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Acta Bioethica 2000; año VI, nº 2

DEL SENTIDO DE LA BIOÉTICA

Jean Ladrière
Matemático y Filósofo
Profesor Emérito de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica

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Del sentido de la Bioética - J. Ladrière

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Acta Bioethica 2000; año VI, nº 2

DEL SENTIDO DE LA BIOÉTICA

Jean Ladrière
Resumen Resumo

En el texto que sigue Jean Ladriére reflexiona so- No presente texto, Jean Ladrière faz uma
bre el sentido y la significación de la bioética en el reflexão sobre o significado da bioética no contexto
contexto de lo que hoy se denomina el crecimiento de do que hoje se denomina o crescimento das “éticas
las “éticas aplicadas”. Este contexto le conduce, des- aplicadas”. Já nas primeiras considerações recusase
de las primeras líneas, a rehusar la idea según la cual a aceitar a idéia de que as “éticas regionais” se
las “éticas regionales” se limitarían a traducir –en el limitariam a traduzir, no âmbito de situações
ámbito de situaciones concretas– principios genera- concretas princípios gerais, pois isto seria o mesmo
les, puesto que ello sería equivalente a desconocer la que desconhecer a criatividade, as possibilidades
creatividad, las posibilidades innovadoras y los ries- inovadoras e os riscos que implicam a ação em sua
gos que conlleva la acción en su determinación cons- constante determinação sobre a existência.
tante de la existencia. Estabelece a necessidade de iniciar a reflexão
Estableciendo la necesidad de inaugurar la re- sobre o tema proposto desde o espaço que ocupa e
flexión sobre el tema propuesto desde el espacio que legitima o agir bioético. Pretende mostrar a
ocupa y legitima el accionar de la bioética, intenta cumplicidade que aproxima a bioética à ética e
mostrar la complicidad que reúne la bioética con la averiguar a maneira como a bioética responde à
ética y desentrañar la manera específica como la bioé- exigência de produção de normas, que se afasta,
tica responde a la exigencia de producción de normas, em particular, dos desafios da ação humana e
que se desprenden, en particular, de los desafíos de la tecnocientífica.
acción humana y tecnocientífica. A argumentação que Jean Ladrière apresenta,
La argumentación que Jean Ladrière despliega, abarca de maneira sucinta, temáticas abordadas por
abarca de manera resumida, temáticas abordadas a lo toda sua obra e que podem parecer ao leitor menos
largo de su obra y que pueden aparecer al lector des- avisado como demasiado herméticas. A temática
prevenido como demasiado herméticas. La temática sobre a tecnociência foi abordada pelo autor em seu
de la tecnociencia fue abordada por Jean Ladrière en livro Les enjeux de la rationalité (1977) e em
su libro Les enjeux de la rationalité (1977) y otras múl- inúmeras outras publicações. A problemática da
tiples publicaciones; la problemática de la existencia y existência e sua relação com o sentido em
su relación con el sentido en L’articulation du sens L’articulation du sens (1971 para o volume I, 1985
(1971 para el tomo 1,1985 para el tomo ll), y el tema para o volume II).O tema da ética e da dimensão
de la ética y de la dimensión ética de la existencia en ética da existência em L’éthique dans l’univers de
L’éthique dans l’univers de la rationalité (1997). la rationalité (1997).
Conviene agregar que como traductor de este texto Convém acrescentar que como tradutor do
intenté utilizar las ediciones en castellano de algunos presente texto tentei utilizar as edições em espanhol
autores citados, pero frente a diferencias respecto de de alguns autores, mas diante de diferentes
ciertos términos –que dan cuenta de diferencias de in- interpretações, optei por traduzir diretamente do
terpretación–, opté por traducir directamente del texto texto original de Jean Ladrière.
de Jean Ladrière.
Palavras chaves: Ética, Dimensão ética da
Palabras clave: Ética, Dimensión ética de la existen- existência, Bioética, Norma, Normatividade, Ação,
cia, Bioética, Norma, Normatividad, Acción, Existen- Existência.
cia.
Sergio Zorrilla - Traductor Sergio Zorrilla - Tradutor

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Abstract Résumé

The following text shows us the reflections Dans le texte qui suit, Jean Ladrière fait une
made by Jean Ladrière concerning the sense and réflexion sur le sens et le significat de la bioéthique
meaning of bioethics in the context of what is dans le contexte de ce qu’on appelle aujourd’hui la
known today as the growth of “applied ethics”. croissance des “éthiques appliquées”. Ce contexte
From the first considerations he refuses conduit, dès les premières lignes, à refuser l’idée
accepting the idea that “regional ethics” limits selon laquelle les “éthiques régionales” se limiteraient
itself to translate –into the sphere of concrete à traduire, dans le cadre des situations concrètes, des
situations– general principles, since this would principes généraux, du fait que ca serait équivalent à
be equivalent to ignore creativity, innovative ne pas reconnaître la créativité, les possibilités
possibilities and the risks involved in the action innovatrices et les risques portés par l’action dans sa
in its permanent determination of existence. détermination permanente de l’existence.
Establishing the need of inaugurating En établissant la nécessité d’innaugurer la
reflections concerning proposed themes –from the réflexion sur le sujet proposé, à partir de l’espace
space filled and legitimized by bioethical drive– que occupe et qui légitime le mode d’action de la
he attempts to show the complicity between bioéthique, l’auteur essaie de montrer la complicité
bioethics and ethics, as well as to puzzle out the qui unit la bioéthique à l’éthique et de degager la
specific way in which bioethics respond to the facon spécifique dont la bioéthique répond à
demands of producing regulations, that in l’exigence decréation de normes qui, en particulier,
particular are consequence of the challenges of se detachent des défits de l’action humaine et
human and techno-scientific actioning. technoscientifique.
Jean Lardrière’s argumentation briefly L’argument que Jean Ladrière deploie,
explains issues addressed throughout his research comprend, de facon résumée, des sujets abordés tout
and which may seem too hermetic to the au long de son oeuvre et qui peuvent paraître trop
unprepared reader. herméthiques au lecteur pris au dépourvu. La
The subject of techno-science was analyzed thématique de la thechnoscience fut abordée par
by Jean Ladrière in his book Les enjeux de la Jean Ladrière dans son livre Les enjeux de la
rationalite (1977) and in many other publications; rationalité (1977) entre autres publications; La
the issue of existence and its relationship with problématique de l’existence et sa relation avec le
the sense in L’articulation du sens (1971, sens dans L’articulation du sens (1971 pour le
volume 1; 1985, volume 2), and the topic of ethics volume nº1, 1985 pour le volume nº2), et le sujet
and the ethical dimension of existence in de l’éthique et de la dimension éthique de
L’ethique dans l’ univers de la rationalité (1997). l’existence dans L’éthique dans l’univers de la
It is relevant pointing out that as translator rationalité (1997).
of this text, I tried to use Spanish issues of some On peut ajouter que, en tant que traducteur de
of the authors quoted but in front of differences ce texte, j’ai essayé d’utiliser les éditions en
related to certain terms –showing disparity of espagnol de certains auteurs cités, mais face à des
interpretation– I decided to translate them directly différences concernant certains termes qui pouraient
from Jean Ladrière’s text. provoquer des différences d’interprétation, j’ai
décidé de traduire directement du texte de Jean
Key words: Ethics, Ethical dimension of Ladrière.
existence, Bioethics, Rule, Regulations, Action,
Existence. Mots clés: Éthique, Dimension éthique de l’existence,
Bioéthique, Norme, Normativité, Action, Existence.

Sergio Zorrilla -Translator Sergio Zorrilla - Traducteur

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Hoy en día se habla a menudo de la der de las circunstancias, siempre particulares


