Você está na página 1de 41

Sigfried Giedion

El presente eterno:
Los comienzos del arte
Una aportación al tema
de la constancia y el cambio

Versión española de
María LuiS4 Balseiro

®
_.- ._ ... _.,._-~

. "
~- __.....J -. - , •• '
--- .. 0'-

-_._- ------

TERCERA PARTE
LA SIMBOLlZACION

----_ ..._-------------_._----- ._ .. -- ... -_----_ .._--- .... _-_._-_ _--


.. -.. .. - _.~_ o', _. _

--------------~/
- - . -_ ~. __ ._--_._~ --- ---_. __ --------------------- -----~~------------ --- ._.
·-f--. _-' -------------
El símbolo ro el arte primevo 107

El SIMBOLO EN EL ARTE PRIMEVO mis simples, aquí parece haberse dado rienda suelta J la imaginación indivi-
dual. y son muchos los casos en los que hasta ahora sólo se conoce un
Ames que el arte, el hombre creó el símbolo. El nombre llegó :ardíamen- ejemplo de determinado tipo. Estos símbolos suele» estar en !.;; partes
ce, el símbolo ¡T)uy pronco: aparece en los albores mismos del afán de mis inaccesibles de las cavernas, como sucede en Alrarnira. El Castillo
excrcsión del hcrnbre. En su primera forma rudirnenraria.. surgió en la y La Pasiega. En su inaccesibilidad se puede ver una alusión J h especial
e~; musrcricnse como huella de los primeros tanteos del hombre de Nean- potencia de la magia que emanan, Todavía hoy muchas de esas con˙guracio- 11
derthal en busca de una organización espiritual que trascendiera sus sencillos nes producen una impresión extrañamente poderosa sobre el ccnremplador.
11
materiales y su existencia utilitaria. Se han encontrado huesos con líneas por ejemplo en Alcarnira, donde todo el techo esd atravesado por símbolos
p.iralelas y dl.lgonJles grabadas o círculos rojos, pero son tan fr:igmenc~r:os en zigzag de color sangre, tan grandes como los dibujos adyacences de u
·:¡I.le no permiren extraer ccnclusiones seguras. Muy distinto es el caso bisontes. ¡.. JI1 ........ <Y, xv¡
Ir.
de las pequeñas oquedades semiesféricas excavadas en la roca, que llamamos La simbolización nació de la necesidad de dar forma perceptible :l

c˙pulas. Los prehísroeiadores nos informan de que los símbolos hechos lo irnperceprible. SurgiÓ tan pronto como el hombre tUVO que expresar 111
por el hombre más aneiguos que se conservan son los descubiertos en la relación inquietante e intangible entre la vida y la muerte, al principio 11;
una piedra sepulcral triangular del abrigo de La Ferrassie, en Dordoña. expresada de maneras muy primitivas. Cuando 1-
1- Bachofen afirmó que
11I
Son pequeñas oquedades hechas en la lápida, que estaba colocada con el símbolo se había formado en la turnb i. pensaba en la necrópolis etrusca
ese lado hacia abajo sobre el cuerpo de un niño. Estas c˙pulas, carentes que fue el punco de partida de sus pioneras investigaciones sobre el simbolis- 11I
de función práctica, conscicuyen un tcnómeno muy com˙n en el arce paleolí- mo (1339). El material en .que apoyarse lo enconcró en los relieves tunerarics. 111 ¡
tico: su significación simbólica no cscá exactamente definida. de antaño despreciados por los arqueólogos, yen su profundo conocimiento
1I1
Los símbolos mágicos que aparecen con mayor frecuencia y a lo largo de la literatura. clásica. Desde entonces, ranro los daros materiales como
de periodos rnds dilatados de la prehistoria son simples. Consisten en fexg- nuestra comprensión del simbolismo han crecido enormemente. y nuestro liJ-
/
meneos, en los cuales la parte vale por el todo: una mano, por ejemplo. recién adquirido conocimiento del arte primitivo ha corroborado en gran 1..;
representa al ser humano total, los genitales representan la facilidad. Pero parte las teorías de: Bachcfen.
il;4
es mis dificil dar sentido al círculo, que aparece en gran n˙mero de
form,is. grandes

tions}, J menudo
y pequeñas: depresiones

de forma vjriable_
en forma de raza hechas en la
piedra {tu pules], puntos y discos de color [ponctuatious] y agujeros [perfor«:
-
Se avecina una era del simbolismo
l'~
~ ;.
En los riern ?OS primitivos los símbolos se empleaban a veces solos, Hay actualmente indicios de que de: nuevo nos acercamos :1 una era
d
pero es más frecuente encontrar varios asociados e interrclacionadcs : puntos. del simbolismo, y de que una fase prolongada de -realismo- esd dejando .:j :~
por ejemplo, rcl .. cionados con manos, con animales o con rccríforrncs, y paso a nuevas concepciones de la realidad, una realidad de dirnens.ones
c˙pulas dispuestas el! hilera o una sola asociada a un animal o encima de
él. De ese modo se podían precisar más algunos de los rn˙lriplcs significa-
m˙ltiples y significaciones
por el sirnbolo y su significado
renovadas. La presente
nos reconduce
reavivación del interés
a sus orígenes prehistóricos.
'!.•".
dos inhcrcnrcs ;¡ cada símbolo, y también acentuar un solo significldo Es ahi donde mejor se puede estudiar el proceso encero de: simbolización. le
dorninanrc, corno el deseo de incrementar la fertilidad. A estos conjuntos, De: hecho, en la simbolización esci 1:1 clave de todo el arce paleolirico, ';(
donde se cornbinrn ditercnrcs símbolos con signific.idos diversos para hacer desde los grandiosos 'grabados y pinturas de las cuevas -del sur de Francia
hincapié en un solo significado concreto, los podemos Il.imar «símbolos 'f España hasta los pequeños artefactos de asta de reno. En todos los It
cornpucsros-.
Además de los símbolos simples y directos, en los cicrnpos primitivos
C:lSOS lo concreto ha sido traducido
parecer. Esta transmutación
a símbolo, por re;líscl que pueda
persistió a lo largo de todo el arce paleolícico, •
«
se elaboraron numerosas formls complejas y enrcrarncncc abstractas, LJ hasta el periodo ncolitico, en que la abstracción reinó sin rival.
inventiva del horncre en esta dirección parece haber sido in.lgocable, pero Hasta años recientes no han reconocido los especialistas la importancia ••
con dio los significados
a estas formas simbólicas
se tornan tanto más oscuros.
m:ís complejas
Los nombres
son meras eriquceas : tcceiformes,
dados del estudio siscernárico del contenido
mis se avanza en esa invesrigación,
simbólico del arte prehistórico.
mis sorprende la asombrosa
Cuaneo
riqueza •
:-
- cbviformcs, na viforrncs. En contraste con lo ocurrido en los símbolos de imaginación que revela. Parece que ahí pudiera estar la fuente de mucha
)t

_-_.+---------- ----_.-_..

____ • 7
1
El símbolo en el arte pn'mnJO 109

de la imaginería que se ha atribuido al arre griego, Pero I;¡ labor anterior de El resurgir de los símbolos
todos los prehistoriadores y antropólogos serios se dedicó a la c1asific;;¡ción
de objetos materiales, como hachas de mano y otros ˙tiles similares, Por jean-Paul Sartre es un poeta con vniones de qué-clases de símbolos
consiguiente, en nuestra comprensión de lo que los símbolos significaban son posibles hoy, En L'jmQ.~j"Qirl! (1940) afirma que, en contraste con
para el hombre prehistórico quedan todavía grandes lagunas. la situación reinante en ¿pOCJS anteriores, la función simbólica ya no tiene
Hoy el denominador com˙n de credo y ritual que en otro tiern po su origen y explicación en el mundo exterior, -No aceptaríamos una concep-
vinculaba a los hombres entre sí ha perdido su fuerza, Mientras que en ción seg˙n la cual la función simbólica haya de ser añadida a la imagen
las eras primitivas la magia, el mito y la religión suministraban al hombre d~de fuerl ~a imagen ": eS,encialmence simbólica p~r su estructura misma.
una coraza espiritual Contra el entorno hoscil, hoy esrá desguarnecido y (pag. 128), 'sm inrerrnediarjo de nmguna clase, el símbolo, por su misma
desnudo. Buscando una compensación, ha tenido que crear símbolos e forma, tiene acceso directo a las emociones)
im5genes interiores sacadas de sí mismo. Medio irónicarnenre, el pintor Los elementos conscirurivcs dominantes en el -arte contemporáneo- son
surrealista Max Ernst escribió: -en 1930, tras haber compuesro con violencia formas desprovistas de significación aparente, y que sin embargo se imponen
'i método I;¡ Femme 100 lites, fui visitado casi a diario por mi f;;¡ncasma directamente a los sentidos. Estos símbolos difieren no sólo de los símbolos
privado y personal: el jefe de las aves Loplop- (1948, pág. 9), mágicos pocentes de la prehistoria, sino también de los símbolos concepruali- 1:
Hoy día el hombre medio parece haber perdido I;;¡clave de su propio zados de los griegos, Los símbolos de hoy son anónimos: parecen existir ex-
ser, aunque sigue creyéndose sabedor de lo que le gusta y capaz de expresar clusivamente para sí, sin significación directa, Sin embargo. están imbuidos 1:
¡. ,
lo que siente. En el gUStOdominante de los tiempos se muestra el resultado de un atractivo inexplicable: la magia de sus formas, En cierto sentido, I,1I
de esta 'pérdida, porque afecta a la esfera toda 'de I;;¡actividad emocional. represenun un proceso i-egeneracivo o terapéutico. un escape del frenesi
. El hombre medio, ya sea gobernado o gobernante, se ha vuelto indiference tecnológico. Junco a esros símbolos anónimos o formas sin significación
;;¡ la invasión de sucedáneos, al ersat z en el arre y la arquitectura,
falsedad en la expresión: a este proceso es a lo que yo he llamado .Ia
devaluación de los símbolos» (1948, págs, 329-363). Hace y;¡ siglo y medio
a la directa se han resucitado e integrado en nuevos contextos otros milenarios.
tomados del pasado remero, seg˙n se aprecia en la obra de Miró y Klec, ~.
entre otros. Sería fruccifero, aunque dificil, llevar a cabo alguna forma'
que es visible, pero sigue en marcha, El languidecimienco de nuestra vida
ccrnuniraria, nuestro desvalimiento a la hora de encontrar formas para
la celebración o el tiempo libre, nuestra falt;¡ de capacidad imaginativa
para elaborar formas que contrarresten
indica el alcance de la desor icntación
los males de nuestra cultura, todo
actual del hombre.
de investigación que arrojara luz sobre el proceso de esta transformación
y sus m˙ltiples ramificaciones,
No se puede decir hoy que las fuerzas de simbolización ya no existan,
Un gran lienzo que caprure codos nuesrros sentidos sirnulránearnente. como
I
No es dificil encender córno se ha producido todo eso, El hombre
el CumrjeQ, puede ser un gran símbolo compuesto. Al tornar conciencia
de los m˙ltiples estratos que componen el tejido del alma, rrararnos de
I!:I
11
u
"
"

de hoy tiene que soportar una carga enorme y creciente de conocimiento descubrir no sólo los limites dentro de los cuales la argumentación lógica !!
intelectual, y al mismo tiempo su mundo emocional ha ido atrofiándose opera como una herramienta segura, sino también las áreas en que no ii
progresivamente. Su maquinaria emocional se ha encogido hasta quedar
reducida a un mero apéndice, roralrncnee incapaz de absorber y humanizar
el conocimiento acumulado por el cerebro, El hombre está solo, Es posible
se puede usar esa herramienta, áreas de dimensiones psíquicas diferentes,
Las leyes de la lógica vienen coloreando el pensamiento filosófico desde
el Renacimiento, en especial desde el siglo XVII, Esta influencia tiene un
L
ji
ji_,
que de nuevas transformaciones operadas en la esfera comunal surja alg˙n paralelo próximo dentro del ámbito óptico en la influencia de !J perspecciva '1
nuevo espíricu supra personal, Pero, por el momento, el hombre no tiene en nuestra visión del mundo, Es precisamente contra esos criterios estrechos
nada a que acudir fuera de sí mismo. Esta situación puede darnos una pisca de causa y efecto lógicos.y perspectiva óptica contra lo que la época
j
sobre la naturaleza de esos sírabolos que hoy despuntan en la obra de los actual protesta y se rebela.
pintores y poetas conrernporáneos. Ya no hace falta preguntar el porqué, Nuestra vista no es ciega para
los maravillosos logros artisticos de los siglos recientes; pero progresivamence
hemos ido tomando mayor conciencia de la situación a que: el racionalismo
nos condujo a lo largo del siglo XIX: la de vivir sólo para el momento,
carentes de toda certeza frente a las decisiones que asumen dimensiones
.-- -- - ------------_._-- -
El símbolo en el arte primeTJO 111

psíquicas. La calle unidireccional de J;¡ lógica nos ha dejado tirados en Los comienzos del planteamiento simbólico
el suburbio del materialismo.
:\ l considerar la continuidad de la experiencia hurrrana tenernos que
remontarnos a la cuestión primordial: ¿qué hay de fundamentalmente dife-
El símbolo como concepto rente entre las apercepciones del hombre y del animal en su transacción
con el mundo externo? Las herramientas (si !>C me permite: darles ese
Fue el modo de pensar griego lo que engendró la. forma conceptual nombre) de que disponen el hombre y el animal, ¿son diferentes' o no?
del símbolo. La palabra «símbolo-, ella misma de origen griego, fue absorbida Demos la respuesca inmediacarnenee : lo que discingue al hombre del
por las lenguas más diversas, entre ellas el lacín, pese a que los romanos animal es su planteamiento simbólico.
no tuvieron en mucha estima el concepto que: representaba. La variedad En su ˙lcimo libro, AII lisay 011 IIIdll (19,g), que ofrece mucho de
de significados que ese concepto encerraba para los griegos de la época lo esencial de sus obras anteriores, el filósofo Emsr Cassirer recababa el
clásica se demuestra en el hecho de que formaran tres sustantivos distintos auxilio de los biólogos para dilucidar qué es lo que distingue al hombre:
J partir del verbo original. Sus complicadas relaciones lingüísticas fueron del animal. El. biólogo alemán 1- J. von Uexküll elaboró en las primeras
establecidas ya en 1810-18\2 por Friedrich Creuzer. El verbo griego original décadas de este siglo un nuevo enfoque del mundo animal, Fue por la
symba/lei" indicaba la acción de acoplar varias partes para formar una totalidad, misma época en que los cubistas elaboraban una nueva concepción del
y sus variantes de significado eran las de -unir», -enlazar- y «reunir partes espacio por eliminación del punto de vista ˙nico del Renacirnieneo. El bió-
separadas •. La noción más simple de svmbolon, por lo ranro, es la empleada logo declaraba que ˙nicamentc un dogmatismo muy ingenuo podía dar por
por Platón, -uno compuesto de dos •. El ejemplo más conocido del empleo supuesta una realidad idéntica pJra todas las criaturas. La realidad no es algo
griego del símbolo es el regalo que el anfitrión hacia de parte de una ˙nico y homogéneo. Está infinicarnence diversificada, y presenta canees es-
moneda o anillo rotos .11invitado que se iba, de suerte que, al ser acopladas quemas diferentes corno org:mismos hay. El mundo de la mosca yel mun-
después aquellas mitades. los dueños o sus descendienres pudieran reconocerse do del perro son esencialmente distintos. Hay un mundo de la mosca, y hay
mutuamente. un mundo del perro. Cada criatura vive en un universo propio, basado. en
El símbolo vino a ser una señal de relación a la que se había provisto su propia experiencia.
de una significación especial. Objetivarnenre, no existe vínculo alguno Cada especie posee un sistema receptor que recibe esrirnulos del mundo
entre el fr:lgmento de la moneda roca y el significado que se le ha concedido, exterior, y que varía con su estructura anatómica propia. Cada una posee
ni hay pista alguna de esa relación que sea perceptible para los sencidos: también un sistema efector mediante el cual reacciona a esos esrirnulos,
se les escapa. El símbolo retomó su significación suprapersonal y recobró a fin de mantener un equilibrio entre sus mundos interior y exterior.
su papel original de imagen de algo que no se puede expresar directamente. A la unidad operante establecida por esos dos sistemas la llamó Uexküll
En un pasaje .íe su Versad: ¡¡bit die Griibersymbolik da Alfen (Ensayo Funkuouskrei», círculo de función.
sobre el simbolismo funerario de los antiguos; 1859), Bachofen da una La vida humana ha de: obedecer las mismas normas que gobiernan
formulación simplificada del papel del símbolo: -Las palabras hacen finito otros organismos.
lo infinito; los símbolos conducen el espíricu desde el mundo finito del Cada animal eseS.perfectamente adaptado a su entorno, y puede, seg˙n
devenir hasta el imbito del ser infinito- (ed. de 195-+, p;Íg.52). Así el su narurnlcza. restaurar el equilibrio entre mundo interior y mundo exterior.
simbolo recupera su significación primitiva: innominado, es sin embargo ¿Cómo restaura el hombre ese quilibrio ? ¿Existe algo en su apercepción
una realidad poderosa, y es ese significado consisccnre suyo lo que hoy del mundo que le distinga del animal? Si es así, ¿cómo llegar a descubrirlo?
vuelve a ser operarivo. Y así las primeras intuiciones de hombres como Resumiendo la respuesca que da Cassirer a e~a preguntl: la marca
Creuzer y Bachofen, desechadas en su tiempo, se esr.in viendo confirmadas disrinriva de la vida humana es que el hombre vive en una dimensión
hoy. nueva de la realidad. ¿Qué significa esro?
Para establecer su adaptación al entorno y mantener o restaurar el
equilibrio entre sus mundos interior y exterior, el sistema efector del
hombre puede hacer uso de una cualidad que no se encuentra enrre los
animales: el planrearnieneo simbólico del mundo.

