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Presidente Comisariado Científico Edición


BRAULIO MEDEL CÁMARA JUAN JOSÉ MARTÍN ANDREU FUNDACIÓN UNICAJA

Director de la Obra Social y R.S.E. Comisariado Técnico Textos


FELIPE FARAGUNA BRUNNER PURI RUIZ JUAN JOSÉ MARTÍN ANDREU
PURI RUIZ
Textos Expositivos Mª JESÚS TELLA
JUAN JOSÉ MARTÍN ANDREU
PURI RUIZ Fotografía
Mª JESÚS TELLA FERNANDO VÁZQUEZ

Montaje y Transporte Diseño y Maquetación


JAPÓN MONTAJE DE ARTE OREILLE

Iluminación Impresión
MASAIN URANIA

Seguros D.L.
CASER SEGURO XX-XXXX-2009

ISBN
978-84-XXXXX-XX-X

COPYRIGHT
© De la presente edición, Fundación Unicaja
© De los textos, sus autores
© De las fotografías, su autor

Reservados todos los derechos. Queda prohibido reproducir parte


alguna de esta publicación, su tratamiento informático o la
transcripción por cualquier medio electrónico, mecánico, reprografía u
otros sin el permiso previo y por escrito del editor.
Presentación
Presentación

Felipe Faraguna Con la exposición ‘Son distintos. No son distintos’, la Fundación Unicaja reúne
Director de Obra Social y RSE en una sola muestra la más amplia y variada selección de arte del África negra
que se ha realizado en nuestro país. Más de 30 etnias representadas en cerca de
200 piezas, cubriendo un abanico que va desde el siglo IX hasta el pasado XX, y
que abarcan todos los aspectos en la cultura africana: sus ritos, sus costumbres,
su vida diaria, la magia y, en primer orden, la figura de la madre como eje abso-
luto en torno al cual se vertebran sus distintas sociedades.

A la indudable belleza e indiscutible valor de la muestra se une un firme propó-


sito: que los espectadores puedan conocer en profundidad una cultura que, a
menudo, y por desgracia, nos es invisible. Vivimos en una época de encuentros y
desencuentros con este continente: inmigrantes que pierden la vida persiguien-
do el sueño occidental; guerras fratricidas que nos quedan lejos demasiadas
veces; la llegada a la presidencia de Estados Unidos de un presidente con raíces
africanas. África está presente mucho más de lo que a primera vista pudiera
parecernos, y tenemos el deber moral de acercarnos a ella. Al visitante que se
acerque le va a sorprender la fuerza y el vigor de las piezas aquí exhibidas.

Mucho más allá de los tópicos que pueblan nuestras mentes, el arte en África
fluye por miles de ríos creadores de muy distintas especies: si en Europa sería
impensable confundir el Renacimiento con el movimiento expresionista, quien
pasee a través de los nueve ambientes de esta exposición podrá concluir que
las etnias Bamileke, Dogon o Fang son inconfundibles entre sí. El espectador
comprobará con sus propios ojos el talento creativo que mana desde hace siglos
en un lugar que nos queda tan cerca y, al mismo tiempo, tan lejos.
La colección

Juan José Martín Andreu Me piden que haga un recorrido o sinopsis de esta colección.
Comisario Científico
Bien, dejando las grandilocuencias de las que tal vez estemos todos un poco
cansados, permitid un toque más coloquial.

Realmente es imposible, y me niego, a personalizar y poner un nombre a la co-


lección. Lo más simple y justo que se me ocurre sería el de ‘Colección de amigos
del Arte Tribal Africano’, pues sin el concurso de admirables ejemplos de huma-
nidad habría sido imposible llegar a lo que hoy tenemos; todas esas personas
han aportado generosas cantidades en tiempo, esfuerzo o dinero y contribuido
a acrecentar la colección, sí, pero sobre todo a preservarla.

Lo que hoy veis, y el resto de la colección, se ha conseguido con esa excep-


cional aportación y hasta con su punto de fortuna, pues se han adquirido obras
de coleccionistas norteamericanos, ingleses, franceses, belgas, portugueses y
españoles, bien previa transacción económica, bien por intercambio de otro tipo
de arte.

Muchas piezas fueron adquiridas in situ a antiguos colonos en África o a los


herederos de las mismas, que asimismo han aportado extraordinaria documen-
tación de hasta cien años atrás; pero además, misioneros, militares, ingenieros
y la gente llana, han logrado con mérito acercarnos una colección, considero,
muy valiosa antropológicamente.

Amigos, aquí tenéis a nuestro parecer una sugerente muestra.


Son
distintos.
No
son
distintos
Introducción

Juan José Martín Andreu SON DISTINTOS


Puri Ruiz
Si, como dijo Goethe, “el arte permite cumplir todo lo que la realidad niega al
hombre”, ese poderoso vínculo entre el objeto —el símbolo— y su equivalente
en el entorno real cobra especial vigor en el arte africano. Crear una obra de arte
es el resultado de un proceso intuitivo y casi mágico; ofrecerse como espectador
—consumir arte, en definitiva— nos acerca a la intimidad que el autor ha querido
manifestarnos a través de la pieza realizada.

El arte africano da un paso más: está creado para ser tocado, no sólo para ser
visto. Sea cual sea la etnia y el artista que dio origen a la pieza, ésta deja al ser
creada de ser un simple objeto estético para transformarse en un vínculo que se
identifica plenamente con el modelo. En África, la escultura de una madre es la
madre. Dicho de otro modo, las esculturas contribuyen al equilibrio del mundo
interior, mientras su forma misma representa el mundo exterior.

Quien por vez primera se acerque al arte del África negra puede manifestar
diversas sensaciones. La más habitual, la perplejidad ante sus representaciones.
¡Son tan distintas, tan potentes, tan directas…! Se diría que guarda más conexión
a menudo con el arte abstracto que con el figurativo. Desconcierta tanto vigor,
tanta dureza en ocasiones a la hora de manifestar sentimientos, vida. Al mirarlas
de cerca, nuestra visión del arte al modo de Occidente queda tan lejos… Nos va
a sorprender su libertad de creación, el rigor con que se reproduce hasta el más
mínimo detalle, la fuerza que desprenden todas las obras.

Abundando en el paralelismo entre arte y realidad, en África, los objetos artísticos


y las personas viven en permanente comunión. La escultura es algo tan presente
en los hogares y en las distintas ceremonias y rituales que hay tribus que las
llaman gentes de madera. La talla representa a la persona y recibe el mismo trato
que ésta.

El modo de entender el arte en la mayor parte del África negra dista tanto de
cómo lo vemos en Occidente que la propia palabra “arte” no existe en muchas
de las lenguas del continente. Se integra en el día a día, y lo artístico es un
proceso natural que abarca desde la creación del fetiche hasta la ornamentación
de un reposacabezas. Si el mundo desarrollado entiende el arte como fin en sí
mismo, para el hombre africano es un medio para expresar realidades con mayor
viveza.

Para nosotros, europeos del siglo XXI, resulta complicado expresar qué repre-
senta el arte negro. Esta muestra pretende explicar sin palabras y con imáge-
nes cuánta vida hay en cada obra, cuán auténtico llega a ser al observarlo con
nuestros propios ojos, cuánta distancia media entre su concepto de la estética
y el nuestro.

Son distintos. ¿Son distintos?

NO SON DISTINTOS

A lo largo de la historia, los individuos y las colectividades han utilizado el arte


para expresar sus creencias, sus temores, sus deseos, sus reivindicaciones; a
través del arte han dejado constancia de sus acontecimientos, de sus sistemas
políticos y sociales, de los hechos importantes de sus vidas individuales y de
las de sus comunidades. Desde el comienzo de los tiempos, el ser humano ha
utilizado el arte para expresar su espiritualidad, para crear objetos decorativos y
para su propia ornamentación.

El arte es, por tanto, una fuente de investigación de primer orden para entender
a nuestros contemporáneos y a nuestros antepasados, para comprender qué les
motivó a hacer lo que hicieron, cuál era su sistema económico, social, político
o religioso. A través del estudio de las obras que crearon, podemos entender
mucho mejor lo que pensaban o sentían.

A menudo se tiene la idea de que el arte africano es exótico, primitivo, extraño e


incomprensible. Sin embargo, no lo es más que cualquier otro, si no se conoce
parte de la cultura que da lugar a esas obras. Cuando empezamos a profundizar
en el contexto geográfico, social, económico y político de los individuos y de los
pueblos, entendemos que sus motivaciones no difieren de las de otras socieda-
des. La idea de esculpir a un rey, o simplemente a un familiar, por conservar su
recuerdo cuando ya no esté, no dista mucho en su motivación primigenia de los
retratos reales o familiares que se han realizado en Occidente durante siglos.

Otra idea falsa que se tiene en Occidente del arte africano es que éste es unita-
rio: se habla en general de él como una única forma de expresión en el tiempo y
en el espacio. Con sus rasgos comunes y sus caracteres identificativos, hay que
resaltar que en cuanto se empiezan a estudiar las distintas etnias diseminadas
por todo el continente —así como la evolución de las mismas— se entiende lo
heterogéneo, lo diverso que es ese arte, tanto entre los pueblos como en su
evolución en el tiempo. Hablar de arte africano como un todo homogéneo sería
tan disparatado como hablar de arte europeo, de arte occidental.

No son distintos. ¿No son distintos?


Hay mucho más que une a África con occidente de lo que los separa, y hay a su
vez una esencia antropológica. religiosa y cultural tan distinta que a veces hace
imposible reencontrarse con los principios comunes. Si la madre o la fertilidad
o los ancestros o los mayores pueden encontrarse como temas comunes en
ambos mundos, la iconografía que expresa el sentimiento de cada cultura sobre
dichos motivos los hace absolutamente dispares.

Ésta es nuestra propuesta. Pasear por la existencia del hombre y la mujer afri-
canos e identificar sus creencias y su forma de entender la vida a través de sus
expresiones artísticas. No pretendemos adentrarnos en el continente, sino en las
personas; no en África, sino en los africanos; en las personas y los pueblos que
allí han habitado y habitan; en su particular forma de entender el universo y su
papel en él. Quitémonos nuestros pesados zapatos occidentales y adentrémo-
nos, ligeros y descalzos, con el miedo atávico que comparten el hombre blanco
y el hombre negro, con la curiosidad amable que comparten el niño negro y el
niño blanco, en la comparación de ambos universos.

