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La Viña Multiplica

LIBERACIÓN

Manual del Estudiante


Manual del Estudiante
Sesión 1
¿Qué es la Liberación?
La liberación es el proceso por medio del cual ayudamos a una persona a ser libre de influencias
demoniacas que la tienen oprimida, atormentada o poseída.
La Gran Importancia Del Ministerio De Liberación
 El ministerio de liberación es importante para nosotros porque lo fue para Jesús
La liberación era parte del ministerio de Cristo. Una buena parte de su tiempo lo dedicó a expulsar
demonios. Todo lo que es importante para Jesús debe ser importante para nosotros (Mateo 4:24,
8:16, 8:32, 9:32-33, 17:18, Lucas 4:18-19, Juan 10:10, 1 Juan 3:8b). Si ministrar liberación fue
importante para Jesús lo debe de ser para nosotros.
 Es importante porque Jesús lo delegó a los doce
Cuando Jesús seleccionó a sus apóstoles, les encomendó que hicieran varias cosas y una de ellas
fue que expulsaran demonios. Eso era parte de su llamamiento y parte de su ministerio (Mateo 10:7-
8). Nosotros como discípulos de Jesús debemos también darle una gran importancia al ministerio de
liberación.
 Es importante porque Jesús lo delegó a los setenta
Aunque los doce apóstoles tuvieron una posición privilegiada, la ministración de liberación no fue
solo para ellos. Mucho de su ministerio es para todos los seguidores de Cristo. Cuando Jesús envió
a setenta discípulos a ministrar, les dijo a ellos también que expulsaran demonios (Lucas 10:1, 17-
20). Nuevamente vemos la importancia de este ministerio.
 Es importante porque fue parte del ministerio de Pablo
El apóstol Pablo fue tal vez el apóstol más influyente de Jesús. Sabemos que él escribió una gran
parte del nuevo testamento y que llevó el evangelio al mundo de los gentiles. Una parte de su
ministerio también consistió en la liberación (Hechos 16:16-18, 19:11-17).
 Es importante porque fue parte del ministerio de la iglesia
En el momento de ascender al cielo, el Señor dio sus últimas instrucciones a sus seguidores. Una de
ellas fue que en su nombre expulsarían demonios (Marcos 16:17). La liberación debe ser parte
integral del ministerio de la iglesia hoy en día.
 Es importante debido a la actividad demoníaca en el mundo
A veces se nos olvida que estamos en una guerra espiritual contra Satanás y sus huestes de
maldad. Hay miles y miles de personas atormentadas por demonios, gentes que padecen de
enfermedades causadas por demonios, matrimonios divorciados provocados por demonios, iglesias
divididas por causa de demonios, naciones enteras influidas en su política por doctrinas de
demonios. De hecho la Biblia dice que el mundo entero esta bajo el maligno (1 Juan 5:19). Tenemos
que tomar nuestra armadura y pelear la batalla contra el enemigo. Tenemos que hacer obra de
liberación.
 Es importante para poder establecer el reino de Dios en la tierra
Cuando Cristo vino, el invadió el terreno del enemigo. Una de las cosas que vino a hacer Jesús, fue
el establecer el reino de Dios aquí en la tierra. Parte de su estrategia para lograr ese propósito
consistía en expulsar demonios (Mateo 10:7-8, 12:28). Cada vez que echamos demonios fuera de
una persona, el reino de Dios se extiende más y más.
 Importante debido a la experiencia en la iglesia
Hay muchos cristianos que en el pasado abrieron puertas a demonios a causa de la promiscuidad
sexual, contacto con lo oculto, práctica de la brujería y otros pecados. Algunos de ellos tienen
manifestaciones demoníacas en los cultos dominicales. Otros van a la iglesia pero siguen atados a
una conducta pecaminosa que es superior a su fuerza y los lleva a vivir una vida espiritual en
derrota. En la iglesia hemos visto el cambio en muchas personas cuyas vidas han sido
transformadas por el poder liberador de Jesús. Todavía hay muchas personas que aún viven en
esclavitud a los demonios. La iglesia tiene que tener un ministerio de liberación.
Sesión 2
Conociendo a Nuestro Enemigo
¿Cómo podemos ministrar liberación a las personas? Los jugadores de fútbol americano, los
boxeadores y los generales militares tienen algo en común, ellos toman tiempo para conocer y
estudiar bien a su enemigo. ¿Para qué? Para poder vencerlo. El cristiano que desea ministrar
liberación debe hacer lo mismo. Tenemos un fuerte adversario, pero sabremos cómo derrotarlo si
estudiamos bien cómo opera. Así que tomemos un tiempo ahora para conocer a nuestro adversario
el diablo y a sus secuaces los demonios.
Satanás
Satanás es un ser espiritual. Es un ángel caído (Isaías 14:12-23, Ezequiel 28). Es el líder de todos
los ángeles que se rebelaron en contra de Dios. Aparece tanto en el antiguo testamento (Job 1, 1
Crónicas 21:1, Zacarías 3:1) como en el nuevo testamento (Mateo 4:1, Juan 13:27). Es un ser
rebelde contra Dios. Es real. No es una figura ficticia o mitológica (1 Pedro 5:8-11, Efesios 6:1-12).
Como decía C. S. Lewis, debemos de evitar dos extremos a todo costo: el no creer que existe
Satanás y los demonios y el creer que todo está bajo el control de ellos al grado que se les tema
desmedidamente.
Algunos nombres de nuestro enemigo
Los nombres de las personas en la Biblia son muy importantes porque nos revelan algo de la
persona y nos proveen información sobre su carácter o su actividad. Antes de rebelarse contra Dios
el nombre del diablo era Lucifer o Lucero (Isaías 14:12) que quiere decir “el que brilla”. Después de
pecar contra Dios su nombre fue cambiado a Satanás que significa “adversario” (Lucas 10:18), o el
que es opone a Dios y todo lo asociado con Dios. El cambio de su nombre refleja también el cambio
de su carácter y actividad.
