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TÍTULO

Relación existente entre pacientes geriátricos y el desarrollo de síntomas


depresivos de acuerdo con el tiempo de estancia en los asilos la milagrosa y san
José de torices en la ciudad de Cartagena bolívar en el primer periodo del años 2019

OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL

Evaluar la relación existente entre pacientes geriátricos y el desarrollo de síntomas


depresivos de acuerdo con el tiempo de estancia en los asilos la milagrosa y san José de
torices en la ciudad de Cartagena bolívar en el primer periodo del años 2019.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

-Explicar la relación entre aparición de depresión en pacientes geriátricos en asilos

-Establecer que pacientes padecen depresión a través de escalas

-Identificar factores desencadenantes de depresión en asilos


PLANTEAMIENTO PROBLEMA
La Organización Mundial de la Salud (OMS) se plantea que la mayor problemática
de salud pública para el 2020 sea la depresión ,siendo la segunda causa de
detrimento de años de vida saludable a nivel mundial, y la primera en los países
desarrollados.
Más del 20% de las personas que pasan de los 60 años de edad sufren algún
trastorno mental o neural y el 6,6% de la discapacidad en ese grupo etario se
atribuye a trastornos mentales y del sistema nervioso. Estos trastornos representan
en la población anciana un 17,4% de los años vividos con discapacidad. La
demencia y la depresión son los trastornos neuropsiquiátricos más comunes en ese
grupo de edad.
La organización mundial de la salud define a la depresión como “un trastorno
mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés
o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del
apetito, sensación de cansancio y falta de concentración, que puede llegar a
hacerse crónica o recurrente, y dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo
o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria. En su forma más grave,
puede conducir al suicidio. Si es leve, se puede tratar sin necesidad de
medicamentos, pero cuando tiene carácter moderado o grave se pueden necesitar
medicamentos y psicoterapia profesional”
Los trastornos depresivos son un problema de salud pública, aunque se ha logrado
grandes avances y controles de la morbilidad y la mortalidad de las problemas
físicos en la población, pero aun así la los trastornos mentales han ido en
aumentando siendo gran parte responsables de los sufrimientos , incapacidades y
pérdida de la calidad de vida , esta no discrimina estatus, nacionalidad, edad o
condición social no se conoce todavía la razón pero la depresión afecta más al
género femenino al masculino.
Según cifras de la OMS la población de adultos mayores ha ido en aumento Según
se calcula, entre 2000 y 2050 dicha proporción pasará de 11 a 22%. En números
absolutos, el aumento previsto es de 605 millones a 2.000 millones de personas
mayores de 60 años.
La OMS reporta una cifra de depresión del 10,4%. La prevalencia de los síntomas
depresivos en los pacientes adultos varía entre el 8 y 16% en los diferentes estudios.
el curso de la vida del adulto mayor se puede decir que es el punto de más fragilidad
afectiva del ser humano en donde debe enfrentarse a diferentes situaciones como
pérdida de personas importantes en su vida dado a que no es una etapa de solo
cambios emocionales también se dan cambios neurobiológicos que se acompañan
de envejecimiento cerebral.
PREGUNTA PROBLEMA
¿Cual es la relación existente entre pacientes geriátricos y el desarrollo de
síntomas depresivos de acuerdo con el tiempo de estancia en los asilos la
milagrosa y san José de torices en la ciudad de Cartagena bolívar en el primer
periodo del años 2019?

JUSTIFICACIÓN
En los últimos años se ha visto un incremento significativo en la prevalencia de la
depresión a nivel mundial asociado a una edad avanzada, por lo cual la
Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la depresión como un problema
de salud pública que afectaría aproximadamente a 120 millones de personas a
nivel mundial. En la Encuesta Nacional de Salud, Bienestar y Envejecimiento
(SABE) realizada en Colombia en el año 2015 se encontró que la prevalencia de
síntomas depresivos en adultos mayores fue del 41% en ambos sexos y se
observó que la prevalencia disminuye a medida que la edad avanza.

La ancianidad puede ser la época de mayor fragilidad afectiva en el ser humano.


