En cam-
historia económica.2 Lo cual es además, bio en Marx, el estudio sistemático de las distintas
configuraciones sucesivas de los elementos econó-
totalmente coherente con la perspectiva glo- micos a lo largo de la historia, constituye una de las
precondiciones teóricas de la adecuada compren-
sión de esa misma historia (al respecto ver. sus
2
Al hacer coincidir así, el desarrollo del proyec- Elementos fundamentales para la crítica de la eco-
to crítico de Marx y el origen mismo de la historia nomía política [Ed 1971-76: Tomo I, 422]. Sobre las
económica, tratamos de establecer de manera radi- posiciones mencionadas arriba, véase J. Meuvret
cal el momento en el que, en nuestra opinión, se da [Ed. 1971], M. Morineau, “Avant-propos” [Ed.
el paso de un proceso de desarrollo de ciertos 1985: 6, nota 7] y W. Kula [Ed. 1977: 11-19]. Véase
antecedentes o prefiguraciones de esa historia eco- también el comentario interesante de H. Pirenne
nómica hacia su verdadera constitución específica sobre este punto, en su artículo “Esquisse d’un
como área particular del análisis histórico-global. programme d’études sur l’histoire économique du
Por eso, y a diferencia de la posición de autores Pays de Liége” [1951].
3
como Jean Meuvret, Michel Morineau o Witold Idea que después será vulgarizada y empobre-
Kula, que harían remontar este origen de la historia cida por algunos “marxistas”, llegando a atribuir a
económica a las obras de los economistas clásicos, los hechos económicos un papel absoluto u omnipre-
consideramos que en esos autores de la economía sente, o tratando de remitir todo hecho histórico, en
LA CORRIENTE DE LOS ANNALES Y SU CONTRIBUCIÓN.... 15
Fundando de este modo el área de estu- nuevo del análisis histórico de los hechos
dios de la historia económica, en tanto que económicos. Con lo cual, al comenzar el
parte o zona específica de su cosmovisión siglo actual, podemos hablar de una ya
global de la historia, Marx ha abierto un significativa y consolidada producción his-
fructífero campo de investigaciones, inau- toriográfica tanto alemana y austriaca como
gurando dentro de Alemania, y más en inglesa, desplegada en referencia a este
general en el mundo de habla germana, una campo particular de la historia de lo econó-
tradición intelectual que habrá de prose- mico.
guirse —muchas veces en referencia crítica Pero mientras que en estos países del
a los propios aportes del mismo Marx—, norte de Europa —incluida también, por
durante toda la segunda mitad del siglo XIX, ejemplo, Polonia— 4 la historia económica
y las primeras décadas del siglo XX . Tradi- se afirma y crece a lo largo de esa segunda
ción intelectual que habrá de conocer a mitad del siglo XIX , en los países de la
autores tan importantes para la historia Europa occidental mediterránea, en cam-
económica como son Werner Sombart, Max bio, dicha historia económica es escasa o
Weber, Karl Lamprecht y Alfons Dopsch prácticamente ausente. Reproduciendo así
(por no mencionar, antes de ellos, a los una vez más, una frontera cultural de larga
miembros de la llamada “nueva escuela duración que Fernand Braudel ha señalado
histórica”, sus predecesores). en varias ocasiones, la Europa del Norte y la
Desbrozando así, tanto por efecto de Europa del Sur se oponen también en lo que
imitación a las obras de algunos discípulos se refiere a la muy distinta acogida intelec-
y seguidores de Marx, como por efecto de tual que ambas zonas desarrollan respecto
crítica o reacción negativa a varios de los al marxismo, adoptando entonces igual-
autores arriba citados, el camino para el mente, como efecto derivado de lo anterior,
desarrollo de trabajos y hasta de publicacio- muy distintas actitudes respecto al desarro-
nes periódicas en el campo de la historia llo de esa rama de los estudios historiográ-
económica —que al igual que otras discipli- ficos que es la historia económica.5
nas científicas o áreas del conocimiento de Al finalizar entonces el siglo XIX, y en
lo social, empieza a parcelarse de la historia
global, y a autonomizarse como rama inde-
pendiente del saber, luego de abandonar su 4
Al respecto, es interesante ver el artículo de K.
formulación original en Marx—, el marxis- Pomian, “Impact of the Annales School in Eastern
mo ha orientado sin embargo a una parte Europe”[Ed. 1978], así como el libro de W. Kula,
Problemas y métodos de la historia económica [Ed.
importante de los historiadores de habla 1977: 40-47].
germana y anglosajones, hacia este terreno 5
Sobre esta distinta receptividad de las diversas
“Europas” frente al marxismo, y comparativamen-
te, frente a los Annales, y sobre su fundamento
su explicación última, a este nivel de lo “económi- socioeconómico, vinculado en parte al carácter más
co”. Vulgarización que ya en su tiempo ha podido agrario y menos desarrollado de la Europa medite-
criticar el propio Engels. Cfr. sus cartas a Conrad rránea, y a la naturaleza mucho más industrial y
Schmidt, a Jules Bloch, a Franz Mehring y a H. capitalista del norte europeo, véase nuestro artículo
Starkenburg, de los años 1890 y 1893-1894. “De Annales, marxismo y otras historias” [1991].
