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EPISTEMOLOGIA

En negro: apuntes.

En bordo y cursiva: sacado de los teóricos.

UNIDAD 1

Bautista Castillo, Raymundo. Ciencia y Pseudociencia


En relación a la historia de las pseudociencias, Douglas Allchin, enfatiza que gran parte
de las pseudociencias de hoy fueron ciencias de ayer como la astrología, la alquimia, la
craneología, entre otras.

El propósito central de la ciencia es el establecimiento de regularidades o leyes que


rigen los fenómenos que examinan, así como confrontar teorías que explican los
acontecimientos, para conseguir tecnológico más fructífero.

La principal característica de la pseudociencia es que promueve falsas idas sobre la


ciencia. Rory Coker considera que la ciencia y la pseudociencia son dos formas
opuestas de ver la naturaleza, la primera de ellas insiste en el autocuestionamiento, las
pruebas y el pensamiento analítico; mientras la segunda preserva los antiguos,
naturales e irracionales modos de pensar que son cientos de años más viejos que las
ciencias.

Steven M. Dickaus, proponer utilizar los 6 criterios que identifican a la ciencia (estudios
de los problemas del mundo natural) para poder distinguirla de la pseudociencia
(ciencia falsa, no ciencia que se declara como ciencia), para ello propone dos valores,
el de protociencia (casi ciencia) y el de no ciencia (no conoce los criterios de la
ciencia), si se cumple con los seis criterios (consistencia, observable, natural,
predecible, examen y tentativo) es ciencia, si se cumple con la mayoría pero no todos
es protociencia, si son pocos o ninguno no es ciencia y falsa ciencia.

Por otro lado, John Sladek comenta que el mayor problema de los pseudoscientificos
es que no saben lo que es la ciencia o como trabajan los científicos. Para esto, cita a
Meadwar, para quien un verdadero científico hace al menos tres cosas:

a) Entiende que la hipótesis es solo una suposición


b) Utiliza hipótesis para iniciar sus cuestionamientos y para darles dirección
c) Es consciente de que nunca puede probar su hipótesis pero si desaprobarla,
refutarla.

En la ciencia, para Popper, una teoría es aceptada no porque sea abstracta, sino que se
acepta o rechaza una vez que se han investigado sus consecuencias teóricas y
prácticas, verificadas directamente por la experimentación. Para poder distinguir entre
ciencia y protociencia propone el criterio de la falsabilidad. No le interesa cómo ha sido
el proceso por el cual una teoría llegó a constituirse. Le interesa la teoría ya
establecida. Por ejemplo: no le interesa saber cómo Bourdieu llegó a establecer su
teoría de los campos sociales. Le interesa analizar si la teoría de Bourdieu cumple con
ciertos parámetros de rigurosidad.
Desinterés por el sujeto que crea la teoría científica. Trata de analizar la lógica de
cualquier teoría científica, las cuestiones metodológicas.
Para que una teoría sea científica tiene que cumplir ciertos requisitos. Los criterios del
estatus científicos de una teoría son la falsabilidad, la refutabilidad o la evaluación o
examinación.

Por último, Lakatos decide centrarse no sólo en la teoría como determinante de la


ciencia, más bien se extiende y habla de series de teorías que por medio de la
falsificación desarrollan la ciencia. Por lo que para poder aceptar un problema como
científico sólo si es empíricamente progresivo, de lo contrario es rechaza como
pseudocientifico.

LA ESPISTEMOLOGÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES


Klimovsky, G; Hidalgo, C.

Conocimiento y epistemología:
Hoy, “epistemología” es un nombre técnico que se emplea de maneras diversas en
diferentes ámbitos:

De acuerdo a primer sentido, “epistemología” remite a lo que en filosofía se denomina


“teoría del conocimiento”, es decir, a una disciplina que se ocupa de aclarar qué es y
cómo podemos fundamentar lo que llamamos conocimiento, ya sea científico u
ordinario. No abordaremos en este texto el problema de la fundamentación de todo el
conocimiento humano, sin excepción, y en cambio usaremos la palabra
“epistemología” en un sentido más metodológico.

De acuerdo con este segundo sentido, en la actualidad se piensa a la epistemología


como el estudio de las condiciones de producción y de validación del conocimiento
científico y, en especial, de las teorías científicas.

Podemos afirmar, de acuerdo con una famosa caracterización del epistemólogo


estadounidense Ernest Nagel, que la ciencia es conocimiento sistemático y controlado.
Aun reconociendo que no toda investigación o actividad científica desemboca en la
producción de teorías, circunscribiremos nuestra exposición al examen de las
particularidades de tal producción de teorías científicas, pues ello bastará para captar
el sentido de las controversias más características de la epistemología contemporánea.
La estructura de las teorías, que es de carácter lógico y lingüístico, no siempre refleja
los procesos y conflictos inherentes a la actividad científica.

