Você está na página 1de 148

Carlos León Chávez

1
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

2
Carlos León Chávez

CARNAVALITO…
EN MI TIERRA…

¡LO MÁS BONITO!

Tomo I

Carlos Alberto León Chávez

CAJAMARCA - PERÚ

3
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

CARNAVALITO…
EN MI TIERRA… ¡LO MÁS BONITO!
Tomo I

© Carlos Alberto León Chávez


Cajamarca, febrero 2015

© Municipalidad Provincial de Cajamarca


Av. Alameda de los Incas - Complejo «Qapaq Ñan»
Cajamarca - Perú
www.municaj.gob.pe

Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú


con el Nº 00000-2015

Derechos reservados

Se puede reproducir el presente documento, total o parcialmente,


previo permiso escrito del autor.

Archivo fotográfico:
- Fotografía «Luz y Sombra» - Cajamarca
- Lenin Díaz Llatas - MUNDICOM
- Francisco Sáenz
- Víctor campos Ríos
- Jacinto Luis Cerna Cabrera
- Juan Jave Huangal
- Archivo Regional Cajamarca

Responsable del diseño fotográfico:


Lic. en Comunicación: Jessica Solano Santa Cruz

Tiraje: 1000 ejemplares

4
Carlos León Chávez

AGRADECIMIENTO

Al pueblo cajamarquino en general,


a los carnavaleros en especial y,
mucho más aún, a quienes aportaron
con sus críticas y sugerencias
para hacer realidad este modesto libro.

5
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

6
Carlos León Chávez

PRESENTACIÓN

La presente es una obra que la he ido construyendo con paciencia,


poco a poco. Ha significado más de una década de tesonera labor; de
investigación, indagación, diálogo y lectura en archivos, bibliotecas, ter-
tulias, entrevistas, aportes de amigos, de carnavaleros de todas las
edades, de todas las condiciones sociales, económicas, espirituales,
anímicas, corporales, etc. Es decir, de «tutti il mundi», porque el carna-
val es una fiesta general, en la cual hombres y mujeres departen y
comparten alegrías y tristezas, éxitos y fracasos, sueños y realidades,
anhelos y frustraciones, propuestas y críticas,de toda índole, porque,
como repito, es una fiesta general.
Con seguridad, algunos buenos carnavaleros encontrarán «algo
que falta» a esta modesta inquietud del autor, a ellos les pido disculpas,
pero la fiesta es personal, grupal y general y, por ende, las experiencias
o vivencias tienen ese matiz; cuando la goza solo, o en grupo, cuando
va «a buscar el carnaval», o cuando se involucra en actividades en
donde el grupo queda pequeño, ante la magnificencia y la cantidad de
parroquianos que, contagiados de la música, el color, la alegría, la alga-
rabía, la belleza y todo las cualidades y defectos que rodean a esta
festividad cajamarquina, se olvidan inconscientemente de la realidad.
Lo que busco con la publicación del presente trabajo, es hacer recordar
tiempos y experiencias, involucrar al tiempo y la memoria de quienes
gozaron, gozan y seguirán gozando el carnaval hasta cuando Dios se
lo permita, porque Él hizo el carnaval para todos.
Hay muchos amigos y carnavaleros a los que he molestado persis-
tentemente solicitándoles sus vivencias en la fiestas, sus fotografías en
calidad de préstamo para publicarlas en este libro, sus creaciones para,
de igual manera, adjuntarlas y compartirlas con vosotros. Es decir, todo
cuanto pudiera llenar los vacíos que seguramente usted, querido lector,
va a encontrar. Algunos respondieron positivamente, por lo cual quedo
de ellos muy agradecido, otros hasta el momento de la edición, como
dice el dicho «ni pío, ni mío», a quienes también agradezco el hecho de
haberme dado la oportunidad de compartir mis inquietudes de hacer
conocer el carnaval cajamarquino, de «boca» de quienes han hecho y

7
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

siguen haciendo nuestra tradicional festividad; que tiene resonancia en


todo el Perú y el extranjero.
Cansado de esperar a quienes (día tras día, semana tras semana,
llamada tras llamada, visita tras visita, etc.), les solicité su aporte, final-
mente decidí que llegó el momento en que «la gota rebasó el vaso», y,
en definitiva, tomé las decisión de no esperar, y publicar el presente
libro. Expreso también mi gratitud a dichas personas, porque me ayu-
daron, en las conversaciones, a refrescar la memoria sobre lo vivido en
nuestra fiesta.
Tengo en mi archivo personal dos trabajos complementarios a este
«Carnavalito, en mi tierra….lo más bonito». Se los hago conocer: uno
se denomina «ANÉCDOTAS del carnavalito, en mi tierra… lo más boni-
to» y el otro, «PERSONAJES, de mi carnavalito, en mi tierra … lo más
bonito». Así es que invito a quienes deseen aportar, contactarse conmi-
go, o caso contrario, se decidan a escribir, para así, promocionar nues-
tra fiesta tradicional.
No adelanto nada sobre el texto, solo les digo que desde que tuve
uso de razón, y si la memoria no me falla, recuerdo que salía a las
calles cajamarquinas siguiendo a las patrullas de antaño. Luego, orga-
nizado y formalizando el carnaval, he participado en cuanta actividad
se programaba con tal fin, ya sea en el barrio o en el patronato, como
actor y como organizador, dando ideas, propuestas, planteamientos,
siempre en pro de una fiesta que permita hacer de Cajamarca, uno de
los destinos turísticos más importantes en la faz de la tierra, y que la
misma permita mejorar las condiciones de vida de los cajamarquinos y
de quienes radican en nuestra tierra por múltiples motivos.

EL AUTOR

8
Carlos León Chávez

PRÓLOGO
Hace muchos años, conocí en Cajamarca a un excelso poe-
ta de origen limeño, el profesor Manuel Ibáñez Rosazza, caracte-
rizado por su gran sensibilidad y capacidad de observación. Pude
leer un bello trabajo suyo referido a la festividad de Todos los
Santos, y, en el marco de ella, las innumerables ceremonias re-
ligiosas y rituales que los hombres, mujeres y niños, del campo y
la ciudad ofrecían a sus difuntos por aquellos días. ¡Qué maes-
tría en sus descripciones y narraciones!. Me quedé impresiona-
do de su minuciosidad.
De aquella época a esta parte, llega a mis manos un exce-
lente trabajo que muy bien podría considerarse como una her-
mosa crinografía. Al leerlo, me hallo doblemente gratificado: de
un lado porque me honra el tener que decir algunas palabras
liminares a tan interesante y ameno libro, y de otra, porque tam-
bién soy testigo presencial, desde mi infancia, de casi todo cuan-
to su autor, el escritor cajamarquino, profesor Carlos León
Chávez, nos describe y narra con una fluidez, naturalidad, sen-
cillez y amenidad extraordinarias. ¡Qué oportuno y buen uso del
lenguaje coloquial salpicado de sugestivos regionalismos (caja-
marquinismos) impecables! ¡Qué oportunidad de uso de la jerga!
Esa jerigonza que es conocida, felizmente, por todos nosotros.
Aquel giro lingüístico que en opinión de Eduardo Quiroz Sán-
chez, bien utilizado, le da una mayor riqueza léxico-semántica a
la expresión.
El libro ostenta muchos otros aspectos de forma y de fondo
que, al tratarse de un tema auténticamente cajamarquino y de-
sarrollado de un modo netamente cajamarquino, constituyen una
retribución y contribución al pueblo de Cajamarca en esa valio-
sa carrera que pocos autores y pocas personas van hacia la revi-
talización y fortalecimiento de nuestra identidad. Con ello, el
autor Carlos León ha querido patentizar lo que Vallejo, en su
poema Himno a los voluntarios de la República, de España aparta
de mi este Cáliz, diría: «Todo acto o voz genial viene del pueblo/ y
va hacia él, de frente o transmitido/por incesantes briznas, por
el humo rosado de amargas contraseñas si fortuna)».

9
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

No cabe duda, que cuando se habla de Carnavales, de in-


mediato surge el nombre de Cajamarca. Es muy probable que en
esta tierra se haya asentado más y mejor esta enorme fiesta tra-
dicional; tal vez, porque acá fue donde se afincaron más tempra-
no y con mayor holgura la raza y la cultura españolas. Precisa-
mente, en los distritos –especialmente en las zonas rurales de la
Ciudad del Cumbe es de donde han llegado las mejores composi-
ciones carnavalescas.
Es admirable advertir cómo todos los años van renovando
sus coplas en concordancia con los cambios que ostenta la so-
ciedad. No cantan lo mismo, ni menos se restringen a imitar.
Son auténticos. Allí está la riqueza de nuestro folklore.
Carnavalito…en mi tierra… ¡lo más bonito! Está compuesto
desde el comienzo por una materia prima eminentemente popu-
lar y de los carnavales de aquellos tiempos, es decir, de aquellos
en los que se utilizaban chisguetes, serpentinas y polvos finos.
Y, no obstante ello, para jugar con las damas había que pedirles
su autorización.
Cómo dejar de añorar aquellos eventos carnavalescos en
donde se colocaban las serpentinas de colores y con bellísimas y
delicadas impresiones de textos alusivos al amor. Muchas decla-
raciones de amor y sus respectivas comunicaciones –asertivas, o
negativas- se dieron en estos encuentros carnavalescos de los
jóvenes. Todo ello nos cuenta magistralmente Carlos León en las
siguientes páginas. Asimismo los encuentros carnavalescos del
Jueves de Compadres y del Jueves de Comadres en el barrio San
Pedro. Cómo es que se hacen compadres hasta ahora y por toda
la vida, los jóvenes y señoritas que no necesariamente con anti-
cipación o no se pusieron de acuerdo previamente para ser com-
padres. Allí empieza la amistad y muchas veces el amor que los
llevaría incluso al matrimonio. Algo análogo ocurría y ocurre en
las unshas. Este es el lugar de la socialización, del inicio del
conocimiento de nuevas amistades, o del fortalecimiento de las
ya existentes, y no pocas veces, el inicio de romances que tal vez
fueron efímeros: pero otras veces se tornarían serios y llegarían
hasta el himeneo.

10
Carlos León Chávez

Todas estas y otras actividades carnavalescas, todas estas


concentraciones humanas, y tan humanas, han tenido como mo-
tivo fundamental el tener que darle sentido a la vida, es decir,
disfrutar de una vida feliz. Incluso en el Velorio y en el Entierro
de Ño Carnavalón. Aún en el dolor de la despedida del ahora
difunto Carnaval, que se va dejando tantas queridas, tantas
mujeres que suspiraron por él pero que no llegaron a ser suyas;
pero que todas mucho llanto van llorando. Tal como dice la su-
gestiva copla: «Ya se va mi carnaval,/ qué penita vua tener./ Tan
penosito(a) que soy,/ la ictericia me va a dar./Pa’ la ictericia hay
remedio,/ las doradillas del mar». O la otra copla que Carlos
León la ha escrito oportunamente: «¡Ay Carnaval, Carnaval!/ me
dicen que ya te vas./No te vayas Carnaval,/ quédate ocho días
más./ Si de capricho te vas,/ Yo te sigo por tu tras.»
Por todo este fecundo y valioso regalo que nuestro autor
cajamarquino está haciendo al pueblo, tanto de esta tierra como
de otros lugares del Perú y el mundo, me asiste el deber moral de
expresarle mi eterno agradecimiento y creo llevar el mismo sen-
tir de todo aquel que se aproxime a este libro con el anhelo de
enterarse de cómo fue y cómo es el Carnaval de Cajamarca. Le
auguro muchos éxitos y mucho entusiasmo en esta dura tarea –
pero placentera para Carlos León- de continuar escribiendo acerca
de nuestro Carnaval y acerca de la historia de nuestra región, en
el entendido de que la historia es el alma de los pueblos, mien-
tras que la geografía es su cuerpo. Y, la única manera de amar
nuestra tierra, nuestra patria, es mediante el conocimiento que
tomemos de ella. Allá va este libro enarbolando la bandera de
nuestra IDENTIDAD.

Prof. Jacinto Luis CERNA CABRERA


Especialista de Educación Intercultural Bilingüe
Dirección Regional de Educación de Cajamarca

11
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

12
Carlos León Chávez

GENERALIDADES

Carnaval, 1495, raro hasta el siglo XVII, sustantivo masculino,


deriva del Italiano: «Carnevale» y este de la alteración de carnelivare,
siglo XVII, compuesto de carne y livare «quitar», por el comienzo de la
cuaresma. El nombre tradicional castellano es carnestolendas, que
se refiere al período de tres días festivos que precede al Miércoles de
Ceniza. Los griegos y romanos lo celebraban desde hace más de 600
A.C., rindiendo honores al dios Baco.

Es una fiesta movible, que se festeja en todo el mundo cristiano,


pero tiene su mayor auge en los países latinoamericanos como Brasil y
Perú. En nuestra patria son conocidos los carnavales que se celebran
en departamentos como Arequipa, Puno, Ayacucho, Tacna y Cajamar-
ca. Esta última conocida como «La Capital del Carnaval Peruano», por
sus singulares y maravillosas actividades programadas, a las que asis-
ten decenas de miles de turistas nacionales y extranjeros.

Se le conoce también como carnival, carnevale, fiesta del rey Momo,


o carnestolendas.

De acuerdo con el calendario cristiano, el carnaval se celebra el


domingo de quincuagésima, pero por costumbre festiva, se le adicionó
el lunes y miércoles.

La celebración de esta fiesta en la ciudad de Cajamarca la ha con-


vertido en una alternativa turística; por el colorido, por la alegría y por la
diversidad de actividades que se realizan, aun cuando, oficialmente,
no se cuenta con la denominación de Capital del Carnaval Peruano.

Se trata de una fiesta movible que se celebra en el mes de febrero


o marzo, lo cual depende del calendario cristiano.

En forma general, el carnaval llegó a nuestro país con los conquis-


tadores, junto con la pelea de gallos, la corrida de toros y otras festivi-
dades que siguen todavía en vigencia, tales como Todos los Santos,
Corpus Cristi, etc.

13
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

Desde 1630, en la ciudad capital de nuestra patria, la fiesta convo-


caba a negros, indios y mestizos, quienes jugaban con agua y harina
en las principales calles de la ciudad.

En 1743, la iglesia advirtió que de no frenarse los insultos durante


el Carnaval, los participantes serían excomulgados. Esta amenaza no
tuvo resultados positivos.

En 1780, durante el reinado de Carlos III en España, el virrey Ma-


nuel Guirior, conocido también como Marqués Guirior, prohibió el jue-
go, aunque esta prohibición no tuvo la suerte de ser acatada.

De 1782 a 1785, el Obispo de la Diócesis de Trujillo, don Baltazar


Jaime Martínez de Compañón y Bujanda, cuya jurisdicción compren-
día las actuales regiones de Amazonas, San Martín, Lambayeque,
Piura, Tumbes Loreto y Cajamarca, tuvo el encargo de la Corona es-
pañola de hacer un informe completo sobre estas regiones, para lo
cual organizó un equipo de naturalistas, dibujantes y especialistas para
dar inicio a su dilatada visita pastoral de tres años. Producto de este
trabajo logró un voluminoso álbum de acuarelas y datos sobre dichos
lugares. En Cajamarca estuvo entre 1783 y 1785, recorriéndola ínte-
gramente y dejando autos de sus visitas. Entre las acuarelas, se está
publicandocuatro de ellas, en las cuales se puede apreciar cómo se
gozaba el carnestolendas (sinónimo de carnaval), material valioso que
demuestra la antigüedad de esta tradicional fiesta tan popular en nues-
tra tierra.