“ética aplicada” para designar socialmente los de la acción, los elementos normativos que
lugares de interacción entre la preocupación permiten juzgarlas u orientarse en función de
ética y los diferentes ámbitos de la práctica. lo que ellas sugieren. Esta es la construcción
La bioética es considerada como uno de esos de normas. Pero las mismas normas remiten a
espacios, caracterizada por el término “bio”, lo que les confiere su normatividad. De esta
que podría evocar vida en general, aunque con- manera la regresión es orientada a desarrollar-
cierne mayoritariamente a la vida humana. Sin se en la dirección de lo que es constitutivo del
embargo, esta manera de hablar parece indi- orden ético. Es lo que puede llamarse la expli-
car que existe una “ética fundamental” o una citación del fundamento de la ética. La lectura
“ética teórica”, que establece los principios regresiva de la acción puede volver posible una
generales válidos para todas las prácticas hu- lectura retrospectiva, que permite elucidar la
manas y que, por otro lado, existen “éticas re- acción en el sentido de las normas que la orien-
gionales” que, de cierta manera, traducen es- tan y elucidar las normas a partir de la natura-
tos principios generales en las situaciones con- leza de su fundamento.
cretas y particulares de las diversas “regiones” Una reflexión sobre el sentido de la bioé-
de la práctica. tica debe originarse en el espacio particular que
Este esquema –que no compartimos– se ella interroga, lo que se relaciona con un pro-
parece mucho al utilizado en las prácticas ope- cedimiento regresivo y, enseguida, preguntar-
ratorias, en las cuales a los datos se les aplica se sobre lo que la constituye como “ética” y
un programa para resolver un problema. Para sobre la forma específica que adopta para ella
ello el programa posee lo que se denomina “pa- la determinación de normas. Estas dos tareas
rámetros”, que son tipos de magnitudes que se se conectan con la lectura retrospectiva que
pueden establecer arbitrariamente. En suma, hemos evocado más arriba: la investigación
se trata solamente de una forma de operación. sobre lo que constituye la ética debe clarificar
(Así la regla de la división matemática es un el procedimiento de construcción de normas
programa que establece formalmente como es desarrollado por la bioética y el cuestionamien-
posible la división de un número por otro). La to sobre la determinación de las normas debe
opción de los valores determinados por los pa- clarificar los procedimientos concretos de la
rámetros “llena de contenido” esta forma y bioética, entendida como forma específica de
permite una operación concreta. acción.
El esquema anterior es un caso particular
de un procedimiento descendente que consis-
te en transitar de un principio a sus consecuen- El lugar de cuestionamiento de la bioética
cias y cuyo modelo más apropiado es, sin duda
alguna, la deducción lógica. Pero es lícito pre- La bioética, tal como hoy se presenta, no
guntarse si la reflexión ética no se refiere, más es ni un saber (incluso si abarca aspectos
específicamente, a un tipo de procedimiento cognitivos), ni una forma particular de exper-
ascendente, que parte de los datos concretos ticia (incluso si posee una capacidad de expe-
para progresar hacia sus condiciones de exis- riencia y de intervención), ni una deontología
tencia. La naturaleza de este tipo de procedi- (incluso si posee aspectos normativos). Es una
miento no se relaciona con la implicación; al práctica racional muy específica que pone en
contrario, con la des-implicación, que trata de movimiento, al mismo tiempo, un saber, una
desprender de lo dado concretamente lo que experiencia y una competencia normativa, en
se encuentra de alguna manera envuelto en el un contexto particular del accionar que es
modo de ser de lo dado. En el caso de la ética definido por el prefijo “bio”.
este procedimiento regresivo permite despren- Podríamos caracterizarla de mejor mane-

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ra diciendo que es una instancia de juicio, aun- presionante de las ciencias físicas. Ciertamen-
que precisando que se trata de un juicio prácti- te, desde el siglo XIX, la biología se había dado
co, que se ejerce en circunstancias concretas y un estatuto científico, en un sentido estricto,
al que se asigna una finalidad práctica a través aplicando sistemáticamente los esquemas de
de diferentes formas de institucionalización. la causalidad. Pero los medios de observación
De esta manera, la bioética constituye una prác- y experimentales no permitían descender más
tica de segundo orden, operando sobre prácti- allá de un cierto nivel de organización. Y la
cas de primer orden, en contacto directo con medicina, de su lado, sólo podía disponer de
las determinaciones concretas de la acción en medios de investigación que permanecían al
el ámbito de las bases biológicas de la existen- nivel de lo macroscópico. Sin embargo, desde
cia humana. la mitad del siglo XX, la ciencia de lo vivo dio
La expresión “bases biológicas” de la exis- un paso absolutamente decisivo para la com-
tencia humana debe ser tomada en un sentido prensión del fenómeno de la “vida” al desen-
muy amplio. Existe un núcleo de aspectos que trañar –más allá incluso del nivel celular– el
interesan a la bioética que incumben directa- nivel de los constituyentes químicos de la vida
mente los soportes somáticos de la existencia y de sus dinámicas propias. Sobre esta base ha
humana, por medio de la investigación o de sido posible descubrir los constituyentes mo-
diferentes prácticas clínicas, que ponen en jue- leculares de los genes. La secuencia del geno-
go directamente estos soportes. En este domi- ma humano es la consecuencia lógica de esos
nio, la bioética, se entrecruza ampliamente con descubrimientos. A partir de la información
la ética médica. Aunque, en la medida que la adquirida se abren posibilidades absolutamente
investigación sobre lo vivo se profundiza, el inéditas que resume la expresión “manipula-
campo de cuestionamiento de la bioética se ciones genéticas”. Esta capacidad de descen-
amplía. Y si la existencia humana es en defini- der al nivel molecular significa, desde un pun-
tiva el desafío esencial, es la vida misma en to de vista práctico, una verdadera revolución
toda su extensión que se encuentra cuestiona- de la medicina. Y desde ahora se anuncia un
da. gran debate político a propósito del control de
La instauración de esta práctica de juicio la información genética. Sin embargo, la pro-
y su institucionalización, que es en los hechos blemática genética es sólo un sector de la pro-
un acto político, plantea dos preguntas mayo- blemática biológica en general. Las posibili-
res desde el punto de vista de la reflexión so- dades de intervención en el dominio de la pro-
bre el sentido de la bioética. Por un lado, ¿cuál creación o las técnicas de trasplantación de
es el proceso histórico que ha creado este nue- órganos son otros ejemplos sorprendentes del
vo campo de la práctica constituido por la bio- tipo de situación creado por la transformación
ética? y, por otro lado, ¿cuál es la perspectiva de la ciencia biológica después de la segunda
específica que define esta práctica? mitad del siglo XX.
A la primera de estas preguntas debemos Los progresos en el orden del saber en este
responder evocando el desarrollo científico campo, se traducen, sin embargo, casi inme-
acerca del fenómeno de la “vida” y las reper- diatamente en la creación de nuevas capacida-
cusiones de este desarrollo en las prácticas des de intervención. El sentido general de es-
médicas (entendidas en un sentido amplio), así tas intervenciones es de reemplazar los proce-
como en el campo más vasto de lo designado sos “naturales” por procesos artificiales. Es lo
por el concepto de “salud pública”. que se percibe, por ejemplo, en el caso de una
Es sorprendente que la biología como cien- técnica médica como la fecundación in vitro.
cia haya permanecido durante tanto tiempo Es necesario reconocer que la finalidad de tal
como una disciplina esencialmente descripti- operación permanece en el marco del proceso
va, en contraste con el desarrollo teórico im- natural correspondiente. La sustitución es sólo

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parcial. Mas, en el caso de la clonación nos damos que el carácter más esencial de la tec-
enfrentamos a la creación pura y simple de una nociencia es su capacidad de constituir un uni-
posibilidad inédita, que puede transformar la verso que se encuentra en interacción con el
relación de descendencia. En un sentido bas- universo natural, pero que se construye como
tante evidente, un clon es un ser artificial. una totalidad sui generis, cada vez más autó-
La distinción entre lo artificial y lo natural nomo en relación al mundo natural, imponien-
puede ser expresado a través de un criterio aris- do de manera casi obligatoria sus propias le-
totélico: el ente natural es un ente que es “por yes de funcionamiento a la acción humana. En
naturaleza” o “en virtud de la naturaleza” (es realidad, es la acción humana que engendra la
decir, que proviene –por un proceso intrínseco tecnociencia, pero creándola, se convierte de-
de engendramiento– de un ente de la misma liberadamente dependiente de las posibilida-
especie), mientras que un ente artificial es un des que ésta le ofrece, aunque también, de las
ser que es “en virtud del arte”, es decir, de una posibilidades que se le abren y de las limita-
práctica propiamente humana. Retomando los ciones que ello implica.
términos griegos, se podría decir que el ente Así, es impresionante constatar como en
natural tiene su origen en la génesis, mientras pocos años la tecnología de las computadoras
que el ente artificial tiene su origen en la ha transformado –sin haberlo querido de for-
poiesis. ma explícita– las interrelaciones de la vida pro-
Sin embargo, esta evolución de las cien- fesional e incluso las modalidades más elemen-
cias de la vida y de las prácticas que se des- tales del intercambio en la vida cotidiana. Con-
prenden son parte de un proceso global que es viene agregar que el universo tecnocientífico
una de las manifestaciones más destacadas de no es simplemente una extensión del universo
la “modernidad” , es decir, del nacimiento y natural. Es otra realidad, que tiene su propio
desarrollo de lo que se llama tecnociencia. Esta sistema de significaciones y que se encuentra
expresión coloca el acento sobre la estrecha animada por una dinámica en la cual la acción
interdependencia que se instaura en la época deviene simple mediación de un proceso que
contemporánea entre la investigación científi- sólo domina de forma parcial. La tecnociencia
ca y la innovación tecnológica. Por un lado, constituye un universo que posee unidad y au-
los logros en el orden del conocimiento cientí- tonomía, poniendo en juego de forma implíci-
fico –que son de tipo ideal– son proyectados ta –a causa de su funcionamiento– una cierta
en las realizaciones exteriores de orden mate- visión del mundo, que ejerce un efecto de in-
rial, cuyo mejor ejemplo es el autómata “inte- ducción sobre sus creadores y los utilizadores.
ligente”. Por otro lado, la tecnología procura a Esta visión del mundo se desprende de su com-
la investigación científica los instrumentos que ponente cognitivo, es decir, la ciencia. Los otros
le permiten explorar los dominios de la reali- componentes de la tecnociencia sólo son la
dad cósmica que son inabordables desde la proyección de esta visión en los aparatos de
percepción, como las nebulosas cercanas o las todo tipo que constituyen los componentes
partículas elementales. propiamente tecnológicos.
Desde un cierto punto de vista, la tecno- La visión científica del mundo no es “na-
ciencia es simplemente el conjunto de prácti- tural”, como lo es la visión perceptiva. Se apoya
cas que se desprenden de la idea de ciencia o en un proceso de objetivación que es, al mis-
de tecnología, asociadas al conjunto de arte- mo tiempo, un proceso de instauración. Este
factos sobre los cuales se sostienen estas prác- proceso pone en juego un doble postulado, que
ticas (aparatos científicos y máquinas de todo corresponde a una doble restricción. La adop-
tipo). Sin embargo, esta manera de ver las co- ción de este doble postulado tiene el carácter
sas reduce la tecnociencia a una suma de mo- de una decisión libre, estableciendo unas cier-
delos de acción y de objetos artificiales. Olvi- tas limitaciones que el “pensamiento científi-

