de conformidad con lo dispuesto en el artículo 16 de la
Ley de la Jurisdicción Constitucional, esta Sala puede examinar en la vía del hábeas corpus, por conexidad, otras violaciones, como lo son las que se produzcan en detrimento de la garantía fundamental del debido proceso, éstas deben estar, necesariamente, relacionadas con la libertad personal, en cualquiera de sus formas, situación que se presenta en el caso de estudio. Así las cosas se constató que el 14 de agosto del año en curso, al solicitar el recurrente el acceso al legajo de intervenciones telefónicas, el Juez Penal del Juzgado Penal del Segundo Circuito Judicial de San José, le indicó que las resoluciones que solicitaban las intervención de comunicaciones hacia el Centro Judicial de Intervenciones de las Comunicaciones, sí existían, pero faltaba imprimirlas y adjuntarlas al legajo y que no habían sido de conocimiento de las partes anteriormente, por motivos de confidencialidad y para evitar la fuga de información. Sentencia 13846-17
Pese a lo indicado por la recurrida, en el sentido de que el
cese de la tutelada se debió a su deficiente desempeño en el puesto y a las quejas en su contra interpuestas por otros funcionarios del tribunal, la Sala tiene como demostrado que no se le concedió audiencia previa alguna, para que ejerciera su derecho de defensa por estas presuntas faltas, ni se le impusieron sanciones disciplinarias que consten en el expediente personal de la amparada. De manera que, al no haberse concedido al menos tal audiencia de previo al cese de la prórroga del nombramiento de la recurrente, se le impidió ejercer su derecho de defensa por las faltas endilgadas, por lo que este Tribunal estima que procede la estimatoria del recurso, por la violación al derecho fundamental al debido proceso y el derecho defensa”. Sentencia 9574-17
“IV.- Sobre la afectación al derecho al debido proceso y
el derecho a recurrir la resolución que le impone la prisión preventiva. El recurrente acusa que el Tribunal Penal de Liberia declaró inadmisible el recurso planteado contra la resolución del Tribunal de Flagrancia de ese mismo circuito, que ordenó el encarcelamiento preventivo por tres días de los amparados, en virtud del principio de taxatividad de los recursos en materia penal y la imposibilidad de que un Tribunal conozca en alzada la resolución de un Juez de igual rango, lo que lesiona sus derechos y garantías constitucionales. Si bien es cierto esta Sala ha avalado en su jurisprudencia que la inexistencia de recurso de apelación para las resoluciones de prisión preventiva dictadas en flagrancia -aún en casos en los que luego se dicta la incompetencia- (ver sentencia 2015- 001917 de las 9:05 horas del 11 de febrero de 2015), bajo una mejor ponderación, se rectifica ese criterio y se ordena admitir el recurso de apelación de la prisión preventiva dictada por un juez de flagrancia, en aquellos casos en que esa medida se adopta luego de que éste se declare incompetente y remita la causa al juez ordinario. Lo anterior porque es lógico que si la causa se estima "ordinaria", tenga acceso a la mismas reglas de esa instancia, incluido el recurso de apelación de la prisión preventiva. Lo contrario sería dejar a los imputados en un limbo jurídico, con lo peor de los dos sistemas, es decir, sin la celeridad de la flagrancia porque su causa ya no se tramitará bajo esas reglas, y sin la amplitud de la vía recursiva de la vía ordinaria, dónde sí se reconoce una vía recursiva más amplia para las causas tramitadas bajo ese procedimiento. Al haber dictado un juez una medida de prisión preventiva declarándose incompetente para conocer la causa en flagrancia, no es razonable aplicar las restricciones que establece la ley para el trámite de flagrancias, si la causa no pertenece a esa instancia. Lo contrario significaría que una causa que se tramita ante la jurisdicción penal ordinaria, tiene reglas distintas para los imputados cuyas causas se remiten por incompetencia, respecto a los que tienen el mismo procedimiento desde el inicio; trato a todas luces irrazonable y desigual, contrario a lo establecido en nuestra Constitución Política en su artículo 33 y en la Convención Americana sobre Derechos Humanos en su artículo 24. Aplicar las limitaciones de acceso al recurso de apelación de la prisión preventiva de la materia de flagrancias a un caso que se tramitará bajo el procedimiento ordinario previsto en el Código Procesal Penal, únicamente porque el juez que dictó la medida cautelar es un juez de flagrancias declarado incompetente, es a todos luces un trato discriminatorio de los imputados frente a la ley. En consecuencia, se ordena al Juzgado Penal de Liberia, que admita como en derecho corresponda, el recurso contra la prisión preventiva interpuesto por la defensa de los imputados, en un plazo no mayor a 72 horas -ver en similar sentido la sentencia 2016-009525 de las nueve horas cuarenta y cinco minutos del ocho de julio de dos mil dieciséis-. Sentencia 9520-17
“Esta Sala no duda ni le corresponde analizar, por ser un
extremo de legalidad ordinaria, lo referente a cuál sería la sanción que debe imponerse a la sociedad amparada a la luz de los hechos tenidos por demostrados, sino, únicamente, en cuanto a la incongruencia de lo advertido en la intimación de los hechos y el resultado final. Ha especificado este Tribunal como uno de los contenidos esenciales de un traslado de cargos el requerimiento de advertir “las eventuales consecuencias jurídicas del acto final”, que obviamente no se puede modificar a posteriori, pues devendría en una deficiente intimación. Lo anterior en razón que, no hay duda, que la persona investigada debe conocer de antemano a que sanción se expone y que constituye un punto fundamental para ejercer su defensa, pues no es lo mismo, por ejemplo, como en este caso, una sanción pecuniaria menor que la resolución del contrato. Se reitera que no se prejuzga cuál debe ser la sanción a imponer, sino que, únicamente, la parte investigada debe tener claro a que se expone con los hechos investigados, si que sea posible una ulterior modificación en su perjuicio. Tal inobservancia se estima que ha incidido no solo en el derecho de defensa en perjuicio de la empresa tutelada, sino también en una infracción al derecho al debido proceso”. Sentencia 7225-17 “el amparado es un denunciante cualificado, pues ha experimentado los efectos nocivos de la conducta o situación irregular que se le imputa al denunciado, por supuestamente haberlo amenazado. De manera que el recurrente puede obtener, aunque sea indirectamente, una situación ventajosa de dicho proceso o, incluso, un derecho. Bajo esa condición, el amparado tiene un interés legítimo y como tal, debe reputársele, para todo efecto, como parte interesada en el procedimiento administrativo respectivo, pues le asisten todos