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El objeto de la psicología – Kogan

Entre los problemas iniciales que plantea la psicología, uno de los más difíciles de resolver de manera precisa es el de la
determinación y delimitación clara de su objeto de estudio.

Su objeto ha ido variando desde que, a mediados del siglo XIX, se constituyó como una disciplina independiente,
transformándose desde “ciencia del alma” a “ciencia de la conducta o comportamiento” como se la considera
actualmente. Pero el concepto de conducta ha sido diversamente interpretado, aunque siempre constituye una visión
dinámica y totalista de los fenómenos psíquicos.

La conducta puede ser cualquiera de sus interpretaciones siempre que tales fenómenos se enfoquen en “reacciones de
organismos completos ante las diferentes condiciones del medio que los rodea” según Maurice Reuchlin. Pese a la
diversidad que existe entre las escuelas psicológicas actuales, hay que reconocer la influencia de cada una de ellas.

Por ejemplo, en los progresos de la psicopatología y la antropología. Estos revelan que cabe incluir como fenómenos de
conducta a los funcionamientos biológicos, a algunos que se califican como propiamente psicológicos, y a otros de
índole social. Son procesos de nivel diferente, cada uno de ellos caracterizados por leyes específicas y coordinados de tal
manera que los más simples (inferiores) son requisitos indispensables de los más complejos (superiores) sin que esto los
autorice a reducirlos. No habría vida en el universo sin los procesos físico-químicos que se dan también en el nivel
inorgánico, ni fenómenos psicológicos sin procesos vitales, etc. Pero el nivel psicológico sólo aparece cuando nos
hallamos ante una conducta: Una reacción global de un organismo vinculada por las circunstancias en que se halla.

Respirar, por ejemplo, es un acto biológico, pero las alteraciones de la respiración que suceden en una situación
sorpresiva o amenazante forman parte de una actitud total que ya es psicológica.

En la vida concreta de los seres humanos solo se verifican esas reacciones complejas, puesto que siempre nos hallamos
“en situación”. El nivel psicológico es el nivel de existencia del hombre.

La escuela conductista, que influyo fuertemente en la ampliación del concepto de fenómeno psíquico sostiene que la
conducta es el conjunto de reacciones objetivamente observables, sean motoras o fisiológicas. Vemos que ni siquiera se
tiene la seguridad de que existan los procesos subjetivos, puesto que solo su protagonista puede aprehenderlos.

La escuela conductista se abocó al estudio de actividades, y actividades sometidas al influjo del medio, tal como se dan
en el curso de la vida (sin atender a las funciones psíquicas aisladas).

Constituyó el primer enfrentamiento contra la posición imperante en la primera década del siglo XX, donde primaba el
subjetivismo de Wundt, para el que solo los estados de conciencia de los que el sujeto puede dar testimonio por
introspección, constituían el objeto de estudio de la psicología, o James que definía a esta ciencia como descripción y
explicación de los estados de conciencia como tales. Pero todo esto también tenía su grado de verdad, ya que un
fenómeno solo pertenece al ámbito de lo psicológico si es susceptible de tornarse alguna vez vivencial y consciente,
aunque no siempre lo sea. El conductismo, en cambio, reparo en que la vida psíquica es también vida corporal.

En cuanto al psicoanálisis su aporte reside en que al poner de relieve la íntima correlación que liga los fenómenos
anímicos y los corporales, señaló que es una correlación establecida a través de una actividad inconsciente de carácter
fuertemente afectivo, e hizo hincapié en el influjo de las experiencias interhumanas en el desarrollo de la personalidad.

Las “relaciones objetales” o “relaciones de objeto” son las vinculaciones con otra/s persona/s invariablemente
implicada/s en cada curso de la conducta, y que desde el comienzo de la vida van modelando los modos característicos
de reaccionar de cada individualidad.

La psicobiología de Meyer adoptó un enfoque completo, entero. El vocablo que uso para significar comportamiento,
“ergasia”, incluye tanto funcionamientos explícitos (observables) como implícitos (funcionamiento mental).

En síntesis, por conducta se entiende hoy a la totalidad de las manifestaciones del organismo humano en tanto cual.
Una observación sistemática y metódica del comportamiento humano, correspondiente a un estudio científico, debe
incluir todo en cuanto una persona es capaz de experimentar corporal y anímicamente, atendiendo al hecho de que las
actividades responden a causas, es decir, que son motivadas y que se adaptan o responden a una determinada
configuración de circunstancias vividas según la situación, sin olvidar que conducirse no es solo una adaptación pasiva a
tales circunstancias, sino también un modo de expresar y realizar las tendencias de la personalidad.

