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Escuela de Derecho
“AplicAción del
derecho en el tiempo”
Elaborado por:
Para culminar dicha definición, acotamos que el derecho solo puede ser
aplicado en el lugar y en el tiempo donde se ejerce el mismo, es decir dentro
de su marco jurídico, por ello no puedes aplicar leyes del estado venezolano
en otro país a eso se refiere en el justo momento de la aplicación del mismo,
es decir no puedes aplicar el derecho a un suceso que no ha pasado
Derogación
Anulación
La anulación implica que el acto nunca ocurrió, por lo tanto nunca produjo
efectos jurídicos.
Fundamento de la irretroactividad
El fundamento es la base sobre la cual se asienta o estriba una realidad,
y cuando se pregunta cuál es la base que funda la realidad jurídica del
principio de irretroactividad, se observa que es la necesidad de dar
estabilidad al ordenamiento jurídico. Porque sin el mencionado principio se
presentan confusiones sobre la oportunidad de regulación, de suerte que en
muchas ocasiones con una conveniencia presente se regulaba una situación
pasada, que resultaba exorbitante al sentido de la justicia, por falta de
adecuación entre el supuesto de hecho y la consecuencia jurídica.
La esencia de la irretroactividad
La esencia del principio de irretroactividad de la ley tributaria es la
imposibilidad de señalar consecuencias jurídicas a actos, hechos o
situaciones jurídicas que ya están formalizados jurídicamente, salvo que se
prescriba un efecto más perfecto tanto para el sujeto de derecho, como para
el bien común, de manera concurrente, caso en el cual la retroactividad tiene
un principio de razón suficiente para operar. Pues lo imperfecto siempre se
sujeta a lo más perfecto, dada la naturaleza perfectible de la legalidad.
La finalidad de la irretroactividad
Es el sentido teleológico del principio, es decir, el para qué existe. La
respuesta es para dar seguridad al ordenamiento jurídico. Al respecto son
pertinentes las anotaciones que trae Juan José Soler en la Enciclopedia
Jurídica Omeba:
“La irretroactividad de la ley es una medida técnica escogida para dar
seguridad al ordenamiento jurídico. Su zona ontológica no está, pues, en la
filosofía jurídica sino en la jurisprudencia o ciencia del derecho (…). La
irretroactividad es dentro de la técnica jurídica, un principio de aplicación más
que de interpretación previa. La interpretación y la aplicación son
operaciones de tracto sucesivo (…). Un error corriente que conviene disipar,
es el de considerar a la irretroactividad como un principio que solo sirve al
interés privado. Esto explica su inclusión en casi todas las constituciones del
mundo entre las garantías y derechos individuales. Pero sin negar su
importancia en el Derecho Privado, resalta su trascendencia en el derecho
público. Sirve al individuo pero también a la colectividad, acaso en mayor
grado, porque tiende a dar firmeza al ordenamiento jurídico, que es de
carácter social.
Teorías para la Determinación de la Retroactividad
Según Luis María Olaso, una forma de explicar esta tesis es contraponer
los derechos adquiridos a las expectativas de derechos. Los derechos
adquiridos son aquellos que han pasado a formar parte del patrimonio del
sujeto, ya pertenecen a su titular y de los cuales nadie puede privarlo pues
han dado origen a una situación definitivamente consolidada. Mientras que
las expectativas de derecho, “son las posibilidades de adquirir un derecho
cuando se realice el acontecimiento que ha de darle efectividad”.
Según Mariano Uzcátegui, esta teoría es más antigua que la tesis de los
derechos adquiridos, pero quedó relegada debido al prestigio que se le dio a
esta última, aunque luego fue rescatada por la doctrina cuando se intentaba
buscar una explicación más satisfactoria ante el problema de la retroactividad
de las leyes. Esta teoría es atribuida a juristas alemanes y austríacos del
siglo XIX, fue reconocida por autores franceses e italianos, pero Uzcátegui
defiende que venía desde la época del Derecho Romano y que se
consideraba parte del Derecho Canónico.
Esta tesis tiene mucha aceptación, ya que Pizani sostiene que, es más
fácil saber cuándo un hecho ha sucedido o no, a decir si se ha adquirido o no
un derecho, suministra una base más científica y objetiva para establecer si
estamos ante una ley retroactiva.
Aun así, esta posición tiene una aplicación limitada, pues se refiere a
aquellos hachos jurídicos de realización inmediata, es decir, aquellos que
nacen e inmediatamente producen sus efectos, como es el cumplimiento de
los dieciocho años, que genera en forma automática el efecto de adquirir una
determinada situación jurídica: la mayoría de edad. Así quedaría sin resolver
“el problema de la retroactividad frente a toda una serie de situaciones
jurídicas que no se crean en un solo momento sino que requieren mucho
tiempo para constituirse como tales o para extinguirse”
Este hecho hace que las situaciones jurídicas vengan siendo agrupadas
tradicionalmente en dos tipos fundamentales:
Así, por ejemplo, dentro de una relación jurídica tan generalizada como la
compraventa, quien está en situación de vendedor tiene el deber de entregar
el bien objeto de la compraventa, pero tiene al mismo tiempo el derecho de
exigir que el comprador le entregue el precio estipulado. Y el comprador, no
sólo tiene el derecho a que se le entregue la cosa comprada, sino que tiene
también el deber de hacer entrega del precio.
Una ley que entra en vigencia en una fecha determina, puede que se
prolongue en el tiempo, es decir, que la ley antigua puede seguir aplicándose
a ciertas situaciones jurídicas después de su derogación formal.