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FICHA DE IDENTIFICACIÓN DE TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

Título CIRROSIS HEPATICA


Nombres y Apellidos Código de estudiantes
Gutiérrez Seña Jimy Alex 201305125
Mercado Yucra Mauro Darwin 201502046
Morales Burgos Shaday 201203319
Molina Mamani Maricruz 201311934
Pardo Pozo María Elsa 201315556
Autor/es Saavedra Lizarazu Alicia 201312641
Vargas García Jorge Luis 35036
Pinto Morales José Luis 21025
Nina Méndez Ana Paola 201307223
Cahuana Saavedra José Manuel 201101349
Fecha 21/11/2018

Carrera Medicina
Asignatura Patología Especial
Grupo J
Docente Alberto Carlos Sánchez Menéndez
Periodo Académico 6to Semestre
Subsede Santa Cruz
Copyright © (AGREGAR AÑO) por (NOMBRES). Todos los derechos reservados.
INTRODUCCION

La realización del presente trabajo ha sido destinada a la investigación de la Cirrosis


Hepática, dado que esta enfermedad afecta directamente al hígado, uno de los órganos más
importantes del cuerpo, ya que el mismo cumple la importante función de ser el principal
órgano encargado del metabolismo. Además, en la actualidad, esta enfermedad ha alcanzado
notables índices de incidencia en la población mundial, por lo que es necesidad de todos los
profesionales de la salud y la población en general conocer cuáles son sus principales causas,
manifestaciones clínicas y la forma en que es posible prevenirla.
La lucha contra esta enfermedad está dirigida especialmente hacia la prevención desarrollada
por los médicos y enfermeras de la familia, los cuales en nuestro país constituyen el primer
eslabón de la Atención Primaria de Salud, y se encuentran insertados directamente en las
comunidades. Esta labor de prevención la realizan a través de talleres, charlas educativas,
plegables, video debates, el uso de carteles o pancartas y otros métodos, que son capaces de
llevar el conocimiento de lo que es la Cirrosis Hepática, lo que representa para la población
y la repercusión de la misma en nuestro país y el mundo, así como las distintas formas en que
se puede prevenir dicha enfermedad.
La cirrosis es el estadio final de un gran número de enfermedades que afectan al hígado y se
caracteriza por el endurecimiento del hígado provocando unos cambios que alteran la
estructura y el funcionamiento del mismo, ocasionando complicaciones que afectan a todo
el organismo. El proceso es crónico e irreversible, si bien el hígado puede cumplir sus
funciones incluso estando dañado, durante mucho tiempo .
La Cirrosis Hepática es una afección frecuente que se presenta en todas las latitudes y grupos
humanos, y se observa más a menudo pasada la edad media de la vida. Predomina en los
hombres, excepto en los grupos más jóvenes, pues aunque la cirrosis ocurre poco antes de
los 20 años, cuando lo hace es más común en la mujer.
PATOGENIA

Por lo general, se clasifica a los pacientes cirróticos según el grado de alteración del hígado
y la causa que lo ha provocado (en algunas ocasiones ésta será desconocida, eso es lo que en
medicina se denomina 'criptogenético' o 'idiopático'). Así se suele hablar de cirrosis
alcohólica, cirrosis biliar, cirrosis cardiaca, metabólica, hereditaria, producida por
medicamentos, y criptogenética.

La cirrosis hepática tiene muchas causas. Las más frecuentes en nuestro país son el alcohol,
el virus de la hepatitis C y el virus de la hepatitis B. En algunas ocasiones, los pacientes
tienen más de un factor desencadenante, con lo que la aparición de cirrosis se acelera.

• La ingesta excesiva de alcohol, es la causa más frecuente de cirrosis en el mundo


occidental. En algunos países un 40-50% de los casos de cirrosis están producidos
por este factor. Se considera que el tiempo mínimo de alcoholismo necesario para que
el tóxico origine una cirrosis es de 10 años. Sin embargo, no todos los pacientes
cirróticos han tenido que ser bebedores previamente. Lo que sí se sabe es que, además
de ser responsable, por sí mismo, de muchos casos de cirrosis, el alcohol también
contribuye a empeorar la función del hígado en pacientes con enfermedades hepáticas
de otro origen.

• El virus de la hepatitis C: El 40% de los pacientes cirróticos en países europeos


presenta un infección crónica por este virus, que se demuestra por la presencia de
anticuerpos específicos (defensas que produce el organismo) o partículas de virus
detectados en la sangre. Alguno de estos pacientes fueron contagiados por
recibir transfusiones de sangre antes de 1991, cuando no se conocía el virus y no
se hacían pruebas adecuadas a la sangre para comprobar su presencia.