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co” asume como una obligación. Es claro, por investigaciones y en las operaciones concre-
un lado, que sólo serán considerados como tas a través de las cuales este procedimiento
pertinentes los aspectos de la realidad que pue- formula proposiciones que reciben una mate-
den ser reconocidos como independientes de rialización creciente. Pero, conviene agregar,
cualquier intervención de la subjetividad. Este que estas significaciones son solamente intrín-
postulado de objetividad, que se encuentra en secas: su poder significante vale en el supues-
la base de la distinción entre cualidades pri- to de decisiones iniciales que han instaurado
marias y cualidades secundarias, es estableci- la práctica científica “moderna”.
do en la época en que se constituye la física El hecho que los objetos y propiedades del
moderna. universo científico puedan ser de alguna ma-
También es claro, por otro lado, que sólo nera manifestados por dispositivos experimen-
serán considerados los objetos y propiedades tales confiere a este universo una propiedad
susceptibles de conectarse directa o indirecta- global que podríamos denominar su capaci-
mente con datos estrictamente empíricos. Este dad de proyección. La física, por ejemplo,
postulado de empirismo se encuentra en el ori- construye el concepto abstracto de “campo
gen de uno de los principios en que se expresa electromagnético”, cuyo referente es un cierto
el empirismo lógico, que lo consideraba como objeto del universo científico y propone un
un supuesto fundamental del pensamiento formalismo matemático que representa el com-
científico. Carnap ha propuesto una formula- portamiento de este objeto. En ciertos monta-
ción en términos de exigencias válidas para el jes experimentales se pueden verificar las pre-
lenguaje científico: visiones hechas sobre la base de este formalis-
mo. Se podría decir que dicho montaje es una
Como empiristas exigimos que el lenguaje proyección de lo que se muestra abstractamente
de la ciencia se restrinja de cierta manera; en el formalismo. Y de manera general se po-
exigimos que los predicados descriptivos y dría decir que el sentido del concepto “campo
por lo tanto, también las proposiciones sinté- electromagnético” es procurado por el forma-
ticas, sólo sean admitidas bajo la condición lismo del electromagnetismo, además de
de que tengan alguna conexión con las todas sus otras proyecciones. La ciencia del
observaciones posibles, conexión que debe electromagnetismo utiliza algunas de estas pro-
ser caracterizada de forma conveniente (1). yecciones con un objetivo solamente episte-
mológico, para procurar una base empírica a
La restricción operada por estos dos pos- sus representaciones teóricas. Pero nada impi-
tulados significa negativamente el abandono de realizar, por ejemplo, proyecciones que pue-
del mundo percibido y de lo que se revela en dan servir a fines de tipo “utilitario” para tras-
la intuición. Pero positivamente, significa la mitir informaciones rápidamente . La proyec-
apertura a un nuevo campo de experiencia y ción es en sí independiente de las finalidades
de pensamiento. En realidad, lo que emerge es en vista de las cuales se la utiliza. Esta opera-
un campo de posibilidades y más exactamen- ción de proyección concluye la transición de
te, de posibilidades de construcción. El proce- lo que es puramente científico a lo que es cien-
dimiento científico construye los objetos de los tífico-técnico, es decir, el paso del universo
que se ocupa y construye las situaciones expe- científico al universo tecnológico.
rimentales en las cuales sus hipótesis pueden Sin embargo, la ciencia y la técnica no se
ser verificadas. Las significaciones que surgen hacen solas. Los procesos de construcción y
gracias al universo que este procedimiento de proyección son amplificados por la acción,
engendra se sitúan en el entrecruzamiento de como lo muestra la introducción del concepto
lo que permiten ver estos modelos, de prefe- de fin: la acción es un comportamiento que
rencia de forma matemática, que sirven en sus persigue explícitamente fines sobre la base de

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motivaciones previamente evaluadas. Toda dez de sus proposiciones. E incluso el proce-


acción es un proceso que se apoya sobre una dimiento técnico se impone también criterios
situación dada, intentando transformarla en una estrictos de eficacia que son los garantes de la
nueva situación, adecuada a la finalidad pro- fiabilidad de sus resultados. Pero estos crite-
puesta. La construcción y la proyección son rios, que en los dos casos son interpretables
formas de acción. Proyectando en la realidad como directivas para la acción, permanecen
empírica ciertas representaciones que pertene- estrechamente referidos a las propias estrate-
cen al universo científico, la acción permite la gias de la tecnociencia. La normatividad im-
existencia de situaciones objetivas, que son plícita –que inspira el cuestionamiento respecto
situaciones inéditas y que provocan su “per- de lo inédito de ciertas situaciones– se despren-
plejidad”. de de una perspectiva que no pone en duda el
La posibilidad, por ejemplo, de la clona- valor verdadero de una proposición o la efica-
ción humana –facilitada por los desarrollos de cia de una técnica, sino que la legitimidad de
la genética, así sea en un largo período– per- una acción.
mite evocar como posible, en principio, una Lo que se expresa en la perplejidad es una
situación totalmente “fuera de la naturale- preocupación que proviene de la razón prácti-
za”, cuya posibilidad no es segura que sea ca, en el sentido de Kant, es decir, de la razón
deseable. Pero, ¿cuál es el significado de la que apunta hacia las finalidades más altas de
reserva emitida? Una situación realizada la acción, lo que Kant llama “la instauración
efectivamente o anunciada como posible de un mundo moral”. La preocupación de la
sobre la base de la tecnociencia puede plan- razón práctica no se reduce a la razón teórica,
tear problemas que son de naturaleza técni- que reflexiona con el fin de adaptar sus hipó-
ca o científica y que reenvían al proceso que tesis a las obligaciones que se desprenden de
la ha creado. En esta perspectiva el sentido las observaciones disponibles, ni tampoco a la
de la situación se desprende de su inscrip- razón calculadora, que reflexiona sobre la
ción al universo técnico-científico. El abanico mejor adecuación de los medios disponibles
de posibilidades que la tecnociencia abre pue- en relación con los fines. Se trata de una pre-
de ser considerado como dado, con la misma ocupación que moviliza la razón en torno a sí
evidencia con que ella misma existe. Pero la misma, no sólo porque se encuentra compro-
“perplejidad” que embarga la acción no se re- metida con tal o cual situación; a través de di-
duce solamente a una preocupación técnica. cho compromiso la razón se pone a sí misma
Esta es, en un primer momento, una especie en juego, en el marco y la perspectiva de su
de intuición que anuncia el comienzo de un calidad esencial. En la preocupación de la ra-
juicio. A través de ella se plantea una cuestión zón práctica se anuncia la dimensión ética de
que no es de orden técnico. En los hechos, la la acción. La acción que, en lo concreto de la
duda que remueve la acción es una puesta en situación, deviene consciente de la dimensión
suspenso del universo tecnocientífico, de sus y desafío que representa para sí misma, se con-
significaciones, de sus evidencias y por lo tan- vierte en razón reflexiva. La acción a partir de
to, de su inserción en otra dimensión. su “perplejidad” busca reposicionarse frente a
El estado de “perplejidad” en el cual la las exigencias que surgen del hecho que ella
acción se instala es la manifestación de la re- es razón práctica.
ferencia a un juicio posible e indica la presen- Aquí se descubre el lugar propio de la bio-
cia de un punto de vista normativo. Existe, tanto ética y se anuncia el proceso regresivo que debe
en la ciencia como en la técnica, un aspecto conducir la preocupación bioética hacia lo que
normativo y éste es determinante. El procedi- funda su normatividad inmanente. El lugar
miento científico se impone criterios estrictos propio de la bioética, desde donde se institu-
de cientificismo, que son garantes de la vali- ye, es la situación, en la medida que ésta pone

