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En los hospitales públicos rige un Acuerdo Iglesia-Estado sobre Asistencia Religiosa Católica en los

Centros Hospitalarios Públicos de 1985, que se enmarca en los acuerdos entre el Estado y la Santa
Sede de 1979. Es en ese contexto en el que se firma el polémico Convenio entre la Consejería de
Sanidad de la Comunidad de Madrid y el Arzobispado madrileño. Dicho Convenio se firmó en 1997
y ahora en 2008. En él sedice que el Servicio de Asistencia Religiosa, a través de sus legítimos
representantes, formará parte del Comité de Ética y del Equipo Interdisciplinar de cuidados
paliativos.

¿Deben los sacerdotes formar parte de los Comités? La tradición ha atribuido al clero cierta
autoridad en el manejo de los temas morales. De algún modo, la sociedad le reconocía el papel de
―guía moral‖ o depositarios de la verdad moral. Hoy, en la España del siglo XXI, las cosas han
cambiado mucho. La pluralidad de nuestra sociedad hace que convivan diversos ―universos
morales‖, superando el escenario del pasado en el que había un único ―código moral‖ que era el
católico.

Entonces, nadie ponía en cuestión que los intérpretes del código fueran los sacerdotes.

El capellán en el hospital es ante todo un "testigo" ante el enfermo y su familia del amor de Dios
que se hace curación, liberación y salvación. El Evangelio comienza por dar testimonio del valor y la
importancia que Dios da al hombre, a todo hombre: "Tanto amó Dios al mundo, que le envió a su
Hijo". Dios valora al hombre como hombre, por ser hombre, tal como El lo creó, y quiere que el
hombre se salve, se realice como tal y alcance la plenitud humana enriquecido con la vida de hijo
de Dios.

Una primera responsabilidad del capellán será, por tanto, manifestar en su comportamiento y en
su compromiso responsable esta dignidad del hombre, este valor del hombre en cuanto tal, que él
vive desde su fe en Cristo. Y, por ello una primera y básica preocupación del capellán habrá de ser

- que el enfermo se haga persona libre.

- que sea tratado como persona libre.

- que supere toda alienación y coacción.

- que jamás sea cosificado o rebajado en su dignidad.

- que se le permita y aún posibilite el ejercicio de su responsabilidad

Desde ahí se hace necesaria la participación del capellán, que con una formación en el campo de la
bioética, ha de estar presente en esta nueva realidad que surge con fuerza en la mayoría de las
instituciones hospitalarias; teniendo en cuenta que aquí su función no se justificará como
dispensador de sacramentos sino como miembro del Pueblo de Dios en el hospital que asegura la
acogida amorosa de Jesucristo a los enfermos. no de los principios organizadores del Derecho
eclesiástico del Estado es el principio de cooperación. Algunos países lo han expresado en sus
textos constitucionales. Este principio se sustenta en la virtud de la solidaridad social que establece
relaciones de mutua ayuda entre el Estado y las confesiones religiosas. Al mismo tiempo, se
fundamenta también en el principio de participación que es el instrumento articulador de la
sociedad democrática. Se trata de poner en operatividad la autonomía de las confesiones respecto
del ámbito estatal y el deber del propio Estado de promover el bien común, cuyo contenido
esencial son los derechos humanos, en primer lugar el derecho a la libertad religiosa.

Los capellanes de los hospitales y otros centros de salud, así como las órdenes y congregaciones
religiosas, especialmente las femeninas, además de los laicos, cumplen una labor callada,
esforzada y a menudo heroica en la tarea de llevar alivio mediante medios espirituales y aun
materiales a enfermos y sus familiares. Esta labor de caridad tiene en la Iglesia católica una
riquísima tradición que se remonta a los tiempos evangélicos, y una de cuyas más recientes
expresiones puede sintetizarse en la beata Madre Teresa de Calcuta y sus Misioneras de la Caridad,
verdadero ejemplo para la humanidad: la tradición cristiana tiene una larga tradición en la
predilección por los pobres y los enfermos.

Es de justicia reconocer el importantísimo papel que la institución eclesial ha jugado y juega en la


asistencia sanitaria en nuestro país. Me parece que, dentro de la letra y el espíritu de las
actividades de los convenios marcos, el capellán puede desarrollar su misión pastoral con amplia
libertad y responsabilidad, en plena colaboración con todo el personal sanitario. Yo diría más: al
moverse por todos los lugares del hospital el capellán puede ir creando lazos de cercanía y amistad
con muchos. De hecho, con bastante frecuencia es requerido para la administración del
matrimonio, bautismo de hijos, etc. del mismo personal sanitario que lo tiene como ―su párroco‖,
su ―pater‖. Añado, como opinión personal, que el capellán quizá está llamado a ser como el
―alma‖ del hospital, alentando en todos el buen ánimo, la convivencia fraterna y respetuosa, y el
ejercicio gozoso de la vocación sanitaria. Por lo tanto, la tarea del capellán no queda reducida a
visitar enfermos, confesarlos, llevarles la Comunión, administrarles la Unción y celebrar la
Eucaristía en la capilla, sino que además habla con los familiares de los enfermos, aconseja en
distintas ocasiones (por ejemplo para la donación de órganos), acompaña en los duelos y colabora
con su testimonio y presencia cercana para que las relaciones personales sean más humanas y
cordiales.

NOMBRAMIENTO DE LOS CAPELLANES

1. La misión que un Capellán desempeña para bien de la vida cristiana de una comunidad de vida
consagrada, o de una asociación pública de fieles, o de un colegio, o de una cárcel u hospital; o
sobre un grupo de personas que no pueden gozar de la atención ordinaria por parte de los
párrocos, es sin lugar a dudas de gran importancia. Por ello el Código de Derecho Canónico dedica
a los capellanes los cánones que van del 564 al 572. En ellos el Derecho de la Iglesia precisa su
identidad y misión.

2.La razón primaria de su designación es la atención a un grupo particular de fieles que, por
diversas razones, debe ser atendido pastoralmente de forma especial.
3. Para que el Capellán pueda cumplir con su misión, él debe gozar de todas las facultades
necesarias, tanto de aquellas que el Derecho Canónico le señala (ver CIC can. 566 § 1 y 2), como de
aquellas especiales que requiera su misión específica y que le son concedidas a través del derecho
particular o por delegación particular. Para todo ello se hace necesario su nombramiento por el
Ordinario del lugar (ver CIC can. 565).

4. Por tanto, se solicita a las comunidades de vida consagrada, a las asociaciones públicas de fieles,
a los colegios, a los hospitales, etc., que actualmente tengan a un sacerdote que actúe como
Capellán pero que no tenga el nombramiento del Ordinario del lugar, que éste sea presentado para
su designación. La presentación se hará mediante una carta dirigida al Señor Arzobispo de Lima, la
cual se dejará en la Cancillería del Arzobispado. Asimismo aquellas comunidades que carezcan de
Capellán y necesiten de uno, se les alienta a que presenten su pedido.