Se sabe que hay cambios físicos y emocionales que con acompañan a un
envejecimiento cerebral, sumado a una situación social en la que el adulto mayor
debe adaptarse progresivamente al cambio del rol laboral, social y familiar
pasando de ser cabezas de familia al papel de abuelos, generalmente con menor
participación autónoma en el ámbito familiar. Además, en esta etapa se incluyen
pérdidas como duelos frecuentes por amigos, seres queridos, en ocasiones muy
dolorosos como la viudez y soledad que pueden desencadenar la depresión.

La depresión en los pacientes geriátricos se ha asociado a múltiples


comorbilidades, dentro de las más prevalentes se encuentran la diabetes,
enfermedades cardiovasculares, Alzheimer, cáncer, Pero no se ha descrito con
claridad la relación entre la estancia en un asilo y el desarrollo de la enfermedad.
Por esta razón es importante hacer una detección temprana y un tratamiento en
los adultos mayores, una de las maneras más efectivas es determinando los
factores asociados mediante instrumentos y escalas que sirvan a los médicos de
atención primaria para hallar síntomas y signos de depresión y así poder
establecer medidas y tratamientos efectivos para controlar el efecto de esta
condición en los pacientes geriátricos.

La importancia de este trabajo radica en la relación existente entre pacientes


geriátricos y el desarrollo de síntomas depresivos en los asilos la milagrosa y san
José de torices en la ciudad de Cartagena bolívar en el primer periodo del año
2019 debido a la alta prevalencia de esta enfermedad en las personas mayores de
60 años.
MARCO TEÓRICO

Según la OMS, considera a las personas de 60 a 74 años de edad avanzada; de 75 a 90


viejas o ancianas y a las que sobrepasan los 90 se les denomina grandes viejos o grandes
longevos. A todo individuo mayor de 60 años se le denomina de tercera edad con
independencia del grupo a que pertenecen. Las Naciones Unidas considera anciano a toda
persona mayor de 65 años para los países desarrollados y de 60 para los países en
desarrollo (1)

La expresión tercera edad es un término que se refiere a la población de las personas


mayores o ancianas. En esta etapa de la vida el sinónimo de vejez y ancianidad viene dado
por el deterioro del cuerpo. En España y América latina se utiliza más el término persona
mayor. Las etapas de la vida de una persona se divide en 7, y la persona mayor está en la
séptima etapa (prenatal, infancia, niñez, adolescencia, juventud, adultez y vejez o
ancianidad). En la estructura de población este grupo va creciendo en la pirámide de
población distribuida por edades como consecuencia del descenso de la natalidad, como
ya se ha visto con anterioridad, disminución de las tasas de mortalidad y mejora de la
calidad y esperanza de vida (1)

Otras clasificaciones aplicables a la persona mayor (2):


- Sana: Cuyas características físicas, mentales y sociales está de acuerdo con su edad
cronológica, aunque ha alcanzado los 65 años no tiene patología diagnosticada ni
problemática funcional, psíquica o social.
- Enferma: Tiene 65 años y presenta alguna afección, aguda o crónica, en diferente grado
de gravedad, que no le invalida y que no cumple los criterios de paciente geriátrico.
Geriátrica: Es el que cumple tres o más criterios.
Edad superior a los 75 años
Pluripatología relevante
Enfermedad principal con carácter incapacitante
Patología mental acompañante o predominante
Problemática social en relación con su estado de salud
- Frágil: Es aquella que se encuentra en una situación de alta inestabilidad derivada de sus
circunstancias físicas, psíquicas o funcionales. Con gran probabilidad de convertirse en una
persona dependiente e incluso necesitar la institucionalización. Se considera AAR a todas
las personas mayores de 80 años y a los que entre 65 y 80 años cumplen cualquiera de los
criterios.
Vivir sólo: carencia de apoyo familiar
Enviudamiento reciente (menos de un año)
Cambio de domicilio (menos de 1 año)
Enfermedad crónica que condiciona incapacidad funcional: enfermedad cerebrovascular
con secuelas, cardiopatía isquémica o insuficiencia cardíaca reciente (menos de 6 meses),
enfermedad de Parkinson, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfermedad
osteoarticular, caídas, déficit visual o hipoacusia, enfermedad terminal (pronóstico vital
menor de 6 meses), limitación funcional en extremidades inferiores/inmovilismo
Incapacidad funcional por otras causas o incapacidad para las actividades instrumentales
Hospitalización reciente (menor de 12 meses)
Toma de tres fármacos o prescripción de antihipertensivos, antidiabéticos o psicofármacos
Deterioro cognitivo o demencia según criterios del DSM-III
Depresión
Situación económica precaria o ingresos insuficientes
Necesidad de atención médica o de enfermería en el domicilio, al menos una vez al mes
Ancianos institucionalizados

