Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Las conductas sociales son un medio de obtener un fin; tienen poco que ver con una
persona específica con la cual interactúan. La experiencia compartida por otro lado tiene
su punto de enfoque el placer derivado de los encuentros sociales como único fin en sí
mismo. A primera vista, las diferencias aparecen simples, no obstante en una inspección
más minuciosa, distinguir entre estas dos formas de interacción no es tan fácil. Las
interacciones instrumentales y experiencia compartida son similares en 5 maneras:
1
Una actividad idéntica puede ser utilizada tanto para propósitos instrumentales como de
experiencia compartida. Señalar puede ser un intento de pedir un objeto deseado, o una
forma de compartir una observación interesante. El contacto visual puede ser el
resultado de un entrenamiento en un contacto social apropiado o ser un aprendizaje
necesario sólo para obtener una recompensa; o también, puede ser un indicador de que
el niño está interesado en las reacciones emocionales de la otra persona. Los niños
típicos siempre se involucran en la misma actividad de la experiencia compartida y de
propósitos instrumentales simultáneamente. Por ejemplo, dos chicos pueden jugar a la
pelota para mejorar sus habilidades (propósitos instrumentales) mientras al mismo
tiempo disfruten la compañía entre sí (experiencia compartida). Sin embargo, no se
puede distinguir los dos tipos de interacción por las reacciones emocionales de los
participantes, o de los que ve como un “juego” mientras otro no lo es. Un niño autista
que busca consuelo en los brazos de su mamá está operando con un propósito
instrumental. Similarmente, los niños pueden sonreír mientras juegan y todavía pueden
aun estar operando primariamente en una forma instrumental. Cuando los participantes
ven a su compañero solamente como un medio para obtener un fin deseado, aun
cuando haya emoción, contacto visual y otros comportamientos sociales, la interacción
es instrumental. Aun actividades como subirse a un columpio, o juego de monopolio
puede ser instrumental, si el participante solo se participa con un compañero para
obtener la emoción y el goce, de la actividad por si misma.
2
verdadera conducta de experiencia compartida? A través de una observación cuidadosa
de mis propios pacientes, pude notar 5 características diferentes:
3
5. La necesidad de una comunicación emocional:
La gente podría tener reacciones emocionales mientras esté involucrada en ellas, o
como un resultado de las interacciones instrumentales, pero la comunicación emocional
no es necesaria para tener éxito. Los participantes pueden ignorar ampliamente la
reacción emocional del otro, y aun así obtener los objetivos deseados. En contraste, la
experiencia compartida depende altamente de la comunicación emocional. Los
participantes utilizan la reacción emocional de sus compañeros como un “punto de
referencia” para evaluar el grado en que su experiencia está siendo compartida por sus
compañeros y para determinar las acciones que deben de tomar después.
Un ejemplo: Neil, un chico con síndrome de Asperger, que quería aprender a decir
chistes, sirve para ilustrar estas diferencias. A él le encanta jugar juegos de mesa como
“Turista” o “Riesgo”, cuando entraba a mi consultorio para su sesión de grupo, lo primero
que hace es contacto visual justo como había aprendido, me saludaba apropiadamente
así como a su compañero Alberto, y luego educadamente, pedía que jugáramos algo
que ya él había seleccionado. Hasta el momento, nada en sus acciones daba una pista
para saber si se trataba de una acción instrumental o de Experiencia Compartida. No
obstante, la diferencia rápidamente salió a la superficie, fue claro que el juego que él
había elegido, y la forma en que debíamos jugarlo era más importante para Neil que
compartir la experiencia, o aun que la identidad de la persona con la que jugara. Pero, si
Alberto aceptaba jugar lo que Neil quería, los ojos de Neil se iluminaban y mostraba
emoción por primera vez. Mientras Alberto siguiera las interpretaciones rígidas de las
reglas impuestas por Neil, éste sonreía y disfrutaba jugar el juego. Pero si las acciones
de Alberto variaban en cualquier forma de la interpretación de las reglas que Neil tenía,
entonces rápidamente lo regañaba y le pedía que jugara “correctamente.” Si Alberto
cometía el “pecado” de decidir que no quería jugar ese día lo que Neil proponía,
entonces de inmediato Neil hubiera actuado como si no existiese y rápidamente me
pediría a mí que jugara con él. Si Alberto dejaba de venir una semana, Neil preguntaba
por él, pero luego pasaba rápidamente a los “negocios” de ver qué íbamos a jugar y lo
que él quería elegir. En ningún momento Neil ponía atención a las reacciones
emocionales de sus compañeros, ni mostraba la más mínima curiosidad sobre lo que
nosotros queríamos hacer, o lo que estábamos pensando, ni si estábamos disfrutando el
juego con él –él sólo quería jugar y que siguiéramos sus reglas.
4
DIFERENCIAS ENTRE INTERACCIONES DE EXPERIENCIA COMPARTIDA E
INSTRUMENTAL
ATRIBUTO TIPO DE INTERACCIÓN
INTRUMENTAL EXPERIENCIA
COMPARTIDA
ESPECIFICIDAD Y Expectación sobre un La emoción sobre
PREDICTIBILIDAD DEL producto; y predecible. resultados no planeados es
PRODUCTO FINAL Falla para alcanzar el fin una razón suficientemente
deseado lo que lleva a fuerte para realizar la
desilusión y/o enojo. interacción. Interactuamos
por la novedad de la
experiencia.
ROLL DEL COMPAÑERO La interacción es conducida La interacción es conducida
DE INTERACCIÓN para obtener algo deseado para crear una única
o necesitan de otra experiencia de compartir
persona. Se puede obtener con un compañero que no
sin la interacción, así se se puede duplicar a través
hará sin remordimientos. de actos individuales.