El nombre diablo significa “acusador” (Apocalipsis 12:9-10). Y es que el diablo es el acusador de los
creyentes en Cristo. La idea de un acusador sugiere un ambiente legal, es decir, una escena en una
corte de justicia. El diablo acusa a los creyentes delante del Juez del universo que es Dios, pero los
creyentes son defendidos por el abogado de los cristianos que es Jesucristo (1 Juan 2:1).
Otros nombres de Satanás en la Biblia son “tentador” (Mateo 4:3, 1 Tesalonicenses 3:5), “el
enemigo” (Mateo 13:39), “padre de mentiras” (Juan 8:44), “el dios de este mundo” (2 Corintios 4:4),
“el príncipe de la potestad del aire” (Efesios 2:2), “el gran dragón” (Apocalipsis 12:3) y “la serpiente
antigua” (Apocalipsis 12:9).
Algunas actividades de Satanás
La principal actividad de Satanás es la de oponerse a la voluntad y los planes de Dios. El enemigo
esta en contra de Jesús y de su obra salvadora de la humanidad. Su objetivo principal es destruir las
vidas de los seres humanos impidiendo que conozcan al Señor o apartando a los creyentes de su fe
en Jesús. Su estrategia malévola es poner en las vidas de las personas odio, miseria, enfermedad,
muerte, y de arrastrarlos al mismo infierno. El diablo ataca particularmente las tres grandes
instituciones de Dios que son el matrimonio, la familia y la iglesia.
Muchos de sus esfuerzos están dirigidos a tentar al hombre para que caiga en pecado y así
acusarlo, condenarlo y apartarlo de Dios (Mateo 4, 13:24-30, Lucas 22:3, Hechos 5:3, 1 Corintios
7:5, 2 Timoteo 2:26).
Satanás usa el engaño como su arma principal para lograr sus fines. Él es padre de la mentira (Juan
8:44). Engaña aún a los creyentes disfrazándose de ángel bueno (2 Corintios 11:14-15). Su
capacidad para engañar es tan potente y sutil a la vez, que puede engañar no a una o diez personas
sino a naciones enteras (Apocalipsis 12:9, 20:8). Su engaño llega a cegar a las personas para que
no puedan ver las cosas de Dios (2 Corintios 4:4).
Algunas limitaciones de Satanás
 Satanás no es soberano
El diablo no puede hacer todo lo que le venga en gana. Cada una de sus acciones está siempre
limitada a la voluntad permisiva de Dios. Esto se deduce del libro de Job. Cuando el diablo quiso
hacerle daño a Job, el Señor le dijo: “Todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu
mano sobre él...” (Job 1:12). El diablo hizo la voluntad de Dios. Similarmente, el aguijón en la carne
de Pablo era un mensajero de Satanás enviado por el mismo Señor y que por lo mismo operaba de
acuerdo a los planes y voluntad de Dios. En Lucas 22:31-32 leemos que Jesús le dice a Pedro que
Satanás había pedido permiso para zarandearlo como al trigo. Esto nos revela que el diablo tiene
que pedirle permiso a Dios para hacer de las suyas. El enemigo no reina, es un ser limitado por Dios.
 Satanás es omninada
Dios es omnisciente, omnipresente y omnipotente, pero Satanás es omninada. El diablo no es
omnisciente porque no sabe todas las cosas. Si fuera así entonces no se hubiera rebelado en contra
de Dios sabiendo de antemano la derrota y el castigo eterno que le esperaban. No es omnipresente
porque no puede estar en todas partes al mismo tiempo. Por ello necesita de sus malvados
secuaces que son los demonios que le ayudan a influir en todas partes. Y no es omnipotente porque
no puede hacer más lo que el Señor le permite hacer y porque además puede ser vencido por el
cristiano (Lucas 10:19, Santiago 4:7, Efesios 4:27, Mateo 16 1 Pedro 5:8-9, Mateo 10:8, Lucas 10:17,
19).
 Satanás es un enemigo vencido
Aunque Satanás es el enemigo del Señor, es un enemigo derrotado y vencido (Hebreos 2:14-15,
Colosenses 2:15, 1 Juan 3:8). Tal vez te hagas la pregunta ¿cómo es que Satanás es un enemigo
vencido si todavía vemos tanto pecado, tanta injusticia, tanta enfermedad, tanto dolor y tanta
muerte? Voy a responder a esta pregunta con una historia. Había un hombre que vivía en la selva de
las amazonas. Un día llego a su casa y cuando entró vio a una serpiente anaconda arrastrándose
por el suelo. El hombre tomó su rifle, apuntó a la cabeza del gigantesco reptil y le disparó. El tiro dio
en el blanco y la serpiente estaba muerta. Sin embargo, al igual que muchos otros animales, la
anaconda todavía se movía violentamente debido a los reflejos que había en su cuerpo. La cola
pegaba con toda su fuerza en contra de lo que había en la casa del hombre rompiéndolo todo,
platos, vasos, sillas, etc. De la misma manera, la gran serpiente llamada Satanás ha sido vencida.
Jesucristo le dio un golpe mortal en la cabeza cuando murió en la cruz y resucitó victoriosamente.
Pero el diablo sigue dañando la gran casa del hombre, que es el planeta tierra, mientras termina de
morirse. Es por ello que Satanás, aunque esta vencido, sigue causando dolor y sufrimiento a la
humanidad.
El fin de Satanás
La Palabra de Dios nos revela claramente cuál será el fin de Satanás: “Y el diablo, que los
engañaba, fue lanzado en el lago de fuego y azufre donde estaban la bestia y el falso profeta; y
serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos”. (Apocalipsis 20:10).
Sesión 3
Los demonios

 Son seres creados


Los ángeles malos, ángeles caídos, espíritus inmundos o mejor conocidos como demonios fueron
seres creados por Dios (Colosenses 1:16). En un principio todos eran ángeles buenos pero cuando
decidieron rebelarse y unirse a Satanás se convirtieron en ángeles malos o demonios. Al parecer el
orden de su creación precede a la del hombre. Aunque fueron creados y tienen un inicio, los ángeles
son seres eternos que no mueren. Desconocemos su número, pero podemos deducir que hay
millones de ellos.
