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Honorables Magistrados

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA – Reparto -


E.S.D.

ACCIONANTE: DORYS OSORIO RUEDA


ACCIONADO: JUZGADO OCTAVO CIVIL DEL CIRCUITO DE BUCARAMANGA

JORGE ANDREY RINCON PICO, mayor de edad y vecino de esta ciudad, abogado en ejercicio,
identificado como aparece al pie de mi correspondiente firma, obrando en mi calidad de apoderado
especial de la señora DORYS OSORIO RUEDA, mayor de edad, identificada con la cedula de ciudadanía
No. 63.308.166 expedida en Bucaramanga, quien obra en condición de apoderada general de la
señorita DANIELA CABEZA OSORIO, según consta en Escritura Pública No. 0034 de fecha 10 de Enero
del 2015, otorgada en la Notaria Novena del circulo de Bucaramanga, por medio del presente escrito
me permito muy respetuosamente interponer ACCION DE TUTELA a efectos de procurar el amparo
de los derechos fundamentales al debido proceso, defensa, y acceso a la administración de justicia
(artículos 29 y 229 C.P.)

Lo anterior con sustento en los siguientes,

HECHOS

PRIMERO.- Ante el Juzgado Octavo Civil del Circuito de Bucaramanga cursa bajo el radicado
68001310300820160028400 Proceso declarativo de resolución de contrato de promesa de
compraventa promovido por DANIELA CABEZA OSORIO en contra de FENIX CONSTRUCCIONES S.A.

SEGUNDO: La acción antes mencionada fue interpuesta por la demandante a través de la aquí
suscrita apoderada general por Escritura Pública No. 0034 de fecha 10 de Enero del 2015, otorgada
en la Notaria Novena del circulo de Bucaramanga. En atención a que la señorita DANIELA CABEZA
OSOSRIO desde hace cerca de 3 años se encuentra adelantando estudios superiores en el exterior.

TERCERO.- Vale la pena mencionar que la etapa pre contractual y contractual del negocio jurídico
(contrato de promesa de compraventa) que dio origen al litigio que cursa ante el Juzgado Octavo
Civil del Circuito de Bucaramanga, fue atendido y celebrado por la demandante a través de la aquí
suscrita apoderada general . Esto para hacer hincapié en que como madre y apoderada de DANIELA
CABEZA OSORIO tengo plenos conocimiento del negocio jurídico celebrado con la firma comercial
denominada FENIX CONSTRUCCIONES S.A.

CUARTO.-Dentro del Proceso declarativo el Juzgado Octavo Civil del Circuito convoco audiencia
de que trata el articulo 372 para el pasado 28 de Noviembre de 2018. Trámite dentro del cual
habrían de agotarse los interrogatorios de parte tanto de la demandante como de la demandada.
QUINTO.-A la audiencia concurrió la aquí suscrita en vigencia del mandato conferido por la
demandante DANIELA CABEZA OSORIO con la finalidad de atender la etapa conciliatoria y ante la
eventual imposibilidad de llegar a un acuerdo , absolver en nombre de mi representada el
interrogatorio de parte. Pues como ya se dijo en hechos que preceden tuve plena injerencia en la
celebración de negocio jurídico que Dio origen a la Litis.

SEXTO: Es del caso tener en cuenta que el proceso judicial versa sobre el incumplimiento de la
firma constructora respecto de las obligaciones contenidas en la promesa de compraventa de un
bien inmueble , más específicamente respecto a la obligación a cargo del promitente vendedor
relacionada con la suscripción de la escritura pública de compraventa.

Luego entonces en el caso en comento no podría predicarse que el interrogatorio de parte era la
prueba solemne a partir de la cual pudiese predicarse el cumplimiento o incumplimiento de las
obligaciones contractuales y de allí obtener la confesión de alguna de las partes, pues en este asunto
la prueba documental fundamental a partir de la cual se acreditaría la concurrencia de las partes
a la suscripción de la escritura pública de compraventa, no era otra diferente al acta de
comparecencia emanada de la respectiva notaría pública.

