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EVIDENCIA SOBRE LA NECESIDAD DE

DESARROLLAR UNA INVESTIGACIÓN


TECNOLÓGICA MULTIFACTORIAL
INTEGRADA, PARA LA AGRICULTURA
DE TEMPORAL

DR. ANTONIO TRURRENT FERNÁNDEZ

COLEGIO DE POSTGRADUADOS
CHAPINGO, MÉXICO
EVIDENCIA SOBRE LA NECESIDAD DE DESARROLLAR UNA
INVESTIGACIÓN TECNOLÓGICA MULTIFACTORIAL-INTEGRADA,
PARA LA AGRICULTURA DE TEMPORAL.

DR. ANTONIO TURRENT FERNÁNDEZ

INTRODUCCIÓN

Es del conocimiento general que la respuesta de un


cultivar al cambio en los factores ambientales, es de
tipo inaditivo. Esto es, que los factores ambientales
interaccionan entre sí, en su efecto sobre el
desarrollo del cultivar. La respuesta de un cultivar
de maíz, por ejemplo, a la aplicación de dosis
crecientes de fertilizantes en un suelo de fertilidad
nativa baja, está definida por el valor preciso de
cada uno de los otros factores ambientales: la
Edición 1985 densidad de población, la variedad, la protección
contra plagas y enfermedades, y otros factores
ambientales controlables, los regímenes de energía
Derechos reservados por ambiental, de lluvias, de granizo, la morfología del
Colegio de Postgraduados. suelo, y otros factores ambientales incontrolables. Un
cambio en cualquiera de estos factores, alteraría la
Prohibida su reproducción forma de la respuesta del maíz al fertilizante y con
Total o parcial de la obra ella, su dosis óptima económica.
sin permiso por escrito
del editor. Considere el lector la Figura 1 en la que se presentan
respuestas hipotéticas de una variedad de maíz al
Miembro de la Cámara Nacional fertilizante en dos ambientes (a) y (b). En (a), los
de la Industria Editorial núm. 306 factores ambientales controlables, excepto el
ISBN 968-839-010-0
fertilizante, y los incontrolables se mantienen
constantes. Cuando uno o más, de estos factores,
Hecho en México – Printed in México
controlables e incontrolables, cambia de valor: a una
Taller del Colegio de Postgraduados
mayor densidad de población, a un suelo más profundo,
o ambos, etcétera, la función de respuesta al
fertilizante se desplazaría de (a) a (b). Si el
desplazamiento hubiera sido de (a) a (a1) en vez de
(a) a (b), diríamos que los factores que cambiaron de
valor y el fertilizante, guardaban relaciones de
aditividad, es decir que no interaccionaban. Tal sería
el caso porque las funciones de respuesta (a) y (a 1)
son paralelas entre sí, de tal manera que el efecto
sobre el rendimiento del maíz, debido al cambio de
ambientes, sería una constante K, a cualquier dosis de
fertilizante. En estas condiciones de aditividad,
cualquier cambio en los demás factores ambientales,
causaría un consecuente desplazamiento vertical, que
conservaría el paralelismo entre las funciones de
repuesta al fertilizante. La implicación sería que la
dosis óptima económica de fertilizante, F1, no se
vería afectada, según puede observarse en la misma
Figura 1.

Cuando en realidad ocurre un cambio en los demás


factores ambientales la función de respuesta se
desplaza de (a) hacia (b) como una expresión de la
inaditividad de los factores de la producción. La
implicación es que la dosis óptima económica del
fertilizante cambia de F1 a F2.