• El virus de la hepatitis B: Un 10% de los pacientes con cirrosis en el mundo tienen


una infección crónica por el virus B. Este porcentaje es superior en países como Japón
o los países del sudeste asiático, donde es más frecuente.

• Enfermedades autoinmunes: Aparecen cuando el organismo no reconoce algunas


células de nuestro organismo y produce anticuerpos que las destruyen, como si fueran
agentes extraños. Si las células que nuestro cuerpo no reconoce son las células
hepáticas éste producirá autoanticuerpos(sustancias que 'atacan' a los agentes
extraños) que paulatinamente irán destruyendo las células del hígado.
• Los defectos en las vías biliares: Son conductos que van recogiendo la bilis que se
produce en el hígado y conduciéndola hacia la vesícula y el intestino. Se pueden
obstruir por problemas congénitos, de modo que los niños nacen con la alteración y
desarrollan la cirrosis en los primeros años de vida. Tanto las vías de pequeño como
las de gran tamaño pueden obstruirse. Cuando lo hacen las pequeñas, se puede
producir la cirrosis, siendo menos frecuente que ocurra si existe obstrucción de
grandes vías. Éstas últimas suelen dar lugar a síntomas precoces que hacen que los
pacientes sean diagnosticados y tratados pronto, evitándose la progresión de la
enfermedad.

• La fibrosis quística: es una enfermedad hereditaria por la cual se alteran algunas


glándulas de nuestro organismo. En algunos pacientes se puede producir inflamación
incluso cirrosis hepática.

• Hemocromatosis: algunos individuos absorbenmás cantidad de hierro de lo


necesario. Este exceso se deposita en diferentes tejidos del organismo a los que va
destruyendo. El hígado es uno de los órganos que se pueden ver afectados por esta
enfermedad, llegando a producirse una cirrosis si no se detecta a tiempo. Se trata de
una enfermedad hereditaria.

• Enfermedad de Wilson: Los individuos que la padecen absorben más cantidad de


cobre de la cuenta y es este metal el que al depositarse en el hígado lo lesiona.
También es una enfermedad hereditaria, por lo que cuando un individuo es
diagnosticado se debe estudiar a los demás miembros de la familia con el fin de iniciar
el tratamiento antes de que aparezca la cirrosis.

• Fármacos: En raras ocasiones las lesiones producidas en el hígado por un


medicamento son tan graves que pueden dar lugar a una cirrosis. Esto puede ocurrir
después de una hepatitis grave producida por un medicamento como el metotrexate
(un fármaco que se utiliza para el tratamiento de algunos tumores) la isoniacida, la
vitamina A en dosis muy elevadas y algunos otros

Entre las complicaciones de la cirrosis se incluyen las que están relacionadas con el fluir de
la sangre:

➢ Presión arterial alta en las venas del hígado (hipertensión portal): La cirrosis reduce
el flujo normal de sangre que pasa por el hígado, lo que aumenta la presión en la vena
que lleva sangre desde los intestinos y el bazo al hígado.

➢ Hinchazón en las piernas y abdomen: La hipertensión portal puede provocar


acumulación de líquidos en las piernas (edemas) y el abdomen (ascitis). Los edemas
y la ascitis también pueden ser el resultado de la incapacidad del hígado de generar
cantidad suficiente de determinadas proteínas en la sangre, como la albúmina.
➢ Agrandamiento del bazo (esplenomegalia): La hipertensión portal también puede
producir cambios en el bazo. La disminución de glóbulos blancos y plaquetas en la
sangre puede ser un signo de cirrosis con hipertensión portal.

➢ Sangrado: La hipertensión portal puede hacer que la sangre se redirija hacia las venas
más pequeñas, lo que provoca que aumenten su tamaño y se transformen en várices.
Debido a la tensión de la carga adicional, estas venas más pequeñas pueden explotar
y provocar un sangrado grave. El sangrado posiblemente mortal suele ocurrir cuando
se rompen las venas de la parte inferior del esófago (várices esofágicas) o el estómago
(várices gástricas). Si el hígado no puede generar suficientes factores de coagulación,
esto también puede contribuir a un sangrado continuo. Las infecciones bacterianas
son un desencadenante frecuente de sangrado.

➢ Otras complicaciones:

➢ Infecciones: Si tienes cirrosis, el cuerpo puede tener dificultades para combatir


infecciones. La ascitis puede generar peritonitis bacteriana espontánea, una infección
grave.

➢ Desnutrición: La cirrosis puede hacer que sea más difícil que el cuerpo procese
nutrientes, lo que genera debilidad y pérdida de peso.