SEPTIMO: No obstante lo referido en el hecho anterior y tal y como se puso de presente a la señora
juez en el transcurso de la audiencia, por haber tenido la aquí suscrita participación directa en la
celebración del negocio, bastantes luces hubiese podido dar sobre circunstancias de tiempo ,
modo y lugar que conllevaron el negocio jurídico objeto de Litis. Oportunidad que fue desperdiciada
por habérsele dado prevalencia a las ritualidades procesales sobre las sustanciales.

En sentencia SU768/14 la honorable corte constitucional estableció:

El Juez del Estado social de derecho es uno que ha dejado de ser el “frío funcionario que aplica
irreflexivamente la ley”, convirtiéndose en el funcionario -sin vendas- que se proyecta más
allá de las formas jurídicas, para así atender la agitada realidad subyacente y asumir su
responsabilidad como un servidor vigilante, activo y garante de los derechos materiales. El
Juez que reclama el pueblo colombiano a través de su Carta Política ha sido encomendado
con dos tareas imperiosas: (i) la obtención del derecho sustancial y (ii) la búsqueda de la
verdad. Estos dos mandatos, a su vez, constituyen el ideal de la justicia material. El derecho
sustancial es aquel que se refiere a los derechos subjetivos de las personas, en oposición al
derecho formal que establece los medios para buscar la efectividad del primero. Bajo los
principios de la nueva Constitución se considera que la justicia se logra precisamente
mediante la aplicación de la ley sustancial. Ahora bien, “no se puede perder de vista que una
sentencia justa solo se alcanza si el juez parte de una base de conocimiento que pueda
considerarse, en cierta medida, verdadera, lo que le impone la obligación de hallar el equilibrio
perfecto entre la búsqueda del valor de la verdad y la efectividad del derecho material”. De
esta manera, aunque no sea posible ontológicamente establecer un acuerdo sobre qué es la
verdad y si esta es siquiera alcanzable, jurídicamente “la aproximación a la verdad es un fin,
un principio y un derecho constitucional que se impone a las autoridades y a los particulares”.
Así las cosas, el marco filosófico de la Constitución Política de 1991 convoca y empodera a los
jueces de la República como los primeros llamados a ejercer una función directiva del
proceso, tendiente a materializar un orden justo que se soporte en decisiones que consulten
la realidad y permitan la vigencia del derecho sustancial, y con ello la realización de la justicia
material.

OCTAVO: Habiéndose otorgado en el transcurso de la audiencia la posibilidad para que la señorita


DANIELA CABEZA OSORIO justificara su inasistencia a la citada diligencia, su apoderado judicial
dentro del término de ley se permitió informar y acreditar ante el despacho que la demandante
desde hace cerca de 3 años por motivos académicos había fijado su residencia en Alemania.
Situación que dificultaba en gran medida su asistencia en razón a sus compromisos académicos , al
tiempo que implicaba un desplazamiento desde un punto tan distante y a los altos costos que
conllevaban los tiquetes aéreos; Desgaste este que resultaba injustificado si se tenía en cuenta
que la diligencia de interrogatorio de parte dada la naturaleza del debate no era determinante
más allá de establecer circunstancias de tiempo modo y lugar. Información y prueba que bien hubiese
podido recaudarse a través de apoderado judicial.

COMPETENCIA

Es el honorable tribunal superior competente para revisar la decisión judicial mencionada, con base
en lo establecido en el decreto 1983 de 2017

PROCEDENCIA DE LA ACCION.

-Alegación de afectación de un derecho fundamental. Se alega la vulneración a los derechos


fundamentales al debido proceso, defensa, vivienda digna y acceso a la administración de justicia
(artículos 29, y 229 C.P.).

-Legitimación activa. El artículo 86 de la Carta Política consagra que toda persona que considere
que sus derechos fundamentales han sido vulnerados o amenazados, podrá interponer acción de
tutela en nombre propio o a través de representante.

-Legitimación pasiva. El artículo 5 del Decreto 2591 de 1991 establece que la acción de tutela procede
contra toda acción u omisión de las autoridades públicas que vulneren o amenacen los derechos
fundamentales.