El objeto de estudio de la Epistemología son las teorías científicas. Las ciencias sociales
son el objeto de estudio de la Epistemología de las ciencias sociales

Pueden reconocerse tres enfoques totalmentes diferentes. Cada uno supone creencias
contrapuestas acerca de la naturaleza de las ciencias sociales y de su método:

El enfoque naturalista:

Lo que caracteriza a esta corriente es la admiración ante los avances producidos en el


seno de las ciencias naturales y formales, y la creencia concomitante sobre el valor e
importancia que la emulación de tales logros podría conllevar para las ciencias
humanas y sociales. Los métodos lógicos y los modelos cibernéticos, numéricos y
matemáticos constituyen una meta ansiada, que se asocia a una madurez de las
disciplinas sociales y un acercamiento a estándares propiamente científicos. Los
primeros científicos sociales intentaron encontrar leyes sociales como había leyes
naturales.

El interés que manifiestan los naturalistas en la búsqueda de regularidades, de


patrones subyacentes, de conexiones causales en ocurrencia de los hechos sociales,
conduce indefectiblemente a desarrollar estrategias de investigación que pasan por
alto las particularidades culturales y motivacionales para encontrar en las dimensiones
biológica, ecológicas y económicas, entre otras, una base posible de generalización y
comparación transcultural, es decir, atinente a diversas culturas.

El enfoque interpretativo/ “comprensivistas”:

Para el interpretativismo, captar la motivación es entender por qué los agentes actúan
como lo hacen y, en este sentido, las analogía con las física o la biología son difíciles,
pues no se puede decir que alguien actuó “a causa” de la ambición. Aunque la
motivación y las razones intervienen aquí esencialmente, quizá lo mas importante y
característico de esta posición es la significación.

La idea principal es que la conducta humana tiene carácter de signo, y, por tanto, no es
simplemente un fenómeno biológico. El hombre actúa y se comporta de una cierta
manera porque ha incorporado un código que establece jerarquías, dependencias,
vínculos, todo un concepto que excede el ámbito de lo biológico.

Los interpretativitas aducen que el científico social debe tener, frente a la sociedad,
una actitud parecida a la que el lingüista tiene frente a los lenguajes o el semiótico
ante los signos y sus propiedades: una actitud relativa a la captación del significado de
la acción. Así, pues, la posición interpretativista apunta a captar y explicitar las
motivaciones y razones que están presentes detrás de la acción humana en distintas
sociedades y momentos históricos, además de las significaciones peculiares que
revelan tales acciones.

Ser interpretativista es muy distinto a ser naturalista, porque al primero no le interesa


la búsqueda de causas ni de relaciones funcionales sino practicar algo más bien
parecido al método de la lingüística, tendiente a captar un código: la gramática de las
relaciones sociales.

La escuela critica:

En la escuela critica, las características distintivas conciernen al entendimiento de por


qué el científico produce determinada clase de ciencia y porque, a su vez, el
epistemólogo propone análisis de cierto tipo. Los factores que aquí interesan son la
ideología, las fuerzas sociales, las presiones comunitarias o políticas, además de las
motivaciones, aunque no en un sentido psicológico sino ideológico, en conexión con la
defensa de intereses sociales y posiciones políticas particulares. Detrás de cada
fenómeno social hay una ideología que se esconde para que eso se llegue a producir. El
objetivo es desenmascarar eso que está oculto. En este caso, la preocupación
fundamental es entender cómo se relaciona la investigación que se está llevando a
cabo con el estado político de la sociedad en es momento y la estructura social
dominante.

Comprensión/Verstehen
Bunge, Mario
Examinamos ahora una estrategia típicamente micro reduccionista, o descendente, en
las ciencias sociales: aquella según la cual el estudioso de la sociedad debe centrarse
en los individuos y emplear un modo especial de cognición llamado Verstehen
(entendimiento, discernimiento, comprensión o “interpretación”) para descifrar el
“significado” (propósito) de sus acciones.

La escuela de Verstehen afirma que las ciencias sociales difieren de manera radical de
las ciencias naturales en cuantos modos de comprensión diferentes de los fenómenos
sociales que son diferentes de los fenómenos naturales. Son complejos (no se guían
por medios de regularidades e involucran una gran cantidad de variables).