5. En ambos casos para que la provisión canónica de este oficio pueda realizarse del modo más
adecuado, como corresponde a la importancia de este servicio pastoral, se solicita que al presentar
al candidato, se facilite la información oportuna en la que aparezca claramente establecida su
idoneidad. En particular será conveniente que se adjunte un “Curriculum vitae” del sacerdote
propuesto. En él, además de sus datos personales, conviene especificar los estudios por él
realizados y su experiencia pastoral. Todo esto sin perjuicio que el Ordinario del lugar pueda
designar a otro sacerdote que considere más idóneo para desempeñar dicha función.

6. Se adjunta al presente documento un trabajo donde se profundiza en nociones y conceptos que


buscan iluminar la identidad y misión del Capellán en la vida de la Iglesia.

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EL CAPELLÁN: IDENTIDAD Y MISIÓN

1. DEFINICIÓN. Se denomina Capellán, al sacerdote; a quien se encomienda un grupo de fieles o


comunidad no parroquial; de modo estable; para que ejerza con ellas la atención pastoral de
acuerdo al derecho universal y particular (ver CIC can. 564).

2. NOMBRAMIENTO. Es nombrado por el Ordinario del lugar, a quien también corresponde instituir
al que haya sido presentado o confirmar al elegido entran en juego los derechos de presentación o
de elección- si no se establece otra cosa por el Derecho o no competen legítimamente a alguien
otros derechos especiales (ver CIC can. 565).
3. FACULTADES. Las enumera el CIC en su can. 566 § 1 y 2:

– Oír confesiones de los fieles confiados a su atención;

– Predicarles la Palabra de Dios;

– Administrarles el Viático y la Unción de los Enfermos y también el sacramento de la Confirmación


si se hallan en peligro de muerte;

– Asimismo en los hospitales, cárceles y viajes marítimos, el capellán puede absolver de censuras
automáticas (latae sententiae), excepto las reservadas o declaradas por la Santa Sede (ver CIC can.
566 § 1 2), sin olvidar las facultades de cualquier sacerdote ante un caso de peligro de muerte (ver
CIC can. 566 § 2 y can. 976).

Estas facultades constituyen el estatuto marco de los capellanes. Según el caso ellas pueden ser
completadas o ampliadas para su mejor y mayor eficacia por el derecho particular o delegaciones
particulares.

4. IGLESIA DE LA CAPELLANÍA. Si la comunidad o grupo de fieles tiene aneja una iglesia no


parroquial, el Capellán será el Rector de la misma, a no ser que se determine otra cosa por las
necesidades de la comunidad o de la iglesia (ver CIC can. 570).

5. ACTUACIÓN. Deberá ser coordinada con el Párroco en cuyo territorio está la capellanía (ver CIC
can. 571). Al Capellán de un instituto religioso laical le corresponde cuanto se refiere a las
funciones litúrgicas, pero no le es lícito inmiscuirse en el régimen del Instituto (ver CIC can. 567, §
2).

6. CESE. Véase lo que se dispone sobre el cese de los Rectores de iglesia (CIC can. 572; 563).

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CAPELLÁN DE INSTITUTOS RELIGIOSOS LAICALES


1. DEFINICIÓN. Es el sacerdote a quien se encomienda, al menos en parte, la atención pastoral de
una comunidad de un Instituto de Vida Consagrada religioso laical.

2. NOMBRAMIENTO. El Capellán es nombrado por el Ordinario de lugar de la diócesis donde está


situada la casa religiosa, después de consultado el Superior, quien tiene derecho de proponer el
sacerdote que juzgue más apto, después de oír a la comunidad (ver CIC can. 567 § 1). Sin embargo,
si hay una iglesia propia del instituto, aneja a la casa religiosa, será Capellán el Rector de la misma
iglesia, a no ser que, a juicio del Superior local ,la adecuada atención a la comunidad o a la iglesia
exija otra cosa (ver CIC can. 570).

3. OFICIO. Corresponde al Capellán dirigir las funciones litúrgicas, conforme al derecho universal y
propio del instituto (ver CIC can. 564 y 567 § 2), pero no le está permitido inmiscuirse en el
régimen interno de la comunidad (ver CIC can. 567 § 2).

4. FACULTADES. El Capellán, debidamente nombrado, tiene por derecho, facultad de oír


confesiones de la comunidad, predicar, administrar el viático y la unción de los enfermos y todas
las otras que le conceda el derecho particular o una especial delegación (ver CIC can. 566 § 1).

NOMBRAMIENTO DE LOS CAPELLANES

1. La misión que un Capellán desempeña para bien de la vida cristiana de una comunidad de vida
consagrada, o de una asociación pública de fieles, o de un colegio, o de una cárcelu hospital; o
sobre un grupo de personas que no pueden gozar de la atención ordinaria por parte de los
párrocos, es sin lugar a dudas de gran importancia. Por ello el Código de Derecho Canónico dedica
a los capellanes los cánones que van del 564 al 572. En ellos el Derecho de la Iglesia precisa su
identidad y misión.

2.La razón primaria de su designación es la atención a un grupo particular de fieles que, por
diversas razones, debe ser atendido pastoralmente de forma especial.

3. Para que el Capellán pueda cumplir con su misión, él debe gozar de todas las facultades
necesarias, tanto de aquellas que el Derecho Canónico le señala (ver CIC can. 566 § 1 y 2), como de
aquellas especiales que requiera su misión específica y que le son concedidas a través del derecho
particular o por delegación particular. Para todo ello se hace necesario su nombramiento por el
Ordinario del lugar (ver CIC can. 565).
4. Por tanto, se solicita a las comunidades de vida consagrada, a las asociaciones públicas de fieles,
a los colegios, a los hospitales, etc., que actualmente tengan a un sacerdote que actúe como
Capellán pero que no tenga el nombramiento del Ordinario del lugar, que éste sea presentado para
su designación. La presentación se hará mediante una carta dirigida al Señor Arzobispo de Lima, la
cual se dejará en la Cancillería del Arzobispado. Asimismo

aquellas comunidades que carezcan de Capellán y necesiten de uno, se les alienta a que presenten
su pedido.

5. En ambos casos para que la provisión canónica de este oficio pueda realizarse del modo más
adecuado, como corresponde a la importancia de este servicio pastoral, se solicita que al presentar
al candidato, se facilite la información oportuna en la que aparezca claramente establecida su
idoneidad. En particular será conveniente que se adjunte un “Curriculum vitae” del sacerdote
propuesto. En él, además de sus datos personales, conviene especificar los estudios por él
realizados y su experiencia pastoral. Todo esto sin perjuicio que el Ordinario del lugar pueda
designar a otro sacerdote que considere más idóneo para desempeñar dicha función.

