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Compromisos de la educación familiar y escolar

Formar a una persona es una de las tareas más delicadas e importantes que existe en la sociedad de
hoy en día. De la habilidad de los educadores familiares y escolares depende que niños y jóvenes se
conviertan en personas instruidas, con buenos valores y capaces de integrarse en un mundo que
cada vez se desarrolla a una mayor velocidad y exige mayores capacidades intelectuales, sociales y
personales.

La formación de un individuo, desde su más temprana edad, se da principalmente en el ambiente


familiar como en el escolar, y los agentes de cada área juegan papeles interrelacionados y adquieren
una serie de compromisos que vamos a analizar a continuación. Del cumplimiento de los mismos
depende, en gran medida, el éxito futuro de nuestros jóvenes, la base de nuestra sociedad.

Compromisos de la educación escolar

Los docentes profesionales, desde que lo son, adquieren una serie de compromisos para con los
jóvenes a los que se encargarán de formar. Serán una pieza clave en su desarrollo como personas.
Algunos de estos compromisos son:

1. Progreso anual del aprendizaje de todos los estudiantes: los docentes deben asegurarse de
que hay un verdadero progreso en los conocimientos adquiridos por los jóvenes cada año.
2. Evitar los cambios de centro educativo: si el nivel educativo de un centro no es el que los
padres quieren para su hijo, estos buscarán alternativas. A ciertas edades, la inestabilidad
generada por estos cambios puede afectar a su aprendizaje y se debe evitar.
3. Uso efectivo del tiempo y materiales de enseñanza: un educador no tiene sólo la obligación
de asegurarse de que los alumnos atienden a sus clases. El pedagogo debe, además,
cerciorarse de que el joven está aprovechando, en la mayor medida posible, el tiempo y los
medios puestos a su disposición .
4. Ayudar al alumno a elegir una ruta académica: un buen docente debe conocer bien a su
alumno y saber cuáles son sus puntos fuertes y débiles. A la hora de tomar decisiones
académicas importantes, con influencia clara en su futuro, deberá saber aconsejarle hacia la
opción en la que pueda explotar mejor sus capacidades.
5. Desarrollo personal del alumno: el aspecto académico no es el único a cuidar y tener en
cuenta. El docente debe intentar estimular y desarrollar la conciencia social de sus alumnos,
fomentando el respeto a los demás y sus habilidades sociales.
6. Crear un clima escolar favorable: la escuela, colegio o instituto debe ser un lugar al que el
alumno se sienta feliz asistiendo. Muchos de los fracasos escolares se deben a que el joven
ha sentido un ambiente hostil en el centro de enseñanza. La enseñanza debe realizarse en
un clima agradable entre docentes, estudiantes y familiares.
7. Nuevas metodologías de enseñanza y aprendizaje en primaria.
8. La educación familiar y escolar tienen compromisos fundamentales para un buen desarrollo
de los más pequeños.
Compromisos de la educación familiar

Este tipo de educación está relacionada con la escolar, ya que un mejor aprovechamiento de esta
última dependerá, en gran medida, del ambiente familiar del que provenga el alumno. Algunos de
los compromisos de la educación familiar son:

1. Enseñar a «ser»: la familia debe ayudar a su hijo a desarrollar la capacidad de autonomía,


juicio y responsabilidad personal. Le ayudará a integrarse en un grupo social, empezando
por el familiar, y también a darse cuenta de su fortaleza interior e individual.
2. Ayudar a buscar un proyecto de vida: la familia debe saber mostrar al hijo lo que es
importante en la vida. Debe hacer crecer en él la idea de que formarse es algo básico y una
persona educada siempre tendrá mayores opciones en sus proyectos de vida.
3. Enseñar a convivir: los padres inculcarán a sus hijos saber llevar a la práctica normas de
comportamiento que favorecen las relaciones humanas, estimulando la participación, la
cooperación, el diálogo y la toma de decisiones concertadas para ser capaz de aprender a
vivir consigo mismo y en comunidad. Implica ayudarles a comprender a las demás personas,
prepararles para ser capaces de resolver conflictos de forma pacífica y creativa, aprender a
vivir el pluralismo, entre otros.
4. Apoyarles con el aprendizaje académico: los padres deben ayudar a sus hijos en el ámbito
académico, haciéndoles ver la importancia de las tareas que deben realizar, ayudándoles a
comprenderlas. Deben establecer un ambiente en casa en el que haya tiempo y horarios
para todo: juego, entretenimiento, estudio, lectura, convivencia familiar, etc. Además,
deben proporcionar a sus hijos un lugar apto para el estudio.
5. Básicamente, debemos tener sentido común y recordar que todos podemos aportar
nuestro granito de arena a la hora de formar a los jóvenes que serán el futuro de esta
sociedad.

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