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Martín Lutero dijo: tengo tanto que hacer que debo pasar las primeras 3 horas
orando.
Y la Biblia nos da varios principios importantes de cómo orar de tal manera que
obtengamos respuestas.
Jesús nos enseñó muy detalladamente cómo orar para que nuestras oraciones tengan
respuesta.
Filipenses 2:10 “para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que
están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra”
Un cheque sin firma no tiene valor, una oración sin la firma de Jesús no tiene valor.
Una pistola es inofensiva si está descargada pero es peligrosa si está cargada, tus
oraciones son inofensivas si están descargadas pero son peligrosas cuando están
cargadas de fe.
Muchas oraciones son anuladas porque luego que oramos empezamos a tener
actitudes o palabras de duda, temor o incredulidad.
La fe no sólo nos ayuda a recibir la respuesta de la oración sino que nos ayuda a
mantener la respuesta.
El libro de Hebreos nos enseña lo siguiente Hebreos 11:6 “Pero sin fe es imposible
agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y
que es galardonador de los que le buscan”
Cuando yo me acerco a Dios me debo acercar con fe, sabiendo que El es un Padre
bueno y galardonador de los que le buscan.
La Biblia nos da un principio bien importante que muchas veces pasamos por alto a la
hora de orar y es que pidamos de acuerdo a la voluntad de Dios.
Es por eso que la vida de oración debe ir acompañada de una vida devocional y
viceversa.
Mientras más conozco la Biblia, más conozco la voluntad de Dios para mi vida y más
efectivas van a ser mis oraciones.