En 1822 el Marqués Torre Tagle abolió «la bárbara costumbre de


arrojar agua en los días de carnaval, bajo pena de 30 días de cárcel, lo
que tampoco tuvo éxito.

En la segunda mitad del siglo XIX, la Intendencia de Policía limeña


amenazó al juego y jugadores mediante bandos, pero, según el cos-
tumbrista Manuel Asencio Segura, éstos fueron siempre inútiles.

Ante tales circunstancias, en 1922, un grupo de notables limeños,


modernizan el Carnaval con la organización de un corso por las princi-
pales calles de la capital.

En 1923 la Municipalidad Metropolitana de Lima organiza el Carna-


val durante tres días, con corsos, bailes y retretas, fecha a partir de la

14
Carlos León Chávez

cual la actividad empieza a replicarse en otras ciudades de nuestro


país, entre ellas, nuestra tierra.

El primer baile de disfraces, se realiza en la ciudad de Lima el 26


de febrero de 1913, en «Día de la Vieja», durante la alcaldía de Don
Pedro de Osma y Pardo, sin elección de reina.

En 1923, se inicia la elección de reinas, y es el 10 de febrero a las


7:00 p.m., en el Teatro de Barranco, donde fue coronada la reina Esther I
luego de una reñida votación.
Es también en el año 1923 cuando el presidente Leguía prohibe
el juego con agua, pues éste había llegado a acciones muy violentas,
especialmente en los barrios populares, donde los malhechores, apro-
vechaban las circunstancias para que, en grupos, asalten a los parro-
quianos.
El Carnaval cajamarquino ha pasado hasta el momento dos eta-
pas bien marcadas, la primera, antes de la designación del Ingeniero
Adolfo Amorín Bueno, como alcalde provincial de Cajamarca, y la se-
gunda etapa luego de esta designación de la autoridad local, quien con
buen criterio y el asesoramiento de un grupo de cajamarquinos y caja-
marquinistas, hicieron del carnaval, la fiesta que atrae a propios y ex-
traños: allí se departe alegría, colorido y belleza con la armoniosa y
picante cashua cajamarquina, el clásico «ay, carnaval. carnaval» euro-
peo, la raspa popular, el sucu sucu, o canciones de rondas infantiles,
que en las fiestas organizadas por la autoridad política o local, o alguna
institución de la localidad realizaban con el objetivo visionario de con-
vertir a Cajamarca en la capital del carnaval peruano. Para ello se utili-
zaban instrumentos musicales como: vitrola, tocadiscos, rocolas, se-
gún el tiempo, actualmente son muy requeridos los equipos electróni-
cos de diferente marca y tamaño. Los había también aquellos bailes
maravillosos, con disfraces o sin ellos, con pica pica, mixtura, serpenti-
nas, chisguetes, polvos, alegría y mucho, mucho color.

Con la designación de Amorín Bueno como alcalde provincial, y la


designación del Patronato del Carnaval por parte de la autoridad local,
el Carnaval Cajamarquino se transforma en una fiesta organizada, las
actividades se programan y son los comités de barrios y el Patronato o
Comité Central del Carnaval, los que se responsabilizan de todas las
actividades que se van a realizar.

15
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

«Danza de los doce pares de Francia» «Danza de los doce Parlampanes»

«Danza de los Carnestolendas» «Danza de los diablos»

16
Carlos León Chávez

Actualmente, el Patronato es el directo y principal responsable de


la organización de la fiesta que mueve a decenas de millares de seres
humanos que vienen de diferentes lugares del país y del extranjero y
cuya meta final es Cajamarca.

Últimamente, el Carnaval se ha convertido, para algunos barrios,


en el instrumento estratégico de la búsqueda de su desarrollo integral;
por ejemplo, el Barrio Cumbe Mayo y el Barrio San Pedro, que, partici-
pando en todos los concursos organizados por el patronato, llevaron,
finalmente como premios, obras que sirven para mejorar al barrio y
con ello, las condiciones de vida de sus moradores. El Barrio Cumbe
Mayo, gracias al Carnaval, construyó su iglesia, su coliseo y está por
terminar su centro cívico, que brindará una serie de servicios a sus
moradores. De igual manera, sigue el ejemplo el barrio San Pedro de
mis amores.

En la etapa previa a la designación del ingeniero Amorín como al-


calde, el Carnaval era de dos tipos: rural y citadino.

El carnaval, como fiesta importada, ingresó primero a nuestra ciu-


dad, con mucho dinamismo y elegancia por parte de los carnavaleros,
en los bailes sociales, en el recorrido de patrullas por calles y jirones de
los barrios de la ciudad, para olvidar las penas, dar más dinamismo a la
vida citadina, y llenar de colorido, belleza y armonía a esta fiesta que se
iniciaba y que con el tiempo, prometía ser una alternativa a la actividad
turística natural en nuestra Cajamarca, que por natural característica,
cuenta con una belleza paisajística incomparable, amén de un riquísi-
mo y variado patrimonio cultural, convertido, todo ello, en un maravillo-
so obsequio que los cajamarquinos con mucho cariño y hospitalidad,
brindamos y compartimos con propios y extraños, en gratitud al Todo-
poderoso, pues, es una bendición del cielo, la existencia de esta mara-
villosa tierra, con todos sus recursos y potencialidades.

Oficialmente, el Carnaval Cajamarquino ha sido declarado como


fiesta nacional mediante Ley Nº 27667, dada durante el gobierno del
Presidente Alejandro Toledo.

En Cajamarca, se celebra la festividad con gran jolgorio, colorido,


belleza, licor y música…mucha música. Con esta finalidad se progra-
man diversas actividades, en las cuales, la población y los turistas par-

17
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

ticipan activamente; es una fiesta popular en la que las costumbres


europeas, principalmente españolas, se han interiorizado en los pobla-
dores tanto de la ciudad como del campo, es decir, la simbiosis aními-
ca, espiritual y corporal de ambos pobladores se integran y unifican en
una sola, con un dinamismo que contagia a quienes llegan a la Capital
del Carnaval Peruano a departir de la misma.

Carnaval en la Plazuela «José Gálvez» Barrio San Pedro


Aprox. año 1895

Desfile de carros alegóricos de Carnaval


Plaza de Armas Cajamarca, 1930

18
Carlos León Chávez

A decir del profesor Juan Jave Huangal: «el Carnaval ingresó al


Perú con mucho sabor placentero, haciendo alarde al Dios Saturno,
especialmente en nuestras costas, donde tomó forma peruana, encon-
trando vida propia, para después ingresar a la sierra, con sus cositas
del juego con agua, polvos, pica-pica, perfumes, agua de cananga, chis-
quetes, serpentinas, confites, etc. en honor de Ño Carnavalón, Rey
Momo o Carnestolendas. Él representa al Dios de las Burlas, de la Sá-
tira, de la Alegre Locura, especialmente en los tiempos coloniales. Pa-
sado el tiempo entran a usarse costumbres autóctonas como: polvo,
hollín de cocina u horno, perfumes, jeringas, huevos de olor, cascaro-
nes de cera, globitos. Aparecen aquí con mayor auge las unshas, don-
de se baila al son de la música vernacular. Lo principal del carnaval
cajamarquino es que en este tiempo se cultivan las reuniones familia-
res, aumentan las relaciones humanas, se pierden los clásicos niveles
sociales, democratizándose de tal manera que el común denominador
en esta fecha es «divertirse en grupo». Aquí sobresalen los cantantes,
los copleros. Estos, componen sus versos del momento; luego entran
al contrapunto; evento que se transforma en un especial espectáculo
dedicado especialmente a hacer olvidar los sufrimientos y penurias del
poblador que ingresa directamente como actor y espectador a la vez en
esta gran fiesta. Por eso dice una copla:
Esta fiesta del Carnaval
para todos hizo Dios
para el grande para el chico
para el rico, para el pobre…..

Parece que el Carnaval Cajamarquino se remonta a la época co-


lonial, como parte del legado del acervo cultural hispano colonial.

En diferentes momentos, hallamos a gente muy identificada con


esta fiesta, pero los hay también de los detractores, por múltiples cir-
cunstancias, como por ejemplo: ser víctimas de los desmanes en el
juego, pérdida de algún ser querido, como consecuencia del exceso en
la bebida, velocidad (choferes), enfermedades (consecuencia del frío y
la humedad), etc.

A Partir de 1930 (según fuentes periodísticas) se iniciaron los des-


files de carros alegóricos en nuestra ciudad, a los cuales se les deno-
minaron «corsos», adornados con flores y engalanados con preciosas

19
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

reinas de belleza, se realizaban a partir del Arco del Triunfo, siguiendo


por el Jr. Amalia Puga, Plaza de Armas y Jr. Junín.

Consignaré algunos artículos periodísticos que nos harán ampliar


un poco más nuestro horizonte sobre esta particular fiesta Cajamarqui-
na.

Diario «El Ferrocarril» Nº 208 del día miércoles 10 de febrero 1915


en su sección «Carnaval», se puede hallar el siguiente artículo: «Esta
fiesta tradicional que se remonta a los primeros siglos del paganismo,
no ha sido posible extirparla; la civilización y la cultura lo único que han
hecho es mejorar las condiciones del juego, pero como en los tres días
del carnestolendas, hay ciertas Libertades entre los jóvenes de ambos
sexos. La fiesta se impone como una de las aspiraciones juveniles;
creemos que en la actualidad dado el estado de crisis que atravesa-
mos, se limitará la elegancia del juego; pero no por eso se dejará de
jugar; si no hay globitos, chisguetes y serpentinas, habrá a todo trance
almidón y baldazo limpio, de agua.

Arreglo de calles de la ciudad

20
Carlos León Chávez

De igual manera se puede leer en: El Ferrocarril del sábado 18 de


marzo de 1916 en el Nº 151, sección Fondos Municipales, lo siguiente:
«El Sr. Alcalde del H. Concejo Provincial con oficio Nº 63, dirigido a la
Sub prefectura, ha solicitado el cobro de licencias por el uso de disfraz
en los días de Carnaval, fundándose en la ley del 26 de enero de 1877,
que fija la Taza de 10 centavos para los niños y 20 para los adultos. El
Sr. Subprefecto remitió inmediatamente a la Tesorería del Concejo la
suma de diez soles, con cincuenta centavos, valor de sesenta y cinco
licencias otorgadas a niños y veinte a personas adultas».

El Ferrocarril, sábado 4 de marzo de 1916, en el Nº 150, Sección


Bando: Ricardo Revilla Pèrez Subprefecto e Intendente de Policía de
la Provincia: Considerando: 1º Que, siendo una práctica establecida
el juego del Carnaval; 2º Que, siendo una obligación de que mi auto-
ridad debe prever cualquier falta que pudiera cometerse. DECRETO
Art. 1º.- Todas las personas que deseen, pueden entregarse a dicho
juego sin faltar a la moral ni al orden público. Art 2º.- Ninguna persona
usará disfraz ni careta sin previa licencia de este despacho, quedan-
do obligados a presentarse así como a descubrirse cuando lo pida la
Policía. Art. 3º.- Queda prohibido arrojar agua a las personas que no
tienen disposición de jugar ni menos interrumpir el paso, haciendo
responsables, a la vez, a los padres de familia de sus menores que
mojasen a los niños, a las personas mayores o a la Patrulla de Poli-
cía. Art. 4º.- Los establecimientos de licores en general se cerrarán a
las once de la noche, siendo responsables de cualquier escándalo
durante las horas hábiles. Art 5º.- Los grupos de a caballo no recorre-
rán las calles a escape, sólo podrán transitarlas hasta las 6 p.m. Art.
6º Así mismo, queda prohibida la quema de cohetes de arranque. Los
que contraviniesen lo dispuesto en los artículos mencionados, sufri-
rán el castigo correspondiente a la falta. La Policía en general y los
Tenientes Gobernadores en sus respectivas circunscripciones, cuida-
rán el más estricto cumplimiento del presente. Publíquese por bando
y fíjese en los lugares de costumbre. Dado en el salón Subprefectural,
a los 26 días del mes de febrero de 1916. Ricardo Revilla Pérez, Ce-
sario N. Montoya, Secretario.

El Ferrocarril Nº 201 del sábado 24 de febrero de 1917.-Sección


Carnet Social-Carnaval: Esta fiesta que antes de ahora revestía carac-
teres de suntuosidad y de gran animación, ha estado muy apagado; la

21
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

mayor parte de las calles centrales han sido desiertas, no tenemos no-
ticias de que haya habido cuadrillas ni bailes de fantasía, y esto explica
que la desunión que trae consigo los bandos políticos, malean las fies-
tas más esperadas, contrariando las costumbres de otros años.

El Ferrocarril Nº 395 del miércoles 5 de marzo de 1919 Sección.-


Carnaval.-La fiesta de este nombre se ha celebrado con bastante ani-
mación en algunos barrios, ha habido una cuadrilla de fantasía que ha
visitado algunas casas en las noches del lunes y martes. El domingo
no fue tan animado, por circunstancias de la reunión de la Asamblea de
Contribuyentes, que parecía ofrecer alguna contienda, por cuanto ha-
bía bandos opuestos de candidatos a la senaduría; pero desenlazado
este trabajo preliminar de la campaña electoral, la tranquilidad y el en-
tusiasmo por el juego se despertó en los días lunes y martes.

El Ferrocarril Nº 390 del martes 23 de Febrero de 1919. Sección


Carnestolendas.- Esta fiesta, rezago del culto pagano, no ha podido
desaparecer en el curso de la civilización, sólo se ha conseguido mode-
rar los juegos, hacerlos más delicados, menos toscos y asquerosos;
sin embargo, en la gente del pueblo se usa el agua y las pinturas y
calculando el entusiasmo que se prometen las familias, parece que en
el presente año habrá bastante animación, salvo que los bandos políti-
cos comprometan alguna mala situación.

La Nueva Era.-Semanario Político, Literario y Noticioso.- Cajamar-


ca domingo 8 de Marzo de 1908. Nº 139. Sección Crónica- Carnaval.-
Esta tradicional y alegre fiesta ha pasado dejando sólo gratos recuer-
dos en Cajamarca, a diferencia de los años próximos anteriores, en
que tales días fueron de alboroto seguido de abusos y prisiones. Ha
habido varias cuadrillas de máscaras y no pocas tertulias de buen tono,
entre éstas, una amenísima en la Prefectura el lunes 2, a la cual invita-
ron por esquela el Sr. Prefecto Dn Víctor R. Benavides y su distinguida
esposa Sra. Doña Trinidad Peñaranda de Benavides, quien en unión de
sus señoritas hijas, hizo los honores de su casa con el tacto social que
les es propio. Tan agradable reunión, en la que hubo baile, música y
canto, se prolongó hasta la mañana del 3, habiendo sido obsequiados
los concurrentes con un bien surtido bar y un magnífico ambigú servido
en el comedor, que había sido decorado con festones de flores y faroli-
llos de papel y representaba un hermoso golpe de vista. El recuerdo de

22
Carlos León Chávez

este carnaval de 1908 será, pues, gratísimo para la sociedad cajamar-


quina.