 Son seres espirituales
Los demonios son comúnmente llamados espíritus en la Biblia y por tanto no tienen un cuerpo físico.
Por esa razón, no pueden ser vistos por nosotros a menos de que Dios nos abra los ojos de manera
sobrenatural o a menos que ellos se materialicen y tomen la forma de algún cuerpo o lleguen a
ocupar el cuerpo de alguna persona.
 Son personas
Los demonios son personas debido a que tienen intelecto, emociones y voluntad.
En cuanto a sus emociones, la Escritura establece que los demonios experimentan miedo (Lucas
8:31).
Con respecto a su voluntad, los ángeles pueden escoger entre el seguir a Dios y hacer el bien o de
rebelarse contra Dios y hacer el mal. Esto se puede deducir del hecho de que algunos de los ángeles
pecaron y cayeron de acuerdo a 2 Pedro 2:4 y Judas 6. La Biblia enseña que aunque Dios creó a
todos los ángeles y todos eran buenos al principio, algunos, debido a su capacidad de escoger
libremente (Mateo 12:44-45), decidieron seguir a su líder, Satanás (Mateo 12:24).
En lo que se refiere a su intelecto, vemos que los demonios tienen la capacidad de pensar, de
hablar, y de argumentar entre otras actividades de índole racional (Marcos 1:23-24).
 Son seres poderosos
Tienen una fuerza poderosa (Lucas 11:20-26, Hechos 19:13-16). Se les conoce también como
“potestades” (Efesios 6:10-12,), “dominios” y “autoridades”, los cuales son términos que sugieren que
son seres con un gran poder. De hecho tienen poder para hacer señales y milagros (Apocalipsis
16:14, Éxodo 7:9-12).
 Son seres organizados en una jerarquía
Los demonios están organizados en diferentes categorías ya que desempeñan diferentes funciones
y tienen distintos niveles de autoridad. Los demonios están organizados en una jerarquía de tronos,
dominios, potestades. Su organización es similar a la de un ejército. Es interesante notar que en la
Biblia a los ángeles se les llaman muchas veces “ejércitos”. Esto se debe seguramente a que forman
parte del ejercito de Dios que lucha en contra las huestes de Satanás (Nehemías 9:6, Salmo 148:2,
5).
Algunas actividades comunes de los demonios
 Buscan impedir que se realicen los planes de Dios (Daniel 10:10-14, Apocalipsis 16:13-16).
 Hacen todo lo que está en su poder para tentar a los creyentes para que pequen (Génesis 3:1).
 Inspiran a maestros falsos para que produzcan y diseminen herejías. Como el caso de los
mormones que aseguran que un ángel llamado Moroni le habló a José Smith y le reveló los
principios de la religión mormona (1 Timoteo 4:1, Gálatas 1:8, 2 Corintios 11:14, 1 Reyes 13:18).
 Traen todo tipo de enfermedad sobre las personas (Mateo 9:33, 12:22, Marcos 1:26, 9:20, Lucas
13:11-16, Hechos 8:7).
 Influyen negativamente a las naciones (Daniel 10:13, Apocalipsis 16:13-14).
 Poseen a las personas para controlarlas y destruirlas (Mateo 8:28-29, 9:32-33, 12:43-45, 17:18).
Los demonios se introducen en el cuerpo de las personas (Mateo 8:28, 17:18). Varios demonios
pueden poseer a una sola persona (Mateo 12:45, Marcos 1:24, Marcos 5:9). Pueden poseer a
niños (Marcos 9:21) y hasta a animales (Mateo 8:32)
 Pueden hablar y por tanto pueden pensar. (Mateo 8:29-31, Marcos 1:23-24)
 Tienen una gran fuerza (Marcos 5:2-4)
 Tienen memoria. Los demonios reconocen a Jesús como Dios (Mateo 8:29, Marcos 1:24, Marcos
1:34)
 Saben quién es Dios. Los demonios obedecen a Jesús (Marcos 1:27, Santiago 2:19)
 Tienen conocimientos. Los demonios saben que serán atormentados en su tiempo (Mateo 8:29)
 Los demonios pueden causar enfermedades. Los demonios pueden hacer que las personas
enmudezcan (Mateo 9:32-33, 12:22), que no vean (Mateo 12:22), que se vuelvan locas (Mateo
17:15).
 Los demonios expulsados pueden regresar a la persona y poseerla con otros espíritus peores
(Mateo 12:43-45, Marcos 9:25).
 Los demonios pueden tener nombres (Marcos 5:9).
 Puede haber un demonio principal o líder poseyendo a una persona (Marcos 5:7-10)
El Poder De Los Demonios
Si bien es cierto que los ángeles malos tienen poder (Lucas 11:24-26), su poder es inferior al de Dios
y por ello los ángeles de Dios y los cristianos pueden vencerlos con la autoridad que Jesús nos dio
para atarlos y echarlos fuera de las personas (Lucas 9:1, 10:17, Hechos 8:6-7, 16:18, 2 Corintios
10:3-4). La Biblia señala que un día todos ellos serán echados al infierno junto con Satanás (Mateo
25:41).
Como Nos Llegan a Influir o Posesionar los Demonios
Esto sucede cuando les damos entrada por medio de una de las siguientes maneras:
 Por medio del Pecado.
La entrada más común es el pecado (ver 1 Juan 3:8, 10, 12, 5:18-19, 2:14). El pecado de
desobediencia, es decir, el saber lo que tengo que hacer pero hago lo contrario es rebeldía. Como el
caso del rey Saúl que no obedeció la orden de exterminar a todos los amalecitas y todas sus cosas,
se adelantó a ofrecer los sacrificios lo cual era una tarea reservada solo para los sacerdotes y
consultó a una bruja. Saúl terminó siendo poseído por un espíritu demoniaco (1 Samuel 16:14-23).
Otro caso es el de Ananías y Safira que mintieron para aparentar ser generosos cuando en realidad
eran avariciosos (Hechos 5:1-10). Debido a su pecado Satanás los influyó.
Algunos de los pecados que comúnmente abren la puerta a la influencia de demonios son los
pecados sexuales y los pecados del ocultismo y la brujería (Hechos 16:16-18)
 Por medio de la Amargura, Resentimiento y el Enojo.
