Você está na página 1de 5

ENTREVISTA

¿Por qué es necesaria una Comisión de Tests?

José Muñiz Fernández: Como bien señalas, el objetivo fundamental de la Comisión de Tests es
tratar de mejorar la utilización de los tests en España. Los tests y otros instrumentos de medida
son herramientas que los psicólogos usan en el ejercicio diario de su profesión, así que es
fundamental que se utilicen de forma adecuada. Como ocurre con cualquier otra tecnología
científica, si se utilizan bien los tests son de gran ayuda para los psicólogos, pero si no se les da
un buen uso pueden perjudicar a las personas evaluadas. Por ello, y creo que con muy buen
criterio, el COP tomó la decisión de establecer una Comisión de Tests para canalizar y potenciar
los esfuerzos que se vienen haciendo desde distintas instancias para mejorar el uso de los
instrumentos de evaluación. Actualmente existen comisiones similares en otros países, y
también las hay a nivel europeo e internacional.

¿Cuál es la composición de la Comisión de Tests?

Los miembros son especialistas nombrados por el Consejo General de la Psicología y provienen
del mundo académico y profesional, estando también representados en la Comisión los editores
de tests. Es fundamental que los distintos sectores implicados en el uso, construcción y edición
de los tests tengan cabida en la Comisión, para así aportar distintas perspectivas, todas ellas
importantes.

¿Podría hablarnos sobre cuáles han sido las tareas de esta Comisión durante estos
veinte años?

Bueno, resumir veinte años de trabajo no es fácil, pues se han llevado a cabo numerosas
acciones y proyectos, pero en líneas generales puede decirse que las actividades realizadas se
encuadran dentro de dos grandes estrategias, por un lado difundir todo tipo de información
rigurosa sobre los tests, y por otro tratar de que el uso de los tests lo lleven a cabo personas con
la debida cualificación. Parodiando el famoso aforismo de Monterroso, de que parece destino de
las mejores ideas caer en manos de los peores hombres, tratamos de mejorar los tests y de
evitar que caigan en manos de los peores profesionales. Un buen ejemplo de actividad de la
primera estrategia serían las evaluaciones anuales que se hacen de los tests y que están a libre
disposición de los profesionales en la página Web del COP, un ejemplo de la segunda sería la
restricción de uso de los tests a profesionales que acrediten su formación como psicólogos. En la
página Web del COP, apartado Comisión de Tests, pueden consultarse abundante
documentación sobre la Comisión.

¿Cuáles son los objetivos y proyectos, actuales y futuros, de la Comisión?

Como te comentaba antes, el objetivo general siempre es el mismo: tratar por todos los medios
que los tests se usen de forma adecuada, pues con ello, defendemos a la profesión y a las
personas e instituciones que acuden a los psicólogos en busca de ayuda. Recientemente hemos
participado en la Comisión Internacional que ha desarrollado una nueva Norma ISO-10667, que
regula todo lo relativo a la evaluación de personas en entornos laborales, dicha norma ya está
disponible en España. Actualmente estamos traduciendo tres directrices de la International Test
Commission (ITC), que regulan a) el uso de los tests en investigación, b) la seguridad de los
tests, y c) su control de calidad. En breve esperamos tener dichas normas disponibles para los
colegiados.

Actualmente la Comisión de Tests está llevando a cabo la evaluación de diferentes


tests publicados. ¿Cuál es la finalidad de este proceso de evaluación?

Efectivamente, en la actualidad estamos llevando a cabo ya la cuarta evaluación de tests


editados en España, bajo la dirección de la profesora Paula Elosua, las tres anteriores fueron
coordinadas por Ana Hernández, Vicente Ponsoda y yo mismo. Cada año, la Comisión de
Tests elige una serie de pruebas para ser evaluados por expertos, utilizando el modelo de
evaluación de la Federación Europea de Tests (EFPA). Los resultados de la evaluación están
disponibles en la página Web del Consejo General de Psicología. Poco a poco iremos evaluando
la mayoría de los tests editados en España y así los profesionales podrán disponer de una
información rigurosa sobre ellos elaborada por expertos.