los derechos al debido proceso, de modo que debe contar con la posibilidad efectiva de presentar alegatos, ofrecer prueba, participar en la producción de esta y de recurrir cualquier resolución de trámite de efectos propios o final que se dicte. Ello implica la posibilidad de participar en las audiencias y de preguntar a los testigos, aspectos que le fueron negados al amparado por la autoridad recurrida. El haber negado al tutelado, como denunciante cualificado, la condición de parte, vulneró su derecho de ejercer al debido proceso. Por consiguiente, lo procedente es estimar el recurso y restablecerlo en el pleno goce de sus derechos fundamentales, lo que implica que deba anularse todo lo actuado por el recurrido en la audiencia del 3 de marzo de 2017 y los actos posteriores a esta, a efectos de que tenga como parte al amparado y le permita ejercer sus derechos como tal”. Sentencia 6344-17 el roce de constitucionalidad radica en la falta de motivo como presupuesto del acto administrativo, porque, aun cuando podría obligar a las agrupaciones políticas a la obtención de ciertas autorizaciones, permite la expulsión del proceso electoral de forma automática, inmediata y sin necesidad de expresar motivación alguna. En el criterio de la Sala, una disposición interna del Colegio Profesional que elimina –bajo estos supuestos– el ligamen lógico entre el motivo y la expresión de la motivación en las decisiones administrativas del Tribunal Electoral, es una norma muy limitativa y solo sería posible determinar que es en sí misma constitucional, si no existiera la imposición de graves sanciones sobre los derechos fundamentales. Sentencia 6329-17
“las notas de canje incluyen la necesidad de aquiescencia
del Estado costarricense respecto de textos que se definen como recomendaciones de las autoridades de la OCDE. Sobre el tema es necesario enfatizar respecto tales recomendaciones que acompañan el Convenio no tienen carácter vinculante, de tal forma que no podrán implementarse aquellas que tengan roces con el marco Constitucional interno. En ese sentido, particularmente en los temas de respeto al debido proceso y principio de inocencia, se deberá estar a lo que establece la Constitución Política y la legislación interna. Por ello, la determinación de haber cometido soborno, se dará una vez que exista una sentencia condenatoria en firme, pues de lo contrario se estaría vulnerando el principio de presunción de inocencia y respeto al debido proceso” Sentencia 5171-17
“Sobre los alcances del debido proceso en el caso de
funcionarios interinos destituidos por la falta de idoneidad comprobada.- Por regla general, esta Sala ha indicado la imposibilidad constitucional de sustituir un interino por otro. Sin embargo, tal regla tiene varias excepciones, una de ellas se refiere a la falta de idoneidad. La doctrina constitucional ha fijado que, en caso de cesarse un interino para nombrarse a otra persona con mejor nivel académico o mejor calificado para ocupar el puesto, lejos de constituir una lesión a sus derechos fundamentales, más bien reafirma y ejercita el también principio constitucional de idoneidad en el cargo que establece la Carta Política. Sin embargo, lo anterior no significa que el funcionario interino quede en desprotección absoluta frente a su empleador y, al menos, se debe observar un mínimo de debido proceso comunicándole al interesado las motivaciones que dan pie a su destitución. En ese orden de ideas, debe observarse un mínimo de debido proceso, que consiste, además de que la decisión debe basarse en razones objetivas (como lo sería la falta de idoneidad del funcionario), en comunicar al interesado formalmente, las razones en las que se sustentó la revocación de su nombramiento interino (ver al respecto las resoluciones de esta Sala números 2015-001779 de las 11:33 horas del 06 de febrero del 2015 y 2004-004638 de las 16 horas del 30 de abril del 2004)”. Sentencia 4532-17
“En cuanto al cumplimiento del debido proceso que
echan de menos los consultantes, debe tenerse claro, que lo que el Proyecto de Ley establece es la causal de disolución, para lo cual han de observarse los procedimientos que al efecto prevé el ordenamiento jurídico. Al respecto, tampoco resulta inconstitucional que sea la Dirección General de Hacienda la que aplique las sanciones en cuestión, y no un juez, pues, por una parte, el hecho de que la Administración sea, de alguna forma, juez y parte, no impide que actúe con la imparcialidad que el principio de verdad real y la protección del interés público le imponen; y, por otra, lo que allí se decida, cabe ser revisado en la vía jurisdiccional, al tenor de lo dispuesto en el artículo 49, de la Constitución Política”. Sentencia 3262-17
“además de la violación al derecho a la educación, se ha
dado en este caso violación al derecho al debido proceso, pues a la amparada no se le ha otorgado plazo alguno para cuestionar el pago y seguir en escalada su cuestionamiento. En conclusión, se comprueba que la Unidad de Cobros Estudiantiles le indica a la recurrente, el 19 de agosto del 2016, que para realizar matrícula de verano en el mes de diciembre del 2016 puede realizar un arreglo de pago, resulta claro que le están condicionando la matrícula al pago de la deuda, lo cual resulta violatorio del derecho a la educación y del debido proceso de la amparada. Imponiéndose la estimatoria de este recurso, tal como en efecto se hace, con las consecuencias que se indican en la parte dispositiva de esta resolución”. Sentencia 674-17
“el presente recurso debe ser estimado, porque en la
indicada resolución se omite indicar, por parte del Tribunal de la Inspección Judicial, la referencia concreta sobre la afectación del buen servicio o la imagen del Poder Judicial. De esta manera se comprueba una falta de fundamentación de la resolución impugnada en el tanto no se logra acreditar o demostrar cuál es la incidencia directa, concreta y efectiva que esa problemática familiar ha tenido, tiene o pudiere tener en el buen funcionamiento del servicio o la imagen del Poder Judicial. Por el contrario, pareciera que se decide etiquetar tales situaciones familiares como “incorrecciones en su vida privada” y con fundamento en ello, decide imponer al recurrente la más grave de todas las sanciones para un trabajador, como es la revocatoria de su nombramiento, en este caso interino. En ese sentido, para la Sala no existen argumentos lógicos, concordantes y fehacientes que demuestren en qué medida y en qué forma se afecta el funcionamiento de los servicios o la imagen del Poder Judicial. Con esta sanción, se cierne sobre el recurrente un velo de negatividad que le podría cubrir de por vida y que, probablemente, le impediría en el futuro, obtener más nombramientos dentro del Poder Judicial e inclusive hasta en otras instituciones del sector público o empresas del ámbito privado”. Sentencia 10293- 16