- -----------
__________ .1
, • ._ •. _
El símbolo en tl aTte primtvo 113

De esta dimensión nueva ---<> tal vez podríamos decir, específicamente simbólicas, como lo' son en el mundo humano cuando se I;¡s integra en
humana- de la realidad han brotado el arte, el lenguaje, el mico y la un artefacto nuevo llamado ¡rost.
ciencia. La distinción entre hombre y animal estriba simplemente en que Desde sus primeros pasos, el hombre ha hecho uso del simbolismo
el hombre no vive sólo en un universo material, sino también en un en su enfoque de todos los aspectos del mundo. Hay tantas esferas d'e!
universo simbólico. simbolismo como actividades humanas.
La ido de Ernsc Cassirer de que la marca distintiva de la vida humana El simbolismo mágico se desarrolló en el periodo paleolítico, en la
es su planteamiento simbólico ganó inmediata aceptación. Leslie White Edad de Piedra, cuando el hombre por fuerza tenía que vivir en el' más
(1940) declaró: .Hoy empezamos a darnos cuenta de que el símbolo es Intimo contacto con la naturaleza: cuando se sentía rodeado de fuerzas
I;¡ unidad básica de toda I;¡ conducta y la civilización humanas ... Toda visibles e invisibles que parecían amenazarle: cuando no era capu de
conducta humana se origina en el uso de simbolos. Fue el símbolo lo distinguir entre condiciones subjetivas y objetivas; cuando b imagen de
que transformó en hombres a nuestros antepasados antropoides y les hizo un ser, fuera animal o humano, emanaba tales fuerzas mágicas que imagen
humanos, Todas las civilizaciones han sido generadas y perpetuadas ˙nica- y realidad se fundían una en otra.
mente por el uso de símbolos. Es el símbolo lo que transforma a un Fue la época del cazador.
recién nacido de Homo sapiens en ser humano ... Toda la conducta humana
consiste en, o depende de, el uso de símbolos. La conducta humana es
una conducta simbólica; la conducta simbólica es conducta humana. El Los símbolos y la arqueología
símbolo es el universo de la humanidad. (pág. 229).
Es esta línea de demarcación entre el hombre y el animal lo que Hoy ya no nos'sacisfacen los meros datos y las exactitudes filológicas.
los psicólogos de muchos países han tratado de determinar. Norrearnerica- Hay una demanda de resultados de las investigaciones eruditas sobre los
nos, alemanes y franceses han llevado a cabo experimentos sobre la rncnrali- símbolos. El filólogo clásico Ulrich ven Wilamowiez-Moellendorf dio im-
dad de los grandes simios, la conducta semiótica en los chimpancés, etcétera. pulso a esa demanda con su conferencia -Die Griechische Heldensage-
La labor de psicólogos, lingüistas y especialistas en semántica ha rendido (los mitos heroicos griegos), pronunciada en Berlín en 1925 (págs. 41-62).
tarnbién a convergir hacia un mismo punto: la dilucidación de las diferencias Pero lo que encontramos no es nada, son lagunas o la obra de dilerantes
fundamentales entre las capacidades conceptuales del hombre y el animal, cuyo conocimiento de las fuentes no merece confianza. Durante demasiado
tiempo el deseo de interpretar los mitos y los símbolos se declaró incompJci-'
El lingüista francés Henri Delacroix, en L, tall,~lIg, et 111 pms(t (1924),
afirma que un loro es C;¡P:lZ de repetir palabras y frases y posee un
ble con la honra del erudito. La ética de éste se fundamentaba en un

aparato vocal perfecto, oído I!no y una memoria excelente. No es, pues,
-amor inquebrantable a la verdad y una entrega desinteresada ;¡ codos

los problemas de la Antigüedad- (Howald, 1926, pág. 2.3). A manen de


el equipamiento físico necesario p:lra aprender una lengua lo que falta
en el loro.
escudo, esta actitud tapó y suprimió cualquier investigación de los símbolos
durante más de un siglo. Desde su concepción misma, la erudición de
Pero, cuando el loro repite una frase entera. para él es una entidad los ˙lcimos cien años se vio obligada a condenar todas las tenrarivas en
indi visible, una serie de palabras inextricablcmente unidas unas J otras. l'SJ dirección y a expulsar J todos los partidarios de ellas.
Es incapaz de cambiar de posición ninguna de las palabras. S~ limita Desde finales del siglo XVIII no ha habido continuidad en la investigación
a repetir let phrases-mots, frases-palabras. Para el animal, las palabras o de los símbolos. De vez en cuando brota un manantial; siempre retrocede.
las frases son meros signos. Nunca nacen de una imaginación simbólica, Ello es perfectamente comprensible. desde el momento en que los métodos
como en el hombre.
Tanto el hombre como
.
el animal son capaces de expresar alegría.
arqueológicos han tomado
métodos de: las dominantes
por modelo,
ciencias naturales.
y cada vez desde más cerca, los
Esto ha significado la ubicación
dolor y ansiedad a través de sonidos y gestos, pero IJ diferencia insuperable del objetivo de IJ arqucotogía en la certeza absoluta. Dcsgraciadarnenrc.
que separa ;¡I hombre . del mundo animal, b razón de que los animales y a despecho de todos los deseos de precisión, el empico d e métodos
no puedan p:lsar jamás del estadio prelingüiscico, reside en la fJlta de puramente racionales no es posible en el ámbito de la prehistoria y la
imaginación simbólica en el animal, Para él las palabras son sonidos, siempre protohistoria. Con frecuencia la esencia misma de los fenómenos y los
vinculados a objetos específicos. Jamás pueden llegar a ser abstracciones simbolos reside en su significado m˙ltiple.

----------_.

----- _._ .. _._ .._-----_._----,-------------


-: ;':1

El simbola en ti artt pn'm6W lIS


.;. -1
11
Hoy día, cuando po(!:> a poco la cuestión del significado interior de Al deslindar el mito del símbolo, Creuzer llegó a lo que él llamaba
1I
los fenómenos ha pasado a primer plano yes mucho mis frecuente identificar el símbolo en su estadio culminante. Se aproxima mucho a Bachofen
la historia Con el destino humano que tratarla como una secuencia de cuando observa: -En otras palabras, el símbolo quiere decir mucho y 1I
acontecimientos, nos falta el material de partida necesario: una base de debe expresar lo divino (pero lo que tiene que decir lía de decirlo decidida- 1I
investigación erudita sobre el significado de los símbolos ... '\sí pues. pese! mente, sin circunloquio ni confusión)." Como un destello, la idea salta . 1I
11 alto grado de desarrollo alcanzado por los estudios filológicos, aquellos del símbolo y capta codos los sentidos. Es un rayo que sale direcrarnenre
estudios que dependen de las derivaciones y significados del lenguaje y
la micología han de ser forzosamente fragmentarios ..
A finales del siglo XVlI se alzó la figura colosal de Giarnbatrisca Vico
de las profundidades del ser y de! pensamiento. atraviesa los ojos y perrnea
nuestra naturaleza encera: la percepción inmediata- (p:irrs. 34, 35).
Fue fácil atacar las conclusiones defectuosas y las .f;mtasías. de la ugu-
"
1I
1(
(1668-17~4). Este filósofo napolitano fue el primer gran erudito que se rnenración de Creuzer desde el punto de vista de la exacticud filológica.
enfrencó al método racionalista de Descartes y le opuso la idea del pensarnien- Pero lo que había detrás de las objeciones escolásticas. era en realidad 11
co como algo que' broca de la fantasía. En su De antiqulssima ltalorum un planrearnienco marerialisca de la historia. 1I
sapientia (1710), Vico investigó las lenguas y los micos para desvelar sus Lejos de limitar su hostilidad a las inexactitudes o los errores flagrantes, 11
significados ocultos. Tuvo experiencia amarga de lo que suponía opone!n~ los eruditos alemanes de la época desdeñaban cualquier trabajo metódico
a la supremacía del racionalismo en la Era de la Razón. que se hiciera en estos campos. Los franceses compartían su acritud. Cuando 11
Los inicios de la actual investigación de los símbolos se remontan a se tradujo a Creuzer al francés, Ernesr Renan -que había hecho lo suyo
Christian Gotrlob Heyne (1729-1812), un filólogo de la Universidad ¿-: por estrangular el pensamiento míscico- dijo: -Busca pensamiento abstracto
Gotinga que se propuso examinar todos los valores espirituales en el contexto e ideas profundas en crivialidades-.
de su cultura general (Howald, 1926, pág. 6). Heyne no profundizó en Desde un' aislamiento 'solicario y profundamente reflexivo, Johann jakob 11
las. fuentes Como Vico. Aunque se orientó hacia el símbolo, sus métodos Bachofen (1815-1887) aventaja a cuantos ineenraron trabajar seriamente 11.
son los de la Era de la Razón. en la investigación de los símbolos durante el pasado siglo. Bachofen :
11,
Fue un románcico quien dio el impulso inicial a la investigación actual. un hombre exterior e inreriorrnenre independiente, que vivió en su propio
El lugar de nacirnienco fue Heidelberg. Allí, poco antes de 1800, 'se había mundo, residente en la misma ciudad qu.e jacob Burckhardt, Se rehuyeron 11
formado un circulo muy selecto: los poetas Nova lis, Amim, Brenrano, mutuamente. Burckhardt (1818-1897), pese a toda la amplitud de su visión, IIj
Schlegcl y Tieck ; el filósofo Schelling; el intluyence jurista Savigny, y seguía estando dentro de la corriente principal del pensamiento decimonóni-
Górrcs, historiador de la Iglesia Católica. A este círculo perteneció Friedrich
II!
co; la obra de Bachofen fue un legado que no obtuvo apreciación e I

Crcuzer (1771-1838), y en esa atmósfera nació su magna obra Sylllbolik influencia hasta medio siglo después de su muerte. No había entonces Ili
uud l\'(yt"olo.~ie der alten VJlker, besanders der Criedien (Símbolos y mitos
de: los antiguos, en especial de los griegos; 1810-1812).
sitio para el-descubridor de la religión primeva. y de los aspectos maternales Id
de la materia (Bernoulli, 1924, pig.57), En su época se pensó que andaba
'. Crcuzcr representa la etapa especulativa de la investigación sobre el detrás de pistas falsas, y cuando no se le atacó de hecho se le ignoró
'í7¡
origen de: los micos.')Durance toda su vida fue blanco de los ataques de totalmente. Id
los filólogos, a causa de cicrco n˙mero de incoherencias -grandes y peque- Bachofen no fue apreciado ni en su país natal ni en Alemania. Pero :11
iiJs-- que! sirvieron para ridiculizar cualquier investigación ulterior acerca en Inglaterra e! panonma era algo distinto, en la medida en que había
de los símbolos. En vano soñó con una cátedra universitaria desde donde ya un cierto interés por la estructura del mundo primevo no clásico. ~1 f
estudiarlos seriamente. Hcyne había basado su indagación en la idea de Un abogado escocés, J. F. Mcl.ennan, uno de los primeros en profundizar 111'
lJ lIuscración; el punce de partida de Creuzer fue el Romanticismo. Al las teorías del eorernismo, había descubierto independientemente la impor-
igual que Vico, veía en el lenguaje el registro más fiel de las épocas tancia de la descendencia matrilineal. Mcl.ennan consiguió un ejemplar
anteriores. En eso le: ayudó el simbolismo: era el medio de expresarlo del Das ,"v(lIttam/¡t de Bachofen (El rnatriarcado ; 1861), un libro de lectura
todo. Creuzcr desarrolló las ideas griegas del símbolo y vio que -in eine rn nada fácil, e inmediatamente reconoció la talla de Bachofen y admició
Blick das Garue crfassr- (lo abarca todo con una sola mirada). De esto abiertamente su deuda para con el místico patricio de Basilea .• Fue en
dedujo una concepción nueva del símbolo, bajo el nombre de -mor-icncane la primavera de 1866·, escribiría, -cuando por primera vez tuve noticia
Anschaulichkeies, percepción i_nmediara (Creuzer, 1, párr.20). de Das Mlllterrultl. y advertí entonces que he" Bachofen se me había

-------------- ._-----_. __ . -------------- .-.- - -- -.

...--. _._---_. ---._---------:----..,------'


El símbolo en el art« pn'mroo 117

adelantado en este descubrimiento. No obstante, los caminos por los que era producto de esa unicidad indisoluble del mundo que impregna toda
Bachofen y yo habíamos llegado :a esa conclusión no habrían podido );¡ prehistoria, desde su lenguaje de símbolos hasca su percepción del espacio.
ser más dispares, A mi me lI..vó :a ella J;¡ reflexión sobre las exigencias
de mi explicación del origen de l:a forma de captura. A Bachofen el
hecho parece habérsele revelado como algo ubicuarnente subyacente a El símbolo y la existencia
las tradiciones, y en especial a las rnieologias, de la Antigüedad, que su
prodigiosa erudición abarcaba.con todos sus inn˙meros detalles- (Mcl.ennan, Repicárnoslo : los símbolos del arte primitivo arraigan en las exigencias
1876). . primarias de la existencia humana, en b idea de una continuidad de la
Han sido los estudiosos de la psicología profunda, más que los prehistoria- vida y la muerte. El objetivo dominante de la existencia primitiva 'era
dores o los arqueólogos, quienes desde Freud y Jung han venido buscando la obcención de alimento. Alimenco quería decir animal. Cuando el ataque
el significado de los micos y los símbolos. Su punco de partida ha sido directo contra el animal fallaba, se inventaban ritos y signos y símbolos
)3 psique individual, en particular la psique individual del neurótico clínico' mágicos con los que el hombre esperaba investirse de poder par;¡ ernbrujarlo.
de nuestros días. Pero la mera matanza de bestias no bastaba pua asegurar un suministro
El Tótem y tabií de Freud (1912) animó a los antropólogos a llevar concinuo de alimentos: eso dependía también de la fecundid3d de la especie,
su indagación por nuevos derroteros, y la obra de Jung, Rank y otros para asegurar la cual el hombre primitivo era todavía más impotente.
dio origen a una larga serie de investigaciones sobre el .individuo> en Sólo la magia ofrecía esperanzas.
la forma del -héroe-, figura que hace su aparición en los albores de la Se comprende, por lo ranro, que casi todos los símbolos tempranos.
historia. aunque se presenten' en com binaciones muy variadas e incluso contrarias.
Pero un plantearnienro que parta del individuo no deja de tener riesgos. hicieran referencia a la perpetuación de las especies animales, y de un
Se ha dicho que este enfoque -desde el alma y lo subjetivo no sale nunca modo u otro estuvieran orientados a promover 13 fertilidad ;¡ través de
de J;¡ prisión que él mismo se ha impuesto, ni encuentra vÍJ de acceso 1:1magia. Esto se observa con mayor claridad en el auriñaciense primitivo
:a las relaciones con el mundo objetivo»: son palabras del escritor suizo que en el rnagdaleniense, posterior y m:ís avanzado, En el primer período,
Julius Schwabe, en su interesante obra A,cllftyp IIIld Tierkreis (Arquecipo un símbolo de fertilidad es la vulva: aparece consranternenre, por regla
y zodíaco: 1951, pág. xxxv). Schwabe expresa este punto de vista al desarro- general sola pero a veces combinada con el animal cuyo incremento se
llar su tesis de que los mitos y símbolos de las primeras altas civilizaciones desea. Est:í fuera de duda que esas representaciones de órganos femeninos
guardan relación con los fenómenos cósmicos más que con las emociones no tienen nada que ver con los instintos sexuales humanos, y otro tanto
humanas, y que los arquetipos no son productos de la mente inconsciente sucede con las representaciones de órganos masculinos, mucho más escasas,
exclusivamente. En esto Schwabe sigue a Bachofen : -Los sucesos terrenales las figurillas femeninas de senos y vientres enormes o las figurillas masculinas
están atados a los cósmicos. Son su expresión tel˙rica. Fue creencia universal irifálicas.
y fundamental del mundo antiguo que Jos fenómenos terrenales y celestiales A principios del período rnusteriense aparecen señales de una creencia
obedecían las mismas leyes, y que una gran armonía impregnaba por en J;¡ continuación de la vida después de la muerte. Las Cosas no terminan
igual Jo perecedero y lo imperecedero» (Bachofen, 1861; ed. 1948, JI, abruptamente, la muerte no extingue la vida por completo, y se apunta
pig. 131). alguna posibilidad de volver 3 entrar en el ciclo terrenal, lo mismo para
Por otra parte, a los arqueólogos, etnólogos y cuantos cultivan las los hombres que pan los animales, :aunque no es.ti claro cómo haya de
disciplinas históricas les interesa más, en sus investigaciones sobre el simbolis- lograrse. En esa era el hombre vivía cerca de sus muertos, :a los que
mo, trazar los límites de los estratos llamados inconscientes y remontar daba sepultura dentro de su morada. Decenas de miles de años más tarde
ciertos fenómenos considerados .inexplicables> hasta el momento cronológi- había la misma costumbre en el delta del Nilo (Merimde), muy poco
co en que el espíritu humano los creó con conciencia plena. antes de los albores de la historia, Los muertos influían en la suerte de
Ni siquiera en la época de las altas civilizaciones arcaicas estaba todavía sus descendientes, compartían las comidas familiares. Hoyes costumbre
el hombre encerrado en su yo. Seguía convencido de: ]J interrelación en algunas partes de la Polinesia encerrar a los muertos dentro de la casa
cósmica y tel˙rica entre los aseros y los hombres. Esta convicción de o fuera, bajo los aleros. Esta zona de inhumación es sacrosanta: no se
una interdependencia y de su influencia consiguiente en el destino humano le vuelve l. espalda, y al acostarse se orienta la cabeza' en es. dirección.