Cuando decidimos no perdonar a los que nos han hecho daño, el Enemigo toma ventaja y llega a
tener cierta influencia sobre nosotros (2 Corintios 2:10-11). Por ello el Señor nos ordena a que nos
deshagamos de toda amargura y que perdonemos (Efesios 4:31-32). Igualmente Efesios 4:26-27 nos
hace ver que cuando nos enojamos y resolvemos inmediatamente ese enojo, le damos oportunidad
al diablo sobre nuestras vidas. Es mejor es amar y perdonar. 8
 Por medio de las Heridas del Corazón.
Esto está muy relacionado con el punto de arriba. Las heridas del corazón son experiencias
traumáticas y dolorosas del pasado. Nadie esta exento del dolor. Cuando alguien nos hace daño
muchas veces preferimos guardar rencor, resentimiento y deseo de venganza en lugar de perdonar.
Cuando no perdonamos, le abrimos la puerta a la influencia de demonios en nuestra vida.
Maldiciones o Espíritus Generacionales.
Los pecados de nuestros antepasados pueden abrir la puerta y dar legalidad a la influencia
demoniaca sobre nuestras vidas (Éxodo 20:4-6). Tenemos que confesar esos pecados, pedir perdón
y renunciar a ellos.
Sesión 4
Como Se Expulsaban los Demonios en la Biblia
En el nombre de Jesús
Los demonios son expulsados en el nombre de Jesús. Jesús dijo “en mi nombre echarán fuera
demonios” (Marcos 16:17 ver también Mateo 7:22, Marcos 9:38). ¿Qué significa esto? ¿Son palabras
mágicas? No lo creo. Observa Hechos 19:13-16. No son las palabras en sí sino lo que representan,
es decir, la autoridad de Cristo sobre los demonios.
Hacer algo en el nombre de alguien más, es hacerlo con la autoridad de la persona. Uno bautiza en
el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo porque lo hacemos con su autoridad. De igual
manera uno les ordena a los demonios que salgan de las personas, no porque nosotros seamos algo
o alguien, sino por la autoridad de aquel que nos envió a expulsar los demonios. Es como el réferi de
futbol americano. Es un hombre pequeño, no muy fuerte y grande de edad. El jugador de futbol
americano por otro lado, es un hombre de 1.90 de estatura, con un peso de 250 libras, musculoso y
joven. Pero el referí expulsa al jugador del campo de juego y el jugador lo obedece ¿Por qué? Por la
autoridad que hay en el referí. De la misma manera, un creyente tiene la autoridad para expulsar
demonios de las personas no por lo que la persona sea sino por lo que tiene, la autoridad de Cristo.
Teniendo fe
Los demonios son expulsados cuando se tiene fe (Mateo 17:19-20). Podemos esperar que los
demonios sean expulsados si tenemos fe en Dios (Marcos 9:23). Los creyentes pueden pedirle a
Jesús que expulse el demonio de una persona poseída (Mateo 15:22-28, 17:15-18). ¿Qué significa
esto? Que creemos con toda convicción de fe que Dios cumplirá su Palabra. Él hará lo que dijo que
iba a hacer. El cumplirá con su promesa de Marcos 16:17-18.
¿A qué se debe que algunas veces los creyentes no pueden expulsar los demonios? A causa de su
incredulidad y perversidad (ver Mateo 17:17, 17:20). ¿Qué podemos hacer cuando nos falta fe?
Simplemente pedirla al Señor.
Con oración y ayuno
Hay un tipo de demonios que solo pueden ser expulsados cuando se ora y se ayuna (Mateo 17:21,
Marcos 9:29). ¿Qué significa esto? Que en la intimidad con Dios hay poder. Muchas veces oramos
por las personas para que sean libres pero no sucede nada. A veces se debe a que no tenemos una
vida de oración o comunión con el Señor. Alguien dijo algo que es muy cierto: Nada de oración, nada
de poder. Poca oración, poco poder.
Más oración, más poder. Además, la autoridad, la unción y el poder vienen de tener una relación
cercana con el Señor.
Jesús expulsaba demonios con su palabra
El Señor Jesucristo ministraba liberación con palabras para que los demonios salieran del cuerpo de
la persona (Mateo 8:16, 8:32). ¿Qué significa esto para nosotros? Que podemos usar la Biblia, la
Palabra de Jesús, para expulsar demonios. Algunos textos que podemos usar cuando ministramos
liberación son los siguientes: 1 Juan 4:4, 1 Juan 3:8, Lucas 10:19.
Jesús expulsaba los demonios por el Espíritu Santo
No es nuestra fuerza que vamos a poder expulsar demonios sino en el poder del Espíritu Santo. Así
lo hacía Jesús (Mateo 12:28). ¿Qué significa esto? Que el Espíritu Santo es poder de Dios. Tenemos
acceso al Espíritu porque mora en nosotros. Pero la verdad es que no usamos ese poder. No lo
vemos y lo ignoramos. Muchos de nosotros lo hemos apagado. Pero él está ahí. Lo que tenemos
que hacer es avivar el fuego del Espíritu Santo. Lo que necesitamos es la llenura del Espíritu Santo.
Lo que necesitamos son los dones del Espíritu Santo.
Jesús expulsaba los demonios reprendiéndolos
Reprender es amonestar fuertemente a alguien. Jesús a veces les hablaba así a los demonios para
expulsarlos (Mateo 17:18). ¿Qué significa esto? Parece ser el decir un juicio de maldición como en el
caso de Judas 1:9. Parece ser que es hablarle fuertemente y hacerle ver sus fallas.
Jesús expulsaba los demonios con una orden
Jesús no pasaba mucho tiempo ministrando liberación. Simplemente daba la orden para que los
demonios se fueran y estos salían de los cuerpos de las personas (Marcos 1:25, Marcos 5:8, Marcos
9:25). Cuando ministres liberación no les sugieras a los demonios. No les pidas. Ordénales que
salgan. No es necesario que converses con los demonios. Ordénales que se vayan.
¿Cómo Podemos Expulsar Demonios?