Si en la Figura 1 tuviéramos en el eje de las abscisas


a las dosificaciones de la densidad de siembra, o de
la intensidad en el control de malezas o de cualquier
otro factor controlable de la producción, en vez del
fertilizante, tendríamos desplazamientos no paralelos
en las funciones, al ocurrir cambios en los demás
factores controlables y o en los factores
incontrolables, con sus consecuentes cambios en dosis
óptima económica. En general, el cambio en los
factores incontrolables hace cambiar la dosis óptima
económica de todos los factores controlables de la
producción. En especial debe resaltarse la (a) a (a1) en la respuesta al fertilizante, sería una
variabilidad de algunos de los factores incontrolables buena aproximación a la realidad: (a) a (b), siempre y
con respecto al tiempo: régimen de lluvia, de heladas, cuando la densidad de siembra óptima económica
de granizo, etcétera, porque ellos causan estuviera comprendida dentro del intervalo 10 a 12 kg
desplazamientos de tipo estocásticos en las funciones de semilla por hectárea.
de respuesta. Tal es la causa del riesgo y de la
incertidumbre en el proceso de producción. El segundo supuesto, da cabida a la investigación
tecnológica de tipo disciplinario: el agrónomo
Para enfrentarse a este fenómeno de inaditividad y de especialista en Fertilidad de Suelos se centra en el
la variación sobre el tiempo en los factores problema de fertilización y mantiene constantes a los
incontrolables, el agrónomo adopta supuestos que demás factores controlables de la producción, a un
simplifican la realidad, a un nivel que se le resulta nivel cercano a la estrategia agronómica óptima de
manejable. A la vez, la validez de las conclusiones a producción. Por su parte el especialista en
que llegue por este procedimiento, estará dada por la mejoramiento genético, usa frecuentemente la táctica
justeza de sus suposiciones. extrema de eliminar totalmente las deficiencias
nutricionales, de mantener a sus cultivares sin
Para lidiar con el fenómeno de variabilidad sobre el maleza, de usar bajas densidades de siembra, con la
tiempo, el agrónomo adopta la suposición de que el creencia de que el material genético sobresaliente
agricultor preferiría la estrategia agronómica de bajo estas condiciones, seguirá comportándose como tal
producción que hiciera máximo su ingreso neto anual cuando sea sembrado con la estrategia agronómica
promedio, tal sería la estrategia agronómica óptima óptima de producción. Muchos agrónomos genetistas
(*). Para lidiar con la inaditividad entre los llevan su creencia al extremo de que su material
factores controlables de la producción, el agrónomo genético sobresaliente funcionará como tal con
adopta el supuesto de que en la vecindad de la cualquier estrategia agronómica de producción.
estrategia agronómica óptima de producción, los
factores controlables se comportan como si fueran De manera similar se enfocan los problemas de
aditivos. Esto es, que si en nuestra Figura 1 la protección contra las malezas, insectos y
densidad de siembra de maíz cambiara entre 10 y 12 kg enfermedades, las prácticas culturales, y los demás
de semilla por hectárea, el modelo de desplazamiento componentes de la tecnología de producción.

*Es decir, la especificación de dosis óptima económicas para Este proceso de investigación tecnológica de tipo
todos los factores controlables de la producción: disciplinario culmina con el enlistado de las
fertilizante (dosis, oportunidad, método de aplicación y estrategias óptimas parciales, para integrar la
fuentes), variedad, densidad de siembra, protección contra estrategia agronómica óptima.
plagas y enfermedades, etc., tal seria la estrategia
agronómica óptima de producción.
En este proceso de generación de tecnología, está Esta experiencia ha mostrado la inexactitud de dicho
implícito el supuesto de que es posible seleccionar a supuesto, a la vez que la ventaja que ofrecería un
priori una estrategia de producción “razonablemente” enfoque de tipo multifactorial integrado, al mismo
aproximada a la estrategia óptima. Dicha estrategia problema. Examinaremos, en este artículo esa evidencia
“razonablemente” aproximada, servirá de base al proceso empírica.
disciplinario de generación de tecnología, porque
permitiría a cada especialista mantener constantes a
los factores controlables que no fueran su objeto de
estudio, en sus niveles correspondientes de la
estrategia óptima aproximada.

Detrás del éxito logrado por nuestro sector agrícola


de riego en las últimas décadas, está la tecnología
de producción desarrollada bajo el esquema
disciplinario que hemos esbozado. Tal éxito no hubiera
sido posible sin una tecnología de producción
eficiente. Esto es en sí una prueba convincente de la
validez, para este sector agrícola, del proceso mismo
de generación de tecnología, pero a la vez, el éxito
logrado por nuestro sector agrícola de temporal ha
sido mínimo, frente a los logros de sector de riego.
Ante la fuerte presión nacional por una mayor
productividad de la tierra bajo temporal, conviene
reexaminar la validez del esquema disciplinario para
generar tecnología, cuando se aplica a esta condición
de producción bajo temporal.