Tras el viaje, quizá entendamos que no hay tantos mundos.


Exposición
[ Introducción general de la exposición ]

La belleza
de lo cotidiano
No pretendemos exponer un nuevo arte, ni su concepción como tal. No lo es.

Más bien, es la resolución de un problema puntual; solucionar una necesidad


real con un procedimiento conocido (arar, pescar, cantar, jugar, cocinar, socia-
lizar, trocar…) o con una solicitud de ruego por el desconocimiento de cómo
afrontar el problema (dolor, sequía, enfermedad, hambruna…)

Solucionemos lo de hoy para hoy, como sabemos. Si no sabemos o nos tras-


ciende, preguntemos o roguemos la solución a quien nos ha trascendido y pre-
cedido y valoremos y agradezcamos todo ello.

Sencillo de entender. Sensato.

Pero ahora, volviendo a nuestra parte del mundo y obviando su utilidad… ¡qué
bello, qué plástico, qué hermoso!
Introducción
[ Introducción ]

África al
primer vistazo
La exposición pretende contagiar la pasión de otro mundo, el africano. Tratamos
de mostrar un concepto distinto de la belleza, abstrayéndolo de nuestros rígidos
cánones.

Las piezas africanas no se abarcan en una sola mirada: hay que rodearlas, cap-
tarlas desde diferentes ángulos para disfrutarlas en su plenitud.

El conjunto que mostramos es una selección de obras cuya sensibilidad las con-
vierte en piezas únicas. Cada una de ellas es como una narración visual sobre
diversas creencias, referencias morales, aspectos sociales y tradicionales del
África Negra.

En ellas se condensan todos los aspectos de las sociedades que las vieron
emerger. Para ello se han seleccionado obras de un amplio abanico de etnias.
Bansonyi-Baga (Costa de Marfil) Espíritus en forma de dos serpientes, los bansonyis emergen del río y cada una de ellas representa a
Madera policromada una mitad de la aldea, intentando apoderarse de los niños de la otra mitad. Aparecen en el ritual de la
1,86 x 46 x 26 iniciación cada 24 años, como dos grandes esculturas que pueden llegar a medir hasta 6 metros, en
1er tercio s. XX sus versiones femenina y masculina.
N’tomo-kum. Sociedad Bilakoro. Rito funerario Bura (Níger)
Subestilo Segu Bamana (Mali) Terracota
Madera, caurís, metales, pelo, pigmentos y pátina costrosa 64 x 18 diámetro
48,5 x 14,5 x 20 ss. IX-X
1er tercio s. XX

Utilizada por los jóvenes no circuncidados. El portador es elegido entre Representación de túmulos funerarios provenientes del noreste
los mejores danzantes. Las usaban durante la trilla de la cosecha de de Sudán y Egipto.
mijo cuando pedían regalos de comida para la fiesta de la sociedad y
golpeaban las piernas de sus compañeros para demostrar su madurez al
no llorar.
Pareja Dyonyeni-Bamana (Mali) Estas esculturas pueden tener numerosas funciones; por ejemplo, pueden representar a difuntos de la
Madera, rafia y tejidos familia, al patriarca y matriarca de la tribu, a deidades o a fetiches de cualquier clase. Asimismo, son las
73 x 13 x 10,5 servidoras de las Nyeleni, a las que acompañan en las ceremonias.
1er tercio s. XX
Máscara Kplé-Kplé-Baulé También llamada kouassi gbe o togbo, representa al buey y es llevada por jóvenes adolescentes en la
(Costa de Marfil) danza goli. Interviene por la noche y camina a cuatro patas siguiéndole un músico que produce sonidos
Madera y pigmentos espantosos y que las mujeres creen la voz de Kakagye (poderosa deidad femenina). Está relacionada
180,3 x 86,7 x 18,7 con los ritos agrícolas, funerales y visitas de dignatarios.
1er tercio s. XX
Guerrero Ecuestre Edo-Bini del Representación de un guerrero, posiblemente Hausa, sobre un caballo enjaezado al estilo medieval
Reino de Benin portugués, en su primera época de colonización (siglos XV-XVI).
(Nigeria)
Bronce
100 x 32 x 89
Época: verificándose
Arca ritual Sudian-Dogón Nduleri Aduno Koro es el arca del mundo; mítica arca del dios Amma que reorganiza y puebla el mundo.
(Mali)
Madera
106,5 x 39 x 194
1er tercio s. XX
Estatua de ofrendas Dogón Ogol
(Mali)
Madera
1,73 x 21 x 31
Época: verificándose
Efigie Ekwotame Idoma (Nigeria) Máscara Ijo-Croul. Sociedad Sakapu. (Nigeria)
Madera con pátina y talcos Madera, pigmentos y cuerda
144,5 x 34 x 38 77 x 35 x 13
1er tercio s. XX 1er tercio s. XX

Otobo es el hipopótamo que simboliza a los espíritus y genios


Ekwotame: representación femenina Idoma que se exhibe durante los del agua (Owu) tal como en su tradición oral se cuenta, como
ritos funerarios, en los que ella encarna el principio de perpetuación del por primera vez durante un sueño o en el transcurso de alguna
linaje. Esta función de matriarcado se sostiene en la legitimación del hijo visión se habían manifestado. Se imploraba su protección
de la hermana del rey como heredero de éste. para una buena pesca. La primera fiesta era en honor de los
antepasados que viven en el fondo del río.
Máscara casco Janus, Igbo Dentro de la amplia variación de máscaras que representan a espíritus y ancestros, éstas pueden
(Nigeria) desempeñar distintos papeles, como infligir castigos o para diversión, y suelen aparecer en los
Madera y pigmentos funerales y fiestas agrarias. Pretende representar a los padres primigenios.
44 x 25 x 31
2º tercio s. XX
Tejido Ntshak Bushoong-Kuba (R. D. Congo) Máscara casco Gelede-Yoruba
Fibras vegetales y caurís (Nigeria)
4,40 x 80 Madera y pigmentos
2º tercio s. XX 76 x 53 x 50
s. XX
Se enrollaba en la cintura de los reyes en las grandes fiestas para celebrar
la creación del mundo. Cada rey inventaba un motivo de bordado Danza para el bienestar de la comunidad en las fiestas de la
diferente en su entronización; símbolo de su reinado. siembra, para preservar a las mujeres de la infertilidad... Rinde
culto a los poderes espirituales de las mujeres mayores Awon
Iya Wa (nuestras madres). Estos poderes pueden ser benéficos
o destructivos, en cuyo caso estas mujeres se denominan Aja
(brujas).
Ancestro comunal Mupo o Lekat Concebidas como receptáculos para albergar los espíritus de antepasados o guardianes del
Sociedad Suaga Mambila (Camerún) pueblo, eran conservadas en cuevas en los muros. Las manos en el mentón simbolizan respeto, y el
Madera y esteatita voluminoso vientre, la fertilidad. La salud, el éxito, la buena cosecha… dependía de ellos.
169 x 40 x 40
1er tercio s. XX
Figura de ancestro Mumuye Podían ser representaciones de espíritus guardianes de la casa y sus habitantes, y vinculados con
(Nigeria) importantes antepasados. Se utilizan en ritos de adivinación, para la protección, la petición de lluvia…
Madera patinada Cada poblado tiene una casa, tsafi, donde se guardan y se les hacen ofrendas y sacrificios.
66 x 17,5 x 14
2º tercio s. XX
Orígenes
[ Orígenes ]

Honrar a quienes
nos preceden
El recuerdo de quien me amó y cuidó. El respeto de quien me enseñó, me de-
fendió, me orientó.

Esa estatua, ese objeto, me permite recordar con alegría y cariño esos momen-
tos que quiero revivir y enseñar, contagiar a los míos y disfrutar con ellos.

Así como transmitir el conocimiento, el valor, la decisión más acertada.

Ellos me precedieron y yo les honro.

Como tal, yo debo asemejarme para que me honren aquellos a los que yo pre-
cedo.

El ancestro como modelo; el respeto a los padres; la veneración a los ancianos.


No existe pueblo, civilización o cultura que no exprese un respeto a los que les
precedieron. La experiencia es un bien inmaterial que se suma en cada genera-
ción desde los primeros padres para hacernos más fuertes y más sabios como
individuos y como comunidad.

Son distintos.

No son distintos.
Figura de ancestro Ambete (Gabón) Efigie de rey Bena Lulua (R. D. Congo)
Madera, caolín, hierro, latón y semillas Madera, pigmento rojo y fibras vegetales
58 x 22 x 21 55 x 15 x 14
1er tercio s. XX 1er tercio s. XX

Relicario usado en cultos y ritos a ancestros o antepasados. Atípica representación del antepasado de un rey que se ubicaba
en la tierra como protector de la casa en ausencia del mismo.
Figura primordial Baulé Figuras Waka Sona, representan a antepasados y su misión consiste en asegurar la fertilidad, prevenir
(Costa de Marfil) los abortos, garantizar buenas cosechas y, en general, fomentar el bienestar y la prosperidad personal.
Madera La escultura debe ofrecer a los espíritus del antepasado la base más bella posible. Restaurada.
91 x 18 x 16,5
s. XX
Efigie de rey Boyo o Woyo (R. D. Congo) Figura primordial Holo Holo (R. D. Congo)
Madera Madera y pátina
84 x 20,5 x 15 58 x 17 x 17
1er tercio s. XX 1er tercio s. XX

Figuras de antepasados que se guardan en pequeñas chozas. Las efigies Se utilizaban para protegerse de los espíritus nefastos.
permiten a los espíritus de los jefes difuntos permanecer entre su pueblo A veces una línea resalta la frente, probable reminiscencia del
para guiarlo. Exigen culto y ofrendas, y si la caza ha sido buena, ofrecen peinado muy estilizado de las mujeres. Solían guardarse en
algún trofeo a su regreso. pequeños santuarios próximos a las viviendas.
Ancestros primordiales Representación de los Nommo (espíritus de los antepasados). Se guardan en santuarios y se les
Nommo-Dogón (Mali) dedica cada año una fiesta especial. El escultor se inspira para su forma en la rama o la raíz retorcida
Madera y pátina en que han sido tallados. Imagen de un antepasado muerto que acababa de metamorfosearse en la
144 x 27 x 40 serpiente mítica que les condujo al río.
149 x 41 x 30
s. XX
Figura primordial. Sociedad Alekwu, Escultura Ijo
Idoma (Nigeria) (Nigeria)
Madera Madera y pigmentos
83 x 21 x 18 96 x 18 x 17,5
s. XIX 1er tercio s. XX