INTERCAMBIABILIDAD A pesar de una historia La historia previa con los
DEL COMPAÑERO compartida, los compañeros hacen la
compañeros son interacción futura más
intercambiables siempre y interesante. Los
cuando posean los compañeros son altamente
conocimientos y las valorados por la misma
habilidades requeridas historia del compartir
experiencias emocionales
SEGURIDAD EN Completamente basado en Solo se basa parcialmente
GUIONES PREDECIBLES, roles rígidos, reglas y en reglas y acciones
REGLAS Y ENTREVISTAS acciones. La expectativa de establecidas. Mucho más
tener secuencias y entregado en las acciones
acciones predecibles con del compañero para
los compañeros. mantener un entendimiento
y coordinación mutua.
COMUNICACIÓN SOCIAL No deseo o necesidad de Necesidad de constante
CON EL COMPAÑERO observar o experienciar observación, evaluación de
alguna emoción o conexión. experiencias para expandir
el vínculo emocional con el
compañero.
5
Los 6 niveles de la experiencia compartida
A pesar de las investigaciones que se han hecho de la experiencia compartida, no hay
una descripción sistemática de cómo realmente se desarrolla y existe. En las
investigaciones encontradas aparecen las diferencias agrupadas en seis niveles. Este
modelo llegó a hacer la base de nuestro método RDI. Cada nivel representa una nueva
clase de experiencia que compartimos. Dentro de cada nivel hay 4 fases, representando
los diferentes puntos cruciales de compartir que se realiza en cada intervalo. Mientras
que este modelo es claramente una simplificación de millones de situaciones que
experimentamos, nos provee con un marco de referencia muy útil para apreciar las
bases que nada nivel aporta para la comprensión del desarrollo. La siguiente tabla es la
síntesis de los seis niveles y fases de la Experiencia compartida con la edad aproximada
en que niños típicos empiezan a trabajar en cada nivel.
NIVELES DE
DESARROLLO
NIVELES Y ETAPAS DE LA EXPERIENCIA COMPARTIDA
RELACIONAL
(Relación de P.G)
Nivel 1: Sintonización (Nacimiento) NOVATO
Sintonización emocional: El centro de atención de los niños, es compartir
emociones cara a cara con los adultos. “Cuando nuestras caras se
encuentran, nos sentimos como la misma persona”.
Referencia Social: Se observan las reacciones faciales para aprobación,
seguridad y protección. “Las caras de mamá y papá me ayudan a saber cómo
sentirme con las cosas”.
Compartiendo La emoción: La emoción se obtiene de que los padres le
presenten estimulaciones nuevas. “Observar las cosas nuevas que hace la
gente es el mejor espectáculo en el mundo”.
Juegos Simples: Entender y disfrutar la estructura de actividades sociales
simples. “Entiendo el juego y me emociono, incluso antes de que pase lo
mejor”.
Nivel 2: Aprendiendo a bailar (seis meses) APRENDIZ
Marcos de referencia: Disfruta aprendiendo las reglas, roles y estructura de
actividades de experiencias compartidas. “Estoy aprendiendo a entender los
bailes clásicos”.
Las variaciones añaden la sal y la pimienta: La introducción que hacen los
adultos de variedad se convierte la cúspide de las actividades sociales.
“Cuando mis padres introducen nuevos pasos a la danza, lo hace más
interesante”.
Lecciones de bailes: Participando como compañero en acciones
sincronizadas. “Primero haz tu paso y luego hago el mío”.
Moviéndose juntos: Cuidadosamente observando y regulando acciones para
mantenerse coordinado con un compañero. “Guiamos y seguimos al mismo
tiempo”
Nivel 3: Improvisando y Co-creando (Doce meses) RETADOR
Co-variaciones constantes: Disfrutando la introducción compartida de
novedad mientras se mantiene en acciones fluidas y coordinadas. “La
diversión está en los nuevos pasos que añadimos al baile”.
Transiciones fluidas: Disfrutando y participando como compañero en
actividades encadenadas en una secuencia fluida. “Vamos de un baile a otro
sin pausa”.
Improvisación: Disfrutando actividades donde los compañeros colaboran para
modificar continuamente las reglas y los roles, mientras se mantiene la
coordinación juntos. “Podemos bailar juntos sin saber el baile. “Tan solo
6
mezclamos los pasos de los otros bailes.”
Co-creación: Desarrollando nuevas actividades, cada compañero contribuye a
las reglas y los temas de manera igual. “Algo nuevo salió de nuestra
improvisación”
Nivel 4: Compartiendo Mundos Externos (Dieciocho meses)
Compartir las percepciones: Disfrutar compartir las emociones visuales y VIAJERO
verbales, seguidas de la percepción conjunta de estímulos externos. “¡Ve lo
que yo veo!”.
Toma de perspectiva: Activamente buscar comparar y contrastar
percepciones. “Podemos ver diferentes cosas. “No puedes ver lo que veo
mientras no vengas aquí”.
Reacciones únicas: Compartir reacciones únicas llega a ser la atracción
principal en una experiencia de atención conjunta. “Eso se ve grande para mí
¿se ve grande para ti?”.
Añadir Imaginación: Compartir adicionalmente elementos imaginarios para la
elaboración de eventos de percepción llega a ser la cúspide de la experiencia
de atención conjunta. “Esa nube se ve como un castillo para mí ¿qué es lo
que te parece a ti?
Nivel 5: Compartiendo Mundos Internos (Treinta Meses) EXPLORADOR
Compartiendo Ideas: El placer se obtiene a través de la integración de ideas
entre compañeros sociales. “Nosotros podemos hacer cosas juntos usando
solo nuestras mentes”.
Disfrutando Diferencias: El entusiasmo aumenta por las diferentes ideas y
temas introducidos al juego por la interacción y la conversación de los
compañeros. “Es muy grato saber que hay más de una forma de pensar sobre
ello”.
Mundos internos y externos: Ver las reacciones internas tan diferentes y más
importantes que las reacciones externas. “Tu puedes decir una cosa y sentir
otra”.