“los operadores jurídicos están sometidos a la Constitución
Política (principio de legalidad), razón por la cual deben respetar el derecho de defensa. La circunstancia que exista una omisión de esa naturaleza, no significa que el derecho de defensa no deba ser observado. En este sentido, este Tribunal ha señalado que la simple omisión atribuida a una norma jurídica (tal y como la que reclama el accionante) no tiene la virtud -por sí misma- de servir de impedimento para el ejercicio de un derecho fundamental. En tal caso, lo que procede es la aplicación directa por parte del Juez u operador jurídico, de la norma constitucional. En este caso, debe aplicarse el artículo 39 de la Constitución Política, del que se deriva, en cuanto al derecho de defensa, una regla procesal clara y precisa sobre la necesidad de observar el debido proceso. Así las cosas, se concluye que la omisión de la Ley No. 3580 en regular la notificación de las boletas referidas, no lesiona por sí misma el derecho de defensa ni los principios acusados por el accionante”. Sentencia 2558-16
“Quedó acreditado en este expediente que fueron las
intervenciones de la tutelada durante el ejercicio de control político las que le valieron la censura del cuerpo municipal y la declaratoria de non grata por parte del Concejo Municipal, lo cual además no se limitó a ser una simple expresión de disgusto en su contra, sino que le significó en la realidad efectos jurídicos adversos como no ser admitida en la sede Municipal y el rechazo de sus solicitudes de audiencia frente al Concejo Municipal y la posibilidad de orientar y participar de distintas formas en el gobierno municipal del cantón. Esto último, y todo otro efecto jurídico que menoscabe sus derechos de ciudadanía resulta ya inaceptable en sí mismo pero, además en este caso esa declaratoria de non grata contraviene también palmariamente la naturaleza del principio de "irresponsabilidad" que cubre a los Diputados de cualquier sanción, incluso penal, por las manifestaciones hechas durante el ejercicio del cargo. En consecuencia, corresponde estimar el presente recurso de amparo, y dejar sin efecto el acuerdo tomado por el Concejo Municipal de Sarapiquí, en la Sesión Ordinaria Nº 43-2015, celebrada el lunes 26 de octubre de 2015 ordenando que se elimine todo registro y documentación sobre el acto impugnado en este amparo”. Sentencia 18536-15
“la institución accionada no tomó en consideración, que
los procedimientos de investigación preliminar que se tramitan en contra de la amparada, por las denuncias presentadas, deben ser concluidos dentro de un plazo razonable, toda vez, que de lo contrario, se desnaturalizarían las medidas cautelares dictadas, convirtiéndolas, por el excesivo tiempo, en una especie de sanción, de acuerdo con las resoluciones mencionadas en el considerando anterior. Así, en aplicación de lo señalado en la sentencia parcialmente transcrita, se constata que en la especie lo que se impuso fueron medidas cautelares ante causam, que consistieron en la reubicación de la amparada, y en la disposición de no acercarse a las denunciantes, subalternas del hospital recurrido, así como tampoco acercarse a los testigos del caso. Para lo cual, si bien la Administración se encuentra facultada para imponer este tipo de medidas cautelares, lo cierto es que el plazo de dos meses que han transcurrido para la primera denuncia, y los cuatro meses que se dictaron para la segunda denuncia, para incoar los procedimientos administrativos disciplinarios en contra de la amparada, o bien, para desestimar el inicio de dichos procedimientos, resulta excesivo y contrario a los derechos del investigado. De este modo, como en la especie la autoridad recurrida ha tomado medidas cautelares ante causam, que sobrepasan el plazo máximo de quince días dispuesto en la normativa para este tipo de medidas, ello configura un quebranto a las garantías del debido proceso, razón por la cual el amparo debe estimarse” Sentencia 17805-15
“en el marco de la oralidad del proceso, “aun cuando se
grabe la audiencia, el juez debe consignar en el acta, de forma adecuada y suficiente (…) los fundamentos de su resolución” (Sentencia N° 2009-10895, énfasis añadido). De esta manera, aunque esta Sala ha venido sosteniendo que la resolución no debe confundirse con su registro o respaldo tecnológico (véase, entre otras, la Sentencia N° 2009-3117), también ha señalado que esto no exime a los juzgadores de su deber de garantizar la existencia de dicho respaldo, toda vez que este se constituye en una herramienta imprescindible para el ejercicio del derecho a la defensa por parte de los tutelados. De ahí que tampoco resulte admisible la forma en que la recurrida indica haber subsanado el yerro, realizando una resolución por escrito sin la participación de las partes, 6 días después -7 de octubre-, en la que indica haber anotado las argumentaciones que consideró, subjetivamente, fueran las más relevantes, la cual no se ha notificado a las partes, ni consta que con ella se pretendiera restituir el plazo para impugnarla”. Sentencia 16000-15
DEBIDO PROCESO EN MATERIA DE CORRECCIONES EN EL
ÁMBITO ESTUDIANTIL. El derecho a la educación, consagrado en nuestra Constitución Política, como todo derecho fundamental, no puede ser ejercido en forma ilimitada. Se ha reconocido la posibilidad de imponer sanciones dentro del ámbito educativo, como parte de un proceso de formación, escogido por los padres de familia en el caso de los menores de edad, o bien por los estudiantes cuando no lo son. No obstante, la aplicación de dichas medidas deben seguir un procedimiento previo, destinado a descubrir la verdad real de los hechos y a garantizar el derecho de defensa del estudiante, eso sí, sin centrarse en excesivos formalismos, como puede suceder en un procedimiento administrativo disciplinario contra funcionarios públicos. Los centros educativos públicos o privados deben ajustarse al Reglamento de Evaluación de los Aprendizajes dictado por el Ministerio de Educación Pública, Decreto Ejecutivo No. 35355-MEP. Sentencia 15733-15
“sí es materia tutelable en la vía constitucional la