Existen dos diferentes interpretaciones de la palabra Verstehen y concordantemente,


dos puntos de vista sobre su papel dentro de las ciencias sociales. Uno es el de Dilthey,
subjetivista e intuicionista (comprensión empática; datos impredecibles); el otro es el
de Weber, objetivista y racionalista (existen algunas regularidades en el actuar).
Dilthey y Weber dicen que las ciencias sociales difieren de las ciencias naturales. No es
lo mismo estudiar lo natural de estudiar lo social

Dilthey sostuvo que la única manera en que uno podía adivinar los estados mentales
de alguien, era tratar de “ponerse en sus zapatos”, de ponerse en el lugar de ese
alguien. En otras palabras, yo puedo entender por qué un agente social se comportó
de tal o cual manera sólo si me puedo poner en el lugar de ese agente social. En
resumen: Verstehen, según Dilther, es equivalente a comprensión empática. Sin
embargo este punto de vista presente no pocos problemas: primero, que no se debería
psar por alto la existencia de los impulsos biológicos así como de los constreñimientos
ambientales, económicos y políticos; y segundo, que por plausible que suene una
explicación en términos de creencias e acciones humanas se pueden explicar mediante
hipótesis alternativas. Las razones de esta incertidumbre son que casi cualquier acción
humana puede tener motivaciones diferentes (necesidades, carencias, creencias, etc.)
y las motivaciones no son observables.

Weber es considerado generalmente como uno de los que puso en práctica las ideas
de Dilthey acerca de la Verstehen así como su versión idealista del individualismo
metodológico. Weber investiga objetivamente a sus agentes y sus circunstancias, que
tienen rasgos económicos, políticos y culturales. También reconoció la limitación del
enfoque naturalista (o conductista), que pasa por alto la experiencia subjetiva – en
particular la emoción, el interés, la intención y la decisión. Weber podría haber dicho
simplemente que un estudio objetivo de las personas debe contemplar sus
experiencias subjetivas.

La posición de Weber acerca de la Verstehen puede resumirse de la siguiente manera:


primero, para “entender” o “interpretar” (vesrtehen) una acción humana no es
suficiente con observarla y no se trata necesariamente de invocar una proyección
empática o identificación con el agente. Segundo, el estudioso alcanza la comprensión
cuando logra dar cuenta del comportamiento observable en términos de la
racionalidad instrumental – es decir, suponiendo que el agente se proveerá de los
medios más adecuados para alcanzar su meta (…) Cuarto, Weber no es ningún
subjetivista. Por el contrario, con frecuencia destaca la necesidad de una ciencia social
objetiva e imparcial, hasta el punto de obsesionarse con la neutralidad de los valores,
pues suponía que todos los juicios de valor son subjetivos.

En resumen, lo que Weber pretendía al promover una ciencia social “comprensiva”


(verstehende) era que tomáramos en serio las fuentes internas de la acción, pero que,
lejos de abrazar el subjetivismo, las estudiáramos de manera objetiva.

El PAPEL DE LA VERSTEHEN
Nuestra siguiente tarea es descubrir qué papel desempeñan en las ciencias sociales, si
es que desempeñan algunos. Ciertamente, los científicos sociales casi nunca tienen
acceso a las creencias e intenciones de sus sujetos: lo más que pueden llegar a conocer
son algunos de los resultados de las acciones de sus sujetos. Ni siquiera las intenciones
declaradas resultan de gran ayuda, porque las intenciones reales de las personas a
menudos están ocultas tras el temor, la hipocresía, la ideología o el simple y llano
autoengaño. De ahí que cualquier estudio social en términos de creencias e
intenciones individuales es necesariamente especulativo.

Otro obstáculo es que todo individuo forma parte de varios sistemas sociales, así que
sus acciones e combinan con las de otras personas, a menudo sin percatarse de ello y
en forma inesperada. Sólo los resultados de las acciones concertadas son predicables –
aunque no siempre -. En pocas palabras, el conocimiento (conjetura) de propósitos no
es suficiente para explicar la conducta humana, en particular dentro de los contextos
sociales, donde las personas actúan con propósitos encontrados.

En conclusión, la RW (Racionalidad de Weber), o imputación de motivos, es útil. Pero


es limitada y aleatoria porque a) casi nunca tenemos accesos a los motivos reales de
una agente, b) las circunstancias y los medios de un agente no son menos importantes
que sus metas y c) las ciencias sociales se ocupan de los sistemas sociales, no de los
individuos, que son el objeto de estudio de la psicología. La subjetividad puede tener
cabida en la ciencia, pero no el subjetivismo.

LA INEXPLICABLE SOCIEDAD
Klimosvsky, G e Hidalgo, C.

La explicación científica (I). El modelo nomológico – deductivo

El problema de la explicación científica:


En primer lugar, consideremos el carácter polisémico de la palabra “explicación”. A
menudo, “explicar” significa dar reglas para la acción, para una acción específica.

