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Trastorno psicótico o psicosis: Un trastorno mental caracterizado por un grave deterioro en las pruebas de la realidad como lo demuestran

los delirios, las alucinaciones, el habla marcadamente incoherente o el comportamiento desorganizado y agitado sin una conciencia
aparente por parte del paciente de la incomprensibilidad de su comportamiento, el término también se usa en un sentido más general
para referirse a trastornos mentales en los que el funcionamiento mental está lo suficientemente deteriorado como para interferir en
gran medida con la capacidad de los pacientes para satisfacer las demandas ordinarias de la vida. Históricamente, el término se ha
aplicado a muchas afecciones, por ejemplo, psicosis maníaca depresiva, que se describieron por primera vez en pacientes psicóticos,
aunque muchos pacientes con el trastorno no se consideran psicóticos. (06 de octubre de 1997)

En el tratamiento de la psicosis se suelen utilizar medicamentos antipsicóticos, además de diversos apoyos psicosociales y el tratamiento
de la enfermedad de base.

Los trastornos del estado de ánimo son un conjunto de trastornos definidos en el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos
mentales (DSM IV TR) cuya principal característica subyacente sería una alteración del estado de ánimo del individuo. La CIE 10 clasifica
estos trastornos bajo el apartado denominado «Trastornos del humor (afectivos)».

Suelen diferenciarse dos grupos de trastornos del estado de ánimo, en función de si incluyen o no la presencia de episodios
de manía o hipomanía: los trastornos depresivos y los trastornos bipolares.

Señales y síntomas de la depresión: Tristeza prolongada o ataques de llanto inexplicables, Importantes cambios en el apetito y los
patrones del sueño Irritabilidad, furia, preocupación, agitación, ansiedad Pesimismo, indiferencia Pérdida de energía, apatía persistente
Sentimientos de culpa, falta de valor Incapacidad para concentrarse, indecisión Incapacidad para disfrutar de intereses anteriores, retiro
social Dolores inexplicables Continuos pensamientos de muerte o suicidio

Síntomas maníacos: los puntos altos del trastorno bipolar Aumento en la actividad física y mental y de energía Estado de ánimo exagerado,
optimismo y autoconfianza extremos Irritabilidad excesiva, comportamiento agresivo Menor necesidad de dormir sin experimentar fatiga
Pensamientos grandiosos, aumento del sentido de la importancia de uno mismo Velocidad al hablar, al pensar Impulsividad, escaso
juicio, falta de atención Conducta imprudente, En los casos más graves, delirios y alucinaciones

Los trastornos neuróticos: todo tipo de trastornos mentales que tienen un teórico origen psicológico, en los cuales el juicio de realidad
es totalmente correcto en todo momento y que los síntomas se consideran de gravedad menor. Esta definición que acabamos de dar es
incorrecta, ya que al cabo de los años se han descubierto ciertas evidencias que ponen en entredicho las premisas de lo que se conocía
como trastorno neurótico.

Los trastornos neuróticos son distintos de los trastornos psicóticos, en los primeros el individuo con síntomas neuróticos tiene un control
firme de la realidad, y el paciente psicótico no. Hay varias categorías tradicionales principales de neurosis psicológicas. Éstas incluyen:

Las personas con neurosis presentan los siguientes síntomas: Se sienten tristes la mayor parte del tiempo, con falta de interés por buscar
pasatiempos o diversiones. Tienen problemas interpersonales derivados de un poco tolerancia a los demás. Suelen ser personas bastante
irritables. Explotan fácilmente y se frustran ante problemas cotidianos. Son muy sensibles y presentan signos de sufrimiento emocional
frecuentemente
Los trastornos psicosexuales incluyen los trastornos de identidad de género, las parafilias y las disfunciones sexuales. Estas últimas son la
categoría que con mayor frecuencia se observa en la práctica médica general.

Las normas de conducta sexual y las actitudes frente a ellas varían ampliamente de unas culturas a otras y dentro de un mismo contexto
cultural. Así, por ejemplo, la masturbación, que en su día se consideró como una perversión causante de trastornos mentales, en la
actualidad se contempla como una actividad sexual normal a lo largo de la vida; solamente se considera un síntoma cuando inhibe el
comportamiento orientado a la pareja, o bien si se realiza en público o es lo bastante compulsiva como para causar angustia. La incidencia
de la masturbación es de cerca del 97% en los hombres y el 80% en las mujeres. En sí misma es una actividad inocua, pero la culpa
generada por las actitudes desaprobatorias y punitivas de los demás puede causar considerable angustia y afectar a la vida sexual.

Los TCA son trastornos mentales caracterizados por un comportamiento patológico frente a la ingesta alimentaria y una obsesión por el
control de peso. Son trastornos de origen multifactorial, originados por la interacción de diferentes causas de origen biológico,
psicológico, familiar y sociocultural. Son enfermedades que provocan consecuencias negativas tanto para la salud física como mental de
la persona.