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en movimiento –directamente o través de di- de los ejes. Cada proyección da una vista par-
versas mediaciones– los fundamentos bioló- cial del objeto, a pesar de que refleja bien la
gicos de la existencia humana y también en la totalidad del objeto, según la perspectiva defi-
medida en que la razón reflexiva descubre la nida.
eticidad, es decir, lo que plantea problemas Hablando de la ética como una “dimen-
desde el punto de vista de su relación con la sión” intentamos indicar que es una determi-
dimensión ética de la acción. Dos condiciones nación que afecta la cosa real, la acción en su
intervienen por lo tanto en esta determinación: totalidad y, sin embargo, sólo la afecta según
el contenido de la situación –particularizada una cierta perspectiva. La idea es que la ac-
por medio de conceptos que se desprenden de ción, considerada plenamente, constituye de
la tecnociencia– y la perspectiva que es consi- alguna manera la reunión en una visión única
derada por la razón reflexiva, perspectiva que de todas sus dimensiones. Pero si la ética es
es caracterizada como “ética” según un senti- una dimensión, ella afecta la acción y por con-
do que debe ser elucidado por un análisis secuencia cada una de sus otras dimensiones.
regresivo. Conviene por lo tanto, en la pers- Una “dimensión” no existe aislada. Cada una
pectiva anunciada, precisar lo que es la dimen- de las dimensiones de la acción define una
sión ética y en particular examinar como ella perspectiva que puede ser interrogada y cues-
puede ser fuente de normatividad. Será nece- tionada. Es necesario precisar lo que constitu-
sario enseguida establecer ciertas precisiones ye la dimensión calificada como “ética”.
sobre la determinación de normas. Sobre estas Para comenzar es necesario relacionar la
bases se podrá volver, en un camino retros- acción con su espacio propio de manifestación.
pectivo, sobre la acción como lugar de emer- La acción no es un ente por sí mismo, es una
gencia y materialización de esta normatividad. de las manifestaciones esenciales del ser hu-
mano concreto, determinación particular del
modo de ser del existente humano. Este térmi-
La dimensión ética de la acción no expresa bien –sobre todo a través del prefi-
jo “ex”– el estatuto ontológico de un existente
La presencia en la dinámica de la acción que es esencialmente dinamismo, salida fuera
de una normatividad intrínseca que la concier- de sí mismo, apertura al mundo, a otro, a sí
ne totalmente, y no sólo en tal o cual tipo de mismo, al corazón más secreto de la realidad.
comportamiento, sugiere que esta normativi- Si la acción es una determinación particular
dad no es local o periférica sino que pertenece de la existencia, su estructura debe reflejar la
a la constitución misma de la acción. Es esta estructura de la existencia, lo que nos permite
sugerencia que intenta explicitar el término conectar ésta con lo que se devela en la ac-
“dimensión”, que utiliza una metáfora que pro- ción. Si la ética es una dimensión de la acción
viene del campo de la geometría. es porque ella es una dimensión de la existen-
Podemos procurarnos una representación cia. La ética afecta la acción en la medida que
de un objeto con tres dimensiones relacionán- inscribe a través de ella la normatividad espe-
dolo con un sistema de tres ejes y construyen- cífica a la cual remite el término “ética”. Pero
do su imagen según cada uno de estos ejes. Se afecta la existencia de manera más radical: la
obtiene entonces una especie de representación ética es una dimensión porque traduce en exi-
simplificada del objeto, en tres figuras, a par- gencia la estructura misma de la existencia.
tir de las cuales es siempre posible volver al La existencia es una don, no se elige, se
objeto como tal, reuniendo en el espacio a tres descubre en un cierto lugar, en un cierto tiem-
dimensiones, las tres imágenes a dos dimen- po, ligada a condiciones que se imponen de
siones dadas. Las figuras a dos dimensiones manera inevitable. La existencia se encuentra
son “proyecciones” del objeto según cada uno entonces marcada por una contingencia radi-

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cal. En cierto sentido, su ser se encuentra com- mento del mundo que le es accesible, repercu-
pletamente establecido de antemano y sólo te necesariamente sobre la existencia: ésta,
puede ser lo que efectivamente es. Pero, al gracias a los efectos provocados por la acción,
mismo tiempo, la existencia se encuentra como se confiere nuevas determinaciones que con-
separada de su ser, como carencia constante tribuyen a dibujar su trayectoria.
de su ser. En su ser mismo se encuentra inscri- Como la acción es condicionada, su efec-
ta una distancia que se reinstaura a cada paso; to es necesariamente local, particular, contin-
entre lo que ella ha llegado a ser y lo que es gente como la misma existencia. Si ella es ca-
siempre llamada a ser. Pero esta fractura inte- paz de modificar la situación, introduciendo
rior no es un estado, es la condición estructu- nuevas determinaciones, es porque no se en-
ral que vuelve posible el dinamismo que la ca- cuentra sujeta a la particularidad en que opera:
racteriza. La existencia constantemente se vive insertándose completamente en el presente,
como el esfuerzo siempre renovado de supe- apunta hacia un horizonte que se encuentra más
rar la escisión que la separa de sí misma, de allá de cualquier particularismo; horizonte que
reconciliarse, accediendo a la verdad de su ser. se manifiesta como exigencia/condición al que
Si la existencia es un don no es posible enten- la acción debe moldearse. Pero ésta no es una
derla como lo que se encuentra desde siempre condición antecedente, como aquellas que ase-
realizado, sino que al contrario como aquello guran los efectos de la acción, es una condi-
que se encuentra en camino de su propia reali- ción que se inscribe en el orden de un telos (un
zación. Su ser dado es solamente la potencia- término dotado de finalidad), telos que, en el
lidad de un estado provisional, atravesado por ser presente de la existencia, explicitado por la
el deseo que conduce la existencia hacia su ser acción, se expresa como una solicitud provo-
realizado. cadora de su ser por venir. El sentido de la ac-
Es a partir de sí misma que la existencia es ción es precisamente la relación que se institu-
llamada a reunirse en la autenticidad de su ser. ye con este término, situado más allá de lo que
Es dada a sí misma, pero más bien como con- se está realizando, que sería como la figura
fiada a sí misma. De esta manera, es definida realizada de lo que la acción apunta incesante-
por la tarea de procurarse a sí misma, a través mente.
de su propia iniciativa, la determinación que Como la acción es la misma existencia,
le falta a su ser. El camino de su propia deter- considerada como fuente de iniciativa, la es-
minación y realización es la acción. tructura de la acción –mediación entre las si-
Existe en la acción una condición genera- tuaciones y el telos que induce la existencia
dora de efectos: es por esencia intervención desde su ser por venir– es también la estructu-
en el curso de las cosas –incluso de manera no ra de la existencia. En esta estructura se mani-
visible– y gracias a esta capacidad, adquiere fiesta su temporalidad, que define su estatuto
su concreción. Para intervenir, la acción debe ontológico. La existencia efectiva es lo que en
someterse a los límites que se desprenden de ella se encuentra inscrito como realizado, la
la condición general de contingencia que se existencia como extendida hacia su ser por
impone a la existencia. Estos límites definen venir, es el eco en ella de lo que la orienta y la
lo que se puede llamar la situación. Es asu- organiza. Y el momento de la acción es el pre-
miendo la situación que la acción es capaz de sente como transición, paso, donde lo ya reali-
inscribir su registro en el mundo. Lo que de un zado es asumido en la perspectiva representa-
cierto punto de vista es limitación, en realidad da por la realización integral de la existencia.
es, desde el punto de vista de lo que se realiza, Esta estructura, que es de orden formal,
lo que confiere a la acción el poder de agregar explicita dos caracteres esenciales que ponen
nuevas determinaciones a la realidad consti- en juego el destino real de la existencia. Por
tuida. Lo que la acción produce, en el frag- un lado la perspectiva que sostiene la acción

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no es solamente la relación con un término que tad, dándose como ley el respeto de estas con-
debe aparecer. Es la expresión de una exigen- diciones, asume las exigencias que se despren-
cia constitutiva, inscrita en el ser de la existen- den del estatuto del ser de un existente respon-
cia y explicitada por el evidenciamiento de su sable de sí mismo, dicho de otra manera, de
estructura. Por otro lado, a través de esta exi- un existente caracterizado por la libertad y en
gencia la existencia es instituida como respon- definitiva por la libertad consigo mismo. De
sable de sí misma. La exigencia no es una li- esta manera la libertad es equivalente a asu-
mitación, es un mandato o un llamado, a tra- mir libremente su propio estatuto de ser. Pero
vés del cual el ser por venir exige al ser pre- la libertad se vive en un devenir, en el que sus
sente asumir, en su acción, la tarea de reunír- exigencias deben encontrar las determinacio-
sele y a través de ello alcanzar su realización. nes concretas que aseguren su porvenir.
La existencia es llamada a devenir portadora La exigencia que la existencia reconoce
de lo que acontece con su ser, ratificando por en su propio ser como imposición es, en suma,
medio de lo que hace la generación de todas la exigencia de su realización, es decir, la exi-
las condiciones que deben asegurar su realiza- gencia de devenir lo que ella es como expre-
ción plena. sión de un llamado de sí misma o, dicho de
El hecho que la existencia se constituya otra manera, como búsqueda para alcanzar su
como responsable de sí misma implica que ser auténtico. Pero, ¿cuál es su ser auténtico?
posee un poder adecuado al nivel de esta exi- Podemos sugerir que es el estatuto de un exis-
gencia. En términos kantianos se podría decir tente caracterizado por la libertad.
que este poder es la capacidad de darse a sí Esta es, sin embargo, una determinación
misma su propia ley, es decir, su autonomía. que permanece formal. La cuestión que se plan-
Esta expresión podría sugerir que la existen- tea se relaciona con su determinación concre-
cia organiza su acción de manera arbitraria, ta. La existencia se encuentra en camino hacia
dándose máximas que no tienen otro funda- sí misma y se procura una figura efectiva en y
mente que su propia voluntad. Pero, la auto- por su acción, inscribiendo sus procedimien-
nomía significa que la ley –que expresa la exi- tos efectivos en un horizonte que le permite
gencia que vuelve la existencia responsable– intuir el lugar de su ser por venir. Sin embar-
es una ley interior, en la que la existencia go, la capacidad de la existencia de volverse
reconoce los imperativos que condicionan la efectiva es una “forma de vida”, según la ex-
realización de su ser. presión de Wittgenstein. La perspectiva que
La realización de la existencia es el des- habita la acción es, en los hechos, la búsqueda
pliegue integral de su ser. Su estatuto como de un estado de cosas que sería equivalente a
ser es aquel de un existente que conlleva en sí la fuente inspiradora de una cierta disposición
mismo, en su existencia, la responsabilidad de concreta de la existencia, como respuesta a la
sí mismo, de un existente que tiene la tarea de idea de “existencia auténtica”. La tradición
vivir según lo que es exigido por el estatuto filosófica ha construido, para expresar esta
del ser. Lo que caracteriza a un existente res- perspectiva, el concepto de “vida buena”. De-
ponsable de sí mismo es la autonomía o aun, bemos inmediatamente precisar que la “vida
la libertad. Vivir según la exigencia de dicho buena” debe ser una vida “con otro”. Lo que
estatuto de ser es, por lo tanto, vivir según lo expresa la idea de “ser auténtico” es una con-
exigido por el estatuto de un ser libre. dición de naturaleza muy general, independien-
La ley interior que es llamada a darse la temente de toda particularidad histórica, ca-
existencia es una ley en la cual la libertad se racterizando al existente humano como tal y
procura las condiciones de su existencia. Y no a tal o cual grupo o a tal o cual tradición.
estas condiciones son aquellas que deben ase- Según el vocabulario tradicional se podría de-
gurar la realización de la existencia. La liber- cir que esta condición es de tipo universal. In-