Una segunda acepción nos remite a aclarar el significado de una palabra.

Una tercera acepción del término “explicar” – la que aquí nos interesa – es aquella
donde significa dar un porqué, proporcionar la razón de algo que inicialmente resulta
ininteligible. Pero antes de continuar, destaquemos tres nociones que son centrales en
el método científico: la fundamentación, la predicción y la explicación. Generalmente,
se fundamentan, se predicen o explican hechos.
Cualquier proposición, salvo que sea contradictoria, expresa un hecho. Pero un hecho
no es una cosa sino ms bien una situación o configuración que acontece entre
entidades relacionadas de cierta manera.

Al fundamentar la creencia en un hecho no sabemos de antemano si la proposición


que la expresa es verdadera o falsa. La proposición misma está en estado de problema
y la fundamentación consiste precisamente en ofrecer argumentos que prueben su
verdad. Cuando predecimos un hecho también ignoramos si lo que se predice es
verdadero.

Lo que diferencia a la explicación de la fundamentación y de la predicción, es que


quién explica conoce por anticipado la verdad de una proposición, denominada
explanandum, o al menos la acepta hipotéticamente como verdadera.

Debemos dejar en claro, además, que no es lo mismo buscar la explicación de un


hecho singular que buscar la explicación de un hecho general, o sea, de algo que
ocurre en muchos casos con cierta regularidad. No existe algo único que pueda
denominarse “explicación científica”. Diremos que hay modelos de explicación
científica, cada uno de los cuales establece una estructura inferencial que se aplica
alternativamente en determinadas circunstancias.

EL MODELO NOMOLÓGICO – DEDUCTIVO

Se lo llama nomológico deductivo porque en él la explicación es un razonamiento


deductivo entre cuyas premisas aparecen, de manera esencial, enunciados con forma
de ley. El término “ley” empleado en el modelo nomológico deductivo alude a leyes
universales, es decir, leyes que no presentan excepciones.

El modelo nomológico deductivo presenta una estructura simple y característica: la


explicación de un enunciado E que expresa una ley general o un hecho particular, al
que denominaremos explanandum, es un razonamiento deductivo con premisas (leyes
y premisas – datos) cuya conclusión es precisamente E.

Cuando lo deseamos explicar es a su vez una ley general, debemos mostrar que esa ley
puede deducirse de una teoría que consideramos aceptable porque expresa
conocimiento acera de cómo es la realidad y porque es suficientemente poderosa
como para permitir demostrar lógicamente que la ley se sigue, por deducción, de la
teoría. Explicar una ley es, entonces, colocarla en el marco de una teoría.

De acuerdo con esto, explicar leyes es algo sencillo: primero debe escoger alguna
teoría adecuada, un buen marco teórico, y luego mostrar que, de esa teoría, se puede
deducir la ley que nos intriga. Pero al no existir una explicación a secas, se infiere, en
primer lugar, que la explicación de leyes es siempre provisoria.
Cabe señalar que, por lo común, en los diferentes ámbitos de investigación de las
ciencias sociales nunca disponemos de una única teoría aceptada consensualmente
por todos los investigadores. En consecuencia, no existe algo parecido a la explicación
única de una ley: hay tantas explicaciones como teorías disponibles y, dado que
podemos elegir el contexto teórico en el cual situarnos para ofrecer una explicación, la
explicación misma será relativa al marco teórico escogido.

Así lo que antes parecía tener un carácter un tanto mágico, ahora se comprende como
un asunto banal. Y ésta es una característica habitual de toda explicación: la buscamos
porque algo ha llamado nuestra atención, aunque, una vez lograda y cuando el
fenómeno se enmarca en el contexto de ciertos datos y ciertas leyes, repentinamente,
lo que era un asunto enigmático e intrigante, se transforma en algo trivial. Por eso a
veces se dice que una explicación consisten en una reducción a lo familiar; la
explicación transforma la situación, al principio un poco insólita, si no en un fenómeno
cotidiano, por lo menos en algo inteligible.

¿Cuál es el procedimiento utilizado para construir la explicación? En primer lugar,


existe un hecho que queremos explicar, descrito por el enunciado explanandum.
Recurrimos a lo que denominamos datos iniciales, es decir, enunciados que describen
las condiciones de contorno en la que se produjo el suceso y sin las cuales sería
imposible entender lo ocurrido. No se puede proporcionar una explicación sin
establecer previamente condiciones iniciales.

Recién ahora empieza a esbozarse el modelo de Hempel para la explicación de hechos


singulares. También en este caso, una explicación es una deducción, formada por
premisas y una conclusión.

