Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
FACULTAD DE INGENIERIA
TRABAJO DE INVESTIGACION
“TALUDES”
PRESENTADO POR:
LUIS FERNANDO ALDANA CUTIPA
DOCENTE:
Dr.OSCAR SEGUNDO ANGULO SALAS
CURSO:
GEOLOGIA APLICADA
GRUPO:
B
TACNA-PERU
INDICE
1. Talud................................................................................................................................................ 3
1.1. Partes de un Talud ...................................................................................................................... 3
1.2. Factores de inestabilidad de Talud. ............................................................................................ 4
1.2.1. FACTORES CONSTANTES ..................................................................................................... 5
1.2.2. FACTORES VARIABLES ......................................................................................................... 7
2. FALLAS EN LADERAS ...................................................................................................................... 10
2.1. Flujos ..................................................................................................................................... 10
Flujo en materiales relativamente secos .......................................................................................... 10
2.2. Flujos en materiales húmedos. Flujos de lodos .................................................................... 10
2.3. Fallas por erosión: ................................................................................................................. 11
2.4. Fallas por licuación:............................................................................................................... 11
3. FALLAS RELACIONADAS A LA ESTABILIDAD DE TALUDES ARTIFICIALES........................................ 12
3.1. FALLA TRASLACIONAL ........................................................................................................... 12
3.2. FALLAS CON SUPERFICIES COMPUESTAS .............................................................................. 13
3.3. FALLAS MULTIPLES ................................................................................................................ 13
4. Métodos o medidas de estabilización de taludes. ........................................................................ 13
5. Análisis de riesgos por laderas inestables y sismos ...................................................................... 17
5.3. Evaluación de la amenaza ..................................................................................................... 17
5.4. Vulnerabilidad ....................................................................................................................... 18
5.5. Análisis y evaluación de la vulnerabilidad............................................................................. 18
6. CLASIFICACIÓN DE LOS MOVIMIENTOS ........................................................................................ 19
6.1. Deslizamiento: ...................................................................................................................... 19
6.2. Flujo:...................................................................................................................................... 19
6.3. Desprendimiento: ................................................................................................................. 19
6.4. Movimientos complejos:....................................................................................................... 19
6.5. Derivas o extensiones laterales: ........................................................................................... 20
1. Talud
Un “talud” o ladera es una masa de tierra que no es plana, sino que presenta una
pendiente o cambios significativos de altura. En la literatura técnica se define como
“ladera” cuando su conformación actual tuvo como origen un proceso natural y “talud”
cuando se conformó artificialmente. Los taludes se pueden agrupar en tres categorías
generales: los terraplenes, los cortes de laderas naturales y los muros de contención.
Se pueden presentar combinaciones de los diversos tipos de taludes y laderas.
Existen algunos términos para definir las partes de un talud. El talud comprende una
parte alta o superior convexa con una cabeza, cima, cresta o escarpe, donde se
presentan procesos de denudación o erosión; una parte intermedia semirecta y una
parte baja o inferior cóncava con un pie, pata o base, en la cual ocurren principalmente
procesos de depositación
Acciones antrópicas
Las actividades humanas pueden modificar parte de los factores que se han
tratado anteriormente. La intervención en laderas naturales o la construcción
de taludes artificiales, tenderá a variar las condiciones de equilibrio iniciales, y
podrá originar procesos de inestabilidad.
Estas actividades pertenecen principalmente al campo de la obra civil y a las
actuaciones urbanas, sobre todo en aquellos municipios ubicados en zonas de
montaña. Una ladera en equilibrio estricto puede ponerse en movimiento
cuando se sobrecarga en su parte superior, situación que se ocasiona por la
construcción de edificios, depósitos de agua o carreteras sobre materiales que
no pueden mantenerse estables bajo las nuevas condiciones de carga
adicional. A su vez, una excavación en la base de una vertiente natural
disminuye las tensiones estabilizadoras normales y aumenta las restantes.