Los TCA más conocidos son la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, pero también existen otros, como el trastorno por atracón, la
ortorexia (la obsesión por la comida sana) y la vigorexia (la obsesión por el ejercicio físico). Los TCA son enfermedades graves pero se
pueden curar si la persona hace tratamiento con un equipo de médicos y psicólogos especializados en TCA. Son tratamientos largos y
complejos. Un rasgo habitual de estos trastornos es la falta de conciencia de enfermedad por parte de la persona afectada. Esto quiere
decir que la persona afectada no es capaz de identificar las consecuencias negativas del trastorno, ni de la necesidad de hacer tratamiento,
ni tampoco los beneficios de este. Este hecho dificulta la adherencia al tratamiento en algunos casos. Si esto, el papel de la familia es
especialmente importante para intentar que la persona afectada reciba el tratamiento que necesita aunque no colabore en recibirlo.

Trastornos de la psicomotricidad: Los comportamientos evolutivos psicomotrices son diversos. En el apéndice 2 exponemos una escala
de evaluación que contempla muchos de sus aspectos: coordinación dinámica de manos, coordinación dinámica general, equilibrio,
rapidez motriz, estructuración rítmica, etc.

En el DSM-IV, se describe únicamente el trastorno del desarrollo en la coordinación motora. En sus criterios diagnósticos no incluye la
nota baja en pruebas estandarizadas de coordinación, a pesar de que tales pruebas existen. En cambio se habla de una coordinación
motora “por debajo del nivel esperado”, que se manifiesta por un retraso en actividades motoras básicas (pasear, arrastrarse, sentarse),
por la frecuencia con que al sujeto se le caen las cosas al suelo (“pastosidad”), rendimiento pobre en el deporte o déficit de escritura, sin
que pueda atribuirse a enfermedades musculares, parálisis cerebral ni a hemiplejía.

Los trastornos disruptivos del control de los impulsos y de la conducta (DSM-5, APA, 2013) incluyen afecciones que se manifiestan con
problemas en el autocontrol del comportamiento y las emociones mientras que otros trastornos del DSM-5 pueden tratar sobre
problemas de la regulación del comportamiento y las emociones, los trastornos disruptivos se traducen en conductas que violan derechos
de los demás (por ejemplo: agresión, destrucción de la propiedad), o llevan al individuo a conflictos importantes frente a las normas de
la sociedad o las figuras de autoridad.

A menudo los trastornos disruptivos se presentan de forma co-mórbida, es decir, asociada, al trastorno por déficit de
atención e hiperactividad (TDAH) en sus formas impulsivas-hiperactivas, cuando existen factores desencadenantes biológicos y/o
ambientales (entorno) como consumo de sustancias, entornos desestructurados, experiencias de bullying, problemas socio-afectivos o
antecedentes familiares. Estas situaciones pueden actuar de catalizadores para la presencia de este tipo de patologías, especialmente en
la etapa de la adolescencia.

Erotomanía: Este trastorno mental es poco frecuente. La persona que lo sufre tiene la creencia ilusoria de que un individuo, de estatus
superior, de esta enamorado de él o ella, con la peculiaridad que la persona supuestamente enamorada suele ser alguien famoso. Una
patología extraña e inusual.

Los síntomas más característicos del delirio de Clérambault son: Amor centrípeto: el afectado siente que es amado por otra persona de
manera incondicional, aunque nunca hayan hablado o no se conozcan. Automatismo mental: un conjunto de síntomas definidos por el
propio Clérambault y que incluye una incapacidad de controlar los recuerdos y pensamientos, así como alucinaciones en el paciente, que
no las percibe como tal. Enturbiamiento de la conciencia: aparición de recuerdos confusos, abstracciones o vacío de pensamiento.
Paranoia: los individuos con erotomanía sacan sus conclusiones e interpretan lo que acontece a su alrededor de manera subjetiva y
alejada de la realidad, sin embargo, el resto de sus relaciones sociales son normales. Síndrome de Estocolmo: Este trastorno ocurre en
aquellas personas que han sido víctimas de un secuestro, muestran algún tipo de sentimiento positivo hacia sus captores y crean lazos
emocionales con ellos. Algunos expertos piensan que es un mecanismo de defensa, una reacción provocada por el estrés de una situación
traumática que sucedió. Es considerado un trastorno extraño porque resulta difícil de entender. Las víctimas se comportan de manera
característica y singular. Es una reacción individual e idiosincrásica que no puede generalizarse. Sin embargo, su actuación responde a un
mecanismo de defensa por parte de la víctima, de manera que acaba identificándose con su secuestrador.

