Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
TRATADO DE ECLESIOLOGÍA
Para comenzar esta breve síntesis es oportuno traer a colación una breve reseña histórica
sobre el tratado de eclesiología para conocer los orígenes y comprender cuál es nuestra situación
actual. Por ello haremos una recorrida por la etapa de la Patrística para finalizar en la recepción
del Concilio Vaticano II.
Breve reseña histórica: “La Iglesia existía antes de que hubiese eclesiología”
Hay que decir en primer lugar que un tratado de Eclesiología no existió sino tardíamente
en el pensamiento cristiano
Espíritu y eucaristía.
La maternidad de la Iglesia entera por la fe, el amor, la oración, la penitencia, el
testimonio.
Amor y paz. La concordia entre las Iglesias locales.
La colegialidad del episcopado
El Papa como custodio de la caridad de la Iglesia universal.
Hay también importantes principios eclesiológicos: apostolicidad y sucesión apostólica
(Ireneo); episcopado (Cipriano); catolicidad, validez de los actos sacramentales
independientemente de la santidad personal del ministro (Agustín), etc. Además, desde
los siglos III-V, los papas reivindican su papel de cabeza en el cuerpo de la Iglesia y sus
prerrogativas en el campo del magisterio y de la jurisdicción (cf. León Magno).
-Eclesiología en la Edad Media: en primer lugar tenemos que destacar la obra de Santo Tomás
de Aquino, que siendo fiel al espíritu patrístico, aborda la cuestión eclesiológica dentro del
misterio de Cristo.
-Modernidad – Renovación teológica: Después de las grandes crisis del siglo XVIII y de la
revolución francesa, al lado de una corriente de restauración, orientada hacia la autoridad, que
desemboca en el concilio Vaticano I, se desarrolla en el siglo XIX una corriente de renovación
de la eclesiología por el retorno a las fuentes patrísticas y medievales. Es importante destacar la
encíclica Mystici corporis, de Pío XII que vio en la Iglesia, la cual tiene a Cristo por cabeza, su
autor y Señor, su columna angular. Una realidad social, visible y orgánica, cuyo principio
último de acción es el Espíritu Santo.
1
Seminario Arquidiocesano “Ntra. Sra. del Rosario” Franco Alcaraz
Teología Sistemática III: Eclesiología Ciclo de Teología
Prof.: Pbro. Lic. Marcelo De Benedectis
Nos encontramos en la antesala del Concilio Vaticano II que vino a ser el culmen de la
gran renovación teológica. Pese a la renovación impulsada por Pio XII en su encíclica, la
concepción predominante antes del Vaticano II era la de la societas perfecta1: la Iglesia, como el
Estado, es una sociedad perfecta en el sentido de que contiene en sí todo lo necesario para
alcanzar su fin. El gran mérito del Concilio Vaticano II, a través de la constitución Lumen
Gentium es haber abordado la reflexión en torno a la Iglesia partiendo de la noción de
misterio. La Iglesia es misterio. Luego, en un segundo momento, reflexiona sobre la realidad
visible de la misma.
Concilio Vaticano II
En la eclesiología del Concilio Vaticano II, vemos claras opciones metodológicas para
abordar este tratado. Como se dijo anteriormente la elección fundamental del Concilio a la hora
de abordar la reflexión de la Iglesia es la categoría: misterio. Cabe destacar que la constitución
dogmática sobre la Iglesia, Lumen Gentium, es la “columna vertebral” de todos los documentos
de dicho Concilio. Esta constitución expone la comprensión que tiene la Iglesia de sí misma ad
intra (el ser de la Iglesia) y ad extra (relación con el mundo y misión).
1
Traducción: Sociedad perfecta
2
Seminario Arquidiocesano “Ntra. Sra. del Rosario” Franco Alcaraz
Teología Sistemática III: Eclesiología Ciclo de Teología
Prof.: Pbro. Lic. Marcelo De Benedectis
Un gran cuestionamiento que surge ¿Cómo se complementan teoría y praxis?. Algunos teólogos
de la liberación colocan el punto de partida (el primado) en la praxis. Otros teólogos por el
contrario colocan el punto de partida en el Logos.