En el caso en comento se reprochan las actuaciones adelantadas por la sala de decisión civil del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bucaramanga conformada el día 6 de Diciembre del año
2017. Por parte de la Magistrada ponente MERY ESMERALDA AGON AMADO, RAMON ALBERTO FIGUEROA
y ANTONIO BOHORQUEZ. En asunto radicado 2008-00094-01 interno: 193/2017

-Procedencia de la Acción de tutela contra providencia judicial

De conformidad con el artículo 86 de la Constitución Política, la acción de tutela es un mecanismo


judicial para la protección de los derechos fundamentales cuando quiera que estos resulten
vulnerados o amenazados por autoridades públicas y particulares. Las decisiones judiciales, son
excepcionalmente materia de la acción de tutela, solo cuando se compruebe la vulneración o amenaza
de derechos fundamentales, pues la garantía de preservación de los derechos constitucionales debe
darse bajo el entendido del respeto a los principios de seguridad jurídica e independencia judicial,
razón por la cual la procedencia de la acción solo se verifica bajo el entendido que en el marco de
una providencia judicial y un proceso, se vulnera un derecho fundamental que tenga una evidente
relevancia constitucional1, caso en el cual deben ser revocadas2 .

Por lo tanto, para que se configure la procedencia de la acción de tutela contra providencias
judiciales, es necesario que se acredite el cumplimiento de unos requisitos generales de
procedibilidad, mencionadas en la sentencia C-590 de 20053.

IDENTIFICACIÓN DE LOS HECHOS QUE GENERARON LA VULNERACIÓN Y LOS DERECHOS


FUNDAMENTALES VULNERADOS.

Los hechos constitutivos de la violación de los derechos al debido proceso y acceso a la


administración de justicia, resaltan en las decisiones adoptadas por la señora Juez octava civil del
circuito de Bucaramanga quien desconoció el alcance y facultades contenidas en el mandato
otorgado a la aquí suscrita por la demandante el cual contenía plenas y absolutas facultades de
disposición frente a los intereses de la poderdante. Vulneración que se ratifica en los considerandos
expuestos por la señora juez en el auto fechado a 12 de Diciembre de 2017 a partir del cual ni tan
siquiera se permite la reprogramación de la diligencia de interrogatorio de parte.

Las actuaciones adelantadas por el juzgado octavo civil del circuito de Bucaramanga en el curso
de la audiencia y su omisión en garantizar el ejercicio de los recursos procesales, determinó que
se extinguiera la posibilidad se sustanciar probatoriamente el trámite procesal en debida forma.

1
Ver sentencia C-543 de 1992.
2
Así lo estableció la sentencia C-543 de 1992 respecto a la garantía de preservación de los derechos
fundamentales debe darse bajo el entendido del respeto a los principios antes enunciados, esto es, el de
seguridad jurídica e independencia judicial, razón por la cual la procedencia de la acción de tutela sólo se da
bajo el entendido que en el marco de un proceso judicial que finaliza con una providencia, la vulneración a
un derecho fundamental tenga una evidente relevancia constitucional.
3
La sentencia C-590 de 2005 resumió las causales generales de procedibilidad de la acción de tutela contra
providencias judiciales así:
“a. Que la cuestión que se discuta resulte de evidente relevancia constitucional (...)
b. Que se hayan agotado todos los medios -ordinarios y extraordinarios- de defensa judicial al alcance de la
persona afectada, salvo que se trate de evitar la consumación de un perjuicio irremediable.
c. Que se cumpla el requisito de la inmediatez, es decir, que la tutela se hubiere interpuesto en un término
razonable y proporcionado a partir del hecho que originó la vulneración.
d. Cuando se trate de una irregularidad procesal, debe quedar claro que la misma tiene un efecto decisivo o
determinante en la sentencia que se impugna y que afecta los derechos fundamentales de la parte actora.
e. Que la parte actora identifique de manera razonable tanto los hechos que generaron la vulneración como
los derechos vulnerados y que hubiere alegado tal vulneración en el proceso judicial siempre que esto
hubiere sido posible.
f. Que no se trate de sentencias de tutela.
25. Ahora, además de los requisitos generales mencionados, para que proceda una acción de tutela contra
una sentencia judicial es necesario acreditar la existencia de requisitos o causales especiales de
procedibilidad, las que deben quedar plenamente demostradas. En este sentido, como lo ha señalado la
Corte, para que proceda una tutela contra una sentencia se requiere que se presente, al menos, uno de los
vicios o defectos que adelante se explican.”
SUSTENTO JURISPRIDENCIAL DE LA PRESENTE ACCION