Esta circunstancia se produce en las construcciones al pie de un talud o, con
mucha más frecuencia, en el caso de la ejecución de obras lineales,
principalmente carreteras, cuyo trazado tiene una alta probabilidad de
atravesar zonas con desprendimientos y deslizamientos activos o antiguos,
además de ser la causa de la generación de dichos movimientos. También en
las acumulaciones artificiales de materiales, tales como vertederos de residuos
urbanos, inertes y escombreras de mina pueden desencadenarse movimientos
de masa si no se han construido atendiendo a las condiciones de estabilidad y
seguridad que requiere la geometría y la naturaleza del relleno. En las obras
públicas, las inestabilidades de ladera pueden constituir un grave problema en
las boquillas de los túneles, que además pueden generar subsidencia en zonas
urbanas. El nivel de agua en embalses puede estar sometido a importantes
variaciones estacionales. Cuando las presas son sometidas a un desembalse
rápido tras un periodo de aguas altas, el nivel del vaso desciende con más
rapidez que el del agua existente en los poros de los materiales circundantes,
por lo que las zonas que antes se encontraban bajo el agua pueden deslizar
dentro del embalse. Al perder parte del sustento por la base, los materiales que
quedan por encima pierden apoyo, desarrollándose deslizamientos ladera
arriba. Por lo que respecta a las actuaciones urbanísticas, la edificación en
zonas de pendiente elevada comporta la ejecución de muros de contención, a
veces con drenaje insuficiente, que produce un efecto de retención sobre las
aguas de infiltración. La expansión urbanística conlleva, de modo paralelo a la
edificación, la ejecución de redes de abastecimiento, saneamiento y pluviales,
cuyas fugas provocan una infiltración directa y continua en el terreno. A estas
infiltraciones puede unirse el riego de zonas ajardinadas, con lo que, en su
conjunto, se supera con creces la infiltración pluvial anual. Si estas fugas
provocan movimientos del terreno, las conducciones rígidas enterradas
pueden fisurarse, y el fenómeno se autoalimenta de nuevo. La actividad
humana modifica las condiciones hidrogeológicas del área urbanizada. Al estar
ocupada por edificaciones y pavimento la práctica totalidad del suelo urbano,
no queda casi superficie para que se produzca una infiltración de agua de lluvia
y un drenaje natural. Por tanto, la alimentación principal de las aguas
subterráneas se produce por las fugas antes señaladas, generando una
humedad continua del terreno subsuperficial. Además, esta infiltración no se
lleva a cabo por toda la superficie del suelo, sino que se localiza en
determinados puntos, provocando heterogeneidades en el comportamiento del
subsuelo. A esto se suma que en épocas de lluvia, ya que el agua queda
recogida por la red de alcantarillado, la inyección directa producida por los
eventuales escapes de la red sea muy elevada, lo cual puede producir
movimientos de masa repentinos. Estas circunstancias aconsejan que en las
urbanizaciones realizadas sobre zonas escarpadas, las redes de drenaje sean
diseñadas, proyectadas y ejecutadas atendiendo a las características
naturales del terreno.
2. FALLAS EN LADERAS
2.1. Flujos
Se refiere este tipo de falla a movimientos más o menos rápidos de una parte
de la ladera natural, de tal manera que el movimiento en sí y la distribución
aparente de velocidades y desplazamientos recuerda el comportamiento de un
líquido viscoso. La superficie de deslizamiento o no es distinguible o se
desarrolla durante un lapso relativamente breve; es también frecuente que la
zona de contacto entre la parte móvil y las masas fijas de la ladera sea una
zona de flujo plástico.
El material susceptible de fluir puede ser cualquier formación no consolidada,
y así el fenómeno puede presentarse en fragmentos de roca, depósitos de
talud, suelos granulares finos o arcillas francas; son frecuentes los flujos en
lodo.
Flujo en materiales relativamente secos
En este grupo quedan comprendidos, en primer lugar, los flujos de fragmentos
de roca, desde los muy rápidos (avalanchazas) hasta los que ocurren
lentamente. Estos movimientos pueden explicarse en términos de la falla
plástica de los contactos profundos entre los fragmentos de roca y,
consecuentemente, afectan siempre grandes masas de fragmentos y suelen
ser de catastróficas consecuencias.
