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CASO 1

HECHOS:

La señora Flor Pérez laboró con la empresa Helados Las Delicias Ltda., desde el
23 de enero de 1991 hasta el 2 de febrero de 2011, momento en el que la
empresa decidió dar por terminado sin justa causa el contrato de trabajo a término
indefinido que tenía con la señora.

El día 2 de febrero de 2011 le fue entregada la liquidación de prestaciones


sociales a la señora Pérez, en la cual se le incluye la indemnización por despido
sin justa causa, (ella se encontraba en tratamiento psiquiátrico).

La señora Flor Pérez fue contratada para el cargo de Secretaria y el último cargo
desempeñado fue el de Auxiliar Administrativa, laborando jornadas de ocho (8)
horas.

El 27 de agosto de 2002, la señora Flor Pérez fue trasladada al cargo de


Secretaria de Gerencia, asumió dos cargos en los que se produjo un sobresfuerzo
físico y psicológico por las actividades que desarrollaba, produciéndole problemas
psiquiátricos, de forma tal que fue remitida a tratamiento de un especialista en el
año 2005.

A partir de 2005, se inicia el diagnóstico por estrés laboral, donde se determina


que debe ser tratada por psiquiatría, en la historia clínica se demuestra que se
presenta sobresfuerzo laboral, estrés, depresión y problemas psiquiátricos.

El tratamiento médico se inicia con CONSOLAR EPS, en la fecha junio 16 de 2005


con la psiquiatra Mónica Casas.

El 26 de enero de 2007 fue trasladada para continuar su tratamiento psiquiátrico


con la Clínica de la Tranquilidad, y el 21 de febrero de 2007 inició su tratamiento
con el doctor Carlos A. Fernández, hasta la fecha.

El 20 de enero de 2009, la señora Pérez fue recluida en la Clínica de la


Tranquilidad por trastorno de ansiedad, relacionado con dificultades laborales,
como lo demuestra la historia clínica; allí se le da tratamiento especializado y es
dada de alta el 29 de enero de 2009.

El 4 de marzo de 2009, la entidad EPS CONSOLAR le diagnostica Trastorno


Depresivo Ansioso de origen común, agravado por factores laborales, con número
de dictamen 0241- 09 con coarta del 15 de marzo de 2009; la señora Pérez apela
esta decisión.
El día 24 de marzo de 2009, la EPS CONSOLAR le recomienda condiciones
especiales para realizar la actividad laboral. La señora Flor Pérez presenta carta a
la Unidad de Talento Humano de la empresa Helados las Delicias Ltda.
manifestando las recomendaciones laborales establecidas por su condición de
salud.

El día 10 de julio de 2009, debido a la descompensación física y psicológica, sufre


de nuevo otra crisis, y debe ser internada en la Clínica Bachué donde permanece
hasta el 21 de julio de 2009.

La señora Pérez es diagnosticada y tratada por psiquiatría desde el 16 de junio de


2005 hasta la actualidad, situación que conoce la empresa ya que fue informada
de las hospitalizaciones y porque se radicaron las incapacidades en la Unidad de
Talento Humano, así como varias cartas dirigidas al Copaso de la empresa, en las
que se manifestaba que tenía serios quebrantos de salud física y psiquiátrica.

El 2 de febrero de 2011, le informaron sobre la terminación sin justa causa del


contrato de trabajo, sin pedir permiso al Ministerio de Trabajo, dado que la señora
se encontraba en tratamiento psiquiátrico, hecho que conocía la empresa porque,
desde el 4 de marzo de 2009, la EPS CONSOLAR calificó la enfermedad con
TRASTORNO DEPRESIVO ANSIOSO de origen común, agravada por factores
laborales, con un porcentaje de 31.43 %.

La decisión de la EPS fue apelada y enviada a la Junta Regional de Calificación, la


cual manifiesta que se requiere evaluación de la ARL.

El 15 de noviembre de 2012, la Junta Regional de Calificación de Invalidez


dictamina la enfermedad de origen común con un peso relativo obtenido FR
psicosocial de 13 % con punto de corte para establecer profesionalidad de 41 %.

El 14 de marzo de 2013, la Junta Nacional de Calificación de Invalidez ratificó el


dictamen de la Junta Regional, decidiendo que se establecía el origen de la
enfermedad como común y con un FR Psicosocial de 13 %.

La empresa, en el momento del despido, no pidió autorización al Ministerio de


Trabajo para dar por terminado el contrato laboral.

La señora Flor Pérez laboró para la empresa por más de 20 años y en el momento
del despido contaba con 49 años de edad.
FUNDAMENTOS Y RAZONES DE DERECHO ADUCIDOS POR LA SEÑORA
PEREZ:

1) EL ESTADO Y LA PROTECCIÓN DEL TRABAJADOR EN CONDICIONES


DE INVALIDEZ O DISCAPACIDAD.

En un estado social de derecho, donde se pregonan las garantías de sus


habitantes, estas se enmarcan dentro de un concepto marco-legal, las cuales
deben ser acatadas en su conjunto; de allí surge el principio de legalidad
donde están involucradas las relaciones laborales entre empleador y
trabajador, como un todo dentro del ordenamiento legal, atribuyendo una serie
de derechos y obligaciones de las partes.