Con el modelo de desarrollo agrícola bajo temporal


probado en el Plan Puebla, (1), ha sido posible
conducir una gran cantidad de trabajo experimental
dentro del área del Plan, en el que ha variado
ampliamente el suelo, el clima y el manejo de la
tierra. A la vez se ha podido examinar la validez del
supuesto de “La elección a priori de la estrategia óptima aproximada”,
precisamente bajo condiciones de temporal.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En el área de trabajo del Plan de Puebla, que está


delimitado por los volcanes Malinche, Ixtaccihuatl y
Popocatépetl se practica una agricultura de temporal
con humedad residual. Mediante prácticas de roturación
durante el invierno, los agricultores conservan la
humedad remanente en el perfil, del ciclo anterior. De
esta manera se puede sembrar el maíz, en marzo y
abril, uno o dos meses antes del establecimiento de
las lluvias. En este tipo de agricultura, la fecha de
siembra es un factor controlable. Las siembras hechas
en marzo son las que rinden más, cuando caen algunas
lluvias en abril y mayo; además tienen menor riesgo
asociado con la sequía intraestival y con las heladas
tempranas hacia el final del siclo de desarrollo. Sin
embargo, cuando no llueve antes de junio, las siembras
de marzo pueden rendir menos que las siembras hechas
en abril, en función de la severidad de la sequía en
la fase vegetativa del cultivo. Esta es una de las
razones por la que muchos agricultores distribuyen sus
siembras dentro de un periodo de un mes (fines de
marzo a fines de abril).

Es pertinente mencionar que la mayor parte de los


suelos del área del Plan Puebla, dedicados a la
agricultura, se han desarrollado sobre estratos
gruesos de ceniza volcánica, la cual es en sí un medio
benigno para el desarrollo radicular y posee
excelentes propiedades físicas. Es común observar
raíces de maíz a 2 m de profundidad.
Durante los años de 1967, 1968 y 1969, se llevaron a
cabo experimentos de campo en esta área, que
involucraron a los factores controlables (1) dosis de
fertilizante nitrogenado y (2) fosfórico, (3) densidad de población, (4)
oportunidad en la fertilización nitrogenada, (5) fecha de siembra y (6)
material genético de maíz. Además se cuantifico el régimen de
lluvia en cada sitio experimental. Esta información ha
sido examinada previamente en varios documentos por el
personal técnico del Plan de Puebla (1), (2) y (3).

En la Figura 2, se presentan los regímenes anuales de


lluvia de los 3 años, 1967 a 1969, así como el régimen
de lluvia promedio de los últimos 28 años. Los 4
regímenes de lluvia, en la misma figura, representan
promedios para el área de trabajo del Plan de Puebla.
En los últimos 28 años llovieron el promedio 30 mm en
el mes de abril, 80 mm en mayo y alrededor de 150 mm
en los meses de junio a septiembre, inclusive. De los
3 años, 1968 resultó ser el más benigno para la
producción de maíz, y 1969 el más limitativo. En 1968
llovió lo mismo o más que lo promedio en los meses de
abril a junio. En estos 3 meses el maíz sembrado
temprano, cumplió la mayor parte de su período
vegetativo sin que se observaran síntomas de marchitez
en tota el área de trabajo del Plan. En los meses de
julio, agosto y septiembre de 1968 llovió, entre la
mitad y dos tercios del promedio.

Este periodo corresponde al periodo de fructificación


del maíz. Se observaron síntomas de marchitez en las
siembras experimentales que fluctuaron de leves a
moderados. En los meses de abril, mayo y junio de
1969, llovió de 0 a 1/3 de lo promedio.
Se observaron síntomas de marchitez que variaron de Cuadro 1.Dosis óptima económica de fertilizantes
severos a críticos en este período. Durante los meses nitrogenado y fosfórico y rendimiento de maíz en 23
de julio, agosto y septiembre de 1969 llovió de 2/3 a experimentos de campo realizados en 1967, en el Plan
3 veces lo promedio. No se observaron síntomas de Puebla.
marchitez. En el año de 1967 resulto más parecido a
1968 que a 1969, en cuanto a su régimen de lluvias RENDIMIENTOS: kg/ha
N P2O5 Con el
Experimento Sin Aumentos
Kg/ha Kg/ha tratamiento
fertilizante kg/ha
óptimo
PS-6701 0 0 6761 6761 0
a) Interacción Clima x Fertilización x Densidad de PS-6702 130 50 10 4717 4707
Población. PS-6703 60 25 3315 4707 1392
PS-6704 130 60 153 4646 4492
PS-6705 130 50 31 4779 4748
Durante al año de 1967 se condujeron 23 experimentos PS-6706 150 25 522 3837 3315
de campo, para estudiar la respuesta del maíz de PS-6707 130 50 256 4420 4165
temporal a la dosificación de los fertilizantes PS-6708 221 128 522 7068 6546
nitrogenado y fosfórico. En el cuadro 1 se presentan PS-6709 79 22 1033 2628 1594
los estimadores de cinco parámetros agronómicos de PS-6710 120 50 420 2875 2456
estos experimentos: dosis óptimas económicas de los
PS-6711 185 109 31 5217 5186
fertilizantes (1) nitrogenado y (2) fosfórico, rendimiento: (3) sin
PS-6712 116 0 220 2671 2451
fertilizantes y (4) con el tratamiento óptimo económico y (5) aumento en el
PS-6713 0 0 2391 2391 0
rendimiento. Las dosis óptimas económicas de
PS-6714 60 25 465 2128 1484
fertilizante nitrogenado, DOEFN, fluctuaron entre 0 y
PS-6715 60 25 2947 2899 952
221 con promedio de 109 kg de N/ha. Las dosis óptimas
PS-6716 171 25 1525 6019 4494
económicas de fertilizante fosfórico, 0 y 128 con
promedio de 30 kg de P205/ha. Los rendimientos sin PS-6719 120 0 491 3443 2952

