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HERMANITAS DE LA ANUNCIACIÓN
ÁREA DE LENGUA CASTELLANA E IDIOMA EXTRANJERO
2012
¿Qué es la Ilustración?
El filósofo alemán Kant sintetizó el objetivo de este movimiento: liberar al
hombre para que use su inteligencia por sí mismo, sin la guía o tutela de otros. 1
La Enciclopedia
Su lema es Sapere aude, “atrévete a saber”. Francia fue el foco difusor
de estas doctrinas racionalistas. Entre 1750 y 1780 se publica en
Francia la Enciclopedia o diccionario
La concepción política más característica del siglo XVIII fue el despotismo razonado de las ciencias, artes y
oficios, bajo la dirección de Diderot
ilustrado, cuyo propósito era acelerar el progreso económico y cultural de los y D’Alembert. Su propósito fue
pueblos, fomentar la instrucción y aumentar el bienestar de los ciudadanos, al doble: por un lado, atacaba la
religión; por otro, criticaba el
margen de ellos. Su lema fue: “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. Este Antiguo Régimen y defendía ideas
nuevo espíritu, filosófico y razonador, tuvo las siguientes características: revolucionarias. En España fue
prohibida por la Inquisición.
· Espíritu crítico. La razón y la experiencia se proclaman como principios del
conocimiento.
· Espíritu científico. Las ciencias físicas y experimentales cobran una enorme
importancia. El hombre del siglo XVIII se lanza a la conquista de la naturaleza,
para lo cual necesita indagar las leyes de los fenómenos físicos.
· Espíritu cosmopolita. En esta época se siente una enorme curiosidad
por otros países, gentes y culturas. Se incrementan los viajes y los
intercambios internacionales.
· Humanitarismo. Se declara, por primera vez, la igualdad de todos los
hombres y los derechos de la persona. Se concibe al hombre como ser social
que puede y debe beneficiarse de lo que le ofrecen las otras personas. En el Los periódicos
pensamiento del siglo XVIII se observa un predominio de lo político y lo social Los primeros periódicos sirvieron de
sobre lo individual. Una norma de comportamiento fue la noción de bien común. vehículo de difusión de las ideas
ilustradas. El primer diario publicado
· Enciclopedismo. Interesan todos los saberes: historia, política, economía, en España fue el Diario Noticioso,
literatura, arte, ciencias, matemática, etc. editado por Fran-cisco Mariano Niño
desde 1758. Se servía de las más
diversas fuentes extranjeras como
fuente.
El Siglo de las Luces en España
La renovación de las técnicas, de los métodos científicos y de los esquemas mentales en la Península fue
lenta, minoritaria y muy combatida por las ideas establecidas. Por tanto, solo se puede hablar de movimiento ilustrado
hacia la mitad del siglo XVIII, con los reinados de Fernando VI y Carlos III.
Además de tardía, la Ilustración española fue breve pues pudo continuar debido a la presión ejercida por la Revolución
Francesa. En general, los ilustrados españoles no fueron ni revolucionarios ni radicales. La inmensa mayoría
fue respetuosa con la monarquía; no buscaba cambios violentos y solo luchaba para introducir en España aquellas
novedades que no estaban reñidas con la moral y las creencias tradicionales. Asimismo, respetaron las doctrinas de la
Iglesia; lo único que intentaron fue eliminar determinados obstáculos ligados a la religiosidad tradicional (tribunales
religiosos, penitencias públicas y colectivas…).
La poesía
La lírica, que refleja las diferentes etapas de este periodo.
La poesía didáctica. Los ilustrados cultivaron la fábula. Las dos grandes figuras del género fueron Félix
María de Samaniego y Tomás de Iriarte.
El teatro
La presencia social del teatro en este periodo fue muy intensa y polémica. En la segunda mitad del siglo se produjo una
ofensiva de los ilustrados contra la dramaturgia de la época barroca. Querían acabar con un teatro divulgador de ideas
sociales y morales arcaicas, y para ello proponían la presentación de tipos y conflictos de los que se desprenda una
enseñanza útil. Las comedias de Leandro Fernández de Moratín plasmaron estos ideales neoclásicos.