El Perú Diario de la Tarde: Cajamarca, 7 de enero de 1930 Nº


11,191. Resultados del CONCURSO DE BELLEZA SEÑORITA CAJA-
MARCA : María Mercedes Rodríguez 239; Olga Bueno 206, Ernestina
Bernal 146; Olinda Mas 138...

El Perú Diario de la Tarde Cajamarca 19 de febrero de 1930 Nº


1219 De Carnaval.- Prometen ser de gran animación las próximas fies-
tas carnavalescas.- Más de treinta jóvenes entusiastas integran el Co-
mité Municipal del Carnaval. Presidente: Nazario Chávez Aliaga.

El Día Diario Informativo Independiente. Cajamarca 4 de febrero


de 1932.- La campaña periodística contra el restablecimiento del Car-
naval. Hay un aviso del Club Cajamarca que dice « Baile de Disfraces,
para el Carnaval, a las 10 p.m. Los que deseen adherirse pueden acu-
dir a la administración del club. Cuota soles oro 10.00. Cajamarca 3 de
febrero de 1932. La Comisión. Nota: El disfraz no es obligatorio. Sólo
se jugará con chisguetes y serpentinas. La entrada es por tarjeta.

El Cumbe, Diario de la Tarde, Cajamarca, 19 de febrero de 1938.-


Nº 483 Sección Glosando la Vida.- Carnaval AD PORTAS.- Ya llega
como heraldo de Carnaval el tostado y crujiente maní que todo lo esen-
cia y nada alimenta. Y tras el maní, el desagradable jueguito de las
jeringas y globos de aguas inmundas y, posteriormente, los tres días
de jolgorio y embriaguez. Yo detesto sinceramente las fiestas carna-
valeras por apuebladas y soeces, pero más aborrezco aún, las preli-
minares y anticipaciones a ellas- En los días de Carnaval puedo per-
fectamente retirarme de la circulación y evitarme baños forzados y
mal olientes y las bromas de pésimo gusto. Pero antes no. Me gustan
esos Carnavales de Niza, de Roma o de Río de Janeiro con sus es-
pléndidos cortejos de carrozas, sus batallas de flores, sus suntuosos
bailes de máscaras. Correr tras la aventura de un misterioso antifaz,
que enseñe sólo la profundidad de unos ojos negros. El encanto de
un sueño tras un secreto de un cuerpo grácil de cuya identidad no
sabrás nunca.

Odio el gesto malvado de quien os enceguece con un chorro ase-


sino de un éter malo. Me repugna e indigna cuando os arrojan el balda-

23
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

zo de la acequia en cuyo ademán hay la misma intención de lanzaros


una piedra. Me estremece el impulso criminal de un lanzador de globos
que se imagina, malévolo, tiraros una granada de mano. Me aburre e
irrita las estridencias de las «cuadrillas» de disfrazados que tienen las
intenciones de cuadrillas de bandoleros y, en fin, me enloquecen esos
indios a centenares que con una guitarra sorda y de dos cuerdas, can-
tan todos la misma monótona sonata entre eructos de chicha y aguar-
diente. No me gusta el carnaval, por lo artificioso, licencioso y sonoro.

Esto es una opinión mía, muy personal, que en nada ha de influir


para que todos se diviertan. Y nadie está obligado a pensar como yo.
JUAN SENCILLO.

El Cumbe, Febrero 4 de 1939 Nº 840.- Los Atletas tendrán su reina


con motivo de las fiestas del Carnaval.- Por primera vez en Cajamarca
habrá Reina del Atletismo….porque de inmediato nos dijeron que hay
un simpático cuadro de bellas muchachas, todas atletas, aquí van los
nombres: Señoritas: Antonieta Mas, Dalila Araujo, Violeta Zaldívar, Teo-
delinda Pimentel, Marcela Barrantes, Nelly Ríos, Dalila Verástegui, Bea-
triz Horna, Aurora Zaldívar y Esperanza Chávez. La juventud debe apre-
surarse a elegir su reina.

El Cumbe, Cajamarca 3 de febrero de 1940 Nº1129.- Cajamarca


se apresta a festejar a «Rey Momo.- Antaño fue siempre típico el car-
naval en este terruño, como en todos los pueblos de las otras regiones
del país; en especial las tradicionales «unshas», las «cuadrillas» de
dominós y otros disfraces que hacían sus contadas visitas tan de prefe-
rencia, esto era entonces en determinadas familias de la sociedad. No
menos divertida era entre las clases populares, como repetimos, las
tradicionales «unshas», las típicas comilonas, las que terminaban en
los típicos saraos y honores a Baco y Momo. Dentro de esa intimidad,
nuestro pueblo así se divertía, así encontraba expansión alegre; Momo
complaciente prodigaba felicidades y a veces nacían reuniones sin re-
paro, es la ofrenda de que lógicamente se produce para hacer más
dulce, más encantadora una fiesta; después de un remojón, múltiples
brindis y una embadurnada, se sucedían las originales marineras y cas-
huas, la música de carnavalito y otras letras de pasión originales, salta-
ban a granel de labios de todos los concurrentes, lo último… soñando,

24
Carlos León Chávez

ya no en Momo, sino en alguna Venus de sus recuerdos, conseguida


sino en domingo, en lunes o martes.

Esto es como diríamos el Carnaval viejo. «El moderno» o «seco es


todo fantasía, los disfraces con más estética, los aromas que se arro-
jan son como las ilusiones de tres días, una serpentina que enlaza es,
como el pensamiento o como una esperanza, queda trochada. Los sa-
raos más fantásticos, las notas de los músicos con más exotismo, un
disfraz de Pierrot, una ondina, un dominó, una marquesita, etc., etc.
Salta a la faz de otro mundo que retrata o copia un pasado. Ya se siente
el chispear de un vaso de cerveza o un champagne, las frases que
pululan olvidando por instantes la dura realidad de la vida para dejar
traducir las emociones, causadas por un mareo que se consigue con
sutileza o previsoramente a la embriaguez que se produce por la ale-
gría, el entusiasmo, la mucha comprensión. Sin pretender imponernos
literatos de cartel y sin mucho bombo y sonajas hacemos ligeras apre-
ciaciones, lo observado antes y después; cada cual busca su medio de
abstracción, sin exagerar es muy lógico, todos aspiran a conseguir una
mejor forma de festejar a Momo. Por éstas y otras razones, todo el
pueblo de Cajamarca siente vibrar en su alma la renovación, los hori-
zontes jubilosos que cada año, a medida que nacen nuevas perspecti-
vas, sacude su habitual tranquilidad y hasta escepticismo para ofrecer
su curiosidad, su entusiasmo; pero, es cuando se perfilan elementos
comprensivos y menos egoístas, allí está, no omite su cooperación
entusiasta, sus aplausos.

Todos los barrios se sienten poseídos de desbordante alegría y


curiosidad por presenciar la batalla floral, los carros alegóricos. SM MI-
REYA I, presidiendo esa multitud que en desbordante frenesí rinde su
aprecio.

BALANCE DE LAS CUENTAS DEL CARNAVAL: El Cumbe, Diario


Informativo, Comercial y Cultural Cajamarca 3 de Marzo de 1941 Nº
1441.- Señor Alcalde del Concejo Provincial de Cajamarca.

S.A.

Los abajo suscritos, nombrados por ese honorable Concejo, ha(sic)


formar la Comisión para la Celebración de las Fiestas del Carnaval del
presente año, tenemos el gusto de anunciar a Ud. el detalle de las cuen-

25
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

tas; perfectamente documentadas, de los gastos efectuados en la rea-


lización de la indicada Fiesta, y el que servirá presentar a consideración
del Concejo para su aprobación. Dios guarde a Ud. Felipe Córdova
Presidente de la Comisión; Jorge Caballero F. Tesorero de la Comisión;
Adolfo Vallejo, Miembro de la Comisión Egresos: 1,063. 47; Ingresos
1063.47. SE u O. Cajamarca 28 de Febrero de 1941. Mañana se publi-
cará el monto de las erogaciones.

El Cumbe, febrero 10 de 1939 Nº 841.- Elección de la Reina de


Atletismo. La ubicación de las ánforas para depositar los votos, que
estarán debidamente selladas por la Comisión Atlética Provincial están
en los siguientes establecimientos: Salón Leonfón, Peluquería Iris, Pe-
luquería América, Teodoro E. Sánchez y Librería Cenit. La venta de
votos en los mismos establecimientos ha comenzado desde la fecha.
Cajamarca, febrero 10 de 1939.

El Cumbe, Cajamarca, 2 de febrero de 1940 Nº 1128.- Su Majes-


tad Mireya I.-.- Tras una reñida batalla electoral, después de barajarse
los nombres de distinguidas damitas de Cajamarca. La Comisión Muni-
cipal de Carnestolendas, que preside el entusiasta «Gringo» don Claus
F. Pre He, hizo saber ayer a la Srta. Mireya Lusich, en ceremonia senci-
lla, elocuente, significativa, que había obtenido la mayoría de la vota-
ción popular, para presidir, desde su real trono, la fiesta, la encantadora
fiesta de Momo.
Mireya, nombre poético, adorable y tiernamente provenzal, que su-
giere candentes trigales, bajo el añol riente de los cielos, es la Reina
nuestra de la fantasía, de la ilusión que nunca muere, por el prodigio de
su gracia y distinción.

Mireya Lusich, simbiosis de flagrante belleza, a tu paso ha de es-


tremecerse Federico Mistral, el gran provenzal, mientras que las con-
desitas austriacas suspiran junto al Danubio, celebrando el triunfo de la
raza y de la sangre.

Y tú, oh gran Pedro Lusich, padre de la Reina, cómo has de poner a


tono tu exquisita caballerosidad, en expresión de franca campechanería.

Cajamarca palpita al conjunto de la loca alegría carnavalesca, por


lo que encierra una designación espontánea, muy merecida en cuanto
a la elección de Soberana.

26
Carlos León Chávez

Los pueblos justiprecian sabiamente el sentido de la opinión gene-


ral, Mireya Lusich es Reina, por eso en el llano y la altura, el humilde
Glosador de «El Cumbe» en nombre de toda la redacción, el tributo de
su mayor simpatía a la Soberana que encarna el fervor de este mo-
mento, haciendo votos por su reinado feliz. Tres urras por ella y salud.
El Cumbe Cajamarca 27 de Enero de 1941 Nº 1414.-Reina del Carna-
val: Elvira I. Vivas Serra.

De la crónica presentada podemos inferir que nuestro Carnaval ha


tenido sus características peculiares tanto en épocas normales, como
en las electorales, las últimas que, en la mayoría de los casos, empa-
ñaron un poco su realización, debido a que los candidatos, priorizaban
los apetitos electoreros y utilizaban en forma interesada y oportunista a
nuestra popular fiesta, priorizando sus campañas proselitistas al verda-
dero sentimiento carnavalero de propios y extraños, singular caracte-
rística que ha venido repitiéndose a lo largo de los años hasta nuestros
días. De igual manera, otra peculiaridad de nuestro Carnaval de anta-
ño, fue el hecho de la elección de las reinas mediante el voto popular, el
mismo que era comprado por la ciudadanía según sus preferencias y
seguramente sin fijarse en su economía, pues primaba el criterio de
ganar la competencia y dejar en alto el nombre de su barrio. Desde la
formalización del carnaval, la elección de las reinas se lo hace median-
te una sana competencia. Hay que destacar también, el hecho de que,
antaño, en sus inicios del carnestolendas, quienes querían salir disfra-
zados, tenían la obligación de pagar una especie de impuesto por este
concepto, dinero que luego era alcanzado a las arcas de la Municipali-
dad para subvencionar los gastos de la fiesta.

Como siempre y persé, nuestra popular fiesta ha tenido y tendrá


sus fieles, leales, preocupados y dinámicos adeptos en todas las activi-
dades que se realizarán; como también sus detractores, tal y como se
puede colegir la lectura de los diferentes artículos publicados en su
oportunidad.

Cuando Augusto B. Leguía prohibió el juego con agua, se introdu-


ce el uso del chisguete de éter, en desuso actualmente; de igual mane-
ra el talco perfumado importado, la mixtura o papel picado y las ser-
pentinas de conversación, llamadas así, porque eran unas cintas de
papel largas y estrechas y que en su longitud tenían impresos mensa-
jes muy elocuentes, la mayoría morosos, con los cuales los jóvenes

27
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

tímidos enamoraban a sus damiselas; las serpentinas han concretado


muchos amores a lo largo de las fiestas carnavaleras.

Se introducen así mismo las «Patrullas» y mucho más tarde las


«Comparsas», quienes(las patrullas), disfrazados, y provistos de ins-
trumentos musicales, silbatos, verguetas o vergajos, llamados binzas,
espadas de madera u otros artefactos de defensa y/o ataque, salían a
recorrer las calles de la ciudad, para visitar a los vecinos, cantando
coplas y saltando gimnásticamente, produciendo sonidos raros y horro-
rizantes, imitando supuestos demonios o míticos personajes(o anima-
les de la costa, sierra y/o selva), y dando vivas a su barrio. Son tradi-
cionales las patrullas de los barrios «grandes» como: San Pedro, San
Sebastián, San José, La Merced, Cumbe Mayo, Pueblo Nuevo y La
Florida.

En un inicio, la rivalidad entre barrios era notable y preocupante


hasta fines de 1960, la confrontación, llegaba a las acciones, pues, se
realizaban verdaderas batallas campales con funestos resultados. Esto,
según narran los integrantes de las mismas, o vecinos que «fueron
testigos, y que juran cruzando los dedos gordos de las manos, lleván-
dolos a los labios «que fue una peleota».

Tenemos, por ejemplo, el testimonio de William Jhony Peralta Qui-


roz, sansebastianero él, ahora con 70 años de edad, su testimonio, nos
dice, lo vivió cuando tenía unos diez años. Dice así: La pelea se llevó a
cabo aproximadamente a las cuatro de la tarde, en el cruce entre los
jirones Cinco Esquinas, Amazonas e Inca. En este lugar se llevó a cabo
uno de los tantos conatos entre las patrullas de San Pedro y San Se-
bastián, porque según cuenta, la bronca se armó por el canto: «San
Sebastián tuvo china, San Pedro se la quitó, se agarraron a los golpes,
San Pedro se la llevó», Aquí va su testimonio, completo. En él nos na-
rra, además, algunas características de nuestro tradicional carnaval:

Cuenta William: « Antes trabajábamos duro preparando los disfra-


ces, para presentarlos lo mejor posible; los hacíamos artesanalmente,
hechos a mano pues aún no había concursos, con ellos salían las pa-
trullas a recorrer las calles, con acordeón, guitarras, etc., a visitar las
casas para tomar la chicha de jora o de maní,… Mi abuela, por ejem-
plo, hacía un barril de chicha de jora y otro de maní. Salían los familia-
res a invitar a la patrulla y los esperábamos en el patio. Mientras can-

28
Carlos León Chávez

taban, se jugaba con globos, serpentinas, talcos y chisguetes. Tam-


bién se comía, luego éstas salían a otra casa a seguir el Carnaval.
Nosotros, muchachos, nos entremezclábamos con la patrulla, nos ilu-
sionaban los disfraces y más que todo, queríamos ver quiénes esta-
ban detrás de las máscaras, nos ilusionaba conocer al personaje que
personificaba al clon, virrey o gitana, escondido o camuflado tras la
máscara o antifaz, eran nuestros héroes, sobre todo si era del barrio
donde vivíamos, las máscaras eran confeccionadas tanto de papel
como de alambre.