El aje o culto a los antepasados es la esencia de su religiosidad. La Estatua para los duen fobara o estelas funerarias. La sociedad
sociedad Alekwu se encarga de mantener su culto y su integración en la Ekine se ocupa de su culto con ocasión de las fiestas
otra vida. organizadas a tal fin.
Máscara Imbangala Escultura Wurbo Jukun
(Nigeria) (Nigeria)
Madera y pátina Madera, plumas, pigmento blanco y fibras vegetales
40 x 22 x 20,5 74 x 22,5 x 18
s. XIX s. XIX

Se cree que representa a un gran guerrero o importante personaje. Posible representación de rey, Aka Uku, quien poseía carácter
semidivino siendo también sumo sacerdote. Se conservaban
en altares secretos en el palacio real, donde se les ofrecían
sacrificios y ofrendas por los oficiantes encargados del culto.
Máscara Ngobudi Kongo-Yombe región Bajo Zaire Figura primordial Kuba
(R. D. Congo) (R. D. Congo)
Madera, cristal, fibras vegetales, pigmentos y pátina Madera y pátina
28 x 16 x 14 56 x 17 x 18
s. XIX 1er tercio s. XX

La portaba el sacerdote (nganga) de un nkisi (literalmente, “medicina de


Dios”). Ngobudi hace referencia a su apariencia terrorífica. Las utilizaban
para descubrir a los brujos y las causas de las desgracias. El tocado hace
pensar que representa a una mujer.
Escultura Lega Figura Tadet Mambila (Camerún)
(R. D. Congo) Madera y bambú
Madera 53,5 x 20,5 x 18
73 x 15 x 15 Principios s. XX
1er tercio s. XX
Efigie de antepasado concebida como lugar de descanso de
los espíritus a los que se apaciguaba con ofrendas. Su visión
estaba vedada a las mujeres; se conservaban en una choza bajo
la custodia del jefe de la familia. Esta figura expresa la visión del
antepasado, y puede ser benéfica o maléfica.
Escultura Nok (Nigeria) Estas esculturas de rito funerario, o de culto o intercesión con los antepasados, cumplen sin duda una
Terracota importante función de unión y vínculo con el mundo sobrenatural.
56,5 x 28 x 14
s. V
Estatua Deble. Sociedad Poro Munki, ancestro Songye (R. D. Congo)
Senufo (Costa de Marfil) Madera, cuerno, piel con clavos, tela de saco
Madera y pátina y pátina tierra roja
112 x 19 x 21 84 x 17,5 x 19
Principios s. XX Principios s. XX

Simboliza la perennidad del linaje y la fecundidad. Aparecen en los El nganga añade sustancias mágicas (bijimba) en el cuerno
funerales de los miembros importantes del Poro. Uno de sus miembros clavado en la cabeza.. Simboliza el poder, la fertilidad y
(nafeere) da vueltas alrededor del cadáver sosteniendo esta figura la fecundidad. Las figuras grandes son cuidadas por los
masculina. A veces son colocadas en los campos de labranza como sacerdotes y poseídas por toda la comunidad. Los Munki se
premio al más diestro de los agricultores. utilizan principalmente en diferentes ceremonias, para promover
la fertilidad, vencer a los enemigos o proteger el poblado.
Los ritos
[ Los ritos ]

La vida expresada
en ceremonias
Son innumerables los rituales en el África negra.

Los hay en el nacimiento, donde al recién nacido se le introduce en su linaje y se


le separa de sus antepasados.

De pubertad, donde el que fuera niño entra en el mundo del adulto y se le ense-
ñan los valores sociales del grupo.

Funerales en los que al fallecido se le da el estatus de ancestro.

Relativos al matrimonio, con bendiciones paternas incluidas en algunas tribus;


De la tierra, donde antes de iniciar los trabajos de siembra o recogida se practi-
can ceremonias de protección de la misma.

Hay ritos de curación; ofrendas; sacrificios…

Pensemos en nuestros bautizos, comuniones, bodas, funerales; en las fiestas


patronales íntimamente ligadas en origen a las cosechas; y en las ofrendas que
se llevan a cabo en multitud de ceremonias cristianas…

Son distintos.

No son distintos.
Relicario Ewe-Fon (Togo-Ghana) Máscara Bamana (Mali)
Madera, coco, fibras vegetales, pátina y materiales diversos Madera
43 x 12,5 x 14 62 x 18,7 x 16
1er tercio s. XX s. XIX

Se cree que representa la fertilidad y alguos ritos relacionados con ella, La sociedad Kono utiliza estas máscaras que representa un
además de la protección del feto engendrado o nasciturus. pájaro como símbolo del espíritu para mantener la moralidad
cívica.
Máscara Ziringen Wonde. Representación de la diosa Nimba, como la mujer en el cenit de su poder y belleza. Se usa como
Sociedad Simo ritual de fertilidad, tanto femenina como agrícola. Los miembros de la sociedad danzan alrededor para
Baga (Guinea Bissau) conjurar la fertilidad y también se utiliza en los ritos agrícolas. La fecundidad femenina representa el
Madera patinada y tachuelas de latón crecimiento del grano.
165 x 36 x 35
1ª mitad s. XX
Figura de culto del mono Gbekré o No hay información fidedigna sobre su función: para algunos representaría el juez de las almas a su
Mbra-Baulé paso a la otra vida; para otros, una divinidad muy vinculada a la agricultura; hay quien piensa que
(Costa de Marfil) se usa en ritos de adivinación; otros la consideran protectora contra los brujos en las asociaciones
Madera, piel, pigmentos, caolín y clavos masculinas, o incluso genios de la naturaleza.
1er tercio s. XX
Máscara Nyabwa Beté Utilizada para establecer la paz después de conflictos armados. También la utilizaban los hombres para
(Costa de Marfil) prepararse para la guerra; ofrecía protección mágica contra el enemigo al provocar el espanto con sus
Madera, piel, latón, pigmentos, caolín y pátina rasgos distorsionados. Actualmente se utiliza en muchas ceremonias y como signo de hospitalidad.
48 x 30 x 32
2º tercio s. XX
Máscara Kobiay Doyo-Bwa (Burkina Faso) Relicario Mahongwe-Kota (Gabón)
Madera, pelo, tejido, cristal y pátina Madera, cobre, latón, piel, cráneo de animal, caracolas
58 x 23,2 x 25,6 (Achatina Fullica) y fibras vegetales
2º tercio s. XX 70 x 36 x 35
1er tercio s. XX

Portada por los herreros, representa a hombo, su espíritu protector. Sirve para recrear la imagen de los muertos y para devolverles
Figuración de un gallo, su salida es precedida por el sacrificio de uno una especie de vida simbólica. Guardan en la urna la calavera
de ellos. Se solicita a la máscara la ayuda en caso de infertilidad, de sus difuntos ilustres. En el momento de la iniciación al culto
enfermedades, suerte en los viajes...con la promesa de ofrecerle un de los relicarios, los distintos clanes se reunían para practicar los
animal; si no se cumple esta promesa, la desgracia caerá sobre esta rituales colectivos y cada jefe de clan bailaba con su relicario en
persona. las manos.
Figura articulada Ejaghan-Ekoi En origen eran utilizadas en los ritos de sacrificios humanos, y posteriormente en las celebraciones
(Nigeria) festivas por la buena caza.
Madera, piel, clavos y caolín
78 x 56 x 59
1er tercio s. XX
Máscara Ngil-Fang (Gabón) Desarrollaba funciones judiciales y políticas en la sociedad ngil o cofradía de los gorilas, cuyos iniciados
Madera y caolín aparecían de noche y se encargaban de perseguir y castigar a los brujos y malhechores.
57 x 19,5 x 12
s. XIX
Cubrehuesos Fang-Betsi (Gabón) Máscara león Gueré-Bete
Madera patinada, tejido, cuernos, cuerda, (Costa de Marfil y Liberia)
clavos y elementos sacrificiales Madera, piel, fibras vegetales, tachuelas y tejido
42 x 18 x 16 36 x 30 x 11
1er tercio s. XX 1er tercio s. XX

Relicario utilizado durante las festividades destinadas a honrar a los Máscara “de asustar”, destinada a establecer contacto con las
muertos, en el que se introducen restos pertenecientes a los mismos. entidades tutelares por mediación de los antepasados muertos.
Durante unas fiestas determinadas, la máscaras “monstruosas”
ejecutaban bufonadas que desencadenaban la risa, pero no por
ello eran menos peligrosas.
Altar Ibibio (Nigeria) Altar Igbo (Nigeria)
Madera, talco, pigmentos y materias sacrificiales Madera, plumas, cuerdas, cráneos de mono, caracolas
70,5 x 28 x 29 (Achatina Fullica) y pigmentos
s. XIX 71 x 46,5 x 8
1er tercio s. XX