PADRE FEIJOO
LEANDRO FERNANDEZ DE MORATIN
LITERATURA DEL SIGLO XVIII (II)
La literatura didáctica
La literatura didáctica del siglo XVIII
El afán reformista e ilustrado del siglo XVIII llevó a una literatura cuyo objetivo
fundamental era difundir ese nuevo espíritu y enseñar pautas de conducta.
La capacidad de reflexión pasa a primer término y se manifiesta en una
intensa labor de erudición y de crítica. Este deseo determinó que la producción
en prosa se limitara casi exclusivamente a obras de carácter didáctico.
El ensayo
Es el género más representativo de la literatura del siglo XVIII, puesto que se
ajustaba p e r f e c t a m e n t e a las intenciones d i d á c t i c a s y
utilitarias de l a Ilustración. Su prosa llana, directa, natural y precisa no
trata de suscitar la emoción, sino la reflexión. Para que la comunicación de
las nuevas ideas y conocimientos fuera lo más clara posible, se incorporan
neologismos y tecnicismos que suplían la escasez de términos abstractos y Este siglo, razonador y amante
científicos. de las reglas, favorece el criterio
de la corrección gramatical.
Para velar por la pureza de la
El ensayismo del XVIII impuso el español como la lengua de la ciencia y lengua, el marqués de Villena
la filosofía frente al latín. El iniciador del género fue el padre Feijoo, quien funda, en 1713 la Real Academia
ejerció mediante sus escritos una importante labor docente en la Península. Española, cuyo lema es un crisol
Creyó que la difusión de la cultura remediaría muchos de los males que en el fuego con la leyenda:
“Limpia, fija y da esplendor”. La
aquejaban a España. Sus dos obras fundamentales fueron Teatro crítico
primera labor emprendida por los
universal y Cartas eruditas, ambas formadas por una multitud de artículos sobre académicos fue la elaboración
los más variados temas. del Diccionario de Autoridades.
Esto hizo que la reforma del teatro fuera una de las batallas literarias más enconadas del siglo. El intento
de intervención en el teatro por parte del gobierno ilustrado enfrentó de forma violenta a los partidarios de las
ideas tradicionales y a los de las nuevas. Sin embargo, durante el siglo XVIII persisten las formas y temas del
teatro barroco, que gozaron del favor del público, frente al intento de construir un teatro neoclásico.
El teatro neoclásico dicta algunas reglas: las obras debían estar sometidas a la regla de las tres unidades
(lugar, tiempo y acción); las representaciones tenían que proporcionar al público placer estético y cultural y
contribuir a la reforma cívica y social del país.
El teatro neoclásico no tuvo éxito porque nunca gozó del favor del público. Estas fueron las principales tendencias:
La tragedia neoclásica fue un género impuesto por una serie de escritores cultos e ilustrados, empeñados
en demostrar que se podía cultivar la tragedia. Ese afán movió a Vicente García de la Huerta a escribir
Raquel, considerada como la mejor tragedia neoclásica española.
Las comedias de Leandro Fernández de Moratín, que es el dramaturgo más sobresaliente del siglo XVIII. Fue un
hombre apacible, inteligente y culto, que se puso al servicio de las ideas estéticas del Neoclasicismo. Su actividad
fundamental fue el teatro. Toda su producción tiene una finalidad moral. El tema fundamental de la obra
de Moratín es la inautenticidad como forma de vida, expresada a través de los matrimonios concertados (El sí
de las niñas, El viejo y la niña),la educación de los jóvenes (La mojigata) y el teatro de su tiempo (La comedia
nueva o El café).
Los sainetes de don Ramón de la Cruz, que contaron con el aplauso del público. Es un género teatral
menor, destinado fundamentalmente a entretener. Sus orígenes están en los pasos de Lope de Rueda y en los
entremeses de Cervantes.
