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EL SUEÑO DEL HOMBRE DORMIDO

Interpretación y Significado de los Sueños en Sufismo

Refik Algan, 2002


Introducción de Kabir Helminski
Traducción de Gastón Fontaine

Introducción

Cuando Muhammad, paz y bendiciones para él, dijo, “Los seres humanos están dormidos,
y al morir despiertan,” no se trató de solo un recordatorio poético, sino que de un hecho
objetivo. Su posterior consejo, “Muere antes de morir,” sugiere la posibilidad de despertar
de los sueños de esta vida y entrar en el estado que llamaremos “muerte mientras aún
vivimos.”

En un sentido, el proceso de realización espiritual es el tránsito desde la subjetividad hacia


la objetividad. Este avance se refleja en la calidad de nuestros sueños cuando ellos son
observados en forma consciente: gradualmente ellos evolucionan desde una imaginería
subjetiva, personal y confusa, hacia una simbología objetiva y llena de significados, hasta
estados que revelan la estructura del sistema nervioso y, a veces, hasta comunicaciones
claras con fuentes del conocimiento.

Refik dice que la naturaleza de nuestros sueños cambia al entrar en contacto con una fuente
auténtica de transformación espiritual. Debe entenderse con claridad que las líneas
iniciáticas del Sufismo transportan la energía de un estado de iluminación mental desde su
fuente en Muhammad. Este estado de iluminación es el estado humano natural (no
sobrenatural) en el cual nuestra inteligencia (que es la inteligencia prestada a nosotros por
Allah) no está velada por nuestros deseos, obsesiones, u otras formas de condicionamiento
negativo. Alguien que haya experimentado previamente esta “apertura” puede guiar a otros
hacia este estado y verificar su consecución. Cuando Refik hace mención a un maestro “con
licencia”, no se refiere a quien tenga el título de maestro o sheij (pues este título también
puede ser otorgado a quien sirve meramente en aspectos administrativos), sino a alguien
que es una autoridad iluminada dentro de esta cadena de transmisión.

Se dice que cuando el buscador esté preparado, aparecerá un maestro. La madre de un


amigo mío en Turquía Central era líder de un círculo femenino Sufí. Le pregunté cómo
había llegado su madre a esta posición. Él relató la siguiente historia:

“Un día, un hombre a quien no conocíamos golpeó a nuestra puerta y preguntó por mi
madre. Dijo que su sheij, quien vivía a varios cientos de kilómetros de allí, quería que ella
asumiera la responsabilidad por un grupo de mujeres de nuestra ciudad. Mi madre jamás
había oído hablar de este sheij, ni tenía ninguna experiencia con el Sufismo, habiendo sido
hasta ese momento solo una común seguidora de la fe. Ella quería saber algo acerca de este
sheij y de cómo podría asumir esta gran responsabilidad, especialmente considerando que
ella sabía tan poco acerca del camino Sufí. Se le dijo que confiara, y que el sheij educaría
su corazón, y que cualquiera otra pregunta que ella tuviera le sería respondida en sus
sueños.”

Esta fue la primera vez que comencé a sospechar que ciertos Sufis habían dominado el
dominio de los sueños de manera notable.

Es el contacto con un “maduro”, transformado o abierto, como éste lo que permite que el
proceso de purificación avance en el nivel subconsciente. Al tiempo que el buscador tiene
un rol consciente que desempeñar en este proceso—realizando ciertas prácticas, luchando
por lograr la purificación y sinceridad de su personalidad/ser—es la energía del maestro y
del linaje la que realiza la mayoría del trabajo, y esto ocurre incluso más allá de la
percepción del buscador.

EL SUEÑO DEL HOMBRE DORMIDO

José dijo a su padre: “Padre, soñé que once estrellas y el sol y la luna se postraban ante
nosotros.”

“Hijo mío,” contestó él, “no digas nada acerca de este sueño a tus hermanos, para evitar
que ellos puedan complotar contra ti; Satán es el enemigo jurado del hombre. Tú serás
escogido por tu Señor. Él te enseñará la interpretación de eventos y perfeccionará Su favor
en ti y en la casa de Jacob, tal como Él lo perfeccionó a tus antepasados Abraham e Isaac
antes de ti. Tu Señor es Quien Todo lo Conoce, El Sabio.”

Por cierto en el relato de José y sus hermanos hay signos para los hombres que indagan.

Sagrado Corán 12: 4-7

Aunque los sueños y sus interpretaciones no son el foco primario del Sufismo, siguen
siendo de vital importancia. Es algo generalmente aceptado que todos los profetas del
Antiguo y Nuevo Testamentos y del Sagrado Corán completaron el camino con la ayuda de
sueños. El Profeta Muhammad, paz y bendiciones para él, enseñó un método mediante el
cual cierta información puede ser recibida a través de los sueños. Él recomendaba siempre
éste método como una ayuda para tomar importantes decisiones en la vida.