acusación del recurrente respecto a la falta de notificación de la medida cautelar impuesta, pues tal circunstancia, podría generar una violación de su derecho de defensa, garantizado en el artículo 39, Constitucional; y, por ende, una violación a su derecho al debido proceso, contenido en el artículo 41, de ese mismo cuerpo normativo. En cuanto a ese extremo, el Apoderado Especial Judicial y la Fiscal, ambos del Colegio de Abogados y Abogadas de Costa Rica, aseguran que la resolución de la Fiscalía, de las 10:55 horas del 22 de junio de 2015, fue notificada el 23 de julio de 2015, al correo electrónico (…), proporcionado por el recurrente a la base de datos de ese Colegio. Considera esta Sala, que la notificación que pretende suspender, de manera cautelar, a una persona privada de libertad del ejercicio de su profesión debe, necesariamente, ser realizada en forma personal en el Centro Penal en el que se encuentra recluida; pues, de lo contrario, se le restringe su derecho de defensa y su derecho al debido proceso. En este caso, la autoridad recurrida reconoce que el señor (…) se encuentra privado de libertad; y, precisamente, esa es la razón por la cual se dictó la referida medida en su contra. Pese a ello, la notificación de la resolución fue realizada en un medio que, actualmente y mientras se encuentre privado de libertad, no puede ser accedido por el interesado; tan es así, que el propio Código Civil, en el numeral 65, dispone que: "Las personas recluidas en un establecimiento carcelario, correccional o de otra índole tendrán por domicilio el de dicho establecimiento mientras permanezcan en él". Así, estima esta Sala, que resulta clara la infracción al debido proceso y al derecho de defensa que ocasionó al recurrente la falta de notificación personal de la resolución de las 10:05 horas del 22 de julio de 2015, en el Centro de Atención Institucional El Roble, ubicado en Puntarenas, en el que se encuentra recluido, por lo que se estima el presente recurso, en cuanto a ese extremo” Sentencia 14313-15
“la motivación de la resolución permite conocer los
razonamientos que utiliza el juez para resolver los asuntos sometidos a su conocimiento, con lo que se procura garantizar que sus determinaciones se sustenten en criterios razonables y objetivos, y se posibilita, además, que tal decisión pueda ser controlada en alzada. Deber de fundamentación que tiene particular trascendencia en el supuesto de la resolución que obliga al pago de una pensión alimentaria -ya sea provisional o definitiva-, en la medida que su incumplimiento puede dar base a una eventual orden de apremio corporal, sea, a la privación de libertad del deudor alimentario que se encuentra en mora en el pago de la pensión. De allí el deber del órgano jurisdiccional que fija la pensión provisional de motivar y fundamentar debidamente su resolución. Lo que implica que la mencionada resolución debe indicar con claridad el monto concreto de pensión provisional que se impone y la forma en que se debe pagar, así como contener el correspondiente apercibimiento de que se podrá ordenar apremio corporal en contra del obligado, si así lo pidiere la parte actora, en caso de incumplimiento. Pero, además, dicha resolución debe contener la descripción y valoración de las alegaciones o del material probatorio existente hasta ese momento y que sustenta lo resuelto por el respectivo órgano jurisdiccional, así como expresar las razones por las cuales este estima que concurren los presupuestos que justifican su fijación, y se debe plasmar el juicio de ponderación efectuado por el juez a la hora de establecer, de forma prudencial, el monto de pensión provisional que procede fijar para el caso concreto. Juicio de ponderación en que se han de tomar en cuenta tanto las condiciones de quien tiene a cargo la obligación alimentaria como de los beneficiarios, lo que supone valorar las posibilidades económicas y las necesidades de ambas partes de la relación alimentaria”. Sentencia 14120-15
en el caso concreto se constata, igualmente, la infracción
a los derechos fundamentales de los tutelados. Lo anterior dado que se demostró que de previo a la comunicación de su despido por falta grave, no se instruyó un procedimiento administrativo y no se le concedieron a los amparados las garantías del debido proceso y el derecho de defensa. Lo anterior, pese a que, como se acreditó, fueron contratados por el Instituto Costarricense de Electricidad bajo la modalidad de contrato indefinido. Sentencia 13497-15
“Finalmente, sobre el tercero de los puntos, que
corresponde a que no se le comunicó sobre la decisión del Consejo Superior de no hacer consultas sobre nombramientos a la recurrente, se tiene por acreditada la violación a los preceptos contenidos en los artículos 39 y 41, de la Constitución Política. Esta consideración, parte de la premisa que, fue la tutelada, ante la falta de información, quien consultó – en fecha diez de junio de dos mil quince- sobre la razón del por qué no se le otorgaban nombramientos interinos. Esta omisión, cercena el derecho del Debido Proceso de la amparada, pues tal principio, alcanza al conjunto de requisitos que deben observarse en toda instancia procesal, a efecto de que, los administrados, pueden ejercer los medios de defensa oportunos, contra las actuaciones emanadas de las Administraciones Públicas. En consecuencia, procede declarar parcialmente con lugar el recurso, y ordenar a la autoridad recurrida que, dentro del plazo de quince días, contados a partir de la notificación de esta sentencia, notifique a la recurrente, las razones por las cuáles no ha sido considerada para realizar nombramientos de forma interina, como Juez 3 y 4 Contencioso Administrativo, para que de este modo pueda ejercer su derecho de defensa”. Sentencia 10648-15
“las garantías durante la fase de investigación de todo
procedimiento administrativo, no son tan amplias como las exigencias que el debido proceso impone en las fases procedimentales ulteriores, ya que la investigación preliminar —conforme los propios accionantes admiten—, consiste en una labor facultativa, desplegada por la propia Administración Pública, para comprobar las circunstancias de un caso concreto, con el afán de determinar el grado de probabilidad o verosimilitud de la existencia de una falta o infracción, así como identificar a los presuntos responsables de ésta o recabar elementos de juicio que permitan efectuar una intimación clara, precisa y circunstanciada. Por lo tanto, stricto sensu, no forma parte del procedimiento administrativo en sí, sino que más bien constituye un estadio preparatorio, cuyo objeto es juzgar si existe mérito para abrirlo o no. De esta suerte, con excepción de ciertos supuestos —como, por ejemplo, aquellos casos en que se evacua prueba que, por su naturaleza, debe ser analizada con participación de todos los involucrados—, los reclamos que se interpongan por hechos producidos durante estas etapas, simplemente, carecen de fundamento, ya que los investigados no estarían en posición de exigir la realización de una audiencia o de interponer algún recurso contra lo actuado”. Sentencia 10150-15
“el hecho que con sustento en denuncias anónimas se