La conclusión es el enunciado explanandum, que describe aquello que deseamos


explicar. Las premisas constituyen el explanans, aquello que explica y que utilizaremos
para dar inteligibilidad al explanandum. Las premisas contenidas en el explanans son
de dos clases:

Por un lado, premisas datos, es decir, proporciones singulares que describen hechos
particularizados, correspondientes al momento previo o simultáneo al hecho que
deseamos explicar.

Por otro lado, tenemos las premisas leyes, que son, precisamente, los enunciados
generales que extraemos de la teoría o las teorías que hemos elegido.

D1, D2, D3….Dn Premisas datos

L1, L2, L3 ….Ln Premisas leyes

E Conclusión hecho
Debemos recordar que en el modelo nomológico deductivo explicar es hacer una
deducción. Aquí la conclusión es el explanandum y, entre las premisas que constituyen
el explanans, figuran los datos iniciales y las leyes. Como en el caso de la explicación
de leyes, las premisas leyes se extraen de teorías que ya han sido validadas y merecen
nuestra confianza.

Ahora bien, para deducir E de los datos no es necesario emplear todas las leyes de una
teoría sino alguna ley mínima.

Eso depende del punto de partida o del contexto del cual s e tomen los datos iniciales
y las leyes, el que a su vez queda determinado por lo que estima relevante quien
plantea la pregunta por qué, es decir, por quien pide la explicación.

En el modelo nomológico deductivo reconocemos cuatro sub modelos, uno de los


cuales es precisamente la forma en que Hempel lo concibe y acabamos d exponer.
Pero hay variantes del modelo nomológico deductivo que no coinciden con la
concepción de Hempel:

La explicación hipotética deductiva:

Una hipótesis es una proposición cuya verdad ignora; sin embargo, quien la formula
supone que es verdadera, aunque en realidad no lo hace sino para ver qué ocurre con
las consecuencias de esa suposición.

Difiere del modelo de Hempel porque admite que las premisas leyes son hipótesis Ya
no se exige que las premisas leyes sean verdaderas sino que sean hipótesis adecuadas
extraídas de “buenas” teorías, es decir, hipótesis suficientemente corroboradas.

La predicción desempeña aquí el papel de noción principal, pues la capacidad científica


de una teoría consiste, precisamente, en la posibilidad de hacer predicciones acerca de
aquello que no conocemos, particularmente acerca del futuro.

Es imposible conseguir una verificación absoluta y completa de una ley científica. Lo


interesante de formular hipótesis es que no se sabe por anticipado si hay verdad o
falsedad en ellas.

Es muy importante comprender en este tipo de análisis que la tesis fundamental del
método hipotético deductivo y de su visión de la ciencia es que las proposiciones
generales, sobre poblaciones, géneros o sectores de la realidad, tienen siempre y en el
mejor de los casos, status de hipótesis.

La explicación potencial:

Se trata de una explicación nomológica deductiva donde los datos son, de algún modo,
problemáticos. Sin embargo, formulamos la hipótesis de que se han dado ciertas
condiciones o datos a fin de poder ofrecer una explicación.
Tales explicaciones son importantes, metodológicamente hablando, porque pueden
resultar un medio útil para el descubrimiento de nuevos hechos.

La explicación causal

Existe una manera de explicar los hechos como efectos de ciertas causas o
condiciones antecedentes. Caracterizamos a una explicación causal como aquella que
emplea leyes causales. De acuerdo con esta aproximación, las explicaciones causales
no serían otra cosa que explicaciones nomológico deductivas, con la particularidad de
que las leyes que emplean no pertenecen a cualquier tipo, sino al denominado causal.

Las leyes causales operan correlacionando, en general, un tipo de suceso que ocurre
en un lugar y tiempo determinados con otro tipo suceso que ocurre a continuación, o
casi inmediatamente después.

El efecto y la causa no son intercambiables. En este sentido, para que exista una
relación causal, aquello que se denomina “causa” debe dares con anterioridad al
efecto. La idea tradicional de causalidad establece que debe hacer sucesión,
contigüidad y asimetría entre causa y efecto.

Si A

Y B1, B2, B3…Bn

Y no C1, C2, C3…Cn

ENTONCES Ef

Hempel propone que llamemos causa a los datos y razón a las leyes. Las leyes
generales serían, pues, aquellas que proporcionan la razón explicativa de los
acontecimientos, mientras que las causas, en cambio, serían los datos.

En realidad, de todos los datos hay sólo uno que privilegiamos y reconocemos como
causa y, al resto de ellos, los vemos meramente como condiciones de contorno. De
todos los datos tomemos como causa el más circunstancial y el menos permanente.

