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La despersonalización del sujeto marca un punto de inflexión en la construcción de

sociedades postmodernas, el pos neoliberalismo muestra su lado “más humano” desde su

implantación en la estructura chilena, mostrando goces de humanización a la estructura

económica, enfatizando en la libertad de las personas y sus posibilidades de elección, lo

anterior no es más que la objetivación de la vida y la mercantilización de las pulsiones,

generando inconsistencias en el ejercicio de la vida y la fragmentación de los sujetos en

construcción.

Lo que hace el capitalismo influye más allá de la matriz económica ortodoxa a la cual

acostumbramos a analizar, siendo un ejercicio cotidiano la despersonalización ante la

ambivalencia de una superestructura oculta pero no clandestina de dominación del ser a

través del juego de la libertad. Lacan (1972) se refiere a lo anterior como la pérdida del

“goce natural de la vida”, del “ser” o de la “identidad del sujeto”, dicho esto, el “sujeto”

fragmentado y en continua construcción se mantiene en una constante búsqueda de un

“algo” que no conoce y que nunca ha tenido, puesto que bajo la des armonía de la sociedad

post neoliberal lo pulsional se constituye como una satisfacción ambivalente con objetos

desmaterializados.

Lo expuesto anteriormente, explicita la dominación del sujeto desconociendo la relación

dialéctica entre grupos y la estructura de construcción social; Gramsci (Modonessi, 2010)

señala ante este desdibujo el reconocimiento de la relación de dominación entre un grupo

social y la estructura con base económica, de esta forma, Massimo Modonesi (2010)señala

que estos grupos “desdibujados” se constituyen como grupos subalternos asumiendo

ciertos grados de diversidad, reconociendo la convergencia y unificación subjetiva en

función tanto a la categoría de discriminación que los unifica y los constituye en la relación
de dominación con el “otro” (Modenesi, 2010). El sostener la posibilidad de accionar y de

la búsqueda del objeto deseado mantiene la fricción intrapsiquica de insatisfacción

permanente ante la inconsciencia de lo buscado, Gramsci abre la posibilidad al

reconocimiento pulsional y la superación de las búsquedas interminables de satisfacción del

goce desconocido ante el reconocimiento de l-s otr-s en la misma condición de dominación.

El reconocimiento de las condiciones de opresión del sujeto tensiona entonces la relación

que se mantiene desde el campo de la intervención, comprendiendo esta lectura del

escenario de las sociedades post neoliberales nos abre la inquietud ante el vínculo generado

entre las intervenciones y el sujeto, ¿cumplen estas un rol de perpetuadoras de las

condiciones generadas por la estructura capitalista en la fragmentación del campo de la vida

de los sujetos? O más bien ¿tensionan y cuestionan la estructura de dominación capitalista

en pos de la construcción de un sujeto que derribe las barreras de dominación del post

neoliberalismo? El cuestionamiento de las intervenciones debe propiciar la convergencia de

la acción comunitaria en pos de la ruptura del estado de confort de la sociedad

postmoderna, liberando entonces al sujeto de la búsqueda de la libertad y la satisfacción

fallida de las pulsiones.

Referencias

Modenesi, M. (2010) Subalternidad, antagonismo, autonomía. Marxismo y subjetivación política. UBA


Sociales Publicaciones CLACSO. Buenos Aires: Argentina.

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