LITERATURA DEL SIGLO XVIII (IV)
La Ilustración en Europa
Ya sabemos que la Ilustración es una etapa de la civilización europea,
caracterizada por el análisis crítico de todos los ámbitos de la realidad a través
de la razón.
El nuevo intelectual
Los intelectuales ilustrados eran hombres que mantenían una estrecha relación
con los monarcas, personas activas que colaboraron en la reforma de la sociedad
y la política de su tiempo. Sustituyeron a los escritores cortesanos;
fueron funcionarios, técnicos, pero sobre todo fueron filósofos, un término que
acabará aplicándose luego a poetas, novelistas y dramaturgos.
Los ilustrados tienen una clara conciencia de su misión: difundir las nuevas ideas, Los derechos de autor
ser útiles a la sociedad y desarrollar la felicidad del pueblo, usando Durante el siglo XVIII en Europa
como instrumento esencial la cultura. Dos intelectuales las editoriales empezaron a
que contribuyeron especialmente a la difusión de las ideas configurarse como empresas y se
ilustradas fueron los franceses Voltaire y Rousseau. Las actitudes de ambos reconocieron los derechos de
autor. Su notable desarrollo es
filósofos prepararán el camino de la Revolución francesa. una clave que explica la difusión
de la Ilustración.
Los instrumentos del reformismo
Los ilustrados europeos pusieron en práctica su proyecto reformista utilizando
todos los medios a su alcance.
La prensa (folletines), que adquirió una importancia decisiva. Tuvo un gran
éxito debido a su capacidad de comunicar de forma directa con el lector y a
su temática variada.
El teatro, instrumento clave para transformar las costumbres.
La expansión del mercado editorial. Se multiplicaron las ediciones y se llevaron a cabo grandes proyectos, como la
Enciclopedia (1751 - 1772), de Diderot y D’Alembert, un compendio global del conocimiento humano.
Los salones, los cafés y las tertulias, que se conformaron en puntos esenciales para el intercambio y debate de
ideas.
La literatura, por su propia naturaleza comunicativa, asumió en el siglo XVIII en Europa un papel fundamental para
transmitir la nueva ideología.
El pensamiento ilustrado estaba destinado a un público amplio, pues la intención de los escritores era educar a toda la
sociedad. En este sentido, la elección de los distintos géneros literarios estuvo condicionada por la repercusión
o efecto que pudieran tener en los receptores. Así destacaron los géneros relacionados con la prosa y el teatro.
En el caso de la prosa, algunos géneros, como el epistolar o el ensayo, se hicieron populares debido a su mayor eficacia
didáctica. Además, hay que destacar el nacimiento en este siglo de la crítica literaria. Se trata de una reflexión sobre
la propia literatura y la creación literaria, que se publicaba en revistas o periódicos.
En el siglo XVIII en Europa, la imagen del escritor era la de una persona de ideas, un ser racional, más que la de un
poeta o un creador de ficción. Así, los escritores del siglo XVIII emplearon las formas literarias para expresar sus
ideas políticas y filosóficas y no para crear ficciones propiamente dichas.
Los dos géneros en prosa más importantes fueron el relato biográfico o “cuento filosófico” y el ensayo.
El relato biográfico o cuento filosófico se inauguró con la obra de Voltaire, que refleja el análisis del individuo en
relación con la sociedad.
El ensayo fue el género preferido por los escritores, puesto que es el que mejor sirve para la reflexión y
la argumentación. Eran textos breves, que se publicaban en periódicos para llegar a un público más amplio.
El Neoclasicismo en Francia
Si Italia fue el inspirador de las ideas del Renacimiento, España e Inglaterra inspiraron el Barroco en Europa,
el Neoclasicismo floreció en Francia. Esto se debió al poder económico y cultural que había acumulado la burguesía,
que ahora luchaba por el poder político. Así, los burgueses empezaron a exponer sus ideas a través de todos los
medios disponibles, especialmente la literatura.