6. Se adjunta al presente documento un trabajo donde se profundiza en nociones y conceptos que


buscan iluminar la identidad y misión del Capellán en la vida de la Iglesia.

OFICINA DE PASTORAL - ARZOBISPADO DE LIMA

EL CAPELLÁN: IDENTIDAD Y MISIÓN

1. DEFINICIÓN. Se denomina Capellán, al sacerdote; a quien se encomienda un grupo de fieles o


comunidad no parroquial; de modo estable; para que ejerza con ellas la atención pastoral de
acuerdo al derecho universal y particular (ver CIC can. 564).

2. NOMBRAMIENTO. Es nombrado por el Ordinario del lugar, a quien también corresponde instituir
al que haya sido presentado o confirmar al elegido entran en juego los derechos de presentación o
de elección- si no se establece otra cosa por el Derecho o no competen legítimamente a alguien
otros derechos especiales (ver CIC can. 565).

3. FACULTADES. Las enumera el CIC en su can. 566 § 1 y 2:

- Oír confesiones de los fieles confiados a su atención;

- Predicarles la Palabra de Dios;

- Administrarles el Viático y la Unción de los Enfermos y también el sacramento

de la Confirmación si se hallan en peligro de muerte;

- Asimismo en los hospitales, cárceles y viajes marítimos, el capellán puede absolver de censuras
automáticas (latae sententiae), excepto las reservadas o declaradas por la Santa Sede (ver CIC can.
566 § 1 2), sin olvidar las facultades de cualquier sacerdote ante un caso de peligro de muerte (ver
CIC can. 566 § 2 y can. 976).
Estas facultades constituyen el estatuto marco de los capellanes. Según el caso ellas pueden ser
completadas o ampliadas para su mejor y mayor eficacia por el derecho particular o delegaciones
particulares.

4. IGLESIA DE LA CAPELLANÍA. Si la comunidad o grupo de fieles tiene aneja una iglesia no


parroquial, el Capellán será el Rector de la misma, a no ser que se determine otra cosa por las
necesidades de la comunidad o de la iglesia (ver CIC can. 570).

5. ACTUACIÓN. Deberá ser coordinada con el Párroco en cuyo territorio está la capellanía (ver CIC
can. 571). Al Capellán de un instituto religioso laical le corresponde cuanto se refiere a las
funciones litúrgicas, pero no le es lícito inmiscuirse en el régimen del Instituto (ver CIC can. 567, §
2).

6. CESE. Véase lo que se dispone sobre el cese de los Rectores de iglesia (CIC can. 572; 563).

DOCUMENTOS DISCIPLINARES Y NORMATIVOS VIGENTES

CAPELLÁN DE INSTITUTOS RELIGIOSOS LAICALES

1. DEFINICIÓN. Es el sacerdote a quien se encomienda, al menos en parte, la atención pastoral de


una comunidad de un Instituto de Vida Consagrada religioso laical.

2. NOMBRAMIENTO. El Capellán es nombrado por el Ordinario de lugar de la diócesis donde está


situada la casa religiosa, después de consultado el Superior, quien tiene derecho de proponer el
sacerdote que juzgue más apto, después de oír a la comunidad (ver CIC can. 567 § 1). Sin embargo,
si hay una iglesia propia del instituto, aneja a la casa religiosa, será Capellán el Rector de la misma
iglesia, a no ser que, a juicio del Superior local ,la adecuada atención a la comunidad o a la iglesia
exija otra cosa (ver CIC can. 570).

3. OFICIO. Corresponde al Capellán dirigir las funciones litúrgicas, conforme al derecho universal y
propio del instituto (ver CIC can. 564 y 567 § 2), pero no le está permitido inmiscuirse en el
régimen interno de la comunidad (ver CIC can. 567 § 2).

4. FACULTADES. El Capellán, debidamente nombrado, tiene por derecho, facultad de oír


confesiones de la comunidad, predicar, administrar el viático y la unción de los enfermos y todas
las otras que le conceda el derecho particular o una especial delegación (ver CIC can. 566 § 1).

OFICINA DE PASTORAL - ARZOBISPADO DE LIMA

¿Qué quiere decir canónicos?

El término canónico es usado por los teólogos (de la Santa Iglesia) y los especialistas en Derecho
canónico para referirse a las leyes internas de la Iglesia católica, la Ortodoxa y la Anglicana
aprobadas por sus jerarquías.

¿Que es el derecho Canonico y para qué sirve?


El derecho canónico (del griego kanon/κανον, para regla, norma o medida) es una ciencia jurídica
que conforma una rama dentro del derecho cuya finalidad es estudiar y desarrollar la regulación
jurídica de la Iglesia católica.

¿Qué es el Código de Derecho Canónico?

El Código de Derecho Canónico (en latín Codex Iuris Canonici, representado como "CIC" en las citas
bibliográficas) es el conjunto ordenado de las normas jurídicas que regulan la organización de la
Iglesia latina, la jerarquía de gobierno, los derechos y obligaciones de los fieles, los sacramentos y
las sanciones.

25 DE ENERO 1983 CODIGO CANONICO VIGENTE

Art. 2

DE LOS CAPELLANES

564.- El capellán es un sacerdote a quien se encomienda establemente, al menos en parte, la


atención pastoral de alguna comunidad o grupo de fieles, para que la ejerza de acuerdo al derecho
universal y particular.

565 .- El capellán es nombrado por el Ordinario del lugar, a quien también pertenece instituir al
que se le presenta o confirmar al elegido, si no se establece otra cosa por el derecho o no
competen legítimamente a alguien otros derechos especiales.

566.- § 1. El capellán debe estar provisto de todas las facultades que requiere el buen cuidado
pastoral. Además de aquellas que se conceden por derecho particular o especial delegación, el
capellán, por razón de su cargo, tiene la facultad de oír las confesiones de los fieles encomendados
a su atención, predicarles la palabra de Dios, administrarles el Viático y la unción de los enfermos,
y también conferir el sacramento de la confirmación a los que se encuentran en peligro de muerte.

§ 2. En hospitales, cárceles y viajes marítimos el capellán tiene además la facultad, que sólo
puede ejercer en esos lugares, para absolver de censuras latae sententiae no reservadas ni
declaradas, permaneciendo firme, sin embargo, lo prescrito en el ⇒ c. 976.
567 § 1. El Ordinario del lugar no debe proceder al nombramiento de capellán de la casa de un
instituto religioso laical sin consultar al Superior, que tiene el derecho, después de oír a la
comunidad, de proponer a un sacerdote.

§ 2. Corresponde al capellán celebrar u organizar las funciones litúrgicas, pero no le está


permitido inmiscuirse en el régimen interno del instituto.