Cuando se trata de expulsar demonios hay cuatro factores que siempre debemos de considerar y
usar. Vamos a ver abajo cada uno de ellos.
Factor #1: Autoridad Sobre El Enemigo
¿Cómo podemos ministrar liberación? Primero que nada creyendo que tenemos la autoridad de
parte de Dios para hacerlo. Veamos el texto de abajo:
“Yo les he dado poder a ustedes para caminar sobre serpientes y alacranes, y para vencer toda la
fuerza del enemigo, sin sufrir ningún daño.” Lucas 10:19
Este versículo nos enseña varios puntos importantes que merecen ser señalados:
Primero, esta es una autoridad de Cristo (YO les he dado poder…). Recibimos la autoridad de Dios
mismo, el ser más grande, más importante y más poderoso del universo. Eso nos debe de dar la fe y
la confianza para ministrar liberación sin reserva alguna.
Segundo, esta es una autoridad para los seguidores de Cristo (Yo les he dado poder a
USTEDES…). Si te consideras un discípulo de Jesús, esta autoridad también es para ti. No es solo
para pastores y líderes. Es para cualquier creyente en Cristo Jesús.
Tercero, esta es una autoridad sobre toda, no parte, de la fuerza del enemigo (…para vencer TODA
la fuerza del enemigo…). Aunque nosotros no tenemos poder en nosotros mismos, por el hecho de
tener autoridad de Cristo, podemos ir en contra de todo el poder de los demonios.
Cuarto, esta es una autoridad que garantiza la victoria (…para caminar sobre serpientes y
alacranes, y para VENCER…). Nosotros hacemos guerra espiritual y liberación no para obtener la
victoria sino en base a la victoria.
Y quinto, esta es una autoridad que te protege de las represalias del enemigo (…sin SUFRIR ningún
daño). No creas las mentiras del enemigo que dicen que más te vale no meterte en su terreno
porque vas a pagar las consecuencias con dolor y sufrimiento. Jesús nos promete que no sufriremos
ningún daño.
Otros pasajes de la Biblia que nos hablan del ministerio de liberación que podemos tener como hijos
de Dios son los siguientes:
“Y estas señales acompañarán a los creen: en mi nombre expulsarán demonios…” Marcos 16:17
“Nuestros hermanos lo han vencido (al enemigo) con la sangre derramada del Cordero y con el
mensaje que ellos proclamaron; no tuvieron miedo de perder la vida, sino que estuvieron dispuestos
a morir.” Apocalipsis 10-11
“Mayor es aquel que está en vosotros que aquel está en el mundo” 1 Juan 4:4
“Cuando un hombre fuerte está bien armado y cuida su casa, lo que en ella guarda está seguro. Pero
si otro más fuerte que él viene y lo vence, le quita las armas en que confía, y sus pertenencias, y
dispone de ellas.” Lucas 11:21-22
Nuestro enemigo está vencido y desarmado.
“Dios canceló la deuda que había contra nosotros y que nos obligaba con sus requisitos legales.
Puso fin a esa deuda clavándola en la cruz. Por medio de Cristo, Dios venció a los seres espirituales
que tienen poder y autoridad y los humilló públicamente llevándolos como prisioneros en su desfile
victorioso.” Colosenses 2:14-15
Podemos ver que Cristo le quitó a Satanás el poder que tenía para intimidar y controlar a las
personas a través su sacrificio en la cruz.
“Para esto apareció el hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.”1 Juan 3:8
“Las armas que usamos no son del mundo sino que son poder de Dios capaces de destruir
fortalezas.” 2 Corintios 10:4
Factor #2: Intimidad con Dios
No basta con mencionar el nombre de Jesús, como si fueran palabras mágicas. El poder para
expulsar demonios proviene de un conocimiento personal del Señor. Alguien dijo una vez que el
poder está en la intimidad. Mucha de esa intimidad viene de una vida de oración. Alguien dijo una
vez “mucha oración, mucho poder. Poca oración, poco poder. Nada de oración, nada de poder”. Lee
Hechos 19:10-17 para que te des una idea del factor tan importante de conocer al Señor para
ministrar liberación.
Factor #3: Poder
Jesús expulsaba los demonios por el Espíritu Santo
No es nuestra fuerza que vamos a poder expulsar demonios sino en el poder del Espíritu Santo. Así
lo hacía Jesús (Mateo 12:28). ¿Qué significa esto? Que el Espíritu Santo es poder de Dios. Tenemos
acceso al Espíritu porque mora en nosotros. Pero la verdad es que no usamos ese poder. No lo
vemos y lo ignoramos. Muchos de nosotros lo hemos apagado. Pero él está ahí. Lo que tenemos
que hacer es avivar el fuego del Espíritu Santo. Lo que necesitamos es la llenura del Espíritu Santo.
Lo que necesitamos son los dones del Espíritu Santo.
Factor #4: Fe
Los demonios son expulsados cuando se tiene fe (Mateo 17:19-20). Podemos esperar que los
demonios sean expulsados si tenemos fe en Dios (Marcos 9:23). Los creyentes pueden pedirle a
Jesús que expulse el demonio de una persona poseída (Mateo 15:22-28, 17:15-18). ¿Qué significa
esto? Que creemos con toda convicción de fe que Dios cumplirá su Palabra. Él hará lo que dijo que
iba a hacer. El cumplirá con su promesa de Marcos 16:17-18.
Modelo Para Ministrar Liberación
Primer paso, asegurarse de que la persona quiera ser libre. Si no quiere ser libre no sucederá nada.
Es importante que la persona esté dispuesta a abrir su corazón, a confesar su pecado y exponer su
involucramiento con cualquier cosa que pudo haberle dado la autoridad a demonios para que
vinieran a influenciarla.
Segundo paso, hacer la entrevista con el fin de identificar las puertas que se abrieron para dar
entrada a la influencia de demonios. Determinar si los demonios tuvieron entrada por causa de
pecado sexual, heridas del alma, involucramiento en el ocultismo, brujería, satanismo o cualquier
otra razón (Usar evaluación personal espiritual).