fertilizante fluctuaron entre 31 y 6761 con promedio PS-6720 130 25 849 3766 2916
de 1326 kg de grano por ha. Los rendimientos asociados PS-6721 87 0 2343 3887 1544
con los TOE, tratamientos óptimos económicos, PS-6722 85 0 1525 3001 1477
fluctuaron entre 2128 y 7068, con promedio de 4137 PS-6723 130 0 993 3648 2655
kg/ha. El aumento promedio en el rendimiento asociado PS-6724 60 25 3230 4626 1425
con los TOE fue 2811 Kg/ha. PS-6725 153 0 327 4021 3694

Durante la planeación del trabajo experimental de 1967 PROMEDIOS: 109 30 1326 4137 2811
se tomó la decisión de mantener constante la densidad
de población del maíz en 50 000 plantas por hectárea,
en los 23 experimentos. Esta decisión se tomó en base
a los resultados experimentales de localidades con
climas similares al del área del Plan Puebla: Sierra
Tarasca, Valle de Toluca y Valle de México. Al conducir los
experimentos en 1967, se observó que en algunas
condiciones de producción del área: sequía severa en
suelos delgados, las 50 000 plantas/ha parecían ser
más de las que la comunidad vegetal toleraría; esta
apreciación coincidía con la práctica local en cuanto
a una menor densidad de población y una menor
severidad de la sequía en las siembras comerciales
vecinas. Por otra parte, también hubo condiciones de
producción: ausencia de sequía en suelos profundos en
las que las 50 000 plantas por hectárea parecían
limitar, por insuficiencia, la producción de maíz de
la comunidad vegetal. Por estas razones, se decidió
integrar el factor densidad de población a las
dosificaciones de fertilizante a partir de 1968. En el
cuadro 2 se presenta 6 parámetros agronómicos
correspondientes a 8 experimentos de campo conducidos
en 1968. Las DOEFN fluctuaron entre 50 y 200 con
promedio de 156 kg de N/ha; las DOEFF fluctuaron entre
25 y 100 con promedio de 72 kg de P2O5/ha; las
densidades de población óptimas económicas, DPOE,
fluctuaron entre 42 000 y 70 000 con promedio de 61
000 plantas/ha. Los rendimientos asociados con el
tratamiento testigo fluctuaron entre 215 y 2568 con
promedio de 1196 kg de grano/ha. Los rendimientos
asociados con los TOE fluctuaron entre 3694 y 8994 con
promedio de 6632 kg de grano/ha. El incremento
promedio en rendimiento asociado con los TOE fue de
5436 kg de grano/ha.
Según se mencionó previamente, el régimen de lluvias Cuadro 3. Tratamientos óptimos económicos de
de 1968 fue más benigno que el de 1967. Si se hubiese fertilización y densidad de población asociados
usado la densidad de población constante de 50 000 con el rendimiento del maíz en 1969. Plan
plantas /ha, como el año anterior, no se habría Puebla.
explorado plenamente la potencialidad productiva de
los sitios experimentales. En el sitio PS-6807, por