En segundo lugar, los flujos en suelos, relativamente secos ha ocurrido en
“loess”, asociadas muchas veces a temblores. En este caso, aparentemente,
el efecto del temblor fue causar una muy rápida destrucción de la estructura
del material, produciendo una verdadera licuación, pero con el aire jugando el
papel que en estos fenómenos por lo común corresponde al agua.
Fenómenos similares se han registrado en arenas secas
2.2. Flujos en materiales húmedos. Flujos de lodos
Se trata ahora de flujos que requieren una proporción apreciable de agua
contenida en el suelo, la cual desempeña un papel en la génesis y naturaleza
de la falla; existe amplia graduación en la cantidad de agua que pueden
contener los materiales, así como en el papel que ésta llega a tener en el
desarrollo de la falla. Los flujos en materiales húmedos se denominan flujos de
lodo cuando es muy elevado el contenido de agua de los materiales, por lo
menos en la zona de fluencia, pero naturalmente no hay una distinción clara
entre los “flujos de tierra” y los “flujos de lodo”. A veces se habla también de
“flujo de detritus”, cuando el material que fluye contiene porcentaje, apreciable
del orden un 50%, por lo menos de graves, boleos o fragmentos de rocas,
embebidos en la matriz, de suelo más fino, tal como es común que suceda en
los depósitos de talud o en muchas laderas de suelos residual. Los flujos de
tierra en materiales terrenos no demasiado húmedo se desarrollan típicamente
en el pie de los deslizamientos de tipo rotacional en el cuerpo del talud, que se
describen más adelante y a veces ocurren en forma extraordinariamente
rápida, como movimiento secundario del deslizamiento que tuvo lugar,
primeramente.
Estos flujos de tierra por lo común retienen mucha de la vegetación original,
así como la estratigrafía y aspecto general de la formación en la que ocurrió el
deslizamiento primario. Los flujos de tierra en suelos granulares finos son
típicos de formaciones costeras y se asocian generalmente a la erosión marina
y fluctuaciones respectivas de la presión de poro debidas a la ascensión el
descenso del nivel del agua con las mareas, se originan con procesos análogos
a la licuación. En los flujos con muy alto contenido de agua. La falla produce
una completa perturbación estructural. La forma típica del deslizamiento es
análoga al avance de un glaciar y la velocidad de desplazamiento puede variar
desde unos pocos centímetros por año (casos reportados en la referencia no:
9), hasta la correspondiente a deslizamiento catastróficos. En flujos lentos es
común que en la velocidad del movimiento influyan mucho las variaciones
estacionales del clima, en tanto que los flujos rápidos suelen seguir a épocas
de violenta precipitación pluvial. Los flujos de lodo muy rápidos se presentan
muchas veces en laderas de las que se ha removido la cobertura vegetal por
alguna razón y suelen comenzar en muy modestas proporciones, creciendo
rápidamente con un poder de transporte del suelo sobre el que pasa que
parece fuera de proporción con su importancia inicial; de esta manera se
pueden desencadenar auténticos ríos de lodos, capaces de acusar verdaderas
catástrofes sin duda su génesis debe incluir fenómenos de licuación de suelos.
Los flujos de detritus se producen pro disminución de resistencia al esfuerzo
cortante de la matriz fina de tales formaciones; la masa móvil se rompe en
fragmentos cada vez menores a medida que avanza ladera abajo.
2.3. Fallas por erosión:
Estas también son fallas de tipo superficial provocadas por arrastres de viento,
agua, etc., en los taludes. El fenómeno es tanto más notorio cuando más
empinadas sean las laderas de los taludes. Una manifestación típica del
fenómeno suele ser la aparición de irregularidades en el talud, originalmente
uniforme. Desde el punto de vista teórico esta falla suele ser imposible de
cuantificar detalladamente, pero la experiencia ha proporcionado normas que
la atenúan grandemente si se las aplica con cuidado.