Continúa William: En el cruce de las Cinco Esquinas había un ce-


quión que iba a desembocar a la Cruz del Molle. De igual manera, del
jirón Amalia Puga para arriba, había una herrería donde colocaban he-
rrajes a los caballos y mulas, había pocos carros y jugábamos con je-
ringas de carrizo o de lata, con bitoque de trapo. Una de esas veces, se
encontraron la patrulla de San Sebastián con la de San Pedro, entraron
en un conato propio de la rivalidad entre barrios, todo por la copla car-
navalera «San Pedro tuvo una china, San Sebastián le quitó...». Fue
una batalla campal y se dieron hasta con las guitarras y binzas de metal
o de verga de toro.

El líder de San Sebastián, «El Camote», siempre salía disfrazado


de gitana, con un gran y vistoso lunar cerca al labio, colorete y pañoleta
a la cabeza, es decir… «una mamacita». Lo anecdótico es que en este
carnaval, Camote había hecho su disfraz de marciano, preparado con
cámaras de llantas de carro, pintado con pintura plateada ¡parecía un
robocop!

Como todos saben, el Camote era la presa preferida para la patru-


lla contrincante. Era un buen pugilista y muy conocido en estas lides.
Para liarse con él era necesario tres y hasta cinco contrincantes. Esta
vez, el Chancona (de nombre Jorge, integrante de la patrulla), le pidió
prestado el disfraz y el buen Camote accedió al préstamo.

Cuando se encontraron las patrullas, el Virrey de San Pedro dio la


orden: ¡tú, tú, tú y tú al Camote. El objetivo era el Camote y creyendo
que el señalado era el Camote, arremetieron contra él, le dieron una
maja…hasta en el suelo…El pobre Chancona, confundido con el Ca-
mote, no pudiendo resistir más la agresión, con un ademán suplicante
comenzó a gritar: Yo no soy el Camote, yo no soy… Aún así, le siguie-

29
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

ron dando duro. Cuando le sacaron la máscara ¡Chasco para el barrio


agresor y santo remedio para el reemplazante del Camote!

A pesar de la agresividad carnavalera entre barrios, narrada por


nuestro interlocutor, era una bronca sana, deportiva, pues pasado el
Carnaval, los personajes de las patrullas se reunían igual de amigos:
en promociones del colegio, fiestas familiares, etc. La bronca era, reite-
ro, carnavalera.

Ahora la rivalidad es más sana y más desarrollista, pues los con-


cursos sirven para premiar al mejor barrio y eso lo han entendido los
barrios que trabajan por el éxito del concurso de patrullas».

La patrulla, por lo general, lo conforman unos 20 a 30 varones y su


conformación es: un virrey o jefe de la patrulla, tres clones, la gitana y la
cuadrilla que la componían los demás integrantes del grupo. Los disfra-
ces dejaban ver claramente la influencia de otras regiones del país
(monos, osos, águilas, halcones, caimanes, etc.), como de otros paí-
ses, especialmente de la Península Ibérica (gitana, virrey, mejicanos,
romanos, etc.

Forman parte del carnaval la música y la poesía, juntas hacen po-


sible el nacimiento de la COPLA CARNAVALESCA, que cantada armo-
niosamente ya sea por una o varias personas del mismo o de diferente
sexo, de la misma o diferente edad, de la misma o diferente condición
social, etc., y con el acompañamiento de un sinnúmero de instrumen-
tos musicales, le dan esa característica peculiar a esta festividad ale-
gre y colorida.

Forman parte también del carnaval cajamarquino, en forma ge-


neral, los contrapuntos, las comparsas, las patrullas, las unshas, las
ollas ciegas, el gallo enterrado, los quintos, el sancocho, la chicha,
el cuy en sus diferentes preparaciones, el caldo verde, la chicha de
jora, el maní tostado, el sancochado, sancocho o puchero, la can-
cha, el mote, las cecinas fritas o shilpidas, el chicharrón, el rocoto
molido o soltero; las papas sancochadas, con o sin calzón, en pican-
te, etc., etc., etc. Alrededor de estas actividades se socializa, se
conoce y se mejoran estas relaciones entre la gente, que forman
parte armoniosa e inseparable del carnaval y éste, del rico y variado
folklore de Cajamarca.

30
Carlos León Chávez

De igual manera, a partir de la organización formal de la fiesta,


forman parte del programa general actividades importantes llamadas
«centrales» como el bando, la entrada de Ño Carnavalón, los bailes del
Comité Central o Patronato, el majestuoso corso de reinas y carros
alegóricos (donde artistas cajamarquinos y muy especialmente los in-
tegrantes de los comités barriales y los vecinos en general, ponen todo
su esfuerzo, creatividad e ingenio, para sobresalir, esto, aparte de la
masiva participación ciudadana porque …»CARNAVAL, PARA TODOS
HIZO DIOS…»), la presentación, elección y coronación de la Reyna del
Carnaval y muchas otras reinas (simpatía, fotogenia, integración, me-
jor figura, mejor amiga, infantil, etc., que la acompañarán en todas las
actividades, dentro y fuera de la ciudad; el velatorio y entierro del Rey
Momo, los bailes, los tradicionales jueves de compadres y de coma-
dres en el barrio San Pedro, La Fiesta del Urpo en el Barrio La Florida,
del Saco Largo en el Barrio Nuevo Cajamarca, del festival «Así es mi
queso en Cajamarca», del Manantial del Amor en el Barrio Chontapa-
cha, del matrimonio, del velorio y entierro del Rey Momo, etc. Todas
ellas y muchas otras, en las cuales el ingenio del poblador rebaza, a
veces, lo inimaginable. Porque «QUÉ BONITO ES CARNAVAL, P´AL
QUE LO SABE GOZAR, PORQUE SE COME Y SE GOZA, EN PRE-
TEXTO DE CANTAR»….

A partir de 1970, el Carnaval es organizado por el Concejo Provin-


cial de Cajamarca, a través del Comité Central del Carnaval, en el cual
el Alcalde es el Presidente, pero que para operativizar mejor el trabajo,
nombra un Coordinador General que lo representa en todas las activi-
dades. En 1995, se acuerda designar el Patronato del Carnaval, como
órgano que conjuntamente con el Comité Barrial y los Comités de Ba-
rrios, vienen organizando nuestras fiestas carnestolendas, fortalecién-
dose a partir del año 2005.

El año 2002 se promulgó la Ley Nº 27667, publicada en el Diario


«El Peruano», el día viernes 15 de febrero del mismo año, por la cual
en su Artículo Único Objeto de la Ley, literalmente dice: «Declárese al
Carnaval de Cajamarca como fiesta nacional». Actualmente continúan
las gestiones para que el Congreso de la República reconozca a tra-
vés de una Ley a Cajamarca como «La Capital del Carnaval Perua-
no» y, de igual manera, quede inscrito en INDECOPI con su respecti-
va patente.

31
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

En el año 2008, cuando el Patronato del Carnaval adquiere perso-


nería jurídica y se registra en la Oficina Regional de Registros Públicos
de Cajamarca su primera Presidenta fue la Regidora Rosario Novoa de
De La Torre.

El año 2002, fue también un año con innovaciones, la presidencia


recayó en el empresario y propietario del Diario Panorama Cajamarqui-
no, Armando Loli Salomón. Hubo la participación de la cámara de Co-
mercio de la cual era Presidente Armando, el Club de Leones, el Rotary
Club, entre otras instituciones. Se trajeron artistas consagrados, tam-
bién se trajo a la Ex Miss Perú Olga Zumarán, a la Miss Perú de ese
entonces Viviana Rivasplata, a Marina Mora, entre otras representan-
tes de la belleza nacional; se cambió el recorrido del corso a la Vía de
Evitamiento, se erradicó el juego con aceite quemado, se implementó
el concurso de las caritas pintadas, se aprobó el proyecto de Cajamar-
ca Fiesta Nacional, se logró que el Carnaval se convierta en la Fiesta
de la Integración regional, con la presencia de las reinas de cada una
de las provincias.

Personajes del Carnaval: Prof. Alejandro Velez Abanto (Blu Vélez), Napo Cabrera y
Víctor Campos Ríos «Vicho Campos»

32
Carlos León Chávez

Prof. Juan Jave Huangal


aproximadamente 1975.
Luego de participar en la
Entrada de Ño Carnavalón

ACTIVIDADES, COSTUMBRES Y PERSONAJES


DEL CARNAVAL

1.- EL BANDO CARNAVALESCO

Singular actividad que consistía, en sus inicios, en una especie de


ordenanza; la misma que en su redacción y ejecución, también en su
inicio, le correspondió a la autoridad política del departamento; luego,
con el paso del tiempo, fue encargada, al secretario de la municipalidad
provincial de Cajamarca. Tenía como características, reitero, en un prin-
cipio, de ser corta, normativa y expresar, en su lectura, las «reglas de
juego» que los ciudadanos deberían acatar durante las fiestas, para
evitar «males mayores». Hay bandos en los cuales, inclusive, se esti-
pulaban obligaciones económicas para pagar. Por ejemplo, por llevar
disfraz, el dinero debería ser cancelado o bien en la prefectura o en la
tesorería de la comuna local.

33
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

El bando como documento normativo oficial de la fiesta, primige-


niamente, fue hecho en prosa como cualquier documento oficial de la
prefectura, subprefectura o comuna local. Posteriormente fue toman-
do cariz artístico, literario, en prosa o verso; iniciadores de este armo-
nioso y musical documento festivo fueron Dn. Perseo Pereyra, seudó-
nimo del escritor que corresponde al Sr: Manuel Pereyra Chávez, ce-
lendino de nacimiento, secretario de la comuna local, indiscutible hom-
bre de letras, característica peculiar de los shilicos; valioso por su
ingenio en la agradable tarea de escribir, sobre todo, tratándose del
bando. Secundaron a él con el correr del tiempo y con el mismo afán,
talento y picardía: Manuel Ibañez Rosasa, Segundo Urteaga Villareal
(con quienes nace el bando en verso), y el profesor Carlos Alberto
León Chávez hasta el año 2013, año en que, como siempre digo, «col-
gué los chimpunes» , para dar oportunidad a nuevos carnavaleros. El
bando, por muchos años, ha estado bajo mi responsabilidad: en la
confección del texto, del carro alegórico y de la convocatoria a ba-
rrios, turistas y pueblo en general.

Posteriormente, desde hace cuatro años, el barrio Lucmacucho es


el que está a cargo de esta actividad; pero solamente en cuanto se
refiere a la confección del carro alegórico y de los «cabezones, el texto
del bando del año 2010, estuvo a cargo del Profesor Hugo Vásquez
Camacho, por enfermedad del suscrito.

El bando tiene, todavía, la particularidad de ser acompañado por


los «cabezones», personajes singulares personificados siempre por bra-
vos soldados del Glorioso Batallón de Infantería Motorizado Zepita Nº
7; acantonado en el Balneario de Baños del Inca en lo que antiguamen-
te se conocía con el nombre de Remonta. La vestimenta de estos per-
sonajes se caracteriza por tener una cabeza enorme en relación con el
cuerpo.

Actualmente, el barrio de Lucmacucho es el encargado de confec-


cionar los cabezones, que no tienen las particularidades con los que los
representaban nuestros soldados del glorioso BIM Zepita Nº 7, pues en
su construcción, actualmente, utilizan material desechable como: alam-
bre, papel de bolsa o espuma plástica; esto en cuanto a la cabeza y
pantalonetas son tipo patrulla. Más adelante daré mayores explicacio-
nes al respecto.

34
Carlos León Chávez

En sus inicios, era un trabajador de la municipalidad el encargado


de leer el bando en las principales plazuelas y calles de la ciudad, a
decir, San Pedro, Calle Lima, en lo que es la Corte Superior de Justicia
(hoy jirón Del Comercio), La Recoleta, etc. Posteriormente, formalizado
el Carnaval, hubo la necesidad de establecer un recorrido, el mismo
que siempre se inicia en el Jirón Junín, a un costado del Palacio Muni-
cipal, para terminar, en algunos años en el mismo lugar, o en otros, en
la Plazuela La Recoleta del barrio San Sebastián, donde se lleva a cabo
el «Festival de la Chicha y el Pan».

En la agradable tarea de investigar sobre el tema, he podido ha-


llar bandos añejos, los publico para vuestro solaz esparcimiento, co-
nocimiento y demás fines. Lamentablemente, Segundo Urteaga Villa-
rreal no tuvo la idea de archivar los suyos, y en cuanto se refiere al
suscrito, a las finales, felizmente, se me prendió la lucecita en el ma-
gín en el sentido de hacerlos llegar al Archivo Regional donde se ha-
llan convenientemente cuidados. A continuación trascribo algunos de
ellos; Para entender los mandatos que el Rey Momo desea se cum-
plan durante su corto reinado; bandos que en su primera lectura lo
hace el alcalde provincial que se halla en funciones, a un costado del
palacio municipal.

Vale expresar nuestra gratitud y reconocer la valiosa participación


de nuestros valerosos soldados del BIM Zepita Nº 7, jefes, oficiales,
técnicos y soldados acantonados en el Balneario más importante de la
sierra norte del país, como es Baños del Inca, conocido como la prime-
ra maravilla natural de nuestra patria, quienes, desde su primer Jefe,
participan activamente con sus cabezones, banda de músicos, etc., en
todas las actividades programadas durante la fiesta del carnaval, dán-
dole así: la alegría, la armonía, el colorido y la prestancia que es des-
bordante en Carnaval.

LOS CABEZONES

Son personajes histriónicos. Al verlos producen natural hilaridad,


los mismos son personificados por soldados de nuestro ejército, los
que para el efecto, confeccionan unos sombreros gigantescos, que in-
troducidos por la parte superior del cuerpo (entre los brazos levanta-
dos, doblados y pegados a la cabeza), semejan otra supuesta gigan-
tesca cabeza, los sombreros son introducidos hasta colocarlos por de-

35
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

bajo de los hombros, casi a la altura del obligo, sombreros que los per-
sonajes cogen interiormente con las manos. Estos personajes (cada
soldado), dibujan en sus abdómenes desnudos: ojos, nariz y boca,
algunos incluso le adicionan orejas, los cabezones semejan gracio-
sos enanos cuando caminan por las calles. Estos singulares perso-
najes del Carnaval cajamarquino culminan su indumentaria, con sus
chalecos, abrochados o abotonados a la altura de la pelvis, a los
cuales, en las mangas (las mismas que son rellenadas con trapos o
papel); les colocan un par de manos falsas, de cartón, cartulina u
otro material que sirva para el caso; terminan su indumentaria con
un pantalón también de soldado y un par de borceguís y… «a gozar
del carnaval».

Hace pocos años esta actividad se ha ido incrementando en el


número de participantes, tanto que en estos últimos años no tiene nada
que envidiar a cualquiera de las actividades centrales, por la cantidad
de gente que convoca.

Cabezones en el Bando del Carnaval

El bando es la actividad con que se da inicio, oficialmente, al pro-


grama de fiestas del carnaval en Cajamarca.

Transcribo a continuación bandos publicados y leídos en el recorri-


do del desfile de esta actividad.