Tercero paso, pedir que la persona pida perdón, renuncie a su pecado, quite la autoridad al
demonio. Romper toda atadura sexual, del alma, de espíritu, etc.
Cuarto paso, expulsar el demonio. Primero se le quita la autoridad al demonio y después se le
expulsa.
Quinto paso, pedir la llenura del Espíritu Santo (ver Mateo 12:43-45).
¿Cómo podernos ser libres de este tipo de demonios? Haciendo una oración con los siguientes
elementos:
1. Confesar el pecado y arrepentirse.
2. Pedirle perdón a Dios.
3. En caso de haber hecho algún tipo de pacto, romperlo.
4. Retirar todo derecho legal que se le dio al enemigo al participar del pecado.
5. Ordenar a todo espíritu que haya entrado al participar de ese pecado que salga y se vaya.

Por ejemplo, “Confieso que tuve relaciones sexuales con (nombre). Me arrepiento. Te pido me
perdones Señor. Yo cancelo toda legalidad que le di al espíritu de fornicación en mi vida al haber
tenido relaciones sexuales con (nombre). Ordeno ahora a todo espíritu que entró en mi vida de
fornicación, prostitución, lascivia, lujuria, que salgan y que se vayan en el nombre de Jesús. Soy libre
y mi cuerpo pertenece a Cristo.”
Un oración ejemplo del pecado de brujería sería esta: “Confieso que fui con el curandero (nombre)
para que mi hiciera un trabajo para que regresara mi novio conmigo. Me arrepiento de haber puesto
una vela con un alfiler y la foto de mi novio, de haber hecho oraciones o rezos para que regresara.
Perdóname Jesús. Yo cancelo todo derecho legal que le di al diablo en mi vida cuando fui con el
curandero (nombre) y cuando participé al haber puesto la vela con el alfiler y la foto, al haber hecho
esos rezos. Yo soy libre en el nombre de Jesús ordeno ahora que todo espíritu de brujería, de
hechicería salga y se vaya de mi vida en el nombre de Jesús. Yo soy libre en el nombre de Jesús.”
Sesión 5
Como mantener nuestra libertad

 Teniendo una relación personal diaria con el Señor (mucha oración, Biblia, ayuno, reuniones en la
iglesia, etc.)
 Alimentándote con alimento espiritual (meditar la Palabra, estudiar la Palabra, escuchar la
Palabra, etc.)
 Con la armadura del Cristiano (Efesios 6:10-13)
 Sometiéndote a Dios (Santiago 4:7)
 Apartándote del pecado y de las malas influencias que te llevaron a abrirle la puerta al demonio
Algunas indicaciones para ministrar liberación
Estas son algunas ayudas que pueden servirte para ministrar liberación más efectivamente:
 Prepárate espiritualmente antes de ministrar liberación. Es decir, ora, si es posible ayuna.
 Asegúrate de que no haya nada que el enemigo pueda usar en tu contra a la hora de ministrar
liberación. Cuando uno peca uno ha cedido su autoridad. Si has pecado, confiesa tu pecado, pide
perdón, arrepiéntete y mantente en santidad.
 Ministra liberación en equipo. No lo hagas solo. Jesús siempre enviaba a sus discípulos a
ministrar en parejas. Siempre invita a que alguien más vaya contigo. Como dice la Biblia “uno
hará caer a mil y dos a diez mil”. Vas a necesitar ayuda y apoyo. Vas a necesitar que alguien
cubra tus espaldas mientras peleas. Vas a necesitar que alguien te releve. Vas a necesitar de los
dones o experiencia de los demás.
 Ministra conforme la dirección del Espíritu Santo. A veces es relativamente fácil identificar el
problema en la persona y ministrar liberación de una manera rápida y efectiva. Pero hay veces en
las que uno no sabe bien cuál es el problema y mucho menos cómo resolverlo. Hemos tenido
casos donde los demonios salen en cuestión de minutos. Pero hemos presenciado casos en lo
que los demonios se manifiestan y aún después de orar por varias horas, la persona no es libre.
Intentamos todo tipo de oraciones, rompemos todo tipo de maldiciones, citamos todos los textos
de la Biblia y a fin de cuentas, nada pasa. Es en situaciones como esas que tenemos que
detenernos y orar pidiéndole al Espíritu Santo que nos muestre cómo ministrar a la persona. No
ministremos en nuestras fuerzas sino en el poder y la dirección del Espíritu Santo. Siempre
debemos de orar pidiéndole al Espíritu que nos hable, que nos muestre el problema o que nos de
alguna indicación para saber cómo ministrar a la persona. A veces el Espíritu nos habla por
medio de visiones o de palabras. En otras ocasiones trae a la mente algo que es relevante para
la liberación de la persona. Seamos sensibles a la voz del Espíritu.
 Ministremos de manera organizada. Cuando haya un grupo de personas ministrando liberación,
es importante dejar que una persona lleve el liderazgo hasta que lo quiera pasar a otro. Mientras
no lo pase a otro, nuestro papel es apoyar su liderazgo en la ministración. Es decir, en lugar de
querer dirigir la ministración, debemos de apoyarle en sus oraciones y en los métodos que utilice
para ministrar liberación. Oremos pidiendo al Señor que le de discernimiento al líder, que le
sabiduría, que le de dirección, que le proteja, etc. Oremos pero no todos al mismo tiempo en
contra de los demonios. Dejemos que el líder ore y los demás pueden orar en su mente o en voz
baja. También tengamos mucho cuidado de no contra-orar lo que el líder esta orando. El líder
puede estar orando así: “demonio te ordeno que salgas de él ahora”, mientras que otra persona
puede estar contra-orando así: “demonio estás atado. No puedes moverte en el nombre de
Jesús”. El líder puede estar orando así: “demonio cállate, no hables”, mientras que otra persona
esta contra-orando así: “dime ¿cómo te llamas? Habla ahora”. Todos podemos y debemos de
participar en la liberación, pero debemos de hacerlo con orden y bajo la guía de un líder a la vez.
Trabajemos de manera organizada.
 No olvides orar con los ojos abiertos para observar lo que está sucediendo con la persona que
estas ministrando. Muchas veces el lenguaje de su cuerpo puede ayudarte a saber qué está
pasando con los demonios y cómo ministrar más efectivamente.