2.4. Fallas por licuación:
Estas fallan ocurren cuando en la zona del deslizamiento el suelo pasa
rápidamente de una condición más o menos firme a la correspondiente a una
suspensión, con pérdida casi total de resistencia al esfuerzo cortante. Estas
fallas ocurren en arcillas extrasensitivas y arenas poco compactas, las cuales,
al ser perturbadas, pasan rápidamente de una condición más o menos estable
o una suspensión, con la pérdida casi-total de la resistencia al esfuerzo
cortante. Las dos causas que puede atribuirse esa pérdida de resistencia son:
incremento de los esfuerzos cortantes actuantes y desarrollo de la presión de
poros correspondiente, y por el desarrollo de presiones elevadas en el agua
intersticial, quizás como consecuencia de un sismo, una explosión, etc.
3. FALLAS RELACIONADAS A LA ESTABILIDAD DE TALUDES
ARTIFICIALES
Muros de contención
Muros de gaviones
Paredes de concreto y hormigón proyectado
Muros de tierra armada
Muros anclados
4.1.5. Medidas de protección superficial
Reducen el riesgo a caída de rocas
6.1. Deslizamiento:
En este tipo de movimiento de ladera el desplazamiento del terreno se produce
sobre una o varias superficies de rotura bien definidas. La masa generalmente
se desplaza en conjunto, comportándose como una unidad, prácticamente sin
deformación interna, en su recorrido. La velocidad suele ser variable e implican
a volúmenes grandes en general, aunque no siempre.
6.2. Flujo:
Bajo este sustantivo se agrupan a diferentes movimientos de ladera que tienen
en común la deformación interna y continua del material y la ausencia de una
superficie neta de desplazamiento (Varnes, 1978). En algunos casos la
superficie de rotura se puede asimilar a toda una franja de deformación. Las
diferencias estriban en el material implicado, su contenido en agua y la
velocidad de desarrollo, de lenta (reptación) a súbita (flujos de rocas). Los más
comunes son los movimientos en suelo (flujos o coladas de tierra o barro),
movimientos de derrubios (flujos de derrubios) o bloques rocosos (flujos de
bloques). En el área de estudio son predominantes los flujos de derrubios, que
son movimientos que engloban a fragmentos rocosos, bloques, cantos y
gravas en una matriz fina de arena, limo y arcilla (en general los gruesos
representan un porcentaje superior a 50%). Este tipo de movimientos tienen
lugar en laderas cubiertas por material no consolidado y el agua es un motor
principal en el proceso. Son movimientos muy rápidos y frecuentemente están
relacionados con tormentas.
6.3. Desprendimiento:
Corresponde al rápido movimiento de una masa de cualquier tamaño de roca
o de suelo en forma de bloques aislados o material masivo. Los
desplazamientos se producen principalmente en sentido vertical por caída
libre, son típicos en macizos rocosos y generalmente están controlados por las
discontinuidades. Este tipo de movimientos requiere una topografía como
escarpes o pendientes fuertes y se caracterizan por la acumulación de bloques
de tamaño variable en el pie de ladera.
6.4. Movimientos complejos:
Son aquellos que resultan de la combinación de dos o más tipos de
movimientos elementales descritos anteriormente. Estos movimientos
alcanzan generalmente gran tamaño (Antoine, 1992) afectando, a veces, a
laderas completas. En la zona de estudio los más frecuentes son los
conformados por un movimiento traslacional en cabecera y un flujo al pie.
6.5. Derivas o extensiones laterales:
Este término hace referencia al movimiento de bloques rocosos o masas de
suelo muy coherente sobre un material blando y deformable. Como
consecuencia de esta diferencia de competencia entre el material
suprayacente y el infrayacente, se produce la fragmentación de las capas
superiores y los desplazamientos diferenciales. Los bloques se desplazan
lateral y lentamente a favor de pendientes muy bajas. No son movimientos
frecuentes y suelen ser bastante extensos. No se ha definido ninguna deriva
lateral en el área de estudio.