568 Constitúyanse, en la medida de lo posible, capellanes para aquellos que por su género de vida
no pueden gozar de la atención parroquial ordinaria, como son los emigrantes, desterrados,
prófugos, nómadas, marinos.

569.- Los capellanes castrenses se rigen por leyes especiales.

570.- Si hay una iglesia no parroquial aneja a la sede de una comunidad o de un grupo, sea
capellán el rector de la misma iglesia, a no ser que la atención de la comunidad o de la iglesia exija
otra cosa.

571.- El capellán debe guardar la debida unión con el párroco en el desempeño de su función
pastoral.

572.- Por lo que se refiere a la remoción del capellán, obsérvese lo prescrito en el ⇒ c. 563.

CODIGO DE DERECHO CANONICO

Promulgado por la Autoridad de Juan Pablo II, Papa.

Dado en Roma, el dia 25 de Enero de 1983

DE LOS PRIVILEGIOS

76 § 1. El privilegio, es decir, la gracia otorgada por acto peculiar en favor de determinadas


personas, tanto físicas como jurídicas, puede ser concedido por el legislador y también por la
autoridad ejecutiva a la que el legislador haya otorgado esta potestad.

§ 2. La posesión centenaria o inmemorial hace que se presuma la concesión de un privilegio.


77 El privilegio se ha de interpretar conforme al ⇒ c. 36 § 1; pero siempre debe interpretarse de
manera que quienes lo tienen consigan realmente alguna ventaja.

78 § 1. El privilegio se presume perpetuo, mientras no se pruebe lo contrario.

§ 2. El privilegio personal, que sigue a la persona, se extingue con ella.

§ 3. El privilegio real cesa al destruirse completamente el objeto o el lugar; sin

embargo, el privilegio local revive, si el lugar se reconstruye en el término de cincuenta años.

79 El privilegio cesa por revocación de la autoridad competente, conforme al ⇒ c. 47, sin perjuicio
de lo establecido en el ⇒ c. 81.

80 § 1. Ningún privilegio cesa por renuncia, a no ser que ésta haya sido aceptada por la autoridad
competente.

§ 2. Toda persona física puede renunciar a un privilegio concedido únicamente en su favor.

§ 3. Las personas individuales no pueden renunciar al privilegio concedido a una persona jurídica,
o por razón de la dignidad del lugar o del objeto; ni puede la misma persona jurídica renunciar a un
privilegio que le ha sido otorgado, si la renuncia redunda en perjuicio de la Iglesia o de otros.

81 No se extingue el privilegio al cesar el derecho de quien lo concedió, a no ser que lo hubiera


otorgado con la cláusula a nuestro beneplácito u otra equivalente.

82 El privilegio que no es oneroso para otros no cesa por desuso o por uso contrario; pero se
pierde por prescripción legítima el que redunda en gravamen de otros.

83 § 1. Cesa el privilegio al cumplirse el plazo o agotarse el número de casos para los que fue
concedido, sin perjuicio de lo que se prescribe en el ⇒ c. 142 § 2.. Cesa también si, con el
transcurso del tiempo, las circunstancias reales han cambiado a juicio de la autoridad competente
de tal manera que resulta dañoso, o se hace ilícito su uso.

84 Quien abusa de la potestad que se le ha otorgado por privilegio, merece ser privado del
mismo; por consiguiente, el Ordinario, después de haber amonestado inútilmente al titular del
privilegio, prive al que abusa gravemente del privilegio si él mismo lo concedió; pero si el privilegio
fue otorgado por la Santa Sede, el Ordinario debe informar a ésta del asunto.

Comentarios al código canonico respecto al capellan

564-572 Este art. incluye —por decisión legislativa en la última redacción— la figura canónica de
los capellanes, atribuyéndoles un sentido preciso. No responde ya a un levantamiento de cargas o
a unas determinadas funciones en iglesias no parroquiales, ni tampoco a un carácter fundacional,
con la aneja percepción de frutos o rentas. Este oficio queda ahora bien determinado por su
estabilidad y por la cura pastoral que se confiere en su título, al servicio de una comunidad o de un
peculiar conjunto de fieles. Ya en 1969, la Instr. Nemo es, so-bre la cura pastoral de los emigrantes
(AAS 61 [1961] 614-643), se refería a la figura de los capellanes en el contexto de los medios
fomentados por el Concilio (cfr., por ej., Decr. Christus Dominus 18) para llevar a cabo peculiares
trabajos pastorales o misioneros en favor de diversas regiones o grupos sociales, previendo
diversas formas canónicas de organización de esa acción pastoral (prelaturas y parroquias
personales, misiones con cura de almas, misiones simples y capellanes vicarios cooperadores). La
variedad de apostolados que ha originado o impulsado la vida moderna —tal como, a modo de
ejemplo, señala el c. 568— o la atención pastoral de instituciones o de servicios con secular
tradición social —hospitales, cárceles, etc.— requieren que la figura del capellán quede bien
delimitada y sea distinta de la considerada en el art. anterior. Incluso cuando pueden coincidir
ambas figuras —como es la previsión del c. 570— se aprecia su clara diferencia.

Se destaca la exclusión del diácono (c. 564) y —a no ser que el derecho pre- vea otra cosa—, la
vinculación con el Ordinario del lugar —o el correspondiente en el caso de los capellanes
nombrados en el ámbito de la jurisdicción de una circunscripción personal: Ordinario militar,
Prelado, etc.—, tanto para el nombramiento, como para la institución del presentado o la
confirmación del elegido, si existen estos especiales derechos (c. 565), así como para su remoción
(c. 572).

Atendiendo al propio tenor del c. 566, debe darse una interpretación amplia a las facultades que
corresponden a estos capellanes para el cumplimiento de sus funciones —cuyo ejercicio ha de ser
acorde con el correspondiente al párroco del lugar (c. 571)—: la remisión al derecho particular o a
las especiales delegaciones no impide el aludido criterio general, que incluye expresamente las
facultades de oír confesiones (cfr. cc. 967 § 2 y 968 § 1), predicar, administrar el Viático y la Unción
de enfermos e incluso conferir la Confirmación en peligro de muerte. Se les otorga también la
facultad absolutoria de censuras a los capellanes de hospitales, cárceles y de navegantes (c. 566).
Es de sumo interés la doble determinación del c. 567 referente al capellán de la casa de un
instituto religioso laical: se establece el derecho de proponer el sacerdote al Ordinario del lugar por
parte del superior —previa consulta a la comunidad— y la restringida competencia del capellán a
las funciones litúrgicas, sin alcanzar en nada al régimen interno del instituto. Asimismo, el c. 569
soluciona el complejo problema jurídico de los capellanes castrenses, remitiendo su estructura y
régimen a leyes especiales, las cuales tendrán en cuenta obviamente las relaciones que en cada
nación se establezcan con la organización y con las leyes estatales.