ejemplo, el TOE involucró 200 kg de N/ha, 100 kg de
RENDIMIENTOS: kg/ha
P2O5/ha y 70 000 plantas/ha, y un rendimiento de 8994 N P2O5 Densidad Con el
Experimento Sin Aumentos
de grano por ha; tal rendimiento seguramente que Kg/ha Kg/ha población tratamiento
fertilizante kg/ha
pts/ha óptimo
hubiera sido menor si el tratamiento involucrara 50
PS-6912 137 150 47 000 384 5976 5592
000 plantas/ha, lo mismo que las posibilidades de uso
PS-6913 180 0 67 600 199 5903 5705
de fertilizantes y con ellos, el ingreso neto. En 6 de
PS-6916 80 50 40 000 67 3108 3041
8 sitios experimentales, la densidad de población de
PS-6903 60 0 30 000 1318 2098 780
50 000 plantas/ha habría limitado por deficiencia su
potencialidad productiva. PS-6904 100 0 56 000 999 3326 2327
PS-6905 0 0 30 000 1304 1304 0
En el cuadro 3, se presentan los parámetros PS-6906 137 0 51 000 617 3967 3350
agronómicos de los experimentos conducidos en 1969. PS-6907 114 0 30 000 583 4652 4068
Como recordará el lector, el régimen de lluvias de PS-6908 100 25 56 000 933 3921 2988
1969 limitó severamente por sequía el desarrollo del
PS-6909 50 25 40 000 70 1407 1337
maíz. Las DOEFN fluctuaron entre 0 y 180 con promedio
PS-6910 50 25 40 000 176 1070 894
de 84 kg de N/ha; las DOEFF variaron entre 0 y 150 con
PS-6915 0 0 30 000 760 760 0
promedio de 23 kg de P2O5/ha; las DPOE variaron entre
30 000 y 67 600 con promedio de 43 133 plantas/ha. Los PROMEDIOS: 84 23 43 133 617 3124 2507
rendimientos asociados con el TOE variaron entre 760 y
5976 con promedio de 3124 kg/ha; el incremento
promedio en rendimiento asociado con el TOE fue de
Estos resultados sugieren que no es posible
2597 kg de grano/ha. En 8 de 12 experimentos, la DPOE
seleccionar a priori una sola densidad de población
fue inferior a 50 000 plantas/ha. En el experimento
que resulte “razonable” para todas las condiciones de
PS-6903 por ejemplo, el TOE involucro a 60 kg/ha, 0 kg
de P2O5/ha y 30 000 plantas/ha y un rendimiento de producción suelo-clima en la región, en las que se
2098 kg/ha; el maíz en este experimento sufrió una estudie la respuesta a la dosificación de
sequía severa durante su fase vegetativa. En estas fertilizante. La integración del factor densidad de
condiciones las 50 000 plantas/ha se hubieran asociado población al estudio de la respuesta del maíz a la
con un menor rendimiento y con una menor ganancia para dosificación de fertilizantes, introdujo la
el agricultor. flexibilidad requerida desde el punto de vista de la
densidad de población, para explotar la potencialidad
productiva del agrosistema, cambiante según los
regímenes de lluvias de 1968 y 1969.

b) Interacción Clima x Dosificación x Oportunidad de


Fertilización.

