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LA LEYENDA URBANA

Definición de leyenda:
La leyenda pertenece al mundo maravilloso ya que va creando su propia realidad
e incluye hechos ficticios, pertenece a la oralidad y por eso va pasando de
generación en generación. Hay dos tipos de leyenda la urbana y tradicional.

Definición de leyenda urbana:


La leyenda Urbana es un tipo de relato perteneciente al texto literario, que se trata
de una tradición popular la cual su objetivo es causar miedo y entretener,
pertenecen a la ciudad, algunas parte de hechos reales, pero se van
distorsionando o exagerando y mezclado con hechos ficticios.

Características:
Se caracteriza por ser internacional, además se transmite de forma oral, también
que alcance a tener un reconocimiento popular, además la leyenda urbana se
inspira en algún elemento misterioso o incomprensible de algún relato o un hecho,
y muy pocas veces se puede identificar el origen de cada leyenda.

CARACTERÍSTICAS DE LAS LEYENDAS URBANAS

 Existencia de un hecho público.


 Conocimiento del hecho por un número importante de personas.
 Expansión de información sobre el hecho entre los habitantes de la ciudad
 Vigencia en el tiempo (que el hecho se siga mencionando con el paso de los
años).
 Aceptación de la importancia del hecho.
 Trascendencia a través de los medios de comunicación o de la divulgación
popular.

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1.- El pozo de las cadenas.

En el pueblo de Tecate, ubicado al final de la Rumorosa, se cuenta que en


tiempos de la Revolución Mexicana, alrededor de 1910, vivía un matrimonio de
personas muy pacíficas y trabajadoras. Eran una pareja sin hijos. El señor se
encargaba del cultivo de las tierras y su esposa se encargaba del cuidado de la
casa.

En aquella época no había mucha gente en los alrededores y los caminos eran
simples brechas secas marcadas sobre el árido paisaje, vetas polvorientas por las
que a veces pasaban los caballos levantando polvaredas con su andar.

Un día aparecieron unos hombres que llevaban varias horas caminando bajo el sol
ardiente. Extenuados y sedientos de tanto andar bajo el calor, vieron que el señor
que trabajaba en sus cultivos era la única persona que tenían cerca y, en
consecuencia, se le acercaron.

— ¡buenas tardes! —saludaron.

— ¡buenas tardes! —Respondió el señor, dejando su labor y ventilándose con el


sombrero—. ¿Cómo así por acá? Muy poca gente viene por aquí.

—El deseo de encontrar buena fortuna nos trae —respondió uno de los hombres.

—Vamos a Tijuana, acabamos de cruzar la Rumorosa —dijo el otro.

—Pues aún les queda mucho camino, Tijuana está bien lejos.

—Sí, y eso que con lo que hemos andado ya nos morimos de sed, ¿no tendrá un
poco de agua que nos regale? —preguntó uno de los extraños.
— ¡Chingallos, me acabo de tomar el último trago! Pero ándale, no se preocupen
que mi casa está cerca y tengo un pozo. A menos que tengan prisa. —respondió
el campesino

— ¿Prisa? Prisa pero por beber agua, compadre —dijo uno de los hombres y
luego todos siguieron al señor para saciar su sed.

El hombre, que casi nunca veía a alguien pasar por el lugar, se emocionaba cada
vez que venían visitantes e intentaba aprovechar la ocasión para enterarse de
chismes y noticias. Se apresuró entonces por levantar sus aparejos y luego
condujo a los hombres hasta su casa. Allí su esposa los recibió y ellos la
saludaron quitándose el sombrero.

Una vez hubieron entrado, los hombres bebieron toda el agua que pudieron,
comieron como náufragos y conversaron larga y amenamente. Entretanto, la tarde
ya estaba por irse y el atardecer, en su avance, iba incendiando el cielo para
después dar paso a los coyotes con sus aullidos de veneración ante el ascenso de
la Luna. Los hombres sin embargo no dieron muestras de marcharse, de hecho se
veía que querían prolongar las conversaciones con el ánimo de quedarse. Viendo
eso, el hombre y su esposa les hicieron un catre con ramas de paja para que
puedan dormir.

Pasadas las horas un grito rasgó el silencio de la madrugada, un grito que a lo


lejos retumbaba como delatando la proximidad de la muerte en las
inmediaciones…

Nadie supo nunca qué ocurrió. Se cuenta no obstante que los extraños
pertenecían a una banda de sangrientos delincuentes, de hombres
deshumanizados que disfrutaban con el sufrimiento de todas aquellas víctimas
que les oponían un mínimo de resistencia. Cuentan pues que intentaron robarle y
que el hombre intentó presentar resistencia, quizá más de la cuenta porque la
crueldad con que lo liquidaron aún se recuerda entre los habitantes de la zona: lo
amarraron con cadenas, le quitaron los ojos, lo echaron al pozo y luego arrojaron
piedras al pozo para cubrir su cuerpo ahogado. De su esposa y de los asaltantes
nunca se supo nada.