16 CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS
ausencia de un marxismo realmente impor- original, por algunos de los autores princi-
tante, que hubiese ya impactado su mundo pales de la historia económica realizada al
intelectual y académico,6 Francia no cono- norte del río Rhin. Porque es justamente
ce prácticamente, salvo alguna rarísima Henri Pirenne, el gran historiador que ha
excepción, ningún trabajo o autor verdade- sido rector de la Universidad de Gante, el
ramente significativos en el campo de la autor que puede ser considerado como aquel
historiografía económica. El lugar de esta que ha puesto los cimientos de los historio-
última, lo ocupa en cambio una importante grafía económica francoparlante. Gran ad-
tradición de historia social, centrada en el mirador de la obra de Karl Lamprecht, 7
estudio de las clases y de los procesos y buen conocedor de los desarrollos de la
sociales, que es heredera de aquellos gran- historia económica de lengua alemana de la
des autores que también han alimentado el época, Pirenne es al mismo tiempo el autor
proyecto crítico de Marx, y sobre cuyos de originales estudios sobre distintos aspec-
méritos este último ha llamado claramente tos de la historia económica, tanto de la
la atención. Así, y de modo hasta cierto época moderna, como y sobre todo del
punto compensatorio, si Francia no ha desa- periodo medieval, estudios que lo mismo se
rrollado antes de este siglo la historia econó- refieren a Bélgica que a la región geográfica
mica, ha contribuido en cambio, con las de “Netherlands”,8 a Francia que al conti-
obras de Michelet, de Thierry, de Guizot o nente europeo en su conjunto.
de Fustel de Coulanges, a la evolución y Así, además de ser el autor de una histo-
crecimiento de un cierto tipo de historia ria social de Bélgica, muy atenta a sus
social, historia que en su momento habrá de fundamentos económicos —historia de Bél-
influir también en los perfiles específicos gica que es aún la más importante historia de
que habrán de caracterizar a la historiogra- este país producida hasta el día de hoy—,
fía económica de manufactura francesa. Pirenne es también el impulsor de una his-
En esta línea de consideración, no resul- toria económica cuya originalidad estriba
tará entonces tan sorprendente constatar en ser una historia no sólo descriptiva sino
que el fundador o padre de la historia econó- interpretativa, una historia de grandes hi-
mica de lengua francesano sea francés, sino pótesis globales que no sólo ha dado como
belga, y que sea un historiador fuertemente resultado la construcción del primer gran
influenciado, en su proceso de formación modelo de explicación general del feuda-
lismo europeo, sino que ha traído también
6
consigo una auténticarevaloración radical
Hecho que continuará siendo válido, incluso
hasta los años de la Segunda Guerra Mundial, como
del modo en que era concebida, estudiada y
puede verse en el interesante artículo de Jean Surat- ubicada la Edad Media dentro del conjunto
teau “Les historiens, le marxisme et la naissance des de la historia europea y universal.
Annales: l’historiographie marxiste vers 1929: un
mythe?” [1983]. Véanse también las observaciones
de Perry Anderson sobre este punto, en sus libros 7
Ver Robert Dumoulin [1983]
Consideraciones sobre el marxismo occidental [Ed. 8
Véase por ejemplo los artículos de su libro
1979] y Tras las huellas del materialismo histórico Histoire économique de l’Occident medieva [Ed.
[Ed. 1986]. 1951].
LA CORRIENTE DE LOS ANNALES Y SU CONTRIBUCIÓN.... 17
9
La formulación más explícita y acabada de esta atención el hecho de que también Marx, sin expli-
gran hipótesis pirenniana se encuentra en su último citarlo en cuanto tal, ha recurrido frecuentemente a
libro, publicado póstumamente, y titulado Mahoma este ejercicio de la comparación histórica, por ejem-
y Carlomagno [Ed. 1978]. Un comentario muy plo al analizar una cuestión que también preocupa
interesante del mismo ha sido hecho por Marc Bloch centralmente a la historia económica: el problema
en su artículo “La derniere ouvrage de H. Pirenne” de las estructuras principales y de la evolución
[1938]. diversa de los distintos tipos y subtipos de las formas
10
Véase en particular su intervención en el 5º comunitarias primitivas de la organización social
Congreso Internacional de Ciencias Históricas “De (sobre este punto, cfr. nuestro artículo “La comuna
la méthode comparative en histoire”. Llama la rural de tipo germánico” [Aguirre, 1988].
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economía” desde el punto de vista de los Francois Simiand o Henri Hauser, por men-
procesos generales, desde la perspectiva de cionar sólo algunos de los más importantes
la totalidad, historia que haciendo uso ejem- estudios que, durante las primeras tres dé-
plar del método comparativo en historia, cadas del siglo, han alimentado también
constituye la primera piedra del edificio de esta naciente rama de la historia económica
la historiografía económica moderna de len- en Francia, ensanchando así sus perspecti-
gua francesa. vas y consolidando por diversas vías su
Historia económica francoparlante que, primera e inicial etapa de desarrollo.