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dependiente de todo rasgo particular ella es a Más arriba hemos intentado bosquejar una res-
priori. Aunque la experiencia empírica nos puesta posible a la interrogante sobre lo cons-
enseña que existe en los hechos una plurali- titutivo de la ética, conectando la dimensión
dad de existentes humanos y que lo que puede ética de la acción a la estructura de la existen-
ser afirmado como a priori del existente cia. Esta aproximación de la temática nos pro-
humano vale inmediatamente para cada uno cura una indicación sobre el fundamento de la
de los existentes reales, que son llamados a normatividad de la ética: lo que confiere a las
reconocerse mutuamente como “existente prescripciones éticas su carácter normativo es
humanos”. la presencia en la estructura de la existencia de
La universalidad formal de lo a priori se una exigencia que toma la forma de una orien-
traduce en la universalidad concreta de la hu- tación sobre la “vida buena”. Pero esta indica-
manidad efectiva. Como esta determinación ción es extremadamente resumida. La reflexión
es esencial, califica también como esencial la debe intentar, a lo menos, precisar cómo las
perspectiva de la vida buena, que expresa un a normas con un contenido concreto podrían ser
priori de la condición humana. Finalmente, es elaboradas.
necesario reconocer inmediatamente que existe Antes que nada conviene descartar posi-
una pluralidad de seres humanos que constru- bles malentendidos. El término norma podría
yen su vida en común a través de instituciones sugerir la idea de un procedimiento consisten-
y que es por medio de la institución que la exi- te en “aplicar una norma a una situación con-
gencia puede recibir sus determinaciones con- creta”. En tal perspectiva la norma debería ser
cretas. La consideración de estos tres elemen- capaz de poder reunirse directamente con la
tos –perspectiva de un telos bajo la forma de situación implicada y prescribir de manera casi
la “vida buena”, pluralidad de los existentes automática lo que debe ser hecho o, al contra-
humanos, mediación de las instituciones– rio, evitado. Sin embargo dicha concepción se
conduce a la definición que Paul Ricoeur ha inspira en un modelo que no es pertinente, de
dado de la ética en su libro Soi-même comme manera absoluta, cuando se trata de juzgar so-
un autre: la ética es “búsqueda de la ‘vida bre la acción. Es el modelo de un programa
buena’ con y para el otro en instituciones jus- operatorio orientado al comportamiento de un
tas” (2, p.202). autómata: el programa indica, para cada esta-
do posible del autómata, cual es la maniobra
que debe ser ejecutada.
La determinación de normas El registro de la acción, no puede ser re-
ducido, de ninguna manera, al registro o nivel
El término “ética” es a veces empleado de una operación. Puesto que la operación es
como concepto de primer orden, para desig- concebida como un proceso que se ejecuta de
nar la conducta ética o la ética como práctica o forma mecánica, según reglas establecidas, lo
aun la “vida ética” y, a veces, como concepto que la separa completamente de la significa-
de segundo orden, para designar la reflexión ción (como la operación de una máquina que
desarrollada sobre la ética, en el sentido del ejecuta una división sin saber que efectúa una
primer orden. Podríamos denominar la ética división); la acción es un proceso que se eje-
entendida en este segundo sentido como “éti- cuta en el marco de una intención y que se
ca reflexiva”. Dos tareas son confiadas a la ética guía de manera continua por lo que ésta sugie-
reflexiva: la determinación de lo que es cons- re, lo que esta significación incluso le impone.
titutivo de la ética y, en particular, la clarifica- El programa operatorio es aplicable de mane-
ción de lo que le da un carácter normativo, que ra indefinida y en este sentido es universaliza-
le permite determinar normas que pueden elu- ble. La acción, al contrario, es siempre singu-
cidar la acción respecto de sus orientaciones. lar, puesto que a través de ella, en un momen-

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to de la trayectoria de la vida, se pone en juego la perspectiva de esta exigencia. El problema


la existencia, lo que supone la presencia del que se plantea a la ética reflexiva es: o bien
pasado y la apertura respecto de posibles que volver explícita la justificación de normas exis-
la acción permite bosquejar. tentes en la tradición ética o construir normas
Esta singularidad de la acción instituye la para situaciones inéditas, como es el caso de
singularidad de la situación puesto que a tra- la bioética. Pero la justificación, en el caso de
vés de esta última resuenan en la existencia las normas que existen, consistirá en rehacer
todos los condicionamientos que la afectan e el camino que ha conducido a la formulación
implican para la existencia una significación de normas aceptadas por la tradición. Así, en
que ningún análisis puede agotar. Ello deter- definitiva, el problema es, de un lado o del otro,
mina también la singularidad de lo que se efec- la construcción de normas.
túa en la acción, puesto que el efecto que esta Se desprende del carácter mediador de la
provoca no se reduce a las manifestaciones norma su capacidad de colocar al unísono un
exteriores que se pueden observar, sino que se tipo de situación y un tipo de acción. Debe
enuncian esencialmente a través de las signifi- abarcar dos componentes descriptivos que per-
caciones que se manifiestan en la vida del agen- miten caracterizar un tipo de situación y un
te. De esta manera, ni la situación, ni su efec- tipo de acción, proponiendo la síntesis, bajo la
to, pueden ser descritos como describimos las forma de una prescripción. La norma debe, por
circunstancias de una operación y un procedi- lo tanto, comprender un tercer elemento, un
miento. Una y otra explicitan significaciones. operador que exprese precisamente su capaci-
Sólo podemos entenderlas a través de un pro- dad de prescribir.
cedimiento de tipo hermenéutico. Una reflexión cuyo papel es explicitar el
Lo que se puede esperar de una norma no proceso que describimos debe poder manifes-
es de prescribir una regla a una acción que le tar claramente lo que funda la prescritividad
bastaría a ésta con seguir paso a paso, sino de de la norma, es decir, la exigencia ética. Kant
ayudarla a orientarse en una situación que plan- ha formulado esta exigencia fundamental a tra-
tea problemas desde el punto de vista de una vés de lo que denomina la ley fundamental de
exigencia ética. De manera más precisa, es la razón pura práctica:
permitir ver lo que implica esta exigencia res-
pecto de la orientación de la acción, en una Actúa de tal manera que la máxima de tu
situación específica. Tiene una función de voluntad pueda valer siempre al mismo tiem-
mediación, entre una orientación de carácter po como principio de una legislación univer-
fundamental y un estado de cosas en relación sal (3, p.30).
al que debe poder determinarse. Esta media-
ción no es completamente concreta, en el sen- Esta ley impone a toda máxima de acción
tido que no conecta una acción determinada que se propone como principio ético, adoptar
con una situación también determinada, sino la forma de la universalidad. Ella tiene, por lo
que un tipo de acción con un tipo de situación. tanto, un carácter puramente formal. Pero es-
El papel de la norma es de volver presente en tablece adecuadamente que esta forma debe
la acción, de alguna manera, lo que es consti- ser una “legislación”, el concepto de “ley” apli-
tutivo de la ética y de procurar el fundamento cándose en este contexto al orden moral. Y la
y la justificación a lo que prescribe. La norma universalidad de la que se trata no es simple-
no cumple esta exigencia por la capacidad de mente universalidad lógica, es la universali-
subsumir una proposición, describiendo la si- dad real de lo que Kant llama un “mundo mo-
tuación en una proposición que expresa la exi- ral”, es decir, un orden en cual todas las prác-
gencia ética, sino por medio de una práctica ticas que forman parte del contenido concreto
interpretativa que permite ver la situación en de la vida serían conformes a la ley moral o