Dualidad de los padres primitivos, representados y honrados


durante los ritos de los funerales.
Máscara mariposa Do Bwa (Burkina Faso) Tapa relicario Mambila (Camerún)
Madera policromada y fibras vegetales Madera, huesos, caracolas (Achatina Fullica), fibras vegetales,
42 x 2,12 x 24 caolín y materia sacrificial
2º tercio s. XX 34 x 42 x 46
s. XIX
En primavera, las mariposas, así como las primeras lluvias, aparecen
dando pie a los ritos de fecundidad. Esta máscara también danza Representación del ideal del antepasado que sirve para
en el nacimiento de gemelos. Los sortilegios de estos ritos son devolverle una nueva y simbólica vida cubriendo los restos del
celosamente guardados por el brujo, dada la importancia de su carácter, individuo honrado.
transmitiéndose a los miembros de más edad ya preparados.
Muñeca fetiche Nanji (Camerún) Fetiche Zombo (R. D. Congo)
Madera, huesos, mandíbula animal, piel, plumas, Madera, caurís, plumas, fibras vegetales, tejido,
calabaza, conchas varias, cobre y cuentas de vidrio mazorcas de maíz, bambú, espejo y pátina
61 x 21 x 21 48,5 x 15 x 14
1er tercio s. XX 1er tercio s. XX
Estas muñecas cuando no llevan adornos son utilizadas como juguetes.
También son utilizadas por los pretendientes como regalos para sus Estos fetiches, adornados con gran parafernalia y con un rostro
futuras esposas, figurando su descendencia. Al añadírsele objetos se muy realista, eran usados para la curación, la protección y la
convierte en una especie de niños para las mujeres con problemas de buena fortuna.
fecundación que las cuidan como a verdaderos hijos.
Mpangu o Mbangu-Pende Punto intermedio entre la salud y la enfermedad, representa al embrujado. El lado derecho (blanco)
(R. D. Congo) simboliza la fuerza, y el izquierdo (negro), la brujería y la muerte. Signo de enfermedad e invalidez y
Madera, pelo, esteatita, exponente de las desgracias que pueden sucederle a cualquiera.
negro de humo, túcula y tejido
60,5 x 16 x 17
1er tercio s. XX
Poropian o Setien –Senufo. Está presente en las ceremonias femeninas y masculinas. Parece ser que estas esculturas de grandes
Sociedad Poro (Costa de Marfil) dimensiones estaban destinadas a los rituales de iniciación de los hombres. Símbolo de continuidad
Madera y pigmento blanco para futuras generaciones y figura protectora para evitar el caos del Universo.
203 x 86 x 65
2º tercio s. XX
La magia
[ La magia ]

Enfrentarse
a lo desconocido
Ellos se plantean vívidamente lo que nosotros obviamos por temor o cobardía.
La muerte, el dolor, la enfermedad desconocida, el miedo, el hambre…

Si mi congénere, mi igual, me lo explica, me ayuda.

Déjame que mi imaginación haga el resto, que recurra a otros parámetros, que
intente solucionar mis problemas.

Tú, si quieres, llámalo ceremonias, religión, magia…

Nosotros nos agarramos a advocaciones de todo tipo para solucionar nuestro


más nimio problema. No deberíamos criticar que los demás recurran a lo desco-
nocido para solucionar lo que perentoriamente les es imposible de comprender
ni de resolver.

Si la magia es el “arte o ciencia oculta con que se pretende producir, valiéndose


de ciertos actos o palabras, o con la intervención de seres imaginables, resulta-
dos contrarios a las leyes naturales”, ¿no recurrimos también nosotros a ella en
multitud de ocasiones?

Son distintos.

No son distintos.
Objeto de poder Boli. Sociedad Altares modelados de material sacrificial, previamente santificados, con formas zoomorfas similares
Kono. Bamana (Mali) a un búfalo sin cabeza. Son guardados en santuarios o en las casas de los jefes religiosos, y son
Madera, plumas y materia sacrificial alimentados con sangre y cerveza de mijo. Preservan contra los demonios de los campos.
83 x 33 x 13
1er tercio s. XX
Máscara ritual Sigui Bamana Fetiche Bassikassingo-Bembe
(Mali) (R. D. Congo)
Madera, tejido y materia sacrificial Madera, hueso, caracolas, plumas, tejido, fibra vegetal y metal
71,5 x 18,5 x 18,5 50 x 26 x 24
Principios s. XX 1er tercio s. XX

Máscara de la sociedad Kono. Nombrada nko bara, guardián de la El jefe (nga-bula) es el mediador con los antepasados mediante
palabra. Estas máscaras se exponen en los ritos anuales y están figuras consagradas por el brujo (nganga) a las que se hacían
marcadas con la sangre de los sacrificios. ofrendas. Antes de salir de caza, su actividad principal, el
jefe invocaba a los espíritus de los antepasados usando unas
figurillas que se arrodillan en la posición de un cazador que
espera su presa.
Figura de poder Beté Ofrendas Dogón (Mali)
(Costa de Marfil) Madera, caurís, pata de gallina,
Madera, plumas, pigmentos y pátina terracota, hierro y materia sacrificial
96,2 x 20,5 x 19 24,2 x 14 diámetro
1er tercio s. XX 1er tercio s. XX

Los Beté buscan la ayuda y la protección de los espíritus sobrenaturales Estas ofrendas se colocan en templos especiales para guardar
que habitan en la naturaleza, haciéndoles continuos sacrificios. Estos los espíritus de los antepasados.
rituales se realizan para mantener buenas relaciones con los antepasados
y perpetuar el linaje.
Copa de ofrendas Dogón Utilizada en el ritual de nuevos asentamientos, y para agradecer la mejor ubicación de los mismos. Una
(Mali) vez establecidos, los nuevos matrimonios hacen sus ofrendas para bendecir sus nuevos hogares.
Madera y pátina
102 x 47 diámetro
1er tercio s. XX
Sociedad leopardo Ngbra Los Ekoi creían que forrando de piel las cabezas de madera atraían las virtudes de los grandes
Ejaghan-Ekoi (Nigeria) guerreros y la fuerza de los animales salvajes. Generalmente utilizada por la sociedad Ekkpe, era la
Madera, piel y clavos encarnación del leopardo. Originalmente eran las calaveras de los enemigos asesinados que exhibían
50 x 60 x 22 como trofeos.
1er tercio s. XX
Bochio vudú Fon (Benín) Nkisi Bajo Kongo (R. D. Congo)
Madera, calabaza, caurís, materias sacrificiales y 2 botellas Madera, tejido, fibra vegetal, clavos y materia sacrificial
54 x 24 x 22 57 x 30 x 25
1er tercio s. XX 1er tercio s. XX

Los recipientes de cristal, portadores de medinas, y todos los accesorios, Los fetiches de clavos nkondi (el que infunde temor) se
vegetales, animales o metálicos, es lo que infunde poder a estos fetiches. utilizaban para castigar a los que no respetaban las leyes, para
El adivino será quien indique los materiales y fórmulas mágicas para su intercambios comerciales, para peticiones personales... Cada
fabricación. Puede ser utilizado con fines benéficos o maléficos. aldea tenía sus propios nkisi, conocidos con el nombre de
mokisso.
Altar Ikenga Igbo (Nigeria) El ikenga está destinado al culto de la virilidad personal; protege a la casa, y cada morada posee
Madera, fibra vegetal y pigmentos una propia. El dueño consulta a su Ikenga cada vez que tiene que tomar una decisión. Los cuernos
201 x 44 x 40 representan el éxito y prestigio social, que se asimila a la fuerza de los animales. El bastón —Nguagiliga
Inicios s. XX o Alo— y el colmillo están relacionados con la obtención de títulos.
Nkisi Kuba Figura de poder Janus, Kabeja Luba
(R. D. Congo) (R. D. Congo)
Madera, cuerno, plumas, fibra vegetal, tela y pigmentos Madera, cuero, colmillo facoquero, caurís, hierro,
75,5 x 25,5 x 22 fibra vegetal y materia sacrificial
1er tercio s. XX 47 x 16 x 16
1er tercio s. XX
Representan al jefe. En su cabeza y vientre se abren sendas cavidades
dentro de las cuales se colocaban sustancias mágicas para conseguir En la parte superior lleva un receptáculo con ingredientes
los efectos deseados y para asegurarse el éxito en la gestión de los mágicos. Acoge los sacrificios que se efectúan a los espíritus,
asuntos propios y, sobre todo, para prevenir enfermedades u obtener sus de gran importancia en la sociedad Luba, cada clan poseía su
curaciones. propia Kabeja.
Fetiche musical Makonde La cabeza, desmontable, servía como tapón del recipiente donde se introducían las ofrendas para
(Tanzania) solicitar fecundidad y buenas cosechas. Una vez colocada la cabeza en su sitio, se cantaba a través de
Madera, pelo, hierro y cuentas de vidrio la abertura del mismo.
161 x 19 x 20
2º tercio s. XX
Fetiche Punu Lundu (Gabón) Fetiche Sagara (Tanzania)
Madera, conchas, tejido, fibra vegetal, cristal, hierro y materia sacrificial Madera, fibras vegetales, plumas, cuentas, metal y hierro
79 x 25 x 34 83 x 25 x 22
1er tercio s. XX 1er tercio s. XX

En el receptáculo del abdomen se guardaban las sustancias mágicas y se Como todos los demás fetiches de este tipo, este bello ejemplar
colocaba un espejo como instrumento para ahuyentar los malos espíritus. reúne las características y propiedades requeridas para una
En el recipiente posterior guarda las sustancias mágicas que garantizan el buena fertilidad.
propicio fin requerido.
Fetiche de fertilidad Tchokwe (Angola) Fetiche sociedad nocturna Teke Kaponya wa
Madera, caracolas (Achatina Fullica), plumas, pwonyi cikungulu (Gabón/R. D. Congo)
caurís, tejido, fibra vegetal y metales Madera, tejido y fibra vegetal
47 x 20 x 19 41,5 x 12,5 x 13
1er tercio s. XX 1er tercio s. XX

La diversidad de materiales que rodean al fetiche, cargados de fuerzas El ngaa es el curandero que domina los genios de la naturaleza
sobrenaturales, se destinaban al bienestar de la comunidad o para que intervienen en la vida humana; utiliza unas estatuillas
resolver problemas personales, para curar enfermedades... protectoras, las mussassi, utilizadas para la adivinación. A los
fetiches se les hablaba, elogiaba, reñía, eran confidentes y
consejeros y el principal compañero de su dueño.
Figura de poder Butti, Teke (R. D. Congo) Nkisi “buena caza” Vili (R. D. Congo)
Madera, fibra vegetal, tejido, materia sacrificial y espejo Madera, piel, fibra vegetal, cristal, hierro y materia sacrificial
47 x 22 x 16 48,5 x 20,5 x 17
1er tercio s. XX 1er tercio s. XX