si ha encontrado en la obra de Pirenne a su Así por ejemplo el trabajo de Jean Jau-
primera y muy notable expresión, es al res, importante pensador socialista francés,
mismo tiempo una de las manifestaciones que habiendo sido influido por el marxis-
intelectuales de una compleja evolución que mo,13 habrá de intentar la explicación so-
condensa, en las necesidades de la época de cialista del complejo proceso de la Revolu-
aquel momento, algunos de los resultados ción Francesa, vinculándolo en parte a sus
del importante e intenso primer desarrollo causas económicas fundamentales. Al in-
de una industrialización y un progreso capi- vestigar en su clásica Historia socialista de
talista que ha vivido Francia durante la la Revolución Francesa, los motivos de la
segunda mitad del siglo XIX.12 Porque si los creciente fuerza económica de la burguesía,
trabajos de Henri Pirenne, constituyen la y el desarrollo progresivo de esa riqueza y
obra fundadora del campo del análisis his- de ese poder económico a lo largo de todo el
tórico-económico en Francia, no son sin siglo XVIII, Jaures intentará explicar las
embargo una obra aislada, sino solamente razones del estallido revolucionario a partir
la primera contribución de un conjunto más de la incongruencia entre ese poder econó-
amplio de aproximaciones historiográficas mico cada vez mayor, y la ausencia total de
que, con sus distintos matices, caminan más poder e incluso de representación política de
o menos en la misma dirección, a la vez que esa burguesía francesa en ascenso. Repro-
testimonian las dificultades y limitaciones chando entonces a autores como Taine el no
con las que tropieza este proyecto de esta- haber considerado “el crecimiento econó-
blecer, de manera sólida y realmente cientí-
fica, esta área de los estudios franceses de
historiografía económica. 13
Aunque en nuestra opinión, resulta claro que
Porque con pocos años de diferencia, e Jaures no ha sido un pensador marxista, sino un
incluso simultáneamente a las investigacio- pensador socialista influido en alguna medida por
el marxismo (recuérdese al respecto, por ejemplo,
nes del gran historiador belga, es que se han su polémica pública con Paul Lafargue), resulta sin
desarrollado también los esfuerzos analíti- embargo interesante señalar que la caracterización
cos de autores como Jean Jaures, Henri Sée, de su obra y de su pensamiento es aún motivo de
polémica contemporánea en los medios intelectua-
les franceses, y que existe una Societé d’études
12
Ver al respecto la clara observación de Ernest jauresiennes que, entre otras cosas, se ocupa aún de
Labrousse, en su “Introducción” al t.III, vol. I, de la estas discusiones. Sobre esta polémica mencionada,
Histoire économique et sociale de la France , que él cfr. el interesante “Preface” de Madeleine Rebério-
ha coordinado junto con Fernand Braudel. ux al libro Jean Jaures. Anthologie [Ed. 1983].
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mico de la burguesía durante dos siglos”, y mismo tiempo económica y socialde mane-
resaltando en su examen ese avance progre- ra difícilmente disociable. Historia econó-
sivo de la burguesía comercial, financiera e mico-social que inaugura también una muy
industrial, Jaures postula que hacia 1789 el interesante y fructífera línea de investiga-
estado llano —unidad, dice él, de las “clases ción crítica de la gran ruptura de 1789, línea
realmente productivas”, de los campesinos, que contando entre sus continuadores a
el proletariado y la burguesía, cuyas dife- autores como Ernest Labrousse, Georges
rencias internas eran entonces muy débiles Lefebvre, Albert Mathiez o Albert Soboul,
y escasamente desarrolladas— se opone ha permitido el esclarecimiento cada vez
radicalmente al pequeño grupo de las “cla- más rico y complejo de las enormes conse-
ses parásitas”, terminando al final por de- cuencias del proceso revolucionario de 1789,
rrocarlo y expulsarlo del poder. creando así una rica tradición de análisis de
De este modo, el mérito importante de la Revolución Francesa que, en nuestra
Jaures y su contribución específica a la opinión, trasciende las posiciones que llega-
historia económica francesa entonces en ron a estar muy en boga, sólo coyuntural-
ciernes, estriba en haber llamado la aten- mente, a partir de los trabajos de autores
ción de modo muy explícito, e incluso en como Francois Furet.
haber intentado ilustrar en lo concreto, acerca Por su parte, y en una línea totalmente
de la importancia de los factores económi- diversa de la anterior, la obra de Henri Sée
cos dentro del gran movimiento social de la ha constituido lo que podríamos llamar un
Revolución Francesa.14 Con lo cual, al mis- ejercicio de historia tradicional aplicado
mo tiempo que daba un enorme paso adelan- ahora al campo de los fenómenos económi-
te respecto de los anteriores historiadores cos. Al mantener, en lo esencial, los méto-
franceses de la Gran Revolución, reivindi- dos antiguos del oficio del historiador, pero
caba plenamente el nuevo espacio de análi- ahora aplicados dentro del campo nuevo de
sis conferido a los elementos económicos de la economía, recién descubierto por los
la vida social. Al construir de esta manera, historiadores franceses, Sée nos da por ejem-
una obra que ha sido calificada como la plo, en su obra sobre Les origines du capi-
primera “historia económico-social” de la talisme moderne [Ed. 1988], una sistemáti-
Revolución Francesa, Jean Jaures ha desa- ca síntesis descriptiva de los principales
rrollado un tipo de historiografía económi- hechos económicos de la historia capitalista
ca muy atenta a los marcos sociales de los moderna entonces conocidos. Así, a pesar
procesos económicos, una historia que es al de que conoce y saluda los nuevos esfuerzos
dentro de la historiografía, como el método
14
Para un buen resumen de los análisis realiza-
comparativo utilizado por Pirenne, Henri
dos por Jean Jaures en torno a los problemas econó- Sée acepta sin embargo, sin una crítica
micos imbricados en el movimiento de la Revolu- profunda, las clasificaciones tradicionales
ción, cfr. el artículo de M. Cedronio [Ed. 1989: de la economía, y la típica “especialización”
XXVII-XXXIII]. Véase también el libro Causas de del campo sostenida por los propios econo-
la Revolución Francesa, edición por separado de la
“Introducción” a la Historia Socialista de la Revo-
mistas, que se encierran dentro de “su”
lución Francesa. parcela para autonomizarla y separarla del