Principio de simetría entre explicación y predicción

Para la explicación nomológica deductiva existe un principio de simetría entre


explicación y predicción, según el cual la estructura de una predicción y la estructura
de una explicación coinciden: tanto para explicar como para predecir necesitamos
datos, leyes y una deducción.

A dicho principio se lo llama de este modo porque si una predicción se cumple, lo que
hemos usado para predecir sirve automáticamente también como explicación. Si la
predicción se cumple, automáticamente proporcionará, al mismo tiempo, una
explicación de lo ocurrido. Tal simetría entre explicación y predicción es característica
del modelo nomológico deductivo.

Pero entre explicación y predicción existe una diferente epistémica. Porque cuando
explicamos sabemos que lo que deseamos explicar ha acontecido, mientras cuando
predecimos aún no lo sabemos y debemos esperar qué ocurre.

¿Puede un fenómeno ser causado por una pluralidad de causas? Cuando hablamos de
poli causalidad hacemos referencia a un fenómeno que Hempel reconoce
explícitamente el fenómeno de la sobre determinación en el que ciertos datos y
ciertas leyes bastan para predecir que se producirá un fenómeno, no obstante éste
también pueda deducirse de otros datos y otras leyes. Entonces, existe sobre
determinación cuando, precisamente, el efecto deriva de dos razones alternativas pero
superpuestas.

La explicación científica (II)

Otros modelos de explicación: estadística, parcial, conceptual y genética


El modelo estadístico de explicación:

Según el modelo nomológico deductivo, para que la respuesta constituya realmente


una explicación debe disponer de datos.

Si admitimos llamar leyes no sólo a lo que es cumple inexorablemente para todo un


género o población, sino además, a lo que constituye una pauta a la que se ajusta un
comportamiento característico no habría ningún inconveniente en considerar como
leyes a los enunciados estadísticos generales. Cuando hablamos de enunciados
estadísticos, debemos abandonar la idea de que estamos razonando deductivamente.
En realidad, lo único que podemos deducir de los enunciados estadísticos son
enunciados probabilísticos. No se puede hacer deducciones acerca de lo que sucederá
con cada caso tomado aisladamente.

Una explicación que use leyes estadísticas debería considerarse una explicación
incompleta, admisible tan solo provisionalmente.

La explicación estadística en las ciencias sociales

Las ciencias sociales plantean un problema de cierta complejidad. La formulación de


leyes generales, válidas para todo un dominio, sin excepciones, no está al alcance de
quienes investigan la sociedad.

Cuando las leyes que establecen las vinculaciones entre eventos son de carácter
estadístico, su contribución al entendimiento de lo que ocurre es menos directo y, por
ello, en principio, reciben menos veneración que las leyes universales. Pero de todos
modos y, en primer lugar, debemos reconocer que las leyes estadísticas cumplen la
función de informar. Además, en segundo lugar, son imprescindibles en el trabajo de
muchas disciplinas científicas.

Aunque la explicación estadística no ofrece garantías de conservación de la verdad,


proporciona sin embargo, cierta garantía probabilística de que la verdad se conserva.

La explicación parcial

La explicación parcial se parece a una explicación nomológico deductiva porque: a)


disponemos de datos, b) disponemos de leyes.

A partir de datos y leyes inferimos aquello que se quiere explicar. Pero, ¿estamos ante
una explicación nomológico deductiva? En realidad, algo falta para que esta
explicación sea nomológico deductiva. No podemos deducir el acto completo sino un
aspecto parcial del mismo.

Cómo se observa, la explicación nomológico deductiva se refiere a F, no a E. Pero,


¿Qué ocurre con F? se trata de una afirmación cuyo carácter es, desde el punto de
vista informativo, mucho más débil o parcial que el de E.

Por eso, lo que aquí sucede recibe habitualmente el nombre de explicación parcial de
E. La explicación parcial de un hecho es una explicación nomológica, pero no
totalmente de ese hecho, sino de uno de sus aspectos parciales o más débiles.

Una explicación histórica o cultural será, generalmente, una explicación parcial, y


raramente podrá transformarse en una explicación completa.

En resumen vemos que los tres tipos de explicación (nomológico deductiva, estadística
y parcial) se asemejan, sobre todo, porque presentan la particularidad distintita de
emplear leyes.

La explicación conceptual

Advertimos que ahora en emplear datos y leyes como lo veníamos haciendo,


simplemente ubicamos al suceso local en un contexto más amplio. Cuando explicamos
un hecho situándolo en un contexto más amplio que lo hace entendible, ofrecemos
una explicación conceptual.