El envejecimiento refiere un proceso multifactorial en el que participan agentes biológicos,


psicológicos y sociales. El envejecimiento biológico es tanto de órganos como de funciones
que se producen a diferentes niveles: molecular, celular, tisular, y sistémico, siendo a la vez
estructural y funcional. El celular se caracteriza por una disminución en diferentes procesos
como: capacidad metabólica, descontrol en las funciones de proliferación, replicación (se
duplican menos) y sobrevivencia, fosforilación oxidativa, síntesis de proteínas enzimáticos,
estructurales, receptores celulares y factores de trascripción, así como de la capacidad de
incorporar nutrientes y reparar el daño del material genético por la senescencia replicativa;
es un proceso continuo, universal, progresivo, irreversible e incrementa la vulnerabilidad a
la mayoría de las enfermedades.(4,5,6)

La persona que envejece debe enfrentar condiciones cambiantes, tanto de su propio


organismo como del medio social en que vive. El envejecimiento genera problemas
comunes y retos similares para todos los que envejecen. Anteriormente la sociedad veía al
adulto mayor con respeto y veneración, lo premiaba nombrándolo gobernante, pontífice y
consejero; hoy, con el surgimiento de la familia nuclear se crean una serie de mitos
alrededor de la vejez que la asocian con enfermedad, inutilidad, impotencia sexual,
aislamiento, pobreza, debilidad, depresión. Ese punto de vista moderno funciona como una
profecía que se autopromueve; se considera al anciano de esta forma y ellos adoptan esa
visión de sí mismos convirtiéndose en estereotipo legitimado por la sociedad.(4,5,7)

En Colombia existe una población que sobrepasa los 42’000.000 de personas, de las cuales
el 7% (alrededor de 3 millones) es mayor de 60 años. Si desde el 2000-2002, la cantidad
de mayores de 60 años se incrementa anualmente en cerca de 80.000 personas, hacia el
año 2030 el incremento anual de las mismas será cuatro veces mayor; y en el 2050 los
mayores de 60 habrán sobrepasado a los menores de 15 años en cerca de un millón de
personas.(8)

Con respecto a la depresión en adultos mayores, esta afecta en el Reino Unido entre el
10% y el 15% de las personas mayores de 65 años que viven en residencias. Es el más
común y reversible problema de enfermedad mental en la vejez. Se encuentra asociada
con enfermedades físicas, eventos vitales y acarrea un incremento de suicidios y mortalidad
natural (5,9). En el estudio de salud mental en Colombia 2003, las personas de 60-65 años
presentaron una prevalencia anual de depresión mayor del 7.1% frente a un 2.4% de todos
los grupos poblacionales(10)

Los episodios depresivos y el trastorno depresivo recurrente son un conglomerado de síntos


que nos podemos topar y que son tan específicos en el adulto mayor para determinar
si este presenta un estado depresivo, tales como estado de ánimo irritable o bajo en la
mayoría de las veces, pérdida en el interés de realizar actividades habituales que
normalmente realizaba antes, insomnio o hipersomnia, cambio en el apetito, que
pueden presentarse como aumento o pérdida de peso, adinamia, falta de energía,
sentimiento de inutilidad, culpabilidad, desesperanza, abandono y odio a sí mismo,
también dificultad para concentrarse en la actividad que realiza y entre los más
importantes y preocupantes en el pensamiento de muerte o suicidio. (11)
.
Los ancianos que con menor frecuencia presentan síntomas depresivos, son aquellos que
se encuentran vivientes en la comunidad, que son seguidos dentro del contexto médico y
que desde menor a mayor prevalencia pueden presentar síntomas depresivos: Consulta
externa, hospitalización corta, y por último pacientes con institucionalización prolongada.
Aquellos ancianos que residen en asilos o centros de vida se encuentran más propensos a
adquirir una enfermedad de salud mental y estos repercuten en su calidad de vida, ya que
son más vulnerados y con menor red de apoyo y con una alta morbimortalidad. (12)

Las causas asociadas a depresión en el adulto mayor presentan mucha variedad


implicando múltiples factores biológicos, genéticos, sociales, demográficos y culturales; en
donde existe una participación multicausal que conlleva al desarrollo de esta enfermedad.