La Primacía de Mentes: Reconocer qué pensamientos, sentimientos e ideas
son elementos críticos de la experiencia de compartir. “Lo que es importante,
es lo que traes adentro”
Nivel 6: Comprometiéndose con Otros (Cuarenta y ocho meses) COMPAÑEROS
Sí mismo únicos: Relacionándose con otras personas con el propósito de
definir mejor el sentido único del Self. “Algunas partes de mí son parecidas a ti
y otras son diferentes”.
Perteneciendo a Grupos: Miembros de una variedad de grupos son una parte
esencial de la identidad. “Parte de lo que soy viene de los grupos a los que
pertenezco”.
Amigos y compañeros: Apreciando compañerismos es la mejor forma de
compartir intereses, actividades e historia. “¿qué necesito hacer para que tú
juegues más conmigo? Nos gusta hacer las mismas cosas”.
Amistades duraderas: Valorando relaciones cercanas contraídas en base a
confianza y cuidado. “Nosotros tenemos una especial historia y futuro que nos
une”
7
Nivel 1: Sintonización
Durante los primeros seis meses de vida, los niños y los padres pasan cientos de horas
trabajando uno-a-uno en un salón de clases natural.
Sintonización emocional
Daniel Stern se refiere a los primeros tres meses de vida de un bebé como la etapa de
sintonización emocional. Durante este periodo, los padres y los niños se hacen
extremadamente sensibles a las expresiones faciales, movimientos de cabeza y tonos
de la voz de otros. Reaccionan al mundo como si compartieran solo un sistema nervioso.
La ansiedad o el gozo en uno producen la misma reacción en el otro. Los investigadores
han encontrado que los cambios en los latidos del corazón de los padres van
correlacionados con cambios similares en sus hijos durante los primeros tres meses. Las
expresiones faciales del niño se vuelven también correspondientes con la de sus padres.
El proceso de sintonización prepara el escenario para que los padres introduzcan de
manera segura mucha novedad en el mundo del niño sin abrumarlo.
Referencia social
Hacia el final del cuarto mes, los niños típicos han aprendido que los tranquilizantes
tonos de voz y expresiones faciales de los adultos familiares pueden servir como punto
de referencia, dando tranquilidad emocional instantánea, incluso cuando no se esté
confortable. Enfrentados con situaciones confusas o ambiguas, se vuelve una segunda
naturaleza para los niños responder a su creciente ansiedad con una mirada al rostro de
sus padres. Si sus expresiones faciales son tranquilas y positivas, esto produce una
rápida reducción en la tensión de los niños. Alternativamente, si la expresión es de
ansiedad o está bloqueada visualmente, la tensión del niño crecerá rápidamente. Este
proceso, llamado referencia social, juega un papel crucial en el futuro desarrollo de la
experiencia compartida.
8
novedad y variedad en la vida del niño. Ellos saben que, incluso al cometer errores
inevitables al proporcionar demasiada estimulación o estimulación muy poderosa, el niño
será capaz de recobrarse fácilmente, con un vistazo a sus padres y usar su calma y
reafirmación emocional como un punto de referencia para su propio estado emocional.
Compartiendo emociones
Alrededor del quinto mes los niños desean un nivel de estimulación siempre creciente.
Aprenden rápidamente que la mejor forma de excitación puede ser obtenida a través de
la excitación con un padre, un adulto o familiar. El investigador Alan Sroufe escribe que
los niños aprenden a volverse “adictos a la excitación” bajo la cuidadosa tutela de sus
padres. Para estudiar el efecto de la introducción por parte de los padres de acciones
nuevas, excitantes y repentinas a sus bebés, Sroufe midió la respuesta de latidos de los
bebés a diferentes tipos de eventos.
Por ejemplo, una madre se aproxima lentamente a su bebé con una sonrisa
engrandecida la cual repentinamente, sin aviso, cambia momentáneamente antes de
regresar de nuevo a una sonrisa. El niño típico, reaccionando a este rápido cambio
emocional exhibido en el rostro de la madre, se mueve desde el borde de la atención a
un descanso a su rápido cambio a una sonrisa. Sroufe encontró que este tipo de
encuentro provee una fuente fisiológica de placer sin par en el mundo del niño. Es decir,
los bebés se hacen adictos a dar atención a las expresiones faciales de los padres y
otros adultos que hacen conocido lo desconocido, familiar lo no familiar y de manera
segura y excitante.
Por supuesto, los niños no continuarían con este tipo de interacción con los padres si el
resultado fuera temor y confusión, más que excitación positiva.
Por ejemplo, Jim juega con su hijo de cuatro meses Jonathan apareciendo y haciendo
sonidos de “buu”, ambos participantes están compartiendo la excitación y el placer del
juego. Sin darse cuenta la voz de Jim se eleva y se vuelve sobre estimulante para su
hijo. La expresión facial de Jonathan cambia sutilmente y muestra una atención. Jim
inmediatamente nota esta reacción; percibe que hay un pobre “empate” entre sus
propias acciones positivas y las reacciones de Jonathan medianamente mencionadas.
Jim toma medidas inmediatas para regular sus acciones de manera que sus emociones
estén más coordinadas con las de su hijo. Inmediatamente muestra una sonrisa
reafirmante lo cual Jonathan rápidamente referencia. Su voz se suaviza y se nota que la
cara de Jonathan es más relajada ahora y que tiene una expresión feliz y alerta, así que
9
continuar el juego con ambos operando a un nivel de excitación ligeramente menos
estimulante, pero más confortable mutuamente.
Juegos Simples
En el sexto mes de vida el compartimiento de experiencias se han movido a la arena de
juegos simples y repetitivos con clímax altamente excitantes. Los bebés rápidamente
aprenden a referenciar las acciones de sus padres durante esos juegos, al punto donde
pueden disfrutar un avance de la excitación que no ha ocurrido. Por ejemplo, un bebé,
anticipando la excitación de su madre comienza a reírse durante unas “escondidillas”,
incluso antes de que la mamá descubra su rostro para revelárselo al niño. Los bebés
también se vuelven diestros al observar el estado de atención de los padres y son
capaces de determinar el mejor tiempo para iniciar una invitación al juego. La habilidad
para anticipar los elementos de una interacción permite una introducción de incluso
mayores cantidades de novedad y variación. El niño aprende que no importa si su madre
usa un pañuelo o sus manos para cubrir su cara –el juego sigue siendo el mismo.