Las figuras más importantes fueron Montesquieu, Voltaire y Rousseau. La obra de Montesquieu que más influencia
tuvo en el resto de las literaturas europeas fue sus Cartas persas. Voltaire destacó de forma especial por sus obras
históricas. Jean-Jacques Rousseau es el autor de El contrato social, una obra que defiende la igualdad para toda
la sociedad.
Seudónimo de François Marie Arouet, es uno de los grandes escritores y filósofos del Siglo de la Luces en Europa. Este
autor francés escribió tragedias y tratados filosóficos.
En toda su producción resaltan los valores ilustrados, esto es, la razón, el conocimiento científico, la dignidad humana o
la justicia. Pero Voltaire es ante todo el defensor de la tolerancia frente al fanatismo, ya sea religioso o político.
Cultivó un subgénero didáctico de gran repercusión: el cuento filosófico. A este subgénero pertenecen obras
como
Cándido, Zadig o El Ingenuo.
En El Ingenuo (1767), un joven indio hurón americano llega a Europa, deseoso de aprender las costumbres e ideas del
viejo continente. Su sabiduría natural y su buen corazón no lo libran de ser encarcelado en una prisión francesa en
compañía de un sabio anciano.
Además de la reflexión filosófica, la novela francesa se caracteriza por la incursión en la psicología de los personajes.
En este aspecto destaca Manon Lescaut, de Antoine François Prévost (el abad), obra que profundiza acerca de
temas como la personalidad y la emoción.
También es memorable la novela epistolar Las amistades peligrosas de Choderlos de Laclos. Considerada como
una sátira sobe la vacuidad y la corrupción de la aristocracia antes de la Revolución francesa, o como una narración
sobre la psicología erótica, esta novela es, sin duda alguna, una obra maestra de la literatura francesa.
Otra característica de la narrativa francesa de este siglo es la influencia de la tradición picaresca, evidente en dos
novelas de Pierre de Marivaux: La vida de Marianne y El campesino enriquecido. Esta misma tradición es
representada por el relato filosófico Santiago el fatalista, de Denis Diderot.
La novela no aparece en la literatura rusa hasta el siglo XVIII, en la época de Pedro el Grande. Bajo el reinado de
Catalina la Grande, 1762–1796, se fundan las primeras revistas literarias, como La abeja laboriosa, El avispón y De
todo un poco, fundada por la propia emperatriz Estas revistas impulsan los movimientos ideológicos
provenientes de
Alemania y Francia, que sientan las bases del clasicismo, caracterizado por el empleo del ruso literario en la producción
de novelas picarescas y de caballería. También se presenta una corriente prerromántica, que se manifiesta a través de
relatos de viajes o de impresiones, u cuyo iniciador es Nikolái Karamzín, autor de La pobre Lisa y Natalia, hija
de
Boyardo.
La literatura norteamericana del siglo XVIII estuvo orientada hacia el ideal de independencia republicana. Entre los
escritores, la mayoría se orientan a los problemas políticos y tratan asuntos constitucionales, religiosos y sociales del
momento. Entre los escritores propiamente literarios, que son en su mayor parte poetas, destaca la producción
en prosa de Thomas Paine, cuyo libelo Sentido común desempeñó el papel de detonante intelectual en la
revolución americana.
La narrativa alemana del siglo XVIII se caracterizó por una lucha entre el elemento racionalista propio de
la Ilustración y el elemento sentimental, que dará lugar al Romanticismo. En el último tercio del siglo, surge en
Alemania el movimiento Sturn und Drang (“Tempestad y empuje”), preludio del Romanticismo. Los escritores suprimen
las reglas y se guían por el sentimiento y la inspiración.
EL TEATRO FRANCÉS 10
El teatro europeo del siglo XVIII es heredero de la comedia francesa del siglo XVII y, de hecho, es en aquel país
donde las corrientes neoclásicas toman fuerza. Nicolas de Boileau publica en 1674 el Art Poétique. A partir de
este momento la dramaturgia francesa sufre una transformación, que se reflejará en el resto de Europa durante el
siglo XVIII, hacia finales del siglo XVII aparece el teatro neoclásico.