En los experimentos sobre dosificación de


fertilizante y densidad de población la oportunidad en
la fertilización se eligió a priori, de la misma
manera que en 1967 se eligió a priori la densidad de
población. La décima parte del fertilizante
nitrogenado, FN, y todo el fertilizante fosfórico, FF,
se aplicó en la siembra; el resto del FN se aplicó en
la segunda labor de cultivo, 60 días después de la
siembra. Este fraccionamiento de FN obedeció al
limitado contenido de humedad del suelo en la siembra
y al temor de causar daños en la semilla o a las
plántulas por excesiva presión osmótica. En el cuadro
4 se presentan los resultados de 4 experimentos de
campo realizados en 1968 y 1969 para explorar la
respuesta del maíz a la dosis y a la oportunidad de
aplicación del fertilizante nitrogenado. Se aplicaron
2 dosis de fertilizante nitrogenado: 75 y 150 kg de
N/ha en dos oportunidades, siembra o segunda labor de
cultivo. Desde el punto de vista de la producción de
grano, en 1968, año en que no falto agua en la fase
vegetativa del maíz, resultó más eficiente aplicar
todo el FN en la segunda labor de cultivo que en la
siembra: en las dosis de 75 y 150 kg de N/ha hay Según se aprecia en el cuadro 4, el fraccionamiento
diferencias de 1418 y de 606 kg de maíz/ha único de la aplicación de fertilizante nitrogenado,
respectivamente a favor de la aplicación tardía. En FN, elegido a priori en los experimentos sobre
1969, año en que el agua fue un factor severamente dosificación, resultó ser acertado en 1968, el año
limitativo a la fase vegetativa, pero que abundó en la benigno, pero fue en cambio limitativo para la
etapa de floración al llenado del grano, la aplicación producción en 1969. En otras palabras, el
del FN en la siembra fue más efectiva para la fraccionamiento del FN no permitió explorar la
producción de grano que la aplicación en la segunda potencialidad productiva del Valle de Puebla en 1969.
labor de cultivo: hay diferencia de 334 y 1328 kg de Tal falla llegó a ser hasta del orden de magnitud de
maíz/ha a favor de la aplicación hecha temprano, 1.25 ton de grano/ha. La evidencia experimental
respectivamente en las dosis de 75 y 150 kg de N/ha. sugiere la imposibilidad de elegir a priori una sola
En 1969 ocurrió lo contrario que en 1968. oportunidad de fertilizar que bajo cualquier condición
Aparentemente en este año, bajo condiciones de humedad de clima resulte “razonable”. La solución metodológica a
abundante en la fase vegetativa del maíz, la este problema es la de integrar al estudio de la
fertilización hecha en la siembra sirvió más para dosificación de fertilizante la oportunidad de
desarrollar el follaje que para producir grano; en fertilización nitrogenada, de la misma manera que se
cambio el maíz fertilizado en la segunda labor de integró la densidad de población.
cultivo, desarrollo durante su fase vegetativa con
deficiencia severa de nitrógeno y creció menos, pero
después de fertilizado, su follaje se mantuvo verde
considerablemente más tiempo que el follaje del maíz c) interacción Clima x Fecha de Siembra.
fertilizado en la siembra. Como se aprecia en el
cuadro 4, las producciones de forraje seco asociadas
con la aplicación de 75 kg de N/ha en la siembra o en De la misma manera que se eligió a priori la oportunidad
la segunda labor de cultivo fueron respectivamente de de fertilización en los experimentos sobre
8.69 y de 6.08 ton/ha, siendo su diferencia dosificación de fertilizantes y densidad de población,
significativa al 5%. A nivel de 150 kg de N/ha se se eligió el período de fechas de siembra, ya que la
observan resultados similares. En 1969, la producción fecha de siembra es un factor controlable de la
de rastrojo seco fue del orden de magnitud de la mitad producción en los terrenos que permiten conservar la
de la producción obtenida en 1968.la producción de humedad remanente del ciclo anterior. El período de
rastrojo seco del tratamiento fertilizado en el 2° siembra incluyó la última semana de marzo y las
cultivo, expresado como porcentaje de la producción primeras tres semanas de abril.
del tratamiento fertilizado en la siembra, fue menor
1969 que en 1968. En la figura 3 se muestra la respuesta promedio anual
de un maíz criollo a la fecha de siembra, en cuatro y
un experimento realizados en 1968 y 1969. En el año de
1968, las fechas de siembra anteriores a la segunda
semana de abril se asociaron con rendimientos del
orden de magnitud de 8000 kg de grano/ha. En ese mismo
año, las siembras hechas en la segunda semana de
abril, mostraron un descenso brusco en el rendimiento
del orden de magnitud de 1500 kg de maíz/ha y en
adelante, un descenso casi lineal. En 1969, el periodo
de fechas de siembra asociadas con los máximos
rendimientos, se atrasó casi un mes, cubriendo desde
la segunda semana de abril hasta la primera semana de
mayo. El rendimiento obtenido en este periodo fue del
orden de magnitud de 5 500 kg/ha. En el mismo año, la
siembra hecha a medidos de marzo se asoció con un
rendimiento del orden de magnitud de 4600 kg/ha, o sea
900 kg menos que en el período óptimo; las siembras
hechas después de la primera semana de mayo mostraron
un descenso en su rendimiento proporcional a su atraso
respecto a la fecha óptima.

La causa del anterior desplazamiento en el período


óptimo de fechas de siembra fue la variación en el
régimen de sequía. Recordará el lector que en 1968 no
se presentó sequía en los meses de abril o junio y si
hubo aunque de tipo moderada en los meses de agosto a
septiembre. El régimen de sequía de 1969 fue opuesto
al de 1968; la sequía fue severa en los meses de abril
a junio y desapareció en los meses posteriores.

