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LA GENEALOGIA E HISTORIA

Edisson Stiven Niño Alvarez

La genealogía se define como el estudio y seguimiento de una ascendencia y


descendencia -más que oponerse a la historia es un auxiliar de esta- pues ayuda a
percibir la singularidad de lo sucesos a encontrar lo que menos se espera y lo que
puede pasar desapercibido por no tener mayor historia. La genealogía exige el
saber minucioso y no busca el origen si no que más bien busca las “pequeñas
verdades sin apariencia” de lo que se conoce.

Detrás de las cosas existe algo distinto (un secreto esencial). Existe una falta de
esencia o unas figuras totalmente extrañas que conforman su esencia. Esto es lo
que busca el origen – intenta encontrar la esencia de lo que ya está dado-.

Se busca el origen y la historia de las cosas por que se cree que se encontrara lo
más precioso y esencial y por qué se cree que en sus inicios existía la perfección.
Se busca encontrar la cercanía a los dioses- el nacimiento divino del hombre- la
verdad de las cosas. La verdad no pude ser refutada gracias a que la historia la ha
hecho inalterable. La verdad tiene el derecho y esta echa para refutar el error.
Pero la verdad cumple varios papeles y pasa por manos que pueden concluir que
la verdad es un error y así mismo esta será refutada por todos y entonces estos
papeles que cumplió y las manos por las que paso serán conocidos como la
historia de un error. Por esto la genealogía se ocupará de las meticulosidades y no
estará en la búsqueda de él origen.

Ya que el origen no indica el objeto propio de la genealogía podríamos encontrar


términos como Herkunft (procedencia) que es la vieja pertenencia a un grupo – sin
que se trate de clasificarlo dentro de otros grupos- si no que nos permite percibir
las marcas sutiles singulares que se encuentren en el y que forman la raíz de lo
que ahora es. Es una historia que articulada con el cuerpo termina formando el ser
actual. Entonces la procedencia nos permitirá ver las pequeñas verdades y errores
– la historia no tan general si no meticulosa- de los sucesos que lo conforman.

Pero todo tiene un principio (un punto de surgimiento) -que aunque no se trata del
origen- es un error buscar la procedencia pensando que este punto de surgimiento
(la emergencia) es lo último que se da.
La emergencia son los términos por lo cual surge algo – es la necesidad que
conlleva al surgimiento-. Es la lucha de fuerzas que dan pie al inicio de un cambio
y es lo que indefinidamente repiten los dominadores y los dominados pero nadie
es responsable de una emergencia pues esta se produce siempre del intersticio.
La emergencia permite relanzar sin cesar el juego de la dominación – da pie a la
violencia- y permite la creación de reglas que lo que buscan es remplazar la
guerra y regir sobre dominadores y dominados.

Términos como la procedencia y la emergencia definen mejor el objeto principal de


la genealogía y aunque esta es un auxiliar de la historia podemos utilizarla en ella
y tratar de encontrar sus “pequeñas verdades”. La emergencia de la historia se
basa en querer buscar la verdad – este es el trabajo del historiador- que debe
separarse de todas sus convicciones personales para poder encontrarla. La
procedencia de la historia la conforman todos los grupos – las civilizaciones- que
han registrado “las verdades” de sus épocas.

El trabajo del historiador es buscar la verdad en la historia sin permitir que sus
convicciones personales interfieran pero el uso que se le de a la historia
– verdades encontradas- no dependerá del historiador si no de los grupos
– civilizaciones actuales- que basadas en estas verdades crearan nuevas y en un
futuro serán parte de la genealogía de la historia (como procedencia). Lo que lleva
a preguntarse . ¿Si estamos haciendo un buen uso de la historia?

Bibliografía.
Foucault, M., Varela, J., & Álvarez-Uria
́ , F. (1992). Microfiś ica del poder (3rd ed.,
pp. 7-27). Madrid: Las Ediciones de La Piqueta.

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