Dado que el teatro se contaba entre las diversiones preferidas por el pueblo, los ilustrados prestaron gran atención a
este género: era un lugar, como ya vimos, desde el que se podía educar al pueblo. Esto hizo que la reforma al teatro se
convirtiera en objeto de polémicas académicas.
Características
Por sus características, el teatro se convirtió en un género ideal para educar en las ideas de la Ilustración y difundir
los preceptos del Neoclasicismo. El teatro neoclásico se caracteriza por los siguientes preceptos.
- La verosimilitud de las acciones.
- La aplicación de la regla de las tres unidades
Acción. El texto dramático desarrolla una acción única.
Lugar. Se utiliza un solo espacio que evite la proliferación de lugares.
Tiempo. El tiempo de ficción no debe exceder las veinticuatro horas.
- El enfoque didáctico-moral. El teatro buscaba difundir las ideas de la Ilustración y, según estas, mejorar las
costumbres de la sociedad.
- La tensión emocional, manifestada en largos discursos retóricos, de estilo más elevado que natural.
- Uso del verso alejandrino (de catorce sílabas), que pasó a convertirse en el habla de la auténtica dignidad clásica.
Las representaciones tenían que proporcionar al público placer estético y cultural, y contribuir a la reforma cívica y
social del país.
Los subgéneros
Los autores
Pierre Corneille (1606–1684). Su producción teatral ayudó a establecer las bases de un teatro que
deseaba respetar la verosimilitud y el “buen gusto”. Su obra maestra fue El Cid (1637), basada en la vida y
leyenda del héroe español, que planteaba el conflicto moral entre la pasión y el deber. A pesar de que la obra
obtuvo un enorme éxito, provocó la ira de la recién constituida Academia francesa (1634), porque rompía con el
precepto de la unidad de acción.
Jean Racine (1639–1699). Asimiló plenamente la ley de las tres unidades, y sus obras presentan argumentos más
sencillos y verosímiles que los de Corneille. Su fama se afianzó con el estreno de la tragedia Andrómaca.
Jean Baptiste Poquelin, Molière (1622–1673). Es el creador de la comedia francesa. Se asoció a una compañía
de cómicos que recorrió el sur de Francia durante doce años. Deseoso de sacar adelante la compañía teatral,
Molière comenzó a escribir farsas de tipo popular. Su primer gran éxito fue Las preciosas ridículas, donde puso
en escena a las pedantes damas de la corte francesa. Una de sus obras más importantes es el Tartufo o el
impostor. En ella aparece una nueva faceta de Molière: la del autor preocupado por mostrar algo más que una
pintura cómica de la sociedad. Tanto en el Tartufo como en El avaro y en El enfermo imaginario, Molière critica
vicios morales como la hipocresía, la avaricia o el engaño.
EL GÉNERO EPISTOLAR
Tuvo en este siglo una importante presencia. Las cartas fueron, en manos de los ilustrados, un medio para difundir 11
conocimientos sobre gentes, costumbres y actividades.
El esquema literario, convencional y muy de moda en el XVIII, buscaba la verosimilitud. Cartas persas, del filósofo
y escritor francés Montesquieu, se convirtió en toda Europa en un modelo literario que se debía imitar. Esta obra
se caracteriza por su ironía y pasajes divertidos aunque trágicos. El protagonista, Uzbek, emprende un viaje a Paris
desde su residencia en Ispahán. El viaje se realiza en diez etapas y la narración entera concluirá luego de ciento
sesenta y una cartas.
En sus cartas, Uzbek y su amigo Rica, en Paris, así como Redi, en Venecia, comentan las costumbres occidentales, las
analizan con asombro, detallada curiosidad y burla. Muchas hacen gala del humor negro. La política, la religión y la moral
son sus tres grandes temas. En el libro, además, se someten a escarnio las costumbres de los cortesanos, eruditos,
sabios y científicos de la época.
Montesquieu
Jean Baptiste Poquelin, Molière