Los Butti contienen reliquias de un antepasado concreto y, por tanto, Los nkisi son utilizados por los nganga (brujos), transmisores de
detentan su poder, pero no son retratos y por tanto pueden sustituirse sus la voluntad del nkisi a través de los ritos de magia y consultando
reliquias por otras. La sustancia que llevan dentro (bonga) es la fuente de los oráculos. En este caso, eran propiciatorios, antes de la
su poder; puede contener pelos, uñas… Uno de sus usos es proteger a partida de los cazadores de la aldea.
los niños hasta la pubertad.
Nkisi Nkondi “Kozo” Basenji Belul Vili Khosi janus Phuungu Yaka
(R. D. Congo) (R. D. Congo)
Madera, hierro, caurís y materia sacrificial Madera, fibra vegetal y tejido
30 x 26 x 50 55,4 x 19,5 x 18
1er tercio s. XX 1er tercio s. XX

Fetiche de la región de Bajo Zaire. Nkondi es un vocablo que significa Estas estatuas se conservaban en un recinto especial reservado
“cazador”, y nkisi malanda, “el que persigue”, o kozo (perro). Para los a los jefes. Llevan el típico peinado de los jefes Bweni.
bakongo los perros tienen un poder visionario que les permite oler los
espíritus de la noche y a las personas con malas intenciones.
Khosi Yaka (R. D. Congo) Nkisi Nkondi siameses albinos, Yombe
Madera, caurís, plumas, fibra vegetal y hierro (R. D. Congo)
65,5 x 19 x 22 Madera, hierro, materia sacrificial y pátina
1er tercio s. XX 66 x 27,5 x 21
2º tercio s. XX

La deformación de la nariz es típica de los Bayaka occidentales. Los Este fetiche nunca maléfico, hace de intercesor. Los clavos
objetos colocados en la cintura y la espalda contienen sustancias mambu sirven para despertar el espíritu que los habita.
mágicas. Se utilizan para la adivinación y como medios de protección.
Cada estatua tiene su propio nombre y se utiliza para propósitos
concretos.
La mujer
[ La mujer ]

Callada, fuerte
y musa inspiradora
Ella es la absoluta protagonista del arte africano. Mujer-madre, mujer-reina, mu-
jer-trabajadora, mujer-fertilidad… La inmensa mayoría de las manifestaciones
artísticas del continente contienen a la mujer, que desempeña una labor callada
y firme en cada una de las distintas comunidades.

Pero además, ella es la expresión máxima de belleza. Sus pechos, sus brazos,
la expresividad de su cuerpo erguido o genuflexo, sus adornos… Todo ello es
fuente inagotable de creación para el artista.

La mujer, sostén primero y último de la familia.

La mujer, trabajadora callada y fuerte.

La mujer, belleza sinuosa y, en consecuencia, inspiración y musa de la creación


artística…

Son distintos.

No son distintos.
Nyeleni Bamana (Mali) Usadas en las ceremonias de iniciación de la asociación dyo. Los jóvenes iniciados recorren las
Madera, aluminio y hierro aldeas vecinas para indicar su entrada en la edad adulta y casadera. La forma del cuerpo y las
40 x 12,5 x 12 escarificaciones representan el ideal de belleza femenino de los Bamana.
1er tercio s. XX
Blolo Bian Baulé (Costa de Marfil) Escultura Chamba (Nigeria)
Madera y talco Madera, huevo, plumas, pátina y materia sacrificial
59 x 14 x 16 60,3 x 12,5 x 13,8
1er tercio s. XX 1er tercio s. XX

Las figuras Baulé responden a dos tipos: unas representan a los Algunas de estas estatuillas de talla pequeña se clavaban en la
habitantes del otro mundo (Blolo o Waka sona) y otras se fabrican tierra sobre un vástago de hierro para proteger a los habitantes
para albergar a los espíritus de la naturaleza (Asie Usu). Se colocan en de la aldea. También se cree que son utilizadas en el culto a los
pequeños altares domésticos o en los campos. antepasados o para la adivinación.
Figura de mujer Lü Ma, Dan (Costa de Marfil) Plato de adivinación Koro (Nigeria)
Madera y pigmento blanco Madera, semillas y pigmento rojo
53,7 x 18,8 x 9,7 55 x 16,4 x 15,5
1er tercio s. XX 1er tercio s. XX

Lü Ma es “ser humano de madera”. Retrato femenino de ideal de Se utilizan para beber el vino de palma en las ceremonias de los
belleza; también de esposa favorita. Servían como objetos de prestigio sacrificios y, después de los funerales, para celebrar la llegada
y eran encargadas por hombres poderosos a los mejores escultores. de los difuntos al más allá. También se cree que puede haber
Permanecían dentro de las casas y sólo se sacaban para honrar a los servido como contenedor de sustancias medicinales.
invitados. Se suponen asociadas al poder espiritual de la fecundidad.
Escultura Eket (Nigeria) Figura de antepasado femenino que representa la fertilidad. Se cree que la forma redondeada de la
Madera y pigmentos cabeza puede hacer referencia a la luna; el simbolismo lunar es importante entre los Eket.
49 x 21 x 11
s. XIX
Duntundara Bateba Phuwé, Lobi Máscara-casco Sowei de la sociedad
(Burkina Faso) femenina Bundu-Sande, Mende (Sierra Leona)
Madera y caolín Madera patinada y fibras vegetales
48,5 x 10,5 x 11,5 48,5 x 32 de diámetro
1er tercio s. XX 1er tercio s. XX

En las ceremonias comunales recurren a unos fetiches denominados Ejemplifica los ideales Mende de perfección moral y belleza
bateba, que son esculpidos a instigación de un espíritu que protege y física. Aparecen en rituales de iniciación, funerales, entronización
vela por el bienestar de su dueño. Estos fetiches son guardados en un de jefes... Los anillos del cuello pueden simbolizar bienestar
espacio sagrado de la casa, al abrigo de los extraños. y fecundidad. Durante el retiro de la iniciación, las jóvenes
aprendían las reglas de conducta que dirigían su vida.
Figura Kakungu Metoko Eyema Bieri Fang N’tumu
Zona de Ubundu (R. D. Congo) (Gabón-Guinea Ecuatorial)
Madera, semillas y pigmentos Madera, metal, pátina y negro de humo
51,5 x 14,5 x 12 52 x 16 x 16
1er tercio s. XX 1er tercio s. XX

Figura Kakungu. Estas esculturas son objetos de jerarquía y condición, El Bieri Fang, reproduciendo las proporciones del recién
representan a un anciano dignatario y son utilizadas en la iniciaciones y nacido, da pie a la continuidad que reflejan las tres clases de
después colocadas, temporalmente, sobre la tumba de un difunto iniciado la sociedad: los no nacidos, los vivos y los muertos, siendo el
de alto rango. eje de la sociedad como salvaguarda de los vivos y asimismo
propiciatorio de la vida futura, vinculándosele a los ritos y la
participación social.
Igalagana o Supa Mumuye Aunque la función de estas esculturas es confusa, se piensa que fueron utilizadas en los ritos de
(Nigeria) adivinación, para la curación, la protección, la petición de lluvia, asegurar mejores cosechas y asuntos
Madera y clavo judiciales. Para infundirles fuerza vital, son colocadas junto a los cráneos de los antepasados más
127,5 x 14 x 14,5 importantes.
1er tercio s. XX
Mboko Mitabwa Hemba (R. D. Congo) Mboko N’Dengese (R. D. Congo)
Madera, pigmento rojo y clavo Madera y pátina
42 x 20 x 21 55 x 12 x 16,5
1er tercio s. XX 1er tercio s. XX

Son estatuas del primer antepasado femenino. Tienen la función de


ayudar a las parturientas. Se las coloca delante de las chozas de las
jóvenes madres para que los que pasan puedan poner en ellas sus
ofrendas. También se les atribuyen funciones terapeúticas y protectoras,
que ejercerían, en virtud de medicinas guardadas en su interior.
Escultura Punu Lundu (Gabón) Mikisi Tabwa (R. D. Congo)
Madera, esteatita y pátina Madera y pátina
42,5 x 17 x 16 55 x 16 x 17
1er tercio s. XX 1er tercio s. XX

Las esculturas figurativas, raras entre los grupos del río Ogowe, Los tabwa esculpían estatuas para representar a sus
son fundamentalmente propiciatorias y coronan las reliquias de sus antepasados (mipasi) y eran propiedad del jefe y del brujo. Esta
antepasados. Aparecen durante los rituales fúnebres, ceremonias de figura, mikisi, lleva “medicinas” en una cavidad en lo alto de la
iniciación o ritos mágicos. cabeza. Las escarificaciones, triángulos emparejados, simbolizan
el renacimiento y la continuidad de la vida.
Escultura Senufo Estas esculturas, que representan a la joven mujer llamada Tie, se utilizan en las iniciaciones femeninas
(Costa de Marfil) y constituyen un símbolo prometedor de futuros nacimientos.
Madera, pigmento y esteatita
97 x 24 x 32
s. XIX
Mombe Tsogho (Gabón) Escultura Yombe Kongo (R. D. Congo)
Madera, pátina y esteatita Madera y pátina
47,8x19x17,3 26,3 x 11,2 x 13,5
1er tercio s. XX Principios s. XX

Estas estatuillas se alineaban en el interior del templo ebanza, lugar sólo Las mujeres son un símbolo importante Yombe, ya que ellos las
frecuentado por los hombres y donde se guardaban todos los objetos consideran no sólo una fuerza que nutre, sino también videntes y
para el ritual del bwiti. Se utilizaban en los funerales, y en los rituales para guardianas del espíritu.
las nuevas cosechas.
La madre
[ La madre ]

Madre África,
madre de todos
La madre en África es el motor mismo de la idiosincrasia del continente. Obvian-
do las considerables diferencias entre etnias, donde la idea de maternidad varía
según los clanes y tribus, la figura de la madre en África va mucho más allá de la
idea primera de mujer embarazada o mujer con niño: es la representación global
y no individual de la madre.

La escultura de una maternidad, sea cual sea, es la idealización de la mujer


ancestro, la fundadora de un linaje, de una tribu, de miles de humanos que van
sucediéndose generación tras generación manando de esa fuente de fertilidad
primigenia.

No busquemos expresividad en los rostros. No es la madre que sufre por su hijo.


Es la madre que amamanta, que nutre, que crea. Es el vientre, el pecho rebosan-
te de alimento, los brazos que sostienen más que abrazan. No es UNA madre:
es la madre de TODOS.

Una madre que sostiene al hijo en brazos sin apenas expresión en el rostro. Llá-
mala madre africana, llámala madonna, virgen María…

Son distintos.