Los anteriores resultados sugieren que los


experimentos sobre dosificación de fertilizantes y
densidad de población sembrados en la última semana de
mayo y primera semana de abril, exploraron a cabalidad
el potencial productivo de este tipo de siembras en el
Valle de Puebla. En cambio, las siembras hechas en la
segunda y tercera semana de abril tuvieron enmascarado
un efecto depresivo en el rendimiento, que puede ser
hasta de 1 500 kg/ha. En 1969, ocurrió lo contrario, La diversidad se manifiesta en la longitud del ciclo
ya que las siembras hechas en la última semana de de desarrollo, en el porte, el color del grano, el
marzo y primera semana de abril fueron las que potencial productivo y otros rasgos. Examinaremos a
tuvieron el efecto depresivo por fecha de siembra, el continuación el efecto que sobre el rendimiento de
cual pudo ser hasta de 900 kg/ha. Las siembras hechas grano tuvo la longitud del ciclo de desarrollo del
en la segunda y tercera semana de abril, en cambio, si material genético. Como pude el lector fácilmente
exploraron a cabalidad el potencial productivo del intuir, dicho efecto es función de la compatibilidad
cultivo de maíz bajo humedad residual. entre la fenología del material genético y el régimen
de sequía observado.
Nuevamente los resultados sugieren la imposibilidad
metodológica de elegir a priori un solo y razonable
período de fechas de siembra para la variabilidad
climática que ocurre en la región estudiada. Cuadro 5. Interacción entre la longitud del ciclo de
desarrollo de varios materiales genéticos
De la misma manera que en el caso de la densidad de de maíz y el año.
población y la oportunidad de fertilización, solamente
Rendimientos
integrado la fecha de siembra a los estudios sobre la Relativosa
dosificación de fertilizantes, se puede separar los Variedad
Días al 75% de
floración femenina 1968 1969 1968 1969
efectos y las interacciones entre estos factores
controlables de la producción. % % Kg/ha Kg/ha

Criollo A 94 88 61

d) Interacción Climática x Longitud de Ciclo de la INIA H-28 99 101 90


Variedad.
Criollo B 102 101 87

INIA H-129 110 100 100 6634 4200


También se decidió a priori sobre el uso de la
variedad de maíz en cada uno de los experimentos sobre Criollo C 120 82 90
dosificación conducidos en 1968 y 1969. La regla
adoptada fue la de sembrar únicamente la variedad
criolla del agricultor cooperante. Como es común en aSe uso como base el rendimiento de INIA H-129 dentro
regiones con agricultura tradicional, hay una de cada año, promedio de 8 experimentos de campo en
apreciable diversidad genética entre tales materiales. ambos años. Rendimiento de INIA H-129 expresado
engrano con 14% de humedad.
En el Cuadró 5 se muestra la interacción entre el año Como en el caso de otros tres factores considerados
y la longitud del ciclo de desarrollo del material previamente, no se puede elegir a priori un solo
genético de maíz en 8 experimentos de avaluación material genético que resulte “razonable” para los
varietal. La longitud del ciclo de desarrollo se estudios sobre dosificación de fertilizante en
presenta en el mismo cuadro, en términos del periodo cualquiera de las condiciones climáticas que ocurren
entre la siembra y el momento en que ocurrió el 75% en Puebla.
floración femenina. Tal periodo fue un promedio de 94
días para el maíz más precoz, criollo A, y de 120 días
para el maíz más tardío, criollo C. El maíz INIA H-129
rindió 6634 y 4200 kg/ha en promedio, respectivamente
en los años de 1968 y 1969. Estos rendimientos se
utilizaron como base para expresar en forma relativa
los rendimientos de los demás materiales genéticos.

Observe el lector que el material más precoz, Criollo


A, rindió el 88% del maíz INIA H-129, en 1968 y que en
su rendimiento relativo bajo al 61% en 1969,
reflejando un deterioro respecto al maíz más tardío:
INIA H-129. Los mismo, aunque en menor grado ocurrió
con los otros dos materiales más precoces que el INIA
H-129 y Criollo B. En cambio, el material más tardío,
Criollo C, mostró una tendencia opuesta. Su
rendimiento relativo fue de 82% en 1968 y del 90% en
1969, reflejando una recuperación en relación al INIA
H-129, que en este caso el más precoz de los dos.