36
Carlos León Chávez

OSÍAS RODRÍGUEZ

Sub-prefecto accidental e Intendente de Policía del Cercado de


Cajamarca.-

POR CUANTO:

Es precepto legal de las autoridades políticas el dictar las medidas


que contribuyan eficazmente a la conservación del orden público y la
seguridad de las personas;

Que aproximándose los días del Carnaval en los que suelen come-
terse actos contrarios a esas garantías, ha llegado el caso de prevenir-
los;

D E C R E T O:

Art 1º.- El juego de carnaval se permitirá en las calles, siempre que con
él no se ofenda la moral, ni se cometan desórdenes que alteren
la paz del vecindario;

Art 2º.- Prohíbase absolutamente arrojar agua u otros artículos a los


individuos de tropa, y a los transeúntes que no provoquen o
tomen parte del juego;

Art 3º.- Prohíbase igualmente andar a bestia por las calles de la pobla-
ción;

Art 4º.- Las personas que deseen hacer uso de disfraz, podrán solicitar
la respectiva licencia de esta Sub-prefectura, sin cuyo requisito,
no se permite el tráfico público de enmascarados; pudiendo en
todo caso la policía exigir que se descubran los que así se en-
contraren.-

Art 5º.- Los infractores de esta disposición serán penados con multa o
arresto a juicio de la autoridad.

Art 6º,-El Mayor de Guardias y los demás funcionarios de la policía


quedan encargados de vigilar el estricto cumplimiento del pre-
sente decreto.

Publíquese por bando y fíjese en los lugares de costumbre.

37
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

Dado en el despacho Sub-prefectural de Cajamarca, a los 19 días


del mes de febrero de 1914.

El presente decreto lo firman G. López Mejía y Osías Rodríguez.

BANDO CARNAVALESCO 2003

Mis inolvidables
Calandracos y cotosiques
Chicheros, coqueros y cañaceros
Estoy de vuelta a mi tierra
Después de un largo almanaque
Un poquito chochoroco
Muy alegre…, nunca loco.
Pa´ comenzar la jarana
Cantando mi linda copla
Saboreando el puchero
Mi cuy con picante e´ papa
Vengo un poco más lenteja
Haciendo mi cruz de legua
En Chimbote y Tembladera
Esto es en son de tregua.
En mi alforjita les traigo
Chancaca de Magdalena
Y cogollito de mi alambique
Pa´ tomar después del pique
Mis queridos consentidos
Si de disfraces se trata
No lo hagan por la plata
Ni reciban más migajas.
Trabajen de corazón
Buscando mi gran festejo
Todo con organización
Yo de juro, nunca me quejo.

38
Carlos León Chávez

No talen mis capulíes


Por un rato de diversión
Siémbrenlo con devoción
Disfruten, bailen y gocen
Pero…respeten mis reinas
Ellas esperan su aplauso
Jueguen con quienes los reten

Por el bien de la región.


Enseñen a los turistas
Mis hermosas maravillas
Compórtense, con educación
Y canten de corazón.

A mis chupes y autoridades


Les pido unirse más y más
Cajachos a trabajar
Dejen el conformismo atrás

Ya no los quiero cansar


Gocen, coman y bailen
Salten, chupen y trasnochen
Corcho taparrabo siempre llevar
No sean hualmishcos
Compartan con los demás
Dejen la majadería
Pónganse a trabajar.

Dado en el Palacio de las Pencas del Estanco, a los veintidós días


del mes de febrero del 2003, CÚMPLASE, RESPÉTESE, PUBLÍQUE-
SE Y ARCHÍVESE.-

Firmado: ÑO CARNAVALÓN

Autor: Prof. Carlos Alberto León Chávez

39
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

Bandos del Carnaval


1997

BANDO DEL CARNAVAL 2004

Mis queridos hualmishcos,


Calandracos, soquetes y cotosiques,
Chicheros, coqueros y cañaceros.

De nuevo estoy en mi tierra


Después de un largo almanaque
Cheverengue, muy alegre
Pero jamás de los jamases, loco

Empezaremos la jarana
Cantando mis lindas coplas
Pelando mi rica papa
Saboreando ochenta mil copas.

El puchero y el cuy frito


Con su ají de huacatay
Y su papita picante
Que en otro lugar no hay.

40
Carlos León Chávez

Vengo como siempre,


más y más lenteja
Gozando en un pararaico
por la carretera vieja.
En mi alforjita les traigo
Chancaca de Magdalena
Y en mi calabacito
Cañazo de mi alambique.
Pa´ tomar después del pique.
Mis queridos consentidos
Organicen bien mi festejo
Busquen la integración
De todos mis barrios queridos

El carnaval es de toditos,
Desechen el conformismo
La tristeza y la dejadez
Háganme caso cholitos

Que todos salgan contentos


Y se visiten mutuamente
Cantando mis carnavales
Y el contrapunto picante.

Que las chicas se defiendan


Sin el apoyo de las viejas
Y que el cilulo lo toquen
Alrededor de las unshas.

No olviden el baile
Del gavilancito gavilán
Y si te toca la suerte,
Cruda la comerás haragán.

Dado en el Palacio de las Pencas del Estanco, a los catorce días


del mes de febrero del 2004.-CÚMPLASE, RESPÉTESE, PUBLÍQUE-
SE Y ARCHÍVESE.-ATT: ÑO CARNAVALÓN. Autor: Carlos A. León
Chávez.

41
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

BANDO DEL CARNAVAL 2005

¡SER PERUANO ES UN ORGULLO…SER CAJAMARQUINO ES


UN HONOR! PORQUE CAJAMARCA ERES TÚ…EMPECEMOS A
CONOCERLA.

Visto el expediente en 365 folios, presentado por el júbilo, regocijo,


alboroto y algazara de la Población Cajamarquina, relacionada a las
actividades carnestolendas del presente año.

De conformidad con los hábitos, prácticas, rutinas, usos y costum-


bres practicados por más de 150 años en esta bella, turística, encanta-
dora, hospitalaria Ciudad del Cumbe, Patrimonio Histórico y Cultural de
las Américas y Capital del Carnaval Peruano.

CONSIDERANDO: Que, durante los días de juerga de mi maravi-


llosa fiesta; propios y extraños tienen licencia para beber, cantar, bailar
y trasnochar, demostrando en todo momento ética y cultura etílica.
SE RESUELVE
Art. 1ª Aprobar el bando carnavalesco que regirá los destinos del Car-
naval en el año del Sesquicentenario de la Independencia del
Departamento de Cajamarca.
Art. 2º Encargar al Gerente Regional, interponer sus buenos oficios
ante el Gobierno Regional para que el próximo año y sin más
dilaciones, participe activa y desinteresadamente en mi fiesta,
asignando presupuesto para la misma.
Art. 3º Encargar a la MPC la Publicación, lectura y difusión del Bando
Carnavalesco que a continuación detallo:
Mis queridos rascabuches
Saxifaces, bangandanes,
Caifaces y cacasenos
Mapasiques, conjhosiques
Mapasengas y jarros buenos

Llego tras un largo almanaque


Montado en un burro enfermo
Sin caronas, bridas ni alforjas
Sin chichita ni cogollito del bueno

42
Carlos León Chávez

Mi shongo está lleno de dicha


Pues llego con muchos bríos
Alégrense, hijitos míos
Para eso está la espumeante chicha.

Nuestra tierra celebra este año


Sus ciento cincuenta años
Recuerden con gratitud
Nuestros valientes hermanos
Que ofrendaron sus vidas
Pa´ librarnos de tiranos

Que el concejo en pleno emita


Una ordenanza en su memoria
La misma que será enviada
El 11 de febrero a la gloria

Entrando nomás me agarraron


Y sin darme cuenta me casaron
En el Barrio Santa Elena
Y lo pior, sin conocer la nena.

A mis bellas reinas les pido


Lleven su calientito pal mal aire
Ofrezcan alegría, salero y donaire
Promuevan nuestro turismo
A nadie le hagan desaire.

Reinas de mi corazón,
Traten bien al turista
Aprendan bien la lección
Canten y bailen de corazón.

Entro, pues, amigos míos… comprometido


Jamás, saco largo, eso sí muy divertido
Por eso les ruego…les pido
Coman, bailen, beban, enamoren
Sin perder nunca el buen sentido.

43
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

A mis feligreses exijo


Respeten mi programa, mi recorrido
Mi entrada, comparsas y patrullas
Desfiles, velorio y exequias.

Eviten que los mocosos


O cualquier borracho loco
Malogren mi buena imagen, mi colorido
Deterioren mis monumentos, mi patrimonio
Esto me hace sentir un demonio.

Este año publicaré en doradas telas


Mis ordenanzas reales
A mi clan de chupamedias, ayayeros y franelas
Y también a mis choqueritas, nobles y leales.

A mi leal Machimina, el cuetero y zapatero


Conde de clones será
Mi Camote de San Sebastián
Entre los nobles estará

Me acaban de dar mi locro


En casa de mi barón Vicho Campos y uyuyuy
De acá me paso al vizconde Juan Jave
Pues, me ha preparado mi cuy…

Visitaré al marquez Alejandro Vélez


Con quien charlaré un buen rato
Pues de él tengo el ofrecimiento
De un bello huaco retrato.
Mi calientito pal frío
Lo tomaré en La Merced
Y mi chichita con pan
En el Gran San Sebastián

Para calmar mis dolores


Me han ofrecido chichita
Con su cal y su coquita
En San Pedro de mis amores.

44
Carlos León Chávez

Rápido me iré al camal


Buscando un buen animal
Que luego lo pelaré
En el barrio San José
Jugaré con agua fresca,
Del Manantial del Amor
Puras y cristalinas
Que no necesitan de hervor.
Terminaré en La Florida
Con mi trago de shalarina
Y mi cecina con mote
Allá en la Cajabambina
Al pueblo cajamarquino
Mis disculpas le pido
Por las incomodidades
De las obras de mi Emilio
Tómenlo con mucha calma
Tolerancia y buen humor
Porque estas obras se hacen
Para todos con amor.
Arreglen sus avenidas
Sus calles y sus jirones
Pónganles flor de retama
Globos y cabezones.

Y si pueden en cada esquina


Pónganse un urpo e´ chicha
Para calmar cualquier dolor
Y conseguir así…un nuevo amor.

LÉASE, CÚMPLASE Y ARCHÍVESE


Dado y firmado en en el Salón de los Gigantones, del palacio de los
Chuquimangos, Cuismancos y Cabezones a los 29 días del mes de
enero del 2005.
FIRMADO: EL REY ÑO CARNAVALÓN 2005.Autor: Carlos Alberto
León Chávez.

45
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

Bando del Carnaval 2008

Bando del Carnaval 2003

46
Carlos León Chávez

Bando del Carnaval 2004 Bando del Carnaval 2005

Bando del Carnaval 2010 Bando del Carnaval 2011

47
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

BANDO DEL CARNAVAL 2006

ODENANZA SN MPC

Visto el expediente, con más de 150,000 firmas, presentado, como


siempre, con la algarabía del pueblo cajamarquino, con motivo de cele-
brar las festividades del carnaval 2006.

De conformidad con los hábitos, usos, prácticas y costumbres de


quienes año tras año, participan activamente y con gran jolgorio, espe-
rando mi presencia y la de mis fieles súbditos, con o sin aguacero, en
esta hermosa, turística, hospitalaria y bella Cajamarca, Ciudad del Cum-
be, Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad, Símbolo de la
Unidad Peruana y Latino Americana, CAPITAL DEL CARNAVAL PE-
RUANO.

DE CONFORMIDAD

A las normas dispuestas desde lo más alto por Baco, Venus, Afro-
dita, Dionisos, Catequil y mi Padre El Rey Momo…

SE RESUELVE:

ARTÍCULO ÚNICO.-Aprobar el bando carnavalesco 2006, encar-


gando a mis compadres: Felipito Felipón, el del cigarrito; Emilio mi Co-
lorao y Andresito el sacamuelas, hagan lo imposible a fin de que cum-
pla «a pié juntillas», todos y cada uno de mis mandatos, so pena de
cumplir (todos ellos), como penitencia, solamente mirar mi fiesta, a pan
y agua y de vez en cuando su pedazo de mollete y ojito ojito: sin probar
nada de licorcito, allá les va:

Mis queridos e inolvidables cotosiques,


barrigones y badulaques
Conshosiques, guañulingos, tragos finos,
guayacoles y safasiques
Hermosas damiselas, de mi clan todas escogidas
También me dirijo a Uds. mis adoradas tías queridas.

Con coplas nuevas y hermosas


El Cumbe Mayo estoy remontando

48
Carlos León Chávez

Traigo veinte chinazas, palanganas, alegres y salerosas


Que canta y canta Carnaval, vienen por todo el camino.

Luego de mi descanso anual, he pasado por Huagal


Donde me han aviado con mi costalillo de coca
Mi chane bien calientito y mi calabazo de cal
Con mis talegas bien puestas, y mi espíritu genial
Pa´ cantar, bailar y chupar en mi fiesta de Carnaval.

Mi shongo lo traigo lleno, de ñaca ñaca y de chicha


Mi joijona con su cancha, habas y chocho fino
Mote quishua, tamales y rico alfajor de Matara
Naranja dulce sanmarquina
Y trago de capulí, de la tierra namorina.

Vengo totalmente asao, con el gobierno central


Pues, a Emilio, mi choche, le han puesto una y mil trabas
Dizque porque no cuecen las habas
En su intención de lograr, la alegría en carnaval.

En mi alforjita les traigo, además de mi lonchera


Diez millares de proyectos, aprobados y con SNIP
Hechos en panca de humita, con tinta de capulí
matizados con betarraga y semillitas de ajonjolí.

También el trago bendito para mi Emiliano querido


Y un pedacito de alumbre pa que se cure del susto
Y siga con los trabajos, de mejorar mi ciudad
Olvidándose de quejas y de tanta mediocridad.
No olviden, amigos turistas, de tomar su caldo verde
Que es bueno, según ESSALUD, para matar los coshpines,
Y pa´ reforzar el bitute, su puchero o sancochao
Con su rucutu pelao que auyenta los malandrines

A mis bellas soberanas, envidia del mundo entero


Les ruego que en toda mi fiesta, derramen alegría y salero
Por favor, hagan bailar al mundo entero
Con mi cashua, ahí les dejo vitrola y dinero.

49
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

A todo mi pueblo cajacho, le dejo sus vitaminas


De maca, parapara, cushuro y canorte
Para que levaten las fuerzas
Y por siempre…se olviden del corte.

Y a golpe de rondín y cajón


Guitarra, tumba y trombón
Canten, embriáguense, bailen y tomen
Pero siempre con educación y moderación.

A la namorina, ayacuchana y cajabambina


Ordeno servir gratis las comilonas
Inviten ese rico macerado de capulí o shalarina
Ojito, ojito, no se hagan las orejonas.

Respeten el corso, los turistas y mis reinas,


te lo ruego paisano
Ayúdanos en la organización de este festival
Para que nadie lo ponga en duda que Cajamarca
Ha, sido, es y seguirá siendo CAPITAL DEL CARNAVAL»

LÉASE, CÚMPLASE, ARCHÍVESE Y NUNCA OLVÍDESE. Dado y


firmado en el Palacio del Saco Largo, salón de los Huayacoles, a los
dieciocho días del mes de febrero del 2006. Firmado y Sellado El Rey
Ño Carnavalón 2006. Autor: Prof. Carlos Alberto León Chávez

1.-BANDO DEL CARNAVAL 2008

Visto el expediente numerado, foliado y exfoliado, presentado ex-


profesamente, para celebrar las fiestas carnestolendas, por aproxima-
damente tres millones uno de ciudadanos: Cajachos, Cajamarquinos,
Cajamarqueses y Camajarcudos,… UNO MÁS, UNO MENOS,... amén
de las personalidades de todas las provincias de esta riquísima región
y las de todas las latitudes del planeta, hasta donde llegan, con toda
seguridad por el ciberespacio, los graves tañidos de nuestro incompa-
rable clarín, los sonoros y retumbantes sonidos de la caja y la alegre e
incitadora melodía de la flauta.