INFORME LEGAL RESPECTO A QUE SI EL CAPELLAN ES PERSONAL ADM O ASISTENCIAL

La Primera Disposición Complementaria Final de la Ley n° 30057, Ley del Servicio Civil (en adelante
LSC), reconoce como carrera especial a la regulada por la Ley n° 23536, Ley que establece las
normas generales que regulan el trabajo y la carrera de los profesionales de la salud.
2.5 Conforme a la Ley N° 23536 y a su Reglamento, aprobado por Decreto Supremo N°019-83-
PCM, los profesionales de la salud son aquellos que prestan servicios asistenciales en el Sector
Salud, considerándose como trabajo asistencial a las actividades finales, intermedias y de apoyo
que realizan los los profesionales de la salud en los establecimientos de salud del Sector Público.

2.6 El artículo 6° de la Ley N° 23536 enumera quiénes están considerados como profesionales de la
salud y constituyen las respectivas líneas de carrera: a) Médico Cirujano; b) Químico Farmacéutico;
e) Obstetriz; d) Enfermero; f) Médico Veterinario (únicamente los que laboren en el campo
asistencial de la Salud Pública); g) Biólogo; h) Sicólogo; i) Nutricionista; j) Ingeniero Sanitario; y, k)
Asistenta Social.

2.7 Mediante Ley N° 28561 y su Reglamento, aprobado por Decreto Supremo N° 004-2012-SA, se
regula e! trabajo de los técnicos y auxiliares asistenciales de salud en todas las dependencias del
Sector Público, así como en el Sector Privado, en lo que no sea contrario o •incompatible con el
régimen laboral de la actividad privada.

Asimismo, el trabajo de los técnicos y auxiliares asistenciales de salud se rige por: Ley N° 26842,
Ley General de Salud; ii) Decreto Legislativo N° 276, Ley de Bases de la Carrera Administrativa y de
Remuneraciones del Sector Público; iii) Ley N° 28175, Ley Marco del Empleo Público; iv) Ley N°
30057, Ley del Servicio Civil y sus Reglamentos correspondientes; y, v) Sector Privado, las normas
que le fueren aplicables.

2.8 De conformidad con el articulo 1° del Decreto Supremo N° 012-2011-SA, publicado el 24 julio
de 2011, se precisa que dentro de los alcances de la Ley N° 28561 están comprendidos:

i) Los técnicos y auxiliares asistenciales de salud que desarrollan funciones en los servicios de
Enfermería, Obstetricia, Laboratorio, Farmacia, Rayos X, Medicina Física y Rehabilitación, Nutrición
y Odontología;

ii) Los técnicos y auxiliares asistenciales de salud que laboraban bajo el régimen del Decreto
Legislativo N° 276 a la fecha de entrada en vigencia de la Ley N° 28561 y,

iii) Los servidores administrativos que realizan trabajo asistencial, señalados en el anexo referido
en el articulo 2° del Decreto de Urgencia N° 046-2002"

2.9 De este modo los técnicos y auxiliares asistenciales de salud no se encuentran y si bien cuentan
con un marco normativo propio, ello no implica que sean una carrera o régimen especial como la
regulada en la Ley N° 23536 para los profesionales de la salud"

2.10 Esta no inclusión de los técnicos y auxiliares asistenciales de salud se debe a que éstos
participan en el equipo multidisciplinario de salud, cumpliendo determinadas actividades y tareas
que les son asignadas por el profesional de la salud, de acuerdo a sus competencias, durante el
proceso de atención de las personas en los establecimientos de salud y servicios médicos de
apoyo" Asimismo, participan en la atención de los servicios de salud conjuntamente con los
profesionales de la salud; y, según sus funciones, participan en los servicios de salud, dentro del
equipo de salud, en los procesos de promoción, prevención, recuperación y rehabilitación de la
salud mediante el cuidado de la persona.
Por lo tanto, la carrera o régimen especial de salud se encuentra conformado por los profesionales
de la salud señalados en la Ley 23536 (vigente desde el año 1982), sin que se encuentren
comprendidos los técnicos y auxiliares asistenciales de la salud ni los servidores administrativos del
Sector Salud"

Sobre la política integral de las compensaciones y entregas económicas del personal del personal
de la salud regulada en el Decreto Legislativo N° 1153

El Decreto Legislativo N'°1153 regula la política integral de las compensaciones y entregas


económicas del personal de la salud al servicio del Estado"

Su ámbito de aplicación comprende a las entidades públicas y al personal de la salud compuesto


por profesionales de la salud y personal técnico y auxiiiar asistencial de la salud señalados en los
numerales 3.1 y 3.2 del artículo 3° del Decreto Legislativo N° 1153, respectivamente'.

Conforme a la Décima Cuarta Disposición Complementaria Final del Decreto

Legislativo N° 1153, a partir de su entrada en vigencia, al personal de la salud

comprendido bajo sus alcances no le es aplicable lo establecido en el Sistema Único de


Remuneraciones a que se refiere el Decreto Legislativo N° 276, sus normas complementarias y
reglamentarias, así como del bienestar e incentivos establecidos en el Reglamento de la Carrera
Administrativa, aprobado por Decreto Supremo N° 005-90-PCM; ni las normas reglamentarias
referidas al Sistema Único de Remuneraciones y Bonificaciones establecidas en el Decreto
Supremo N° 051-91-PCM.

2.14.- Para los fines del Decreto Legislativo N° 1153, se considera profesional de la salud al que
ocupa un puesto vinculado a la salud individual o salud pública en las entidades comprendidas en
su ámbito de aplicación, de conformidad con la Ley N° 23536 y con la Ley N° 28456, Ley del
trabajo del profesional de la salud tecnólogo médico y sus modificatorias.

Por ello, además de los profesionales de la salud enumerados en la Ley N° 23536, el Decreto
Legislativo N° 1153 comprende: i) Tecnólogo médico, que se desarrolla en las áreas de terapia física
y rehabilitación, laboratorio clínico y anatomía patológica, radiología, optometría, terapia
ocupacional y terapia del lenguaje en el campo de la salud; ii) Químico, que presta servicios en el
campo asistencial de la salud; y, iii) Técnico especializado en los servicios de fisioterapia,
laboratorio y rayos X.

2.15 Asimismo, se considera como personal de la salud técnico Y auxiliar asistencial de la salud al
comprendido en la Ley N° 28561 y su Reglamento, que desarrollan funciones en los servicios de
Enfermería, Obstetricia, Laboratorio, Farmacia, Rayos X, Medicina Física y Rehabilitación, Nutrición
y Odontología, y otras actividades vinculadas a la salud individual o salud pública.