 Ministremos en el lugar apropiado. Si vamos a ministrar liberación por lo general hay
manifestaciones demoníacas por medio de gritos, pujidos, vómitos, convulsiones y otro tipo de
reacciones físicas. Por ello es conveniente llevar a la persona a quien se esta ministrando a un
lugar privado. No es bueno ministrar la liberación en los lugares públicos de la iglesia a la vista de
todos. Puede afectar negativamente a los nuevos en Cristo, a los viejos en Cristo que no están
familiarizados con la liberación y también puede afectar negativamente a nuestros niños.
Llevemos a la persona a un cuarto y cerremos el cuarto para ministrar de una manera más
privada.
 Ministremos con seguimiento. Una vez que la persona haya quedado libre, es muy importante
que se le de un seguimiento. El seguimiento es para ver cómo siguieron las cosas en su vida.
También es necesario para saber si hay la necesidad de seguir orando por más liberación. En
ocasiones no salen todos los demonios. El seguimiento también es necesario para animar a la
persona a que tome los pasos necesarios para impedir que los demonios regresen a ella, ya que
van a querer regresar.
 Mantener la confidencialidad. No divulgues lo que la persona confesó a menos que tengas su
permiso para hacerlo.
¿Puede Un Cristiano tener demonios?
Para empezar, no vamos a saber todo el tiempo si una persona es verdaderamente cristiana o no.
Una persona puede tener problemas con demonios mientras que aparenta o piensa que es cristiana
cuando no ha nacido de nuevo. Algunos van a decir que se trataba de una persona cristiana con
demonios mientras que otros van a decir que se trataba de una persona no cristiana con demonios.
Y ¿qué hay de un verdadero cristiano? ¿Puede tener demonios? Yo creo que bíblicamente hablando
los cristianos pueden estar en uno de los siguientes tres niveles de la actividad demoniaca:
Nivel #1: Oposición (demonios contra mí)
Nivel #2: Opresión (demonios sobre mí)
Nivel #3: Posesión (demonios dentro de mí)
El Nivel #1, la oposición, es el nivel de la lucha espiritual que todo cristiano tiene contra las fuerzas
demoniacas. Pensemos en el caso de Jesús que estuvo en una intensa guerra espiritual contra
Satanás y los demonios cuando fue llevado al desierto por cuarenta días. Este es el nivel de la
oposición. Pablo nos dice en Efesios 6:10 en adelante que todos tenemos una fuerte oposición no
contra carne ni sangre sino contra huestes de maldad, contra principados y potestades. Este nivel es
para todos los creyentes. Alguien dijo una vez que si un cristiano no está teniendo ningún tipo de
lucha espiritual contra demonios, posiblemente se deba a que esa persona no es cristiana después
de todo y si lo es no está haciendo nada para afectar negativamente el reino de las tinieblas.
En el Nivel #2, la opresión, es un nivel más profundo que el anterior. En este nivel la guerra espiritual
continua dándose dentro del campo de batalla que es la mente, pero también pasa a otras áreas de
nuestro ser. En este nivel la persona experimenta ataques físicos de demonios. Estos ataques se
pueden manifestar como fuertes dolores de cabeza, depresión, diferentes tipos de enfermedades.
Pensemos en el caso de Job que fue atacado violentamente por demonios al grado que afectaron su
salud poniendo llagas o úlceras sobre toda la piel de su cuerpo. Job seguía siendo un cristiano
ejemplar, pero estaba sufriendo una gran opresión demoniaca.
En el Nivel #3, la posesión, es el nivel más profundo de los tres. Aquí los demonios entran al cuerpo
de la persona, toman posesión de su mente, y debido a eso pueden manipularla fácilmente.
Los creyentes no tienen mucho problema en aceptar el nivel #1 (la oposición). Lo ven como algo
totalmente bíblico. Para otros el nivel #2 (la opresión) es más difícil de creer y aceptar. Es el nivel #3
(la posesión de un cristiano) el que ha causado mucha controversia en la iglesia. Hay algunos grupos
que lo ven como algo que la Biblia, así como la experiencia, muestran, mientras que otros no
encuentran ningún apoyo bíblico para tal posición y por lo tanto lo rechazan y lo critican.
¿Puede un cristiano ser poseído? Yo creo que sí. Algunos tienen problemas en aceptar esta
respuesta porque dicen que eso es imposible tanto cualitativamente como cuantitativamente.
Dicen que es imposible cuantitativamente, es decir, dicen que un cristiano no puede ser poseído por
demonios porque ya ha sido “poseído” por el Espíritu Santo de Dios. Ellos se preguntan ¿cómo
puede haber dos espíritus habitando dentro de la misma persona? En otras palabras, ¿cómo pueden
dos seres habitar dentro de un ser humano? La respuesta es simple. Un espíritu no tiene cuerpo y
por lo tanto no ocupa un lugar determinado en el espacio. Una misma persona puede tener dentro de
ella uno o varios espíritus. Pensemos en el ejemplo de María de la cual salieron siete demonios
(Lucas 8:2). ¿Cómo es posible que siete demonios cupieran dentro del cuerpo de una sola mujer?
Pensemos en el caso del endemoniado de Gadara (Lucas 8:30). Cuando Jesús le preguntó al
demonio su nombre, el demonio contestó que se llamaba legión. Una legión era una palabra para
referirse a un batallón romano de mil o dos mil soldados. Se puede pensar entones que el hombre de
Gadara tenía miles de demonios dentro de él. La Biblia dice que cuando Jesús liberó a este hombre
muchos demonios salieron de él (ver Mateo 12:45, Marcos 1:24, Marcos 5:9). ¿Cómo pueden estar
mil demonios dentro de un solo hombre? Pueden estar ahí porque por ser espíritus no tienen cuerpo
físico y no ocupan lugar en el espacio. Entonces una persona puede tener uno, varios o hasta miles
espíritus morando dentro de ella. Este es el aspecto cuantitativo de la posesión demoniaca.
Pero ¿qué hay del aspecto cualitativo? ¿Qué hay de la calidad del espíritu que habita en la persona?
