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SINUSITIS, DESCODIFICACIÓN BIOLÓGICA:

IRRITACIÓN, RECHAZO Y ANHELO DE


SEPARACIÓN
Por Jesús Casla
BioNeuroEmoción BioDescodificación Descodificación Biológica
Hipnosis Clínica Reparadora Terapia Regresiva Descodificación Transgeneracional
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Se entiende por sinusitis la inflamación del revestimiento de la mucosa de la nariz y de los


orificios paranasales, ya sea conjunta o separadamente, por la presencia de bacterias,
virus u hongos, o también debido a la presencia de un cuadro alérgico. Los signos más
evidentes de la sinusitis son la obstrucción y las secreciones nasales líquidas transparentes
o rinorrea. De hecho, la sinusitis comúnmente es denominada rinosinusitis. La inflamación
de las vías respiratorias altas provoca obstrucción de la cavidad sinusal, pérdida de drenaje
de los senos paranasales y acumulación de las secreciones.

Sinusitis: conflicto emocional de irritación y separación con


peligro
Otras manifestaciones asociadas a la sinusitis son los trastornos
olfativos, así como estornudos reiterados, escozor y ojos llorosos,
episodios de tos, fiebre, sensación de cansancio y decaimiento
general, molestias en la garganta, dolor dentario por infección en
las encías, halitosis, cefaleas e incluso molestias en los oídos. En
la fase activa, o inicial, de esta enfermedad se producen ulceraciones indoloras en la
mucosa. Sin embargo, resulta más apreciable después, cuando se presenta la inflamatoria
de la mucosa con supuración y derrames serosos que dan lugar a los trastornos previamente
referidos.
Según sea su duración, podemos clasificar la sinusitis como:

 Aguda: si sus efectos se manifiestan por un plazo inferior a cuatro semanas. Suele
presentarse asociada a una infección del tracto respiratorio superior, usualmente de origen
vírico.
 Subaguda: cuando la infección está presente entre cuatro y doce semanas.
 Se considera crónica si la enfermedad permanece durante más de doce semanas. En estos
casos se presenta una inflamación persistente de los senos paranasales con o sin pólipos
nasales. Normalmente, los cuadros de sinusitis crónica se achacan a alergias y factores
ambientales como el polvo y la contaminación, así como a la presencia de bacterias u
hongos. La rinitis vasomotora también puede dar lugar a la sinusitis crónica.