Tampoco importa si ella dice “buu” o “bip”, etc. El juego no ha cambiado se ha vuelto
más divertido. Bubba tiene poco más de cinco años. Yace de espalda en un sofá con su
madre sobre él. La madre canta suavemente “Ta, ta, tatatata”, mientras aplaude con las
manos de Bubba con ritmo. Sincroniza la apertura de sus manos con un agudo “bip”
continua esta secuencia tres veces. La cuarta vez en lugar del “bip” pone las manos de
Bubba en sus mejillas y sopla de manera exagerada. Esto produce la primera risa de
Bubba. Convenientemente reforzado por la risa de Bubba, la madre repite ahora esta
nueva variación. Produciendo una sonrisa cada vez. En la tercera vuelta la madre mueve
su boca a la panza de Bubba y sopla en ella. Esto produce una nueva y más sonora risa.
Los niños rápidamente empiezan a ofrecer información que los padres pueden usar para
referenciar y regular la interacción más fácilmente. Con mayor comunicación del niño, los
padres tienen que adivinar menos del estado del niño. Por lo tanto, son capaces de
añadir más novedades de manera segura y excitación con menor riesgo de abrumar al
niño. Al final del sexto mes los niños dan rutinariamente señales que ayudan a los
padres a determinar cuándo iniciar, prologar y terminar las interacciones. Daniel Stern
describe esas habilidades emergentes de la siguiente manera:
“Los niños… pueden cerrar sus ojos, asombrarse y tener vista opaca. Y a través del uso
decisivo de tales conductas visibles, puede observar cómo rechazan, se distancian o se
defienden contra la madre. Pueden también reiniciar un compromiso y el contacto
cuando desean, a través de la mirada, sonreír y vocalizar”
Este ejemplo ilustra las raíces de un sistema de co-regulación padres-hijos que se verá
al fin del nivel dos. En esta etapa temprana, el niño de ninguna manera es un
compañero igual al regular la experiencia. De cualquier manera, comienza a ser un
participante activo en el proceso regulatorio al ofrecer más información específica
respecto a su estado emocional. En el siguiente nivel comienza un aprendizaje serio en
las formas de ser un compañero relacional.
El niño aprende a sincronizar sus acciones con los de su compañero y a medir las
acciones para involucrarse en actividades rudimentarias co-reguladas.
Hacia el final del Nivel 2, los niños aprenden a usar la referencia y acciones
autorregulada para coordinar sus acciones con la de algún compañero sobre una base
de momento a momento. Los niños son capaces de experimentar gozo de moverse
juntos con un compañero sin apoyarse en reglas externas o pistas. En este punto el niño
está listo a volverse un verdadero compañero de Experiencias Compartidas.
Marcos de referencia:
A principio del nivel dos el trabajo del padre es enseñar al niño a entender las
estructuras inherentes en Experiencia Compartida. Intuitivamente se presenta de
manera muy cuidadosa, comenzando con juegos simples ritualizados. Como Pon-pon-
tata e Ittsy Bittsy araña que tienen una secuencia clara y una estructura. Los padres y
los bebés usan cientos de horas de instrucciones lúdicas pero repetitivas. Los padres
actúan como guías, exagerando los tiempos, las expresiones faciales, los gestos y los
tonos de voz para enfatizar y enmarcar las acciones que quieren que aprenda el bebé y
que son las más importantes.
Inicialmente, los padres desempeñan todas las partes y manejan las reglas y el tiempo
de los encuentros. Son cuidadosos de no introducir muchas acciones, ni una secuencia
muy larga o muy rápida. Su meta es que el niño aprenda cómo las acciones encajan y
cuáles acciones son críticas para una ejecución exitosa de juego.
Bubba tiene un mes de edad. Él y su papá, John, juegan uno de sus juegos favoritos.
John yace sobre la alfombra y Bubb está sentado en su estómago. John sostiene las
manos de Buba. John canta la canción Las ruedas en el autobús” Cuando llega la parte
que dice lo que las ruedan hacen... “Las ruedas en el autobús van...” John se detiene un
instante y mueve las manos de Buba en un movimiento similar. Por ejemplo, respecto a
11
“Las ruedan giran y giran” mueve las manos de Bubba en movimiento circular. Buba está
muy atento al rostro de su padre y a sus acciones. Repiten el juego idénticamente varias
veces. Entonces John empieza a introducir variaciones en vez de que las Ruedas “giren
y giren” canta ahora “suben y bajan” y mueve las manos de Buba de la misma forma.
John puede ver por la conducta de Buba que esto es hilarante. Entonces sigue “Los
niños en el autobús giran y giran” mientras hace movimientos circulares con las manos
de Bubba. Aunque no tiene idea de lo que significan las palabras Bubba puede apreciar
la variación mientras entiende que la estructura básica es la misma.
Lecciones de baile:
Ahora que el bebé puede anticipar la estructura y la secuencia de juegos interactivos y
manejar la interacción de un adulto de las variaciones, ahora está listo en convertirse en
un participante más activo de Experiencias compartidas. Los padres usan la
participación guiada para permitir gradualmente al niño asumir un rol participante,
conforme el niño demuestra mayor capacidad para hacerlo. A los nueve meses de edad
un niño puede observar a sus padres y usar su propio turno.
Por primera vez el bebé puede actuar como lo que el teórico-relacionista Alan Fogel
llama co-regulador de la interacción. Es capaz de tomar la responsabilidad para
determinar cuándo y tomar su propio turno.