No son distintos.
Estatua Attie (Costa de Marfil) Estatua Baulé (Costa de Marfil)
Madera con pátina Madera con pátina
75,5 x 16,5 x 19,5 53 x 16,5 x 17
1er tercio s. XX s. XIX

Esta escultura simboliza la continuidad, a través de ella, desde los Representan al esposo “espiritual” que para ser apaciguado
ancestros al nuevo brote humano, y promueve la fertilidad. exige la creación de un altar en la cabaña personal del individuo.
Un hombre poseerá su esposa blolo bian y una mujer su esposo
blolo bla, que llevarán consigo en todos sus desplazamientos.
Estatua Bamileke (Camerún) Retrato de la esposa del fon (monarca) con su primer hijo. La figuras aparecen embarazadas o
Madera amamantando a un bebé, mostrando así su necesaria contribución a la prosperidad de la realeza y de
98 x 26 x 21 toda la comunidad. Se utilizaban en ritos de entronización del fon.
ss. XIX a XX
Escultura D’Jenne (Mali)
Piedra arenisca
30 x 14,5 x 17
ss. XVI-XVIII
Estatua Wakara Dogón Maternidad Nong. Sociedad Sandogo.
(Mali) Senufo (Costa de Marfil)
Bronce Madera con pátina
29 x 7 x 10 78 x 27 x 27
Principios s. XX 1er tercio s. XX

Se desconoce la verdadera función de estas maternidades. Se cree que el Esta maternidad se considera un símbolo debido a la copa,
uso de dichas figuras estaba relacionado con los problemas de esterilidad que contiene sustancias mágicas, y es utilizada por la sociedad
de alguna mujer, pero también pudieron ser empleadas en las ceremonias secreta de mujeres adivinas Sandogo. Se utilizaba en los juicios
funerarias celebradas en honor de las mujeres difuntas. adivinatorios y en los ritos de fertilidad.
Estatua Kongo Sundi La estatua puede representar a la mujer de un jefe presentando ante su marido a su primer hijo muerto.
(R. D. Congo) Parece que se utilizaron en ritos de adivinación o en ceremonias que más bien se relacionaban con la
Madera con pátina costrosa fecundidad.
55 x 21 x 25
s. XIX
Estatua Lwena (Angola) Figura femenina con tocado real. Los Lwena son una sociedad matriarcal, por lo que la mayoría de las
Madera patinada esculturas representan a ancestros femeninos o espíritus guardianes.
45 x 16 x 12
2º tercio s. XX
Estatua Makonde En África oriental estas piezas son normalmente rituales y representativas del ancestro materno de la
(Tanzania-Mozambique) tribu. Según algunos autores, las figuras femeninas que portan niños a la espalda podrían representar a
Madera, pelo, caurís, conchas, la madrina que transporta así a la iniciada en los ritos de iniciación.
tejido y cuentas de vidrio
86 x 26 x 26,5
1er tercio s. XX
Estatua Protodogón (Mali) La posición arrodillada es la de la súplica y el agradecimiento al dios Amma; estas figuras aparecen
Madera patinada durante los funerales de las mujeres y en los sacrificios que propician la fertilidad.
86,5 x 14 x 16
ss. XVII a XVIII
Estatua Punu (Gabón)
Madera policromada y talco
82 x 24,5 x 25,5
ss. XIX a XX
Estatua Munki de la fertilidad La cara cubierta de clavos recuerda la viruela, frecuente en esta región, y los elementos metálicos
Songye (R. D. Congo) sobre el rostro o el cuerpo aumentan su poder mágico. Estos fetiches, fundamentales en los ritos de
Madera, cuerno, piel, plumas, tejido y cobre fecundidad, podrían ser utilizados como amuletos contra el rayo.
94,7 x 37 x 27,5
1er tercio s. XX
Estatua Tchokwe Estatua Tikar
(Angola) (Camerún)
Madera y pátina Madera con pátina
88 x 16 x 18 42,5 x 20 x 16
1er tercio s. XX s. XX

Figura con poderes curativos que representa la esposa de un jefe.


Estatua Vuvi (Gabón)
Madera policromada y talco
71,5 x 17 x 17,5
1er tercio s. XX
Phemba, Yombe Kongo (R. D. Congo) Estatua Edo-Nao, Yoruba (Nigeria)
Madera con pátina Madera patinada y policromada
53 x 17 x 16 63 x 18 x 18
1ª mitad s. XX ss. XIX a XX

Madre amamantando a su hijo, símbolo de la continuidad. Es Algunos pueblos Yoruba utilizan estas figuras tanto para la
característico de la región Mayombe el tocado puntiagudo o en forma de fertilidad de la tierra como para los ritos de fecundidad de
tiara de los nobles. La boca entreabierta enseñando los dientes mutilados las mujeres. A veces se situaban este tipo de estatuas en las
según costumbre tribal, son características del estilo yombe. entradas de los santuarios de las divinidades.
Estatua Yoruba Ododua (Nigeria)
Madera y pátina costrosa
78 x 34 x 40
s. XIX
Las jerarquías
[ Las jerarquías ]

El linaje,
el poder
Jefes de tribus, jerarcas, mandos en torno a etnias patrilineales o matrilineales...
Las diversas etnias africanas se estratifican de mil modos diferentes, aunque a
menudo prevalecen como valores preeminentes el linaje, la edad (símbolo de
experiencia y sabiduría) y la religión.

Al jerarca se lo venera y se le rinde culto; la representación de su figura, sedente


o de pie, forma parte de la iconografía de la mayoría de sus pueblos. Al jefe se le
pide consejo, incluso cuando no está físicamente junto a sus súbditos, y con las
esculturas se escriben verdaderos libros de historia.

Tronos o bastones de mando son otros elementos jerárquicos de los que pode-
mos disfrutar en esta muestra. Todo, al fin, simboliza el poder en las diferentes
tribus.

Jerarcas a los que se rinde tributo, sociedades organizadas en torno al linaje,


objetos que simbolizan su poder.

Son distintos.

No son distintos.
Familia real Bamún (Camerún)
Madera con pátina, hierro, cauris y cristal
45,5 x 48 x 24,5
1er tercio s. XX
Pareja real Bangwa (Camerún) Máscara Tsembambu o Katso de la región de
Madera y pátina costrosa Bamendjou Sociedad Kah, Batcham (Camerún)
108 x 25 x 24,8 - 106 x 27 x 22 Madera y fibra vegetal
s. XIX 58,2 x 34 x 31,5
1er tercio s. XX
Figuras conmemorativas hechas para la corte.
Los retratos reales conocidos como lefem son figuras de antepasados Simboliza el poder ejecutivo del rey e instrumentos de control
reales. Son tratadas con la misma consideración que los personajes social. Uno de los miembros de la sociedad danzaba con la
reales que representan. Símbolos de poder y de la historia de la dinastía, máscara delante del fon (rey) en todas sus apariciones oficiales.
estas tallas son guardadas por las sociedades secretas. Pueden exhibirse También aparecía en el curso de los funerales del monarca y con
con ocasión de funerales y cultos reales. ocasión de la elección del heredero al trono.
Estatua Asea, Bembe Figura tallada que actúa en los niveles más altos de la iniciación. Concluida la circuncisión, actúa como
(R. D. Congo) una ilustración de principios legales y morales y sólo está en posesión de los miembros masculinos
Marfil titulares de los grados superiores dentro de la sociedad.
13 x 4,5 x 5
s. XIX
Oba Benin (Nigeria)
Bronce
52,5 x 16 x 14
s. XVII-XVIII
Figuras de reyes de Benin (Obas) con traje de ceremonia y las insignias de su rango completas. Sus
Oba Benin (Nigeria) personas estaban muy ligadas a la fertilidad y a la prosperidad. Estas piezas se hallan peraltadas por
Bronce una basa, que recuerda la antigua convicción de que los pies del Oba estaban cargados de una gran
56,7 x 16,3 x 14 fuerza y jamás debían tocar el suelo, pues el menor contacto con él ocasionaría perturbaciones y
s. XVII-XVIII devastaciones en toda la Tierra.
Máscara-yelmo Tshibangabanga, Binji Cofre Dogón (Mali)
(R. D. Congo) Bronce
Madera, pátina, pelo, plumas, semillas y fibras vegetales 28 x 20 x 54
34 x 40 x 56 s. XIX
1er tercio s. XX
Detentativo del jefe, en origen se utilizaba para guardar
Uilizada por el maestro del campamento de iniciación. medicinas o elementos mágicos, pasando a posteriori a ser
usados como tabaquera.
Escultura D’Jenne (Mali)
Piedra arenisca
29 x 11 x 26
ss. XVI-XVII
Pareja real Dogón-Bombou Toro Representación de la pareja primordial, que según sus mitos, es de la que provienen otras tres parejas
(Mali) que dan origen a los ocho ancestros del linaje. Esta clase de figuras recibían sacrificios con la finalidad
Madera, cobre y pátina blanca de proteger a la comunidad de desastres de todo tipo.
190 x 50 x 48
s. XX
Trono Dogón (Mali)
Madera y pátina
101 x 56 x 78
1er tercio s. XX
Trono Gurunsi-Grupo Zavara (Burkina Faso) Efigie de rey Kuba-Bushongo
Madera (R. D. Congo)
104,3 x 46,5 x 39,4 Madera patinada
1er tercio s. XX 54,2 x 16,5 x 17
s. XIX

El rey, de origen divino, estaba dotado de poderes


sobrenaturales; aseguraba la fecundidad de las cosechas, el
éxito en la caza, la lluvia y el nacimiento de los niños. Estas
figuras, ndop, se guardaban en los palacios como monumentos
conmemorativos y, en ausencia del rey, su representación era
cuidada por las esposas reales.
Igbile masculina Ijo (Nigeria)
Madera patinada y talco
83 x 16,5 x 17,5
1er tercio s. XX
Remates de máscara Igbile (espíritu del río). Se sacaban para invocar la ayuda de Igbile contra la
Igbile femenina Ijo (Nigeria) expedición punitiva inglesa de 1897.
Madera patinada y talco
69 x 19 x 21,5
1er tercio s. XX
Escultura de mujer Jiji o Tongwe
(R. D. Congo)
Madera, calabaza y hierro
69,5 x 33 x 22
2º tercio s. XX

Escultura de hombre Jiji o Tongwe


(R. D. Congo)
Madera, calabaza y hierro
74 x 35 x 26
2º tercio s. XX
Efigie de reina Oku (Camerún) Bastón Nvuala Yombe Kongo
Madera (R. D. Congo)
111 x 37 x 37 Madera y pátina
s. XIX 26 x 4,3 x 4,5
s. XIX
Efigie de rey Oku (Camerún)
Madera Eran utilizados por los mensajeros como portadores de la
108 x 40 x 35 palabra del rey, sosteniéndolo en la mano como su símbolo.
s. XIX Representa a la esposa, indicado por sus escarificaciones y su
actitud sumisa. Algunos de estos bastones contenían reliquias.
Máscara Giphogo Minyawi Representa el poder del jefe y forma parte de su tesoro. Con la danza de esta máscara el jefe reafirma
Phumbu Nfumu, Pende su autoridad. La estética total de la máscara es para infundir temor. Danza en contadas ocasiones,
(R. D. Congo) cuando el jefe está enfermo o cuando hay problemas en la comunidad.
Madera policromada
103 x 36 x 29
1er tercio s. XX
El disfrute
de los sentidos
[ El disfrute de los sentidos ]

La música
que une y libera
No todo es religión ni pensar en muerte o vidas futuras y pasadas. Desde hábitos
cotidianos como el fumar hasta artes como el teatro de marionetas y, sobre todo,
la música, tienen cabida en los objetos expuestos en esta sala.