Para llevar a cabo su tarea, la Comisión de Tests funciona de forma coordinada con
otros grupos de trabajo internacionales con fines similares, ¿podría contarnos qué
acciones conjuntas están llevando a cabo?

La Comisión de Tests Española siempre ha colaborado con otras comisiones nacionales e


internacionales, tales como la Comisión de Tests de la Federación Europea de Psicólogos (EFPA)
y la International Test Commission (ITC), de hecho el coordinador de la Comisión de Tests del
COP fue en su momento presidente de ambas comisiones internacionales. Hemos participado
activamente en la subcomisión que revisó recientemente el modelo de evaluación de tests de la
EFPA, y actualmente estamos trabajando en la versión española. Con la ITC también
mantenemos una relación muy estrecha, hemos publicado en español sus directrices para la
adaptación y traducción de los tests, y como señalé antes, llevamos muy avanzadas las
traducciones de sus directrices para el uso de los tests en investigación, el control de calidad y la
seguridad. También hemos participado en la comisión internacional que desarrolló la nueva
norma ISO 10667 para la evaluación de personas en entornos laborales. En definitiva, no se
entendería una comisión nacional de tests sin esta conexión internacional, pues la ciencia y la
profesión no saben de fronteras, los problemas son muy similares en todas partes.
Según su experiencia, ¿qué opinión tiene sobre la
calidad de la evaluación en España? ¿Hacemos los
psicólogos españoles un uso suficiente y
adecuado de las herramientas de evaluación de
las que disponemos?

Siempre se puede y se debe mejorar, y para eso


precisamente trabajamos en la Comisión de Tests, pero
en líneas generales creo que la calidad de las
evaluaciones que llevan a cabo los profesionales en
España es muy razonable. Hay problemas, como puede
ser el intrusismo en algunas áreas, con mención
especial del área de Psicología del Trabajo y
Organizacional, pues algunos profesionales no
psicólogos siguen creyendo que cualquiera puede pasar
un test e interpretarlo, lo cual es obviamente erróneo.
Detrás de una prueba siempre hay una teoría, un
modelo y unos conocimientos especializados, a partir de
los cuales se pueden hacer inferencias y establecer
determinadas hipótesis de trabajo; sin todo este bagaje
y conocimientos el uso que se hace de los resultados de
las pruebas puede ser resultar inadecuado, incluso
perjudicial para los clientes y usuarios. Al fin y al cabo
un instrumento de medida proporciona una muestra de
conducta que hay que saber integrar con el resto de
datos disponibles, y para hacerlo responsablemente hay
que conocer el funcionamiento de la conducta humana,
en otras palabras, hay que ser un profesional de la
Psicología.
Nos gustaría conocer su opinión acerca de la calidad de los planes de estudio a este
respecto. ¿Cree que los estudiantes de Psicología cuentan con una formación adecuada
sobre el uso, selección y creación de los tests?

Como es bien sabido, la carrera de Psicología en España es de cuatro años, e incluye una cierta
formación metodológica, psicométrica y de psicodiagnóstico. Los estudiantes reciben una
formación general razonable, muy por encima de la que reciben en otros países de nuestro
entorno, en los que, en algunos casos, pueden obtener el título de psicólogos sin haber pasado
ningún curso de formación psicométrica. Ahora bien, ¿es suficiente esa formación para un
ejercicio responsable de la profesión? Claramente no, los graduados tienen que seguir
formándose en función del campo profesional específico en el que trabajen. Los conocimientos
en el ámbito de la evaluación avanzan rápidamente y es obligado para los profesionales
mantener una formación continua. Coincidimos con la gran psicómetra Anne Anastasi, que ya
en los años ochenta indicaba que la causa más frecuente del uso inadecuado de los tests era la
falta de formación de los profesionales.

Bajo su punto de vista, ¿en qué situación se encuentra actualmente el uso de los tests
y, la evaluación en Europa?, y ¿cuál es la posición de España con respecto al resto de
países europeos?