instauren investigaciones preliminares y luego formales procedimientos administrativos -como ocurrió en este caso, según prueba aportada-, no puede estimarse como violatorio de los derechos fundamentales del tutelado. Si el petente considera que no existen bases para haber incoado esos procedimientos y que la prueba utilizada para tales efectos carece de veracidad, es precisamente ante la propia administración recurrida que deberá aducir lo que estime pertinente. En definitiva, será con sustento en la prueba evacuada en el procedimiento, que se determinará si existe o no una falta disciplinaria”. Sentencia 9770-15
“(…) el derecho de defensa garantizado por el artículo 39
de la Constitución Política y por consiguiente el principio del debido proceso, contenido en el artículo 41 de nuestra Carta Fundamental, o como suele llamársele en doctrina, principio de "bilateridad de la audiencia" del "debido proceso legal" o "principio de contradicción" y que para una mayor comprensión se ha sintetizado así: a) Notificación al interesado del carácter y fines del procedimiento; b) derecho de ser oído, y oportunidad del interesado para presentar los argumentos y producir las pruebas que entienda pertinentes; c) oportunidad para el administrado de preparar su alegación, lo que incluye necesariamente el acceso a la información y a los antecedentes administrativos, vinculados con la cuestión de que se trate; ch) derecho del administrado de hacerse representar y asesorar por abogados, técnicos y otras personas calificadas; d) notificación adecuada de la decisión que dicta la administración y de los motivos en que ella se funde y e) derecho del interesado de recurrir la decisión dictada. Tomen en cuenta los recurridos que el derecho de defensa resguardado en el artículo 39 ibídem, no sólo rige para los procedimientos jurisdiccionales, sino también para cualquier procedimiento administrativo llevado a cabo por la administración pública; y que necesariamente debe dársele al accionante si a bien lo tiene, el derecho de ser asistido por un abogado, con el fin de que ejercite su defensa (…).” Sentencia 8594-15
“al no tener el recurrente a su disposición y con suficiente
antelación, la prueba que resultó determinante para sancionar a la empresa amparada, se vio impedido para formular los alegatos de descargo que estimara pertinentes y, por ende, ejercer una adecuada defensa no sólo de previo a que se dictara el respectivo acto final del procedimiento, sino con posterioridad a la emisión de este último. Bajo dicha inteligencia, este Tribunal Constitucional no tiene duda que, en la especie, se han vulnerado, flagrantemente, los derechos fundamentales a la defensa y al debido proceso”. Sentencia 8594-15
“existe una obligación por parte del Órgano Director de
extender las citas a los testigos de descargo que se ofrezcan y acepten, cuando así se les solicite, por cuanto, a pesar de que no siempre, en algunos casos, sí la requieren para pedir permiso en su lugar de trabajo y poder comparecer ante la Administración a declarar. Tal confusión produjo que no recibiera el testimonio de la persona ofrecida y que el amparado se quedara sin prueba testimonial en el procedimiento seguido en su contra, lo que es inaceptable, pues ello sí incide negativamente en su derecho de defensa. Esta Sala ha considerado que en materia de debido proceso, únicamente, se revisan en sede constitucional, aquellas omisiones que vacíen de contenido la posibilidad de ejercer el derecho de defensa, lo que en el caso concreto ocurrió, ya que el amparado no presentó la única testigo aceptada”. Sentencia 8530-15
“Este Tribunal ha señalado que la definición de las
características generales de los procesos judiciales constituye materia librada a la discrecionalidad del legislador ordinario, de manera que las elecciones que éste haga en esa regulación no deberían dar lugar a cuestionamientos de constitucionalidad mientras no supongan una infracción a las garantías de tutela judicial efectiva previstas en la Carta Fundamental o a los parámetros constitucionales de razonabilidad y proporcionalidad (sentencia Nº 2006-09571 de las 16:14 horas del 5 de julio del 2006). También se ha señalado: “La constitucionalidad de la competencia del legislador para, discrecionalmente, diseñar diversidad de caminos procesales es asunto harto reafirmado en las decisiones de esta Sala: “Comparte esta Sala el criterio de la Procuraduría sobre la legítima facultad que tiene el legislador de diseñar dentro de cada rama general del Derecho Procesal, procesos específicos que permitan adecuar la actividad jurisdiccional a la especialidad y a las particularidades de cada materia. Por ello, el legislador estableció en el Derecho Procesal Civil distintos tipos de procesos (de conocimiento y ejecución), cada uno con sus regulaciones especiales, según las necesidades del problema a resolver lo requieran” Sentencia 8469-15
“procede estimar el amparo por violación al derecho de
defensa de los amparados y al debido proceso, toda vez que sin haber iniciado el procedimiento disciplinario dispuesto en su contra y darles la oportunidad de ejercer su derecho de defensa, se dictó una medida cautelar ante causam por 5 meses, que constituye el resto de su período como integrantes del Comité en cuestión, lo que la convierte en una remisión anticipada de su mandato. Se reitera, la administración puede adoptar este tipo de medidas cuando excepcionalmente se requiera de previo a iniciar el procedimiento disciplinario en cuestión, pero únicamente por 15 días; y ya una vez iniciado, las puede dictar por plazos mayores a ese, siempre que resulten proporcionados y debidamente justificados. En este caso, al tratarse de una medida ante causam que no reúne los requisitos establecidos, implica estimar el amparo, ordenar la nulidad del acuerdo impugnado únicamente en cuanto a la imposición de dicha medida y restituirles la condición que ostentan en el Comité en cuestión, sin perjuicio de que posteriormente la administración, de considerarlo pertinente, ajuste su actuación a derecho y tome las medidas que estime convenientes en el marco señalado”. Sentencia 8168-15
“la cláusula penal debe de operar necesariamente, por
regla de principio, en forma automática y por el monto total fijado, una vez ocurrido el atraso en el cumplimiento de la prestación, de lo contrario, se le desnaturaliza. Ahora bien, en lo referente al reparo que eventualmente el atraso puede tener origen en una causa no imputable al contratista o a demoras ocasionadas por la propia Administración contratante y, por consiguiente, no resulta justo ni acorde con los postulados del Estado social y democrático de Derecho la aplicación de la cláusula penal en estos supuestos, hemos de decir que el ordenamiento jurídico prevé mecanismos o institutos para que no opere de forma automática en esos supuestos, tal y como lo prevé el numeral 198 del Reglamento a la Ley de Contratación Administrativa. Fuera de estos casos, si no se quiere desnaturalizar el instituto de la cláusula penal en la contratación administrativa, lo lógico y lo normal es que opere de forma automática, máxime que el contratista así la aceptó al suscribir el contrato administrativo. Es por lo anterior que la Sala considera que no se vulnera el derecho al debido proceso en estos casos y, por consiguiente, la norma resulta conforme con el Derecho de la Constitución (valores, principios y normas) y, por ende, deben privar los intereses públicos sobre los particulares, máxime que, en estos supuestos, no hay una afectación al contenido esencial de un derecho fundamental, concretamente: el debido proceso”. Sentencia 6057-15