Antes de que comencemos a hablar de los sueños, debemos recordar que cada enseñanza
tradicional tiene sus propias políticas, protocolo, principios, puzzles y estilo de compartir el
conocimiento. Muhammad también aconsejó que uno hable a los demás de acuerdo con las
capacidades de cada uno de los oyentes. Por lo tanto, qué y cuánto puede decirse, la
cantidad y calidad de la información transmitida mediante palabras, están limitadas. Y estas
palabras pueden ser solo pequeños indicios de futuras experiencias directas propias.
Todas las personas sueñan, ya sea con frecuencia o raramente, y a todos nos es familiar el
concepto de sueño. Pero los buscadores serios han aprendido que lo que los maestros Sufis
quieren decir con “sueños” es más amplio y más flexible que lo que entendemos por sueños
en el sentido habitual. Bajo la categoría de sueños está incluida una compleja red de
experiencias y varios niveles de estados de ensueño. Por esta razón y de acuerdo con el
Sufismo, para el proceso de enseñanza y de purificación, es absolutamente necesaria la
ayuda de alguien que haya pasado a través de todos estos estados y niveles.

Se podría decir que llegar a entender los sueños y su interpretación, en general es un


proceso dinámico paralelo al progreso del buscador. De manera que se requiere de cierto
tipo de desarrollo del buscador a medida que este avanza, y esto implica una
retroalimentación positiva de parte de un guía maduro, hasta que se alcanza cierta etapa. En
cada etapa, los sueños del buscador cambian sus símbolos, colores, brillo e intensidad. En
cada etapa, el buscador entiende algo diferente por la palabra “sueño.” Esta transformación
debe ser experimentada y entendida directamente por el buscador, y su comprensión debe
ser verificada por el guía. El buscador tiene que descubrir su propio camino/forma y
verificar su validez con la ayuda del maestro.

En Sufismo, un maestro maduro proporciona un estímulo que puede venir en varias formas,
consciente o inconsciente, intelectual, emocional, síquica y espiritual. De estos estímulos se
espera que crezca algo en el buscador, que pase a través de ciertas etapas, y que entregue
sus frutos. Si uno intenta interpretar el sueño por sí solo o a partir de algún libro, o con
alguien que no tenga licencia dentro de la enseñanza para hacerlo, es casi inevitable que se
produzcan grandes equivocaciones y extravíos en el camino.

Los maestros Sufis clásicos han clasificado los sueños de acuerdo con sus orígenes: ellos
pueden provenir del ego, de influencias del mundo, ángeles, fuerzas oscuras, etc. Otras
clasificaciones van de la mano con los niveles de desarrollo del ser/yo (las siete etapas entre
el yo compulsivo y el ser iluminado), o de acuerdo con los símbolos, colores dominantes y
brillantez. Pero tales clasificaciones se refieren a la etapa del buscador luego de encontrarse
con el maestro. Se acepta generalmente que hasta que se logre llegar hasta un maestro
verdadero, los sueños de la persona están mayoritariamente relacionados con la misma
dimensión de la psiquis con la que trata la sicología convencional. Pero después de
encontrar al maestro y de recibir los primeros ejercicios, las características de los sueños de
la persona comienzan a cambiar. Esto se debe a la energía irradiada por el maestro y el
ejercicio que él ha dado. Además de estos ejercicios, también son necesarias ciertas
precauciones para recordar los sueños después de despertar, o incluso para estar alerta a los
sueños mientras se duerme.

De modo que uno puede decir que los sueños que aparecen al comienzo son más que nada
indicadores de la receptividad del inconsciente del buscador, y revelan el estado del proceso
de purificación. Estos signos son específicos de cada método de enseñanza. Es muy
importante saber esto, pues los mismos símbolos y signos pueden tener significados
totalmente diferentes en una religión Oriental, en una orden diferente, o incluso entre
diferentes maestros de una misma orden.
Esto nos enfrenta cara a cara con una pregunta diferente: ¿Son todos los sistemas de sueño
relativistas, o puede haber un sistema de sueños absoluto, único, en el cual no se presume
ningún simbolismo? Una de las principales características de un sistema de sueños activo,
aunque este sea principalmente relativista, es su concordancia con la función y la estructura
del cerebro mismo. Por lo tanto, incluso un sistema de sueños relativista (como puede ser el
de una orden Sufi en particular) tarde o temprano debe pasar desde una imaginería
relativista a ciertos puntos de contacto con el mundo objetivo, y finalmente uno debe
terminar en una destinación absoluta, cual es la desnuda estructura del cerebro mismo, es
decir, el “hardware.” En cierta etapa, los sueños comenzarán a reflejar ciertas características
objetivas del sistema nervioso. Tal como dijo el poeta Turco Yunus Emre, “Lo encontramos
todo en el cuerpo.”

Esos puntos de contacto con el mundo objetivo están muy relacionados con los problemas
de objetividad, libre albedrío, y predestinación, todos los cuales merecen una investigación
más profunda, más apropiada para otra ocasión. Por otro lado, aunque puede existir un
sistema de sueños absoluto más allá de los enfoques relativistas, la propia estructura
sicológica previa del buscador traduce dicho sistema a su personal sistema relativista, y esto
continua así hasta que las características absolutas y objetivas comienzan a dominar.