- -,
--~------~-~~ _
_ ..... "._---.::-:-_-- ..-- - ------:-------;-------_.
El sim bolo tn el art, primevo 119

También el animal poseía un poder mágico después de la muerte. de la cerámica anterior, con su inten"~aa arclsiica y su gran atractivo,
Tanto en pro del suministro de alimento como' para aplacar el espíritu son ricos en conceptos prehistóricos y tienen mucho mis en com˙n con
del animal muerto, era razonable tomar medidas para facilitar su reg=e:so el mundo simbólico de la era magdaleniense (anterior en ocho a diez
a la vida. S~ hacia todo, en suma, como si el animal dispusiera de: poderes milenios) que con los micos ancropomórficos de uños mil años después.
mágicos a los cuales había que propiciar o dominar con otras fuerzas Sin embargo, no hay que olvidar que los mitos antropomórficos conser-
mágicas. van a˙n vestigios de la prehistoria. Como los signos y símbolos del mundo
primitivo, indican Il eterna polaridad de la vida y la muerte, y se integran
en el cosmos. Ahora se les ha dado a todos terma antropomórfica, y
El símbolo y el mito hasta 105 astros han pasado a ser personificaciones deístas. Esta mezcolanza
de los hombres y los dioses con el cosmos es la característica primordial
El hombre premitológico estaba cornplerarnenre integrado en el mundo de los mitos.
que le rodeaba. Formaba una sola cosa con él, no se alzaba por encima Una de las conquistas de Julius Schwabe ha sido el dejar salir a los
de él ni se sentía su centro, sino un elemento humilde del mismo. Su suerte mitos (y con ellos a los arquetipos) del laboracorio psicológico y devolverlos
estaba regida por poderes que no era capaz de comprender. Para él el a su posición dentro del cosmos. En su opinión, el fallo del psicoanálisis
animal era un ser superior, una criatura mayor que él, y 11 mismo riernpo -y de la teoría de los arquetipos de Jung- reside en que «nunca esclpa
una personificación de potencias invisibles. Todos los símbolos prirniti vres de II psique, de la subjetividad, que ha llegado a ser la prisión que él
tienen sus raíces en esta era zoomórfica. Por simples o complejos que sean, mismo se ha creado- (p:íg. XXIV). Los arquetipos quedan reducidos a -elernen-
todos ellos representan fuerzas invisibles de un universo todavía no tos del inconsciente' colectivo __. sin relaciones reconocibles con el mundo
reducido a campo de batalla entre hombre y hombre. exrrapsiquico, y por ende de interés simple y ˙nicamente psicológico-
,Los micos, en cambio, se basan C11 las relaciones y destinos de los (pág. XXII).
hombres o de ellos y los dioses. En los miros., el ciempo (la sucesión Sch wabe fecha indirectamente la aparición de los mitos definiendo
de aconrecirniencos) tiene un papel determinante .. Para el hombre primevo, la posición de los planetas de los cuales, seg˙n él, nacieron las teorías as-
el hoy, el ayer y el mañana eran una sola cosa. Los mitos nacieron de la gi- crológicas. La disposición simétrica. armónica. de los planetas con respecto
gancesca transformación que de la era zoornórfica llevó a la antropomórfica a los ejes norte-sur y este-oeste sólo puede valer 'para un período de
en la que a˙n vivimos, y en consecuencia su aparición es rclarivarnenre tar- tiempo concreto, la segunda mitad del periodo de Tauro (h. 3275-2200
día. Seria avencurado asignarles fechas precisas: sin ern bargo, a partir de su a. C.) ... La enorme importancia de esra disposición primaria de los planetas
contenido, de los conflictos que encarnan y del contexto en que se inscri- para el simbolismo en general.¿ puede tener explicación en el hecho probable
ben: cabe suponer que coincidieron aproximadamente con las primeras co- de que coincida con esa era ˙nica en que el planceamieneo micógeno
munidades formales, del tipo de los pequeños asentamientos en tomo a Ull del cosmos estaba rodavía intacto> (pág. 19).
, !JI
cemplo que florecieron en el norte y el sur de Mesopocarnia en el cuarto mi- Hay que añadir que no. se puede dar por senrado que el hombre '-:-[;11
lenio a. C. primevo tornara especial noca de una constelación celeste can estrictamente Ilr
En la c:popeya surneria de Gilgarnés las ciudades son ya centros reconoci-
dos de la religión y la autoridad. y el héroe épico Gilgarnés gobernaba
simétrica y tan directamente
horizontal.
basada en !J relación de la vertical y la
lll~
en la ciudad de Uruk. Seg˙n los datos, Gilgarnés no vivió antes del 271)0 ó En los tiempos primevos, todas las direcciones del espacio tenían el lit
2600 a. C.; por lo tanto, '1:1 epopeya que recoge sus hazañas heroicas no mismo valor, y el mismo derecho a existir. El hecho de que la posición II~
puede ser anterior al 2600 a. C.; aproxim;¡damcnce."En esa época nació un simétrica de los planetas con respecco a J;¡ cruz axial fuera siquiera advertido
nuevo mundo de dioses, CUyl estructura jerárquica reflejaba con exactitud lit
sólo se puede relacionar con el nuevo descubrimiento de la vertical como
el orden social conccrnporánco. principio de orden.
Si examinarnos (:¡ situación inrnediaeamenre anterior, tal como se refleja
en la cerámica pecsl y rnesopotámica del cuarto milenio a. c., no hallaremos
rastro alguno de mitos ni del mundo de los dioses, seg˙n lparecen en
los cilindros-sellos de finales de ese milenio. Los esq uernas abstraeros

_____ • - ----- - -_._. __ o


~ .... -._ .....
~----~-~r'
,
_,
,..... .
El símbolo ~n elcrtt primt1lO - 121

casi ninguna acción admite explicación clara en términos de causa y efecto.


El .frllbulu pOlente Pasado el suceso siempre se pueden descubrir cierras C:lUI:!S.pero no somos
capaces de predecir el efecto futuro de una C:lUS:l ni los cambios de los
la edad de oro del símbolo fue la época prehistórica, dijo el psicólogo que en cada momenco depende nuestro destino pcrsonst.
funcés Théodule Ribot .• Desde entonces ha sido arrollado por la presión Una vez mis cm pczarnos J reconocer la sabiduría de ('las époos plsadJs
hostil del pensamiento racional, que, reforzado por la experiencia y por en qu(' se sabían muchas menos cosas, pero se concebía el mundo como
la razón misma, ha ido ganando terreno consranremenre ... La razón de alzc libre e indeterminado, no encerrado de?tero de los limitcs de la C:lUI.l
::> .
ser del símbolo radica en la voluntad humana de expresJf lo que-es intrínseca-
y el electo lógico;..
menee inexpresable- (1915, págs. 385-387).
La naruraleza esencial del símbolo ha consistido siempre en esa voluntad
de t'xpresar lo intrínsecamente inexpresable, pero en los tiempos primitivos
13 cristalización de 'un concepto en forma de símbolo significaba a˙n rnás : ,
el símbolo se identificaba con el deseo, la oración o el encanramieneo
perseguido. \ El propio símbolo era realidad, porque se le creía poseedor
cid poder de operar efectos mágicos, y poi lo (amo de afectar directamente
el curso de los acontecimientos. El símbolo retrataba J:¡ realidad antes
de que esa realidad llegara a ser ~
En esto está el contraste entre la función del símbolo en J:¡ prehistoria
y su función en épocas posteriores, En Grecia el símbolo no era solamente
un medio de identificación. sino que se cargó también de contenido espiritual
y devino concepto abstracto, No era un agente independiente.
A las clases de símbolos que se encuentran en los relieves funerarios
romanos los llama Bachofcn -reposantes en sí-, es decir, completos en
sí mismos. Los simbclos empleados en las catacumbas cristianas hasta media-
dos del siglo v d. C. daban cue.-rpo a la esperanz:I de I:!. felicidad fu cura :
el vino significaba los festejos del Paraíso: una paloma bebiendo agua,
el alma refrescándose en las aguas de la vida; los prados en flor, el Cielo
mismo. Todos ellos lpuncan a la vida más allá de la rumba y SOntrascenden-
tales, rniencras que los símbolos primitivos no eran ni completos en s¡

mismos ni trascendentales. -~11'
.I
Es dificil determinar los límites del simbolismo en la prehistoria. Se
creía que fuese un agence potente, y por la fuerza de la magiJ sirnpática 1I, I
se invocaba su auxilio par:! lograr cierto fin. con resultados positivos. ;i
Sin embargo, la linea de demarcación entre el símbolo y OCflS represenracio- '.
nes es imprecisa, por ejemplo en las fascinantes formJS de animales que I. ¡;
aparecen sobre las paredes de las cavernas, con su inextricable mezcolanza 1 ,

de intención mágica y realismo neto. I¡ j


, . De nuevo nos dirigimos a una' era del simbolismo. Nadje niega lás
leyes de la lógica, tan válidas hoy como ayer. Sin embargo. tenemos
:1
que pregumarnos: ¿obedece todo a los dictados del razonamiento lógico?
.- ¿No ha y muchos aspectos de la experiencia humana a los que 13 lógica
-de causa y efecto no es aplicable? Examinando la historia -incluso 13
hilrorü vital del ser mis simple- no podemos dejar de observar que

-------,_.- - -:------ ~ ----~-


-..._~

.... _------_. __ _---.-._---'


...
Las manos como simbolos mágicos ll!3
LAS MANOS COMO SIMBOLOS MAG1COS
En la cueva de Pech-Merle, el abate Lemozi identificó una represcneación Ir- .,. H
probable de una mano izquierda y OtU derecha impresas en la arcilla,
En 135 culturas más dispares de las cuatro parces del mundo aparecen
mostradas mediante cuatro traros separados y una mella que bien pudier:a
manos provistas de significado simbólico. Lo mlS que tienen en com˙n
ser el pulgar. Est~n colocadas en relación con un animal (¿un caballo l)
es su afinidad humana: rara vez puede «preciarse ocra vinculación directa
entre ellas. olasrnado con un estilo abstracto similar.
. CUJUO líneas paralelas unidas en forma de horca le ciernen sobre el r..· !lO
La mano -<1 miembro del cuerpo humano que llega mas lejos-
gracioso caballiro «chino- amarillo de Lascaux. Se las ha interpretado como
da forma a esas Cosas que confieren :11 hombre un poder muy superior una mano echando un sortilegio sobre el caballo. Esta mano completamen-
a su fuerza innara : herramientas, armas, redes aquellos artefactos, en fin,
te abscracea aparece en un período de pintura muy avanzada.
que distinguen su vida de la mera existencia animal. Parece casi obvio
En Alrarnira hay una representación sernejance de una mano abscracra
que la representación de la mano, el miembro ClpJZ de mayor desrreza
en forma de horca en conjunción con un bisonte rnagdaleniense.
forrnaeiva. exprese simulcáneamence fuerzl especial y significación mágica.
El cálculo de los milenios que separan las impresiones en arcilla de
En culturas más recientes, los significados atribuidos J IJ mano experi-
Pech-Mcrle de las formas pintadas de Lascaux y Alearnirc sólo puede ser
mentaron una amplia diferenciación: primero en Egipto y Sumer y después
conjetural.
en la India, bajo la influencia del hinduismo, cada posición de la mano
en la danzJ y la escultura adquirió una significación particular. De los
movimientos de las mJnOS nació un lenguaje ritual por señas derivado Las manos silueteadas con color
de la secuencia de sus significados simbólicos.
L.1S impresiones en rclie\'c sobre arcilla y las representaciones abstractas
de manos son escasas en comparación con las imágenes directas de manos
Los estadios preliminares pintadas sobre b superficie parietal con ayuda de colores, en positivo
o neg~tivo. E~ aquí donde el color hace su primera aparición orgullosa
En el período auriñaciensc, simuleánecrnenre JI deseo de expresión arrisri- en I:! historia del arte, Esta invención no era inevitable. Hoy día cuesta
ca, aparecen manos simbólicas en las paredes de las cavernas. trabajo darse cuenta de la rnagnirud de este saleo hacia delante para la
Puede ser que algunos de los signos ondulantes rrnzados direcrarnenre humanidad. Estamos arve el comienzo del arre de 13 pintura,
en la arcilla blanda de LIs cavernas poseln la misma significación que
las impresiones de la mano completa rodeada de color. Posiblemente sean lmpusiJI/ posulv«: La mano se recubre de color rojo o negro y se aplase;).
sus precursores. contra 1:1 superficie pétrea. En los repliegues de roca de las cavernas se
. Cerca del acceso a la paree más recóndita de b cueva de Alcamira encuentran un ocre rojo y un manganeso azul-negro.
hay un corredor bajo y corto (2,1 m. de altura por 6,2 m. de longitud) ImpresiJII Ifeglr:;v.r: Se coloca la mano contra la pared de piedra, y
que se estrecha todavía más hacia el final. Todo d techo esc:í cubierto se extiende o se sop1~ el color alrededor de los con cornos de los dedos
..,. '1.• , de cortos signos lineales apiñados. La arcilla continuamente h˙meda recoge y IJ palma. Es seguro que cscc proceso no se hacia con pincel. Este ripo
cualquier leve presión, cualquier vibración de un movimi.:nco. y la retiene, de impresión er ; mis empleado que el otro, y posee un mayor impacto
Estos signos son discincos de: las amplias Curvas de ceros -rnacarrones-: visual, El color así utilizado admite mayor radiación, y además puede
acaban abru pcamenre y son corros, de dieciocho centímetros o menos. ir difuminándose en los bordes, lo cual rcbuscccc el efecto icónico do:
Parecen haber sido impresos con trazos dpidos: rodavia hoy se distinguen la imagen, a menudo con una fuerzl migic:l, invocadora.
la presión de las yemas de los dedos al principio y las señales de las Si de algo se puede decir que ilustra la evolución auriñacicnsc, de;
uñas al final de cada-trazo decidido. En un caso se aprecia muy clarJmente la cU:11hemos perdido roncos pasol intermedios, es de estas m.l!10S rodeadas
la impresión de tres dedos de la mano izquierda, uno de ellos el largo de color, que se alinean en IJS paredes de las cavernas. se elevan desde
anular. ¿Qué erra cosa pueden significar eseos nerviosos «signos de admira- el IU.:lO y se extienden como una columna de: humo, o a manera de: friso
ción-, terca y continuamente repetidos, sino peticiones urgentes de auxilio, van siguiendo los pliegues de la formación rocosa, sólo ocasionalmente
in vocaciones primiei vas?
llegando hasta el cecho .

. _,_.___c."'_'. ----"7'.,...~-~' .. _-~------


.~,~~',
-_.------_. ~_•... ...
_ - ._--_._-_ ..-- -- ~
~8. ALTAMIRA: Teth« tlr .'cil/" ("M..". ti,' .'«~II.> J.. ,,,/,,,iroci,ó,,. ($-111 "'''. ,/,. 1,1t.~II).

Unas veces aplr~·c.:n aisladas, otras m conjunción con símbolos indcsci-


frablcs. J menudo en conjunción con animales. y entonces su posición
evidencia un poder de posesión simbólica sobre éstos. En los casos en
que las manos son de un período anterior. un respeto reverencial p:lrt'ce
haber impedido quc IJS pinturas anim~i~,.re¤it!',t(és las tapasen. Siguen
siendo visibles por transparencia. }:,..

dr .i~V.1I0J tlt- aJmirad,ill• ¡"'PfC'J(,S rn la arrilla (ti" (f(,J Jrdos.

,
----_._--- .,
,'.
..
.!t,

--=------------------~-------_._---
?-..
,_, .
1:
I
126 LAsimbolizaci6n ~ ~-rSJ
Las manos como simbolos mágicos 127 l.
I
I le'
I .~
ri It
;;·"·Y;J;.:J!fjff~""<1;¡¡e,,.:.::,..,"Iii~""'-'i'!iiir""p,,..,'"i-~~""-4';·~:·.::>. II!
¡ I1 ¡
(( , 11;
Ji!
11 i
II!
11 :
t
'.
, II!
11;
II!
!tI
,111
¡ !JI
-~,¡¡.,.-,.~:: .,\_ ! Jl'I ..
-.,~ . i ,_/
'<"'.....\ji:;;:~~\ ' _.:-~.;..
111
1.,1. \.
......... ~ ., ]ir:
1
"'-..~.,_,~.".-:""{fo:'f->f:ír-~r--:.
, 11\.
!
',.1'
50. Dibujo corrr<pvuJh'lIIt • l. Ji.~u,•• 9. ;. "'1'

'r
:' 1I

i¡1'1 ':1
Las manos d~ C,".'«(f$: En ning˙n
otro sicio se ha hallado un n˙mero tan
asombroso de manos como en Gargas. Esta cueva. situada en un escribo ji:
norteño de los Pirineos franceses, era }'l bascanre conocida cuando Felix 11
Regnaulr descubrió en 1905 algunas de las manos pintadas," cerca de los
n:HOS de muchos osos cavernícolas. S.: vio entonces que las había por !l
todas partes: próximas J la entrada, en la parte media de la cueva y iI
en su extreme más interior. En 1907 el abare Breuil y E. Carrailhac :)
contaron ciento cincuenta manos, a las que habría que sumar las desvanecidas
o borradas (Carrailhac y Breuil. 1910, p:ig1. 129-148).
Cerca de la entrada de esta cueva de Gargas las'manos se arraciman for- .1
I

- . ----_.- ------
LAs manos como símbolos mágicos

mando una nube que se eleva desde el suelo y se extiende después sobre la
129

pared. Son impresiones separadas, casi todas de 12:mano izquierda. El abate
Breuil observó que ciento veinticuatro de las ciento cincuenta que había
contado eran izquierdas, De ellas setenta y seis estÍn rodeadas de negro y
cuarenta y ocho de rojo.
En el centro de esta cueva se ;alu una majestuosa columna hueca de
roca. Probablemente debido a su parecido con una capilla, a la cueva
se le ha dado el nombre de Santuario de las Manos. Unas cuantas manos
se agarran a los pliegues a modo de cortinaje de la formación rocosa.
Casi todas estas manos han sido mutiladas. En algunas sólo quedan
los tres dedos medios, y en otras sólo el propio dedo corazón. .
No hay rastros de animales u otras configuraciones en relación con
estas manos. Casi todas están deformadas. A propósito de su aspecto se
han recordado las ceremonias de auromurilación ritual de ciertos pueblos
primitivos actuales, en las cuales se amputan una o más de las falanges.
Esta aurornurilación tiene siempre el carácter de un sacrificio pan ahuyentar
un mal, por unos u 'otros motivos: evitar un accidente, impedir que los
muertos intenten vengarse, una prenda de iniciación, un voto por el éxito
de alguna acción; a veces el aconrecimienro de que se trace prescribe
cu51 de las falanges ha de ser amputada. .
Este sacrificio ha significado siempre una petición de protección. La
nube de: manos mutiladas de: Cargas se alza como un coro de tragedia,
eternamente suplicando ayuda y misericordia.