2.16 Conforme al segundo párrafo del literal b) del numeral 3.2 del artículo 3" del Decreto
Legislativo N° 1153, "quedan excluidos del ámbito de aplicación {. . .) el personal o servidor civil de
las entidades públicas que ocupa un puesto destinado a funciones administrativas"; es decir, en
mérito al principio de sujeción o imperio de la ley y al principio de legalidad, esta política de
compensaciones y entregas económicas del personal de la salud al servicio del Estado sólo se
aplica al personal de la salud (profesionales de la salud y personal técnico y auxiliar asistencial de la
salud) taxativamente señalados en el numeral 3.2 del artículo 3" del Decreto Legislativo N° 1153.

Cualquier inclusión o modificación del personal de la salud sujeto al Decreto

Legislativo N° 1153 sólo podría efectuarse mediante norma con rango de ley.

Por ende, el resto del personal o servidores que ocupa un puesto en las entidades sujetas al
ámbito de aplicación del Decreto Legislativo N° 1153 cuyas labores o funciones sean
administrativas y no asistenciales (aquellos puestos que no están vinculados con los servicios
dirigidos a la salud individual y salud pública) perciben sus remuneraciones conforme al régimen al
que pertenecen (Decretos Legislativos N° 276 ó 1057).

2.18 De este modo, en el mismo sentido que la Ley N° 23536, el Decreto Legislativo N° 1153 no
incluye a los servidores administrativos debido a que las funciones administrativas por su
naturaleza se encuentran vinculadas a labores de administración interna de la entidad
(planeamiento, presupuesto, contabilidad , organización, recursos humanos, gestión financiera,
entre otras); es decir, las funciones o actividades que desarrolla el personal administrativo se
realizan en cualquier otra entidad pública y que no propias de su sector (órganos de apoyo o de
administración interna encargados de la planificación, asesoría-y apoyo), como es el caso del
chofer, artesano, operador de maquinaria, técnico en transporte, técnico sanitario, cajero, técnico
en archivo, técnico en estadística, operador de central telefónica u otros.

2.19 En este punto, precisamos la condición de chofer o conductor de ambulancia, En este punto,
precisamos la condición de chofer o conductor de ambulancia, dilucidada por el Tribunal
Constitucional en la Sentencia emitida en el Expediente N° 05020-2007-PA/TC, dado que no se
puede contravenir la definición de "trabajo asistencial", el cual está referido a actividades
realizadas por profesionales de salud, dentro de las cuales no se comprende la actividad de
chofer'-

"Que, si bien de acuerdo o lo Ley General de Salud existen auxiliares, especializados en materia de
salud, bajo tal concepto no puede razonablemente incluirse o lo actividad de conductor de
vehículos sólo por el

hecho de que éste lo seo uno ambulancia. En tal sentido, si bien los "actividades asistenciales" son
realizados por profesionales de salud, bajo los

cuales se puede comprender titulados universitarios, técnicos y auxíliares, no

puede de manera razonable incluirse bajo él el de lo actividad de conductor de

ambulancia'?

Por lo tanto, conforme al Decreto Legislativo N° 1153, el personal de la salud

compuesto por los profesionales de la salud y por los técnicos y auxiliares

asistenciales de la salud es aquel que ocupa y desempeña un puesto vinculado a la salud individual
o salud pública en las entidades sujetas a su ámbito de aplicación, a diferencia del personal cuyas
actividades no son asistenciales sino más bien funciones administrativas que puede ejecutarse en
cualquier otra entidad pública.

¿Qué ES UN REGIMEN LABORAL?

Un régimen laboral es el conjunto de funciones y actividades esenciales y propias de la


Administración Pública realizadas por los empleados públicos. Existe multiplicidad de regímenes en
la administración: Generales y especiales (15 aproximadamente).

¿Qué es el regimen laboral 276?

DECRETO LEGISLATIVO N° 276. CONCEPTO : Artículo 1°.- Carrera administrativa es el conjunto de


principios, normas y procesos que regulan el ingreso, los derechos y los deberes que corresponden
a los servidores públicos que con carácter estable prestan servicios de naturaleza permanente en la
Administración Pública.

¿Qué hace un capellán en un hospital?

La tarea de un capellán de hospital viene a centrarse en el acompañamiento espiritual del enfermo


y de sus familiares. En la vida de todos, en algún momento aparece la cruz de la enfermedad. El
acompañamiento espiritual se hace de muchas maneras, no sólo con la administración de los
sacramentos, sino también con la compañía, la escucha atenta, la palabra de ánimo en momentos
de abatimiento… Es la sonrisa en un momento determinado, un chiste, una anécdota… Hacer
presente a Jesucristo.

OJO

1. Asistencia religiosa católica en hospitales públicos

1.1. Legislación

La normativa jurídica básica sobre asistencia religiosa católica en hospitales

públicos está en la ORDEN de 20 de diciembre de1985 que publica el Acuerdo

sobre la asistencia religiosa (en adelante, a.r.) católica en hospitales públicos

(BOE n. 305, de 21 de diciembre). El convenio crea un servicio de a. r. católica,

financiado con fondos públicos, de tipo concertado —entre las Diócesis o los

capellanes y la Administración: gerencia o dirección del centro—. El servicio se

asegura por concierto con la Diócesis del territorio o por contrato con el ministro de culto
propuesto por la jerarquía.

Este Convenio fue detallado por uno posterior de 1986 con el hoy desaparecido INSALUD que se
inclina por la relación contractual-laboral entre el capellán y el hospital. Estas disposiciones, una
vez transferida la sanidad a las comunidades autónomas, actúan como subsidiarias.( Convenio de
23 de abril de 1986 sobre asistencia religiosa católica en los Centros hospitalarios del Instituto
Nacional de Salud (BOCEE núm. 10, abril-junio 1986)

Localmente, ha habido Acuerdos sobre a.r. en centros hospitalarios en distintas Autonomias.

1.2. Fundamentos jurídicos principales alegados. Los Acuerdos de 1985 y 1986 , alegando “el
marco jurídico de la Constitución, que garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los
individuos y las comunidades” y el artículo

IV, 2 de los Acuerdos de 1979, se declara que “el Estado garantiza el ejercicio del derecho a la
asistencia religiosa de los católicos internados en los centros hospitalarios del sector público
(INSALUD, AISNA, Comunidades Autónomas,

Diputaciones, Ayuntamientos y Fundaciones Públicas)”, al igual que en los Hospitales militares y


penitenciarios (art. 1º del Acuerdo 1985).

Más aún, establecen que “las disposiciones del presente Acuerdo serán recogidas en los
Reglamentos y normas de régimen interno de todos los centros hospitalarios del sector público”
(1985, art. 9º).