LA CORRIENTE DE LOS ANNALES Y SU CONTRIBUCIÓN.... 21
resto de los elementos de la vida social. A Desarrollando entonces, más que una
partir de estas premisas, nuestro autor desa- verdadera historia económica, una historia
rrolla más bien una serie de trabajos de lo tradicional de los hechos económicos, la
que podríamos considerar unahistoria eco- obra de Sée resulta relevante en tanto que
nómica descriptiva y especializada que, contribuye alegitimar, indirectamente, una
continuando un poco con la línea de trabajos nueva problemática de la historia: el con-
como los de E. Levasseur, se limita a resu- junto de temas que ocupan también a la
mir, sobre todo, los resultados de las inves- historia económica, y que esta última habrá
tigaciones originales de otros autores, o a de construir y desplegar por muy distintas
presentar de manera ordenada un conjunto vías a la transitada por este autor. 16
de hechos económicos descubiertos en los Porque durante estos primeros seis lus-
archivos y documentos de tal o cual región, tros del siglo pasado, anteriores al naci-
periodo, etcétera. miento del proyecto de Annales, la historia
De este modo, más que resultar interesante económica francesa fue madurando poco a
o innovadora desde el punto de vista metodo- poco las condiciones de su ulterior desarro-
lógico, teórico o interpretativo, la obra de llo, alimentándose, como era natural, tanto
Henri Sée es importante en tanto testimonio de las transformaciones entonces contem-
del hecho de que, en la Francia de principios poráneas de la historiografía y la historia,
del siglo XX, la historia económica adquiere como de los aportes y desarrollos de otras
poco a poco carta de ciudadanía dentro del disciplinas y ciencias sociales. Y es en esta
campo de los estudios históricos, conformán-
dose como una nueva rama de investigacio-
nes de los historiadores, rama que se hace historia económica, queda testimoniada en el hecho
necesario desarrollar e incorporar de manera de que el propio Henri Sée, historiador tradicional
de los hechos económicos, ha tenido dificultades
orgánica dentro del espectro normal de la para encontrar editores para sus obras, según narra
historiografía francesa. Entonces, y como un Ernest Labrousse en su “Introducción” al t.II de la
resultado indirecto y mediado de la madura- Histoire économique et sociale de la France [1935].
16
ción capitalista de la nación francesa, es que De Henri Sée puede verse en español su libro
la historiografía económica se afirma lo sufi- Los orígenes del capitalismo moderno [Ed. 1988].
Para observar más de cerca los límites de este tipo
ciente como para ser reconocida legítimamen- de análisis, vale la pena ver por ejemplo las reseñas
te en tanto que tarea de los historiadores — de este autor, sobre los trabajos de historia económi-
y ya no simple subderivación de las labores del ca publicados en 1932 y 1933, reseñas publicadas en
economista, o ejercicio de recopilación de los varios números de la Revue Historique de [1935].
sabios locales, etcétera—, siendo reconocida Comparando estas reseñas con las que Bloch y
Febvre publican en sus “primeros Annales”, en la
e incorporada por las instituciones oficiales misma época, se observa el abismo entre esa historia
de enseñanza superior, y adquiriendo un lu- económica “tradicional” y el nuevo proyecto impul-
gar, si bien todavía marginal, dentro de la sado por los Annales en este campo. Sobre Henri
propia Universidad de La Sorbonne.15 Sée, pueden verse también las referencias en el
artículo de Pierre Leon [Ed. 1973], y la mencionada
“Introducción” de Labrousse [Sée: 1935]. Sobre el
15
La reticencia de la historiografía oficial de conjunto de la obra de Sée, véase también el trabajo
principios de siglo hacia esta rama nueva de la de Allegra y Torre, [Ed. 1979: 285-287].
22 CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS
última línea de elementos, que resultan im- salarios, a lo largo de los años, se deben al
portantes los desarrollos y los trabajos de paralelo y muy similar movimiento fluc-
Francois Simiand. tuante de los precios, el que a su vez debería
Francois Simiand, sociólogo inteligente, explicarse, en la interpretación de este au-
miembro del grupo lidereado por Emile tor, por las variaciones de las medias mone-
Durkheim y crítico agudo de la historiogra- tarias, vinculadas directamente a las canti-
fía francesa de su época,17 ha concentrado dades o stocks monetarios disponibles (don-
sus esfuerzos de investigación en el área de de entonces, hechos como por ejemplo el
estudios de lo que él mismo ha llamado la descubrimiento de las minas de California,
“sociología económica”. Así, más que in- resultan hechos decisivos, por la vía del
tentar hacer historia económica propiamen- encadenamiento arriba expuesto, en la ex-
te dicha, Simiand pretende estudiar ciertos plicación de las fluctuaciones del salario).
fenómenos económicos, tales como los Pero a su vez, y para completar el esquema
movimientos del salario, los movimientos manejado por Simiand, ese movimiento de
de precios o las fluctuaciones de la moneda, las medias monetarias se originaría en los
en un análisis que lo lleva hacia la conside- comportamientos específicos delhomo eco-
ración del comportamiento de estos movi- nomicus real, cuyas expectativas frente a
mientos en el pasado. Entonces, en un las posibles representaciones monetarias de
esfuerzo conscientemente declarado de apli- los bienes y servicios, serían a fin de cuen-
car en este terreno de las ciencias económi- tas, siempre según nuestro autor, un hecho
co-sociales “los métodos que en las ciencias de psicología social.18
naturales han demostrado ya ser tan útiles”, Hablando entonces de su propia hipóte-
Simiand pretende elaborar una “teoría ex- sis como de una teoría de “monetarismo
perimental”, de por ejemplo, la evolución social”, apoyada en las fluctuaciones que
del salario en Francia en los siglos XVIII y provocan las expectativas del homo econo-
XIX, teoría experimental que intenta superar micus, Simiand reconduce su análisis del
a un tiempo a las teorías puramente abstrac- salario y de los precios hacia el fenómeno de
tas y a las simples descripciones o recopila- los comportamientos psicológicos colecti-
ciones empíricas sobre este problema. vos, lo que en su opinión lo lleva de lleno al
Al buscar así, en el proceso deevolución terreno de la sociología, aquí derivada en su
de las series económicas del hecho investi- vertiente de sociología económica.