Metodológicamente hablando, la primer pregunta que surge es: ¿Cuál es el


procedimiento que seguimos cuando damos una explicación conceptual? Luego nos
plantearemos: ¿para que sirve algo así? Lo que hacemos cuando explicamos de este
modo, es, meramente, proporcionar dos hipótesis. La primera, que podríamos
denominar la hipótesis de la existencia de la estructura amplia, afirma que existe o
tiene lugar un fenómeno amplio que nos proporcionará el contexto explicativo.
La segunda hipótesis, que denominamos hipótesis de la inserción, afirma que lo que
se quiere explicar se inserta y forma parte de la estructura amplia que hemos
postulado. Por consiguiente, quien ofrece una explicación conceptual formula ambas
hipótesis.

Como se advierte, este modelo explicativo no emplea leyes. Situar una estructura
simple en una más amplia no exige una ley, y quien propone una explicación
conceptual en realidad está proponiendo dos hipótesis, una de existencia y otra de
inserción, sin apelas a leyes ni estipular definiciones.

Es momento de que nos planteemos cuando puede resultar interesante una


explicación como ésta. Indudablemente, en gran cantidad de casos, la explicación
conceptual es una explicación humilde, es una cuasi explicación, porque está en la
mitad del camino hacia algo más interesante, en particular, la explicación nomológico
deductiva o la explicación estadística. Se ha señalado que, en cierto sentido, todas las
explicaciones son conceptuales, puesto que siempre que un hecho logra entenderse es
porque se lo ha ubicado dentro de un contexto abarcativo, en una estructura de
conocimiento que torna comprensible aquello que, tomado aisladamente, resulta
ininteligible. Cuando en ese contexto no aparecen leyes y datos, como en la
explicación conceptual, el poder explicativo es muy limitado e insuficiente.

La explicación genética:

A esta manera de entender un hecho, indicando cual es el proceso continuo que


desemboca en él, se la ha denominado explicación genética. Llegados a este punot, de
acuerdo con Hempel, tendríamos que hacer algunas consideraciones. La primera es
que no estamos ante un proceso continuo que termina con lo que queremos explicar
sino ante una sucesión finita de hechos que culminan en E.

De acuerdo con Hempel, conviene que concibamos la explicación genética no como un


hilo continuo sino como una cadena de eslabones y pasos, donde cada eslabón es una
consecuencia de lo que ya se sabe que ocurrió previamente en conjunción con ciertas
leyes obvias que se vinculan con los hechos que sucedieron antes con los que suceden
luego.
UNIDAD 4

¿LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE QUÉ?


Ian Hacking
Con mucha frecuencia las discusiones se plantean expresamente como: X es real – No,
x es construido. Lo que nos confunde aquí no es solo el término construido sino
también el término real.

Constructo social y real parecen terriblemente contrapuestos entre sí. Parte de la


tensión entre lo real y lo construido proviene de la interacción entre los dos.

La distinción entre objetos e ideas es vaga. La dificultad está en que las ideas
interactúan a mendo con estados, condiciones, conductas, acciones e individuos. Así,
es posible defender que los niños de ahora, son diferentes de los niños de alguna otra
época, porque la idea de infancia ahora es diferente.

No quiero centrarme en los niños, sino en la clasificación, e esas clases de niños. Son
clases interactivas. Interactivo es un nuevo concepto que no se aplica a la gente, sino a
las clasificaciones, a clases, a las tales que pueden influir en lo que se clasifica. Y debido
a que las clases pueden interactuar con lo que se clasifica, la misma clasificación puede
ser modificada o reemplazada.

La clasificación hiperactivo no interactuaba con los niños simplemente porque los


niños individuales oyeran la palabra y en consecuencia cambiara. Interactuaba con
quienes eran así descritos dentro de instituciones y prácticos que se basaban en la
clasificación de niños como hiperactivos.

Clases interactivas

La gente son agentes, actúan, como dicen los filósofos, según descripciones. Los cursos
de acción que eligen, y realmente sus formas de ser, no son de ninguna manera
independientes de las descripciones disponibles según las cuales pueden actuar.
Además experimentamos nuestro estar en el mundo como siendo personas de
diversas clases. La interacción se da por una cuestión de CONCIENCIA

Nos interesan especialmente las clasificaciones que, cuando son conocidas por las
personas o por quienes están a su alrededor y usadas en instituciones, cambian las
formas en que los individuos tienen experiencia de sí mismos; pueden llevar a que los
sentimientos y conducta de las personas evolucionen, en parte, por ser clasificadas así.
Tales clases, son interactivas. Es la interacción que se produce entre la clasificación y
los clasificados. El inter puede sugerir la forma en que pueden interactuar la
clasificación y el individuo clasificado.
Clases indiferentes

Yo lo uso aquí (al termino clase) para llamar la atención al principio de clasificación, la
clase misma, que interactúa con los clasificados. Y a la inversa.