4. La vulneración del debido proceso por ausencia de defensa técnica.

4.1.1. De conformidad con el artículo 29 de la Constitución Política4, el derecho al debido proceso tiene
la finalidad de resguardar garantías básicas o esenciales de cualquier tipo de proceso, con el fin de
“proteger a los ciudadanos contra los abusos o desviaciones de poder por parte de las autoridades,
originadas no solo de las actuaciones procesales sino de las decisiones que se adopten y puedan
afectar injustamente los derechos e intereses legítimos de aquellos”5. Algunos elementos
consustanciales del debido proceso son: el derecho al juez natural, a presentar y controvertir
pruebas, el derecho a la segunda instancia, al principio de legalidad, el derecho de defensa material
y técnica; la publicidad de los procesos y las decisiones judiciales, la prohibición de jueces sin rostro
o secretos6.

4.1.2. El derecho a la defensa es una de las principales garantías del debido proceso y fue definida por
esta Corporación como la “oportunidad reconocida a toda persona, en el ámbito de cualquier proceso o actuación
judicial o administrativa, de ser oída, de hacer valer las propias razones y argumentos, de controvertir, contradecir
y objetar las pruebas en contra y de solicitar la práctica y evaluación de las que se estiman favorables, así como
ejercitar los recursos que la otorga.”7

4.1.3. De esta manera, es relevante el derecho a la defensa para efectos de disponer de asistencia
técnica que permita a los sujetos procesales ser oído y hacer valer sus argumentos y pruebas en el
curso de un proceso que lo afecta, ya sea por medio de un abogado designado por confianza o uno
asignado por el Estado en casos en que procede el amparo de pobreza. No obstante, como el derecho
a la defensa técnica suele realizarse a través de actos de contradicción, notificación, impugnación,
solicitud probatoria y alegación, ésta puede ser ejercida de acuerdo con las circunstancias y los
diferentes elementos probatorios recaudados, pudiendo ser practicado con tácticas diversas. Por
esta razón, la Corte ha adoptado criterios estrictos para que la actuación desplegada por el abogado,
sea constitutiva de la vulneración de los derechos fundamentales, específicamente en materia penal,
así:

“(1) que efectivamente existieron fallas en la defensa que, desde ninguna perspectiva posible, pueden
ser amparadas bajo el amplio margen de libertad con que cuenta el apoderado para escoger la

4
El artículo 29 de la Carta establece: “El debido proceso se aplicará a toda clase de actuaciones judiciales y
administrativas. Nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa, ante
juez o tribunal competente y con observancia de la plenitud de las formas propias de cada juicio.
En materia penal, la ley permisiva o favorable, aun cuando sea posterior, se aplicará de preferencia a la
restrictiva o desfavorable.”
5
Sentencia T-751A de 1999.
6
Finalidad resguardada por instrumentos internacionales como la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (artículo 25) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículo 14). Asi como, por la
jurisprudencia de la Corte Interamericana, que considera que el derecho a la protección judicial, salvaguarda
al ciudadano frente al ejercicio arbitrario del poder público, este “es el objetivo primordial de la protección
internacional de los derechos humanos”6.
7
Sentencia C-025 de 2009.
estrategia de defensa adecuada; (2) que las mencionadas deficiencias no le son imputables al procesado;
(3) que la falta de defensa material o técnica tuvo o puede tener un efecto definitivo y evidente sobre la
decisión judicial de manera tal que pueda afirmarse que esta incurre en uno de los cuatro defectos
anotados - sustantivo, fáctico, orgánico o procedimental-; (4) que, como consecuencia de todo lo
anterior, aparezca una vulneración palmaria de los derechos fundamentales del procesado. En otras
palabras, si las deficiencias en la defensa del implicado no tienen un efecto definitivo y notorio sobre la
decisión judicial o si no apareja una afectación ulterior de sus restantes derechos fundamentales, no
podría proceder la acción de tutela contra las decisiones judiciales del caso”.8