gado, la explicación real de las causalidades Lo que sin embargo no impide en nuestra
del mecanismo económico en cuestión, Si-
miand cree descubrir que las fluctuaciones 18
Resumimos aquí el argumento expuesto por el
registradas en el comportamiento de los propio Simiand, en su “Avant-propos” de su obra Le
Salaire, l’évolution sociale et la monnaie, t.I. [Ed.
1932] Para un buen resumen de los aportes de
17
Cfr. por ejemplo su artículo “Méthode histo- Simiand véase el texto de Georges Lefebvre [Ed.
rique et sciences sociales” [Simiand, 1960], que a 1937]. Véase también el comentario de Marc Bloch
decir de los propios dirigentes de Annales, ha influi- a esta obra sobre el salario, en su artículo “Le salaire
do de modo importante en su proyecto crítico espe- et les fluctuations économiques à longue période”
cífico. [1983a: 890-914].
LA CORRIENTE DE LOS ANNALES Y SU CONTRIBUCIÓN.... 23
opinión, que las obras de Francois Simiand Finalmente, vale también la pena consi-
representen una verdadera contribución derar la contribución de Henri Hauser den-
importante al campo de la historia económi- tro de este proceso de nacimiento de la
ca francesa, especialmente al área de histo- historia económica francesa de las primeras
ria de los precios, de los salarios y de los décadas del siglo. Fundador y primer titular
beneficios, en la medida en que han plantea- de la cátedra de historia económica en La
do la necesidad e ilustrado la utilidad de la Sorbonne, y profesor entonces de alumnos
construcción de series económicas, como como Fernand Braudel, Pierre Vilar o Pie-
apoyos concretos e instrumentos analíticos rre Goubert,20 Hauser ha desarrollado va-
pertinentes de la construcción de esa misma rias investigaciones sobre la historia de los
historiografía económica. Además, y tras- obreros y los trabajadores franceses y sobre
cendiendo en este sentido a los autores del el desarrollo del capitalismo en Francia,
siglo XIX, que habían solamente recopilado desde el siglo XVI en adelante, especializán-
y construido sus clásicas historias de los dose sin embargo cada vez más en los
precios (como en el caso de D’Avenel, distintos temas de historia económica (y un
Tooke, etcétera), Simiand intenta en cam- poco de historia general) del siglo XVI euro-
bio resituar estas series económicas dentro peo. Influido también de manera importante
de una perspectiva de historia global, úni- por su lectura de las obras de Marx, al que
ca que en su opinión les otorga su verdadero elogia porque en diversos pasajes de sus
sentido. Beneficiándose también del uso y trabajos “habla como historiador”, Henri
aplicación del método comparativo, tan Hauser constituye sin embargo, paradójica-
extendido entre los miembros de ese núcleo mente, una especie de puente intelectual
durkheimiano al que él pertenece, e inten- entre todo el conjunto de obras de la “histo-
tando siempre arribar aesquemas interpre- ria económica” más tradicional —todo ese
tativos de los procesos que analiza, nuestro mundo de monografías descriptivas de pro-
autor se esfuerza igualmente, de manera blemas económicos, que los historiadores
permanente, por atenerse estrictamente a su tradicionales realizan sobre tal región, tal
novedoso método “teórico-experimental”.19 periodo o tal fenómeno particular y muy
Con lo cual, y a partir de todos estos elemen- acotado—, y los nuevos esfuerzos de reno-
tos presentes dentro de sus trabajos, Fran- vación historiográfica que parten de Piren-
cois Simiand se convierte en una especie de ne y continúan con el proyecto de los prime-
precursor de la moderna historia económi- ros Annales.
ca cuantitativa francesa, que tanto habrá Autor pleno de interesantes hipótesis y
de desarrollarse más adelante.
20
Así, Pierre Goubert lo ha llamado “uno de los
19
El propio Simiand marca, por lo demás, los grandes maestros de todos los tiempos” (en su
puntos de encuentro y las diferencias entre su méto- artículo “Quarante années d’histoire en Fran-
do de investigación, y los desarrollos y métodos de ce”[1979: 231] ). También Fernand Braudel ha
la historia económica (ver [Ed. 1932: 563-568). subrayado la importancia de Henri Hauser en su
Sobre la visión de los Annales en torno a Simiand, proceso de formación, durante su paso por La Sor-
véase, además del artículo citado de Marc Bloch, el bonne (ver, [1972: 449-450] y su afirmación en el
artículo de Lucien Febvre [1962a]. artículo [1983]).
24 CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS
21
En nuestra opinión, no se ha insistido aún
suficientemente en la influencia de algunas de las
hipótesis globales de Henri Hauser, sobre los desa-
rrollos posteriores de la gran obra braudeliana. Aquí
hemos mencionado sólo algunas de ellas, pero el
problema queda aún por analizar. Para el desarrollo
de estas hipótesis, véase a Hauser [Ed. 1930 y Ed.
1931].