Las mallos 'de El Castillo: La cueva de El Castillo, situada a unos treinta y


dos kilómetros de Santander, en el noroeste de España, fue investigada en
1903 por Alcalde del Río y en 1906 por Breuil. Todos los periodos de J;¡
prehistoria, desde el achelense hasta el aziliense, han dejado rastros en
ella. A lo largo de una pared ondulada se extiende un friso de manos
que llegan hasta el techo. Aquí las manos no están solas, sino acompañadas
de: ponctuations ; símbolos y animales.
Esta pared presenta una amalgama de aportaciones de épocas muy
disranres unas de otras. Casi todas las manos, entre las cuales predominan
las silueteadas en rojo, se han desvanecido mucho, a excepción de las que
quedaron protegidas por una película cristalina. Otro tanto ha sucedido
con la mayoría de los tectiforrnes,' Solamente destaca un símbolo de gran
tamaño que forma una amplia curva. Muchas erras formas se han borrado.
Con gran esmero, Breuil dibujó en 1911 la discribución de la manos
e:n esta cueva (Alcalde del Río, Breuil, Sierra, 1911, pág. 117), incluido
el frise des mains , como él llamó a esta pared (ibid.,. lárns. 66{67). Los
SI. GARGAS (HlZ1lltS-Pyrlntts): N"bts tlt mo".s rotltotlDJ tlt color, 9u. sr elevan por ID
porttl ti. la tavern« casi tIestI. ti nivel tltl sudo. contornos apenas visibles de b˙falos, puntos y rectiforrnes transmiten el
legado de cada época a sus sucesores. pero las manos son los signos mis
--_.__ .•. -_.- - ~_......- ._- --
~.~
Las manos como símbolos mágicos 131

Desde ahí la vista es ineluceablernenee arrastrada a la can inferior de fic.'


un bloque vecino, con siluetas abstractas a pequeña escala de caballos,
bisontes y marnuts fragmentarios. asimismo rodeadas ge puntos rojos.
¿Hay alguna relación entre estas formas animales abstractas y la mano
contigua, alzada y dominante? Cuesta trabajo creer que no. El .abate
Lemozi sir˙a ambas representaciones en los comienzos del periodo aurina-
. .
crease.
Una de las manos más sensitivas* de los tiempos primevos se extiende
sobre un techo bajo froncero al friu JtS mains de El Castillo. De nuevo
se trata de una mano izquierda (21 cm.). Sus dedos esbeltos, de delicada
factura, se abren sobre la roca como siestuvieran arrojando un encantarnien-
ro. La curva entre el pulgar y el índice es bellísima. La forma de esta
mano ya no es resultado de una simple impresión; parece haber sido
refinada y perfeccionada con ayuda de un pincel. Aquí, en un fragmenco,
hay una gracia que en la prehiscoria no se encuentra nunca en la figura
humana completa. .
Esta mJl10 revela algo del. refinamiento espiritual que debe haber exisrido
en el HlJfIIO sapiens cuando quiso proyectar su ser interior a través de
un medio de expresión supraindividual: el Arte ..
.:\JEVA DE KAP ABBA. DARE:vIBANG '.'\'II("d Gllillra): (lIIpTt'Jidll"'< "<:~,,,i",'J ,(,o 111,111'" 1<1(",' (,1 }JolTrJ Jr
• '1. Esta mano de El Castillo recuerda el -elóge de la rnain- de Henri
Focillon: «Las manos son casi seres vivos ... dotados de un espíritu libre
. y vigoroso,.de una fisonomi». Rostros sin- ojos y sin voz que no obstante
antiguos. Una vcncrncion pcrrnancntc parece haberlas protegido siempre ven y hablan __. La mano significa acción: ase. crea, a veces parece hasta
de la destrucción coca1. .peruac> (1948. pág. 65). ¿N o exponen estas palabras el significado interior
de los símbolos en los tiempos primevos?
A finales del periodo auriñaciense se extinguió la costumbre de hacer
impresiones de manos negacivas o posicivas. Los rnagdalenienses tomaron
otros rumbos. Sin embargo. el hacer impresiones directas de la mano
Cuando Con mayor fuerza se manifiesran el carácrcr icónico de la es una costumbre difundida en todo el mundo, que a˙n hoy sobrevive }
mano y su poder de invocación m~gica es cuando una sola mauo. rodeada en zonas tan apartadas entre sí como Austrabsia y América. Una expedición
de una aureola de color, aparece aislada, en un lugar propio. dirigida por el lnscirueo Frobenius descubrió paredes enteras de cuevas
La gran columna de rOCJ que ocupa el Cl'I1CrOde Lt sala de Cargas, cubiertas de impresiones de manos negativas. Est3S cavernas de Darembang,
y qUI! en su superficie interior contiene v.irias manos muriladas. tiene en Nueva Guinea, están situadas muy por encima del nivel del mar. Las
hacia e] exeerior un pequeño nicho. En esa oquedad aparece, :1 manera manos representan un fenómeno paralelo al de la cueva de Cargas: pero
de imagen voriva, una mano izquierda fucrrcrnenre silueteada en negro. aquí se esparcen por todas parces. inclusive sobre el techo, y se entremezclan
los cuatro dedos menores han sido mutilados; sólo el pulgar permanece con impresiones negativas de pies, un tanto similares a las que tan a.
intacto. •
rnenudo se tallan en la roca en el Neolítico. M;Ís que estar organizadas
En el «salón del trono> de Pcch-Mcrlc hay otra mano aislada qUI! en constelaciones o grupos, en Darernbang las manos forman una acumula-
igualrncnrc produce un efecto de grandiosa sencillez. Ese:í pintada sobre
un bloque de piedra dentro de un halo de almagre, a su vez rodeado
de discos rojos como una constelación de estrellas. La unidad del bloque En quirclcgia se llarna mano sel!.itiv •• f¡ mano de forma mis .brg.d. y delicada,
de piedra y la imagen da una impresión inequívoca de mouurncnralidad, d. p.lml y dedos 11'1loS y rUlOS. (N. d.1 1'.). . .

- -----_._.--- \. t.. - ----


,"
136 LA simbolización _

Sobre el significado de las manos

No se puede fijar con exactitud el significado de las manos: es variable.


Las imágenes de manos, sean mutiladas o completas, expresan siempre
una s˙plica a los poderes invisibles, al margen de que el objeto inmediato
de J;¡ petición pueda ser m uy diverso: protección, evitación del mal, auxilio 59. PECH-MERLE: 101.11.i:qllirtd. ,.drad. dr ,ojo sol"r "" prrit!$(o, aro"'pa,;nd.
de 'Ü(OJ ,ojo s.
para lograr el éxito en alguna empresa. L;¡ hipótesis de que las impresiones
de manos mutiladas de Gargas podrían haber sido hechas doblando hacia
dentro algunos de los dedos, y otras explicaciones similares, no tienen
en cuenca ni la época ni las circunstancias. ..
Debe haber' habido alguna razón para que algunas manos estén siluetea- La mano puesta en relación con animales puede significar tanto una
ambición de captura de la presa deseada como una invocación pidiendo
das en rojo y otras, a menudo al lado de aquéllas, lo estén en negro;
su fertilidad, el aumento numérico de los animales mismos. Dos caballitos
pero no tenemos ninguna pista sobre el sentido' de esa alternancia de
preñados constituyen el objeto principal pintado sobre la superficie frontal
colores. Lo que es seguro es que no obedece a un gu_stO por la variación
plana de una roca en forma de altar que hay en la sala grande de Pech-Mcrle.
cromática.
Alrededor de .ellos hay seis mallos delineadas en negro, unas derechas (j)
--.'" "r - '.
~'¡;¡'''!:.'''
.~:,~",,-'I
_
.....
..L. ... _ ... -

____ •• __ o ,-- .. ----

Las manos como símbolos mágicos 1~9

y otras izquierdas. Las dos mejor conservadas están sobre los lomos de
los caballos, una derecha a la derecha y otra izquierda a la izquierda.
En el abrigo rup ..esrre de Cap Blanc (Dordoña) se ha distinguido una
mano de dedos largos bastante estropeada sobre uno de los caballos deteriora-
dos próximos a la entrada. Si la incerpreración de este signo es correcta,
dicha mano forma una especie de pareja con el anillo de piedra que
ocupa una posición similar sobre uno de los caballos del' extremo izquierdo
del abrigo. . .
En la cueva de Barabao de Le Bugue, sobre el Vézére y a pocos kiló-
metros de Les .t::yzies, hay una mano grabada mejor detiruda que la anterior.
Es posible: que en parte se originara de las señales de las uñas de un
oso cavernícola. Si así fuera, seria un caso más del mecanismo de ver
una forma en la roca y adaptarla para hacer un símbolo.
En Laugerie Basse (Dordoña) se halló un amuleto en forma de mano.
Es una talla rncgdaleniense hecha sobre un candil de asta, y representa
una mano y un antebrazo de pequeño tamaño (7 cm.).
- En las civilizaciones posteriores la mano es dadora de vida y fuerza.
En ello pueden tener parte recuerdos prehistóricos tiempo atrds desvanecidos.
Onians, en The origins of European Ihollgl'l, repite con frecuencia que la r
mano representaba .el espíritu vital procreador- (1951, pág. 494). Zeus 1
dejó encinta a lo de Épafo, nos dice (siguiendo a Esquilo), «con un toque 1.
de su mano- (pág. 493). -Para los judíos, la mano era, junco con las rodillas, 60. PECH-.\lIERlE: .\(dIlO i:q"imla ,0,1("J a .le ",:~ro. ,.,10" ""U Je ,lul ("1,,,1:;'01 (lill" ../",

el asiento de la fuerza o 'vida', y a ambas se las asociaba lógicamente CDII .t!.fUUOJ (rJurOmOS "r:-<,ol: L'I1U dl~/. mllctlul P"'''''I "r.-':'Ol ,tt,.III¿a (Jj/tl~i41 (I)rrripl)"di,·lIrl·l' 1;
"" ,{",.lIc J( l. _I\~",a 102).
con el semen ... Cuando la mujer de Putifar invitó a José a yacer con 11
ella y él suprimió su deseo, 'le salió l~ semilla de las uñas'» (pág. 494). ¡ ,
Sugiriendo una relación con la Diosa Madre, Bachofcn aludía a un pasaje
de Apuleyo donde se narra que en la procesión egipcia de Isis, .la Diosa
Manos derechas t iz qulerdas Madre cgipcia-, los sacerdotes portaban una representación de una mano ~:
izquierda de gr;¡n ramaño (p:íg. 206). .
I!'
Las estadísticas hechas por Breuil en las cuevas de Cargas y El Castillo [as investigaciones recientes confirman las tesis de Bachofcn sobre la
arrojan mis manos izquierdas que derechas. Con frecuencia se ha dicho significación de I;¡ manos derechas e izquierdas. tesis en las qu.: é·l iusisrió .1:

que es que ya encouces el hombre usaba prefercnrcrnenre la mano derecha, con frecuencia. «Rebasando los limites de un solo miro particular de creación, .:j
y por lo tanto le resultaba más fkil pintar con esa mano que coa la la consideración del lado derecho como masculino y del izquierdo como
femenino es casi una concepción universal de la humanidad. (Baurnauu, 111
izquierda: explicación demasiado simplista. aun aparre del hecho de que
en las paredes existen earnhién muchas manos derechas, Estamos ante ocro 1955, p:ig.293). El mismo amor señala hasta qué punto se cree qu.: 1:1 (
caso en el que las interpreraciories materialistas no pueden darnos ninguna manoderecha represente al macho y la izquierda J la hembra en el capitulo
dedicado l -Los gernclos-, donde erara .:1 terna de la -biscccióu mítica
~
·Iuz. El significado de la mano izquierda hay que bUSCJ.r1oen cierras coscum-
bres anciguas, reflejadas tanto en declaraciones como en representaciones
pictóricas.
bisexual del hombre yel dios> (pág. 337), así como en el capitulo -Dcrecha-
izquierda- (p:ígs. 293-310).

(
Bachofen veía en la mano izquierda .e1 símbolo del ~specto materno Hay un cilindro-sello temprano, de comienzos del tercer milenio a. C,;
I
de la materia. (ed, de 1954, pág. 209). En su apoyo citaba a Plinio, que cuya composición apunta J su antiguo origen: algunas de las figuras !.:scin
-cabeza abajo-, y los rostros de dos dioses son como máscaras. En. este Ir. 17 :t
vinculó el lado izquierdo 'del cuerpo humano con el principio femenino.

·.@ :(
®
Las manos como símbolos m4gicos 141

base de la mano en el sello antiguo parece significar un cerramiento del


recinto sagrado,
Es muy posible que el sorprendente predominio de la mano izquierda,
que no es privativo del período auriñaco-perigordiense, guarde relación
con el sentido que mis tarde. se le: atribuyó, El auriñaco-perigordiense
es famoso como período de figuras femeninas, desde la Venus de Brassern- Fea IU,11I. ".,.

pouy hasta la Venus de Savignano, desde la diosa crnirocéfala de Pech-Merle


441, 4~,
hasta el alrorrelieve de la Venus de Laussel.
I
La mano y el brazo en Saotián I~,:
En la poco visitada cueva de Santián (Santander}, a unos kilómetros '1
de Alta mira, se puede ver una extensión interesante del símbolo de la !t
mano. Se traca de un caso muy especial. Lo que hay aquí no son ya
impresiones directas de manos, sino abstracciones conscientes para llegar
\1
'1
:1 formas a las que. no se puede dar ninguna interpretación
definida, pero que han' recibido los diversos nombres de garras, pezuñas
naturalista
i~
y bumerang).
Estos signos rojos se organizan en dos hileras. cinco en la de abejo
y diez en la de arriba, en la parte más recóndita de la pequeña y baja ca-
f
JI
ji
verna de Santián, jusrarnenre debajo del techo. Todos ellos están pintados
11
sobre un saliente muy curvado de la roca. El ojo de la cámara sólo los
1 ;
puede recoger distorsionados, y los dibujos de Breuil (Alcalde del Río, .'1,1
Breuil, Sierra, 1911, figs.32-35. láms. XXIV-XXVIII) dan una impresión
mucho más clara de ellos que la fotografía. .
Cinco de los signos represen can sin lugar a dudas una mano con antebrazo.
Pero incluso estos signos inequívocos son completamente ajenos al naturalis-
mo y grotescos por sus proporciones y su forma. Una mano indudable
tiene tres dedos corrisirnos, la palma muy alargada y el pulgar muy separado;
otra tiene solamente cuatro dedos y la silueta curva de J;¡ mano; una
tercera tiene cuatro dedos redondeados -que recuerdan dedos de los pies-,
seg˙n palabras de BreuiJ.
Al lado de estos signos f;Ícilmente reconocibles hay otros, todavía más
61. PECH-MERLE: M.llo derech« ,0<1,.". de 1It_~'O, sobrr ti lomo "ti ,,,bolliro qllt /roy abstractos, a los que ya no es .posible dar una interpretación precisa. No
• l. "trtel,o "r l. Ji.~II,ap,rct"trrrt ("""lit "t lo Ji.~'''. 102). hay dos iguales, ~ero tienen dos cosas en com˙n: todos tienen rallo, y
ninguno representa directamente formas naturales.
¿De qué época son?
sello 'se representa una mano izquierda de tamaño más que natural; delante Breuil los sit˙a en los inicios del auriñaciense : -Nuestra impresión frente
de ella, aparenrcrnenre en actitud de veneración, hay una figura desnuda. a pinturas tan bárbaras como éstas de Sanrián es que son un retroceso
En los patios de Jos templos m.is recientes de Asiria se mencionan manos a 12más remota Antigüedad y hay que atribuirlas a los comienzos mismos
grandes entre los objetos de culto. Esa especie de cerca que rodea la del arte auriñaciense- (pág. 35). Desde el punto de vista estilístico se hace
(S.,,,,,,,d,,): Sj.~".f pi,,'JJo; lit rojo,

Ilf (r
/
6). lAUGERIE BASSE (D~,d~,¡.):
.\/."0 magd.l,nj"lIt
d« "U ~Sltl Jt ·˙,,·iJI)
,.".d.in ,,1 ,."djl

(7 cm), tn villas
"11terívr y pOlurior.
ss. Dibujo Jt 8ft:,i] corres-
p""ditll,t " l. Ji.C"'~ 1)-1.
----~-_ .
.~.:..:,~:
..~;~iT:·
rO .., _ ....

:.'_'
r:t~
t ••~·.:"
1,"
,- .
··S~'·

t:
f.
, 68. EGIPTO. Primer» )' Sr.~IIIIJJJill"-<ti<lJ:
Jr,~.~/ijico, dr 1.'0:0. mOllO y drJo.