4.1.4. La doctrina ha establecido que el derecho a la defensa “concreta la garantía de la participación de los
interlocutores en el discurso jurisdiccional, sobre todo para ejercer sus facultades de presentar argumentaciones y
pruebas. De este modo, el derecho de defensa garantiza la posibilidad de concurrir al proceso, hacerse parte en el
mismo, defenderse, presentar alegatos y pruebas. Cabe decir que este derecho fundamental se concreta en dos
derechos: en primero lugar el derecho de contradicción, y, en segundo lugar, el derecho a la defensa técnica.”9

4.1.5. Como consecuencia de lo expuesto anteriormente, el derecho a la defensa inicia con el acto
procesal de informar al demandado de la existencia de un proceso judicial, por medio de las diferentes
comunicaciones y notificaciones de las etapas del proceso, para que éste pueda ejercer su defensa.
Defensa que se concreta particularmente en el derecho de contradicción.

4.1.5.1. De conformidad con la jurisprudencia constitucional, el derecho de contradicción implica dos


fenómenos diferentes, por un lado, la posibilidad de oponerse a las pruebas presentadas en su contra
y, de otro lado, la facultad de la contradicción conlleva a un ejercicio legítimo de defensa directa,
dirigido a que los argumentos o alegatos propios sean oídos en el proceso10.

4.1.6. Por su parte, en ciertos procesos, el derecho a la defensa, debe ser ejercido por medio de
apoderados judiciales, de conformidad con el derecho de postulación. Así, esta Corporación ha
establecido que el artículo 229 de la Constitución garantiza el derecho de las personas a acceder a
la administración de justicia y, determina en qué casos el legislador podrá, facultativamente, señalar
cuándo se debe acudir con representación de un abogado. El apoderamiento judicial se otorga por
medio de un contrato de mandato en el cual una parte designa al abogado para el proceso y lo
representa, mediante un poder general o especial, de acuerdo con lo establecido en el artículo 65 del
CPC11.

8
Sentencia T-654 de 1998, posición reiterada en las sentencias: T-776 de 1998, T-957 de 2006, T-737 de
2007.
9
Bernal Pulido, Carlos. EL DERECHO DE LOS DERECHOS. Escrito sobre la aplicación de los derechos
fundamentales. Universidad Externado de Colombia, primera edición 2005. (págs. 333-377).

10
Sentencia T-461 de 2003.
11
El artículo 65 del Código de Procedimiento Civil consagra: “Los poderes generales para toda clase de
procesos y los especiales para varios procesos separados, sólo podrán conferirse por escritura pública. En los
poderes especiales, los asuntos se determinarán claramente, de modo que no puedan confundirse con otros.
El poder especial para un proceso puede conferirse por escritura pública o por memorial dirigido al juez del
conocimiento, presentado como se dispone para la demanda.
Los poderes o las sustituciones de éstos podrán extenderse en el exterior, ante cónsul colombiano o el
funcionario que la ley local autorice para ello; en este último caso su autenticación se hará en la forma
establecida en el artículo 259.
Cuando quien otorga el poder fuere una sociedad, si el cónsul que lo autentica o ante quien se otorgue hace
constar que tuvo a la vista las pruebas de la existencia de aquélla y que quien lo confiere es su representante,
se tendrán por establecidas estas circunstancias. De la misma manera se procederá cuando quien confiere el
poder, sea apoderado de otra persona.”
4.1.6.1. La doctrina ha definido el derecho de postulación como “el derecho que se tiene para actuar en los
procesos, como profesional del derecho, bien sea personalmente en causa propia o como apoderado de otra persona.”
Igualmente ha establecido que “no se trata de disminuir la capacidad para comparecer en proceso, sino de
reglamentar su ejercicio en defensa de los mismos interesados y de la profesión de abogado que, por su contenido
social merece protección”12 .

4.1.7. En conclusión, las garantías constitucionales del debido proceso, de defensa y el acceso a la
administración de justicia son de extrema importancia en el curso de un proceso, pues buscan “impedir
la arbitrariedad de los agentes estatales y evitar la condena injusta, mediante la búsqueda de la verdad, con la activa
participación o representación de quien puede ser afectado por las decisiones que se adopten sobre la base de lo
actuado”13.

