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Unas de las cosas que más resalta es la animación de caminos en las cuales hombres
de la iglesia, reyes, condes, marqueses, mujeres nobles, empiezan a peregrinar a
Constantinopla y ello crea una movilidad creciente de las riquezas ya que para seguir
la marcha era necesario obtener instrumentos monetarios, gastarlos, distribuirlos,
comprar alimentos y de esa manera dejaban las monedas a su paso que estimulaban a
productores y revendedores desde las cruces de caminos hasta los campos. La
segunda señal es la reconstrucción de la iglesia en la cual lo que se ve es la puja que
tenían las iglesias para construir sus iglesias de forma cada vez mas suntuosos y si buen
estas empresas fueron llevadas a cabo extrayendo del medio rural la fuerza
productiva para colocarlas como extracción de trasporte y al trabajo de una gran masa
de materiales, es posible que algunos obreros fueran dependientes de los señoríos
eclesiásticos obligados a prestarse de manera gratuita de seguro muchos de ellos fueron
independientes a los cuales había que alimentarlos por lo cual se necesitaba comprar
en el interior ya que los excedentes normales no soportaría esta sobrecarga de
consumidores, también hay que pagar salarios y por lo tanto la renovación de los
edificios eclesiásticos se vio favorecida por el aumento de la circulación de la moneda ,
lo que a su vez acelero el movimiento de los metales preciosos. Y por último las
renovaciones del tercer tipo revelan la instauración de un orden nuevo, el
establecimiento de las estructuras feudales.
El orden feudal:
Los historiadores marxista denominan la palabra feudalismo para definir las fases
principales de la evolución económica y social, de esta al llegar el año mil es empiezan
a entablar relaciones nuevas entre la fuerza productiva y de los que tenían provecho
de ellas.
Esta moral justifica la relaciones económica y alrededor del año mil estas
concepciones llevaron a la madurez la teoría de los tres órdenes elaboradas por los
intelectuales que exponían que dios asigno a los hombres tareas especificas; uno con
misiones de rezar por la salvación otros de combatir para proteger al conjunto de la
población y el tercer grupo mucho más numeroso debe mantener con su trabajo a los
demás, este esquema simple sirve como marco para legitimar las desigualdades
sociales y todas la formas de explotación económica y en este marco mental, rígido y
claro se incluyeron las relaciones de subordinación creada desde tiempos remotos
entre los trabajadores y campesinos y los señores de la tierra y estas rigen los
mecanismos de un sistema económico que se puede llamar feudalismo.
El feudalismo:
Después del año mil los trabajadores, los agentes de las iglesias y los agentes de la
guerra no coinciden con lo que situación entre un lado a los señores y del otro los
sometidos a la explotación señorial, y si bien hay muchas situaciones en las cuales es
difícil distinguir la posesión territorial con el poder o la capacidad de fiscalidad eso no
hace imposible poder dividir la sociedad feudal en dos clases.
Las de los señores en las cual se encuentran los eclesiásticos y la de los caballeros,
y la conciencia que adquiere esta clase hace escandalosa la idea de que un trabajador
pueda elevarse por encima de sus condiciones hasta el punto de igualarse en el ocio con
los sacerdotes o guerreros, y con ello estos amplían el foso en los niveles de las
relaciones económicas. En primer lugar reforzando la las fortunas aristocráticas que
en caso de los laicos estaba amenazada por donaciones piadosas y las divisiones
sucesoras, para la primera instancia (donaciones) forzó todos sus lazos de parentescos
para compaginar con los dirigentes religiosos concesiones compensadoras con lo cual
se donaba en termino temporal pero luego de la primera sucesión de estas tierras
tendieron a pasarse a perpetuidad las mismas, estas prácticas tendió a disminuir
hacia fines del siglo XI y concluyo con la reforma gregoriana en la cual condenaba la
dependencia de lo espiritual a los poderes temporales, y en segundo lugar
fortalecieron sus estructuras de parentesco salvaguardando la herencia en linajes en el
cual el padre deja sus bienes a su hijo mayor el cual ejercía el control de los bienes
colectivos legados de sus antepasados lo que garantiza a la familia la preeminencia,
todo ello para evitar las divisiones sucesorias.