. ':1- ¡.:.,/).
., ')~ .
•~~ .•,V'~

67. Dibujo corrrspolldielltr a l. ji.~,,_


ra 66. 69. EGIPTO. rpoc,' p""lill.i"irQ: Palrt.
1ft' pi :."ra.

muy dificil asentir J esta opinión. En sí las formas son muy diferenciadas;
tienen poco en com˙n con las absrrarciones robustas pero simples que
encontramos en los comienzos del auriñaciensc.
Varías veces se ha incencado interpretar las formas absrractas de eSCJS
manos y signos. G. H. Luquct los explica como debidos en parte a la les y pinturas de los aborígenes ausrralianos muestran un parecido sorprcn-
curvatura de la pared, que dificultaba hacer impresiones directas de las dente. Por desgracia, no suministran pisos m:ís seguras sobre la cronologin
manos, y en paree a lo que él llama «torpeza fecunda. [maladressr jfco/ld(). de su inspiración original, si fue a principios o a finales de la prehistoria.
Con ello se refiere 011 enriquecimiento de: los dibujos infantiles por ebbora-. La cuestión de su periodo de origen no se aclaró tJmpoco cuando, e11
ción de lo que en un principio eran errores (19.30, pág. 133). Da la impresión octubre de 1953, las obras de mejora de la entrada de la cueva dejaron
de que estos llarnarivos signos de Santián preocuparon :1 Breuil, que empren- al descubierto algunos restos de huesos de animales y llll cráneo humano,
dió algo que rara vez inrcnraba : la b˙squeda
. las pinturas de los primitivos
de ejemplos semejantes
contemporáneos. Algunos ~.ciles de los csquirna-
entre que los antropólogos
(Andércz,
españoles situaron inrncdiaramcntc
1954). H. V, Vallois afirma,
en el auriñacicnsc
sin embargo. que las señales que .-~'®
" ... "

_P •• •
-_. __ •
.._----~---~-------_.

presenca el cráneo no .rucorizan :1 atribuirlo Con ,:::ceza al au:':i~cicnse,


y añade: .Tlmbiéa el homr re neolícico enterraba a sus muertos J entrada
de las cavernas» (1955, pág. 117).
Comparando los sigu« de Santi:ín con las formas mjs ""t'ro,u del
1',." jeroglífico egipcio que indica el brazo, la mano y el dedo, ti.:. l1..f ~.ln3SCÍ:ls
Primera y Segunda (Hilda Pctrie, 1927, Iim. VI), se ldvierlt .#J bs formas
originales de esra escrieura por signos el ru.smo desinterés J ejecución
homogénea que en Santián. Da igua! .ue la mano renga ·:-.:s, cuatro
o cinco dedos, que escé ¡:!(.I)Ill.IJJ con n_:..::alismo o sea un r.. .rreconoci-
ble. Escos jeroglificos de alrededor de: JOOO a. C. prolon: .• costumbres
de IJ prehisccri,i. y es asombroso lo mucho que lo <j': . ocro ciem po
se llamó -bumcrang» en Sanci:in se acerca a lo que, '0; jeroglíficos
egipcios sabernos que representa un dedo. Cienos casos 1: ' permiten descu-
brir nexos de unión, pero en general 101 jeroglífico- tunden sus raíces
en [as tradiciones de la era neolírica. yl en vías de de- .c irición.
Mcrfológicamenee, los signos mis inreresanres de S.,;'(:jll son los estrella-
dos o florales, con tres y cuarro puncas. ¿Repres":::.In manos? ¿Datan
de los comienzos o de las posrrirnerías de la prehisrort.r I :T;enen homólogos
en los primeros albores o en el ˙lcimo crep˙sculo de: arre primevo?
Esra cuestión vuelve a planrearse en erras circunsr.uicus muy distintas,
pues t:InCO en los comienzos como al final del arre primevo aparecen
formas fuerte menee abstractas y exclusivamente absrracras, y no es nada
iD. LOS LETRER.OS (:-I/",r';11): Fi.f.fffJ r" .1'''''''' J~ rr"!; Jr oUrr/.,. J;" (JI1r:J , Ú'Il
ficil distinguir unas de erras.
""fUtli 1 P;I'S )1""',,"1. O,lt"jtJ I,I'HQJ" JL S""iI. 19.1$,
En este caso, hay cierras indicaciones de que estas formas que recuerdan
planeas o estrellas pertenecen :1 finales del período neolícico. Ha y una
fir." palera de pizarra de IJ cultura arnraricnse del Egipco prcdin:íscico que
ha sido objeto de ineerpreraciones divergentes. Muestra un trapezoide que Esra poscura de brazos muy levantados. con CJbl'ZlS solamcnrc simbólicas.
remara en dos arcos curvados hacia arriba, cada uno de los cu.Ics cerrnina recurre también en las l'SCJcuill.1Sarnr.icic iscs. Pero .IÚIl cabe s"ñallr algo
en una estrella de cinco puntas. De cada lado del trapezoide sale otra más : en el arre levantino español de tinalcs del período ucolirico se han
estrella, y hJy otra m:ís' entre los arcos. Flindcrs Pcrrie, que fue quien e11C0I1Crldo brazos que acaban en estrellas o en form.is cscrcll.idas. y figuras
descubrió !J paleta, pensó que representaba una cabeza de vaca con estrellas Jcét'Jl.u <:011el cuerpo reducido ~ t~rm:!. geométrica. En lJ <:Ut.:'·J de los
de cinco puntas en "los cuernos y las orejas (1912, Iim. IV, lig.7). MJX Letreros, de Vékz Bhnco (Alrncri«). hay tigUr:1S .h:ét'lbs ,'11 rorrna de
Raphael, porel contrario, diría: -En realidad estarnos ante una repres.:nca- reloj de Jrell:1 que plrl-Ccn retorcerse cu una danz:l cxC:iCi(.l, can los brazos
ción de la parte superior de un cuerpo de mujer: las estrellas de cinco y LIS piernas extendidos en arnpli.u CUrVlS: Ul10S y otras rcrrniuun ,'11
puntas csc:ín sobre sus pechos y sustituyen a los dedos en qt!e rerrninarian formas ,'Scrl'lbJ.\s o vegetales (Brcuil, 1')35, IV, p:ig. 15). lo rn.is prob.iblc
sus brazos levantados, y !J estrella de seis punClS sustituye J IJ CJbc:1:J es qu.: sean apariciones procedentes del mundo de los demonios, cuyos
(indicando un desmcrnbramienro rirual parcial)» (1947, p~g. 37). orígenes desconocemos. Brcuil sugirió que estas figuras currclaznd.u repr.:-
¿CabczJ de vaca o cuerpo de mujer? En términos de la estrecha vincula- sentaban relaciones gencalógicas. También Carl Schustcr, en SU! l'XCl'1IS0S
ción de 1:1diosa madre egipcia Haror con la VJCl celestial. podria representar estudies sobre los origcncs de la hedldicJ, ve en dlas U11:!.serie de tiguras
ambas COSJ!. Pero el aspecto global de esta figuración pseudoastral. con de .mrcpasados (t l)58).
la curva oval de los brazos alzados, esci m:is próximo ;¡ las figuras femeninas los si~nos de Samián encierran pruebas de U11J potencia forrnuladorn
que por esa época aparecen tan a menudo en la_ccr:imicJ. pintada. mayor y de una evolución mis inrcgral de lo que p:lrl~e J primera vista.
Los bastones de hueso perforados o b.itous dr C<J'"III,rlldwle/l(

Ni el m:ís superficial observador podría dejar de reparJr en !J notable


frecuencia con que: lpareccn perforaciones circulares en todos esos objeros
pequeños que constituyen el llamado «arce mobiliario •. Sólo rara vez se
trata de: un orificio simple, cilíndrico. Generalmenre, la pcrtor ación consiste.
como ya hemos dichq.ven una especie de doble c˙pula. Tambi'::n puede
ser lbqpda, ov.lbJl,"romboid:ll o en forma de: ranura.
A la hora de buscar un significado preciso :J estas perforaciones estamos
a˙n más desvalidos. si cabe, que en el CJSO de las c˙pulas. Estos diversos
articules de pequeño tamaño son en su rnayoria objetos de culto. en
los que :1 menudo la perforación está relacionada con grabados .• \Jemjs,
suele ser de notables dimensiones en proporción con el objeto. Vari.is
clases de estos pequeños objetos de arre han pasado J ser conocidas con
nombres concrccos : propulseurs (propulsores de:jabalinas) y luitons de ':~IIIIIIIIIl-

demrnt , sin qu.: se tenga !J menor certeza de su significación


original.
Ltís más difundidos son los b,i/~", de conunundement, o bastones de: hueso
perforados. El primer hallazgo de uno de estos objetos SI: rernonra J lS]J .
. En ese año se encontró en la cantera de Veyrier un b,icOII de comrnandement

A B Rl D U (J( )f,SS< )1'4 (D"f,f",;,r': Bu..-r.i" cI,· luu.te) rr~/'".I,I,•.. lIffi';.l(h."it. Ji" .~r.jJ,aál'f.
--- -------.-
'..,..---" _.- ...._--------------,
~: 1
,1
Las manos como símbolos mágicos 201

con un grabado lineal simple _que en realidad no fue identificado hasta torteiraes, que todavía se usan en Portugal. A Breuil esta teoría le parecía
más t:arde- como perteneciente .1 período magdaleniense (Bandi, 1947, plausible, porque conocía la existencia de cuerdas carbonizadas procedentes
pág. 159). del Paleolírico ; no obstante, añadía a modo de conclusión: -Enciéndase
Los bátons de commandtnrtnl aparecen por primera vez en el auriñaciense que en modo alguno sostengo que se pueda aplicar ese. hipótesis a lodos
en forma de T o de Y, pero sin decoración. Se han encontrado bastones los bastones perforados.; Otros bastones muy decorados poseían sin dud •
auriñacienses de este tipo en La Ferrassie, el Abri Blanchard (Sergeac) una función ceremonial- [Breuil, 1954, p~g. 209).
y el Abri du Poisson (todos ellos en la Dordoña), en el Abri de La Es muy posible que algunos bastones perforados, de tipo más resistente,
Quina (Charenre) y en otros lugares. La decoración artística aparece en sirvieran a fines prácticos: pero no tienen nada que ver con los oeros
el período rnagdaleniense, sobre todo en su ˙ltima fase. Los bastones destacan de grabado más delicado, a veces con motivos muy complejos.
por la riqueza de su grabado y la meticulosidad de su tratamiento esculrórico : El n˙mero de hallazgos es notablemente elevado (Graziosi, trad.
obviamente son productos de un. expresión arristica altamente desarrollada. ing. 1960, láminas 29-106). En sus motivos se subraya la eterna polaridad
La delicadeza del grabado, la capacidad de captar la esencia de un objeto de nacimiento y muerte. porque, como las c˙pulas y los puntos, los bastones
con unos pocos trazos, recuerda los a~uafuerces (punta seca) de: siglo XVII, perforados aluden de una paree a la fertilidad, y dk otra a la posesión
productos, igualmente, de un largo proceso de desarrollo artístico. mágica y captura del animal. Esto se cumple en codos los objetos rituales,
La delicadeza y fngilidad de estos artículos de asta de reno o de ciervo. ya sean bastones, propulsores de jabalinas o discos de hueso.
así como su alco nivel arrisrico, descartan su empleo genérico a efectos Tenemos un claro ejemplo del deseo de captura del animal en un
utilitarios, como herramientas o armas. Pertenecen al árn bico de la magia disco de hueso grabado de dos centímetros, procedente de Laugerie Basse
de cazadcres ; eran auxiliares mágicos con los que conjurar I~ muerte o (Dordoña) y conservado en el museo de Périgueux, En el centro hay
la multiplicación de la caza. Ya Reinach, y prehistoriadores de la primera. una perforación, Por las dos caras del disco está representada una cierva,
y de la segunda generación, como Lartet y Cartailhac, los idennficaron en una amenazada por puncas de lanza dispuestas junto al borde, y en
como insignias sociales u objetos mágico-religiosos. la ocra ya aparentemente herida.
La opinión predominante, empero, sostenía que estos bassPnes perforados El deseo de fertilidad se expresa en uno de los primeros hallazgos
servían a finalidades prácticas, es decir, que se trataba de armas o herrarnien- de los pioneros exploradores de la prehistoria, Larret y Christy. Esta pieza,
taso Algunos arqueólogos los consideraban armas morriferas, como las em- hoy en el British Museurn, es una pequeña escultura en marfil procedente
picadas por los jefes de las tribus norteamericanas para la ejecución de de la cueva de Bruniquel (Tarn-et-Garonne}, que muestra a un reno siguien-
esclavos en ciertas fiestas. Otros pensaron que podía tratarse de estacas do a otro (Graziosi, lárn. 34).
de sujeción de las tiendas, picos, mangos de tiradores, instrumentos p;¡ra Una importante aportación a los estudios prehistóricos (Capitán, Breuil,
enderezar flechas. etcétera, Áquí tomaremos en cuenta solamente dos de Bourriner, Peyrony, 1909, págs. 63-76) se refiere a un bálOIl dr connnandement
estas hipótesis: un. antigua. y otra reciente, ambas de nuestro siglo. Una (JI cm) que en 1908 fue exhumado intacto por P. Bourriner en el Abri
hipótesis de alrededor de 1900 afirmaba que los bastones perforados eran Mege, cerca de Teyjat (Dordoña). Este hermoso bastón de hueso permite
una especie de fibula que, con ayuda de un cordel, sujetaba 1:1 piel de hacerse una idea de la complejidad de los temas y la riqueza de su concenido,
animal alrededor del cuello. Los bastones provistos de un solo agujero todo ello encerrado el) los más estrechos límites.
se llevaban puestos en posición vertical bajo la ~JrgJnta: de ahí I;¡ cuidadosa No nos es posible descifrar el juego de significados qué estas rcpresenta-
selección de astas de reno en torma de T o de Y, pua no estorbar los ciones encerraban para el hombre primevo. Lo ˙nico que podemos hacer
movimientos del cuello o de la barbilla del usuario. En apoyo de esta es reconocer su asombrosa riqueza, y la infalibilidad con que han sido
teoría, que tuvo amplia aceptación, se aducía toda una serie de ejemplos talladas por una mano maestra.
dernosrrarivos de los bastones perforados de asta de reno que los esquimales Entre dos perforaciones hay un caballo galopante de grJn tJmaño.
actuales llevan al cuello (Schoerensack. 1901, pág. 142). La magistral variación del trararniento de las crines y el pelo, así como
En el cuarto Congreso Internacional de Ciencias Prehistóricas y Protohis- la relación de estas zonas rayadas con las superficies planas del cuerpo.
tóricas (Madrid, 1954), el abate Breuil presentó la teoría de un investigador son dignas del gran arte. Los principios seguidos son similares a los que
portugués: los bastones perforados, se decía, se empleaban para hacer cuerda se advierten en los grupos de bisontes de la Galcrie Breuil de Le Porte]
de crin de caballo, análogamente a ciertos instrumentes de madera, los (Ariege), y en varios bisontes policromos del techo de Alramira.
- .. _,.-_ '"
'~.or~
--~_.~._-
----------------------- --------------._-
Las manos como simbolos mágicos 203
202 La simbolizaci6n
hacia el cazador, muestra exactamente uno de esos simulacros de ser humano.
(Capiran el al., 1909, p~g. 66).
En algunos bastones los dos brazos de la Y m,:!escran una pareja de
animales oriencados en direcciones opuestas, verbigracia los dos bisontes
de un batOIl de commandement proceden ce de Laugerie Basse (Dordoña).
Que estos bJtotrs de commandement guardaban relación con los ricos de
fertilidad escá claramente confirmado por un fragmento de uno de ellos,
proceden ce . del Gorge d'Enfcr (Dordoña). Sólo quedan las dos ramas y
la parce superior de la perforación. En este caso tenemos un doble falo
con grabados lineales: dos óvalos, líneas en zigzag y signos lineales (Graziosi,
lárn. 45a; Peyron y, 19~3).
El bascón perforado fue objeto de diferentes trararnientos en el periodo
rnagdaleniense. Un ejemplar del rnagdaleniense medio procedente de RlY-
monden, Chancelade [Dordcña}, ahora en el museo de Périgueux, escá
tallado en relieve acusado: es un ave grande. con el voluminoso cuerpo
fiierremenre esculpido, el pico curvo y exrraordinariamente grande, las
alas largas y puntiagudas echadas hacia delante como en posición de acopla-
miento y las garras cur v as también. En un principio se tomó por una
especie extinta de pingüino (Hardy .. 1891,'. págs. 33-3~), pero es mejor
117 Y 118. lAUGERIE BASSE (oo,clo,id):. oi;eo J. IlIIrN prrlo,.d~ _(2 CIII), .~,.b.:do tu
amblU lJras '"" "'hJ c1Cll'd; w ia i=quit·,d,r. I.ltllC"J.., ¡NI j"It,,/i''''$; 41 1t1 ,1.:r((I,.J, ya c˙pturadl.l. renunciar a una identificación exacta.
En el rnagdaleniense la forma auriñaciense original del bastón perforado
perdió a menudo una de sus ramas o ambas. yen. e! magdalenicnse tardío
su trararnienro lrtíscico fue adquiriendo progresivamente una mayor delica-
deza y sensibilidad de línea. Parece como si los grabados hubieran sido
Hay lsimismo una ddlcad:¡ cabeza de cierva -que por su delineación
impresos con un soplo: codo se expresa con un mínimo de trazos.
precisa recuerda un animal semejante del bastón de El Pendo-- y, cerca ff· /11
Una de las mejores piezas de esta clase es un bátclll tf( tosnmaudement
de ella, varias serpientes o aves de cuello largo. Finalrnentc. tres tiguras
híbridas grocescas, reproducidas en 'casi codos los libros de arce prehiscórico:
de la ˙ltima fase del magdaleniense, exhumado porJ. Carballo en la cueva
de El Pendo (Sanrander). Esre asta ligeramente curvada, de' sección oval,
tres diminucos Jiablatills, .micad hombres, mirad glmuzas. [Rcinach, 1912, p, ",
no sólo aparece grabada con cabezas de animales, sino que ella ",isma
p:ig.361), que: desempeñan un papel imporcante en la [ircratur a rcl.iriva
es una cabeza de caballo alargada, semejante a los dibujos abstraeros de
a la prehistoria. Pertenecen a la misma cacegoría que la tigura compuesta
la. misma época. Donde habrían estado las orejas hubo cuatro prolongaciones,
de la pared de Lc."5 Trois Frércs: es posible que n:presclleen charnancs
de las cuales se conserva una. También la posición de! hocico escá indicada
o hechiceros, hombres encargados de atraer la caza.
por cuatro protuberancias iguales, que sugieren su forma sin llegar J repre-
Es incer.:sancc ver cómo una y orra vez se da en la prirncr a época
sentarla. En lugar de eso, y seg˙n se hace patente en un excelente dibujo
de la investigación prehistóricl alguna indicl<.:ión de 1:1 intcrpr.:ca<.:ión espiri-
que hizo H. Oberrnaier del desarrollo toral del bastón, esas protuberancias
tual del cerna. Eso sucede en esce caso: dccrás del caballo grande, los
de uno y otro extremo vienen a representar una especie de c˙pula con
observadorcs vieron ocro pequeño que adrede se habla dejado incompleco,
Cuatro puntas.
sin cuartos traseros, y no por falca de espacio. La paree superior de la cabeza contiene la perforación circular dominante .
•Tal vez en este carácter intcncionad:!m.:ncc inacabado del contorno
Interpretarla como un ojo, como sugiere Oberrnaier en su análisis, por
se pueda ver una idea scrncjancc a la que induce a los esquimales a r.:presentlr
lo demás muy sutil (1932. págs. 9-16), no resulta aceptable. Al igual que
espirirus o influencias charnanistas mediance figur:ls humanas in<.:omplctas.
en muchas otras piezas, la perforación carece de significado na cura lista.
reducid;¡s a la cabeza, los brazos y el rronco. Un gr:lbado esquimal que
Es un símbolo mágico indepcndienre, A menudo taladra al animal por
representa la influencia del cham;Ín sobre un rebaño de renos, dirigiéndole
..~'. : t"
.~, ._. "
.' .
.--_._---

La.J manos como símbolos mágicos

1932, pág. 12). Además, cerca del hocico hay signos cruciformes, probable-
mente señales de caza o indicaciones abstractas de figuras humanas. Ober-
205