Imagina una madre y un hijo jugando un juego de Experiencia compartida (EC) jalando
un pedazo de cuerda. Primero la madre jala la cuerda de la mano del bebé. El bebé
toma la cuerda y la jala de mano de la madre, etc. El jalón de la madre sirve como pista
para el bebé para alcanzar y tomar la cuerda de ella. En esta etapa del desarrollo, un
bebé puede co-regular una experiencia, mientras exista una secuencia clara de acciones
de tomas de errores, tales como mi turno-tu turno, dar-tener, jalar-empujar, así como
etapas para indicarnos tiempos, en sus marcas – listos- fuera. Y como en el caso
anterior, la cuerda que abandona la mano del compañero.
Moviéndose juntos:
Al inicio del segundo año los niños típicos aprenden a regular varios tipos de
interacciones incluidos los que requieren a los compañeros coordinar sus acciones de
manera fluida y simultánea. A la vez aprenden a referenciar las acciones de sus
compañeros sobre una base de momento a momento, usando esta información para
hacer ajustes a sus acciones subsecuentes. Es en este punto que el niño posee la
habilidad necesaria para actuar como verdadero co-regulador de una experiencia. Alan
Fogel indica que a los doce meses de edad el juego de la cuerda ha avanzado aún a un
“juego de guerra”. En vez de jalar la cuerda, el bebé, aun bajo el cuidado de la madre
aprende a jalar la cuerda lo suficiente para tener la mano de la madre más cerca , pero
no tanto como para sacar la cuerda de su mano.
Reparar acciones:
Al final del segundo nivel, los niños toman mucho más responsabilidad para mantener la
coordinación de encuentros compartidos. Ellos también aprenden cómo reconocer que la
coordinación de la actividad se ha perdido, y por lo tanto a realizar un tipo de actividad
de reparación o regulatoria.
Por ejemplo Billy y su madre están jugando su juego de guerra con un pedazo de
cuerda. Billy accidentalmente jala demasiado duro y quita la cuerda de la mano de su
madre. Él desvía la mirada por un momento entre la cuerda y su mano y la cara de su
madre. Se da cuenta que la coordinación ha sido perdida e iniciada la acción de
reparación. El sostiene la cuerda con una expresión de expectativa mientras mira la cara
de su madre. Cuando no responde inmediatamente, trata de nuevo moviendo la cuerda
más cerca de manera que toque su mano.
13
Nivel 3: Improvisando y Co-creando:
Al principio del segundo año de vida los niños se han vuelto compañeros al introducir
variaciones en sus encuentros con los padres. Se pueden mover de un juego a otro sin
las pistas transicionales requeridas y los juegos empiezan a entremezclarse. Pueden
rápidamente referenciar el estado relativo de coordinación con un compañero y hacer
acciones de reparación inmediatamente cuando falla la coordinación.
A los dieciocho meses de edad los niños empiezan a co-crear nuevos juegos con sus
compañeros. Durante el segundo año, los adultos y los niños mayores siguen siendo los
compañeros interaccionales exclusivos para el niño pequeño. La conducta de los
compañeros es aun percibida como poco predecible. Sin embargo, los tipos de acciones
improvisionales que empieza a entender el niño tienden la base para que los
compañeros sean aún más atractivos.
Co-variación:
A los quince meses de edad el niño añade variación a los juegos al mismo ritmo que un
adulto. Una hija está consiente que si su papá introduce una variación, debe referenciar
la respuesta de su hija para asegurarse que notó la variación, si no, el papá se
involucrará en acciones de reparación repitiendo la variación o dando más atención al
cambio.
Billy de 15 meses de edad juega un nuevo tipo de escondidas con Ana. Ana y Billy
comenzaron el juego de manera familiar escondiéndose y encontrándose en los lados
opuestos de una silla. Repentinamente Ana varía el juego agazapándose bajo la mesa
del café hasta que Billy la encuentra. Luego, Ana le da a Billy una pequeña sábana. Billy
la toma y se esconde bajo de ella. Ana se detiene un momento; no lo busca
inmediatamente. Billy alza la sábana, se ríe, hace un sonido de invitación y se esconde
de nuevo. Ahora se esconde hasta que Ana la alcanza y quita la sábana.
Transiciones fluidas:
Junto con la variación añadida, los adultos y niños aprender a hacer transiciones
rápidas, donde un juego se mezcla con en el siguiente sin algún punto de remarcación o
14
señal. Avanzar y retroceder juntos puede convertirse en escondidas las cuales se
transforman en detenerse a golpear las manos en el piso mientras se hacen sonidos
excitantes. Improvisación
Rápidamente, marcos de referencia que son reconocidos por ambas partes, -los rituales,
los llamados juegos de “bebés”- ya no tan necesarios para la Experiencia Compartida.
Padres e hijos toman elementos de un número de actividades prioritarias y los combinan
en formas novedosas. Una vez que esto se ha logrado, la habilidad de coordinación
toma lugar en la excitación de improvisación, donde ninguno sabe exactamente qué
pasará a continuación, viene una función mayor de encuentros de Experiencia
Compartida.
Co-creaciones:
El clímax del nivel 3 ocurre cuando ambos compañeros reconocen que pueden crear sus
propios y únicos juegos los cuales emergen espontáneamente de sus acciones
intercambiables compartidas. Mientras estas creaciones pueden ser una amalgama de
ruidos extraños, palabras y acciones similares a un baile trivial, representan un
descubrimiento crítico para el niño el poder que tiene la interacción de la Experiencia
Compartida para crear un nuevo resultado.
A los 18 meses de edad, el niño normal intercambia sus descubrimientos con aquellos
que están a su alrededor. Los juegos tienden a girar menos alrededor de la actividad
motora y mantiene más los cambios de percepción y atención. El niño no solo
intercambia sus propias percepciones sino que también llega a fascinarse con el
aprendizaje de percepciones únicas de compañeros. A través del intercambio de
percepciones con otros el niño aprende que él y sus compañeros no pueden ver las
mismas cosas, o pueden ver las mismas cosas en formas diferentes –el origen de toma
de perspectivas. El niño también empieza a compartir sus reacciones emocionales que
acompañan sus percepciones- por ejemplo, “el hombre que espanta”, “el insecto
guacala” o “perrito lindo”. Finalmente los niños aprenden a sumar elementos
imaginativos en sus percepciones para acrecentar su gusto. Esto sirve como una
transición de intercambiar nuestros mundos internos.