Conocedor de esta festividad tradicional que caracteriza e identifi-


ca la personalidad cajamarquina, se hace pues necesario liquidar el

50
Carlos León Chávez

burocratismo que tanto mal hace a la administración pública, entorpe-


ciendo fundamentalmente la ejecución de obras que mi pueblo tanto
necesita y como se dice, A CARPETAZO LIMPIO, en beneficio de dicha
festividad, emitir sin más dilación, el bando u ordenanza del carnaval
2008, con ello, a los burócratas les hacemos el ocho, y buscamos la
segura oportunidad de llenar la panza.

Así pues, vecinos, amigos y fans queridos de Ño Carnavalón, para


contentarlos y contentar a tantísima gente y evitar males mayores:
ORDENO SE EMITA, DIFUNDA Y CUMPLA EL PRESENTE, en par-
ques y/o plazuelas, conforme lo programado por la comisión tal y como
a continuación reza:

¡Adorados calandracos!
365 días perdiendo, sin beneficio, el tiempo
Juergueando con Morfeo, Venus y Dionisas
Les cuento que casi pierdo el juicio
Por culpa de este mal pasatiempo.

Después de la juerga anual


Me avine en regresar a mi tierra,
Esta vez, por la quebrada de Sangal.
A gozar mi hermoso carnaval
El mejor de selva,costa y sierra.

Por ello, arrepentido de este mal paso


Llego contento a mi tierra como un lión
Puesto seis cargas de pilas de las antiguas rayovac
Y también bien puesto mi pantalón.

¡Mis churupacos queridos!


¡Adorables chupacañas de mi corazón!
Contágiense de mi alegría.

De igual manera, de mi desbordante algarabía


Todos en mi tierra querida, esa es mi ilusión.
De sur a norte, de este a oeste, del centro de la tierra al confín
del cielo.

51
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

De no ser así, cunda la peste,


la fiebre de todos colores y la alicuya
Pidiéndole a mi loquito Terry, maldiga día a día
A voz en cuello, su hualmishquindad.
Su dejadez y mediocridad.
¡Respetables cotosiques!
He venido jaraneando, chupando y caleando
En distritos, provincias y caseríos
Dejando muchísimos amoríos.

Marco Aurelio y mi cafla Charito


Me han dado la bienvenida
Me han subido en su carrito
Pa visitar mi ciudad.
Ahora que estoy en casa, les pido de corazón
Súmense todos a la organización
Empresa privada, pública, ciudadanía, todos en el vacilón
Tratando bien al turista para mejorar la situación.
Mi alforjita jerguera y mi talega chanera están bien aviadas
Con productos de calidad, todos de la región
Les traigo pueblo querido, con alma vida y corazón
Productos de gente buena, trabajadora y confiada
Lo que produce la tierra de nuestra región
¡Talegones inolvidables!
Traigo lima dulce de San Juan, mangos de Magdalena
Paltas y naranjas de San Marcos
Quesos de Bambamarca…pero sin corazón

Chicharrones de Chota, ñuña de Cajabamba


Truchas de la Encañada
Capulí de Namora, de Matara el alfajor
De San Ignacio y Jaén, el mejor café de la nación.

Y por si hubiera tentación de libar la copita


Escondidito poray, el cogollito de Anispampa y Chancay
En mi talega chanera, traigo cuy con papa picante

52
Carlos León Chávez

Así mismo, traigo también el choclito


Rico y dulce, ambos de Jesús.
En mi mate burilado
Un poco de rico mechado
Mezclado con su puchero
Que está pa chuparse el dedo.
También traigo un sombrero
Y chocolambaj, rico y espeso
Que me regalaron en Celendín
Para entrarle con el queso.
¡Guayacoles de mis amores!
Respeten a mis bellezas, mis reinas,
Mis jóvenes estudiantes, futuro de la región

Desplácense con orden, respeto y corrección


En patrullas, comparsas, corso, bando y carnavalón.
O voy a ordenar, aunque me duela el corazón,
A mi Machimina, vinza, fuete y coscorrón.
¡Mis soberanas queridas!, lindas, hermosas y salerosas
Demuestren que la belleza no sólo es externa
Que son dignas de la corona, den ejemplo de puntualidad
Llegando a tiempo en toda actividad.
Pa´ que mis cajachos y toitita la gente participe con seriedad
Ya saben…orden, cariño, respeto y puntualidad.

¡Ah!...no me he de olvidar, orienten a nuestro pueblo


A votar por nuestros bellos parajes
Baños del Inca y Cumbe Mayo
Ambos de belleza sin par.

Ya no los quiero cansar


Por ello voy a firmar
Este bando corto y sencillo
Sacándome el calzoncillo
Para irme a dormitar
Y esperando que todos
Como Fuente Ovejuna.

53
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

¡TODOS LO VAN A RESPETAR!.

Dado y firmado en el Palacio de Las Retamas, Salón de los Tulipa-


nes, pasadizo de Las Violetas, en presencia del Patronato, de los más
conspicuos criticones y detractores de mi fiesta, pero que gozan a más
no poder de la misma, y de todo cuanto chismoso estuvo presente, a
los 25 días del mes de enero del 2008.- REGÍSTRESE.
PUBLÍQUESE.CÚMPLASE Y ARCHÍVESE.-Firmado y Sellado ÑO
CARNAVALÓN 2008. Autor: Prof. Carlos Alberto León Chávez.

BANDO DEL CARNAVAL 2010.

BANDO CARNAVALESCO Nº 01-RM-C.

Sentado sobre una piedra pómez, con figura de silla imperial, en mi


palacete de magueyes y pencas blancas y azules, forrado de retamas y
tululas y cercado de tunas y caruacashas para que ningún mortal se
atreva a perturbar mi preparación espiritual, rodeado de ñustas virgen-
citas, concubinas, comadronas, curiosos, chamanes, piquichones y tin-
terillos; me dispongo a dictar la ORDENANZA para celebrar como nun-
ca mi fiesta, nuestra fiesta, vuestra fiesta, la fiesta de estos y aquellos,
para que se haga conocer, aquishito, allashito y en la lejura, y en todo
sitio donde me conocen y me reclaman; y se publique en pencas, pale-
tas de tuna, postes, fachadas, muros, carteleras, pasquines y periódi-
cos, en la radio y en la televisión; y sea el Alcalde Provincial, este mi
cholo grande y querido, el primero en leerlo; Aquí les va:

VISTOS

Los quintales amarillentos de expedientes, memoriales, solicitudes,


cartas, emails, petitorios, actas y otros modos de pedidos, reclamando
este año una fiesta multicolor, multitudinaria, alegre y jacarandosa, bu-
lliciosa y pegajosa, en la que den rienda suelta a la alegría, se diviertan
como condenados, bailando, cantando,, bebiendo como nerones y olvi-
dándose por unos días de tanta joda que trae la vida, y…

CONSIDERANDO.-

Que como cajachos, gente predestinada que lleva en las venas


sangre de chinas y cholos iluminados, cuasi sabios, alegres y parlan-
chines, tiernos y fogosos, amigables y generosos, bohemios y parran-

54
Carlos León Chávez

deros; tienen todo el derecho de botarse unas canas al aire, tirarse al


ruedo, barrer el piso con sus melenas, abandonarse y plegarse a mi
caravana de incomparable alegría.
Considerando que Cajamarca es el más bello paraje de este mun-
do, madre de las maravillas naturales del Perú y de la gente más mara-
villosa; la tierra más cálida y acogedora y donde da gusto morirse una y
otra vez.
Considerando así mismo que Cajamarca es Patrimonio Histórico y
Cultural de las Américas, Capital del Carnaval Peruano, o sea de mi
reino.
YO, ÑO CARNAVALÓN, el rey de la alegría, de la farra, de la cha-
cota y la sinvergüencería; el men de la chupa y el zapateo; el capo de
las comilonas y el galanteo; el amo y señor de sus voluntades:
LES ORDENO——— 1º.- Participen plenamente en el Programa
preparado para halagarme porque lo he visto muy bonito y novedoso,
muy bien calibrado por los genios del Patronato.
2º Adornen bien sus calles, sus plazas, sus casas, gasten un poqui-
to su plata, en especial, esos mineros. No sean hualmishcos. Que la
ciudad se vea hermosa, radiante, pa´ que los deje lelos a los visitantes.
3º.- Traten muy bien a los turistas; no los perturben mojándolos,
pintándoles si ellos no desean, no los trasquilen con los precios excesi-
vos.
4º.- Cuando ingrese el próximo sábado, quiero verlos tropa-tropa,
recibiéndome con cantos y bailes, mojados hasta las guayungas y pin-
tados bonitos, ¡por barrios!. No tiren pintura a los monumentos históri-
cos, ni a las fachadas de las casas.
5º.- Hagan bonito sus disfraces y carros alegóricos, porque para
eso les mandé un sencillo con mi Coco Rebaza. Esmérense en bailar y
cantar, haciendo vistosas coreografías; para que les parta el ojo a los
turistas; no caminen como borregas, porque me aso por mi madre y los
saco del rabo, del corso y los desfiles.
6º.- Jueguen a las cintas en San Pedro o en sus casas, háganse
comadres, compadres, giles, cuñados, suegros, consuegros y toda la
parentela que puedan, pero jueguen.

55
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

7º.- Cocinen y coman como descosidos el rico «puchero», con bo-


rregas de Porcón, chanchos de Santa Bárbara, gallinas de Huacariz,
papas de Huanico, yucas de Magdalena y repollos de Jesús, y para que
no estén pedo y pedo, métanle una bucha de cañanplín de la Viña y un
macerado de moras de San Juan.

8.- Tomen noche y día, tarde y mañana, pero no hasta ver diablos
azules, porque terminarían meados por los perros. Píquense primero
con chichita colorada, baya o cimarrona, preparada con buena jora y
pata de buey; con chicha de maní, chicha a la hoja; macerados y calien-
titos y luego con las chelas y otros menjunjes. Bébanse hasta los con-
chos y dejen las botijas volteadas.

9.- Bailen como loquitos, enajenados, haciendo trompos y cule-


britas, siquicheando y zapateando, hasta que se descuelguen los cal-
zones y las nalgas, se rompan las pantorrillas, sude la entrepìerna y
se ampollen los talones. Bailen con música de Don Guillermo, Los
Hermanos Sánchez, Yumpay, Los Titulares, Silverio Urbina, El Indio
Mayta, Luis Abanto Morales, Los Cumpas, Los Tucos, Marino Mora-
les, Carlos Minchán, El Cholo Sexi, Nancy Mendoza, La Pallita, y tan-
tos otros artistas que cultivaron, cultivan y cultivarán mi música. No
me vengan con perreos, gateos ni cuchicheos, que me revuelven la
barriga.

10.- Canten coplas de carnaval, de esas pícaras que sacan ron-


chas y hacen mear de risa. Olvídense de «banderita, banderita» que
ahí no hay carnaval cajacho. Y toquen los instrumentos que son de
«aquíje» o son tradicionales en carnaval: la guitarra, el violín, la mando-
lina, el rondín, la tambora, el saxo, el huiro y la maraca, acordeón y
toquen si quieren sus baldes, pero con las tarolas ñaca lapirinaca.

11º.- Hoy que mi Kori ha conseguido de premio un carro para la


reina del carnaval, elijan un cuerazo con pinta de ñusta, cinturita de
avispa, porte de potranca; que camine como diosa y sipre bien las mue-
las; sea bien hablada y muy coqueta. Respétenla y no le tiren globos
durante el Corso. Por mi madre que si los pesco ¡los pishto y/o los
sancocho!

12º.- Ordeno que los chismodistas y radioloros cubran todos los


eventos de mi fiesta y que me pasen nomá la factura. Total yo soy

56
Carlos León Chávez

dueño del poder y del dinero, y les pido que dejen de puyarse como
niñas ofendidas por la propi que les pienso dejar.

13.- Finalmente, ordeno que se publique por todos los medios, en


cuanta ocasión sea posible, mi agradecimiento a este nuevo Patronato
que está marcando la diferencia, encabezado por mi Kori Lezama; a los
barrios y caseríos, a las empresas y personas, al alcalde provincial y al
Concejo, a mi Cecy Chacón y a mi Coco Rebaza, que botaron la pereza
y se pusieron las pilas para hacer sonar mi fiesta con clarines, por
todos los confines de este mundo negrero que le ha dado tregua al
sufrimiento, para que en Cajamarca se establezca la fiesta de la ale-
gría, la fiesta del Carnaval.

Paisas del alma, disfruten del Carnaval porque después de ésta no


hay otra, se lo juro por Diosito.

BANDO DEL CARNAVAL 2010. DADO EN LA CIMA DEL CAJA-


MARCORCO. FIRMADO CON PULSO FIRME Y TINTA INDELEBLE
DE COCHINILLA, AL PRIMER DÍA DEL MES DE FEBRERO DE 2010.
FIRMADO Y SELLADO EL REY MOMO. Autor: Prof. Hugo Vásquez
Camacho

BANDO DEL CARNAVAL 2013

CON MUCHO AMOR Y CARIÑO,… ENCIMA DE MI ANIMAL...


ESCRIBO CON PLUMA E SHINGO… MI BANDO CARNAVALERO
ANUAL,…QUE LO LEA MI RAMIRO… COMO SE HACE TODOS LOS
AÑOS… A LA GENTE QUE YO ADMIRO. LUEGO QUE LO REPITA…
MI FIEL Y LEAL BARBÓN… EN TODITAS LAS PLAZUELAS... Y TAM-
BIEN SI ES QUE SE ANIMA… EN TODAS LAS PLAZOLETAS... CHO-
LITOS SIN MÁS DILACIÓN... EXPRESO MI GRATITUD... POR SU
CONSTANTE INQUIETUD… DEDICADOS A MI FIESTA…PORQUE
ELLA SÓLO PRETEXTA… EN TODO EL TIEMPO QUE DURA... CO-
LORIDO Y ALEGRÍA… Y MUCHÍSIMA PICARDÍA…QUE DA VIDA A
LOS MORTALES… A DIOSES E INTELECTUALES… TAMBIÉN A
POBRES Y RICOS… NEGROS, BLANCOS Y BLANQUEAOS… A EN-
TECOS Y ENCEBAOS… ALLI LES VA MIS CHURUPACOS… MIS TON-
GOS Y QUISPI TONGOS…CUÑAOS, AMIGOS Y ENTENAOS, A TO-
DOS MIS SAXIFASES…ESTAS MIS SENTIDAS FRASES…

57
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

Iniciaré este mi bando, con un saludo cordial


A mi Ramiro Bardales, nuestro alcalde provincial
Al Patronato y mis reinas, a ustedes barrios queridos
Que le ponen corazón, trabajando siempre unidos.

Todos, sin duda alguna, han sudao la camiseta


Para que salga mi fiesta, con la mejor etiqueta
Walmishcos y mequetrefes, cotociques y bandidos
En mi Cajamarca bella, besos pa´ mis consentidos.