1.3. Contenidos principales del Acuerdo de asistencia religiosa católica.

Concretamente, el Acuerdo (1985 y 1986) estipula que en cada centro

hospitalario habrá:

1.3.1. “un servicio u organización para prestar la asistencia religiosa, católica y atención pastoral a
los pacientes católicos del centro, también abierto a los demás pacientes que, libre y
espontáneamente, lo soliciten, y vinculado a la Gerencia o Dirección General del mismo”2 (art.
2º). Tal servicio y organización surgen y se forman de modo automático con cada establecimiento
de un centro hospitalario: “La apertura y el cierre de centros hospitalarios del sector público
llevará consigo el establecimiento o la supresión, en su caso, del servicio de asistencia religiosa
católica, con el personal, recursos y locales correspondientes”. (art.8º).

Este servicio viene especificado en el artículo 2º (1986): “La asistencia religiosa católica y la
atención pastoral comprenderán, entre otras, las siguientes actividades:

 Visita a los enfermos.

 Celebración de los actos de culto y administración de sacramentos.

Asesoramiento en las cuestiones religiosas y morales

 Colaboración en la humanización de la asistencia hospitalaria.

El artículo 9º del Acuerdo de 1986 concreta: “El servicio de asistencia religiosa católica dispondrá
de capilla para la oración de los fieles y la celebración del culto. Se procurará en todo caso que esté
en lugar idóneo y de fácil acceso para los enfermos. Su número y tamaño estará en función de la
estructura del complejo hospitalario y de las necesidades religiosas del mismo.
El servicio religioso dispondrá de despacho, a ser posible cercano a la capilla, para recibir visitas y
guardar archivos, así como de local adecuado para que los capellanes que integran el servicio
puedan residir o, en su caso, pernoctar.

El servicio religioso dispondrá de los recursos materiales necesarios para el ejercicio de sus
funciones. Con este fin elaborará anualmente un proyecto de

presupuesto, que someterá a la aprobación de la Gerencia. El presupuesto del centro hospitalario


incluirá los gastos de adquisición, mantenimiento y renovación del equipamiento necesario para el
funcionamiento del servicio, así como los que se estimen necesarios para llevar a la práctica la
asistencia religiosa y atención pastoral programada y aprobada para el año.

1.3.3. Capellanes

1.3.3.1. Funciones

“Capellanes o personas idóneas para prestar la asistencia religiosa católica designados por el
Ordinario del lugar” (art. 4º). “Los capellanes tendrán los derechos y obligaciones que se deduzcan
de la relación jurídica existente, en las mismas condiciones que el resto del personal de los
respectivos centros hospitalarios” (art. 7º).

Los capellanes católicos actuarán “en coordinación con los demás servicios del centro hospitalario”

La. “Dirección o Gerencia les facilitarán los medios y la colaboración necesarios para el desempeño
de su misión, y, en especial, las informaciones oportunas sobre los pacientes” (art, 5º)

1.3.3.2. Retribución

“La dotación presupuestaria y la financiación del servicio de asistencia religiosa católica


corresponde al Estado” (art. 6º)

“Para la retribución de los capellanes de los centros hospitalarios públicos encargados de prestar la
asistencia religiosa católica se fija por parte de la Administración Pública la cantidad de 1.190.000
pesetas anuales distribuidasen 14 pagas o mensualidades de 85.000 pesetas. Dicha retribución se
actualizará anualmente de acuerdo con los índices de subida salarial de los empleados de dichos
centros hospitalarios”. (ANEXO II, Acuerdo 1985)

LEY DE CAPELLANA Y ASISTENCIA RELIGIOSA DE LOS CRISTIANOS EVANGÉLICOS EN LAS ENTIDADES


Y SERVICIOS DEL ESTADO, AL AMPARO DE LA LEY 29635, LEY DE LIBERTAD RELIGIOSA.

Artículo 1. Objeto de la ley

La presenta ley tiene por objeto la asistencia religiosa a través de capellanes o agentes pastorales a
los cristianos evangélicos en las entidades y servicios del Estado en toda la República, en el marco
del artículo 3 inciso c. de la Ley 29635,

Ley de Libertad Religiosa.


Artículo 2. Del ámbito

La presente norma se circunscribe a las entidades y servicios del Estado en toda la República, en el
ámbito de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional del Perú, prisiones, centros públicos hospitalarios,
asistenciales y otros.

Artículo 3. De los derechos de la asistencia religiosa

Toda persona tiene el derecho a recibir asistencia religiosa por su confesión. Las instituciones
públicas competentes adoptan medidas y normas para facilitar la asistencia religiosa.

Artículo 4. De la capellanía cristiana evangélica ( EL RESTO EN HOJA MANUSCRITAS)

Aprueban Reglamento del Obispado Castrense del Perú

DECRETO SUPREMO Nº 059-DE/SG

EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

CONSIDERANDO :

Que, mediante Acuerdo entre la Santa Sede y la República del Perú, del 19 de Julio de 1980,
aprobado por Decreto Ley Nº 23211, de 24 de Julio de 1980, se ha ratificado la permanente y
fecunda colaboración existente entre la Iglesia Católica, Apostólica y Romana con el Estado
Peruano para alcanzar el mayor bien de la vida religiosa en favor de la colectividad militar, policial y
civil de la Nación;

Que, en el marco del citado Acuerdo, se han dictado sucesivamente la Normas Generales de la
Constitución Apostólica del "Spirituali Militum Curae", del 21 de Abril de 1986; y, el Decreto de
Aprobación de Estatutos del Ordinariato Castrense de la República del Perú, de 08 de Febrero de
1991;

Que, el Reglamento del Servicio Religioso Castrense de las Fuerzas Armadas y de las entonces
Fuerzas Policiales, aprobado mediante Decreto Supremo Nº 001-74-CCFFAA del 09 de Julio de
1974, es una norma que requiere ser actualizada para adecuar la labor asignada al Obispado
Castrense, según la Constitución Política del Perú y la legislación actual vigente;

Que, la Comisión Conjunta nombrada ha cumplido con presentar el correspondiente Proyecto,


habiéndose establecido la coordinación previa con los Institutos Armados, la Policía Nacional y el
Obispado Castrense;

Que, el Ministerio de Defensa ha revisado el aludido Proyecto, el cual reúne los requisitos que han
de permitir el adecuado funcionamiento del Servicio Religioso Castrense de las Fuerzas Armadas y
de la Policía Nacional; De, conformidad con lo dispuesto en el Inciso 8. Del Artículo 118º de la
Constitución Política del Perú y el Inciso 2. Del Artículo 3º del Decreto Legislativo Nº 560-Ley del
Poder Ejecutivo-;

Art. 24 LOS CAPELLANES CASTRENSES


a. NOMBRAMIENTO Y MISION

(1) El Sacerdote para ser nombrado canónicamente Capellán por el Obispo Castrense, y reconocido
por el respectivo Comando Institucional, deberá presentar a la Secretaría General del Obispado
Castrense la documentación que se indica en el Anexo 01 del presente Reglamento.