Uno de los trastornos más llamativos es, sin duda, el Síndrome de Tourette o Síndrome Gilles de Tourette (por Georges Gilles de Tourette,
que es el epónimo de este trastorno). Es un trastorno neurológico que se caracteriza porque quienes lo sufren realizan movimientos y
sonidos involuntarios sin un fin determinado.
Según el DSM-IV-R, se deben cumplir los siguientes criterios: Haber presentado en algún período de la enfermedad múltiples tics motores
y al menos uno vocal, que no tienen por qué darse todos a la vez. Durante más de un año, los tics aparecen varias veces al día,
frecuentemente en forma de oleadas. Esto sucede casi a diario o de manera intermitente, con períodos libres de tics que nunca superan
los tres meses consecutivos. El trastorno interfiere en el normal desempeño de la persona, afectando a su vida familiar y a su actividad
escolar, social o laboral. Los primeros episodios de tics se producen antes de los 18 años de edad. El trastorno nunca es debido a los
efectos directos de ningún medicamento, como pueden ser los estimulantes, ni a una enfermedad médica, entre las cuales cabe destacar
la enfermedad de Huntington, la corea de Sydenham, la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Wilson, encefalitis postvíricas,
distonías, disquinesias, coreas, atetosis, mioclonías, hemi-balismo, compulsiones, manierismos y movimientos estereotipados. Los tics se
distinguen de los movimientos estereotipados porque estos últimos son voluntarios y no causan malestar subjetivo, a diferencia de los
tics, que son involuntarios y producen malestar.

El Síndrome de Diógenes es uno de esos trastornos extraños más conocidos. Se caracteriza porque las personas que padecen esta
condición almacenan y recolectan muchas pertenencias y posesiones en su hogar. Estas personas son incapaces deshacerse de ellas, de
manera que van acumulando cada vez más desperdicios y objetos abandonados en general. A la gente le resulta extraño que una persona
pueda vivir rodeado de basura y esto genera aislamiento, así como problemas de higiene y de alimentación.

Entre los síntomas más característicos del síndrome de Diógenes destacan: Aislamiento social, alejándose del contacto con los demás, y
manteniendo las relaciones mínimas necesarias para adquirir los objetos o la comida que precisa para sobrevivir. Abandono progresivo
de la higiene personal, lo que le va a llevar de verse aseado a exhibir una apariencia muy descuidada, sobre todo en fases avanzadas.
Deterioro físico, con apariencia descuidada y pérdida de peso, debido a que abandona la regularidad en el comer y, cuando lo hace, come
cualquier alimento. Realizan acciones sin atender al convencionalismo social y sin cuestionarse si su actitud es correcta o no, siempre y
cuando consigan aquello que quieren o necesitan. Justificación de sus acciones, más allá de lo lógico, lo que se refuerza con el aislamiento,
porque con el único criterio que cuentan es con el propio. Acumulación, ya sea dinero, u otros objetos que a juicio de los demás son
desperdicios, pero que para esta persona son “preciados tesoros” que debe acumular y custodiar. Pensamientos intrusivos de que le
llegará una época de crisis y pobreza, lo que le induce a acumular todo aquello que cree que va a necesitar cuando llegue ese momento.

Hikikomori es un fenómeno psicopatológico y sociológico que se caracteriza porque la persona se aísla de la sociedad y se encierra en su
habitación evitando tener contacto con con las personas de su alrededor. Recibe este nombre porque, hasta hace poco, era característico
de Japón. Hoy en día se sabe que también hay casos en Occidente, incluso en España.

Entre los síntomas más relevantes de este síndrome cabría destacar: Pérdida de interés por todo lo que pasa en el mundo real Descuido
de la higiene personal. Habitaciones muy desordenas (incluso ha habido casos de síndrome de diógenes). Mala alimentación. Pérdida de
la autoestima. Dependencia obsesiva por los dispositivos electrónicos, en especial el Smartphone. Trastornos de conducta. Trastorno del
sueño. Conducta depresiva. Presión familiar. Víctima de acoso o ciberacoso

El Síndrome del acento extranjero es uno de los trastornos neurológicos más raros, generalmente consecuencia de una lesión cerebral,
como un accidente o una lesión cerebrovascular. Es una condición poco frecuente, que provoca que la persona hable su lengua materna
como su tuviera un acento extranjero.

Se observan: Pérdida de la fluidez verbal; se expresan con frases más cortas y simples. Que en algunos casos se observa un discreto
agramatismo, es decir, un habla como de Indu. Uso inadecuado de los rasgos suprasegmentales del lenguaje, como el ritmo, el acento
prosódico y la entonación: Distorsión del ritmo y tono del habla. Disminución del tiempo trascurrido entre sílaba y sílaba.. Reducción en
la transición de palabras. Cambios en la tonalidad de las frases. Cambios fonéticos-fonológicos y segmentarios del lenguaje: Se observa
mayor afectación en la articulación de vocales que de consonantes, aunque también se perciben errores en la pronunciación de algunas
consonantes. Cambios en el tiempo de pronunciación de vocales (producir sonidos de vocales más largos y más bajos).