LA CORRIENTE DE LOS ANNALES Y SU CONTRIBUCIÓN.... 25
estudios históricos: Marc Bloch. Junto a Para los primeros Annales, la historia
esta obra, y cercana también al espectro de económica constituye algo distinto de la
irradiación deAnnales, aunque autónoma y simple historia general, interpretada ahora
original en si misma, está la también impor- desde los puntos de vista y desde las clasi-
tante obra de Ernest Labrousse, la que ficaciones tradicionales de la economía. Es
desarrollando y complementando por otra decir, que no se trata simplemente de anexar
vía este cambio de etapa o maduración de la un nuevo dominio de problemas al viejo
historiografía económica francesa, testimo- campo de los estudios históricos, anexando
nia igualmente acerca de la peculiar coyun- junto a él los conceptos, los términos y las
tura intelectual europea, dentro de la que se técnicas de la ciencia económica tradicio-
inscribe el proyecto revolucionario de esos nal.23 Pero tampoco, y en el extremo inver-
primeros Annales. Coyuntura privilegiada so, se trata de continuar utilizando los mis-
que sacude a todo el continente europeo, con mos métodos de la historia tradicional, apli-
el fermento y la eclosión de múltiples movi- cándolos ahora a los recién descubiertos
mientos intelectuales de signo crítico hechos económicos,24lo que ocultaría y blo-
—como el psicoanálisis de Freud, la Escue- quearía de principio el reconocimiento de la
la de Frankfurt, los desarrollos de la antro- especificidad de esta nueva rama historio-
pología inglesa de la época, el círculo de gráfica, que tiene como su objeto de estudio
Viena o el grupo marxista de L’Ordine el análisis de los fenómenos y procesos
nouvo de Gramsci, entre otros— y que económicos analizados en su compleja y
expresando la respuesta del pensamiento múltiple evolución dentro del tiempo.
crítico frente a la ahora evidente crisis de la
idea de progreso, vinculada al proyecto
civilizatorio europeo, habrá de manifestar- meros Annales, continuados y superados luego por
Fernand Braudel, puede verse Aguirre [1986] y
se en Francia justamente como revolución también [1999]. Aquí sólo recuperamos su exposi-
de los paradigmas históricos e historiográ- ción en la medida en que lo implica el propio
ficos vigentes, dando así nacimiento a la argumento que nos ocupa.
23
importante corriente de Annales. Como plantea Bloch en su interesante artículo
Para comprender entonces, los aportes “Classification et choix des faits en histoire écono-
mique; réflexions de méthode a propos de quelques
principales de esta segunda fase de la historio- ouvrages récents” [1929]. En nuestra opinión, este
grafía francesa en su vertiente económica, pequeño texto tiene todo el valor de una especie de
pasemos a considerar con más detalle esa programa de ese nuevo modo de hacer la historia
nueva y peculiar “manera de hacer la historia económica, característico de los primeros Annales.
económica” propugnada y defendida por los Felizmente, la versión en español de este ensayo se
encuentra ahora incluida en el libro del mismo Marc
Annales iniciales, así como los elementos o Bloch, Historia e Historiadores [1999].
paradigmas principales del proyecto revolu- 24
Lo que produce como resultado estudios de
cionario en la teoría de la historia, en que dicho historia descriptiva tradicional de los hechos econó-
modo o manera se apoyan.22 micos, como los que Lucien Febvre ha criticado en
su texto “De l’histoire tableau: essais de critique
constructive”, publicado en la revista Annales en
22
Para una explicación más detallada de estos 1933, y retomado después en el libro Pour une
paradigmas metodológicos elaborados por los pri- histoire a part entiere [Ed. 1962b].
LA CORRIENTE DE LOS ANNALES Y SU CONTRIBUCIÓN.... 27
Para estos Annales iniciales, la historia enrarecen cada vez más en la medida en que
económica tiene que partir, en cambio, de remontamos hacia atrás el hilo del tiempo, y
una recuperación real, pero crítica y trans- que la magnitud puramente cuantitativa de
formadora, de los aportes esenciales de la una crisis agrícola, tiene hoy consecuencias
ciencia económica. Se trata de rescatar los totalmente distintas de las que pudo haber
conceptos y los desarrollos centrales de la tenido, con dimensiones similares, en el
economía, pero modificándolos a través de siglo XVII.
su historización, a través de su inserción Es posible entonces, desde esta perspec-
dentro de la evolución y el movimiento tiva, construir una verdadera historia eco-
histórico mismos. Con lo cual estos concep- nómica, alejada lo mismo de una simple
tos se enriquecen y se vuelven másdetermi- economía retrospectiva, que de una histo-
nados, al especificarse históricamente a ria tradicional de los hechos económicos.
partir de sus dimensiones concretas, y al Historia económica que además, y de
complejizarse a través de este proceso de acuerdo a los paradigmas renovadores im-
“pluralización” de las diversas configura- pulsados por estos primeros Annales frente
ciones históricas que soportan su elabora- a la historiografía francesa tradicional, tie-
ción y connotación abstracta. De este modo, ne que ser también una historia económica
se puede, por ejemplo, recuperar el concep- global, construida desde el punto de vista de
to de burguesía, pero sólo en la medida en la totalidad, y largamente abierta a explici-
que, a través de su reubicación histórica, tar y a recrear sus vínculos con lo social, con
distingamos las sucesivas figuras que dicho lo político, con lo geográfico y con lo espi-
concepto general abarca: la nobleza abur- ritual.