Tal es al menos la versión que se tiene sobre su muerte, versión de la que muchos
no dudan, sobre todo quienes cuentan que hay noches en que cerca del pozo se
oyen ruidos de cadenas, gemidos de llanto e incluso escalofriantes alaridos de
desesperación. Dicen que pena en busca de su esposa desaparecida y de los
malditos que la asesinaron, dicen que por las mañanas se pueden ver con claridad
las huellas de sus pies encadenados, que a veces se escucha como si lanzaran
piedras al agua del pozo a pesar de que no hay nadie cerca que las
lance…Incluso, hay quienes aseguran que, cuando han pasado cerca del pozo en
la madrugada, han escuchado burbujas, tal y como si alguien o algo en el interior
del agua las estuviera produciendo. Los pocos que se han atrevido a mirar
cuentan haber visto un rostro grande, de un espectral azul blanquecino, gritando
con los ojos inundados de angustia; y ascendiendo, ascendiendo como para
querer contactar con el asustado visitante…

ANÁLISIS

Cuenta la leyenda que esto ocurrió en el pueblo de Tecate, cerca de 1910, un


grupo de hombres sediento le pregunta a un campesino si tiene agua, este los
llevo a su casa para darles de comer y darle agua, dicen que los hombres
quisieron quedarse, el campesino y su mujer le hicieron una cama a todos, dicen
que en la noche los hombres quisieron asaltar al campesino, éste puso resistencia
y lo tiraron al pozo, cuentan que la mujer y el grupo de hombres nunca se supó de
ellos, dicen que en el pozo se escucha gemidos, cadenas y se ve la cara del
campesino gritando.
Es una leyenda Urbana, ya que su principal objetivo es asustar a las personas y
ocurre en una ciudad llamada Tecate.

Esta historia nos gustó, porque se produce un suspenso cuando el lector lo lee
y además produce algo de terror cuando alguien lo lee.

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Las leyendas urbanas, son las historias mitológicas de la actualidad. Esto, ya que
se basan en historias, que supuestamente habrían ocurrido. Las cuales muchas
veces, por el narrador, son dadas como verdaderas. Las leyendas urbanas, se
basan en personajes urbanos, como lo dice su nombre. Por lo mismo, las
leyendas urbanas, siempre ocurren en ciudades o pueblos, los cuales uno conoce.
Toda la historia, se cuenta de una manera, para crear la sensación de realidad,
que haga pensar, que realmente ocurrió.

El pretexto perfecto, para que sean verosímil, es el hecho que la historia fue dada
a conocer, por un amigo cercano. Y tiene que ser así, ya que al igual que los
mitos, del pasado, estas leyendas urbanas, son contadas de boca en boca. Con lo
cual, se han transformado, casi en verdaderas tradiciones orales. Ya que estas
han circulado, desde no hace poco. Ya que se conoce de ciertas leyendas
urbanas, que nacen a comienzos del siglo XIX. Pero por lo general, la leyenda
urbana, no ocurren un pasado muy lejano. Siempre se da en un tiempo cercano al
presente que se está viviendo. Con lo cual, la leyenda urbana, se hace más
próxima al oyente.

La gracia de las leyendas urbanas, es que pueden sobrepasar la frontera, del país
de donde se originó. Por lo mismo, no es raro escuchar la misma leyenda urbana,
en América o en Europa. Esto se debe en gran parte, a la globalización que
estamos viviendo.

Se cree que las leyendas urbanas, nacen por la necesidad del hombre de la urbe,
de crear historias, como las mitologías que existían antes en los lugares más
apartados o rurales de cada país. Todo ser humano, requiera una cuota de ficción
en su vida. Y el hombre urbano, no está exento de aquello. Por lo mismo, es que
se dice, que las leyendas urbanas se han transformado parte del folklore urbano.
Toda ciudad grande o metrópolis, tiene su leyenda urbana.

Claro está, que a lo mejor, parte de la leyenda urbana, es cierta. Pero lo atrayente
son los hechos un tanto fantásticos, que la acompañan. Es aquello lo que atrae de
las leyendas urbanas.

El hecho de que las leyendas urbanas sean transmitidas, es por lo entretenido de


su historia. La cual, muchas veces, está acompañada de acontecimientos
violentos o letales. Los cuales son aceptados y apetecidos, debido al morbo de la
gente. Aparte del simple hecho, de querer congraciarse con un grupo
determinado, por medio de una buena historia. No es inusual, el querer destacarse
en un grupo social, por medio de una anécdota. Es parte de la vanidad,
egocentrismo y competitividad innata en mucho de nosotros. Por último, por el
simple deseo de contar algo entretenido. Es así, como las leyendas urbanas, se
han transformado en parte de la cultura globalizada.

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