Para la mayoría de las etnias, la música forma parte de ritos de diversa índole, y
se vive en permanente contacto con ella. La música es, al fin, el mayor disfrute
de los sentidos en una sociedad que se agrupa para vivir en comunión todo tipo
de eventos.

Arpas, tambores, trompas, cajas: la música constituye una fuente de placer úni-
ca, que termina por agrupar a todos los miembros del clan. Música como libera-
ción del espíritu, y música también como ritual.

Son distintos.

No son distintos.
Pipa real Bamileke y 9 más Existen dos categorías: las pipas de pequeño tamaño, que se fuman; las pipas ceremoniales, que no
Varias épocas y etnias se encienden nunca sino que solamente se llevan en la boca, de grandes dimensiones y exhibidas en
las solemnidades de culto.
Arpa Bamun (Camerún)
Madera, cuerda, cuero y fibras vegetales
61 x 67 x 28
s. XIX
Tambor Bena Lulua
(R. D. Congo)
Madera y fibra vegetal
106 x 35,5 x 23
1er tercio s. XX
Marioneta Maaniw, Bozo (Mali) La marioneta (sogow) es la mitificación de la esposa perfecta. En su puesta en escena, suelen
Madera policromada acompañarlas palmas, danzas y cantos.
119 x 41 x 26
s. XX
Máscara Dan
(Costa de Marfil) Máscara-mono o máscara-bufón utilizada en ceremonias para enfadar y molestar con palos de madera
Madera a la audiencia. A pesar de este supuesto cometido, nadie puede reírse en su presencia sin que se le
51 x 32 x 26,5 imponga un fuerte castigo.
s. XIX
Tambor Bajo Kongo (R. D. Congo) Tambor Kuba (R. D. Congo)
Madera y restos incrustados Madera, piel, cobre, tejido y pátina
58 x 23 diámetro 60 x 31 x 29
1er tercio s. XX Principios s. XX

Cuando un rey Kuba accedía al trono se le construía un tambor


para su uso exclusivo, llamado Pel Ambish.
Trompa Lega Warega
(R. D. Congo)
Madera, piel, aluminio y metal
1,20 x 16,5 diámetro
1er tercio s. XX
Tambor Lobi (Burkina Faso)
Madera, piel y tachuelas de latón
106 x 27 x 25,5
1er tercio s. XX
Arpa Kundi Mangbetu (R. D. Congo) Arpa Songye (R. D. Congo)
Madera, cuero, cuerda y cobre Madera, cuerda y tachuelas
40 x 17,5 x 62 100 x 23 x 52
Último tercio s. XX 2ª mitad s. XX

De este instrumento se servían músicos ambulantes para acompañar, En la ornamentación de los instrumentos, las figuraciones
sus gangosos cantos. También constituían objetos de prestigio y antropomorfas son las más numerosas. Los africanos definen a
símbolos de estatus y eran poseídos por reyes, adivinadores, cuentistas o menudo los sonidos por comparación con la voz humana.
historiadores orales que residían en la corte.
Trompa Ovimbundu-Iniciación
femenina (Angola)
91 x 19 diámetro
1er tercio s. XX
Estatua Pombibele.
Sociedad Poro. Senufo Esta pieza es la gran baqueta con la que se golpea el gran tambor, que es la madre tierra, propiciatoria
(Costa de Marfil) de fecundidad, simbolizada por los grandes pechos y la enfatización del ombligo. Utilizada en los ritos
Madera iniciáticos por los miembros del Poro siguiendo el ritmo de los tambores y trompas.
141 x 16 x 20
1er tercio s. XX
Tambor de ranura Tabwa (R. D. Congo) Tambor Mukupela, Tchokwe (Angola)
Madera y cuerda Madera y tejido
31 x 59 x 13 53,5 x 23,5 x 27
2ª mitad s. XX 1er tercio s. XX

Tambor de forma trapezoidal que el músico lleva colgando del hombro,


inclinado hacia delante.
Caja Mucomba, Tchokwe (Angola) Tambor (R. D. Congo-Uganda)
Madera y fibra vegetal Madera
40 x 55 x 21,6 92,5 x 56,5 diámetro
1er tercio s. XX 1er tercio s. XX
Sanza Zande (R. D. Congo) La Sanza es un instrumento que encontramos muy difundido en todo el Zaire. Se utiliza para
Madera y metal acompañar canciones de entretenimiento; en tiempos pasados también acompañaba canciones de
71,7 x 30,8 x 14,7 marcha. Permitía al músico una identificación íntima con su instrumento, al entrar por el sonido en
1er tercio s. XX comunicación con lo sobrenatural.
Vida cotidiana
[ Vida cotidiana ]

Útiles para
el día a día
Copas para beber. Cucharas para comer. Escaleras para subir a rincones inac-
cesibles. Puertas y cerrojos de graneros para guardar el grano. Morteros para
triturar los alimentos. Escudos y cuchillos para la defensa. Peines para atusarse el
cabello. Fuelles para avivar el fuego. Reposacabezas. Trajes rituales. Recipientes.
Camas de partera, para que la mujer dé a luz y el hijo la vea por primera vez.

La cotidianidad de todos estos objetos no los hace necesariamente austeros.


Más bien al contrario: la ornamentación, el hecho de convertirlos en objetos
decorativos más allá de útiles diarios, los hace distinguidos, especiales. Pregun-
tadle al hombre occidental si prefiere la cubertería más sobria o la de diseño…

Son distintos.

No son distintos.
Copas Bembe y otras etnias Cucharas Po Dan y otras etnias
Varias épocas y etnias
Las cucharas de talla más reducida no tienen una función
Estas piezas eran utilizadas para servir el vino de palma en ciertas ceremonial, sino que, como todo objeto refinado, contribuyen a
ceremonias y rituales. Se incluían dentro de la categoría de objetos de afirmar el elevado nivel social de su propietario. Entre los Dan, la
prestigio. Entre los Lulua, las figurillas en cuclillas con un recipiente en la mujer que se haya distinguido por su hospitalidad y generosidad,
cabeza servían al cazador como caja de cáñamo; se la ataba a la cintura es dueña de una soberbia cuchara Po en madera tallada
y le hablaba, cosa que le traía suerte. En el ritual de la caza, se daba de (wunkirmian) que tiene el poder de dar riqueza y fama, y confiere
comer a la estatua, que asistía a la caza sobre un montículo de tierra. una autoridad real sobre las demás mujeres. Entre los Zulú, la
adquisición de la primera cuchara marcaba para la mujer joven
que acababa de tener su primer hijo el inicio del periodo en el
que tenía su hogar y cocinaba para su marido.
Máscara Wobe gle Dan de la La fuerza vital du que envía Zlan, el creador, se manifiesta, a veces, a través de las máscaras. El espíritu
sociedad secreta nocturna Zlan se materializa y se transforma en un gle con intervención en la vida de la comunidad. Cada gle tiene un
(Costa de Marfil) tipo de actividad social o de diversión.
Madera, pelo, fibras vegetales, tejido y metal
34 x 24 x 17,5
1er tercio s. XX
Máscara Kulere de la ceremonia Munja Chamba Mortero Fang (Gabón)
(Nigeria) Madera y fibras vegetales
Madera, pátina, pigmentos y materia sacrificial 51 x 36 diámetro
56 x 22 x 21 s. XIX
s. XIX

Pieza original utilizada únicamente dos días al año para honrar al espíritu
de los muertos. También se utiliza para la iniciaciones, para impartir
justicia, para la curación, en las guerras. Se cree que puede controlar las
fuerzas de la naturaleza.
Escalera del Hogon He Dogón Puesta en la ubicación de su morador, representa la jerarquía del Hogon o jefe de prestigio. El detalle
(Mali) diferenciador lo marcan las figuras de ancestros talladas en la parte superior.
Madera
2,62 x 42 x 14
1er tercio s. XX
Cerradura Dogón (Mali)
Madera y hierro
34,7 x 30x 5,5 La finalidad de las puertas y las cerraduras de los graneros es la de proteger la cosecha familiar, el
2º tercio s. XX bien más preciado de la familia. Esta protección física se elabora por medio de la protección mágica,
cuyo símbolo son las formas esculpidas de las cerraduras y las puertas; las hileras de antepasados
Puerta de granero Dogón (Mali) simbolizan una enorme fuerza mágica colectiva que, según los Dogón, bloquea la puerta. En algunas
Madera, pátina, clavos y metal puertas de graneros están representados unos pechos y un lagarto, que simbolizan la fecundidad y el
64 x 42 x 4 crecimiento.
1er tercio s. XX
Máscara Ekeleke y traje ritual iniciación Igbo Máscara y traje ritual Pende
(Nigeria) (R. D. Congo)
Principios s. XX
Máscara: Madera, talco oxidado, pigmento rojo y pátina costrosa
34 x 23, 5 x 17 Máscara Mbuya: Madera, pátina y fibras vegetales
1er tercio s. XX o anterior 28 x 22 x 12,8