Si bien los sueños no son el único criterio, la frecuencia de aparición de temas absolutos (es
decir, aquellos relativos a lo divino) dentro de los sueños del buscador indican su cercanía
al mundo objetivo. Aquí es donde la distancia entre lo subjetivo y lo objetivo comienza a
disminuir. Al final, habiendo sido liberada de sueños relativistas y personales, la mente
puede ver el mundo exterior tal como es. Entonces, el interior y el exterior se han vuelto
uno y no queda ningún velo de ignorancia entre ellos. De ahí en adelante, como ha sido
expresado tradicionalmente, “el espejo ha sido pulido” o limpiado de sueños. En términos
modernos, uno ha alcanzado el estado de consciencia objetivo. Este es el estado en el cual
el exterior es reflejado hacia el interior sin distorsión.

L
¿ legan a su final los sueños allí? ¿Hay también un simbolismo, quizás uno absoluto, para
el mundo objetivo? Mevlana Rumi, el gran maestro Sufí dice:

“Cuando se dice, “la visión que Él concedió a Su mensajero,” debes saber que esta
visión son los sueños de los amantes y verdaderos hombres de Dios, y la
interpretación de aquella visión es revelada en el otro mundo. Cuando ves en un
sueño que cabalgas en un caballo, alcanzarás tu meta; sin embargo, ¿qué conexión
hay entre el caballo y la meta? Si sueñas que te han sido dadas monedas de buen
valor, el significado es que escucharás palabras verdaderas y sabias de parte de un
hombre de conocimiento; pero ¿en que aspecto se asemeja una moneda con una
palabra? Si sueñas que has sido colgado en la horca, te convertirás en líder de un
pueblo; ¿en qué se parece la horca con la posición de liderazgo? Así es como los
asuntos del mundo son un sueño. “Este mundo es el sueño de un dormido;” su
interpretación en el otro mundo será bastante diferente, sin parecerse a este. Eso será
interpretado por un Intérprete Divino, pues a Él le son reveladas todas las cosas.”
Por un lado, el mundo exterior y sus eventos pueden ser distorsionados fuertemente por
nuestra subjetividad. A medida que avanzamos en el proceso de purificar el espejo del
corazón, nos movemos desde la subjetividad hacia la objetividad. Nos libramos de las
gruesas distorsiones de nuestro egoísmo. Finalmente podemos comenzar a acercarnos a la
visión que tiene aquel Intérprete Divino para quien está claro el verdadero significado de
las cosas. Rumi continúa:

“Del mismo modo, un jardinero que entra a la huerta observa los árboles. Sin ver los
frutos en las ramas, él determina que éste árbol es un dátil, aquel una higuera, éste
otro una granada, ese un peral, y éste un manzano. Puesto que el verdadero hombre
de Dios conoce la ciencia de los árboles, no hay necesidad de esperar “La
Resurrección” para que él vea las interpretaciones, qué es lo que ha ocurrido y cuál
fue el resultado del sueño. Tal hombre ha visto el resultado por adelantado, tal como
el jardinero conoce por adelantado y con seguridad, qué fruto entregará la rama.”

En nuestro egoísmo y subjetividad miramos a este mundo en busca de nuestra satisfacción.


Tal como dijo Muhammad, “El mundo es como un sueño que ve el hombre dormido.” Pero
todo lo que deseamos en este sueño y cada satisfacción que tenemos es, desde el punto del
Intérprete Divino, como un hombre durmiente que disfruta de aperitivos y delicadezas:
cuando él despierte, encontrará que ni su hambre ni su sed fueron satisfechas. Lo que
pedimos en el sueño puede ser otorgado en el sueño, pero ¿es posible despertar y saber que
hemos estado durmiendo y romper el círculo vicioso?

Nuevamente Rumi, nos dice:

“Todas las cosas de este mundo, la riqueza, la mujer, las vestimentas, son buscadas
por atracción por algo diferente, no son apetecidas por sí mismas. ¿Acaso no te das cuenta
de que aunque tuvieras cien mil dirhams, estuvieras hambriento y no pudieras encontrar
pan, no te podrías comer aquellos dirhams? Una mujer puede ser buscada para que te dé
hijos, y para satisfacer la pasión. Las vestimentas son para guardarte del frío. De la misma
manera, todas las cosas están concatenadas con Dios, el más Glorioso: Él es buscado y
deseado por Si Mismo, no por alguna otra cosa/razón. Considerando que Él está más allá de
todas las cosas y que es mejor y más sutil que todo, ¿cómo podría Él ser deseado por algo
menos que Sí Mismo? “En Él está la última meta.” Cuando ellos Le han alcanzado a Él,
han alcanzado su objetivo final, más allá del cual nada puede pasar…”

Gracia y Favor son otorgados en proporción a la demanda.

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