En cuanto a los factores genéticos estos son menos importantes en la población geriátrica
en relación a pacientes jóvenes ya que la coincidencia familiar para presentar trastornos
depresivos es de inicio temprano. Sin embargo, se ha encontrado en historias familiares
relacionados con depresión en un tercio de pacientes, en donde esta condición aparece por
primera vez a los 60 años denominada depresión tardía.

A nivel neurobiológico los pacientes con síntomas depresivos presentan disturbios


funcionales y estructurales en la corteza cingulada, anterior, orbifrontal, dorsolateral, cuerpo
estriado y lóbulo temporal medial. Aparte aquellas personas que presental dificultad para
emociones positivas presentan disminución de la activación prefrontal rostromedial e
hipocampal y aquellos con síntomas negativos presentan aumento de la actividad del lóbulo
temporal.

Es importante ondear en la salud física del paciente, ya que uno de los factores relacionados
a la depresión se representa en lo exterior del paciente, es decir, existe una causa y
condición comorbida que empeora los resultados de la salud de este, siendo más frecuente
encontrar depresión en pacientes que físicamente se encuentran deteriorados a aquellos
que están sanos.

Para estos que presentan comorbilidades como patologías cardiovasculares, neurológicas,


respiratorios, endocrinas, nutricionales y los que cursan con dolor crónico son más
propensos a desarrollar depresión. (12)

En el factor social este engloba a los hábitos sociales, roles del individuo a las expectativas
de la sociedad. Un análisis elaborado de acuerdo a esta teoría sobre la tercera edad,
considera que la vejez puede conllevar a una ruptura social, y en fines de teoría del rol este
puede presentar una pérdida progresiva de las funcionales cotidianas. A su vez, también
incluyen temas como el trabajo, su estado civil, jubilación y estancias en asilos para esta
población, también cambios en las relaciones personales en la veje, entre otros. (13)
La institucionalización de las personas mayores, tanto en asilos como en residencias para
la tercera edad, ha sido relacionada con un incremento de la patologías mentales,
especialmente trastornos depresivos y cognitivos. (14)

Algunos de los síntomas propios de un trastorno depresivo, tales como alteraciones del
sueño y del apetito, pérdida de energía, enlentecimiento psicomotor y del pensamiento,
disminución de la concentración, son quejas comunes entre las personas mayores y
manifestaciones propias del proceso de envejecimiento, y no siempre la consecuencia de
una depresión.
La mayor prevalencia de patología psíquica entre las personas institucionalizadas podría
se una consecuencia de la propia dinámica de la institución, con un ambiente rutinario,
frecuentemente pobre en estímulos psicosociales, que favorece la aparición de
sentimientos de aburrimiento, apatía, inhibición, desesperanza, así como el desequilibrio
psicológico. En otras ocasiones, la dinámica de la institución puede favorecer las conductas
de sobreprotección y de excesiva dependencia, conductas ambas que refuerzan la
incapacidad física y los déficit comportamentales. Por esto, aunque en teoría uno de los
objetivos de los asilos es la promoción y la integración social de las personas que viven en
ellas, en la práctica la institucionalización produce la mayoría de las veces la pérdida de los
soportes afectivos y psicosociales, favoreciendo la aparición de trastornos mentales en el
anciano. (14)

Escala de depresión geríátrica de yesavage

Esta escala fue diseñada por Brink y Yesavage en el año 1982, fue estrictamente diseñada
para evaluar el estado afectivo de los ancianos, ya que otras escalas a sobrevalorar los
síntomas somáticos o neurovegetativos, de menor valor en el paciente geriátrico.

