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1.Quizás muchas veces podrás haber escuchado que ‘’los colores no existen’’
y en efecto hay una explicación para ello. Según los teóricos, los colores en el
mundo físico son considerados como una percepción mental de las longitudes
de ondas de luz visibles detectadas por nuestros ojos, que describen algunos
aspectos de los objetos y fuentes de luz como pueden ser los tonos, el brillo,
el contraste y la saturación. Esto quiere decir que los objetos como tal no
tienen un color propio y solo nuestra mente es la encargada de interpretar la
luz que viene del mundo exterior para darle un significado que nos produce
sensaciones específicas, esto puede explicar el porqué las personas daltónicas
o sinestésicas perciben los colores de manera diferente.
A pesar de que los colores no existan en el mundo real, las sensaciones
producidas por el color hacen parte de nuestro mundo y es por eso que te
queremos compartir algunos hechos interesantes sobre la psicología del color.
Existen cuatro colores primarios en la psicología del color. El rojo, el azul, el
amarillo y el verde están asociados con el cuerpo, la mente, las emociones y el
equilibrio respectivamente. No obstante existen otros siete colores básicos
(negro, violeta, naranja, rosado, gris, blanco y café) que producen sensaciones
diferentes y pueden ser aprovechadas por tu marca, no solo para definir el
tono de tu manual de identidad corporativa o un logo, sino también en la
ambientación de espacios importantes para ti y tus clientes como tu oficina,
en la personalización de empaques, en lanzamientos de nuevos productos, en
el acompañamiento de temporadas o apropiación de nuevos conceptos de
marca.
Por ejemplo, el color negro siempre ha estado asociado a la elegancia, la
noche, la seguridad, la sobriedad y lo sofisticado, también hay estudios que
demuestran que el negro crea una percepción de pesadez y dureza en los
objetos, ya que acopla todos los colores y absorbe la luz.
Si hablamos del color violeta, nos encontramos con mensajes de
espiritualidad, manejo del tiempo y el espacio, esto ocurre porque su onda de
luz es la más corta de todo el espectro visible (justo antes de los rayos
ultravioleta) haciendo que sea un color introvertido y delicado.
El naranja, aquella mezcla entre la pasión del rojo y la intensidad del amarillo
es un color que representa calidez, creatividad, éxito, amistad y concentración.
Es ideal para estimular el apetito y resaltar espacios ya que cuenta con una
excelente visibilidad, sino acuérdate de la mayoría de cadenas de pollo, el
Chocoramo, los Doritos, Hooters, Fanta o las señalizaciones en carretera.
El rosado aunque por imposición cultural y estrategias de marketing haya sido
asociado con la mujer desde el siglo XX, está comprobado que es un color que
produce más tranquilidad e intimidad que estimulación, a pesar de sus tintes
rojos. Por esto muchas marcas enfocadas al cuidado de la piel usan este color,
ya que brinda cierto mensaje de protección.
El gris en esencia es la ausencia virtual de color y es el único que no tiene
propiedades psicológicas directas con el ser humano, sin embargo
instintivamente un tono gris puede producir que nos preparemos para un día
largo frío y aburrido, también tiene la capacidad de amortiguar colores a su
alrededor y puede indicar neutralidad.
El blanco es el color de la luz, infiere pureza, limpieza e higiene, contrario a los
espacios coloridos o más oscuros tiene la capacidad de generar una sensación
de grandeza y amplitud, también de paz y tranquilidad. Así que si deseas dar
la impresión de tener un espacio más grande en tus eventos, el blanco es el
color ideal. Como dato curioso según estudios de PPG durante el 2016, en
Sudamérica y Norteamérica fue el color de auto más vendido a comparación
de Europa.
El café genera seriedad como los colores oscuros, también es asociado a la
naturaleza y calidez que puede brindar, cuando tiene tonos rojizos da la
sensación de elegancia y fiabilidad, por ejemplo muchas marcas de
instrumentos musicales utilizan este tipo de tonos naturales primero por su
construcción proveniente de la madera y segundo para resaltar las texturas
originales de los materiales al igual que muchos constructores de mesas y
sofás.