Puede ser que a veces tengamos que tomar una decisión difícil y no sepamos qué hacer, algo que no normal. En cambio, hay personas
que sufren aboulomanía, es decir, la incapacidad de tomar decisiones. Decidir qué comer en un restaurante cuando se tiene la carta en
la mano se convierte en una situación difícil cuando una persona sufre este desorden psicológico

Se pueden aparecer una serie de síntomas conductuales como: Evitación de las responsabilidades personales. La persona evita por todos
los medios estar solo. Actitud pasiva en las relaciones íntimas o de pareja. Evitación de la exposición pública por miedo a ser criticado o
desaprobado. Evitar terminar una relación para no sentirse indefenso. Problemas para expresar desacuerdos o desavenencias con otras
personas.

Si ya es raro el caso de la Zoantropía, en el que la persona piensa que es un animal, en la boantropia cree que es una vaca o un buey. Este
tipo de comportamiento se conoce como delirio de licantropía, un fenómeno psicopatológico que se manifiesta como la creencia irreal
de la propia transformación del cuerpo en el de un animal. En este caso, la persona adopta las conductas típicas del animal en cuestión.

El trastorno generalmente comienza convirtiéndose en vegetariano. Comienza como una especie de sueño en el que la persona después
comienza a gemir como buey incontrolablemente y adquiere un sabor extraño de hierba en la boca, se despierta en un campo en alguna
parte, incapaz de hacer nada. Se ven obligados a gatear a cuatro patas, sólo comen hierba y verduras, pero prefieren no usar sus manos.
Se desconoce la causa exacta de la boantropía, pero se cree que una manifestación de ansiedad es un componente clave. También es
posible que este estado esté relacionado con la hipnosis en individuos susceptibles.

La tricofagia o Síndrome de Rapunzel es otro trastorno alimenticio muy extraño por la poca frecuencia en la que se da. Consiste en que
la persona que padece esta condición tiene un deseo irresistible de comer su propio cabello. Esto provoca problemas serios en el
estómago, pues el cabello provoca un bloqueo intestinal. Suele presentarse junto a la tricotilomanía, que es el impulso patológico de
arrancarse cabello propio.

La tricofagia está caracterizada por la ingesta de cabellos, por lo general propios, después de habérselos arrancado. Muy a menudo, el
cabello se saca y después es ingerido el extremo del bulbo de la raíz, o en ocasiones el eje del cabello en sí. El mismo con el tiempo puede
acumularse en el tracto gastrointestinal (en ocasiones, y dependiendo de la severidad de los síntomas), causando indigestión y dolor de
estómago. El ritual es un factor importante, y puede involucrar tocar el bulbo de la raíz con los labios, saborear el cabello, y
ocasionalmente masticarlo. A veces, las personas con este trastorno puede incluso engullir el cabello de los demás. En el campo de la
psiquiatría se considera un trastorno psicológico compulsivo, estrechamente relacionado con la tricotilomanía.

El Síndrome de la mano alienígena (también Síndrome de la mano ajena o Síndrome del Dr. Strangelove) es un trastorno neurológico raro
en el que la mano va por su cuenta y hace lo que quiere. La persona siente que la mano no es suya.

El paciente del síndrome de la mano extraña puede sentir tacto en la mano, pero cree que no es parte de su cuerpo y que no posee
control sobre sus movimientos. Las manos extrañas pueden realizar actos complicados como abotonar y desabotonar una camisa. A
menudo el paciente no es consciente de lo que su mano realiza hasta que llama su atención.

La Folie à Trois es un trastorno psicótico muy extraño. Si ya es poco el común el Folie à Deux, en el que dos personas comparten el delirio,
menos habitual es el Folie à Trois, en el que tres individuos comparten el brote psicótico.

El trastorno de ideas delirantes inducidas se caracteriza por síntomas psicóticos similares, comúnmente ideas delirantes, en 2 o más
individuos que mantienen una relación cercana.

Algunos trastornos de alimentación son muy populares (como la anorexia o la bulimia), sin embargo, hay otros desconocidos por la mayor
parte de la población. Uno de ellos es la Altrofagia o Pica, caracterizado porque la persona con esta alteración psicológica tiene un deseo
incontrolable de comer sustancias no nutritivas ni comestibles como por ejemplo la tierra o la pintura.

El principal criterio para diagnosticar a una persona con seudorexia es el consumo continuado de sustancias sin ningún tipo de valor
nutricional. Para que la pica sea considerada un trastorno, este síntoma debe llevar a la persona a sufrir algún riesgo respecto a su salud
física.

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