“en virtud de la relación que existe con el derecho de
asociación -en caso de sanciones impuestas por organizaciones privadas-, se impone el respeto de un mínimo de debido proceso que consiste, fundamentalmente, en el otorgamiento de una oportunidad previa al presunto afectado para que ejerza su derecho de defensa por medio de un adecuado traslado de cargos (bilateralidad de la audiencia). En el caso concreto, el recurrente acusa lesión a su derecho de defensa, debido a que el 4 de marzo del 2015, el Presidente de la Asociación de Acarreadores del Depósito Libre de Golfito le comunicó que la Junta Directiva acordó suspenderlo de sus labores por cuatro días (a partir del 10 de marzo), por incumplir el Reglamento Interno de dicha Asociación. Sin embargo, dicha nota es solamente la comunicación de la sanción impuesta y los días en que se descontará, pero no existe un traslado de cargos, ni se le confirió oportunidad alguna para que se manifestara acerca de la falta que se le estaba atribuyendo. Bajo tales circunstancias, y dado que, como –reiteradamente- lo ha indicado este Tribunal, la posibilidad de impugnar el acto gravoso o sancionatorio no exime de la necesidad de otorgar audiencia previa a su adopción, al presunto afectado, la Sala constata que sí se produjo el alegado quebranto al derecho fundamental acusado por el accionante”. Sentencia 5277-15 si bien es cierto el procedimiento que se debe seguirse para la imposición de una llamada de atención no tiene que ser tan formalista, lo cierto del caso es que se debe respetar los principios rectores del debido proceso, pues acarrea una consecuencia negativa para el destinatario, como por ejemplo que ésta quede de manera permanente en su expediente personal. Sentencia 5214- 15
“la resolución en que se dispuso que el amparado había
incumplido con la medida alterna y por ende, revocaba la suspensión del proceso a prueba, por incumplimiento de acuerdo, tomó como consideración fundamental, la prueba basada en la declaración de los testigos, siendo que al defensor del imputado, se le vedó el derecho a preguntar, lo que evidentemente, lesiona el principio de un debido proceso. De esta forma, el Juez accionado se encontraba obligado a citar a las partes a una audiencia oral, para recibir la prueba testimonial, en procura de discutir –por medio del contradictorio- de manera directa la posición de ambas partes y luego, tomar la decisión correspondiente”. Sentencia 3630-15
“al analizar los argumentos planteados por el actor en esta
oportunidad, la Sala estima que no son de recibo y, por ende, no es inconstitucional el artículo 159 del Código Procesal Contencioso Administrativo. En efecto, en lo que respecta a la alegada vulneración del derecho de defensa, así como al proceso debido, la Sala estima (a diferencia de lo que sostiene el actor) que la audiencia, por 3 días hábiles, que se confiere al funcionario, en lo personal, para lo que tenga a bien señalar u oponerse de previo al dictado de la sanción de multa, satisface plenamente las exigencias del derecho al debido proceso, en los términos en que ha sido proclamado por los artículos 39 y 41 de la Constitución Política y en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Acerca del particular, es preciso advertir que en la especie nos encontramos en la etapa de ejecución, donde ya existe una sentencia de un Órgano Jurisdiccional que ha declarado la existencia de una situación contraria al ordenamiento jurídico, y en la cual el funcionario multado ya ha tenido ocasión de defenderse, ampliamente, en el proceso principal. Nótese que la sanción de multa va dirigida al funcionario que incumple sin justa causa cualquiera de los requerimientos del juez ejecutor tendiente a la efectiva ejecución del fallo, con lo que la audiencia va únicamente dirigida ha valorar el cumplimiento o no de dicho “requerimiento”. De modo que no se aprecia en el caso presente ninguna infracción del derecho de defensa y del debido proceso a propósito de la norma impugnada”. Sentencia 3095-15
“la estudiante amparada cursó los niveles de séptimo y
octavo año en el Colegio Monseñor Rubén Odio Herrera. Para el curso lectivo 2015, realizó el trámite de matrícula y aportó la documentación correspondiente. No obstante, el día de inicio de lecciones –10 de febrero de 2015– la institución le comunicó por escrito que no iba a continuar estudiando en ese centro, por cuanto se había detectado una supuesta alteración de notas en la documentación presentada en el proceso de matrícula. A partir del cuadro fáctico anterior, la Sala considera que la actuación del centro educativo lesionó los derechos fundamentales de la menor amparada, ya que del estudio de los elementos probatorios no se observa que previo a la comunicación de interrupción del proceso educativo, se hubiera garantizado el debido proceso y derecho de defensa de la estudiante. Si bien, el artículo 16 del Reglamento de Matrícula y Traslados de los Estudiantes establece que la matrícula que se realice con base en documentos o información falsa suministrada por el alumno o padre de familia, será absolutamente nula, en la especie no se acredita que la supuesta alteración de documentos hubiera sido comprobada mediante la realización de un debido proceso en el que se garantizara el derecho de defensa de la estudiante y sus encargados, tal y como manda el Derecho de la Constitución. Sin duda, la omisión apuntada vulneró los derechos fundamentales de la tutelada, ya que ocasionó que, por una lado, se viera sometida a un estado de indefensión y, por otro, que se interrumpiera ilegítimamente su derecho a la continuad del proceso educativo”. Sentencia 2855-15
“en la audiencia contestada por parte del representante de