@!
rnaier llama la atención sobre un bálon dI! commandcment similar de la
cueva de El Valle, cerca de El Pendo, donde también aparecen grabados
arpones y figuras abstractas indudablemente humanas (ibid .• fig. 4). Este
I
119. ABRl MEGE, TEYJAT (Dordoña): Bacon d. cornmandernene, con •• ,i01
J¡,wr.s grabadas: ~,. caballo I,ondt Stluido dt otro ""U ptqutño (iupíri t~?),
diablillos, tic. V acioJo t" tscoyola, .plonodo poro mo"'a' los dos caras;
'~,,~~
'"~~'''
"'.,';;::¡

¡
.• 1
i

~I¡
11.
:f
.¡·1·:

Ilrl
121. EL PENDO (Sa"lanJtr): Bhon d. commandemcnc, co" caht:us Jt ."imalts. Dibujo dt l.
piad .pl."orla pa,a m.strar ambas co,.s, dt Ob"mai", 1931 (ej. lám. I j. I
I
I
I

120. Dttallt dt los c.b.llos Jt l. figura


n~mtro 119. Dibujo dt Brevil:
fenómeno hace pensar en una de las funciones de los bátolls de commandement,
la de instrumento para hacer hechizos.
más de .un punto, como en el conocido gato montés de la cueva de La perforación dominante quedaba separada de la anatomía del animal,
Isruritz (Basses-Pyrénées), ahora en Saint-Gerrnain-en-La ye {Gra aiosi. como en la cabeza de zorro que hJy en el extremo de un bastón perforado
lám.46). . del rnagdaleniense temprano procedente de la cueva de Le Placard (Charen-
Dentro de los estrechos limites del bastón de El Pendo hay varias te), ahora en Saint-Getmain-en-U.ye (Graziosi, Iárn. 29). Aquí se ha tallado
cabezas de animales finamente grabadas: un ciervo, tres ciervas de ojos el diminuto ojo del zorro a un lado de una perforación grande en forma
grandes, un caballo. Lo mismo que en la época auriñaciense, en que la de taza. Además de esto, el bastón aparece cubierto de numerosas incisiones
m:IOO significaba el hombre entero, así aquí las cabezas significan animales paralelas, cal vez señales de caza.
enteros. La t~c;nica es perfecta. Unas veces con un ˙nico trazo, otras mediante' En el elegante bastón magdaleniense medio con un caballo saltando,
rayado paralelo, lo esencial está expresado con la máxima economía .• Tam- del Abri Monrastruc (Tarn-et-Garonne), la perforación se sic˙a en el extremo
bién en esta pieza se observan algunos otros signes grabados semejantes inferior del esbelto fuste, donde lo exiguo del espacio la obliga a adoptar
a arpones, que se sit˙an cerca del borde de. la perforación> (Obermaier, forma oval, Se ha suscitado una polémica un tanto gratuita sobre si esta
delicada pieza no será un propulsor de jabalinas [propulseur} mis que un
b.ítoll de commandement , en cuyo caso se sugiere que por la perforación
pasara una estaquilla.

Sobre la forma de los bátons de comrnandement

La forma original y mis pura del bastón perforado aparece en el periodo


auriñaciense, Todo el acento se concentra en la forma plástica: el largo
fuste, que lentamente se abulta hacia un extremo; las dos ramas corras,
aquí sólo ligeramente dañadas; la perforación en el punto de unión de
las eres partes. Todo confluye en una forma nueva, sugesciva e inmediata- 1;
mente llamativa. Es totalmenre comprensible que los primeros prehistoriado- l.
res le dieran el calificativo de bátoll de commandement. En cierto sentido I(
lo es, en efecto, pero no en el usual. No es un bastón que signifique
soberanía sobre los hombres. Su significado sé integra dentro de la arn plia
esfera de los ricos de fertilidad y se relaciona con los símbolos andróginos,
,.,r
.:;

como el bátlJ/I de commandement del Abrí du Poisson puede ayudarnos ,,1P


a encender. :1
I'!'
El símbolo de 1:1 fertilidad suprema se expresa mediante una imagen
andrógina: el dos en uno. De la conexión de las imágenes primevas de
este símbolo con algunas ideas de los pueblos primitivos de hoy hablaremos
.
·ti·JIh
dentro de un contexto más amplio.
Los bastones de hueso perforados no aparecen siempre en la forma
peculiar del bátoll de commaudement. Con frecuencia se han encontrado
huesos con varios orificios. Ya en 1863 Lartet y Chriscy habían hallado
en la Dordoña muchas formas diferentes de bastones perforados, que más
::~I
., ,,!
tarde publicarían en sus Reliquiae rlq~itallica( (1865-1875). He aquí cómo .~.I
, !
describen uno, procedente de La Madeleine : .Ha y cuatro orificios de diárne- "J 1

tros desiguales practicados en las partes anchas que van desde la garceta
hasta la tercera rama o .real.l. Cuatro es el n˙mero más aleo de orificios
que hasta ahora hemos encontrado en estos utensilios. (pág. 103).
.; ~
Desde esa fecha se han hallado ocros ejemplares con muchos mis agujeros,
verbigracia uno de reno (·m cm) con al menos ocho perforaciones, que,
procedente de Le Souci, cerca de Lalinde, se conserva ahora en el museo
de Périgueux, Este bastón es delicado por sus dimensiones, y desde luego
1:
).I :1
no apto para fines prácticos. Los orificios están festoneados por una línea
ondulada, similar a la del bastón de La Madeleine. Pero en este caso
I1 ¡
.~;
~: I

Tr2dUICO literalmente el .royol. del oeiginal : no he enconreado nombre en español


I
pu. <su tercera rama del .se. (N. J,I T.).
-1
:C:
&J' ..• .,J
-
----_.- -
Las manos como símbolos mágicos 209
208 LA simbolización
milenio a. C,; los cuernos curvos del íbice llenen todo el espacio, en tanto
el propio bastón ha sido esculpido en forma de conchas por ambos lados
que el cuerpo del animal solamente esrá representado en miniatura y en
para reforzar el sentido de I;¡ línea. forma abstracta y simplificada.
Las astas de un ciervo de cobre encontrado en -una tumba prehitiea
de:Alaja Hüyük (Anltolil),-del tercer milenio a. c., no sólo están modeladas
con el mayor esmero, sino incluso recubiertas de plata, También a la pean;¡
en forma de Y sobre la que se alza este animal parece habérsele dado forma
de ramificación de asta (Arik, 1941. pág. Tl).
El hecho de que las astas, y en panicular las astas bifurcadas, poseyeran
una significación desde fechas extraordinariamente tempranas está también
demostrado por el descubrimiento que en 1938 hizo Okladnikov de la
tumba rnusteriense de un niño en Teshik-Tash, una cueva de la Edad
de: Piedra del Uzbckisrán soviético (Movius, 1953). Allí fue desenterrado
el esqueleto de un niño de Neanderthal, junto con cuna serie de cuernos
de la cabra montañesa siberiana ... en conjunto un total de cinco (posiblemen-
te seis) pares de estos cuernos [fueron encontrados) asociados al enterrarnien-
co. Delimitaban un :írea aproximadamente circular, en cuyo interior yacían
este cráneo y plrte de los restantes huesos del esqueleto __. Todos los cuernos
124. LA MADELE1NE (D~,d.ño): Bas,ó" él I""JO lOIl ",otro~'¡o- eran de ejemplares grandes. Los de uno de los pares estaban sólidamente
'Deiollts. Dibujo lo",.do dl Lo,rt, y Claris,y, 1865-1875. ensamblados 'como una espoleta de ave' __. Un segundo par destacaba por
su gran tamaño __. Aunque estos [cuernos] se habían separado unos de
otros y aparecían mis o menos en horizontal, su posición indicaba claramente
que antaño habían estado de pie, o "ligeramente inclinados hacia dentro,
)' unidos entre sí como un tenedor> (págs. 25-26).
En este enterramiento rnusreriense llama la atención la colocación en
círculo de muchos pares de cuernos. Habían sido cortados cerca del cráneo,
resultando de ello una forma en V (Movius, lárn. V)', con un agujero
natural en el centro. Estaban hincados en el suelo con una ligera inclinación
o casi en vertical, desplegando la V hacia arriba. LJ cuestión de si lo
que tenemos aquí, en el período musteriense, es una versión temprana
del biiton de ttnnmaudcmrnt auriñacicnse, queda abierta a la opinión de
cada cual. Lo curioso es el empleo del mismo material }' de un germen
LE SOUCl (Do,do"o): Bas,ó" dr ¡IIIrso (011 .eI,. p,''¡O,.ciOlllS. l. M,ima '0'•.•
esencial de la forma posterior.

Sobre la .'igllificaciólI del bnstán laladrad,)


5obr! el materia! de los bastones
Es pcrfccrarncnrc posible que algunos bastones taladrados en forma
HJy coda vía otro aspecto que: parece interesante, a saber. el material
de T se usaran para enderezar flechas o, entre los esquimales, como una
de que se hacían los bastones: astas de reno o, con menor frecuencia,
especie de corbara : pero no hay duda de que los bastones perforados
de ciervo. L:lS astas deben haber poseído un poder especi:ll o un signifiCldo
-muy esbeltos y delicados. grabados con representaciones simbólicas-
s:lcrlment:ll. algo así como el cuerno de bisonte que J:¡ Venus de Laussel
eran instrumentos rituales, lo mismo que las cabezas de mua rituales
sostiene en su mano izquierda.
del Egipto predinásrico y Surner.
e ,

Desde luego no es casual que, en 1:1cerámica pers:l temprana del cuarto

..._---------_._---------.----_._----- ------------ .. __ ....


t ,..
j ..
210 La. símbolizaci6n , .'
Volveremos sobre el contenido andrógino de su forma, pero aquí pode-
.....;
r'·· LOS SIMBO LOS DE FER TIUDAD

mos señalar una indicación indir.:ctl de su significación. El tambor lapón, '


que en sí poseía una significación cósmica, se tocaba medilnte un instrumen- I.. Si en I~ interpretación de las c˙pulas y de los .punros como símbolos

tO que no tenía nada en com˙n con un Pllillo normal. Tenia 1:1 forma
de un bJtOl1 de WnllIIdlldemt:llt "hecho de cuerno de reno, ramiticado como
l'~
,. !
de fertilidad cabe alguna duda, no sucede lo mismo en el ClSO de las _.
representaciones directas de los órganos sexuales. Al igual que [a mano,
I¡ vulva y el falo son cuidadosamence representados, solos o junro con
una horca ..• Con este m.Hcillo golpean el rambcr, no canto para hacer
ruido corno p;,rl así poner en movimienco el anillo que hay sobre el .~ otros símbolos asociados, sobre todo en elluriñaco-perigordiense.
aquí la paree vale por el todo. Son una expresión simbólica obvia del
También

cuero, y que: éste vaya pasando sobre las imágenes. hlst:l que encuencrln deseo de perpetuación de la especie, En este contexto no se hace distinción
lo que buscaban ... El instt umcnto de hueso con el que golpean el tambor entre el hombre y el animal: crecer y multiplicarse era igualmente necesario
tiene unos trece cencímetros de largo y el grosor de un dedo meñique, y para l~ continuación del género humano y de las. diversas especies anima-
se asemeja a la T latina. Los lapones usan este tambor en diversas ocasiones, les. En (os tiempos primevos apenls exisria la vejez; la duración media
y aseguran hacer grlndes cosas con su ayuda. por lo cual lo tienen en de la vida en las épocas auriñacc-perigordiense y rnagdaleniense era de
gran estima. y lo gUlrdln con mucha reverencil· (Scheffcr. trad. ing. unos veinte años, seg˙n ha deducido H. Vallois, del Musée de L'Hornme
1704, pág. 137). de París, del estudio de los esqueletos ha [lados en lugares de enterramiento.
Este texto se refiere, n:utlralme:nte, a prktiCls cham mistas. Jcomp.lñadas La vulva, como órgano de la reproducción por excelencia, es el símbolo
de trances Y éxt:lsis inducidos en momc:ntos de necesidad: para predecir dominante, junco con numerosas figurillas femeninas auriñaco-perigordien-
el resultado de una cacería, para curar una enfermedad, para obtener éxitos, ses.
para producir desastres .• Una vez que el tamborilero ha Jobado de COClr, El falo, en cambio, aparece rara vez, al igual que las figuras masculinas.
cae al sudo con el tambor, que se pone sobre la cabeza, seg˙n se ve La hermosa figur;¡ de un joven de Laussel sigue siendo ˙nica,
en 1:1postura siguience ... Encre tanto todos los presentes, hombres y mujeres, Un símbolo todavía mas raro es el seno f<::menino independiente rodeado
sigu.:n Clnt~ndo sin interrupción, hasta que el camborilero despierta de de puntos o puesto en relación con una escena, como· el del santuario
su sueño, para que asi entre en su espíritu ;).quello que se desea saber= de Le Combe! de Pech-Merle.
(p;íg. 1-1--1-).

Una y otra vez nos encontramos en la prehistoria ante una serie de


fenómenos concatenados, y hemos de reconocer cuánta violencia se hace
a ciertas representaciones al aislarlas dé su contexto natural. Sin embargo,
y de resultas de una educación casi enteramente basada en el análisis,
apenas pa rece posible imaginar otro método de indagación en fenómenos
complejos que no sea el de separación y aislamiento. La vulva es una
paree de todo el conjuneo de los símbolos de fertilidad. Pocas veces se
la encuentra sola; por regla genera] se combina con OtrOS símbolos, de
significado semejante al de las c˙pulas, y con los animales cayo incremento
se desea.

La figura femenina como símbolo cultual

Es obvio que la vulva poseía una significación ritual, porque en el


periodo m:¡gdJ(eniense se la graba -podria decirse que se la imprime-
Los símbolos d« fertilidad m'@
conocemos como Venus de Laussel, ¿Qué aspectos de esta figura han '
sido desdeñados, y qué otros fuertemente subrayados>
Aquellas partes del cuerpo a las que no se concedía ning˙n valor,
tales como la cabeza y ciertos miembros o partes de los mismos, eStln
meramente indicadas. En esto se llega un lejos que, mientras que el brazo
derecho de la figura est:í modelado con gr:m ternura, casi en bulco redondo,
el izquierdo es mucho mis pequeño. e incluso parece atrofiado. El brazo
derecho levanta un cuerno de bisonte, en sí mismo vinculado a la fuerza
r la fertilidad. Los senos son protuberantes, a˙n más lo es la región pelviana.
Sólo después de apreciados estos detalles se hace patente el modelado
extraordinariamente sensible de la Venus de Laussel,
Todo el interés se concentra en la relación armoniosa de la curva
redondeada de los muslos con la curva redondeada del abdomen, Entre
los muslos aparece el triángulo esférico del monte de Venus. El hueco
del ombligo está acentuado. L:1 mano izquierda, meramente grabada en
silueta, parece casi hundirse en el abdomen. Se combinan aquí exigencias fi,. m
rituales y la capacidad de darles forma arrística y expresiva.
Este énfasis en el' centro sexual femenino se encuentra asimismo en
relieves rnagdalenicnses posteriores, Junquc sin una integración tan perfecta
en una totalidad arrisrica. En esos ejemplos, la vulva esd incisa sobre
el cuerpo casi naturalista como un rriángu!o cultual abstracto.
Una de las dos figuras femeninas recostadas de la pequeña cueva de fiI,. m. ni
La Magdclcine (Tarn) tiene una vulva grabada de ese modo. Su forma
destaca a˙n mis frente J la postura maravillosarnenre relajada del cuerpo
y el delicado modelado de las piernas. Su descubridor, H. Bessac, me
dijo que no habia visto la figura femenina (1952) hundida en la rOCJ
hasta después de que el triángulo vulvar profundamente inciso le llamara fiI'· <11. m
la atención. Seguidamente pudo distinguir una segunda figura femenina
en la pared de enfrente, asi como un caballo y un bisonte.

LJs tres famosas Venus grabadas de Angles-sur-Anglin (Vienn~, también


pertenecientes al rnagdalenicnsc medio, presentan una situación similar.
También aquí el triángulo vulvar simbólico está fuerrernenre grabado,
en Contraste con el opulento modelado de las formas corporales: al menos,
esto es, en la medida en que 10' dejan ver las reproducciones, dado que
126. LAUSSEL (Do,Joña): Dmllr Jr la l-'Cllur Jr Lallrrtl.
al presente autor no se le permitió ver las figuras in situ .
Este friso es sumamente interesante por las grandes dimensiones de
en forma de triángulo claramente perfi!Jdo sobre figurJs femeninas que las figuras femeninas, que sin embargo no alcanzan IJ grJn calidad escultórica
por lo demás serian casi naeuralistas. Estamos aquí ante los orígenes prehiStó- de la Venus de Laussel ni el hermoso aspecto de reposo de las de L;¡
Magdelcinc,
ricos de una tradición que reaparece en las figurillas de los milenios quinto
Los descubridores del friso de las tres Venus -una de perfil, otra
y cuarto en Mesopot3mia Y otras regiones.
Puede plantearse aquí una cueStión sobre ese relieve temprano que de tres cuartos y la tercera de frente- afirmaban en una primera comunica-

--------
®
-~'..,......,--
Las manos como símbolos mágicos 215

cien: -La parte superior del cuerpo no ha sido representada nunca, y


también faltan los pies .... Todo el interés se sit˙a en las regiones genitales:
la abertura de la VUlVl es muy pronunciada en. la segunda Venus, el
triángulo p˙bico est.Í muy acentuado en las tres, y los pliegues inguinales
vienen indicados por un tajo -profundo- (Sainc-Mathurin y Garrod, 1952,
pág. 418).
Ciertamente habría sido posible plasmar una figura femenina encera
en el espacio de este friso rnagdaleniense medio, que había quedado rotalrnen-
te enterrado bajo un estrato del rnagdalcniense ˙ltimo, porque la primera Ve-
nus mide I~O cenrirnerros desde e! pecho hasta las piernas, Estas dimensiones
son insóliras para las representaciones de! cuerpo humano en la época
prehistórica. Si hubiera sido necesario representar el cuerpo encero, habría
sido fácil hacerlo en el espacio utilizable. Pero no parece haberse sentido
esa necesidad, y solamente se esculpieron e! abdomen, la región pelviana
y la vulva. Lo irnporranre no era la figura encera, sino ˙nicamente el
fragmento que hacía las veces del codo.
En la inmensidad-de tiempo que va desde los órganos sexuales brucalmen-
LA M¡\GDELEINE (Tarn): Dtrallt de Imah'lfa ¡tmmina .~,ab.da.