Para realizar una adecuada descodificación biológica de la sinusitis y, por tanto, acceder
al conflicto emocional oculto que la provoca y sostiene, es preciso tener en cuenta el
sentido biológico de los órganos y tejidos implicados. Desde un punto de vista biológico,
los problemas de salud que afectan a la nariz hacen referencia al reconocimiento que uno
tiene de sí mismo; pero también evidencian dificultades para respirar y, por tanto, para
sentir, valorar y discernir la vida con claridad y sosiego. En esas situaciones es común que
la persona esté optando inconscientemente por aislarse o alejarse de su entorno o bloquear
sus sentimientos para no sufrir o para evadirse del malestar que le genera la presencia de
otra u otras personas próximas. En cualquier caso, el temor siempre está presente como
activador del síntoma.
Los senos paranasales y la mucosa nasal se pueden ver afectados cuando la presencia de
alguien o algo que está en nuestro entorno habitual nos causa irritación y malestar. A veces
puede ser la mera sospecha de que algo no está bien o podría llegar a resultar
problemático, relacionado con alguien que está próximo a nosotros. Intuiciones que
generan incertidumbre, quizá sin saber muy bien por qué. Puede tratarse de relaciones
familiares, afectivas o laborales. No se trata, por tanto, de presencias esporádicas sino
continuadas y obviamente impuestas o insalvables.
Con la sinusitis, los senos paranasales se obstruyen y dejan de cumplir su función,
impidiéndonos respirar con normalidad y olfatear con claridad lo que nos rodea. De manera
que la persona que sufre esta enfermedad debe preguntarse qué cosas o a qué
personas necesita alejar o expulsar de su vida para poder respirar y fluir nuevamente con
normalidad. Porque la obstrucción lleva a la persona a sentirse literalmente congestionada.
El abotargamiento acaba sumiendo a la persona con sinusitis en un clima de irritación y
negatividad, sin la frescura necesaria para interpretar con serenidad qué es lo que le irrita
y, por supuesto, sin la claridad necesaria para gestionar esas situaciones. Nuestra
capacidad para discernir las cosas se ve disminuida. El mal aliento que comúnmente se
presenta con la sinusitis evidencia precisamente cómo esa obstrucción nos lleva a una
cierta impotencia para analizar y actuar, dejando que nuestros pensamientos permanezcan
en la boca, donde fermentan porque no encontramos el modo de expresarlos de forma
decidida. Esto tiene el inconveniente añadido de que tarde o temprano la persona con
sinusitis puede interiorizar un sentimiento de agravio e injusticia por esa especia de
bloqueo que le ata.
En un sentido estrictamente emocional, detrás de la sinusitis siempre hay situaciones que
la persona vive con miedo. Temor a lo que pueda deparar la relación que se tiene o se
puede llegar a tener con otra persona que sentimos como intrusa, que invade nuestro
hábitat y nos molesta. Se intuye una amenaza que probablemente aún no es patente; pero,
en esa espera, la persona cae presa de la angustia porque el peligro, aunque latente, aún
no es manifiesto. Lo que angustia es precisamente la proximidad de algo o alguien que
intuimos como peligroso sin tener la certeza de que esa sospecha sea cierta o esté
realmente fundada. Se genera a nuestro alrededor una atmósfera extraña y amenazante
de la que inconscientemente rechazamos nutrirnos, por eso se obstruyen nuestros senos
paranasales. Paradójicamente, esa obstrucción acrecienta el problema porque nos impide
poder olfatear, calibrar y analizar en detalle el peligro potencial que sólo atisbamos.
La estructura ósea de la cabeza cuenta con una serie de cavidades, los senos faciales o
senos nasales, que permiten aligerar su peso. Además, estos senos cumplen varias
funciones. Por un lado, son una especie de caja de resonancia que permite tanto la audición
como la localización de la procedencia de los sonidos. Por otro, calientan y filtran el aire
que respiramos antes de que llegue a los pulmones. Estas cavidades óseas son cuatro y
están situadas a ambos lados de la nariz y en la parte superior de los ojos. Dependiendo
de cuál o cuáles se vean afectadas por la sinusitis evidencian distintas circunstancias
emocionales como origen del conflicto:

 Sinus esfenoidal: en el hueso esfenoides. Cierra la fosa nasal por su parte posterior. La
sinusitis que afecta al sinus esfenoidal evidencia conflictos de peligro y miedo, con matices
de irritación, cólera y agresividad.
 Sinus etmoidal: situado en la raíz de la nariz y en las fases internas de las órbitas.
Representa situaciones en las que la persona se desvaloriza o no se siente a la altura ya
sea en el seno de la familia o en su ámbito profesional.
 Sinus frontal: en el hueso frontal. Habitualmente expresa conflictos referidos a situaciones
futuras, sobre los proyectos y caminos que aparecen en nuestro horizonte; los
pensamientos de la persona sobre el porvenir. También hace referencia a escenarios de
peligro ante los cuales no atisbamos la posible manera de resguardarnos.
 Sinus maxilar: se encuentra en el hueso maxilar superior. La persona se debate en una
encrucijada. Presa de la angustia y la indecisión, no sabe si agredir o defenderse del peligro
que presiente. Sin embargo, no pasa a la acción mientras siente que el tiempo transcurre
en su contra.

La persona que sufre sinusitis vive inmersa en un clima de temor, presagiando situaciones
de peligro potencial de las que sólo tiene la sospecha; intuiciones que dan lugar a la
incertidumbre por ese peligro que, a pesar de mostrarse sólo como una posibilidad, es
suficiente para generar angustia y rechazo. Es así como se surge el anhelo de alejar o
alejarse de esas circunstancias o personas asociadas al temor; anhelo de expulsión que
manifestamos biológicamente a través del estornudo reiterado. La sinusitis debe llevar a
la persona afectada a estudiar su entorno y a las personas y situaciones que forman parte
de él para enfocar las circunstancias que le irritan y le generan rechazo. Sólo así podrá
llegar a la conclusión de qué o quién le genera rechazo y temor. Tomar conciencia de ello
le permitirá afrontar esos escenarios de forma distinta, con la capacidad de pasar a la
acción habiendo comprendido los mensajes que su inconsciente le está haciendo llegar a
través de su biología.
* Jesús Casla es autor de los libros:

 Descodificación Bio-Transgeneracional. Secretos y claves del árbol genealógico


 El Ciclo Menstrual y sus Síntomas. Descodificación Biológica y Emocional

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