guesada de la época absolutista, la burgue- Historia que, como Marc Bloch nos ha
sía comercial de los siglos XVI -XVIII, la bur- mostrado en su bello libro de La sociedad
guesía industrial del siglo XIX o los burgue- feudal, es capaz de mostrar el soporte eco-
ses propietarios de tierras de la Italia postre- nómico del vínculo feudal —que implica la
nacentista, son todos personajes que, en la donación de una tierra y de los siervos a
historia, concretan y especifican el concep- través de ella sometidos—, pero que es
to social de “burgués”.25 capaz también de reconocer tanto los oríge-
Igualmente, es necesario recuperar los nes de orden militar, como la naturaleza
métodos y las técnicas de la economía, pero esencial en tanto relación de dependencia
readaptándolos a los procedimientos y a los personal, que constituye a este mismo vín-
materiales históricos disponibles. Es posi- culo fundamental de la sociedad europea
ble construir “estadísticas” históricas y cuan- medieval. Reconstruyendo entonces toda
tificar los movimientos económicos del pa- una genealogía completa de la curva evolu-
sado, pero siempre recordando que no esta- tiva del feudo, desde sus primeras figuras en
mos frente a las mismas fuentes, que los el precarium y en el beneficio, y hasta sus
puntos de apoyo de la cuantificación se más sofisticadas y derivadas formas como
feudo de cámara, feudo-tenure o feudo-
25
Un poco en este sentido, aboga Lucien Febvre
franco, Bloch es capaz de explicarnos el
[Ed. 1962b] progreso económico y social de Europa,
28 CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS
desde los tiempos merovingios hasta la cri- Historia económica largamente abierta
sis desencadenada por la revolución urbana a lo social, que también va más allá del
y comunal de los siglos XII y XIII, pasando simple dato tecnológico inmediato, resi-
por el periodo carolingio, y por la primera y tuándolo dentro del contexto social y dentro
segunda edad feudales. del universo más global que le da su verda-
Elaborando entonces una compleja tipo- dero sentido. Porque como Marc Bloch ha
logía de las distintas modalidades del nexo explicado también, no es suficiente con
de la servidumbre, y completándola con la saber que ha sido la Antigüedad clásica la
mencionada esquematización de las varian- que ha inventado este fundamental mecanis-
tes de la célula feudal, Bloch nos entrega el mo tecnológico del molino de agua. Más
armazón completo de los elementos de la allá de este dato de historia de la técnica,
dinámica económica del mundo feudal, incontestable en sí mismo, se encuentra el
armazón que al mismo tiempo le sirve de hecho de que, a pesar de haber sido inven-
soporte para abordar distintos aspectos, tando desde estos tiempos, el molino de
que como premisas explicativas o como agua no ha sidorealmente utilizado y difun-
consecuencias directamente derivadas, vin- dido de manera social, mas que durante la
culan esta armazón económica a todo el Edad Media. Y entonces, si podemos afir-
complejo nudo de relaciones y estructuras mar claramente que, aunque “invención
sociales del mundo feudal, tales como el antigua, el molino de agua es medieval por
impacto de ciertos progresos tecnológicos la época de su verdadera expansión”,27
sobre esa economía feudal, el mundo de entonces podremos comprender la distancia
representaciones sobre el tiempo y la natu- enorme entre esta historia económica glo-
raleza que envuelve a esta sociedad, el rol de bal con vocación de explicaciones científi-
las sucesivas invasiones que van acotando cas y la simple historia descriptiva y tradi-
el espacio específico de esta economía me- cional de los hechos económicos y técnicos
dieval europea, o la naturaleza y evolución que antes mencionábamos.
de las clases sociales de esta época. Imbri- Historia económica nueva, que también
cando de este modo la historiaeconómica con se separa de la historia tradicional anterior
la historia global del periodo medieval, Marc en su visión ingenua de lo que es el material
Bloch está entonces en condiciones de cons- histórico y de su modo de tratamiento por
truir también, un nuevo y segundo modelo
general explicativo de la sociedad europeo Bloch y Henri Pirenne, que han derivado en los dos
medieval, modelo alternativo y distinto al de grandes modelos de explicación global de la socie-
Henri Pirenne, y que como éste, sigue también dad feudal, los autores posteriores no han vuelto a
aventurarse en este terreno de las grandes hipótesis
alimentando hasta hoy las distintas investiga- de conjunto, limitando en cambio sus trabajos a tal
ciones y trabajos particulares inscritos dentro o cual aspecto, región, fenómeno o periodo especí-
de esta temática general de desciframiento de fico de dicho feudalismo europeo. Y esto, a pesar de
la Edad Media europea.26 la riqueza y el vigor de esta área de los estudios
medievales, que ha sido, durante buena parte del
siglo XX, particularmente fuerte en Francia.
26 27
Vale la pena remarcar el hecho de que, des- Cfr.el interesante artículo de M. Bloch “Avè-
pués de estas dos síntesis monumentales de Marc nement et conquete du molin à eau” [1983b: 806].