128. Dibujo co,wPQuditlllt a l.


fi.~"r. 127, eDil lod. l. pa,tt iuft-
rior dd tronco.

119. UR (."'uopot.mia): Fi.~'lfill.s


.",¡toeifalas dt aTCIIIJ, de! ,,,a,ra
miírnío Q. C.

---- -_.-;:---- .,
__ o • __ • o - _

Las 1n4nos como símbolos mágicos


te acentuados de algunas Venus del periodo auriñaciense (p. ej., la Venus'
de Willendorf) hasta el arte refinado del magdaleniense, el principio icono-
grifico de la representación del cuerpo humano permaneció inalterado.
Todas las figuras femeninas hechas a lo largo de este dilatadisirno periodo
simbolizaban el concepto de ferrilidad. De un modo más genérico, este
concepto es expresado simplemente por la vulva, que implica a la vez
I:l fertilidad humana y animal,

En la costumbre de grabar la vulva como símbolo abstracto sobre


figuras femeninas casi naturalisras se origina una tradición muy persistente,
que dura desde el rnagdalcnicnse medio hasta la época cicládica y es precurso-
rn del proceso evolutivo griego. Cabe citar tres ejern plos :
En la -Figura de mujer de la cultura badariense-, que es como el
Br itish Museum cataloga esta estatuilla egipcia predinástica (n˙m. 59.468),
la ˙nica parte trabajada es el triángulo sexual, 9ue, además de ser extremada-
mente grande en comparación con el resto de la figura, está rodavía más
acentuado mediante rayado en cuadricula.
LJS figurillas de terracota procedentes de Ur. en Mesopotarnia (h. finales
del cuarto milenio a. C.), que ha)' en el Museo de la Universidad oc
Filadelfia, tienen cabeza de ave, como las figuras más antiguas del techo
de la sala de los Jeroglíficos de Pech-Mcrlc. Son esbeltas, con hombros
y senos salientes, y ha)' en su líneas una cierta sofisticación cortesana.
Pero también aquí se ha prestado escasa atención a las manos o a los
pies, y en cambio el triángulo sexual, superpuesto a una especie de faja
que ciñe las caderas, cstá exagerado de tamaño y nuevamente ace-ntuado
mediante rayado,
El tercer ejemplo es uno de los ídolos' de: mármol de las Cicladas,
tan conocidos de todos. Es acéfalo, y el cuerpo esd meramente silueteado.
Sólo el triángulo sexual está grabado con nitidez }' precisión.
El hecho de que una tradición persista a lo largo de tantos milenios
y aparezca en tantos centros de cultura indica sin lugar a dudas que desde
el primer momento estas figuras no pretendi.m ser simples representaciones
del cuerpo femenino, sino objetos cultuales, o ídolos, como han llamado
• los arqueólogos a las numerosas figurillas cicládicas.
Entre las primeras figuras trazadas en la arcilla h˙meda de las cavernas
y la civilización gric!p hay un nexo de unión qlle escapJ a las sombras
de b prehistoria. Lo poco que se puede establecer respecto al significado
preciso de CSt:lSfiguras en cada cultura implica que todas ellas eran manifesta-
cienes de J:¡ fecundidad, de la fuente de toda vida, de la Gran Madre
Tierra, que ostentaba el triángulo vulvar como símbolo sagrado, ...J

Aquí nos interesa ˙nicamente el registro óptico visible: de los ricos 1JO. EGIPTO. (u7tu,. b.á.,itnu: Fi-
gura frmtnilf3 Jt erciii»,
131. (SLAS CiCLADAS (Cmi.):!dl>-
y símbolos. Por ello hemos de estar canto m:ís agradecidos a los eruditos ID ftmtnino dr mármol.

". - ..,--- .... - -.- ,._.- -------------


..
~
C.
L4s manos como símbolos mtigt'cos 219
1
que se han esforrado por levantar, siquiera brevemente, el velo que cubre alargado y presenta diversas orientaciones.los animales asociados a estos t
los mitos y las religiones más antiguas. signos están tan firurnence grabados, y son tan pequeños en proporción,
Mircea Eliade ha mostrado cómo el símbolo ampliado de 1:1 vulva que fue necesaria la aguda vista de Peyrony para detectarlos. Peyrony
·1
pasó a ser la ,¡<llire cosmique : "La significación ritual de las cavernas, de pensó que fueran una pareja de ciervos, uno en pos del erro (pág. 68). G
la cual ha habido pruebas desde los tiempos primevos, podría también En nuestro dibujo no se ven. S
inrerprecarse como un regreso místico 1 la 'Madre".'. Las intuiciones arcaicas
de este tipo son persisrentcs. Hemos visco que la palabra delpiJ (˙tero)
sobrevivió en el nombre de uno de los lugares más sagrados de Grecia.
No hay testigos que puedan informarnos sobre la significación exacta
de esos pocos fragmentos de piedra con sus diversos símbolos, c˙pulas
,•
Dclfos ... Pausanias (II, 21, 1) habla de un lugar de Argos llamado Delea. ~.animales. No obstan ce, el presentimiento de que esas piedras desempeñaran ~.
que se consideraba santuario de Dernéter. Fick y Eisler han interpretado alg˙n pape! en ceremonias rituales está respaldado por una tradición que
·1
el triángulo (delta) como la 'vulva' ... Sabemos que en Grecia la delta en b actualidad rodea a ciertas representaciones semejantes, en una tribu
era el símbolo de la mujer. Los pitagóricos sostenían que el triángulo era de indios sudamericanos cuya cultura apenas estuvo expuesta a las ~:
la U'-I!.w,¡ic*). no sólo por su forma pertecta, sino también por ser el influencias de los misioneros.
I ,
arquetipo de la fecundidad universal- (Elirdc, 1936, págs. -42, ·D). Dentro de la región de los indios eh imane, en un valle próximo al
La conexión entre la vulva y el cosmos llegó a ser todavía más estrecha rio Marique, al pie: de las cordilleras orientales de Bolivia, los miembros
en las primeras altas civilizaciones. -Se creía que los ríos sagrados de Mesopo- de la vigésimocuarra expedición del Instituto Frobenius encontraron una
tarnia euvicran su nacimiento en. el órgano ge:nerati~'o de la Gran Dios.'. agrupación de bloques de: piedra. Una vez limpios de su cobertura de
Además. la fuente primera de esos ríos era 1;1 vagina de b. tierra- (pág. ~2). musgo y enredaderas, catorce de ellos mostraron grabados profundos, aun-
que muy erosionados por los cambios meteorológicos {Hissink, 1955,
pág. 62).
LI ,,"I"tI CO/lII) símbolo cultnal Los bloques estaban en sus posiciones originales, en un pJSO de montaña.
Involunrariamenre acude a la memoria la posición del santuario de la
LJ vulva como fragmento representance de 1;1 roralidad -la parte por fertilidad de Laussel, CO:1 sus bloques tallados con la Venus y otras representa-
el todo-- hace su primera aparición en el periodo Juriñ;\co-paigordicnsc. ciones similares. En esce lugar sudamericano había pocas representaciones,
Su representación varia desde el narura lisrno crudo hasta el signo, que aunque interesan ces, de la figura humana, pero sí un 'n˙mero preponderan ce
va haciéndose cada vez más abseracro, hasta que p no es posible dcrer rnimr de símbolos sexuales femeninos. (pág. 62). LJs figuras humanas estaban
su significado con certeza. En el auriñ:lCie:nsc:, la vulva, como la mano,
se representa sola yen grupos, así como combinada con c˙pulas o animales,
o con ambas cosas.
'en una piedra lisa, pero de forma irregubr. pr ccedcnrc de La Ferrassie
If «siempre en el punto más alto de las peñas. bajo el cual se agrupaban
numerosos signos vulvares, algunos muy notables por su tamaño. El mayor
media 37 x ~O cm, y su contorno tenía una profundidad de 10 cm-
(pág. 6~).
hU I

I
y conservada en el museo de Les Eyzics (22 x 22 cm). hay un signo Obviarncnce, no se puede decir nada en concreto sobre su fecha. Pero J !.
1,

I
vulvar totalmente aislado, profundamente inciso. Pcyrony (193~, pág. 68) estos bloques son CJn semejantes, por su forma y por su técnica, J la I ~!
la asignó al auriñaciense tardío.
En general, sin embargo, el símbolo de la vulva aparece cn combinación
con animales o con otros signos, sobre codo c˙pulas, cuyo signiticado
vulva auriñacierise media profundamente incisa (?? x 22 cm), que igual-
mente podrían hab.:r sido hallados en La Ferrassie.
Lo rnds inceresanee de eSCJSpiedras es la tradición con que las asocian
I~I
".
es can próximo al suyo. En un bloque roto del Abrí Cellier de Se-gene.
cerca de Les Eyzies, hay tres signos vulvarcs en forma de globo asociados
i
los indios chirnane. Los bloques se encuentran en las proximidades
un yacirnienro de s;¡ I gema, protegido en calidad de lugar ritual caído
de
'~I'
111:
a una c˙pula profunda del mismo rarriaño. en desuso donde los aneepasados de los eh imane habían bailado -cuando
De modo semejante se asocian vulvas y varias c˙pulas pequeñas en buscaban la sal, adornados con plumas, enmascarados y portando
otra piedra de La Ferrassie. si bien aquí el rriángulo sexual ha sido muy
1 molinetes. (pág. 66).
I~
11I

-_
Entre los chirnane la sal esd estrecham.:nte vinculada a la fertilidad
.. Conñ~urJ"ión prim~tl o primig~ni~ (N. Jd T.J . I y a [:1 procreación humana. Su recolección iba unida J acciones rituales
... _----- __ .__ .____________
<~-:~=.::---_.-~
..
I~
_.J .1...

•• --- .. • 4_~ __ ._.~ .------------.-.----------------_---


_._y--_.- -.-
t-) Las manOJ como Jímbo(os mdgicos- .221

y ceremonias .• Tenía lugar en la época de la sicmbra.,; y posiblemente


iba acompañada de ritos de fertilidad- (pág. 6H). .
.LJ sal posee una honda significación en la vida de estos indios. Es
sinónirna de vida)' de la sustancia de la vida ... LJ idea rectora [del lugar
ritual) está inrirnarncntc ligada a la sal como símbolo de la vida y de
la renovación periódica dl' la vida humana. (pág. 68).
En estos símbolos indios, pues, el significado se centra en la renovación
de la vida y el deseo de fertilidad.

POCJS veces se evidencia en la prehistoria una relación entre representaciones


de: la figura humana y de símbolos sexuales aislados. Hay, en cambio,
una relación indudablemente estrecha entre los animales y el símbolo sexual
femenino.
fi¡. 117.111 Un bloque de piedra auriñacicnsc precedente de La Fcrrassic, con la
parte superior desgajada, muestra una combinación de varios signos de
1,'
fertilidad y un animal. Sólo ha sobrevivido el contorno tosco de la parte
1.,. " inferior de un animal macho: a la izquierda 5': conservan la linea ligeramente
curva del abdomen y las patas traseras fuertemente incisas, pero gran
! '1 parte de las delanteras se ha perdido. También hay varios símbolos de
1 f.:rcilidJd mu~' acentuados. Por debajo del animal se distribuyen libremente
I 11 numerosas c˙pulas y una vulva en forma de globo. UnJ hilera de c˙pulas
I 11 conduce: al órgano viril del animal. Otra rcrrnina en el simbolo vulvar,
Una tercera se asocia a 'un, signo en forma de U, a la izquierda. Pcyrony
11
da por seguro que todos estos signos poscian un significado simbólico
11
para el hombre primevo (Pcryrony. 1934, pág. 78).
Es como si con la combinación de estos diversos signos se quisiera
dar a˙n mis fuerza al deseo apremiante de «creced y multiplicaos •.

IJ2. 'lA FERR,"SSIE: Pitdu "",¡;¡.citlllt ca" .,,11,. ;"ciu t,""d,.


Las representaciones de J:¡ vulva, y asimismo las del falo, experimentan
un proceso de abstracción progresiva en el periodo magdalcnicnsc, descrnbo-
cando en signos cuyo significado ya no es posible determinar con seguridad.
Tal vez sea en la cueva de El Castillo donde mejor se patentice el
grado de veneración concedido al órgano femenino de la fertilidad y
r,,· '" ~Icrccirnicnro. Ha)' allí, en un nicho de la roca, cinco signos campaniformes.
Hace mucho tiempo que fueron identificados como representaciones de
1:1 vulva. Son rojos. de gran tamaño (unos 45 cm). y están partidos por
un trazo COrtO vertical. Enrrc ellos hay U11:llinea negra erguida (HO cm).
ft¡ l" qUl' acaba en un penacho: lo más probable, como sugiere Lcrci-Gourhau
(1958, pág. 336), es que se trace de un símbolo absrracro del falo. El
grupo que forma con las tres vulvas consriruyc un símbolo compuesto
de la fertilidad, o, en palabras de Lcroi-Gourhan. un (1'"1'/(' de -'i.I!"I'.'.
Los símbolos rojos femeninos, y el símbolo ˙nico negro masculino,
están cspcctaculnrrncnrc situados dentro de un sector ligeramente elevado
del llamado segundo vestíbulo de la cueva de El Castillo. Más abajo de
la superficie alisada del nicho que ocupan hay un pequeño snlicnrc de
1.1roca en forma de repisa. junro al cual caen los pliegues de una formación
rocosa a modo de cortinaje .que podría haber sido modelada por Lorenzo
Bemini. Si no me equivoco, algunas partes de cs.i cortina rl.lpestre muestran /·H. EL CASTILLO (Sa/llalld..,):
\"¡c/ro (011 ,;"CO ¡,'mb%l &l1I/1'.::r(J ({ljt1l y
señales de haber sido pulidas por un largo roce. Dentro de csrc marco "" .liare Uf.erO tilJpl",nado qltr rrprrsrnt«
dramático se alzan solos los simbolos de fertilidad. Aun para d qu.: no 1111JI/O.
conozca su significado, este grupo de imágenes. en ese entorno cuidadosa-
menee escogido, resulta impresionante.
¡;,. '" Para Lcroi-Gourhan. las vulvas cam paniforrnes de El Castillo reprl'Sl'l1Can
sólo una entre varias carcgorias distintas de vulvas absrractas.: El pUIltO
de partida de este investigador es el triángulo sexual con una COrta linea
divisoria claramente reconocible, qUI: a veces aparece en forma de tres
lineas qu.: se juntan sin lado horizontal qUL' cierre la figura. Su segunda
catcgoria arranca de la figura campaniforme. y comprende rriáugulos en
posición invertida. Otra categoría se compone de formas ovales. que n:prl'-
scntan .:1 orijicc .f!':lIitcll. Lcroi-Gourhan incluye una columna paralela qUL'
muestra el proceso de abstracción de la figura femenina de perfil (1!J5H,
p:íg.520). •
r" JH La representación de la vulva en forma de rombo o diamante, a menudo
unida al pez como simbolo f.·lIico, L'S un símbolo de fertilidad extraordinaria-
mente difundido, que aparece desde los tiempos primevos h:lsr:l las altas
civilizaciones, si bien ello no im plica necesariamente una línea de continuidad
ininterrumpida. . /-16. El CASTIllO: 0.""11, d,
fif lf7 En las obras de un artista moderno como joan Miró este signo reaparece dl'S simb%l I',II"o(<'J '''!IIJJY rl ¡IISt(
"r.~,(1rmplmnado.

---------------------
---------------_._---~.._--- ·:1
. :1
1
r 1;
como símbolo completamente neutro, liberado del baldón moralista que ,
había pesado sobre él a lo largo de los dos ˙ltimos milenios. 1,1,
Existe la creencia muy extendida de que en los .riernpos primevos
no se reconocía la relación existente entre la concepción y el acto sexual,
Se creía que la concepción se producía por la acción del viento, por
inhalación, por -influencias, en fin, de fuerzas exrernas. Esta idea puede
conducir a conceptos muy elaborados, como el del poder de la palabra
fecundante, la. parole fécolldoJlllt. Eso es lo que describe M. Griaule en
su estudio de la tribu de los dongo del Africa Occidental (1948,
págs. 166-168), que creen que toda mujer fértil lleva en su vientre una
semilla divina. Sólo cuando el dios da la orden se enrosca la esperma
masculina alrededor del ˙tero y da a la semilla divina su forma terrenal.
El conocimiento o la ignorancia del proceso generativo ha dado origen
a muchas opiniones divergentes, sobre todo dentro del contexto de la
relación hombre-animal: el totemismo. Algo se puede entender de este
complicado problema leyendo la exposición que de sus ramificaciones ha
hecho Elizaberh dellaSanra. (1947, págs. 57-77).
No podemos saber 'si en los tiempos primevos las ideas referentes a
la concepción eran- simples o complejas. No hay pruebas. Por otra parte,
no seria legítimo ignorar las representaciones del falo en-las épocas auriña-
ciense y magdaleniense; que parecen implicar alg˙n conocimiento de la .
. relación entre la-procreación y el falo. ..
Las representaciones de figuras masculinas son rarísimas en comparación
con las femeninas. Otro tanto sucede con el símbolo' del falo. Pero con
la aparición de los' menhires el falo adquirió un carácter monumental,
si bien el significado de esos monolitos no es exclusivamente fálico.