la Asociación recurrida y la prueba aportada para la resolución del asunto, ha sido debidamente acreditado que los recurrentes y la amparada, quienes eran miembros de Asociación Club de Leones Aeropuerto, fueron cesados de su condición como miembros por parte de la Junta Directiva de esa Asociación, según lo indicado en las notas del 30 de setiembre –al recurrente-, del 04 de octubre –a la recurrente- y 05 de octubre –a la amparada- del 2014. Al respecto, se constata que estas notas únicamente indican que se prescinde de sus servicios como miembros de la Asociación, pero, en ningún momento, se garantiza la posibilidad de ejercer su derecho de defensa, pues no se explican los hechos que se les acusan, no se les otorgó audiencia a fin de que ofrecieran las pruebas de descargo y realizaran los alegatos que estimaran necesarios. Así, se comprueba la violación al derecho de defensa y a las garantías del debido proceso de los recurrentes y la amparada. Recordemos que este Tribunal ha mencionado, en reiterada jurisprudencia, que, tratándose de entes asociativos, se debe de cumplir con las exigencias del debido proceso cuando se pretenda, como en este caso, la expulsión de un asociado, si bien no puede hablarse de un procedimiento riguroso como el establecido para la Administración Pública, sí debe garantizarse al menos la posibilidad de ejercer el derecho de defensa (véase sentencia número 10501-05)”. Sentencia 1254-15
“En cuanto a la pretensión punitiva que echa de menos el
recurrente, queda claro de los autos que lo pretendido con la instauración de tal procedimiento es el resarcimiento por responsabilidad civil, por lo que si bien no se puede alegar desconocimiento del fin que se persigue, lleva razón respecto a que no se concretiza una suma estimada que supondría se deriva de los hechos en que se vio inmerso el tutelado. Debe tener claro la Administración que al instaurarse el procedimiento con una única finalidad pecuniaria, obligatoriamente, se tiene que definir un quantum aproximado del daño a resarcir, que, finalmente, puede ser menor o mayor, pues no tiene porque ser un monto fijo, pero que sí permita al acusado saber a que posiblemente se le estaría condenando a pagar. Tal omisión se estima que ha incidido en su derecho de defensa, razón por la que se considera procedente el amparo en cuanto a este extremo”. Sentencia 942-15
“la prórroga de la prisión preventiva dictada por el
Tribunal del Segundo Circuito Judicial de la Zona Atlántica Guápiles se llevó a cabo sin otorgar audiencia a los abogados defensores de los tutelados -la prórroga de la medida cautelar se dispuso en el caso de los señores [NOMBRE002], [NOMBRE003] y [NOMBRE004] hasta el 9 de diciembre del 2015, y en el caso de [NOMBRE005] hasta el 18 de noviembre del 2015, completando el plazo máximo de la prisión preventiva ordinaria establecida en la legislación para casos de tramitación compleja-. De manera que tal omisión, sea la realización de la audiencia para conocer de la medida cautelar de prisión preventiva gestionada por el Ministerio Público sin la participación de los defensores de los tutelados, lesiona los principios del debido proceso, defensa, contradictorio o la bilateralidad de la audiencia, y por ende repercute en la libertad personal de los tutelados. En consecuencia, lo procedente es declarar con lugar el recurso, sin ordenar la libertad de los amparados”. Sentencia 459-15
“Si bien es cierto este Tribunal Constitucional, en
anteriores oportunidades, ha sostenido que cuando se da un despido sin responsabilidad patronal en perjuicio de un funcionario de confianza por la supuesta comisión de alguna falta disciplinaria, se deben respetar las reglas del debido proceso (por ejemplo, las sentencias Nos. 2005- 06758 de las 22:30 hrs. de 31 de mayo de 2005 y 2007- 05650 de las 16:39 hrs. de 25 de abril de 2007); bajo una mejor ponderación del caso, se cambia el criterio expuesto y se considera que, dado que, los funcionarios nombrados en puestos de confianza son de libre nombramiento, por consiguiente, son de libre remoción para el empleador.” Sentencia 17928-10
En el caso concreto, el recurrente indica que por
resolución 2777-09 de las ocho horas treinta minutos del diecisiete de julio de dos mil nueve, dictada dentro de la causa disciplinaria número 519-09, el Ministro de Educación Pública ordenó el cese de su nombramiento como Profesor de Enseñanza Media, luego de constatar que se había ausentado sin justificación, los días once y veinticinco de junio de dos mil nueve. Aduce que previo al dictado de dicha resolución no se siguió el debido proceso, por lo que estima lesionados sus derechos fundamentales. Con vista en lo anterior, debe indicarse que luego de analizar los elementos aportados a los autos por la autoridad accionada, la Sala considera que en el presente asunto no existe lesión alguna a los derechos fundamentales del tutelado, pues la resolución 2777-09, fue dictada con fundamento en la tesis que este Tribunal sostenía en ese momento, en el sentido de que no resultaba necesario cumplir con los elementos del debido proceso, en los supuestos de faltas de mera constatación, criterio que fue variado a partir del dictado del voto número 2010- 11495 de las dieciséis horas con cincuenta y dos minutos del treinta de junio de dos mil diez. Ergo, el nuevo criterio de la Sala se aplica a partir de la fecha en que se adoptó la resolución 2010-11495. Así, en virtud de lo anterior, lo procedente es desestimar el recurso planteado, por estimar que la actuación recurrida no es contraria a derecho…” Sentencia 16530-10, 11495-10
“De lo expuesto, y la jurisprudencia parcialmente
transcrita esta Sala se ajusta nuevo criterio jurisprudencial que considera violatorio del debido proceso la destitución del funcionario respecto de las faltas denominadas “por mera constatación” sea sin haberse instruido un procedimiento administrativo con observancia de las garantías del debido proceso. Esta omisión, a la luz de los argumentos sostenidos en el considerando que antecede, hace que el despido del recurrente sea arbitrario y contrario a los derechos reconocidos en los artículos 39 y 41 constitucionales. Lo anterior no es óbice para que si concluido el procedimiento administrativo y existe mérito suficiente, se imponga la sanción que corresponda con arreglo a Derecho. En consecuencia, se declara con lugar el recurso, restitúyase al recurrente en el pleno goce de sus derechos.” Sentencia 15659-10
“dice el párrafo primero del artículo 39 de la Constitución
Política, disposición -junto con el artículo 41 ejusdem- de la que deriva el principio constitucional del debido proceso, entendido como el procedimiento judicial justo, que es aplicable no sólo a los procesos penales, sino además, a todos los judiciales, y también administrativos. Concretamente, del artículo 39 se reconoce el principio de inviolabilidad de la defensa, ya que para ejercitarla es necesario un procedimiento reglado en la ley; en tanto la sentencia firme a que la que se refiere la norma constitucional, tiene que ser lógicamente el resultado de un juicio pendiente, en el que se hayan dado todas las garantías del debido proceso y derecho de defensa. En virtud de ello, es que es violatorio de este principio -y por ende de los artículos 39 y 41 constitucionales- el pretender establecer efectos jurídicos de un proceso penal sin que haya mediado procedimiento al efecto, como lo ha señalado en forma reiterada esta Jurisdicción.” Sentencia 18352-09