LA CORRIENTE DE LOS ANNALES Y SU CONTRIBUCIÓN.... 29
tomar distancia respecto a un cierto marxis- Sin embargo, y en este afán de reivindi-
mo o “materialismo histórico” bastante li- car una historia global y siempre construida
mitado, y muy lejano de la verdadera con- desde el punto de vista de la totalidad, los
cepción de Marx y Engels, los autores de primeros Annales han coadyuvado a abrir
Annales han tratado de subrayar el hecho de los horizontes de la historia económica fran-
que los hombres en la historia no son reduc- cesa, poniéndola en guardia contra una
tibles a su dimensión en tanto homo econo- “especialización” reductora que sobresti-
micus, y que la influencia de los hechos maría su propio objeto de estudio, y acos-
económicos sobre, por ejemplo, los hechos tumbrándola a estar siempre atenta a las
culturales puede ser tan importante como la influencias e interinfluencias de los otros
inversa, es decir, como el impacto de los niveles de la realidad social, con y hacia la
hechos culturales sobre la propia evolución propia economía.
económica.30 Relativizando así, un “deter- Renovando entonces, en estas múltiples
minismo económico” efectivamente muy direcciones, a la historiografía económica
estrecho, y que caracterizó sin duda a la francesa, los primeros Annales se han con-
concepción sustentada por una parte im- vertido, durante la década inmediata ante-
portante de los supuestos “marxistas” de rior a la Segunda Guerra Mundial, en el
esa época de entreguerras, los autores de grupo y núcleo de vanguardia más impor-
Annales no han conocido sin embargo, de tante, de entre todos aquellos que en esos
manera directa y profunda, la compleja tiempos, están abogando por el crecimiento
propuesta contenida en la obra de Marx, la
que hacia esos tiempos se hallaba muy poco
difundida y había sido muy poco trabajada punto, podría verse como Marc Bloch se ha ido
acercando progresivamente a la obra de Marx, au-
seriamente, por los intelectuales y pensado- mentando cada vez más su estima y admiración por
res franceses y francoparlantes.31 este fundador de la ciencia de la historia en general,
y de la rama de la historia económica en particular:
30
En este sentido es muy ilustrativo el texto de justamente, la proximidad de sus temas de estudio,
L. Febvre “Capitalisme et Reforme” [1926b]. Reco- con varios de los desarrollos más importantes de
nociendo a la vez el papel importante de ciertas tesis Marx, le ha permitido ir construyendo esta mayor
e ideas de Marx, Febvre critica una interpretación cercanía, muy claramente expresada en su última
simplista y reductora del vínculo entre estos dos obra L’Etrange défaite [Ed. 1957](cfr. en particular
elementos, entre el capitalismo y la Reforma reli- la página 195 de la edición que citamos en la
giosa del siglo XVI, interpretación que él mismo bibliografía. Véase también el artículo de Ch. E.
remite a un “cierto marxismo proveniente de Ru- Perrin [1948: 182, nota 4]). Por el contrario, y de
sia”. Queda aún por estudiar, con más detalle, la manera inversa, Lucien Febvre, que había sido
compleja relación entre los distintos autores de influído fuertemente en su juventud por Jean Jaures
Annales, la concepción de Marx, y los sucesivos y por el grupo de socialistas franceses que lo rodea-
“marxismos” franceses y extranjeros con los que ban, ha ido en cambio matizando su admiración por
ellos han convivido en su momento. Al respecto Marx, separándose cada vez más y criticando tam-
pueden verse nuestros ensayos, incluidos en Carlos bién cada vez más agudamente a los seguidores del
Antonio Aguirre Rojas, Los Annales y la historio- “materialismo histórico”, acentuando con ello una
grafia francesa [1996], y también en Itinerarios de evolución intelectual y una visión general que se
la historiografía del siglo XX [1999] distanciaban crecientemente de las seguidas por
31
Sin embargo, y en un análisis más fino del Marc Bloch, en estos mismos tiempos.
32 CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS
siderar como la etapa del auge y de la mayor Pasaremos entonces a ver, en la entrega
popularidad y difusión de esta rama de los de la segunda parte del presente material,
estudios históricos. Aunque sólo a través de cuáles son los rasgos principales que carac-
un giro importante, dentro de la propia terizan a la historiografía económica fran-
actividad de este autor. cesa, durante el periodo inmediato a la
Porque como hemos mencionado ya, las segunda posguerra, periodo que los econo-
obras principales de Labrousse son obras que, mistas franceses han bautizado como el de
tanto por su espíritu general como por la fecha los ‘treinta gloriosos’.
misma de su publicación, pueden considerar-
se parte de este segundo momento de la curva
evolutiva de la historia económica francesa.
Después de 1944, fecha de su segunda gran
obra, el autor de La crise de l’economie... se
ha convertido en el heredero de la cátedra de
historia económica que Marc Bloch había
ocupado dentro deLa Sorbonne, desde el año
de 1936 (a su vez, este último, como sucesor
de Henri Hauser). Y desde entonces y hasta su
muerte, Labrousse se ha transformado en el
gran Profesor de esta temática, divulgando
sus puntos de vista y formando dentro de su
perspectiva a generaciones y generaciones de
estudiantes franceses. De este modo, y sin
haber producido ninguna nueva obra compa-
rable a las dos antes mencionadas, Labrousse
“ha reinado en La Sorbonne durante más de
veinte años”,36 dirigiendo una gran cantidad
de tesis de historia económica de las más
diversas regiones de Francia, y convirtiéndose
en la referencia intelectual originaria de todo
un grupo de importantes historiadores france-
ses contemporáneos, lo mismo dedicados a
profundizar en las líneas de investigación
abiertas dentro de sus obras mayores, que
inmersos en otros campos de análisis de los
estudios históricos modernos.37
36
Cfr. esta referencia de P. Goubert en su
artículo “Quarante années d’histoire en France” de M. Vovelle [1986]. También la referencia de
[1979]. Jean Meuvret, en su “Introduction générale” a su
37
Véase, a título sólo ejemplificativo, el artículo trabajo, póstumamente publicado [1977: 39 - 41]
LA CORRIENTE DE LOS ANNALES Y SU CONTRIBUCIÓN.... 35
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