Pablo VI
En el Credo del Pueblo de Dios podemos ver expresado aquí una primera recepción de la
eclesiología conciliar y un deseo de reafirmar la fe
“Creemos en la Iglesia una, santa, católica y apostólica, edificada por Jesucristo sobre la
piedra, que es Pedro. Ella es el Cuerpo místico de Cristo, sociedad visible, equipada de
órganos jerárquicos, y, a la vez, comunidad espiritual; Iglesia terrestre, Pueblo de Dios
peregrinante aquí en la tierra e Iglesia enriquecida por bienes celestes, germen y comienzo del
reino de Dios, por el que la obra y los sufrimientos de la redención se continúan a través de la
historia humana, y que con todas las fuerzas anhela la consumación perfecta, que ha de ser
conseguida después del fin de los tiempos en la gloria celeste”
3
Seminario Arquidiocesano “Ntra. Sra. del Rosario” Franco Alcaraz
Teología Sistemática III: Eclesiología Ciclo de Teología
Prof.: Pbro. Lic. Marcelo De Benedectis
A pesar de la declaración de FE del Papa Pablo VI (hoy San Pablo VI) hubo errores en la
recepción conciliar en sus contenidos doctrinales y, en consecuencia, en su aplicación. Sobre
este tema se volverá más adelante con los Pontífices que sucedieron al Papa Pablo VI. A
continuación se examinará la “DECLARACION SOBRE LA DOCTRINA CATÓLICA
ACERCA DE LA IGLESIA PARA DEFENDERLA DE ALGUNOS ERRORES
ACTUALES” de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe. A continuación se verán
algunos aspectos sobre los cuales la Declaración busca iluminar:
La única Iglesia de Cristo: la Iglesia que fundó Cristo es una y la dejó al cuidado de
Pedro y los Apóstoles de los cuales los Obispos son sucesores. Y esta Iglesia que fundó
Cristo subsiste en la Iglesia Católica y ella goza de la plenitud de los medios de
salvación. Sin embargo ello no quita que en otras comunidades eclesiales, aunque de
manera no plena e imperfecta, se hallen elementos de verdad y santidad. Por lo tanto
los fieles católicos al tiempo que deben profesar que pertenecen a la Iglesia fundada por
Cristo deben reconocer y apreciar estos elementos presentes en otros cristianos.
4
Seminario Arquidiocesano “Ntra. Sra. del Rosario” Franco Alcaraz
Teología Sistemática III: Eclesiología Ciclo de Teología
Prof.: Pbro. Lic. Marcelo De Benedectis
Juan Pablo II
Con respecto a Juan Pablo II, cabe destacar el Sínodo de Obispos del 7 de diciembre de
1985 cuyo nombre es “La Iglesia, a la luz de la Palabra de Dios, celebra los misterios de
Cristo para la salvación del mundo” y que tuvo como tema central, a 20 años del Concilio
Vaticano II, su celebración, verificación y su aplicación. En efecto, durante el período de 20
años se constataron varias dificultades en torno a la aplicación de las constituciones, decretos y
declaraciones. Entre algunas de las causas de las dificultades, hay que notar la lectura parcial y
selectiva del Concilio y la interpretación, superficial de su doctrina en uno u otro sentido. Por lo
tanto para su correcta recepción de nos recomienda:
Por ello hay que prestar atención de manera especial a las cuatro Constituciones mayores
del Concilio2 que son la clave de interpretación de los Decretos y Declaraciones. Por último:
1. El misterio de la Iglesia
2. Las fuentes de la que vive la Iglesia
3. La Iglesia como comunión
2
Lumen Gentium, Sacrosanctum Concilium, Dei Verbum, Gaudium et Spes
5
Seminario Arquidiocesano “Ntra. Sra. del Rosario” Franco Alcaraz
Teología Sistemática III: Eclesiología Ciclo de Teología
Prof.: Pbro. Lic. Marcelo De Benedectis
6
Seminario Arquidiocesano “Ntra. Sra. del Rosario” Franco Alcaraz
Teología Sistemática III: Eclesiología Ciclo de Teología
Prof.: Pbro. Lic. Marcelo De Benedectis
Un aspecto importante en la reflexión magisterial del Papa Juan Pablo II es la identidad del
presbítero y su formación para su ministerio en el contexto histórico actual. Partiendo de la
realidad de la Iglesia como misterio, el Papa afirma que es esta realidad eclesial donde el
presbítero encuentra su identidad. Porque, por la consagración que recibe con el sacramento del
Orden, es enviado por el Padre, por medio de Jesucristo, con el cual, como Cabeza y Pastor de
su pueblo, se configura de un modo especial para vivir y actuar con la fuerza del Espíritu Santo
al servicio de la Iglesia y por la salvación del mundo. Es de esa manera cómo se comprende la
naturaleza y misión del sacerdote. Hay en la identidad del presbítero un aspecto esencialmente
relacional.