En otras palabras, ¿puede un cristiano llevar dentro de sí al Espíritu de Dios y a uno o varios
espíritus demoniacos al mismo tiempo? ¿Puede el Espíritu Santo compartir nuestro ser con otro
espíritu impuro? Algunos dicen que esto si puede ser debido a que el ser humano se compone de
tres partes, el cuerpo, el alma y el espíritu. Estas personas dicen que el Espíritu Santo habita en el
espíritu del hombre mientras que los demonios habitan en el alma del hombre. No sabemos a ciencia
cierta si esto es verdad o no.
Otros dicen que el ser humano es como una casa con diferentes habitaciones. El Espíritu Santo
mora en algunas de las partes de la casa pero el creyente no le ha rendido el control de cada parte
de su casa o su vida. Por ello, el Espíritu Santo mora y reina en ciertas áreas de la vida del creyente
pero otros espíritus inmundos moran y controlan otras áreas de la persona.
Pero para contestar a la pregunta ¿puede el Espíritu Santo compartir nuestro ser con otro espíritu
impuro? Déjame contestarte esa pregunta con otra pregunta ¿Puede el Espíritu Santo habitar en el
mismo lugar donde se encuentra el espíritu del ser humano que no es totalmente santo y perfecto?
¿Puede el Espíritu Santo vivir dentro de un corazón pecaminoso? ¿Puede existir el mal y el bien
dentro de mí? ¿Pueden la luz y las tinieblas habitar juntos en el mismo cuerpo? Yo creo que sí.
Nuestra experiencia humana nos hace ver que llevamos dentro de nosotros la naturaleza del hombre
nuevo en Cristo Jesús y la naturaleza del hombre viejo pecador. Por ello, todavía como cristianos
seguimos pecando. El bien y el mal moran dentro de nosotros. De la misma manera podemos decir
que si es posible que una persona sea creyente, tenga al Espíritu Santo viviendo dentro de él y tener
uno o varios demonios a la vez.
Pero ¿existe algún caso específico en la Biblia de algún cristiano que fue poseído por algún
demonio? Consideremos los siguientes casos:
 El caso del rey Saúl que fue poseído por un espíritu maligno (1 Samuel 16:14, 16:23, 18:10,
19:9). Algunos dicen que el rey Saúl no fue un verdadero cristiano y por eso se puede aceptar
que fue poseído por un demonio. Pero ¿qué hay de su conversión en 1 Samuel 10:6 donde el
Espíritu de Dios viene sobre él y lo transforma en un hombre nuevo? Este versículo parece
indicar que si era un creyente.
 Consideremos el caso de Judas que fue discípulo de Jesús, fue uno de los doce apóstoles y sin
embargo la Biblia dice claramente que fue poseído por Satanás (Lucas 22:3, Juan 13:27).
 Consideremos también el caso de la mujer con la joroba (Lucas 13:11-16). Jesús dijo que ella era
una hija de Abraham, dando a entender con esas palabras que era una hija de Dios, una
creyente. La mujer se encontraba en la sinagoga, que es el equivalente a estar en la iglesia. Y sin
embargo, tenía la influencia demoniaca que le había causado su joroba. Jesús le ministró
liberación y ella fue sana y fue libre.
 Esta también el caso de otros israelitas creyentes (Marcos 1:39). El caso del apóstol Pedro
(Mateo 16:23). ¿Cómo es que Jesús le llama Satanás a Pedro? El caso de Ananías y Safira que
eran parte de la iglesia y sin embargo dejaron entrar al diablo en su corazón (Hechos 5:1-7).
 Otro es el caso del hombre en inmoralidad sexual en la iglesia de Corinto (1 Corintios 5:1-5).
Pablo dice que tenía que ser entregado a Satanás pero que se iba a salvar. Este es un creyente
porque a fin de cuentas se salva pero mientras tanto sufría la opresión, y tal vez, posesión de
demonios ya que fue entregado a Satanás.
 El caso de los corintios (2 Corintios 11:3-4). Pablo les dice: “Pero temo que, así como la
serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean también de alguna manera
extraviados de la sincera fidelidad a Cristo, porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el
que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio
que el que habéis aceptado, bien lo toleráis.” Pablo habla de la serpiente, es decir, Satanás y
habla de recibir otro espíritu diferente al espíritu que habían recibido, es decir el Espíritu Santo.
 El caso de los efesios (Efesios 4:26-27). Esta carta fue escrita a cristianos, a santos y creyentes
(Efesios 1:1), pero Pablo dice que tengan cuidado de no irse a la cama enojados con alguien
porque eso le da lugar al diablo. ¿Qué significa eso? Sea lo que sea Pablo está hablando de que
los cristianos pueden ser influidos por el Enemigo.
Es interesante que la Biblia nos llama a protegernos del diablo ya que podemos caer bajo su
influencia y tal vez hasta llegar a ser poseídos por uno o varios demonios (ver 1 Timoteo 3:6-7,
1Timoteo 5:15, 2 Timoteo 2:26, 1 Pedro 5:8-9, Efesios 4:27). En base a todos estos casos, creo que
si es posible que un cristiano pueda ser poseída por uno o varios espíritus demoniacos. 18
Preguntas para Estudiar:
1. ¿Qué es la liberación?
2. Da tres razones de la gran importancia del ministerio de liberación
3. Menciona 4 nombres del Enemigo
4. Menciona 3 limitaciones de Satanás
5. Menciona las 5 características de los demonios
6. Menciona 5 actividades comunes de los demonios
7. Menciona las 4 maneras por medio de los cuales los demonios llegan a influir o posesionar a una
persona
8. Menciona 4 maneras por medio de las cuales se expulsaban demonios en la Biblia
9. Menciona los 4 factores que debemos de considerar para expulsar demonios
10. Explica brevemente los 5 pasos del modelo para ministrar liberación
11. Menciona las 5 acciones que se deben hacer para mantener la libertad
12. Menciona 5 indicaciones para ministrar liberación
13. ¿Puede un cristiano tener demonios? Da apoyo bíblico a tu respuesta.

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