Europa es muy variada en casi todo y no iba a ser una excepción la evaluación psicológica, hay
países con una tradición bien establecida en el ámbito de la evaluación, como Inglaterra,
Holanda y los países nórdicos, y otros que están en peor situación. Por ejemplo, en Holanda
todos los tests editados han sido evaluados por expertos y los resultados están a disposición de
los profesionales. Teniendo en cuenta distintos indicadores, podemos decir que España se
encuentra claramente en este grupo de países de cabeza, lo cual no quiere decir que no haya
muchas áreas de mejora en las que haya que incidir, y precisamente para ello trabaja la
Comisión de Tests.

Según su opinión, en general, ¿qué calidad tienen los tests españoles?

Para que los tests se utilicen adecuadamente es necesario que se den dos condiciones, por un
lado que el test tenga las propiedades psicométricas adecuadas, y por otro, que los profesionales
que lo utilizan tengan la formación necesaria. Si falla cualquiera de estos dos aspectos la
evaluación será deficitaria. En líneas generales los tests editados en España han ido mejorando
notablemente en su calidad, a ello ha contribuido la labor cada vez más profesional de los
editores españoles, interesados en que sus instrumentos se ajusten a los estándares de calidad
propuestos por las organizaciones internacionales, por ejemplo el modelo de la EFPA para la de
evaluación de tests. La Comisión de Tests con sus evaluaciones y recomendaciones también ha
contribuido en lo que ha podido a esta mejora. Estamos en el buen camino, pero hay que seguir
mejorando, nuestros clientes y usuarios nos lo exigen.

Desde hace unos años se ha instalado en todos los ámbitos de nuestras vidas el uso de
Internet y de las nuevas tecnologías. ¿Cómo ha influido la aparición de estas nuevas
herramientas en la evaluación psicológica?

Es una constante en la historia de la humanidad que los cambios tecnológicos influyen


decisivamente en nuestras vidas, la rueda, el dominio del fuego, la pólvora, la imprenta, la
electricidad, la energía atómica, nada es lo mismo tras estos avances tecnológicos. De la misma
manera, la era digital en la que nos hayamos instalados ahora está alterando nuestros hábitos,
entre ellos la forma en la que se lleva a cabo la evaluación de las personas. Y lo hace de
distintas maneras, por ejemplo, en algunos ámbitos están aumentando notablemente las
evaluaciones online, lo cual plantea nuevos retos, tales como la autentificación de las personas
que se están evaluando, o la seguridad de los resultados de la evaluación. También los nuevos
desarrollos informáticos están posibilitando la aplicación de las pruebas por ordenador, con las
ventajas que ofrecen las pantallas a la hora de presentar ítems sofisticados en su apariencia, y
la posibilidad de interactuar a la hora de responder, más allá del mero acierto o fallo, pudiendo
detectar estrategias y tiempos de respuesta. Ahora bien, no conviene engañarse, la sofisticación
técnica de los tests no garantiza su calidad, las propiedades psicométricas como la fiabilidad y
validez no son negociables, hay que garantizarlas.

¿Cuál diría que es el avance más significativo de los últimos años en la tecnología de la
evaluación psicológica?

Los grandes avances han venido por la conjunción entre los modelos psicométricos sofisticados
derivados de la Teoría de Respuesta a los Ítems (TRI) y los avances informáticos. Si tuviese que
citar uno solo me quedaría con los Tests Adaptativos Informatizados que permiten adaptar el
test a la persona evaluada, podemos decir que la época del mismo test para todas las personas
ha terminado. Alguien puede pensar que si no se utiliza el mismo test con todas las personas
entonces no se pueden establecer comparaciones entre ellas. Precisamente los modelos
psicométricos de TRI utilizados, permiten salvar ese escollo, pues, aunque se utilicen distintos
tests, los resultados vienen dados en la misma escala, y ese sí es un gran paso adelante en la
evaluación en las Ciencias Sociales y de la Salud.

¿Piensa que nos estamos adaptando a estos avances a la hora de construir y actualizar
los tests?