Benedicto XVI
Según el Papa Benedicto XVI, en la época en que se llevó a cabo el Concilio Vaticano II,
había que responder a tres grandes interrogantes:
1. Relación fe – ciencias modernas: no sólo la relación con las llamadas ciencias duras y
naturales sino también con las ciencias de la historia. En efecto, había entrado en el
movimiento bíblico la pretensión de querer interpretar las Sagradas Escrituras
únicamente con el método histórico-crítico. La cual en muchos aspectos que se oponía a
la interpretación que la fe de la Iglesia había elaborado.
2. Relación Iglesia - Estado moderno: éste concedía espacio a ciudadanos de varias
religiones e ideologías, comportándose con estas religiones de modo imparcial y
asumiendo simplemente la responsabilidad de una convivencia ordenada y tolerante
entre los ciudadanos y de su libertad de practicar su religión.
3. Relación fe cristiana-religiones del mundo: aquí aparece la cuestión de la tolerancia
religiosa. En particular, ante los recientes crímenes del régimen nacionalsocialista y, en
7
Seminario Arquidiocesano “Ntra. Sra. del Rosario” Franco Alcaraz
Teología Sistemática III: Eclesiología Ciclo de Teología
Prof.: Pbro. Lic. Marcelo De Benedectis
general, con una mirada retrospectiva sobre una larga historia difícil, resultaba
necesario valorar y definir de modo nuevo la relación entre la Iglesia y la fe de Israel.
Nos explica el Papa que en todos esas problemáticas podría emerger una cierta forma de
discontinuidad y que, en cierto sentido, de hecho se había manifestado una discontinuidad, en la
cual, sin embargo, hechas las debidas distinciones entre las situaciones históricas concretas y
sus exigencias, resultaba que no se había abandonado la continuidad en los principios. Los
cuales según la intención del Concilio, permanecen inmutables no así en la manera de
expresarlos. En este conjunto de continuidad y discontinuidad en diferentes niveles consiste
la naturaleza de la verdadera reforma.
Por lo tanto, para el Papa la Iglesia tiene que entrar en diálogo con los desafíos actuales con
apertura mental pero con gran capacidad de discernimiento tal como lo hizo el cristianismo en el
primer siglo cuando tuvo que enfrentarse al pensamiento helénico y la posterior definición
dogmática o cuando el pensamiento aristotélico entró en contacto con la cristiandad medieval.
Esta Iglesia es para el Papa Benedicto esa comunidad de vida con Él y de uno para con
el otro, que está fundada en el Bautismo y se profundiza cada vez más en la Eucaristía. "Yo soy
la verdadera vid", significa en realidad propiamente: "Yo soy ustedes y ustedes son yo"; una
identificación inaudita del Señor con nosotros, su Iglesia. Tomando la alegoría de la vid y los
sarmientos del evangelio según San Juan el Santo Padre nos dirá que permanecer en Cristo
significa, como ya hemos visto, permanecer también en la Iglesia. Toda la comunidad de los
creyentes está firmemente unida en Cristo, la vid. En Cristo, todos nosotros estamos unidos. En
esta comunidad, Él nos sostiene y, al mismo tiempo, todos los miembros se sostienen
recíprocamente. Ellos resisten juntos a las tempestades y se protegen mutuamente. Nosotros no
creemos solos, sino que creemos con toda la Iglesia. La Iglesia como mensajera de la Palabra de
Dios y dispensadora de los sacramentos nos une a Cristo, la verdadera vid.
8
Seminario Arquidiocesano “Ntra. Sra. del Rosario” Franco Alcaraz
Teología Sistemática III: Eclesiología Ciclo de Teología
Prof.: Pbro. Lic. Marcelo De Benedectis