➢ Acumulación de toxinas en el cerebro (encefalopatía hepática): Un hígado dañado


por la cirrosis no puede limpiar las toxinas de la sangre tan bien como un hígado sano.
Luego, estas toxinas se pueden acumular en el cerebro y provocar confusión mental
y dificultad para concentrarse. Los síntomas de la encefalopatía hepática pueden
variar desde fatiga y deficiencia leve en las funciones intelectuales hasta falta de
respuesta o coma.

➢ Ictericia. La ictericia ocurre cuando el hígado enfermo no puede eliminar suficiente


bilirrubina (un residuo) de la sangre. La ictericia causa que la piel y la parte blanca
del ojo se pongan amarillentas, y que la orina se oscurezca.

➢ Enfermedad ósea. Algunas personas con cirrosis pierden fortaleza en los huesos y
tienen más riesgo de sufrir fracturas.

➢ Mayor riesgo de cáncer de hígado. Una gran proporción de las personas que
desarrollan el cáncer de hígado que se forma dentro del hígado mismo tienen cirrosis.

➢ Insuficiencia hepática aguda y crónica. Algunas personas padecen insuficiencias en


varios órganos. Ahora los investigadores creen que esta es una complicación
particular en algunas personas que tienen cirrosis, pero no comprenden por completo
sus causas.

MANIFESTACIONES CLINICAS
Con frecuencia la cirrosis no presenta signos ni síntomas hasta que el daño al hígado es
significativo. Cuando sí hay signos y síntomas, estos pueden incluir:

▪ Cansancio

▪ Sangrado con facilidad

▪ Aparición de hematomas con facilidad

▪ Picazón en la piel

▪ Decoloración amarilla en la piel y los ojos (ictericia)

▪ Acumulación de líquido en el abdomen (ascitis)

▪ Pérdida de apetito

▪ Náuseas

▪ Hinchazón en las piernas

▪ Pérdida de peso

▪ Confusión, somnolencia y dificultad en el habla (encefalopatía hepática)

▪ Vasos sanguíneos en forma de arañas en la piel

▪ Enrojecimiento en las palmas de las manos

▪ Atrofia de testículos en los hombres

▪ Aumento de senos en los hombres

Las manifestaciones clínicas de esta enfermedad son el resultado de alteraciones


histopatológicas; así, a la insuficiencia hepática se deben la ictericia, el edema y la
coagulopatía, y a la fibrosis y la alteración vascular, la hipertensión portal, que provoca las
várices esofágicas y la esplenomegalia, así como la ascitis.
Desde el punto de vista clínico la enfermedad se presenta por uno de los síndromes siguientes:

• Síndrome de insuficiencia hepática: La cirrosis comienza prácticamente por


cualquiera de los síntomas y signos de la insuficiencia hepática.

✓ Astenia
✓ Fiebre
✓ Dolor
✓ Dispepsia
✓ Trastornos neuropsiquiátricos.
✓ Ictericia
✓ Arañas vasculares
✓ Eritema palmar
✓ Esfera endocrina
✓ Hemorragias
✓ Edemas

• Síndrome de hipertensión portal: La hipertensión portal se produce cuando existe


un obstáculo a la circulación de la sangre venosa proveniente del territorio portal. De
acuerdo con el sitio donde se localice la obstrucción, se clasifica en presinusoidal,
sinusoidal y postsinusoidal. En los pacientes cirróticos, este síndrome, de tipo
sinusoidal, aparece como complicación en fases avanzadas de la enfermedad y es la
consecuencia de la resistencia que ofrecen la fibrosis y los nódulos de regeneración
al flujo de la sangre portal, una vez desorganizado el lobulillo. Las manifestaciones
clínicas fundamentales de la hipertensión portal son: la esplenomegalia, que se palpa
en el 50 % de los cirróticos, aunque por laparoscopia se evidencia un mayor
porcentaje, y en la necropsia se llega a demostrar hasta en el 80 % de los casos; tiene
como consecuencia el hiperesplenismo.

• Síndrome ascítico: La ascitis constituye un fenómeno importante en la cirrosis


hepática. Se trata de una ascitis libre y se presenta en más del 60 % de los cirróticos.
La presencia de una gran ascitis condiciona un aumento marcado del abdomen, que
contrasta con la delgadez de la cara y las extremidades (si acaso las piernas parecen
gruesas, es por el edema).
BIBLIOGRAFIA

Roca Goderich, Reinaldo / Temas de medicina interna: tomo II. 4a ed. La Habana:
Editorial Ciencias Médicas; 2002. (Cáp. 22)

Enciclopedia Médica: Cirrosis; [Internet] Disponible en:


http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/ spanish/ency/article/000255.htm

https://www.elmundo.es/elmundosalud/especiales/2003/12/cirrosis/causas.html

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/cirrhosis/symptoms-causes/syc-
20351487

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