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aun, de una forma de vida que sería la realiza- El fin que se impone a la acción, en virtud
ción efectiva de la “vida buena”. del estatuto de la existencia, debe por lo tanto
Que esta idea de una “legislación univer- ser un fin válido para todo existente, según el
sal” se oriente, en un contexto kantiano, hacia vocabulario kantiano, para todo ser razonable.
una universalidad real aparece claramente en Debe por lo tanto ser independiente de todas
la segunda formulación que Kant da del prin- las particularidades subjetivas, dicho de otro
cipio supremo de la razón práctica, en la Me- manera, debe tener un valor absoluto, aquel
tafísica de las costumbres. Esta segunda for- de “un fin en sí”. Un fin aceptado como medio
mulación retoma la primera, pero colocándola no podría por lo tanto tener valor ético más
explícitamente desde el punto de vista de la que en la medida que fuera condición necesa-
acción razonable. De manera general, la ac- ria de un fin en sí. Kant dice:
ción aborda su capacidad de generar efectos
fijándose fines. Lo que caracteriza la acción El hombre y, en general, todo ser razonable
como razonable es que ella se determina, en la existe como fin en sí mismo y no simplemente
elección de sus fines, de acuerdo a principios. como medio para cualesquier uso de ésta o
Y, según el principio de la universalidad, ella aquella voluntad (4, p.148).
es acción conforme a la exigencia ética, es
decir, determinándose en conformidad con Esto nos conduce directamente a la céle-
máximas universales y dándose por lo tanto bre fórmula kantiana:
fines con valores universales. Pero un fin de
carácter universal no puede estar subordinado Actúa de tal manera que trates la humani-
como medio a otros fines, puesto que corres- dad, tanto en tu persona como en la de cual-
ponderían a visiones subjetivas, que tendrían quier otro, al mismo tiempo y siempre como
por lo tanto sólo un valor particular, sin otro un fin, nunca simplemente como un medio
fundamento que la determinación subjetiva que (4, p.150).
los adopta. Para ser universal debe valer para
todos los seres razonables. Esta formulación del principio de base de
El hecho de la existencia de una plurali- la normatividad ética permite ver claramente
dad de seres razonables introduce aquí una su significación concreta. ¿Qué significa, con-
condición que transforma la universalidad for- cretamente, en las circunstancias de la vida real,
mal en universalidad real. La existencia con- tratar a otro como fin? Es claro que este prin-
tiene en ella misma el deseo de reconciliarse cipio por sí solo no permite la construcción de
con su ser auténtico. Podemos expresar esto normas determinadas. Por eso es necesario
diciendo que ella se concibe como teniendo la comprenderlo como abriéndose hacia la pers-
tarea de asumir realmente todo lo que condi- pectiva que permite que la acción pueda de-
ciona su ser, cuyo estatuto es la autonomía. Lo terminarse éticamente en las situaciones en-
que este estatuto le impone, de forma resumi- frentadas. Es de esta perspectiva que las nor-
da, es reconciliarse consigo misma. Este esta- mas obtienen su justificación. En este sentido
tuto y la condición que se desprende se reali- es fundadora y como tal tiene el carácter de
zan en los existentes concretos. El sentido una condición última. No extrae su poder fun-
concreto de la condición que impone a la exis- dador de otro principio más fundamental, sino
tencia de reconciliarse consigo misma se que de su estatuto semántico, que es ser la ex-
precisa como la condición impuesta a la exis- presión de un hecho. Este hecho es la presen-
tencia de reconciliarse consigo misma en odos cia en la existencia de la exigencia constituti-
los existentes o aún más, como la condición va que se traduce en la normatividad de las
impuesta a la existencia de reconocerse en todo normas. En el contexto kantiano es la concien-
momento. cia de la “ley fundamental de la razón pura

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práctica”. Kant nos dice que ella es “un hecho antemano los campos de posibilidad en los
(factum) de la razón puesto que no podrían cuales la acción podrá situarse y, que al mis-
extraerse por el razonamiento, de los datos mo tiempo, le procuran los medios sobre los
anteriores de la razón, por ejemplo, de la con- cuales puede sostenerse para alcanzar los ob-
ciencia de la libertad (puesto que esta concien- jetivos que se propone.
cia no nos es dada primeramente) sino porque De manera muy general podemos distin-
ella se nos impone por sí misma, como una guir cuatro tipos de condicionamiento: exis-
proposición sintética a priori, que no está fun- ten aquellos que se imponen por el entorno
dada en ninguna intuición (Anschauung), pura cósmico, aquellos inducidos por el desarrollo
o empírica” (3, p.31). La afirmación que la ética del universo técnico, los que provienen de las
es una dimensión de la existencia es posible base biológicas de la existencia y los que se
porque su inscripción en la existencia se im- desprenden de las relaciones interhumanas.
pone como un hecho sui generis, que no se Cada una de estas categorías se encuentra
relaciona con la percepción ni con las eviden- mediatizada por dinámicas específicas: las di-
cias racionales, sino con una determinación námicas del entorno cósmico son aquellas que
constituyente. son descritas por las ciencias de la naturaleza,
Es esta misma realidad fáctica que encon- las dinámicas de la técnica son engendradas
tramos en la base de la segunda formulación por el funcionamiento de los artefactos, las
kantiana. Ella supone el reconocimiento de la dinámicas biológicas se encuentran en la base
pluralidad de los seres razonables. Se podría de la formación y de las metamorfosis de las
afirmar que se trata de un hecho empírico. Lo formas vivas y las dinámicas propias a las in-
que es empírico es el hecho de la pluralidad de teracciones de los humanos son engendradas
los individuos pertenecientes a la especie homo por el movimiento de la historia, la evolución
sapiens. Aunque se trata en particular de “se- de las culturas y la vida de las instituciones.
res razonables”, es decir, capaces de actuar en Cada tipo de dinámica es un condicionamien-
función de principios y en una perspectiva de to en la medida que impone límites y obliga-
universalidad. Pero, si es posible hablar de se- ciones a la acción: es parte de lo inevitable,
res razonables, es porque se reconoce en ellos que es, por otra parte, variable en el tiempo.
la existencia del mismo hecho que está en la Pero también cada tipo de dinámica supo-
base del orden ético. Este reconocimiento no ne niveles diversos, zonas de indeterminación,
es de tipo empírico. Y el dato de la pluralidad, respecto de las cuales la acción puede interve-
como precisión de la dimensión ética, tiene el nir, alterando las finalidades intrínsecas de las
mismo sentido. Su virtud es de permitir la tran- dinámicas en el sentido de sus propias finali-
sición de la universalidad formal a la univer- dades. La acción es siempre una iniciativa es-
salidad concreta y, al mismo tiempo, asumir la tructurada en función de objetivos y tratando
pluralidad empírica –que tendría un sentido de movilizar ciertos medios para concretizar-
sólo biológico– como una pluralidad que se los. Puede ser calificada de racional cuando se
puede calificar de trascendental, que tiene un preocupa de ajustar, de manera óptima, los
sentido ético. medios disponibles con los fines, sin olvidar
La segunda formulación que da Kant del los límites que se imponen. Puede ser califica-
principio de base de la “razón práctica” define da de razonable cuando posiciona la acción,
bien una perspectiva, aunque la reflexión éti- escoge sus fines y los medios necesarios, en
ca debe ser capaz de dar a esta perspectiva un un campo imantado por la “vida buena”. Las
contenido concreto. Para ello es necesario iden- condiciones de la racionalidad son objeto de
tificar los contextos en los cuales tiene lugar la una determinación de carácter científico. Las
acción. Estos contextos son el resultado de di- condiciones que permiten calificar la ación
ferentes condicionamientos que determinan de como “razonable” se relacionan con una her-

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menéutica de la acción. Es en el contexto de menos, pero sin poder constituir jamás


estas condiciones que se sitúa adecuadamente un comienzo absolutamente primero
el problema de la construcción de normas. (5, p.405).
La ética, como dice Paul Ricoeur en la
fórmula reproducida más arriba, es esencial- Es la libertad como poder que vuelve la
mente una intencionalidad, no un estado de acción capaz de asumir la tarea que le es con-
cosas. La “vida buena”, que es el objetivo de fiada. Es también este poder que se encuentra
esta intención, se enuncia como un horizonte, en el corazón de esta tarea. El desafío de la
pero horizonte que también se enuncia como libertad es la libertad. Retomando una formu-
instauración. Lo que se busca instaurar define la kantiana, podríamos decir que la razón prác-
una tarea confiada a la acción, lo que le con- tica es el vigilante de sus propias leyes. A tra-
fiere a ésta una responsabilidad particular. La vés de ello podría agregarse: vigilante de sí
instauración apuntada es equivalente a la satu- misma. De manera más simple se podría decir
ración de la intencionalidad, es decir, la pro- que lo que se juega en la acción es lo que cons-
yección efectiva de la vida humana, lo que la tituye verdaderamente al ser humano, lo que
intención sólo representaba como la realiza- lo singulariza y lo diferencia, en relación con
ción integral de la existencia. Pero la realidad toda la naturaleza, es, en resumen, la humani-
de la vida humana es el resultado de condicio- dad del ser humano. Esta calidad es dada al
namientos que la conectan con el cosmos, en ser humano, pero como una exigencia que le
el flujo de la vida, en el universo de los arte- corresponde asumir en su comportamiento
factos, en la cultura, en la historia, en las insti- efectivo, aunque permanece relativamente in-
determinado. Es en el contacto con las situa-
tuciones. La tarea de la acción es que estos
ciones concretas, en las cuales se encuentra si-
condicionamientos se conviertan en soportes
tuada la acción, que la existencia es conducida
de una coexistencia, que responda a la idea de
a descifrar parcialmente, paso a paso, esta
lo que Kant denominaba “un mundo moral”.
indeterminación, descubriendo en la misma
La acción posee en sí misma un poder de
situación lo que ésta le exige y la manera como
iniciativa que la vuelve capaz de darse tal o
se enuncia la responsabilidad que se despren-
cual orientación. Es lo que resulta del estatuto
de de la humanidad del hombre. Se podría
de autonomía que pertenece a la existencia. decir que en cada uno de estos procesos la
La autonomía, considerada desde el punto de acción debe enfrentar la exigencia de volver
vista del individuo que actúa, es independen- más explícita y manifiesta la humanidad del
cia respecto de las determinaciones exteriores, ser humano.
capacidad de decidir por sí mismo y a partir de Lo que es solicitado a la acción no es siem-
sí mismo. La autonomía, considerada desde el pre evidente y, en ciertas situaciones, franca-
punto de vista de su relación con las determi- mente problemático. Es en ese momento que
naciones exteriores, es, como lo dice Kant en la razón práctica –gracias a su capacidad de
la Crítica de la razón pura: juicio– es llamada a intervenir. El juicio con-
tiene un componente de interpretación que trata
Una facultad de originar desde sí mis- de ver la situación desde el punto de vista de
ma una serie de acontecimientos, de tal su relación con la exigencia ética y un compo-
manera que en sí misma nada comien- nente voluntarista –que se pronuncia asumien-
za, pero como condición incondicio- do los riesgos y peligros– sobre lo que le pide
nada de todo acto voluntario, no sufre, la conciencia ética en la situación interpreta-
en términos temporales, ninguna de las da. El juicio –conectando entre sí los dos com-
condiciones anteriores, a pesar que su ponentes– efectúa una síntesis; es la manera
efecto comienza en la serie de fenó- como la conciencia ética pura se apropia de la