Como te diste cuenta cada color genera diferentes sensaciones que nuestro
cerebro también asocia a los usos y códigos culturales entre los que nos
desenvolvemos, por ejemplo el color rojo usado en los semáforos a nivel
mundial hace que percibamos que el tiempo pasa más rápido de lo normal, no
obstante el amarillo tiene significados diferentes dependiendo de la cultura,
mientras que para el mundo occidental connota inseguridad y acidez, en Asia
se asocia con el sol, el calor y la vida.
2. La iridiscencia es un fenómeno óptico caracterizado como la propiedad de
ciertas superficies en las cuales el tono de la luz varía de acuerdo al ángulo
desde el que se observa la superficie, como en las manchas de aceite, las
burbujas de jabón, las alas de una mariposa y el lado reproducible del disco
láser, ya sea CD o DVD. La iridiscencia es causada por múltiples reflexiones de
la luz en múltiples superficies semitransparentes, donde los subsecuentes
cambios de fase e interferencia de las reflexiones modulan la luz por la
amplificación o atenuación de las diferentes longitudes de onda. Dependiendo
del ángulo con el que se ilumine la superficie, se verá de distintos colores. La
iridiscencia es muy común en la naturaleza, podemos verla fácilmente en
insectos, aves y peces, e incluso en plantas.
Las capas iridiscentes consisten en capas separadas por distancias
prácticamente iguales, del orden de la longitud de onda de la luz, formadas
por sedimentación de partículas, que al ser observadas con la luz reflejada
presentan coloraciones intensas.
Ejemplo:
Los trucos de las mariposas para cambiar, aparentemente, los colores
de sus alas se pueden realizar en lentes de contacto coloridos que
ayudan a mejorar el aspecto de los ojos al modificar el color de la retina.
Los lentes se fabrican apilando capas de partículas dieléctricas en las que
se alternan altos y bajos índices de refracción. La combinación de
películas fabricadas con nanomateriales en las que el grosor de las
mismas también es de escala nanométrica permite a los científicos,
mediante los fenómenos de interferencia constructiva y destructiva
modular las propiedades reflectivas de los lentes y, por ende, su color.
Los productos de belleza basados en nanopartículas usan ingredientes
con propiedades ópticas controladas, de manera que se puede obtener
un desvanecimiento de las arrugas y otras imperfecciones gracias a que
difunden la luz en todas las direcciones. Uno de los procesos para
desaparecer a simple vista las arrugas se realiza con una o varias capas
de películas que contienen pigmentos de interferencia. Las películas
tienen diferentes índices de refracción y reflejan los colores con base en
el fenómeno de interferencia constructiva y destructiva.
3. Podemos percibir los colores en todo cuanto nos rodea: los árboles, las
flores, los animales, las piedras; y también en productos fabricados por el
hombre: desde una golosina hasta los lápices para colorear, hacer su propia
ropa y el maquillaje.
Las sustancias que han dado color a estos productos se llaman pigmentos y se
obtienen a partir de elementos naturales o sintéticos, es decir, utilizando
procesos químicos. Sumando a los pigmentos otras sustancias se hacen las
pinturas, los colorantes y los tintes, que dan color a las obras de arte, los
alimentos y la ropa.
¿Cómo se hacen los pigmentos naturales?
Existen dos tipos de pigmentos naturales: orgánicos e inorgánicos. Los
pigmentos orgánicos provienen de plantas y animales. Los pigmentos
inorgánicos se elaboran con tierras y minerales. Según su origen tienen
diferentes métodos de extracción.
Algunos colores de origen curioso son:
Índigo: uno de los pigmentos más conocidos, utilizado para teñir telas.
Es el color que da el azul a los jeans. Este pigmento se obtenía de la planta del
mismo nombre, Indigofera tinctoria, cultivada en la India desde tiempos
antiguos. En la América colonial fue común su elaboración.
El proceso artesanal tiene varios pasos: macerar las hojas de la planta y
dejarlas en un recipiente con agua para que se fermenten. Después de unos
días se revuelven y se dejan reposar de nuevo para que el sedimento quede
en el fondo del recipiente. Para terminar, se filtra y seca.