Puede haber interacciones poderosas. Lo que se sabía sobre las personas de una clase
puede convertirse en falso porque las personas de esas clase hayan cambiado lo que
creen de sí mismas en virtud de cómo han sido clasificadas o debido a cómo han sido
tratadas por ser clasificadas así Hay un efecto bucle. Lo único que yo busco es algo que
contraste con las clases interactivas. Indiferente servirá. La clasificación quark es
indiferente en el sentido de que llamar quark a un quark no da lugar a ninguna
diferencia. Indiferente no implica pasivo. Los conocimientos que se producen acerca de
esos objetos no modifican al objeto mismo

Clases naturales

Las cosas clasificadas por los términos de clase natural preferidos en la escritura
filosófica no tienen conocimiento de cómo son clasificadas y no interactúan con sus
clasificaciones.

Se refiere a las cosas que están dadas en el mundo de las cosas, más allá que uno las
clasifique de una forma u otra. El principio de las clases naturales son: las cosas que
existen en el mundo, las cosas que nosotros utilizamos para clasificar al mundo de
acuerdo a determinados patrones.

Al negar que caballo sea una clase interactiva, no estoy negando que las personas y los
caballos interactúen. Estoy diciendo que los caballos no son diferentes por ser
clasificados como caballos.

Ciencias naturales y sociales

Voy a sugerir que una diferencia cardinal entre las tradicionales ciencias naturales y
sociales es que las clasificaciones empleadas en las ciencias naturales son clases
indiferentes, mientras que las empleadas en las ciencias sociales son en su mayoría
clases interactivas. Los objetivos a que apuntan las ciencias naturales son
estacionarios. Los de las ciencias sociales están en constante movimiento debido a los
efectos bucles.

El Verstehen que interviene en mi historia está en las formas en que las personas
conscientes de sí mismas que son los objetos de las ciencias sociales pueden
comprender cómo son clasificadas y repensarse a sí mismas en consecuencias.

Psicopatologías
Una cuestión mucho más interesante es, ¿Qué pasa si algo es a la vez una clase
interactiva y una clase indiferente? Empezare describiendo la actitud construccionista
ante tres trastornos mentales.

Bio bucle

Biorrealimentación significa habitualmente un control básicamente consciente de los


procesos orgánicos. Es muy razonable suponer que el bio bucle y el bucle clasificatorio
podrían estar funcionando ambos a la vez en algunas psicopatologías – y, quién sabe,
quizá también en buena parte de la vida ordinaria.

IDEALISMO Y MATERIALISMO
Mario Bunge

El idealismo y el materialismo son doctrinas ontológicas: les interesa el


mobiliario del mundo, qué cosas existen en el mundo. El idealismo es la
doctrina de que la ideas existen separadas y por encima de la materia,
mientras que el materialismo dice que todo lo que hay en el mundo es
material o concreto, y las ideas son procesos corporales (cerebrales)

El idealismo asevera que todos los hechos sociales son ideas o


encarnaciones de ideas, en contraste con el materialismo, que sostiene
que todos los hechos sociales son estados o cambios de estado de
entidades concretas, desde personas hasta sistemas sociales.

El idealista se concentra en las ideas y subestima entonces, o hasta ignora,


el ambiente físico, las necesidades y los impulsos animales y los factores
de la producción. Y su enfoque tenderá a ser historicista y no cuantitativo.
El materialista, en cambio, se concentrará en los aspectos ambientales,
biológicos, demográficos y económicos, así como en la forma en que vive
la gente común y, en particular, como se reproduce y se gana la vida.

El idealismo todavía es muy fuerte en la psicología y las ciencias sociales.

Existen varias razones para la supervivencia del idealismo en ciencias del


hombre. En primer lugar, estas disciplinas nacieron de las humanidades.
En segundo lugar, las ciencia sociales tratan a las personas, y las personas
tienen experiencias mentales, que en otros tiempos solían explicarse en
términos de entidades inmateriales. En tercer lugar, el idealismo se ha
reforzado por el fracaso de esas versiones crudas del materialismo como
el biologisismo, etc.

Algunos idealistas, han hecho importantes contribuciones a las ciencias


sociales al estudiar el papel de las ideas dentro de la vida social. Pero esas
contribuciones pueden interpretarse en términos materialistas.

Esta materialidad no implica que los sistemas y las prácticas sociales san
naturales y por lo tanto puedan estudiarse por la física, la química o hasta
la biología. Aunque materiales, esos sistemas son irreductiblemente
sociales.

El estudio de la sociedad requiere un materialismo mas sofisticado, uno


que explique los sistemas y las practicas artificiales: ése es el materialismo
emergente.

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