Los experimentos sobre dosificación de fertilizantes y


densidad de población realizados con maíces de menor
longitud de ciclo en 1969 tienen enmascarado un efecto
depresivo en relación a los experimentos en los que se
sembraron maíces de mayor longitud de ciclo. Si en la
misma matriz experimental en que se estudió la
respuesta a la dosificación de fertilizantes y a la
densidad de población de hubiese integrado a la
longitud de ciclo del material genético, se habría
podido medir tales múltiples efectos.
CONCLUSIONES.

Según se intuye a partir de la evidencia presentada,


fue el cambiante régimen de lluvias el factor
ecológico que determinó en cada condición de
producción: suelo-clima, la magnitud óptima de cada
uno de los factores controlables de la producción:
dosis y oportunidad de fertilizar, densidad de
población, la fecha de siembra, el material genético y
otros. Lo que la evidencia experimental ha revelado es
que no hay una sola combinación de todos estos
factores controlables que resulte ser ventajosa para
todas las condiciones climáticas que ocurren el
Puebla. Ni siquiera se puede esperar que tal
combinación sea “razonablemente” acertada. Ya que hemos
observado fallas de orden de magnitud de 1 000 kg de
maíz/ha. Pero además, tales factores controlables
interaccionan entre sí y con los factores
incontrolables, lo que añade más dificultades
metodológicas al problema.

Según ha sido descrito con anterioridad, las


condiciones de producción del maíz en el área de
trabajo del Plan Puebla son benignos, tanto por el
suelo como por el clima. También sabemos que dentro
del ámbito nacional hay desde regiones de clima
benigno hasta regiones con clima severamente
limitativo. Si el problema metodológico ya resulta
significativo en una región de clima benigno como el
de Puebla, más crítico será en la medida en que
aumente la severidad en lo restrictivo del clima.
Considere el lector como ejemplo el caso del cultivo
del maíz en dos regiones A y B del altiplano, con
lluvias promedio anuales de 1 000 y de 700 mm.
Al ocurrir un año en que llovieron 200 mm menos que lo En el mismo libro de texto se muestra también como
promedio, tal significaría una precipitación de 800 mm manejar menos de seis factores. Próximamente también
en A y de 500 mm en B. Esta diferencia de el autor de este artículo publicara en agrociencia, el
precipitación se asociaría con una menor variación instructivo para usar la matriz Plan Puebla I para 5,6
relativa en los rendimientos del maíz en la región A o 7 factores.
que en la B, ya que con 800 mm el maíz sigue
prosperando casi sin limitaciones por sequía, en
cambio, con menos de 700 mm el maíz sufre cada vez más
por sequía. Un estudio similar al realizado en el Plan
Puebla habría mostrado una mayor falla relativa en la
selección a priori de la estrategia “razonablemente”
aproximada, según se explicó en la primera parte de
este escrito.

La solución a este problema metodológico consiste en


el estudio en conjunto de los factores controlables de
la producción. Sin embargo, hay en la actualidad
límites evidentes al número de factores que pueden ser
estudiados de manera integral en experimentos
realizados con agricultores. Tal límites son sin
embargo superiores a 2 o 3, que son los números de
factores comúnmente involucrados en esta clase de
experimentación. Hay en la actualidad planes
experimentales que permiten el estudio conjunto de
cinco y seis factores, involucrándose menos de 100
parcelas por experimento. Un ejemplo de estos es el
Plan 8 A 7 DESCRITO POR Cochran y Cox (4). En este
plan experimental se involucra a 6 factores con 54
parcelas, las cuales se dividen en 3 bloques. La lista
de tratamientos correspondientes a un diseño central
compuesto con información uniforme. El tratamiento
central del diseño se repite 10 veces, en tanto que
los 44 tratamientos restantes se repiten una sola vez.
BIBLIOGRAFÍA.

1. Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y


Trigo. 1969. El proyecto Puebla 1967 – 1969:
Avances de un Programa para Aumentar
Rendimientos de Maíz entre Pequeños Productores.
El Batán, México.

2. Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y


Trigo. 1974. El Plan Puebla: Siete Años de
Experiencia: 1967 – 1973. El Batán, México.

3. Personal de Investigación del Plan Puebla. 1974.


La Tecnología del Plan Puebla. Material en
mimeógrafo. Rama de Suelos, Colegio de
Postgraduados de la Escuela Nacional de
Agricultura, Chapingo, México.

4. Cochran W. G. and G. M. Cox. 1964. Experimental


Designs. Second Edition John Wiley and Sons,
Enc. New York, Pag. 375.

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