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situación, tal como ella es comprendida y como texto de situaciones analizables en término de
se problematiza para la conciencia ética. O aun, condicionamientos somáticos puede ser con-
es la manera según la cual la conciencia ética siderada como la problemática central de la
pura es reflejada en el registro de la acción, en bioética.
la medida que ésta es confrontada con una si- La dificultad particular de esta problemá-
tuación comprendida de forma específica. tica es que pone en juego, de forma esencial,
En la estructura de la acción este tipo de las relaciones entre lo que se llama “espíritu”
juicio precede a la acción. Lo podemos obser- y lo que se llama “cuerpo”. A esta distinción
var en dos niveles. Existe el juicio que inter- corresponden dos manera de comprender y
viene inmediatamente antes de la decisión y describir la realidad humana. Se la puede des-
gracias al cual el agente se determina a actuar cribir evocando operaciones y capacidades
de tal manera. Existe el juicio que evalúa sola- notables –como las operaciones intelectuales
mente sobre la base de situaciones posibles y, de la adquisición de conocimientos, de razo-
por lo tanto, de situaciones esquematizadas que namiento, de intervención de manera general,
no tienen la determinación plena de una situa- respecto de lo que se llama “el pensamiento”–
ción real. El juicio sólo puede concluir de ma- o capacidades tales como el lenguaje, las peri-
nera esquemática, recomendando no un tipo cias técnicas, la memoria, la anticipación o tam-
de acción concreta sino que una estrategia de bién y sobre todo, evocando las modalidades
acción. Este tipo de juicio, a pesar de su relati- diversas a través de las cuales se manifiesta la
va indeterminación, puede ser muy clarifica- apertura al otro como el diálogo, la coopera-
dor para la acción en el sentido que procura ción, la generosidad, las formas infinitamente
indicaciones reflexivas al juicio de primer tipo. variadas de la simpatía, la amistad, el amor. Es
Es este tipo de juicio esquemático que inter- al conjunto de estas operaciones, capacidades,
viene en la construcción de normas. comportamientos y las dinámicas que le son
De manera general podemos afirmar que asociadas que apunta el término “espíritu”.
construir una norma es efectuar la síntesis del Pero también se puede describir la realidad
juicio ético esquemático, que representa esque- humana, en la medida en que ella se inscribe
máticamente la reacción de la conciencia éti- en el movimiento general de la vida, en los
ca respecto de la situación. Como la situación términos que pone a nuestra disposición el len-
es el modo de inserción de la acción en los guaje de la ciencia biológica. Se puede inten-
condicionamientos que la co-determinan, la tar “reducir” las operaciones y capacidades
norma que debe ser construida es de cierta características del “espíritu” a procesos anali-
manera la huella, en medio de estos condicio- zables en términos de funcionamiento somáti-
namientos, de la exigencia fundamental que co. Se puede también intentar mostrar su irre-
habita la conciencia ética. Lo que se le pide al ductibilidad a condiciones de orden somático,
juicio es leer esta huella, es decir, comprender corriendo el riesgo de un dualismo radical.
la situación como comprometiendo tal tipo de Sin embargo, existe una unidad del ser
conducta. humano, cuya comprensión adecuada debe, a
La dimensión de la corporalidad, que es lo menos, tenerla presente, incluso si no pue-
una de las dimensiones constitutivas del ser de explicarlo. No se puede evitar una dualidad
humano, figura entre los condicionamientos de de descripciones. Podemos incluso hablar de
la acción que la afectan de manera más pro- una pluralidad de descripciones, por ejemplo,
funda. De forma más precisa, se trata de con- agregando a los dos niveles tradicionales de
dicionamientos que afectan la existencia a tra- descripción un nivel correspondiente al domi-
vés de sus fundamentos biológicos. Podemos nio de los fenómenos de orden psíquico. En
calificarlos de “somáticos”. La problemática todo caso, existe una resonancia de cada com-
de la determinación de las normas en el con- ponente de la realidad humana sobre todas las

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otras. Y existe siempre una reinterpretación pas más profundas de la organización somáti-
posible de un tipo de descripción en otro. ca del cuerpo-objeto. La biología contempo-
Así acontece con este aspecto de la reali- ránea ha logrado conducir su análisis al nivel
dad humana que es designado por el término de los genes y desde allí, al nivel de las deter-
“cuerpo”. La fenomenología introdujo una dis- minaciones químicas, cuyas dinámicas
tinción muy clarificadora entre el “cuerpo-ob- sostienen el funcionamiento global de lo vivo.
jeto” y el “cuerpo-sujeto” o “cuerpo-vivido”. El acceder a niveles profundos de la organiza-
El cuerpo-objeto es el cuerpo visto desde el ción somática ha permitido intervenciones
exterior y analizable por los métodos de la cien- reguladas según determinados planes, desarro-
cia biológica e incluso de las ciencias de la llando eficazmente determinados objetivos que
naturaleza en general. La descripción en esta no son necesariamente los mismos que las
perspectiva tiene el gran mérito de instruirnos finalidades inscritas en los procesos vitales
sobre la participación de la realidad humana “naturales”.
en la realidad cósmica, lo que explicita la rela- De esta manera se han creado situaciones
ción estrecha que conecta los condicionamien- que son inéditas y que constituyen desafíos
tos biológicos a los condicionamientos cósmi- para el juicio ético. La dificultad principal en
cos. El cuerpo-sujeto, por otra parte, es el cuer- este nuevo contexto, en lo que se relaciona con
po tal como es vivido, sentido, ejercido, el cuer- la construcción de normas es, la adecuada com-
po como medio entre la vida subjetiva y el prensión de las situaciones “artificiales”. No
mundo en el cual se encuentra inmerso. Es el se puede tener una comprensión adecuada li-
cuerpo que siente, sufre, goza, que resuena mitándose a examinar las consecuencias de las
frente al rumor del mundo, es también el cuer- intervenciones posibles en los términos que
po que actúa, que se expresa libremente como aparecen apropiados para el estudio del cuer-
en el baile, como juego en el deporte, que se po-objeto. Si estas situaciones plantean pro-
construye un mundo de artefactos en los cua- blema es en relación con el cuerpo-sujeto, lo
les se proyecta de cierta manera. La fenome- que constituye un procedimiento de tipo her-
nología ha elaborado un lenguaje que nos per- menéutico y no de tipo analítico. La reflexión
mite describir el cuerpo-sujeto como tal. Pero sobre la construcción de normas pasa por la
lo que ella ha mostrado esencialmente, es que elaboración de una metodología hermenéuti-
el concepto de cuerpo debe ser interpretado a ca de las situaciones.
partir del concepto de existencia. El cuerpo no La función de la norma es ayudar a la ac-
es un instrumento al servicio de una dinámica ción a asumir las posibilidades ofrecidas, en
existencial puramente espiritual, ni una enti- función de imperativos, positivos o negativos
dad biológica simplemente adherida al espíri- o, al menos, en función de recomendaciones
tu; el cuerpo no existe fuera de la existencia o, positivas o negativas. Al juicio ético le perte-
de forma más radical, es la visibilidad de la nece procurar a la acción las prescripciones
existencia. Es su presencia en el espacio y el
que podrán guiar las decisiones. Pero la situa-
tiempo.
ción aporta su contribución a esta determina-
Dada esta unidad del ser humano, existe
un condicionamiento recíproco entre el cuer- ción, en la medida que presenta posibilidades
po-objeto y el cuerpo-sujeto. De esto es a partir de las cuales la acción debe elaborar
posible concluir que toda modificación del las estrategias apropiadas.
cuerpo-objeto tiene consecuencias sobre el Una estrategia apropiada es aquella que
cuerpo-sujeto y por consecuencia, sobre la puede inscribirse en la dirección constituti-
misma existencia. Es posible pensar que esta va de la ética. Para satisfacer su tarea el jui-
consecuencia es tanto más intensa puesto que cio ético debe poder leer en la situación cuál
la modificación inducida se relaciona con ca- es la estrategia apropiada. La comprensión