El falo como símbolo cultual

Lo mismo que en el auriñaciense exisrían representaciones aisladas de


147. lOAN MIR.Ó: Escultura tu tsC.y"'~, 1948.
la vu Iva , así también había grabados y esculturas aislados del falo. J. G.
Lalanne encontró muchos en su excavación de Laussel (Dordoña), algunos
de ellos extremadamente realistas (1911, p:ígs. 139-1~2).
Los objetos allí encontrados indican que el lugar de culto de Laussel,
al pie de una peña en saledizo, debió ser un santuario de la fertilidad.
Además de la Venus del cuerno de bisonte se tallaron en la roca varias
otras figuras femeninas más pequeñas, así como una escena que algunos
han interpretado como un parco, y otros como un coito. Vienen a continua-
ción diversas representaciones del falo, que apuntan a un culto de la fertilida-d
masculina. •
UnJ y otra vez aparecen c˙pulas asociadas al falo. En un bloque de.
'piedra caliza de Laussel hay un falo convencional rodeado de c˙pulas, -

_". "'J:,*t~
- ~--- ----
150. LAUGERIE HAUTE (Do,e/o,ia):
PitduJ 1011¡!J/o 1iris tr;p"laJ.
IJI"iñadtllft

148. LA USSEl [Dordoñ«}: BI01'" e/cpire/,a .",;,ia- 149. TARXIAN (Molra): e."o fáliro
J. ~"!fJ""a d~ falo. ro»
tirnse , (uaJ1tJII,fu/IJT (150n neolitic«, (".e/,.".~"I., (Ii cm), CIIbirrto el,
O;p"la< p'" ronO$su: lado). t';p"/.u.

una de ellas mucho m::tyor que las restantes (Lalanne, 1911, fig.98). En
ocro bloque hay un falo dibujado como si saliera directarnenre de una
c˙pula (ibid., fig. 99). Esta asociación es a˙n más evidente en un bloque
fjlico cuadrangular. de 15 cm de aleo con c˙pulas por todos sus lados,
hasta en la base.
L~ persistencia hasra el período neolítico de la costumbre ritual de
hacer c˙pulas sobre 105 símbolos Wicos de piedra está demostrada por
·un pequeño cono votivo de piedra caliza en forma~.ge pirámide aira
de base cuadrada, procedente del ábside nororicnral de la sala de entrada

,- .....
_____ .i _: .L_ .. .~_J --.---.-.;
1íz. •. . ~
~_. #Mi.:..- _.:..._~A..-_._~:-
Las manos como simbolos mágicos 237

1-1 de [el templo de] Tarxian [Malta] ... Este objeto esr.i cubierto de perforaciones

r:. "
irregulares. Fue cuidadosamente hundido en el suelo debajo de una piedra
y deerás de un ídolo femenino grande y obeso> (Manneville, 1939, p:íg. 897) .
El mencionado es sólo uno de los muchos objetos de carácter talico hallados
en el mismo templo.
r Inevitablemente vienen J la memoria las grandes c˙pulas pulidas de fiI. lf1

t las estatuas itifálicas de Min, muestras de una relación estrecha entre los
símbolos egipcios y prehistóricos.
J El abrigo rupescre de Laugerie Haute (Dordoña) fue también fuence
de representaciones auriñacienses de! falo. Había allí, entre ceras, una excava- fil. IJO

f..: da en un bloque de piedra, con seis c˙pulas incrustadas. En ocro bloque,


proceden ce de la caverna rupescre de Lausscl, hay una línea gruesa grabada
¡r¡.IJI

en sentido longitudinal sobre un falo. Una y otra vez aparccen estas líneas
rectas sobre representaciones de cabezas de animales o de cuerpos humanos.
En el acceso JI santuario de Le Combe! (Pcch-Mcrle) se encuentra fiI. m
una escalagrnira de forma insólica, curvada como un cuerno de rinoceronte
y de unos ochenta centímetros de altura. El abate Lcrnozi descubrió que
esta notable formación. estaba cubierta de pequeñas mellas (piqlll!('l_'¿U),
y que también par.ecÍJ pulida por un largo roce. La interpretó como
un falo, cosa-que: parece muy probable, sobre todo estando como csci
situada a la entrada de este santuario de la fertilidad, r'l. lJl
Un bastón taladrado magdalcnicnsc precedente del Gorgc d'Enfcr (Dor-
doña) consriruye una clara indicación de -Ia existencia de alg˙n cipo de
culto fálico. Se han conservado las dos ramas del bastón, y casi toda
la curva de la perforación circular. Muestran un falo doble, grabada cada
una de las ramas con dos líneas onduladas, una línea recta y dos óvalos.

El filio, ti P{Z y el rombo

En 1927, H. Breuil y R. de Sainc-Périer reunieron numerosas representa-


ciones de peces en bastones taladrados. que presentan un asp.:cco mis
de la casi inagotable imaginación del periodo magdalcnicnsc, La serie abarca
desde ejemplares fácilmenre reconocibles hasta abstracciones apenas descifra-
bles.
Uno de los bastones, procedente de Brunique! (Tam-ec-Garonnc). tiene
forma de falo. En uno de sus lados hay tres peces reconocibles. en los
otros tres lados hay símbolos abstractos. Por uno de los lados corre una
larga línea incisa, semejante a la que h3y sobre un falo de Laugcric Haute,
Los signos de los otros tres lados son probablemente símbolos abstractos
de la vulva. El bastón remara en un glande terralcbulado, que tal vez de-
15Z. LE COMBEL, PECH-MERLE (LDt): EJt./~.~mit.J.lica {80 Cm J, picada Jt CIIp"litaJ y pulida
note un falo doble. El otro extremo esrá roto, quedando sólo parte
por tL '0<:1.
de la perforación.

-. • "\ ~~
-.. !. .' • ~;. L
_.¡.~
~., •

--------_.-=...:}.:...- -o"'J_.
"1' ,_.
• r', ,
\
.• ,,' ..-le, •
.' 'I-·M
~.I 5"' ..,_......
"'~'_''ih'"!':'''-'~i'''
'-i.--: ':-.:J.~
., ....• ~.v~~;t;
" 6'

.". ..._-............ -'.....', 5..


"''\ ..-..

Las manos como símbolos


--
mágicos

~
::! .~

:9~.:.
!la
~i(j
~.,
'

is». BRUNIQUEL (T.,"-tl-


GJ'Olllll): Dos l'OSIOllfJ 10lad,aJol III
(
~~.
'k':
~
.'¡
forma di falo. COH prcts y s,'mbo/oJ
",,1"0«1. Dibujo J. Brc"il.
..... ,
~" ~'" .
'.:'
153. CORCE D'ENFER (Do,doño): Coblzo bifllrcada dl "" bOlIÓII laJodraJo, g'Ob4d~ tri

fo,ma dt falo Jobl<.

de reno proceden ce de Lorrhet (Haures-Pyrénées), muestra de: nuevo la


¿Qué significa la yuxtaposición de peces y bátollS 1ft conunandement ql.le relación entre peces y rombos. Estos peces constituyen -les representaciones
aparece con tanta frecuencia? .EI pez es a menudo emblema del f~lo. de salmones mis hermosas del arte cuaternario- (Breuil y Sainr-Péricr,
(Henrze, 1932, pág. 123). Falo y pez combinados forman un símbolo más 1927, p:íg. 45). Son asombrosamente realistas. pero ello no autoriza a inter-
fuerte de ]J fecundidad y la procreación. En la época clásica esta relación pretar la obra como una escena de género con salmones saleando por
era bien conocida: con su sJngre (=corrience vital], Urano escupió a una corriente cruzada por renos. También Hentze la ve de muy disrinra
la vez a Afrodita y al pez fálico (Dólger, 1922, p:íg.412). : manera. A su juicio, IJ colocación de los salmones entre las pezuñas de
Hentze rastrea la procedencia de esta relación clásica y llega ';a un los renos ha sido deliberada: -Dos de los peces están claramente colocados
símbolo compuesto, a saber, 13 yuxtaposición de un pez, que representa en dirección al órgano geniral.¿ Por encima y a la derecha se distinguen
el falo, y un rombo, que represenca 1:1 vulva. Se remite a una tableta dos símbolos de forma romboidal, que recuerdan' extrañamente los rombos
funeraria china de la dinastía Han que presenta una hilera de peces ante de la tableta china- (Henrze, 1931. pág. 123). Henrze aludía al dibujo del
varias hileras de rombos, Encuentra (como ya había observado Dólger) desarrollo de este asta de reno, en el cual los rombos parecen situarse
peces y rombos juntos en numerosos cilindros-sellos mesopotámicos. Pero por encima de los renos. En realidad, y como demuestra una forografia
lo principal es que se atreviera a remontarse en los orígenes de esce símbolo compuesta del vaciado en escayola de todo el contorno, están muy cerca
compuesto de 610 y vulva hasta el rnagdaleniense. Tornando ˙n asta de los peces, y, al igual que ellos, entre las pezuñas de los' animales.
~__. ._. .. _. . o_. ..

Las manos como símbolos mágicos 241

la existencia de dos objetos rnagdalenienses procedentes de La Madeleine ÑL tsr«¡ ..


I
y Massar, ambos con el tema de un oso asociado a representaciones de
los órganos masculinos y femeninos: en el primero se muestran éstos
de manera realista, y en el segundo median ce signos abstractos> (1958,
:1 pág. 386). A ello hay que añadir que entre las grandes vulvas campaniformes Ñ'.I4U'f

de la cueva de El Castillo se yergue un símbolo emplumado, largo y


dominante, del falo.
ji No sin razón, Leroi-Gourhan agrega: .Es un tanto sorprendente que,
salvo el caso accidencal de estos dos dibujes insuficientemente explícitos,
!\, .
este carácter dual, aparencemente fundamental, haya sido rotalrnenee pasado
por alto por los numerosos invesrigadores que se ocupan del significado
.!
de los signos •.
Nosotros creemos que el acierto de la interpretación del fuste emplumado
corno falo esd asimismo confirmado por ciertos relieves de la mis antigua
de las tres estatuas irifálicas predinásricas del dios de la fertilidad egipcio R· 112

Min, encontradas en forma. Fragrncncaria por W. M. Flinders Petrie en


1893 en Copees, a cuarenta y ocho kilómetros JI norte de Tebas. Estos rres
colosos, como los llama su descubridor, deben haber sido estatuas a modo
de pilares de unos cuatro metros de alto, altura insólita paCl el periodo predi-
náscico tardío. -Desdichadamenee, !J posición en que fueron halladas estas fi-
guras no nos dice nada ... ya que yacían bajo el grueso lecho de arena del tem-
plo tolemaico- (Perrie, 1896, pág. 7). No existen otros ejemplos similares, y
por desgracia no se sabe nada del contexto 'en que se alzaban. Los cuerpos ÑL 10.11'

son de forma casi cilíndrica, con los brazos apretados contra los coscados.
En una faldillc' que pende del ceñidor de la figura más antigua apar~cen
grabados =-nuevarnente seg˙n Pcrrie (p:íg. 7)- -una cabeza de ciervo,
con la boca hacia abajo, con cuatro candiles en cada uno de los cuernos,
y saliéndole de la boca una larga proyección, que parece como si fuera
IlS. LORTHET (H"utu.Pyrtn'uf): Arriba, "o,ioáo tn tfeoyol. Jt un .11. át rene. aplastaJo para
una estaca en la que estuviera ensartada la cabeza; debajo de la cabeza
mostrar ambas (dIal. Cc""posició" basada in una !OIOjra!ld Jt Pieu«, 1907. ribajo, dtlaH~ J~ Jolf,rtoutl
SIl[lllnJo, unos y VU/lIdS abrlractas jrabddds tn la mismd lUid. DibujfJ tomarlo dt Pit(lt. de ciervo ha y dos conchas de ptrroara:;.. Pero no se trata de una estaca

La pluma corno símbolo fálico

• En 1:1 épOC3' magd;¡leniense el falo, como la vulva, adquirió una forma


más abstracta. Esos fusccs en forma de cañón y ~mplumJdos que tan
a menudo se encuencran en las paredes de las cuevas y en los grabados
sobre hueso han sido idencifiCJdos recientemente como formas reprcscnrati-
vas de cualidades masculinas. F. Bourdier lo sugirió (1958, p:íg. 8), Y Leroi-
Gourhan lo ha confirmado ampliamente sobre !J base de estos argumentos:
156. LA V ACHE (A,i<.~,): Hueso pu/ionwuJo, .~rabaJo co" u"a c.bt:. J, bif."tt i'U
-nc sólo por la asociación frecuence de los signos emplumados con otros 1<1(12 {ol Itl'~~IIc:t.Uf C~ltju,,{iÓll eOIl uprtUlltiJC;IJHtJ .lblrracr.u dtl filio y dt /4 lIu/va .
triangulares u ovales, de significado apenas disimulado. sino también por

.. ~~~.~_:
.__ ._-,'-, ~:.~:]
~
-.._-_._-----_._-~ -.
Las manos como símbolos mágicos -~43

159. MASSAT (A,itgr): Pan« dr Utl bastó" ta/ad,ado .~,abado co" "". coba. Jt O!O sa'a"do
la IctlR"O, tU cotljr.mció" COII 11110 rrp,rstlltac¡6" ohJlracta de "JI falo y Iflla vulva.

160. Dibu]» corrrspo"diwlt o /a fi.~tI,a /59, dt Luoi-C.",h,,,, 1958,

en la que' esté ensartada la cabeza: más bien lo que aquí tenemos es


157. LA MADELEINE (Do,cI ••ñ«}: Bail.i".e,." •. I. (0" '''',' ,·,,1"'=0 d~ MO $d(""d~ 1" I;·".~"." la misma relación que anres : un animal, esta vez un ciervo de astas horquilla-
tJl ,o,~ill"(hí,,(OJlltlla r~p't.(rlll"cití" (talista dr "" .1;110 y ""a "111",1.
das y plumiformes y lengua sacada. que se aproxima :1 dos vulvas en
forma de conchas.
El símbolo de procreación (fertilidad) expresado por un animal con
la lengua sacada y lamiendo órganos sexuales se remonta hasra muy atrás
dentro del periodo rnagdalenicnse : obsérvense, por ejemplo, los dos graba-
dos que cita Leroi-Gourhan -un bastón de LJ Madeleine (Dordoña) graba- ftr.· lJ1. }JI

do con un oso que lame un falo naturalista. y ocro de Massat (Ariégc) h>. IJI. 110

con un oso que lame una representación 61ica abstracta, concretamente


una pluma-, así como un hueso de La Vache (Ariege) grabado con Jif JJI

una cabeza de bisonte junco con símbolos del falo y de la vulva.


A˙n más próximo al ciervo de la estatua de Min, que alarga la lengua
hacia símbolos vulvares, esd un grabado rnagdaleniense sobre hueso proce-
158. Oil,,(;1) (."rspo"dirutr o lo fistl,a 157, d., L.-roi-C ••tI,I ru", 1958. dente de Arudy (Basses-Pyrénées), que muestra un caballo lanudo con Jif. us

-- .-------_._---~----.------
Las manos como símbolos mágicos 245
244 La simbolización
Una sonaja ceremonial india

El arte de los indios del Pacífico Noroccidental se basa, como el prehistó-


rico, en ritos, Eran los ricos los que suministraban a la imaginación plástica
un incentivo para acompañar las fiestas y ceremonias de iniciación con
objetos adecuados. En ning˙n otro campo son tan notables los logros
artísticos de este pueblo como en sus máscaras y sonajas ceremoniales.
Las máscaras, al ser móviles, podían experimentar varias transformaciones,
de un animal a otro y del animal al hombre. Expresan el nexo interno
entre el hombre y el animal: el hombre ql.le puede aparecer como animal,
el animal que puede adoptar forma humana, en constante intercambio.
El hombre portador de la máscara se convertía en el animal o demonio
representado por ella.
La significación de las sonajas ceremoniales es más abstrusa. El chamán-
danzante las sacudía en la mano durante las ceremonias de iniciación.
Un ejemplo típico de estas tallas perforadas representa, en sus elementos
globales, un ave combinada- con otros seres. Sobre un respaldo plano ftr. ui

yace la figura-de un hombre en posición de dec˙bito supino. con las


rodillas levantadas y' la lengua, exageradamente larga, .mecida en la boca
de un animal sentado sobre su vientre, a menudo una .rana pero a veces
161. INDIOS DEL PACIFICO NOR.OCClDENTAL: So"aja ,¡tual: figu,a ma.rculi"a
un ave. Los pies del hombre se apoyan en la parte posterior de una
'lut introduce
ftCOJtl,Ja. 161 f,,,.~It¡J tU la baclJ dt !lira r;Jtta~
máscara fandsticl en miniatura, cUyJ nariz se curva sobre su boca, también
en forma de lengua.
La significación del contenido mitológico no está nada clara. Como
la lengua extendida hacia represencaciones abstractas vulviforrnes. Las astas declaraba Franz Boas, -La idea primordial subyacente a la forma de la
del ciervo son el simbolo más antiguo del dios de la fertilidad Min, y sonaja parece haberse perdido, ya que la ˙nica explicación que en alg˙n
los relieves de la faldilla del ceñidor de otro fragmeneo de estatua encontrado momento han dado los indios norceños se limita a señalar que un ser
en Copees -el tercero y mis reciente- dan una clara imagen de la sobrenatural se la dio a sus antepasados- (1895, págs. 629-630). E. S. Carpen- .
versión abstracta de la misma escena. Aquí -el emblema que hay sobre ter tuvo la amabilidad de interrogar por mi a varios oc ros etnólogos
el poste es man.fiesrarnence una forma are.rica del jeroglífico normal del del sector acerca de este cipo de artefacto. Casi codos se mostraron conformes
dios Min, con la adición de una pluma en la parte superior ... [se presenta] con la idea de que la sonaja significaba la curación o producción de un
en una forrm más primitiva y pictórica que: ninguno de los conocidos hechizo maligno. Se citaba a Niblack : -Se cree que la rana tiene en la
en las callas egipcias- (Perrie, págs. 8, 9). El extremo plumiforme del bastón cabeza un veneno sutil que, extraído por succión, habilita al hechicero
vertical es una represencación del falo semejante a la que hay encima para hacer encanramienros malos. (1888, pág. 324).
del altar m::.gdakniensc de la cueva de El Castillo. Ese mismo símbolo Pero ha de plantearse esta pregunca: ¿por qué en este instrumento
plumiforme aparece también varias veces en la cueva de Niaux (Ariege): altamente ceremonial están plasmados tantos atributos simbólicos? ¿ Es posi-
damos aquí un ejemplo aislado, sobre la extremidad criangular de un ble-que ˙nicamente representen una escena de curación o de encantamiento?
Vista en un conrexto más amplio, esta sonaja se inscribe dentro de la
saliente de la roca en forma de lengua.
Acerca de las estatuas de Min, Perrie añade : -Los objetos que aparecen extensa gaml de: represenraciones primitivas y primevas de 1:1. relación
en la faldilla escán indicados cincelando el concomo como un leve rehundido animal-hombre. Sin duda es algo más que una -escena de curación •.
alrededor de las figur:lS. (pág. 7). Esta técnica del relieve hundid'o era
conocida y empleada desde el auriñaco-perigordiense ..

Você também pode gostar