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LA ESCUELA POR DENTRO

Escuela 605 “Barrancas del Uruguay”

Enseñar y aprender en el límite


En el patio de la Escuela 605 de Colonia da en el cultivo de citronella, mandioca,
Monteagudo, El Soberbio, provincia de La Escuela 605 “Barrancas del maíz, poroto o tabaco. Una economía fa-
Misiones, flamea la bandera celeste y blan- Uruguay” es una de las 517 es- miliar golondrina, en la que funciona el
ca. En la dirección, una pila de libros en canje y el “ayutorio” (vecinos que se brin-
cuelas de frontera de la Argentina
castellano muestra el sello del Ministerio dan ayuda recíproca en época de cose-
de Educación. Señales indelebles pero so- y está ubicada en la localidad de chas), y en la que la tecnología parece de
litarias, nos marcan que estamos de este Colonia Monteagudo, El Soberbio, otro mundo u otro tiempo.
lado del mapa. Que hasta acá llega el Sin pudor ni prudencia, la selva se mete
provincia de Misiones, en el lí-
Estado argentino aunque las voces de la ra- en la vida de esta comunidad de 105 alum-
dio, de la tele, de las conversaciones íntimas mite con Brasil. A la vera del río nas y alumnos y 18 docentes, que abar-
entre los chicos, parecen desmentirlo. Uruguay, la comunidad educati- can desde el nivel inicial hasta el primer
El límite político con Brasil, que tiene el año del secundario. En las aulas de chapa
va tiene 18 docentes y 105 alum-
ancho y el color del río Uruguay, dibuja se cuela la tierra colorada, el recreo es a
ahí abajo una cicatriz que separa la selva nos, hijas e hijos de los humil- orillas del río y la clase de Naturales se
virgen misionera, de los campos sembra- des trabajadores rurales de la imparte con los pájaros de la barranca. La
dos y parejos del país vecino. Así, parti- zona, que hablan portugués co- Escuela 605 “Barrancas del Uruguay” es
do y a la vez uno solo, se ve el mundo des- una de las 517 escuelas de frontera de la
de la Escuela 605. mo primera lengua. Argentina, y mira a un valle exuberante
La frontera marrón se desdibuja cuando frente a Brasil, a 700 metros de altura.
los treinta y pico de chicas y chicos que Más allá, un poco más abajo, se cons-
ese día de fines de julio fueron a la es- cuela nos hablan en un dialecto del por- truye el nuevo edificio de la escuela, del
tugués. Cuando comemos feijão y arroz y plan Más Escuelas del Ministerio de
mandioca. Cuando las maestras cuentan Educación de Nación. El futuro pone ahí
que hacen cursos de capacitación para su mirada: la corriente del río pudo con
comprender el idioma de sus alumnos. En tres edificios; uno en 1925, el segundo en
Monteagudo, a 283 kilómetros de Posadas, 1948. El último, recientemente, con la ero-
se usa más el real que el peso, se escu- sión del suelo casi había quedado en el ai-
cha samba y lambada, no llegan canales re. Hasta que se termine el nuevo las cla-
de TV argentinos y las compras se hacen ses se dan en un galpón de chapa, aunque
del otro lado. Brasil está en la margen cada vez que el tiempo lo permite, la es-
opuesta del río, adonde acceden con cano- cuela funciona a la intemperie.
as de madera, los “caícos”. Tan cerca que los
adolescentes cruzan a remo para ir a bailar. Identidad y pobreza
La belleza del entorno avasalla y con-
funde, pero no disfraza la pobreza. Las cin- Los chicos, provenientes de familias que
cuenta familias de Colonia Monteagudo, tienen hasta nueve hijos, llegan a la es-
la mayoría brasileñas o descendientes de cuela a las ocho de la mañana y se quedan
brasileños de Rio Grande do Sul, practi- hasta las cuatro de la tarde. Allí compar-
can una economía de supervivencia basa- ten la clase en plurigrados de unos veinte