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de la situación debe poder conducir el juicio que separa el esquematismo de la realidad


hacia el reconocimiento de lo que en la si- efectiva de una situación.
tuación es exigido a la acción. Para dicha El juicio ético que se encuentra en la base
comprensión el juicio ético debe poder insta- de las normas invocadas deberá ser completa-
lar en lo buscado por la ética, por medio del do por un juicio ético, que deberá apreciar el
pensamiento, las posibilidades ofrecidas por grado de pertinencia de las normas evocadas y
la situación. Debe poder pesar y evaluar estos agregar a lo que ellas prescriben lo que per-
posibles, considerándolos desde el punto de manecía indeterminado en su formulación. En
vista de su incidencia posible, sea negativa o estos dos procedimientos el juicio ético debe-
positiva, sobre la vida ética. Se podría formu- rá pronunciarse sobre la manera como la si-
lar esta condición introduciendo la idea de in- tuación, considerada concretamente, deberá ser
tegridad. La tarea del juicio ético es de com- apreciada desde el punto de vista de los objeti-
prender la situación y los posibles que ella con- vos de la ética. En la consecución de este ob-
tiene desde el punto de vista de su relación con jetivo deberá hacer intervenir a la intuición.
la integridad de la existencia. Y puesto que en Esta intuición será sostenida por el trabajo her-
la bioética la existencia es puesta en juego a menéutico supuesto por la determinación de
través de sus condicionamientos biológicos, la normas retenidas como pertinentes. Por otra
determinación de normas toma la forma de una parte, en situaciones donde los datos para las
determinación de estrategias posibles, en la normas son demasiado indecisos, el juicio será
perspectiva de lo que puede esperarse razona- llamado a aproximarse a la situación concreta,
blemente en función de los efectos somáticos. tomando posición a partir de sí mismo, de
El juicio será conducido a recomendar –inclu- manera voluntarista, justificándose eventual-
so a imponer– las estrategias que parezcan sus- mente a través de la referencia a normas pru-
ceptibles de contribuir a la integridad de la denciales, que aconsejan seguir el camino más
existencia y desaconsejar –incluso prohibir– seguro, a pesar de que esta decisión no sea
las estrategias que parezcan susceptibles de evidente.
poner en peligro esta integridad. Como la intervención de la intuición y de
la voluntad corren el riesgo de no tener por sí
mismas la seguridad suficiente, será general-
Los procedimientos concretos de la bioética mente oportuno someterlas a apreciaciones
entrecruzadas, utilizando la contribución de
Como se ha subrayado, las normas apun- disciplinas y experiencias diferentes. Esto abre
tan hacia una generalidad al menos relativa, es una perspectiva en dirección de los consejos
decir, tienen un carácter esquemático: conec- de ética y anuncia la problemática de la insti-
tan tipos de situaciones a tipos de acciones. En tucionalización de la ética.
sus procedimientos concretos, que se relacio- Deberíamos limitarnos aquí con evocarla.
nan con situaciones reales y acciones efecti- Sin embargo, independientemente de los pro-
vas, la bioética tendrá que elucidar la acción cedimientos institucionalizados, –a través de
desde el punto de vista de su valor ético, pro- los cuales se forma el juicio ético y se prepa-
nunciándose sobre las posibilidades que pre- ran decisiones fundadas en la razón– se ve cla-
senta la situación. Deberá, por lo tanto, elabo- ramente que tanto en la construcción de nor-
rar juicios –como en el caso de la determina- mas como en el juicio que orienta directamen-
ción de normas– pero esta vez relativamente te la decisión, la interpretación representa un
respecto de las circunstancias singulares. Ella papel esencial. La ética es fundamentalmente
podrá sostenerse en normas disponibles que le una exigencia, pero ésta se deja ver en situa-
parezcan pertinentes respecto de la situación, ciones concretas. La cuestión central plantea-
pero le corresponderá franquear la distancia da se refiere a la significación de estas situa-

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ciones en relación con esta exigencia. Es la significación objetiva, por la razón que esta
cuestión que debe encontrar el juicio ético, última no contiene nada, incluso al estado
como hemos intentado mostrarlo más arri- implícito, que podría orientarse en la direc-
ba. Sin embargo, nos encontramos aquí con ción de su significación ética. La significa-
la perspectiva de la tecnociencia. Es la tec- ción ética de una significación es la reso-
nociencia que provoca situaciones nuevas, nancia de esta significación sobre la exis-
que vuelven perpleja la conciencia ética y tencia considerada en su totalidad, con su
que generan –por reacción– una formida- historia y todas sus dimensiones. Ella es el
ble reactivación de la preocupación ética aporte, positivo o negativo, de la situación
en la cultura contemporánea. Pero la tec- a la calidad ética del existente. Sólo existe
nociencia, como se ha dicho, se sostiene significación ética en una situación que in-
sobre una cierta visión del mundo, que se troduce por sí misma una relación entre su
vuelve creíble por sus éxitos y que consti- contenido propio y la existencia en su tota-
tuye una parrilla de lectura de la realidad lidad. Tal significación es el sentido que
en su totalidad. En lo que respecta a la bio- puede tener la situación para los existentes
ética, la realidad tratada se refiere a las ba- que viven y este sentido es el sentido que
ses biológicas de la existencia. La explora- puede tener la situación para los existentes
ción de esta realidad es uno de los domi- que la viven y, este sentido, es la manera
nios de intervención de la tecnociencia y como esta situación se inscribe en el movi-
procura una descripción profunda en el con- miento de la existencia. Esta inscripción
texto de su propio lenguaje. Se podría de- comporta en particular la resonancia que
cir que esta descripción permite asociar a puede tener sobre el cuerpo-sujeto. Se pue-
toda situación, encontrada por la acción en de llamar a esta significación, la “signifi-
este dominio, una interpretación “objetiva”. cación existencial” de la situación. La sig-
Es la interpretación que da la comprensión nificación ética de una situación supone que
del cuerpo-objeto. ésta posee una significación existencial y
Esta descripción no procura por sí mis- depende del contenido de ésta.
ma, al menos directamente, ninguna indi- La tarea del juicio ético es apreciar,
cación relativa a la dimensión ética de la frente a una situación dada, cuál es la es-
existencia, por la simple razón que las de- trategia de acción que es exigida –en el
cisiones que se encuentran en la base de la contexto de esta situación– a través del lla-
tecnociencia han puesto entre paréntesis e mado que la dimensión ética de la existen-
instituido un mundo técnico-científico, ce- cia dirige al existente humano. Consiste en
rrado sobre sí mismo y de cierta manera leer, al nivel de la situación, lo que la con-
indiferente a la resonancia vivida de sus ciencia ética exige a la acción. Una lectura
propias instauraciones. Una situación sólo consiste en desprender la significación éti-
puede ser juzgada éticamente en la medida ca de la acción, aunque la explicitación de
que contiene en sí misma un aspecto a tra- esta significación supone la previa puesta
vés del cual se pone en juego la dimensión al día de la significación esencial de la ac-
ética de la existencia. Se podría decir que ción. Es necesario agregar que la compren-
este aspecto constituye el momento ético sión de la situación desde el punto de vista
de la situación. Es por ello que permite un de su significación esencial debe tomar en
juicio ético. Lo es también por su contribu- cuenta, para ser pertinente, su significación
ción al destino ético de la existencia. objetiva. Se podría decir que la significa-
Se podría llamar esta significación in- ción existencial es el sentido que toma para
ducida por la ética en la situación, su “sig- la existencia en totalidad la significación
nificación ética”. Sin embargo, no se pue- objetiva que el lenguaje técnico-científi-
de manifestar una significación ética de una co le ha atribuido.

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La estructura según la cual se articulan querer la instauración de lo humano en la


estos diferentes niveles de significación humanidad.
determina la organización interna de la
hermenéutica ética. La puesta en juego de Referencias
esta estructura, que es el resultado de la
deliberación, clarifica la acción, pero ello 1. Carnap R. Testability and Meaning. Phi-
es sólo el prolegómeno. La acción devie- losophy of Science 1936; 1:420-71.
ne acción verdadera en el momento de la 2. Ricoeur P. Soi-même comme un autre.
decisión. Ella se realiza en el esfuerzo Paris: Editions du Seuil; 1990.
sostenido a través del cual permite plasmar- 3. Kant E. Critique de la raison pratique.
se en la realidad lo anticipado por la decisión. Paris: Presses Universitaires de France;
El mérito de la ética reflexiva, a la cual perte- 1960.
nece la bioética, es de colocar la vida ética bajo 4. Kant E. Fondements de la métaphysique
la égida de lo razonable, de lo que Kant deno- des moeurs. Paris: Librairie Delagrave;
mina “la razón práctica”. Es también de recor- 1960.
darnos que esta razón es a la vez comprensión 5. Kant E. Critique de la raison pure. Pa-
y compromiso y que ella es, en definitiva, el ris: Universitaires de France;1944.

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