Los nuevos desarrollos citados no sustituyen sin más a las aproximaciones más clásicas, ambos
enfoques conviven perfectamente, dependerá de la situación concreta, que utilicemos un
acercamiento u otro. No se trata de matar moscas a cañonazos, en algunos casos las
aproximaciones clásicas cubren perfectamente los objetivos planteados por los profesionales, en
otros habrá que utilizar los modelos más sofisticados. Eso se refleja también en el desarrollo de
los tests, la mayoría se siguen construyendo dentro de un marco clásico, pero cada vez van
incorporando más elementos de los nuevos desarrollos.

Pero más importante que el marco psicométrico dentro del que se construyen, lo que tienen que
garantizar es que miden de forma adecuada aquello para lo que fueron desarrollados, es decir
que tienen una buena fiabilidad y validez, eso no es negociable. Los editores de tests que operan
en España están haciendo grandes esfuerzos para adaptarse a los nuevos desarrollos
tecnológicos, y en mi modesta opinión, en el contexto europeo, están en primera línea, lo cual
no quiere decir que haya que dormirse en los laureles. Los tests están siempre en un proceso
continuo de validación, es misión de los profesionales e investigadores el ir aportando evidencias
empíricas que vayan aquilatando la validez de las inferencias que se hacen a partir de las
puntuaciones de los tests.

En Internet podemos encontrar numerosos “pseudotests” sin ningún tipo de fiabilidad


ni base científica en su construcción, ¿qué problemas conllevan estas herramientas?
¿Qué podemos hacer los psicólogos y la población en general para detectarlos?

En Internet hay de todo, y eso vale para los tests y para el resto de información, por eso es cada
vez más importante tener un criterio adecuado de selección de la información. Para que
podamos usar un test con garantías necesitamos todo un conjunto de datos empíricos que
avalen su fiabilidad y validez, y que se recogen de forma sistemática en el manual del test. La
mayoría, sino todos los tests que aparecen libres en Internet, carecen de este tipo de estudios,
luego no tienen ningún valor científico. Es una responsabilidad ética y deontológica de los
profesionales asegurarse de que las pruebas utilizadas en la evaluación están validadas y
basadas en evidencias empíricas, como exige la Norma ISO 10667, que regula la evaluación de
personas en entornos laborales: debe de existir una documentación técnica para todos los
métodos y procedimientos de evaluación que se utilicen. Esta documentación debe de incluir
investigaciones basadas en evidencias que apoyen la calidad técnica de dichos métodos y
procedimientos. En suma, no vale cualquier cosa que circule por la red, los profesionales deben
de asegurarse de que los instrumentos de evaluación que utilizan están debidamente validados.

Finalmente, ¿Cómo ve el futuro de la evaluación psicológica?

El futuro de todo es insospechado, y raramente somos capaces de predecir las cosas realmente
importantes, como bien nos mostró Nassim Taleb en su bonito libro El Cisne Negro, pero, en fin,
basándonos en lo que está ocurriendo actualmente, cabe esperar que en el futuro haya un
aumento sistemático de las evaluaciones online, especialmente en el ámbito de la Psicología del
Trabajo y las Organizaciones, y también en Educativa, algo menos seguramente en Clínica, por
razones obvias. También iremos utilizando cada vez más Tests Adaptativos Informatizados, que
como se comentó antes, ajustan la prueba a la persona en función de las respuestas que va
dando a los ítems que se les presentan. La gamificación es otra tendencia de futuro, vamos
acercando nuestra tecnología evaluativa a la filosofía de los juegos, seguiremos de cerca los
pasos de Mario Bros.

Aparte de estas cuestiones tecnológicas, seguiremos intentando dar respuesta a problemas de


fondo como el de la distorsión de las respuestas en los autoinformes, viendo las posibilidades de
otros tipos de enfoques, como los Tests de Asociación Implícita, o los planteamientos ipsativos.

En suma, la evaluación psicológica seguirá siendo un campo excitante y de gran interés. No


conviene olvidar que sin una evaluación rigurosa no puede haber un diagnóstico preciso, y sin
éste, la intervención vuélvese espuria e ineficaz.

Você também pode gostar