Si la psicología es precisamente la ciencia de la personalidad, no solo investiga la conducta, sino también los influjos de
esa variable interviniente que constituyen los rasgos idiosincráticos de cada persona. Los tipos de variables que
participan en el comportamiento son:

 Variable independiente (del medio)


 Variable dependiente ( la conducta)
 Variable interviniente (el sujeto)

La psiquiatría existencial es la que ha asumido este enfoque, para la cual el estudio científico del hombre debe encararse
en cuanto persona, en cuanto a ser cuyos modos de comportarse siguen una línea unitaria, el denominado “proyecto
existencial” que constituye la manera privativa de cada uno de “ser en el mundo”. En las teorías elaboradas por esta
escuela, influyo de modo decisivo la doctrina filosófica de Heidegger. Jaspers en “Psicopatología general” expone una
posición psiquiátrica conjugada con esa posición filosófica. Todo esto dio por resultado el método fenomenológico,
creado por Husserl, es decir, el atenerse a la aprehensión directa de los fenómenos, sin ningún supuesto previo, y la
fenomenología llevo a la conclusión de que la vida anímica y el comportamiento todo, se orientan en cada persona
según una forma propia de vida, en la que el hombre se revela como un ser libre en la elección de sus valores.

Como se atiende a la observación y explicación de la conducta efectiva y concreta, ligada a lo fisiológico, cabría
considerarla como una biología superior, pero estas manifestaciones dependen también de una libre elección vinculada
con valores.

Aunque la problemática de la psicología roce con la filosofía y sea estudiada, también, por otras ciencias, es una
disciplina bien definida con objetivos y métodos definidos, y es por eso que constituye una de las ciencias del hombre,
porque se ocupa de la conducta del hombre en tanto que organismo singular, dotado de características individuales, y
tomando en cuenta sus reacciones totales a las situaciones en que se halla (de ahí el tener que integrarse con ciencias
como la filosofía y la biología).

Conductas moleculares y molares


La psicología ya no se entiende como una ciencia mentalista, porque junto con los estados de conciencia considera
igualmente como fenómenos psicológicos a las acciones en el mundo externo y a procesos somáticos. No es tampoco
elementalista o asociacionista, porque no entiende a los hechos psicológicos como un mosaico de elementos
psicológicos, sino como estructuras originariamente unitarias en las que el todo es más que la mera suma de los
miembros integrantes y que dependen de la personalidad individual. No los rigen leyes mecánicas, porque están
dotados de sentido. Debe buscarse la significación de cada conducta particular en las necesidades que experimenta y en
la situación que atraviesa el ser en quien se da, en su carácter de estructura unitaria. El término que expresa esta
concepción del psiquismo es el de conducta molar: Tipo de actividad o manifestación humana, siempre que se tome en
cuenta el sentido que reviste para un individuo o varios, y el hecho que constituye una totalidad compleja a la que se
puede caracterizar en términos que corresponden a la experiencia vivida.

Es conducta molecular, en cambio, cualquiera de los aspectos parciales de esos mismos procesos, de índole biológica o
material. Se encara al comportamiento como reacción, sin tomar en cuenta la espontaneidad del organismo. En la
realidad actual solo encontramos conductas molares, la conducta es siempre molar.

Politzer decía que si la psicología concreta debía ocuparse del conjunto de los hechos humanos considerados en su
relación con el individuo humano, es decir, en tanto que constituyen la vida del hombre, esto implicaba abandonar el
punto de vista molecular.
La distinción entre conductas molares y moleculares nos lleva a los niveles de integración.

Niveles de integración
Distintos modos de concepción de los niveles de integración de la conducta:
1. Se postula un nivel único, el nivel humano, donde convergen todos los fenómenos que se dan en el organismo
del hombre, entre ellos los psicológicos
2. Se consideran sinónimos nivel humano y nivel psicológico, pues en ambos queda englobado todo cuanto
traduce sus modos peculiares de reaccionar a las diversas situaciones en que se encuentra
3. Se sostiene que el nivel humano incluye solo los comportamientos específicos, privativos del hombre, en tanto
que otros fenómenos (biológicos, físico-químicos, etc.) quedan excluidos de este nivel.

¿Cuáles son los caracteres distintivos de los niveles de integración?

Existen niveles superiores e inferiores:

1. Los estratos superiores poseen una organización más compleja, porque incluyen como basamento a los
estratos inferiores. Ej: Un hecho correspondiente al subnivel espiritual dentro del nivel humano.
2. Los estratos superiores poseen mayor autonomía y flexibilidad en la capacidad de respuesta. Una piedra
reacciona del mismo modo ante diferentes circunstancias, un ser vivo aprende, se modifica.
3. Los estratos superiores son menos resistentes, no pueden subsistir sin el funcionamiento de los inferiores.
Así, se puede llevar una vida sin espiritualidad en tanto que sigan funcionando los mecanismos biológicos y
psicológicos.

Con respecto a las relaciones mutuas entre los diferentes estratos, las inferiores constituyen un basamento
indispensable para la existencia de las superiores. Lo físico-químico es basamento de lo biológico, y este de lo
psicológico, con sus direcciones y sustratos propios: el social y el espiritual.

En cada estrato superior aparecen cualidades nuevas, para cuyo surgimiento el funcionamiento de los inferiores
no es condición suficiente. Ej: La respiración supone fenómenos físico-químicos, pero corresponde también a la
vitalidad.

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