Compartir la Percepción:
Hasta ahora, el propósito inherente en la relación de un pequeño ha sido el coordinar
sus acciones con las de un adulto. No obstante, con sus 18 meses de edad un pequeño
aprende que puede compartir con ellos sus propias experiencias del mundo.
Una hojeada más cercana a este breve episodio revela que Fredrick está haciendo más
que solo apuntar y balbucear. Esto involucra un tipo más complejo de Referencia Social.
Una vez que Fredrick tiene la atención de su papá, primero se asegura que su padre
dirija su atención al punto que Fredrick intenta ir, ya reconoce que la perspectiva visual
de su padre no es la misma que la suya propia. Él sabe que por la experiencia de
16
compartir, que apuntar y la proximidad física no es suficiente. Deberá actuar para
coordinar el foco de atención de su padre con el suyo, observa la mirada de su madre y
con excitación grita “mira, mira”, hasta que su papá note sus descubrimientos. Tan
pronto Fredrick este seguro que su papá está dirigiendo su atención correctamente, su
mirada inmediatamente hace que reverencie la cara de su papá para un intercambio
emocional. Fredrick disfruta su habilidad para coreografiar sus gozos intercambiados.
Tan pronto los niños se adaptan más a la Atención Conjunta, aprenden no solo a
intercambiar sus descubrimientos con sus compañeros sino a gozar sus descubrimientos
únicos de igual manera. A la edad de 24 meses de edad, el niño está experimentando su
avance a través de ambos, sus propios ojos y los de su compañero de una manera muy
fluida. Ambos observadores contribuyen en igualdad de compartir sus experiencias. Joel
de 21 meses de edad, nada le gusta más que tomar una caminata con su papá en el
parque y apuntar y atender a los grandes descubrimientos que cada uno de ellos hace
en su caminar.
Tomando Perspectivas:
En una edad de 18 meses, los niños han empezado a demostrar sus entendimientos de
que dos personas en diferentes lugares no pueden ver algo en la misma forma.
En la edad de 24 meses los niños saben que sus compañeros quizás no vean un objeto
si alguna cosa está obstruyendo su panorama el cual esté en completa vista a ellos.
Buba de 25 meses de edad está sentado en el piso pasando las hojas de un libro de
dibujo. Su madre está sentada en una silla frente a él, ve un dibujo que desea compartir
con su mamá y sin dudar voltea el libro para que su mamá pueda ver el dibujo.
Reacciones Únicas:
Al mismo tiempo que los niños reconocen que viven en un mundo de múltiples
perspectivas aprenden que cada uno puede tener una reacción propia y única a la
misma situación. Fredrick ve un avión en el cielo y dice a su papá “guau papi, es rápido”.
El papá viendo al mismo avión responde con, “Sí, y es muy grande también.
Es un jumbo jet.” El avión en lo alto del cielo, para Fredrick se ve chico pero él sabe que
los jet son grandes cuando los ves de cerca. Al día siguiente Fredrick está jugando en
su escuela con arena y divirtiéndose en grande, una niñita va hacia él, mira a la arena y
dice, “ oh arena fea”, Fredrick está ocupado y replica con “no es fea, es una gran arena”
¿por qué dices que es fea?” Episodios como éste ocurren frecuentemente a la mitad del
segundo año, representando eventos tempranos de una conversación verdadera, por
17
primera vez, los más pequeños intentan intercambiar alguna parte de ellos, que no se
puede ver por fuera, notan que la gente tiene diferentes reacciones emocionales a la
misma experiencia, o que cuando ven al mismo objeto encuentran alguna característica
que él no ha notado.
Agregando Imaginación:
Al principio del nivel cuatro, compañeros adultos intensifican la excitación de la
percepción de un niño añadiendo elementos imaginativos al encuentro. Una muñeca es
tratada como un verdadero bebé, los papás dicen “miau” cuando apuntan al dibujo de un
gato, más adelante en el nivel cuatro los papás introducen una cualidad imaginativa
verdadera a la percepción de compartir.
El papá de Fredrick mira una nube y dice, “Mira Fredrick hay un castillo en el cielo.” Al
principio Fredrick está extrañado y algo distraído, pero después de un rato empieza a
entender que papá está pretendiendo y que la nube que está señalando solo parece
como un castillo, Fredrick se siente feliz que él pueda ver hacia la nube y ver la forma de
castillo él mismo, entonces él puede ver alguna nube y ver cosas diferentes. Él y su
papá toman turnos para decirse uno a otro qué ven cuando miran hacia las nubes. El
intercambio de imaginación también se aprende cuando los padres introducen múltiples
funciones para los objetos. Un sombrero puede voltearse hacia abajo ser usado como
una bolsa para los huevos de Pascua. Más adelante los objetos instantáneamente son
otros objetos, un palo de escoba se convierte en un caballo, un gato se convierte en un
león comelón del cual tienes que correr. El uso de la imaginación permite un
acoplamiento de los mundos externos e internos del niño, le ayuda a entender que el
mundo “real” está hecho de impresiones subjetivas que pueden ser alternadas y
cambiadas a voluntad. Éste cambio en la percepción hace que el niño empiece a
intercambiar su mundo interno.