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alumnos, desayunan y almuerzan, y culti- metros. Homónimo del arroyo que lo atra- del portugués al castellano y del castella-
van una huerta con las mismas verduras viesa, es todavía considerado la capital na- no al portugués, varias veces por día. Mirta
que sus madres y padres tienen en pe- cional de la esencia. Con 20.000 habitan- cuenta una anécdota que ilustra este bi-
queñas chacras. La mayoría camina va- tes, la mayoría de los pobladores de El lingüismo permanente: “Hace 14 años tra-
rios kilómetros, algunos llegan a caballo, a Soberbio viven en zonas rurales donde pro- bajaba en primer grado con la palabra ge-
través de “trillos” -senderos, en portuñol- ducen básicamente madera y tabaco. neradora. Trabajé con la palabra “oso”,
calzados con las zapatillas que la escuela “Acá el castellano es el segundo idioma”, cuando les pedí un dibujo, un nene dibujó
recibe de donaciones. El Ejército, APPAER dispara Mirta Wesner, de origen alemán y un cementerio. Porque pensó que “oso”
(Asociación de Padrinos de Escuelas esposa de un brasileño, directora de la es- refería a hueso (“oso” en portugués). Ahí
Rurales) o empresas como Arcor, acercan cuela. Y reconoce que a ella, los alumnos comprendí que de eso se trata: ir con ellos
además ropa, golosinas o leche. le enseñaron el portugués. Aunque parez- al portugués y volver al español”.
Acá también los docentes se ocupan de ca increíble, sus propios hijos -también “El año pasado hubo maestras que se
enseñar carpintería, cría de animales o co- alumnos- hablan entre ellos un portugués fueron por no comprender a los niños -re-
mercialización de citronella y cedrón, con argentinado, con acento misionero, que lata Mirta-, pero cada vez más el bilin-
las que se hacen las esencias que dan un sorprendentemente cuenta en su vocabu- güismo está instalado e incluso fomenta-
aroma típico, cítrico y dulce, a toda la zo- lario con las palabras “bovó” y “oma” pe- do, legitimado, porque forma parte de la
na de El Soberbio. Precisamente la pro- ro no “abuela”. cultura de estos niños. Sus familias vie-
ducción de esencias aromáticas fue la ma- Sin embargo, la escuela es el único lu- nen para producir la tierra y subsistir ya
yor actividad industrial de este municipio gar donde chicas y chicos ven contenidos que en Brasil el campo está superpobla-
al que pertenecen los 500 residentes de en español y donde aprenderán el caste- do y no hay acceso a la tierra; en cam-
Colonia Monteagudo, distante a 20 kiló- llano oral y escrito; aunque vayan y vuelvan bio acá las tierras son fiscales. La mayoría

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son familias golondrinas, que cultivan y se meses no salieron del paraje. “Estamos lo- su vida: se queja solo de las necesidades
van, no reforestan, no hay rotación de cul- grando muchísimo porque el Estado aho- de sus alumnos. Cuenta que las familias
tivos. Gran parte de esa producción se ven- ra está más presente. Las mayores difi- no pasan hambre pero que no se alimen-
de en Brasil”, cuenta. cultades se notan en el área de Lengua, tan bien y que, en las últimas pruebas,
Le preocupa la identidad cultural, pero por la influencia de los medios de Brasil. muchos chicos tuvieron signos de desnu-
para ella lo más acuciante es el ausentis- Algo más grave es que el único contacto trición. Consumen porotos, soja, mandio-
mo y la deserción causados por la falta de del niño con los libros y la lectura en cas- ca, pero les falta leche. También ropa y
recursos: “En las chacras familiares tra- tellano es en la escuela, por eso la impor- calzado. Algunos caminan más de diez ki-
baja toda la familia. Por eso es raro tener tancia y la necesidad de los materiales de lómetros invernales en ojotas.
a todos los hermanos de una familia el lectura y los talleres de apoyo. Pero, por Los meninos o gurises son alegres y ca-
mismo día en la escuela. Hay uno o dos suerte, ahora Nación manda muchísimos riñosos, extrovertidos, hospitalarios, dife-
que siempre se quedan en la casa, a tra- libros. Cuando yo vine en 1991 tuve que rentes a los que conocemos de otras re-
bajar o a cuidar a los más chiquitos. Es traer mi libro de lectura, el que usé en la giones del país. Les gusta bailar folclore,
una realidad a la que tenemos que adap- primaria. Los niños no tenían útiles ni li- mostrar su escuela y mostrarse. Bailan pa-
tarnos. Pierden muchos días de clase y bros. Les compraba útiles con mi sueldo. ra nosotros. Posan divertidos y con natu-
nuestra tarea es ver de qué manera es me- Tenemos un programa de radio, que se ralidad cuando Luis, el fotógrafo, se lo pi-
nos perjudicial. Les damos tarea para que creó para reafirmar la lengua y la identidad. de, e inmediatamente genera con ellos un
hagan en la casa, o el docente se acerca a Son ocho horas por día de grabación, a vínculo espontáneo y cálido. Se nos cuel-
llevarles lo visto en clase”. cargo de grupos de chicos y de un maes- gan de los brazos, de la cintura, nos invi-
A pesar de las dificultades, se respira tro y de ex alumnos de la comunidad”. tan a su casa, nos muestran sus juegos.
una cuota de esperanza. Los docentes vi- Ojos verdes o castaño claros, algunos muy
ven en casitas de madera, prolijas y pin- rubios, piel mate o más morena, en ellos se
Piel mate y ojos verdes
tadas de colores, y dicen que están tan evidencia el crisol que nuestro país supo al-
encariñados con esa geografía que les Mirta es docente de esta escuela desde bergar.
cuesta dejar el lugar, incluso el fin de se- hace 18 años, y vive en la casa de al lado Mirta tiene claro el futuro que desea pa-
mana. Hay quienes durante más de tres con su marido y sus tres hijos. Le gusta ra ellos: “Que estudien, que sean profe-