4.2. Caracterización de la causal específica de procedencia de la acción de tutela contra fallos


judiciales alegada: defecto procedimental.

4.2.1. La jurisprudencia constitucional ha señalado que el defecto procedimental de una sentencia


judicial surge cuando el funcionario judicial encargado de adoptar determinada decisión, actúa
contrario a los postulados procesales aplicables al caso concreto, desconociendo de manera evidente
los presupuestos legales establecidos, lo cual deriva en una decisión arbitraria que desconoce
derechos fundamentales.

4.2.2. Así, estaría viciado todo proceso en el que se omitan las etapas señaladas en la ley para el
trámite y desarrollo del mismo y se afecten las garantías de los sujetos procesales. Por ejemplo
cuando se omite la solicitud y práctica de pruebas o la comunicación con la que se da inicio al pleito,
actos que permiten la participación de los sujetos en ejercicio de su derecho de defensa14. Uno de los
escenarios en que el juez puede incurrir en un defecto procedimental es en el desarrollo de la defensa
técnica15.

4.2.3. Los criterios que se deben tener en cuenta para establecer si existió un defecto procedimental
son: (i) que en el transcurso del proceso no haya sido posible corregir la irregularidad procesal; (ii)
que el desconocimiento procesal afecte de manera grave el derecho al debido proceso y tenga
repercusiones en la decisión de fondo; (iii) se requiere que el error producido no sea imputable al
afectado,16 y (iv) se omita cumplir los principios mínimos del debido proceso señalados en la
Constitución, principalmente, en los artículos 29 y 22817.

12
Devis Echandia, Hernando. Tratado de Derecho Procesal Civil. Citado en el Auto 025 de 1994.
13
Sentencia C-025 de 2009.
14
Sentencia T-996 de 2003.
15
Ver sentencia SU-159 de 2002
16
Sentencias T-1246 de 2008, T-737 de 2007, entre otras.
17
Sentencia T-289 de 2005 y T-996 de 2003. En este pronunciamiento, la Corte se refirió a la configuración
de un defecto procedimental como consecuencia de la violación del derecho de defensa y contradicción de
los sujetos procesales “al no permitirles sustentar o comprobar los hechos de la demanda o su contestación,
con la consecuente negación de sus pretensiones en la decisión de fondo y la violación a los derechos
fundamentales”.
4.2.4. De hecho, la jurisprudencia constitucional ha establecido que en cualquier actuación prevalece
el derecho sustancial frente a las formas, pero también se ha afirmado que el procedimiento es una
garantía de la homogeneidad de las actuaciones en el marco de un proceso, bajo supuestos fácticos
similares con el fin de impedir la arbitrariedad y que se adopten decisiones subjetivas que
desconozcan los derechos fundamentales de los sujetos procesales18.

4.3. Caracterización del defecto fáctico. Reiteración de Jurisprudencia.

4.3.1. El defecto fáctico se encuentra relacionado con errores probatorios durante el proceso. La
jurisprudencia constitucional ha señalado que se configura cuando la decisión judicial se toma “(i) sin
que se halle plenamente comprobado el supuesto de hecho que legalmente la determina; (ii) como consecuencia de
una omisión en el decreto o valoración de las pruebas; (iii) de una valoración irrazonable de las mismas; (iv) de la
suposición de una prueba; o (v) del otorgamiento de un alcance contraevidente a los medios probatorios”19

4.3.2. La Corte Constitucional ha sido reiterativa en la protección al principio de la autonomía e


independencia judicial, en el cual se incluye el amplio margen que recae sobre los operadores
judiciales para valorar – de conformidad con las reglas de la sana crítica – las pruebas que han sido
recaudadas durante el proceso. Sin embargo, la sentencia SU-159 de 2002, señaló que dicha
independencia y autonomía “jamás puede ejercerse de manera arbitraria; su actividad evaluativa probatoria
implica, necesariamente, la adopción de criterios objetivos, no simplemente supuestos por el juez, racionales, es decir,
que ponderen la magnitud y el impacto de cada una de las pruebas allegadas, y rigurosos, esto es, que materialicen la
función de la administración de justicia que se les encomienda a los funcionarios judiciales sobre la base de pruebas
debidamente recaudadas”20.