“La Sala únicamente está facultada para determinar los
alcances del principio constitucional del debido proceso y su derivado, el derecho de defensa, sin calificar, ni valorar las circunstancias del caso concreto, aspecto que corresponde dilucidarlo a la autoridad consultante.”(nota: el texto se refiere a la consulta judicial preceptiva del párrafo segundo del artículo 102 de la LJC, vigente hasta su eliminación por Ley No. 9003 de 2011) Sentencia 7958-05
“En aplicación de los principios de gratuidad (artículo 328
ibídem) e informalismo a favor del administrado (artículo 224 ibídem) que rigen el procedimiento administrativo, el legislador dispuso que el administrado podrá ejercer, optativamente, una defensa material o técnica ante la administración pública (artículo 220 ibídem), lo que significa que sólo en casos excepcionales o extremos -por su complejidad y repercusiones socioeconómicas-, la administración pública puede exigirle patrocinio letrado (defensa técnica). En consecuencia, cuando el administrado ejerce una defensa material, es decir, cuando actúa sin representación o asistido por un abogado que no tiene alguna especialidad académica o experiencia previa e idóneamente comprobada en el ámbito del Derecho Administrativo, la omisión de los recaudos del artículo 245 de la Ley General de la Administración Pública produce una grosera lesión al orden constitucional. Si al administrado o al representante legal -sin formación académica o experiencia previa e idóneamente comprobada en el campo del Derecho Administrativo- simplemente se les notifica el acto administrativo, y se omite indicarles los recursos procedentes, plazos para interponerlos y órganos competentes para resolverlos, se produce una grosera indefensión al omitirse el cumplimiento de una formalidad sustancial (artículo 223 de la Ley General de la Administración Pública), lo adquiere relevancia constitucional. De acuerdo con lo que se ha venido expresando, cuando el administrado ejerza una defensa material -sin representante- o técnica –con patrocinio letrado- bajo las condiciones indicadas la omisión de los requisitos de la comunicación indicados en el artículo 245 de la Ley General de la Administración Pública produce una grosera lesión al derecho defensa como garantía integrante del debido proceso y como el asunto adquiere relevancia constitucional, puede ser analizada a través del recurso de amparo.” Sentencia 4632-03
“Debe indicarse que esta Sala ha venido perfilando el
contenido del debido proceso, haciendo la distinción entre infracciones al proceso legal – o violaciones “in procedendo” - que pueden ser corregidas a través del curso del procedimiento administrativo o ante la jurisdicción ordinaria, y las infracciones sustanciales a ese procedimiento, que inclusive pueden ir más allá del contenido de las normas procesales y cuyo irrespeto provoca verdadera indefensión, siendo este un vicio que sí debe ser analizado por la Sala Constitucional a través del recurso de amparo.” Sentencia 10735-02
"La Administración debe, en atención al derecho de
defensa del administrado: a) Hacer traslado de cargos al afectado, lo cual implica comunicar en forma individualizada, concreta y oportuna, los hechos que se imputan; b) Permitirle el acceso irrestricto al expediente administrativo; c) Concederle un plazo razonable para la preparación de su defensa; d) Concederle la audiencia y permitirle aportar toda prueba que considere oportuna para respaldar su defensa; e) Fundamentar las resoluciones que pongan fin al procedimiento; f) Reconocer su derecho a recurrir contra la resolución sancionatoria." Sentencia 5469-95
“La simple discrepancia del recurrente con su defensor no
es motivo para estimar que se ha violado el debido proceso y el derecho de defensa, pues es precisamente a su defensor, profesional en derecho, al que corresponde determinar la posibilidad y oportunidad de presentar una incidencia y, de cualquier modo, el interesado tiene la posibilidad de nombrar a otro abogado defensor.” Sentencia 568-95
"Tampoco se ha violado el principio del debido proceso,
por cuanto la Corte Plena, al nombrar los jueces no ejercita una competencia de carácter sancionatorio. El principio del debido proceso garantiza que ningún derecho subjetivo puede ser restringido ni eliminado sin previa garantía de defensa del eventual perjudicado. En el presente caso, por carecer los jueces de un derecho subjetivo a la reelección, es evidente que la Corte Plena puede discrecionalmente no reelegirlos, ya que, (como se dijo), no se trata del ejercicio de una potestad de carácter sancionatoria...Sentencia 634- 94
El concepto del debido proceso envuelve
comprensivamente el desarrollo progresivo de prácticamente todos los derechos fundamentales de carácter procesal o instrumental, como conjuntos de garantías de los derechos de goce -cuyo disfrute satisface inmediatamente las necesidades o intereses del ser humano-, es decir, de los medios tendientes a asegurar su vigencia y eficacia. El principio del debido proceso, contenido en el artículo 41 de nuestra Carta Fundamental, o como suele llamársele en doctrina, principio de "bilateridad de la audiencia" del "debido proceso legal" o "principio de contradicción" y que para una mayor comprensión se ha sintetizado así: a) Notificación al interesado del carácter y fines del procedimiento; ,b) derecho de ser oído, y oportunidad del interesado para presentar los argumentos y producir las pruebas que entienda pertinentes; c) oportunidad para el administrado de preparar su alegación, lo que incluye necesariamente el acceso a la información y a los antecedentes administrativos, vinculados con la cuestión de que se trate; ch) derecho del administrado de hacerse representar y asesorar por abogados, técnicos y otras personas calificadas; d) notificación adecuada de la decisión que dicta la administración y de los motivos en que ella se funde y e) derecho del interesado de recurrir la decisión dictada. Tomen en cuenta los recurridos que el derecho de defensa resguardado en el artículo 39 ibídem, no sólo rige para los procedimientos jurisdiccionales, sino también para cualquier procedimiento administrativo llevado a cabo por la administración pública; y que necesariamente debe dársele al accionante si a bien lo tiene, el derecho de ser asistido por un abogado, con el fin de que ejercite su defensa. Sentencia: 15-90, 1734-92, 1739-92
“El derecho de defensa resguardado en el artículo 39
ibídem, no sólo rige para los procedimientos jurisdiccionales, sino también para cualquier procedimiento administrativo llevado a cabo por la administración pública; y que necesariamente debe dársele al accionante si a bien lo tiene, el derecho de ser asistido por un abogado, con el fin de que ejercite su defensa.” Sentencia 15-90