Ramirito, por favor, prepara un ramo de flores


Para todos mis amores, que me quieren con candor
Que desfilan muy alegres, el lunes de carnaval
Junto a mis churupacos, caifaces y calandracos.

En mi alforjita chanera, te traigo listo y completo


Una paca de proyectos, sobre todo el de la Presa
Del Chonta y sus riachuelos, dáselos al Loco Terry
Pa´que lo estructure bien, y nos deje boquiabiertos.

A los regidores pido, se fajen con su labor


No hablen mucho, mis negritos, legislen bien ¡por favor!
Lleguen temprano, chochitos, suden bien la camiseta
Y con gusto cobrarán, esa su bendita dieta.

Mi pueblo quiere trabajo, y obras de envergadura


Si no trabajan los munis, pónganlos en cintura
Caso contrario mi foete, va a ponerse en acción
Alisando muchas nalgas, hasta que pidan perdón.

Richar Vigo no te olvides, de mi alforja quipichera


De mi talega rondera, mi calabaza chichera
Llénalas de ricas tunas, cancha, humas y tamales
Chicharrones y cecinas, shalarina y capulí
Y un par de buenas vecinas, que me den su cuculí.

He traído mi rucuto, mezclado con berenjena


Sembrado en Otuzco Bajo, molido en la Yerba Buena

58
Carlos León Chávez

Y mi cogollito puro, de Anispampa y Santa Cruz


Alfajores de Matara, y si el tiempo no mejora
Dos chinazas de Namora, que se han bañado ricaso
En las aguas cristalinas, de mi bella Llacanora.

Vengan amigos turistas, y también mis parroquianos


Armen mi fiesta señores, bailen con mucho salero
Que mis patrullas recorran, toditita mi ciudad
Y que de día y de noche, salga todo el mundo entero.
Serpentinas y perfumes, primen en todas las fiestas
Coman hasta empacharse, sancocho, cuy y caballa
No dejen mi cancha paccha, ni mis choclos de Jesús
Mis habitas con pajuro, la mejor comida de juro.

Dado en el Salón de los Espejos Azules, juntito a la Cansa Boca,


escrito en panca de humita, con lapicero de pajuro, y tinta de paleta de
tuna, de la moradita y madura, a los 30 días del mes de enero de 2013.

FIRMADO Y SELLADO: EL REY MOMO, ÑO CARNAVALÓN, ÑO


CARNAVAL, O COMO QUIERA QUE ME CONOZCAN EN LA FAZ DE
LA TIERRA.

AUTOR: Carlos Alberto León Chávez.

Bando del Carnaval


2013

59
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

Bando del Carnaval 2013

S.M. Anita Quispe Mendoza

Reina de Carnaval 1939

60
Carlos León Chávez

Reinas de Carnaval, 1945

S.M. Anita Quispe Mendoza,


acompañada de la Policía Montada, vestidos de clones

61
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

2.-ELECCIÓN DE REINAS Y REINADO

Actividad importante y central del carnaval Se trata de elegir la Srta.


Carnaval, reina de la fiesta y, sin temor a decirlo, representante de nues-
tra región ante el resto del Perú y el mundo. Personaje que luego de ser
elegida, debe asumir muchas responsabilidades durante las fiestas car-
nestolendas y luego de ellas, sobre todo, aquellas que tienen que ver
con la parte social.

En cada barrio se organizan los comités de reinado y se elige a la


representante luego de un arduo proceso de «seguimiento» «investiga-
ción» e identificación de la candidata. Se conversa con los padres esta-
bleciéndose las reglas, de ser su filia, la candidata al reinado del carna-
val.
Esta es una actividad muy competitiva en la ciudad capital de la
provincia, desde sus inicios, pues barrio que gana la reina, es práctica-
mente el dueño de todo el carnaval, aun cuando, ya elegida, el patrona-
to se hace cargo de ella, como digna y autentica representante de la
fiesta y de Cajamarca.

Publicamos al respecto lo que podríamos decir, es, la voluntad


de una de las reinas elegidas por allá en el año 1940 y que a la letra
dice: El Cumbe 3 de febrero de 1940 Nº 1129.- Su simpatía hacia la
gentil REINA DE LA ALEGRÍA y a su corte; así lo esperan, lo desean
todos y «El Cumbe» también.- La Reina de la Alegría.- S.M. MIREYA
I Coronada en el Cine Teatro a las 9.30 p.m., su canciller, por acuer-
do de la Comisión fue el Sr. Manuel Pereyra Chávez quien por la
noche leyó la proclama y el Edicto Real.- PROCLAMA.- Mireya I.-
Por la voluntad popular. REINA DE LA ALEGRÍA.- A sus súbditos.-
Habéis querido que este año sea yo quien presida las fiestas del
Carnaval y, con toda voluntad, he aceptado esta designación que
me honra y que agradezco.

Mi reinado no tiene programa nuevo, sino el que ha de llevarse a a


cabo mediante la cooperación de todos; de modo que los números que
se realicen alcancen el más cumplido éxito.

Si habéis hecho de mí un símbolo, quiero que todo esté en armo-


nía con el pensamiento de la juventud, en cuyo entusiasmo finco ma-
yormente mi reinado, sin que esto quiera decir que mi deseo no sea

62
Carlos León Chávez

igual para todos. Tradicionalmente en esta oportunidad se reafirman


los vínculos familiares y se fortalecen los de la amistad. Que los jóve-
nes vivan horas de felicidad y que los viejos, añorando recuerdos, go-
cen también con la felicidad de sus hijos.

Soy para todos una soberana amiga y hago votos por el acerca-
miento espiritual de mis súbditos.

Mis pocos años no me permiten hacer una síntesis mejor de mis


pensamientos, pero, estad seguros de que al aceptar, el honor que me
habéis conferido no he tenido otro anhelo que el de prestar mi modesta
cooperación.

Ofrezco a todos mis súbditos la alegría y el entusiasmo propios de


mi juventud y deseo que estos días sean de sano y espiritual esparci-
miento.

Dado en el Palacio de la Reina el día 3 de febrero de 1940.- Por


mandato de su Majestad. EL CANCILLER

Este es, pues, el mandato de Mireya Lusich, Reina del Carnaval en


el año 1940, siendo el Presidente de la Comisión Municipal de Carnes-
tolendas «El Gringo» Dn. Claus F. Pre He.

En contadas ocasiones se han elegido Reyes Momos, pero sin


ninguna trascendencia, pues, el elegido solamente cumple las funcio-
nes de un chambelán(de acompañamiento), y poco es su protagonis-
mo durante la fiesta.

Durante la elección de la Señorita Carnaval, cumpliendo el progra-


ma central, se eligen también: la Reina de Simpatía, Reina Infantil, Reina
de la Integración (entre las reinas de las 13 provincias de la región),
Señorita Fotogenia (a cargo de la Asociación de Fotógrafos), Srta. In-
ternet, Mejor Figura.

Antiguamente, en las tres primeras décadas del S. XX, la elección


de la Reina del Carnaval Cajamarquino se hacía por votación; se pre-
sentaban las candidatas y la población elegía la reina a través de la
emisión y compra de votos; actualmente la elige un jurado, designado
por la comisión respectiva. Por ejemplo: en 1937, hubo como candida-
tas, las señoritas: Socorrito Ortiz, Olga Bueno, Otty Bernal, Carlota

63
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

Manzanedo y Paquita Rodríguez, y quedó como reina, luego del escru-


tinio, la señorita Socorrito Ortiz con 3000 votos. De igual manera se
eligió al Rey, para lo cual se presentaron: Carlos Ribotty, César Ortiz,
Julio Aliaga y Manuel Gálvez. Quedó como tal el Sr. Manuel Gálvez
Díaz con 742 votos.

En 1939 se propusieron tres reinas: de la ciudad, del trabajo y del


atletismo, pero solamente se eligieron a la Srta. Anita Quispe Mendoza
Reina de la ciudad y a la niña Blanquita Flores, Reina de la Policía.

REINAS OFICIALES DEL CARNAVAL CAJAMARQUINO


1930 Delia Olano
Gloria Uceda La Merced.
1935 Srta. Chávarry San Sebastián
1936 Enma Soriano San Sebastián
1937 Socorrito Ortiz.
1838 Alicia Trigoso. La Merced.
1939 Anita Quispe Mendoza La Merced.
1940 Nelly Ríos.
1961 Maruja lozano. San Pedro
1962 SUSPENDIDO
1963 Sara Berenstein La Merced
1964 Maruja Mercado San José
1965 Carmen Galdós La Merced.
1966 Cecilia Castro Baca La Merced
1967 Doris León San Sebastaián
1968 Aurea Honorio Arroyo La Merced.
1969 Gladis Lezama Abanto. La Florida
1970 Fulvia Pajares León. Santa Apolonia.
1971 Maruja Castillo Castillo. San Sebastiàn
1972 Maritza Libaque. La Merced
1973 Cecilia Suárez La Merced.
1974 Cecilia Pajares. La Merced
1975 SUSPENDIDO
1976 Yolanda Gálvez Cabrejos. San Pedro
1977 Irene Montero Castañeda San Pedro
1978 Kori Lezama Llaque. La Merced.
1979 Marleni Briones Huamán San José.
1980 Eliana Focón. Chontapaccha.

64
Carlos León Chávez

1981 Cecilia Rodríguez Pajares La Merced.


1982 Jacinta Madalengoitia San Sebastián.
1983 Jackeline Awe Lanshawer La Merced.
1984 Rosa Colina Rojas Chontapaccha.
1985 Consuelo Sánchez. La Merced.
1986 Teresa Coba Mendoza. San Josè.
1987 Sara Chávarri Sánchez Cumbe Mayo.
1988 Ana Torres Kemerer. San Sebastián
1990 Anita Gigly Reyna. Dos de Mayo.
1991 Viviana Rodríguez Arroyo Chontapaccha
1992 Miriam Guevara Marín La Merced.
1993 Mercy Guevara Marín La Merced
1994 Selene Abanto Becerra San Pedro
1995 Patricia Silva Lombardi San Pedro
1996 Paola González Esparza Víctor Raúl
1997 Mixi Paredes Armas La Merced
1998 Caridad Valera Cabrera La Merced.
1999 Patricia Castillo Albarrán
2000 Liz Carol Cabrera Soto.
2001 Olga Karina Segura Gálvez. Chontapaccha
2002 Milagros del pilar Vargas Silva. Víctor Raúl.
2003 Marilú Chicoma Huamán
2004 Lizy del Rosario Díaz Saavedra
2005 Tatiana León Ventura La Colmena
2006.- Larissa Jeshael Fernández Gálvez San Pedro.
2007.- Eliana Verónica Vásquez Cáceres Cumbe Mayo.
2008.- Nadia Nicole Mendoza Cortez. San Pedro.
2009.- Diany Elizabeth Chávarri Chávez Cumbe Mayo
2010.- Alexandra Cáceres Drago San José
2011.- Jimena Alejandra Alarcón Sánchez San Pedro
2012.- Shanen Alexandra Murrugarra Tirado Cumbe Mayo
2013.- Fátima Mercedes Limo Malaver El Estanco

Desde la oficialización del Carnaval por parte de la MPC, las activi-


dades de presentación, elección y coronación de las diferentes reinas
que participan en la fiesta se realizaron en el Coliseo Cerrado del Cole-
gio «San Ramón», bajo un marco majestuoso y espectacular, en espe-
cial en lo referente a la presentación y elección de la Srta Carnaval y
Simpatía. Es difícil narrar la espectacularidad y majestuosidad de la

65
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

ceremonia, llena de color, belleza y sobre todo, alegría de los asisten-


tes en general a esta ceremonia: bandas, disfraces, banderolas, pan-
cartas, silbatos, matracas, etc. Todo se conjuga en un bullicioso y con-
tagioso certamen.

La alegría es desbordante y quien llega al lugar, se ve contagia-


do sin quererlo, naturalmente, de la vocinglería, pasando a formar
automáticamente, parte activa de todo lo que allí ocurre.

Para ello, la Comisión ha cumplido con un sinnúmero de tareas


para logar ejecutar la actividad: Se han cursado las invitaciones, se
ha confeccionado el estrado, se han diseñado minuciosamente los
lugares dónde van a estar: los invitados, el jurado, la banda, el esce-
nario, el maestro de ceremonias, los periodistas, el público, etc. Es
decir, se cuida hasta del menor aspecto, para culminar con éxito
todo lo programado, son innumerables los personajes que trabajan
mañana, tarde, noche y madrugada, para lograr que todo «engra-
ne» y las cosas salgan mejor de lo que se planifica.

Los barrios y las empresas, con anterioridad, coordinan a fin de


colocar las banderolas de sus soberanas, en todo el perímetro de
coliseo, utilizando las partes más altas del mismo, incluso, los ba-
rrios envían a sus representantes a «cuidar los asientos» desde tem-
pranas horas. Los miembros de Defensa Civil y los de seguridad del
carnaval cumplen con verificar que todo permita realizar la actividad
con toda seguridad y por supuesto, la Policía Nacional del Perú, que
cumple, eficientemente, esta tarea dentro y fuera del local, pues una
vez que el jurado elige y el maestro de ceremonia proclama a la
Reina del Carnaval Cajamarquino. El barrio ganador en forma espe-
cial, y en general todos los moradores de los distintos barrios con-
juntamente con nuestros visitantes, se van de juerga, celebrando el
éxito o fracaso, haciendo planes, comentando, cómo lo harán el año
entrante.

66
Carlos León Chávez

Candidata a Srta. Carnaval


con traje alegórico

Candidata a Srta. Carnaval


con traje alegórico

67
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

Sandra Teresita Cerna Alvarez

Olga Segura Gálvez

68
Carlos León Chávez

Desfile de Candidatas a Srta. Carnaval

Srta. Carnaval 2012, con el Sr. Srta. Carnaval 2011


Alcalde, Ramiro Badales y su esposa Jimena Alejandra Alarcón S.

69
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

3. TRADICIONAL JUEVES DE COMPADRES Y COMADRES EN EL


BARRIO DE SAN PEDRO DE MIS AMORES

Ceremonia de gran trascendencia que nuestros antepasados nos


han legado y que se sigue practicando; pues, su finalidad es la de me-
jorar las relaciones humanas entre familiares, amigos y vecinos de uno
u otro barrios. En sus inicios se los realizaba en casa, luego, el comité
barrial acordó realizarlo en la Plazuela José Gálvez, ubicada entre los
jirones José Gálvez y Junín, en el barrio San Pedro. Como su nombre
lo indica se lleva a cabo los días jueves antes y después de la elección
de la Señorita Carnaval, el primer jueves para los compadres y el si-
guiente para las comadres.