4.3.3. Así mismo, se ha señalado que el defecto fáctico tiene dos dimensiones; una positiva y una
negativa. Mientras la primera hace referencia a circunstancias en las que se valoran pruebas
vulnerando reglas legales y principios constitucionales, la segunda hace relación a situaciones
omisivas en la valoración probatoria que pueden resultar determinantes para el caso. Dicha omisión
se debe presentar de manera arbitraria, irracional y/o caprichosa21.

4.3.3.1. Esta Corporación ha establecido que la dimensión negativa se produce: “(i) por ignorar o no
valorar, injustificadamente, una realidad probatoria determinante en el desenlace del proceso;(ii) por decidir sin el
apoyo probatorio que permita la aplicación del supuesto legal en el que se sustenta la decisión; o (iii) por no decretar
pruebas de oficio en los procedimientos en que el juez está legal y constitucionalmente obligado a hacerlo”22 . Y una
dimensión positiva, que tiene lugar “por actuaciones positivas del juez, en la que se incurre ya sea (iv) por valorar y
decidir con fundamento en pruebas ilícitas, si estas resultan determinantes en el sentido de la decisión; o (v) por
decidir con medios de prueba que, por disposición legal, no conducen a demostrar el hecho en que se basa la
providencia”23 .
4.3.4. Este Tribunal Constitucional ha reconocido que en la valoración del acervo probatorio, el
análisis que pueda realizar el juez constitucional es limitado, en tanto quien puede llevar a cabo un
mejor y más completo estudio es el juez natural debido al principio de inmediación de la prueba24.
18
Sentencias T-676 de 2006, T-146 de 2007.
19
Sentencia SU-226 de 2013.
20
Sentencia SU- 159 de 2002.
21
Ver Sentencia SU-447 de 2011.
22
Sentencia SU-226 de 2013.
23
Ibídem.
24
SU-774 de 2014.
DECLARACION JURAMENTADA

Declaro bajo la gravedad de juramento en nombre propio y de mi representado que no en interpuesto


ante juez o tribunal diferente, acción constitucional relacionada con las mismas situaciones fácticas
y derecho que se alegan en la presente.

PEDIMENTOS
PRIMERO.- Se tutelen los derechos fundamentales invocados en la presente acción y los que
oficiosamente determine el juez de conocimiento como vulnerados y en consecuencia se conmine al
JUZGADO OCTAVO CIL DEL CIRCUITO DE BUCARAMANGA . Para que dentro del asunto radicado se
deje sin efectos las decisiones asumidas dentro de la audiencia celebrada el pasado 28 de
Noviembre de 2018 bajo el radicado 68001310300820160028400 Relacionadas con la práctica
del interrogatorio de parte de la demandante DANIELA CABEZA OSORIO a través de su apoderada
general.

SEGUNDO.- Subsidiariamente se tutelen los derechos fundamentales invocados en la presente


acción y los que oficiosamente determine el juez de conocimiento como vulnerados y en consecuencia
se conmine al JUZGADO OCTAVO CIVILL DEL CIRCUITO DE BUCARAMANGA . Para que dentro del asunto
radicado se deje sin efectos las decisiones asumidas en auto fechado a 12 de Diciembre de 2018
relacionadas con el desconocimiento de la causales invocadas por la demandante como justificación
a su inasistencia a la diligencia de interrogatorio de parte programada.

PRUEBAS

1. Audio de la audiencia y copia de los memoriales referidos en los hechos narrados en la presente
Acción y que obran en el expediente.

NOTIFICACIONES

El suscrito en la Calle 35 # 19 – 41 Centro Internacional de Negocios la Triada, Oficina 1202.


Teléfono. 6305910 Celular 3007218418 - 3153998889 email: abogadosparra@hotmail.com

Mi poderdante en la Carrera 32 No.63 A-15 Apto 403 Edificio San Fernando, Barrio Conucos de
Bucaramanga. Celular: 311-2276448 email: titasan1101@yahoo.es
Agradezco su atención.

JORGE ANDREY RINCON PICO.


C.C. No. 1.098.665.942 de Bucaramanga
TP 259622 del CSJ

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