(2) Evangelizar al personal militar, policial, civil y familiares a él encomendados de quienes es guía y
pastor espiritual.

b. FUNCIONES

(1) Catequizar, esto es: animar y vivenciar las enseñanzas de nuestra fe católica.

(2) Celebrar la Eucaristía, administrar los sacramentos y realizar las Acciones Litúrgicas.

(3) Impartir permanente instrucción religiosa, moral, cívica y patriótica.

(4) Asesorar al Comando en asuntos de orden religioso, ético y moral.

(5) Ejecutar el Plan Pastoral y las Directivas Pastorales del Obispado Castrense.

(6) Formular y ejecutar el Plan Operativo Pastoral Anual de su Capellanía.

(7) Presentar los Informes Trimestrales y Memoria Anual de su labor pastoral al Vicario Episcopal
Regional.

(8) Mantener comunicación permanente con el Obispo y Párrocos del lugar para una mejor labor
pastoral cumulativa.

(9) Organizar y mantener el archivo y los libros de Sacramentos, de acuerdo a la legislación


eclesiástica.

(10) Cumplir las demás obligaciones que el Derecho Canónico impone a los Párrocos

c. VACACIONES Y PERMISOS

(1) El Capellán tiene derecho anualmente a 30 días de vacaciones remuneradas.

(2) En los permisos especiales y licencias, está sujeto a los reglamentos respectivos.

d. CESACION

Es removido por el Obispo Castrense en coordinación con el Comando Institucional, de


conformidad a lo dispuesto en el Derecho Canónico y los dispositivos legales vigentes.

DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS

Primera.- En los actos castrenses tanto particulares como oficiales, a los cuales asista el Obispo
Castrense, éste tiene precedencia sobre el Obispo del lugar.
Segunda.- El Comando de los respectivos Institutos Armados y de la Dirección General de la Policía
Nacional, determinará los ascensos de los Capellanes que conservenel grado, de acuerdo a los
reglamentos de ascensos correspondientes.

Tercera.- Los Capellanes no asimilados, nombrados y/o contratados, tienen las siguientes
atribuciones y derechos:

a. Gozan de las prerrogativas y atribuciones propias que tiene un Oficial del grado de Capitán
o su equivalente, según el Instituto Armado o Policial en el que sirvieren, de conformidad con el
Acuerdo entre la Santa Sede y la República del perú.

07. Capellanes

Sacerdotes del Obispado Castrense, nombrados para evangelizar al personal militar, policial, civil y
familiares a él encomendados.

08. Capellanías

Circunscripciones peculiares donde el Capellán ejerce el servicio religioso.

DECRETO LEY

Acuerdo entre la Santa Sede y la República del Perú

DECRETO LEY Nº 23211

CONCORDANCIA: D.S. N° 140-86-EF

D.S. Nº 042-92-PCM

CONSIDERANDO:

Que con fecha 19 de Julio de 1980 se suscribió en la ciudad de Lima el "Acuerdo entre la Santa
Sede y la República del Perú" que establece el nuevo sistema de relaciones institucionales entre la
Iglesia Católica y el Estado.

Que es conveniente a los intereses nacionales la aprobación de dicho Acuerdo;

En uso de las facultades de que está investido; y Con el voto aprobatorio del Consejo de
Ministros;

Ha dado el Decreto Ley siguiente:

Artículo Unico.-Apruébase el "Acuerdo entre la Santa Sede y la República del Perú, suscrito en la
ciudad de Lima, el 19 de julio de 1980.

Por tanto: Mando se publique y cumpla

Artículo 1º.-La Iglesia Católica en el Perú goza de plena independencia y autonomía. Además, en
reconocimiento a la importante función ejercida en la formación histórica, cultural y moral del país,
la misma Iglesia recibe del Estado la colaboración conveniente para la mejor realización de su
servicio a la comunidad nacional.

CONCORDANCIAS: D.S.N° 001-89-JUS

Artículo 11º.-Consideradas las creencias religiosas de la mayoría nacional, el Estado continúa


garantizando que se preste por parte del Vicariato Castrense la asistencia religiosa a los miembros
de la Fuerza Armada, Fuerzas Policiales y a los servidores civiles de aquellos que sean católicos.

Artículo 12º.-El presente Vicario Castrense, así como todos los Capellanes actualmente en servicio,
o en situación de retiro, conservan sus grados y prerrogativas.

Artículo 13º.-En el futuro, ni el Vicario Castrense, ni los Capellanes dependientes de él, tendrán
asimilación a grado militar ni a la Jerarquía Policial. Al Vicario Castrense le serán reconocidas las
prerrogativas propias de un General de Brigada, y a los Capellanes las de un Capitán o su
equivalente, según el Instituto Armado o Policial en que él sirviere.

Artículo 14º.-Los Capellanes Castrenses tendrán derecho a promociones similares al que tienen los
empleados civiles de los Institutos Armados o Policiales.

Artículo 15º.-El Vicario Castrense, por las peculiares circunstancias en que deberá ejercer su
servicio, será peruano de nacimiento y teniendo en cuenta su condición episcopal, será nombrado
por la Santa Sede, de acuerdo con el Presidente de la República.

Artículo 16º.-Los Capellanes Castrenses, de preferencia peruanos, por su condición de sacerdotes,


serán nombrados por el Vicario Castrense, y reconocidos por los Comandos Generales de los
Institutos Armados y Direcciones Superiores de los Institutos Policiales.

Artículo 17º.-Los Capellanes Castrenses en lo posible serán tomados del Clero de la Diocesis en
cuyo territorio se encuentra la Unidad Militar en la que prestarán servicios, y los cambios de
colocación se harán previo acuerdo del Vicario Castrense con el Obispo del lugar, para su posterior
presentación a los Comandos Generales o Direcciones Superiores.

Artículo 18º.-El Estado garantiza que se preste asistencia religiosa a los católicos internados en los
centros sanitarios y de tutela a su cargo, así como en los establecimientos penitenciarios.

Para el ejercicio de las Capellanías de tales obras y centros se requiere contar con nombramiento
eclesiástico, sin que sea exigible el requisito de nacionalidad; efectuado éste, será presentado a la
autoridad competente para los efectos subsiguientes. Los Capellanes forman parte del Servicio
Civil del Estado, con todos los derechos y obligaciones, incluída la Seguridad Social.

14. Derecho Canónico

Sistema de normas jurídicas, dadas por la suprema autoridad eclesiástica, mediante las cuales se
determina los derechos y obligaciones de la sociedad eclesiástica o de sus miembros en orden a la
consecución del fin propio de la

Iglesia.
Diócesis Castrense

Estructura eclesiástica establecida para procurar la asistencia espiritual de los miembros de las
Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, y empleados civiles que laboran en ellas y sus familiares.

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