La versión original contiene 30 items o preguntas, esta fue desarrollada a partir de 100
items, en donde se hizo la selección de los que se correlacionan más con la puntuación
total y mostraban una validez mayor, eliminando en sí los items de contenido somático.
Estos mismo autores de la escala para mayor facilidad al momento de ejecutar la escala en
el geriátrico, en el año 1986 desarrollaron una versión abreviada de 15 items, y esta ha
tenido más utilidad. (15)

Su interpretación se valora 0/1, puntuando la coincidencia con el estado depresivo; es decir,


las afirmativas para los síntomas indicativos de trastorno afectivo, y las negativas para los
indicativos de normalidad. La puntuación total corresponde a la suma de los ítems. Para la
versión de la escala abreviada se toman los siguientes puntos. (15)
Normal: 0-5 puntos
Depresión leve: 6-9 puntos
Depresión establecida: 10 - 15 puntos.
REFERENCIAS

1. Sáenz de Miera F. El adulto mayor. Universidad las Américas Puebla. 2013.


2. Martín Méndez L, Melgar borrego A, Vanrell Herrero P, García Olmos L. Atención al
anciano. Área de atención a la comunidad. Médico. 2003;874:37
3. Depresión y autoestima en adultos mayores institucionalizados y no
institucionalizados en la ciudad de Lima Carlos Orosco Universidad de Lima, Perú
18, enero-diciembre de 2015, ISSN 1560-6139, pp. 91-104
4. Becerra-Martínez D, et al: El adulto mayor y su estancia en asilo Rev Enferm Inst
Mex Seguro Soc 2007; 15 (1): 33-37
5. Prevalencia de depresión en adultos mayores institucionalizados en un hogar
geriátrico del municipio de chía cundinamarca y su relación con percepción de
funcionalidad familiar Luisa F.Bustos A. Johanna P. Sánchez L.- Universidad de la
sabana facultad de medicina especialización en medicina familiar y
comunitaria bogotá d.c. 2011
6. Villanueva LA. Sobre el envejecimiento: una perspectiva integral. Envejecer
nos toca a todos. Medellín: Facultad Nacional de Salud Publica; . Vol.3, N°3,
2003.
7. Tavares de A,J. Derechos de los ancianos y fortalecimiento de su poder. En:
La atención de los ancianos: un desafió para los años noventa. Washington:
OPS, 1994 (publicación científica, 546). Citado por: Cardona D, Estrada A,
Agudelo H. Envejecer nos toca a todos. Medellín: Facultad Nacional de Salud
Publica; 2003.
8. Confederación Colombiana de Organizaciones No Gubernamentales y
Asociación Interdisciplinaria de Gerontología - AIG de Colombia. Agenda
sobre envejecimiento Colombia siglo XXI. Bogotá: OPS; 2002. [Sitio en
Internet]. Disponible en:
http://envejecimiento.gov.co/agenda_envejecimiento_col.pdf. Consulta: 26
de agosto 2004
9. Zarragoltia, A. La depresión en la tercera edad. Revista Electrónica de
Geriatría y Gerontología 2003. 5 (2): 1-21. [Sitio en Internet]. Disponible en:
http://www.geriatrianet.com. Consulta: 27 de septiembre de 2004.
10. Fundación FES social. Op.cit., p.36
11. PREVALENCIA DE DEPRESIÓN EN EL ADULTO MAYOR EN LOS
CENTROS DE VIDA EN CARTAGENA
12. RIESGO DE DEPRESIÓN Y FACTORES ASOCIADOS EN ADULTOS
MAYORES INSTITUCIONALIZADOS EN LA RED DE ASISTENCIA SOCIAL
AL ADULTO MAYOR. MEDELLÍN. 2015.
13. Factores que influyen en la depresión en los adultos mayores que acuden a
los centros gerontológicos de la parroquia de Vilcabamba y Malacatos en el
año 2016.
14. Salud mental en población institucionalizada mayor de 65 años en la isla de
Tenerife. Articulo Original.
15. Prevalencia de depresión en adultos mayores institucionalizados en un hogar
geriátrico del municipio de chía cundinamarca y su relación con percepción
de funcionalidad familiar.

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