Así, para garantizar en las personas la defensa ante cualquier tipo de abusos y
discriminación, por virtud del constituyente se plasman una serie de principios y
garantías a favor de las personas en estado de indefensión, así lo señalan
entre otros el preámbulo de la constitución:

“…y asegurar a sus integrantes la vida, a convivencia, el trabajo, la justicia, la


igualdad, el conocimiento, la libertad, y la paz, dentro de un marco jurídico
democrático…”

En los principios fundamentales señalan en el artículo 1° y 2° de la


Constitución:

“Artículo 1°… fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la


solidaridad de las personas que la integran”

Artículo 2°. Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la
prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y
deberes consagrados en la constitución;… asegurar la convivencia pacífica y la
vigencia de un orden justo…”

En lo que a derechos fundamentales se refiere, señala la constitución entre


otros:

“Artículo 13º: todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la
misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos
derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones
de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o
filosófica.
El estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y
adoptará medidas en favor de grupos discriminados o marginados.

El estado protegerá especialmente a aquellas personas que por su condición


económica, física o mental, se encuentren en circunstancia de debilidad
manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan.”

Además de lo señalado por el artículo 5º de la ley 361 de 1997, señala la


jurisprudencia constitucional, de manera reiterativa, lo referente a quien es
persona discapacitada como lo reitera, entre otras, en la sentencia T-351 de
2003 con ponencia del Magistrado Rodrigo escobar Gil, en la cual se
manifiesta:

“9. Es pertinente recordar que esta materia fue desarrollada por esta
corporación, en sentencia T-1040 de 2001 (M.P. Rodrigo Escobar Gil) y es
procedente reiterar- en esta oportunidad- algunos de sus lineamientos
principales:

- En la actualidad el ordenamiento jurídico colombiano distingue entre


trabajadores discapacitados calificados como tales por las normas legales,
frente a los trabajadores que sufren una disminución en su condición física
y mental durante la ejecución del contrato de trabajo, quienes a partir de lo
dispuesto en el artículo 13 superior, exige una protección especial por parte
del estado dada su situación de debilidad manifiesta.
- El alcance y los mecanismos legales de protección- en cada caso- son
distintos, en primer lugar porque la ley 361 de 1997, en su artículo 26
consagra un sistema de estabilidad laboral reforzada y, en segundo
término, porque la protección de los trabajadores en situación de debilidad
manifiesta se deriva de la aplicación inmediata de la constitución junto con
algunas normas de rango legal que constituyen el denominado sistema
normativo integrado”

2) DE LA ESTABILIDAD LABORAL

La Ley 361 de 1997 se establece en el artículo 26 que gozarán de especial


protección en materia laboral las personas con cualquier limitación física, lo que ha
pretendido el legislador es que para una mayor protección a las personas que se
ven afectadas en su integridad física, razón por lo cual para darle por terminado el
contrato se requiere autorización de la oficina de trabajo.

Resulta claro el alcance de este precepto legal según la sentencia T-519 de 2003,
la cual sostuvo que: “Lo que pretende garantizar la norma es la no discriminación
laboral por la existencia de limitaciones físicas, garantizando así una estabilidad
laboral mayor. El artículo 26 fue declarado exequible de manera condicionada toda
vez que la corte estimó que en todo despido por razón de la limitación de la
persona deberían concurrir dos factores: la autorización de la oficina del trabajo y
el pago de 180 días de trabajo. Estas dos cargas para el empleador son
instrumentos previstos por el legislador para evitar que se presente de manera
arbitraria el despido de la persona limitada.”

Importante es hacer mención del alcance del derecho a la protección laboral


reforzada, en relación con el mismo, no sólo implica no ser despedido sin previa
autorización, sino también el derecho al reintegro. Sobre la materia la sentencia T-
661 de 2006 explica:

“Establecido entonces i) que en ningún caso la limitación de una persona puede


servir de obstáculo para la permanencia en el empleo o para que el limitado físico,
sensorial o psíquico acceda a una ocupación acorde con su situación; ii) que en el
proceso de reubicación del trabajador se deberán respetar sus garantías
constitucionales y iii) que los discapacitados tienen derecho a contar con un
“recurso sencillo y efectivo para obtener de los jueces o tribunales, dentro de los
plazos razonables, el restablecimiento de sus derechos humanos y libertades
fundamentales”

3) INEFICACIA DEL DESPIDO O TERMINACIÓN DEL CONTRATO

El despido ineficaz, es aquella modalidad en virtud de la cual la ley u otra forma


fuente positiva niegan cualquier eficacia jurídica, esto es que se tiene por no
hecho. Por ende, la relación laboral se mantiene vigente continuando la obligación
del empleador frente al trabajador, obligación que se presenta en os pagos
salariales y demás hechos laborales, sin perjuicio de las demás sanciones que
establezca la ley.

Es por lo anterior y con fundamento en los principios a la dignidad humana


solidaridad e igualdad, que la corte constitucional procede integrar el
ordenamiento jurídico, en lo que a ineficacia del despido de personas disminuidas
físicamente se refiere, al emitir la sentencia C-531 de 2000, en la que se señala:

“…En consecuencia, la corte procederá a integrar el ordenamiento legal referido


los principios de respeto a la dignidad humana, solidaridad e igualdad (CP, art. 2 y
13) así como los mandatos constitucionales que establecen una protección
especial para los disminuidos físicos, sensoriales y síquicos (C.P. arts. 47 y 54),
de manera que se procederá a declarar la exequibilidad del inciso 2º del artículo
26 de la Ley 361 de 1997, bajo el entendido de que el despido del trabajador de su
empleo o terminación del contrato de trabajo por razón de su limitación, sin la
autorización de la oficina de trabajo, no produce efectos jurídicos y solo es eficaz
en la medida en que se obtenga la respectiva autorización. En caso de que el
empleador contravenga esa disposición, deberá asumir además de la ineficacia
jurídica de la actuación, el pago de la respectiva indemnización sancionatoria.”

Caso tomado de
https://www.dropbox.com/s/l1olebr3cr638eq/CASO%201%20FLOR%20PEREZ.do
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