Junto con el pasaje al nivel 5 hay una emergencia de interés en ideas y estados internos
emocionales. El niño ahora puede diferenciar entre lo que realmente es, en oposición a
lo que puede ser manifiestamente expresado, él se empieza a interesarse en descifrar
las intenciones de la gente como también se vuelve importante observar las acciones,
las preferencias e intenciones de aquellos cercanos a él. En éste nivel observamos un
gran interés en coordinar juegos simulados con el uso de juegos improvisados, como
también figuras simbólicas. Los compañeros llegan a ser de gran valor como
colaboradores en el mundo de la imaginación. El nivel 5 culmina con el niño participando
en conversación orientadas a compartir sus experiencias internas únicas, ésta habilidad
conversacional, típicamente se desarrolla en varios años, comenzando en los años pre-
escolares.
18
Etapas del nivel 5: 30 a 48 meses.
Ideas compartidas
Diferencias emocionantes
Los mundos internos y externos
La primacía de mentes
Ideas Compartidas
A los 24 meses de edad, con el descubrimiento la capacidad para simular roles de juego
se toma una nueva dimensión. Los niños fingen ser alguien más que ellos mismos y
coordinan sus acciones con las de sus compañeros. No tardan mucho en necesitar
apoyo externo u objetos para lograr éstas representaciones.
Casi al llegar a la edad de 3 años, los niños realizan dramas imaginarios sofisticados con
un adulto. Por ejemplo ambos compañeros se dan cuenta que un objeto como un
plátano puede fácilmente pretender que sea un teléfono.
Más adelante, el niño ya puede hacer más complejo el juego, incluyendo los
pensamientos de diferentes caracteres que interactúan con cada uno en una manera
relacionada.
También hacia el final del tercer año de vida, los niños encuentran en sus iguales una
fuente social mayor de novedad y emoción.
Los juegos e ideas diferentes e impredecibles de los iguales pueden llegar a convertirse
en una atracción mayor, especialmente cuando se les compara con la relativa
predictibilidad de la conducta del adulto.
La conducta de los niños en el área de juegos y las conversaciones con sus iguales
toman una cualidad de alta improvisación, ellos están constantemente en flujo. Nuevos
roles son creados en un instante: “Hey, tengo una idea, vamos a jugar a la invasión
extraterrestre. Yo seré los extraterrestres invasores malvados y tú puedes ser la Fuerza
Aérea”. Hay reversión de roles repentinas: “Ahora sé tú el chico malo y yo seré el chico
bueno.”
Hay negociaciones en-el-lugar: “Está bien, yo le haré del policía, pero yo seré el chico
malo al que sigue, ¿correcto?”. Estos ejemplos nos recuerdan qué diferentes son los
encuentros típicos de los juegos de los niños de las interacciones sociales establecidas
que frecuentemente pensamos como “habilidades sociales.” También por el trigésimo
sexto mes, los niños combinan sus imaginaciones con las de sus amigos y forman co-
creaciones creativas. Mark y Jonathan inventan un nuevo animal llamado un ele-cebra-
un elefante con rayas que puede correr muy rápido. A través de la mezcla de sus
mentes, los niños ganan una oportunidad de experimentar el mundo de maneras nuevas
y emocionantes, que no es posible hacerlo solo.
Disfrutando Diferencias:
Una vez que los niños entran en el mundo de las ideas, inevitablemente aprenden que
sus visiones no siempre coinciden con aquellas de sus compañeros.
19
Los niños comienzan a buscar la comunión de ideas, para confirmar la validez de sus
propios puntos de vista.
De cualquier forma, están igualmente fascinados por compañeros que introducen ideas
novedosas. Las diferencias se vuelven una manera de diferenciar a la gente, pero no
son vistas como una barrera entre ellos. Miguel lleva a su mamá en un tour de su clase
de pre-escolar y le dice, “Ése es Billy, a él le gustan los LEGGO. Ésa es Ana, a ella le
gustan las muñecas.” José le muestra a Miguel una nueva manera de jugar a los súper
héroes y en cuestión de minutos, se convierte en el juego favorito de Miguel.
Los niños reconocen que las diferencias también pueden llevar a conflictos y habilidades
simples de compromiso empiezan a emerger. Durante el Nivel 5, los niños llegan a
apreciar que el mundo en el que ellos viven contiene una preponderancia de diferencias,
pero que las diferencias le ponen la pimienta a la vida, en lugar de plantear una
amenaza. Los Mundos Internos y Externos Después de los 30 meses de edad, los niños
empiezan a notar que la gente tiene mundos internos únicos que pueden no ser
revelados por sus apariencias exteriores.
Hacia el final del tercer año, ellos reconocen que una expresión facial puede no
representar exactamente el verdadero estado emocional de una persona.
Ellos saben que la gente finge y eso que es visto en la superficie no siempre es lo que
yace debajo. El niño de 30-meses-de-edad puede emocionalmente aparentar miedo
cuando yo finjo masticar y tragar sus dedos, sabiendo que ese miedo y mi agresividad
son igualmente ficticios.
A medida que el niño distingue que las emociones ocurren en sí mismos y en otros en
un plano interno, un deseo natural se desarrolla al compartir experiencias con otros en
este nivel más interno. Por la edad de cuatro años, los niños son capaces de hablar
acerca de los sentimientos de otra gente aparte de sus observaciones directas.
Determinar cómo piensa y siente realmente otra persona llega a ser más importante que
descifrar lo que sus acciones o expresiones faciales significan.
20
La conversación se vuelve la herramienta primaria para ahondar dentro de nuestro sí
mismo interior y permanecerá así por toda la vida. En este punto, típicamente después
de la edad de 4 años sorprendentemente no hay un surgimiento en la adquisición de la
Teoría de habilidades Mentales. Este término, popularizado en el ámbito autista por el
Dr. Simon Baron-Cohen y sus colegas en Londres, se refiere a nuestra habilidad de
entender que otra gente tiene percepciones, perspectivas, sentimientos e ideas –estados
internos- que son diferentes de los propios. Los niños atribuyen deseos e intenciones a
las acciones de otros y usan esta información para coordinar sus propias acciones. Por
ejemplo, un niño de 5 años-de-edad- asumirá que tratas de darle un objeto cuando te
alargas para dárselo y accidentalmente se cae de tu mano. Vemos las raíces de la
empatía desarrollándose conforme los niños empiezan a relacionar las experiencias de
otra gente con eventos similares en sus propias vidas y comparten emociones en una
forma nueva. Los niños comienzan a distinguir entre alguien haciendo algo para herirlos
“a propósito” o “por accidente” y reaccionan a la misma acción en maneras
drásticamente diferentes dependiendo de la atribución.