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sionales, así sea que se queden en la cha- na asistencia de salud. Un Monteagudo po-
cra pero con otro nivel de conocimientos. tente y no un Monteagudo deprimido. Eso
Cuando yo vine en 1991 tuve que
No aspiro a que sean doctores o maestros, me gustaría para ellos”.
traer mi libro de lectura, el que usé
aunque algunos lo serán. Que vuelvan a Y agrega que la zona es buena para la
en la primaria. Los niños no tenían
trabajar la tierra pero con otra mentalidad, explotación turística, para la explotación
que sepan cómo hacerlo, qué les hace fal- de lo natural, y enumera: piedras, esen- útiles ni libros. Les compraba útiles
ta, porque en algunos años esa tierra va a cias, río, bosque, selva; la naturaleza no con mi sueldo.
dejar de producir por sí sola”, imagina. fue mezquina con Monteagudo, y Mirta se
“Hay que hacerle complementos, agre- permite soñar…
garle valor a lo producido, hoy ya se está básicamente, la gran necesidad de generar
trabajando la rotación de los cultivos, por- un idioma común para comunicarse, ya
Historia
que siempre era soja, soja, soja y se en- que el asentamiento que hoy es Colonia
contraron con que la soja no daba para No quedan archivos para consultar, ya Monteagudo se construyó desde varias
más, tuvieron que llamar a técnicos, em- que la escuela fue arrastrada dos veces partes del mundo y con idiomas diferen-
piezan a rotar, eso es lo que va a pasar por las fuertes aguas del agitado Río tes: portugueses, alemanes, italianos, bra-
con nuestros hijos, tienen que seguir es- Uruguay. Pero según lo que cuenta la gen- sileños, españoles. Los primeros docentes
tudiando para agregarles valor a sus pro- te con más antigüedad en la zona, la es- fueron dos hermanos, quienes a caballo,
ductos con conocimientos, con tecnolo- cuela se fundó en el 1900, por quienes sa- en 1925, se internaron en el monte que a
gía”. bían leer y escribir en castellano, que eran paso acelerado progresaba y llegó a ser el
También sabe cómo es la sociedad que quienes enseñaban a los hijos de los po- puerto oficial, “Puerto Monteagudo”.
imagina para ellos: “Una comunidad con bladores. El edificio fue construido con va- Cuando designaron a los hermanos
sus buenas casas, con medios de trans- ras cortadas del monte y techo de tabli- Caballero al frente de la escuela, el núme-
porte, acceso a la TV argentina, con bue- tas. Lo que motivó su creación fue, ro de niños y adolescentes llegaba a 52.

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La escuelita funcionaba en un turno inter- les damos inyecciones (de corajudas, no-
medio, ni a la mañana ni a la tarde, sino La escuelita funcionaba en un turno más), somos todoterreno”.
que habían convenido un horario que fa- intermedio, ni a la mañana ni a la En cuanto a las condiciones de trabajo, la
voreciera a todos, desde las nueve a las tarde, sino que habían convenido un directora piensa que hay una diferencia in-
dos de la tarde, ya que los “trillos” por los horario que favoreciera a todos, des- justa entre el maestro de campo y el de la
cuales accedían los niños debían ser tran- de las nueve a las dos de la tarde ciudad. “El de la ciudad hace carrera, pun-
sitados a pleno sol, a causa de los anima- taje; el maestro de campo no tiene esa po-
les peligrosos, el rocío y la niebla, algo tí- sibilidad. Cuando llega a anotarse a la ciu-
es difícil que un chico termine la prima-
pico hasta el día de hoy. La sala donde dad, ya no hay cupos. Y ya no está
ria, hay que insistirle, convencerlo al pa-
funcionaba el aula era solo una; cuando contemplada la diferencia de sueldo. Me
pá de que es importante… A la familia le
un grupo estaba en clase el otro jugaba, y parece que habría que jerarquizar la rura-
resulta más útil el chico trabajando, en-
así se organizaban de acuerdo con sus po- lidad, que hoy está muy afectada. En cuan-
tonces esa es nuestra conquista, trans-
sibilidades. Trabajaban en plurigrado, se- to a libros, van llegando muchos, y eso es
mitirle al papá que el chico aprende a ha-
parados en dos grupos. Lengua y muy bueno”.
cer sus propias cosas en carpintería, las
Matemática eran las prioridades en las cla- Arraigada en ese paisaje verde y madera,
nenas aprenden panadería, cocina, a co-
ses de estos maestros. Mirta valora la posibilidad que le dio la vi-
ser, computación. Con esos temas la gen-
da de diseñar esforzadamente un maña-
te valoriza a la escuela y nos permite que
El futuro na para sus alumnos y sus hijos.”Soy op-
los chicos tengan más años de escolari-
timista -dice-, tengo esperanza”. En la 605,
Mirta trata de ser realista: “Un porcentaje, dad. Llamamos a reuniones, concientiza-
esa frase se respira en el aire.
y quiero ser optimista, de un 40 por cien- mos, averiguamos qué le está pasando al
to o menos, empezará la secundaria, y chico. La maestra va a las casas cuando
Inés Tenewicki
después ya menos todavía… porque acá ya están enfermos o faltan mucho a clase, Fotos: Luis Tenewicki

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