Traje ritual: 1,74 de largo Traje ritual: Fibras vegetales tejidas


1er tercio s. XX 1,55 de largo

Las máscaras, portadas por bailarines masculinos de la Sociedad Mwo, Tipo de máscara de danza mbuya de los Katundus, usada en la
representan el espíritu femenino. Vestidos con trajes de retales en color ceremonia de iniciación, cuya finalidad era divertir al público. Las
rojo y amarillo, llevan pechos artificiales unidos al vestido y asocian de este representaciones que se ejecutan con estas piezas son escenas
modo la fertilidad humana con la tierra. El público, excitado y enfervorizado, cortas que enseñan lecciones morales y refuerzan los principios
ve en ellos a los espíritus de los muertos y, por tanto, a sus antepasados. religioso-políticos de los Bapende. Los modelos más conocidos
Las máscaras recorren la aldea, entran en las casas para hacer regalos... ilustran fisonomías del payaso, el adivino, el epiléptico, el
Las ceremonias de iniciación tienen lugar durante la noche y los aspirantes, extranjero, el huérfano, la prostituta...
acostados con la cara contra el suelo, son pisoteados por las máscaras y
luego se les conduce al país de los muertos.
Escudo Mafa Matacan Kirdi (Camerún) Máscara Kantana, búfalo,
Madera y piel rito Mangan, Mama (Nigeria)
69 x 49 x 5 Madera, pigmento rojo y azul y materias sacrificiales
s. XIX 47 x 30 x 16
s. XIX

El búfalo simboliza la potencia. Máscara usada en los cultos


de la asociación mangam, tenía entre sus fines la preservación
del orden social, aplacar los espíritus de los antepasados y la
celebración de los rituales agrarios para asegurar una buena
cosecha.
Cuchillo Byongi Konda (R. D. Congo) Peines
Madera y hierro Madera
82 x 27,5 x 5,3 Hemba (R. D. Congo) 28,5 x 7 x 3,5
1er tercio s. XX Kwere (Tanzania) 28,5 x 9 x 3
Makonde (Tanzania) 26,5 x 5,8 x 5,5
Arma de parada, utilizada en los ritos de iniciación, también portada por 2º tercio s. XX
las mujeres y, completamente inapropiada para el combate. En el Zaire
no era necesario que una espada fuese funcional: bastaba con que
proclamase el rango de su poseedor.
Máscara Ekuk Kwuele La máscara Ekuk, que representaba el antílope con dos grandes cuernos, significa al mismo tiempo
Sociedad Bwete (Gabón-Kongo) “espíritu del bosque”. Escondidas en el bosque, y mientras los hombres salían de caza, las máscaras
Madera, caolín, pigmentos y pátina llegaban al poblado e iniciaban los bailes y los cantos, incorporándose los hombres que volvían
45 x 41 x 8 cargados con sus presas de caza.
1er tercio s. XX
Cariátide Luba (R. D. Congo) Considerados los receptáculos del espíritu de cada rey, figuran entre los más importantes objetos de
Madera y pátina prestigio utilizados por la realeza y aparecían en raras ocasiones para expresar el poder del monarca.
31 x 19 x 18,5 También los jefes utilizaban estos asientos para impartir justicia o en conferencias.
1er tercio s. XX
Máscara de iniciación N’kanu del Utilizada en los ritos de iniciación llamados Nkanda o Mukanda. El tema dominante del ritual es la
rito Nkanda o Mukanda muerte y el renacimiento simbólico de la persona (nkanda), que comienza como un niño y cuando
(Angola y R. D. Congo) termina la celebración ritual entra en la sociedad como un adulto. En la ceremonia, el gran maestro de
Madera, piel, pigmentos y fibras vegetales la iniciación suele portarla como distintivo.
59 x 33 x 40
1er tercio s. XX
Fuelle de forja Punu (Gabón) Realizados por los miembros masculinos de la comunidad, deben mantenerse fuera de la vista
Madera, piel y pigmentos de mujeres y niños. Las dos cavidades de los fuelles desprovistos de la piel simbolizan los senos;
75 x 38 x 27 las toberas representan las piernas. Aseguran la ventilación necesaria para mantener el fuego
1er tercio s. XX ininterrumpido durante varios días y son utensilios de comercio.
Reposacabezas Luba Shankadi Sub-tribu (Luba) de los Shankadis. Su arte es notable por la obra de un maestro africano de la
(R. D. Congo) miniatura: el maestro de los peinados-cascada. Utilizados para la adivinación y para la protección de
Madera patinada peinados muy elaborados que llevaban las mujeres de la corte.
30,5 x 13,5 x 18
s. XIX
Recipiente Lamekaha Senufo Las figuras portadoras de copas suelen utilizarse para la adivinación; entre sus diversos rituales
(Costa de Marfil) destacan los destinados a propiciar la lluvia, especialmente preciada para las mujeres, encargadas
Madera y negro de humo de las tareas agrícolas. El recipiente que sostiene la figura permite depositar ofrendas o ingredientes
67 x 12,5 x 14 mágicos, revelando de este modo la función ritual de la pieza.
Principios s. XX
Cama de partera Tongwe o Jiji Esta cama de partera no sólo hacía las funciones propias de ayudar a las madres a traer al mundo a
(R. D. Congo) sus hijos; se utilizaba también como altar de bendición. Aquellas mujeres que deseaban engendrar
Madera, pátina y metal hijos se acostaban en ella para propiciar la fertilidad.
163,5 x 43 x 40
1er tercio s. XX
Bibliografía
general
Bibliografía general

EXPOSICIONES

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África. Colecciones privadas de Barcelona, Fundación Francisco Godia

África. El legado eterno, Sala de Exposiciones Estación Marítima, La Coruña,


2001

África, el universo femenino, Oba. African Art Gallery, Barcelona, 2004

África: magia y poder. 2500 años de arte en Nigeria, Fundación La Caixa, 1998

African Mask, from the Barbier-Muller Collection, Munich-London-New York,


2004

Art Africá, Fundació Bancaixa, 2001

Arte Africano: la tercera dimensión, Fundación Eugenio Granell, Santiago de


Compostela, 1999

Arte del país dogón, Castell de Bellver, Palma de Mallorca, 1994

Arte Negro. Los pueblos de África, Pierre Fontaine, Palacio de Exposiciones y


Congresos de Castilla y León, Salamanca, 1996

Arte negro africano, Sala de Santa Catalina del Ateneo de Madrid, 1968

Arte tribal en el África negra, Antiguo convento de las carmelitas, Cuenca, 1992

Catalogue de l’exposition permanente, Le Musée National du Mali, Bamako,


2006

En el país del río Zaire, Sala Amós Salvador, Logroño, 1996

Enigmáticos Dogón, Sala de Exposiciones Glendonwyn, Madrid, 2003


Fang, Musée Dapper, París, 1991

Forma y valor. Monedas africanas tradicionales, Centro Cultural Conde Duque,


Madrid, 2008

Joyas del Níger y del Benue, Museo Casa de la Moneda, Madrid, 2003

La cara de lo invisible, Sala de Exposiciones Glendonwyn, Madrid, 2003

Madre África, Centro Cultural Conde Duque, Kerr Museum Productions, Nueva
York, 2002

Magies, Musée Dapper, París, 1997

No te olvides de África, Cabildo de Lanzarote, Lanzarote, 2000

Orígenes. Artes primeras, Centro Cultural Conde Duque, Madrid, 2005

Símbolos Bambara, Sala de Exposiciones Glendonwyn, Madrid, 2003

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Bargna, Ivan: Arte africano, Madrid, 2000

Bognolo, Daniela: Lobi, Milán, 2007

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Diakonoff, Serge: L’âme de l’Afrique. Masques et sculptures, París, 2006

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Joubert, Hélène: L’art africain, París, 2006

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Massa, Gabriel: La maternité dans l’art d’Afrique noire, Editions Sépia 1999

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Mbana, Joaquín: Brujería fang en Guinea Ecuatorial: El Mbwo, Madrid, 2004

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Wastiau, Boris: Chokwe, Milán, 2006

Willett, Frank: Arte africano, Barcelona, 1999


Agradecimientos
Agradecimientos

Juan José Martín Andreu NUESTRA GRATITUD


y Puri Ruiz
Queremos, a sabiendas que no le gustará esta referencia y dándonos por rega-
ñados, valorar muy notablemente el tesón de Mariluz Reguero Gil Montañez, que
a través de Unicaja ha conseguido la ilusión de ver culminado el esfuerzo de este
entusiasta grupo de amigos.

A Joaquín Laguna, verdadero corazón de este proyecto que ha visto la luz gra-
cias a su infatigable y desinteresada ayuda entregándonos horas de su tiempo
libre durante dos años y medio.

También, al padre Riquelme, del que echamos de menos su profundo cono-


cimiento y sentido común; a Doña Elena y Don Ramón Tomás, junto con la
asociación de Antiguos Colonos en la actual Guinea Ecuatorial y a su valiosa
aportación; al padre De la Hoz por su vivacidad y energía; a Lucila Valente, que
nos aportó sus experiencias, en momentos difíciles, en Liberia y Sierra Leona; a
Aude Minart, por su fe en el talento africano; a Gadala Tize, Alassa, Idrissa Mai-
ga y Julitha K. Lutayuga, porque con su conocimiento del mundo y sus gentes,
nos aportan y sorprenden, cada vez que nos vemos, con esos retazos de lógica
conexión interracial y su generosa y denodada apuesta por sus pueblos y cultu-
ras; a Francisco Santos —me consta que incansable y talentoso luchador en un
difícil y poco reconocido trabajo— y su equipo.

Pero además...

A todos esos amigos del alma que en algún momento han tenido algo que ver
en los más de dos años que llevamos luchando por hacer una exposición como
ésta.

Y a todos esos rigurosos, más que comerciantes, difusores que apuestan, no sin
gran dificultad, por expandir esta difícil asignatura. Por último, a D. Alberto B.
Arraiza, amigo; él siempre está ahí.

A todos los que habéis contribuido a sacar esto adelante y que estáis. asimismo,
en nuestro corazón: gracias.
Este catálogo se
terminó de imprimir
el 18 de marzo de 2009

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