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Capítulo I:

Toda actividad humana tiene un fin

Toda investigación y acción están orientadas hacia un fin y por lo tanto


hacia el bien. Los fines en general se pueden desarrollar a través de las
acciones, las actividades o las obras. Cada arte tiene un fin como, por
ejemplo, el fin de la medicina es la salud, de la construcción el navío, de la
guerra la victoria y etc.

El bien es aquello a lo que las cosas tienden. Algunas acciones tienen un


fin inmediato, otras son medios para alcanzar un fin mayor, por ejemplo,
la fabricación de sillas, cabezales, etc son utilizadas con el fin de la
equitación.

Capítulo 2

La ética forma parte de la política:

Discute cuál es el bien humano, donde los hombres deben enderezar


como a un blanco sus acciones para no errarlas, y cómo éste es la
felicidad. Demuestra asimismo cómo el considerar que la política
pertenece a la disciplina y ciencia de la república, cómo es la más
principal de todas, pues es la encargada de mandar cuáles han de estar y
cuáles se han de despedir del gobierno y trato de los hombres.

La ética tiene su real fin más elevado: la felicidad de la comunidad. Por


eso la ética está dependiente a la política y ésta es más noble y bella
porque busca el bienestar de muchos seres humanos.
Capítulo III:

La política requiere de experiencia:

La ciencia política y la ética no son exactas pues estudian al ser confuso y


contradictorio. Por lo tanto, sólo tendremos conclusiones generalizadas.

La ciencia política debe llevarse a cabo por hombres que tengan


experiencia y conocimiento para ejercerla. Es por esto que los jóvenes
no deben involucrarse en los temas de la ciencia política, pues no poseen
experiencia suficiente, además de conducirse éstos últimos siempre por las
pasiones.

Capítulo 4

Debate a cerca de la naturaleza de la felicidad:

El fin de la vida humana: La felicidad. ¿Qué es la felicidad? Puede ser la


riqueza, placeres, el honor, depende del estado que viva el ser.

vuelve a su propósito, que es a buscar el fin de las obras de la vida, y


muestra cómo en cuanto al nombre de todos convenimos, pues todos
decimos ser el fin universal de nuestra vida humana : la felicidad, pero en
cuanto a la cosa discutimos mucho. Porque en qué consiste la felicidad, no
todos concordamos, y así recita varias opiniones acerca de en qué consiste
la verdadera felicidad; después propone el modo que ha de tener en
proceder, que es de las cosas más entendidas y experimentadas por
nosotros.
capítulo sexto

Refutación a Platón sobre el bien:

se justifica la definición de felicidad. Se los divide en tres: bienes del


cuerpo, del alma y exteriores. Se dice que la felicidad implica
necesariamente la actividad, y si esta es regida por la virtud, el hombre
consigue la más alta condición de felicidad.

Antes de comenzar el argumento, Aristóteles nos dice que aunque se esté


refutando las teorías de los amigos, es preferible siempre estar de parte de
la verdad.

El bien puede decirse de muchas formas, de hecho, podríamos


clasificarlos con algunas de las categorías del ser.

Cualidad: la virtud
Cantidad: el justo medio o lo moderado
Relación: lo útil
Tiempo: oportunidad adecuada
Lugar: sitio correcto

De esto se desprende que el bien puede decirse de muchas formas y no


sólo de una; por lo tanto, no hay una sola noción universal del bien. Es
decir, es múltiple y no uno.

Capítulo VIII: La felicidad es una actividad de acuerdo con la virtud

Los bienes son de tres tipos: exteriores, del cuerpo y del alma. ¿la
felicidad son actos o modo de ser? Es lógico, lo segundo. El hombre es
feliz por sus actos, lo cual le da el placer que se encuentra en el alma como
esencia, si se desarrolla (ser bueno y feliz) el hombre alcanza el placer.
Los bienes externos (amigos, familia, dinero, propiedades) son necesarios
para ser felices.
La virtud en sí misma es agradable y por lo tanto, es lo más preferible
entre los hombres y lo que lo hace ser feliz. No podría ser feliz quien
siendo virtuoso tenga hijos malos, o que siendo virtuoso haya tenido hijos
buenos pero que ahora están muertos.

Capítulo 10

La felicidad y los bienes externos

se plantea interrogantes: ¿Hay que esperar a ver el fin de la vida del


hombre para ver si se es feliz? ¿Después de la muerte se es feliz?
¿Felicidad no implica actividad? Para el muerto existen un bien y un mal
como para el vivo. Seguramente, una vez muerto, el hombre se deshace
de todos los dolores y males que nos da la vida.

Puede ser que a la actividad que se esté realizando para alcanzar la


felicidad, muchas cosas puedan obstaculizar (una tristeza, una pérdida,
etc.), pero una vez superadas también podríamos llamar a esto una
especie de felicidad. La superación de estos hechos hace al hombre noble
y generoso.

Capítulo XII:

La felicidad y el elogio

Hay dos formas de elogiar a un hombre o las facultades que este tiene. Se
elogia por una parte porque hay cierta naturaleza que hace ser elogiable
algo, y por otro, se elogia a algo por relación a una cosa.

Así, los dioses son elogiados porque son divinos y misericordiosos; por
otra parte, también se elogian a los hombres más próximos a lo divido
y bondadoso. Por lo tanto, la felicidad es digna de elogio porque todos los
seres divinos son felices.

El no ser alabado implica que se es superior a lo que se alaba. Siendo


la felicidad lo más grande, esta no debe ser alabada sino más bien digna
de honor.

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