El Nivel 6 representa el impulso del niño para formar relaciones de las cuales derivará su
propia y única identidad y sentido de lugar en el ambiente.
Esta etapa marca la emergencia del interés real del niño en “relaciones-de compañeros”
y curiosidad acerca de los grupos a los cuales pertenece. El niño se vuelve más
consciente e interesado en la manera en que comparte experiencias pasadas y planes
potencialmente futuros se interceptan con otros. Este deseo y las habilidades de
acompañamiento nos envuelven en un grado u otro por el resto de nuestras vidas.
Sí Mismos Únicos:
A medida que los niños descubren que ellos tienen sus propias ideas y puntos de vista
únicos, eso puede o no ser compartido por otros, ellos comienzan a desarrollar un
sentido de identidad personal. Otra gente, especialmente los iguales, se vuelven puntos
de referencia cruciales para descubrir sus preferencias únicas, intereses y habilidades.
21
niños pueden continuar significativamente con estas comparaciones. Los niños alternan
entre contrastar sus diferencias con su continua búsqueda de encontrar maneras de
ligarse a sí mismos con sus iguales. Rubin ilustra un encuentro entre dos pre-escolares:
(Steven y Claudia permanecen cerca de la caja de arena y se abrazan el uno al otro
afectuosamente) Steven:
“Tú eres más grande que yo, ¿no, Claudia?”
(Ellos se dan la vuelta y permanecen espalda contra espalda, midiéndose a sí mismos.
Efectivamente Claudia es más alta que Steven.) Claudia:
“Estamos creciendo.”
Steven: “
Sí. Soy casi tan grande como tú ¿cierto? Voy a crecer así de grande ¿cierto?”
(Él estira sus brazos ampliamente.) Claudia:
“Yo también.”
Steven: “
¡Voy a crecer hasta el cielo! ¡Voy a crecer así de alto!”
(Él salta en el aire) Claudia: “
Yo también.”
Perteneciendo a Grupos:
A partir del momento en que reconocemos nuestra identidad separada como individuos
únicos, desarrollamos un deseo de llegar a ser miembros de entidades más grandes,
más poderosas, de las cuales derivar gran influencia sobre nuestros mundos.
Los niños vienen a valorar su lugar como un miembro de una familia nuclear y extendida.
Nosotros atestiguamos cómo los niños se sienten orgullosos de ser parte de La Clase de
tercer Grado de la Srta. Jones y no un pequeño de Primer Grado. Los niños juran lealtad
absoluta a sus clubes, pandillas y equipos.
El Científico de Desarrollo Bob Emde se refiere a esta clase final de funciones de co-
ordenación como “Nosotros-Vamos” –un grupo ego (yo) que provee más seguridad,
poder y significado que lo que puede ser experimentado en solitario. Los seres humanos
son ingeniosos en encontrar grupos a los cuales pertenecer. La gente une
organizaciones basadas en puntuaciones de CI, apellidos compartidos o raza favorita de
perro. A medida que este deseo de pertenecer a un grupo crece en un niño, también lo
hace su comprensión de que debe coordinarse a sí mismo en maneras específicas para
mantener su estatus y asociación. El niño aprende que, a diferencia de su familia, la
asociación en otros grupos no está garantizada. Surge la idea de necesitar “trabajar”
para mantener una relación. El anhelo de la aceptación del grupo inicia un proceso
social más consciente al cual los psicólogos se refieren como formación de impresión.
Los niños comienzan a actuar deliberadamente en maneras que les traerán aceptación y
admiración por miembros deseables del grupo.
22
Amigos y Compañeros de Juegos:
Para el niño de cuatro años-de-edad, un amigo es quienquiera con el que esté jugando
en un tiempo en particular. Los niños en esta etapa aún no tienen una comprensión de
una relación duradera que existe a través del tiempo. Lo que hace a un amigo se centra
en atributos físicos comunes como el color del cabello y la talla. Dos amigos en esta
etapa de desarrollo podrían decir, “Ambos somos grandes, ¿cierto?” Actividades
comunes también unen amigos juntos. “A ambos nos gustan los LEGGOS.”
A medida que los niños avanzan hacia la edad del Jardín de Niños, desarrollan
compañero-mistadas, las cuales requieren una comprensión más conceptual de
intereses comunes y actividades. Los niños comienzan a buscar iguales con quienes
compartan intereses comunes y con quienes los encuentros son predominantemente
exitosos y disfrutables. A medida que la Formación de Impresiones aumenta, los niños
comienzan a notar que sus acciones comunes impactan el futuro de sus relaciones.
Comienzan a exhibir conductas que los unen a otros.
Un niño desea un camarada particular para que visite su casa. Al ser un buen anfitrión,
asegurarse de que su camarada se esté divirtiendo es visto como algo importante para
asegurar una visita de regreso. Los camaradas mantienen recuerdos compartidos de sus
momentos de diversión juntos. Conversaciones acerca de esas experiencias disfrutables
y planes de actividades futuras solidifican la conexión mutua que los niños sienten. Los
niños comienzan a experimentar la soledad de no tener un camarada con quién jugar, o
pasar un sábado solos cuando nadie quiere venir a jugar. Estos sentimientos de soledad
sirven como una poderosa motivación para toda la vida de asegurar conexiones más
fuertes con sus iguales.
Amistades Duraderas Hacia la edad de 11 ó 12, los niños visualizan las amistades como
entidades duraderas que toman forma a través del tiempo, con bases fuertes que duran
en el futuro.
24