Consiste en una sencilla pero significativa ceremonia. En ella se


adquiere el compromiso del compadrazgo que perdurará toda la vida y
que en algunos de los casos, en posterior ocasión, se plasma con el
religioso.
La comisión designada hace todos los preparativos para esta acti-
vidad, consiguiendo las cintas de aproximadamente tres metros de lar-
do por media o una pulgada de ancho. Son cintas de diferentes y visto-
sos colores que posteriormente van a ser entrelazadas por el centro,
haciendo una «maraña» de tela, conociendo el inicio y el término de la
misma, mas no el desenlace; de tal forma que las parejas, frente a
frente, no saben quién es la persona que tiene la otra punta de la cinta
y que al final va a ser su compadre. Esto lo decide la suerte y el desen-
volvimiento paciente de las cintas, que dejarán ver, a las finales, quié-
nes son los que tienen ambos extremos y que se convertirán en com-
padres por toda la vida. Ello se logra realizar en el momento crucial de
la actividad, ordenando por parejas a los participantes y futuros compa-
dres, frente a frente, cogiendo cada uno un extremo de la cinta y halan-
do, hasta que ambos extremos sean cogidos por dos personas, los
cuales por cosas del destino se «vuelven compadres» luego de un abrazo
fraterno y del brindis correspondiente.
Antes, durante y luego de la ceremonia, la música, las coplas, el
juego, el baile y el salud compadre se hacen presa de los asistentes,
convirtiéndose así en una amena humorada carnavalera.

Primero se realiza el jueves de compadres, previo a la presenta-


ción de las candidatas al reinado carnavalesco y el jueves de coma-

70
Carlos León Chávez

dres, con menor prestancia, luego de la elección de la Señorita Carna-


val, la anterior descripción de la actividad corresponde a lo efectuado
en la parte citadina, en el campo tiene un rol mucho más serio y espiri-
tual, se inicia con la visita de los futuros compadres, a las futuras coma-
dres (visita previamente concertada) y en una casa de familia (también
escogida previamente para el acontecimiento), allí se realiza la cere-
monia y posteriormente la fiesta. Los compadres tienen la obligación y
responsabilidad de llevar los regalos a las comadres. Se preparan con
botellas de cañazo, anisado o pisco, a veces un carnero, alforjas o «la-
pas» de papas, arroz y a veces, los infaltables cuyes para servirlos
cruzados, obsequios que las cocineras y servidores cumplían con ha-
cerlos retornar a los comensales o bebedores con mucho esmero, rica-
mente cocidos, y también con mucha atención, agregando el rocoto
molido o entero, hasta que se «piquen espiritualmente», porque a las
finales, en la mayoría de los casos, la fiesta se matizaba con tempora-
les pleitos, los que fraternalmente eran resueltos pues pasada la fiesta,
todo volvía a la normalidad.

Baile de Gala en la Corte Superior de Justicia de Cajamarca, 1939

71
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

4.- CONCURSO DE COMPARSAS Y PATRULLAS

Antes de la organización del carnaval, como ya hemos tratado, las


patrullas recorrían las calles libremente, días previos a la fiesta, hacien-
do conocer que el Rey Momo llegaba a Cajamarca. Generalmente, el
que hacía de Virrey, era el encargado de organizar al grupo, a veces
incluso, de darles los disfraces. El hecho es que las patrullas, días pre-
vios, durante y pasados unos días del Carnaval, recorrían las calles,
jirones y avenidas cajamarquinas, para alegrar a la ciudadanía, visitar
las casas para tomar la chicha, y cantar y bailar el Carnaval.

La comparsa, antes de organizado el carnaval se organizaba en


las casas, donde llegaban amistades, familiares y visitantes, no nece-
sariamente conocidos, pero que en un momento de la fiesta, acorda-
ban visitar tal o cual amigo, tal o cual familiar, etc. Momento en que
abuelos, padres, hijos (incluso recién nacidos), salían de las casas a
gozar del carnaval, «PARA ANDAR DE CASA EN CASA, EN TANTÍSI-
MO AGUACERO».

4.1.- LA COMPARSA

Comparsa es una palabra que proviene del idioma italiano y que


significa acción de comparecer. Etimológicamente, significa «conjunto
de personas en una obra teatral o cinematográfica, conjunto de perso-
nas que desfilan en una fiesta popular vestidas con trajes de una mis-
ma clase. Persona que forma parte del acompañamiento. En grupo o
personalmente», la acepción es válida y entra como «uña al dedo» para
graficar nuestra colorida fiesta. En un principio, las comparsas se ini-
ciaban en una casa (en el campo o la ciudad), donde «por suerte han
llegado los carnavaleros buscando el carnaval, pues, «CHICHA QUIE-
RO, CHICHA BUSCO; POR CHICHA SON MIS PASEOS; QUIÉN ME
DIERA UN VASO E CHICHA, PARA CALMAR MIS DESEOS». Luego
del baile, el contrapunto, el pique y el tome y retome; los grupos se van
«armando», hasta que llegado el momento y a la voz de «vamos a
buscar el Carnaval» salen todos con guitarras, rondines, baldes, tum-
bas, acordeón, concertina, trompetas, saxo, huiro, etc. a «visitar las
casas», sean de amigos o , familiares o conocidos y cantando «QUÉ
DICEN COMPAÑERITOS, NOS VAMOS O NOS QUEDAMOS; MEJOR
SERÁ QUE VAYAMOS, QUE NOS VAMOS A QUEDAR.» Las compar-
sas van en busca de la fiesta.

72
Carlos León Chávez

Los ciudadanos cajamarquinos siempre se han caracterizado por su


hospitalidad y cariño como «toda alma de Dios», situación que día a día ha
ido cambiando ya sea por la inseguridad que campea en la ciudad como
consecuencia del crecimiento poblacional, (el mismo que ha hecho propi-
cia la llegada de personas con costumbres y cultura diferente a la cajamar-
quina; sin embargo, en algunas ocasiones, asimilan ésta y departen tam-
bién la cultura carnavalera de los cajachos), o por la presencia de delin-
cuentes que también vienen a sacar provecho de la fiesta.

Es singular el hecho de ver en Cajamarca todas las noches y ma-


drugadas, durante las fiestas carnestolendas, a grupos de personas
por las calles cantando y tocando el Carnaval, visitando casas. En este
recorrido, el licor va surtiendo su efecto poco a poco, debido a que en
cada casa donde se llega, «SE COME Y SE BEBE, EN PRETEXTO DE
CANTAR», Pero ha sido y aún sigue siendo usanza en esta fiesta, el
hecho de servir a los visitantes la comida, lo cual depende de la hora de
llegada de los visitantes, por decir: el puchero en el almuerzo, el caldo
verde, de cabeza, o de gallina por la madrugada «antes de aviarlos.»
Esto permite a los fiesteros, renovar fortalezas, pues hay de los que en
algunos casos, van de Carnavales «de volada» hasta por quince días y
esto…

En la zona rural es muy peculiar la salida en busca del Carnaval,


pues lo hacen a pie y a caballo, familias enteras y no se salvan de la
fiesta ni los bebitos, porque ellos también carnavalean pues «PARA EL
CHICO Y PARA EL GRANDE, PARA TODOS HIZO DIOS».

Los acaballados suelen chalanear haciendo cabriolas y los hay de


aquellos que esforzándose casi «besan el suelo», montados a caballos
porque como dicen los parroquianos «ese sí que es rico cholo». De-
muestran con ello, su pericia en el arte de la equitación. Estos persona-
jes adornan sus animales con los mejores jatos y aparejos, usados
especialmente para estas fiestas, como señuelo de la condición, princi-
palmente económica, del personaje, especialmente, si se halla enamo-
rado de alguna de las damiselas a visitar, aun cuando la copla diga
«QUIERES CARNAVALES,TOMA CARNAVALES; Y A LOS NUEVE
MESES, LAVANDO PAÑALES».

Una vez formalizado el Carnaval por la Municipalidad Provincial de


Cajamarca, las comparsas son parte del programa central, entendién-

73
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

doselas como un conjunto de personas ataviadas con el mismo tipo de


disfraz, las que muestran su arte, alegría y elegancia el día domingo de
carnaval en un vistoso, colorido, grandioso y alegre desfile que forma
parte del concurso de comparsas y patrullas. El desfile tiene su recorri-
do establecido por la comisión «ad hoc», designada especialmente por
el Patronato del Carnaval.

El concurso de patrullas y comparsas se lleva a cabo el domingo


de carnaval; para lo cual, los moradores de los diferentes barrios se
preparan en la confección de sus disfraces; hay barrios que mantienen
como «secreto de estado» el motivo de sus comparsas, pues, su inten-
ción es la de mostrar tanto a los visitantes como a los cajamarquinos su
capacidad creativa e innovadora.

Son impresionantes los motivos que presentan los barrios: Cum-


be Mayo, San Sebastián, San José, etc. y también el reto que han
tenido algunos caseríos y centros poblados, los que, últimamente, han
obtenido importantes premios por parte del Patronato en este concur-
so. La comparsa puede ser masculina, femenina o mixta, si se tiene
en cuenta el género, e infantil, mediana, juvenil y mayor, si se tiene en
cuenta la edad. Así mismo, puede ser urbana o rural, si se trata del
área geográfica.

4.2.- LA PATRULLA

Es un conjunto de vecinos de un barrio, constituido por 15 ó 30


personas, todos varones, quienes, disfrazados con diferentes atuen-
dos, salen a recorrer las calles anunciando las festividades y dando
vivas a su barrio. La patrulla está conformada por los clones y la cuadri-
lla. Esta, a su vez está integrada por el virrey, la gitana, el viejo y demás
integrantes o cuadrilla.

Los Clones.- Grupo de danzantes conformantes de la patrulla. La


palabra proviene del idioma inglés «clown,» y su significado literal tiene
que ver con el payaso místico y malabarista que forma pareja con el
augusto, que es el personaje que imprime respeto y veneración. Am-
bos personajes hacen simbiosis en uno solo en el carnaval cajamarqui-
no dando como feliz resultado al clon carnavalero. Éste usa vestimenta
de muchos colores, brillantes y llamativos. En la patrulla son tres los
clones: primer, segundo y tercer clon. De ellos, el clon primero es un

74
Carlos León Chávez

personaje muy característico, pues, teniendo en cuenta su función debe


ser el más alto, fuerte y atlético de todos los integrantes; además, es el
mejor preparado físicamente, pues, dando saltos gigantescos, avanza
por jirones y avenidas emitiendo ruidos sonoros y potentes como «para
asustar a cualquier cristiano». En sus manos lleva la binza, vergajo o
vergueta, con la cual dirige el desfile, de acuerdo con las indicaciones y
gestos del virrey. Complementan esta parte de la patrulla, el segundo y
tercer clones, llamados también «clones corredores o correlones.» Tie-
nen como misión eludir los choques con patrullas contrarias, desviando
los integrantes de la patrulla, sirviendo de emisarios o interlocutores en
las actividades que van a realizar en el recorrido entre el virrey y el clon
primero.

Los clones de antaño eran los encargados de dar aviso sobre cual-
quier ocurrencia al jefe de la patrulla o sea al virrey. Como repetimos,
tenían que tener porte atlético y, generalmente, ser los mejores pugilis-
tas.

El disfraz del clon está constituido por los siguientes elementos:

4.2.1.- El cucurucho

Aditamento confeccionado generalmente de cartón o cartulina; tie-


ne la forma de un cono gigantesco cuya base tiene el diámetro de la
cabeza del personaje. Semeja un barquillo de helados gigantesco colo-
cado en la cabeza, llegando a medir de 1.50mts a 2 mts. Actualmente los
hay hasta de 3 mts de altura. La base del cucurucho tiene amarrada, en
ambos extremos laterales, boca abajo una pita o elástico, la cual se ajus-
ta en la base de la cara o mejor dicho, entre la cara y el cuello, para
mantener su posición vertical sobre la cabeza. El cucurucho se forra con
tela brillante o papel metálico de colores y se adorna con diversas figuras
geométricas, astrales, mitológicas etc. En el extremo superior y más agudo
del cucurucho va o van amarrados, uno o tres globos de carnaval tam-
bién de diversos colores, inflados todos ellos. Colgando desde la punta
del cucurucho, penden serpentinas o papeles de colores fina y simétrica-
mente cortados, los que dan un aspecto majestuoso e impresionante al
cucurucho, tanto a quienes lo portan como a los que lo observaban. El
motivo genera opiniones diversas del público, sobre todo, de los enten-
didos en el carnaval.

75
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

4.2.2.-La máscara
Cubre totalmente la cara del clon, y está confeccionada con tela
metálica, sobre la cual, van pintados los elementos faciales, incluyendo
bigote y/o barba; los ojos (generalmente de color celeste) las chapas, la
nariz y la boca.
También las hay de aquellas que son preparadas con papel, con
mucha más antelación. Para su confección primero se hace un molde
de yeso o arcilla, sobre la cual se va pegando el papel, poco a poco
hasta volverse consistente, luego viene la pintura de acuerdo con lo
que desea el carnavalero.
Un confeccionador de máscaras fue, por ejemplo, el famoso «Chi-
no Aguirre», cuyo taller aún se halla entre Jr. Junín y el cruce con el Jr.
Dos de Mayo, famoso en la confección de máscaras de todo tipo y
forma, y, por supuesto, en cada barrio hay de los entendidos que las
hacen también de múltiples formas: humanas, personajes mitológicos,
animales vertebrados, insectos, etc.

4.2.3.- La ropa del clon

Es confeccionada a manera de un mameluco (una sola pieza para


el cuerpo y las extremidades), floja; reitero, de una sola pieza; se con-
fecciona con telas de colores brillantes y con adornos. Prima entre es-
tas telas: piel de ángel, satén, popelina, seda, etc. Últimamente, al dis-
fraz se le adiciona aletas laterales adosadas a lo largo de los brazos,
cuerpo y piernas del clon. Como fondo del disfraz van impresos moti-
vos diversos como: monumentos históricos, arqueológicos, paisajísti-
cos, motivos de la flora o fauna no sólo de la región, sino de otras
partes de nuestro país, o el extranjero (catedral, colina de Santa Apolo-
nia, Los Frailones, Perolitos de Baños del Inca, picaflores, águilas, ti-
gres, pumas, paisajes, etc.), o personajes de la mitología griega (Hér-
cules, Odeseo, Osiris, Neptuno, etc.). Todo está sujetado en su confec-
ción a la creatividad e imaginación del o de los confeccionistas o de los
participantes en el trabajo de hacer el disfraz..

4.2.4.- Los pies


Van cubiertos con zapatos, llanques, zapatillas, botas, etc... y tam-
bién a «pata calata», o sea descalzos.

76
Carlos León Chávez

4.2.5.-La binza

Es un instrumento de defensa y ataque. La llevan cogida por la


mano con un pequeño cordelillo que se enrosca en la muñeca. Con ella
dan fuertes golpes en el suelo para infundir temor a las personas que
salen a verlos. En algunos casos se usan látigos o «foetes», con la
misma intención. Las binzas se confeccionaban con «verga de toro»,
seca y torcida. Los clones, binza en mano, se encargan de dar vivas a
sus barrios y en condiciones especiales emiten sonidos graves, muy
especiales, que hacían tenerles respeto y temor.

4.2.6.- La Cuadrilla

Está compuesta por una agrupación de personas, todos varones.


Va en forma ordenada en tres o cuatro filas, y tres o cuatro columnas,
tras los clones, a unos 10 a 15 pasos de distancia. Todos portan ins-
trumentos musicales y/o armas que tienen concordancia con el dis-
fraz que llevaban. Los atuendos son diversos, por ejemplo: si estaban
vestidos de romanos llevan cascos, espadas, escudos; si pieles ro-
jas, iban con flechas; mejicanos con pistolas pero de juguete, etc. En
lo que sí coincidían la mayor parte de la patrulla era en las binzas o
vergajos. Sobresalen entre el grupo de la cuadrilla 1.- El Virrey 2. - La
Gitana, personajes sin los cuales la patrulla no es tal 3.- El Viejo y 4.-
Los demás integrantes.

4.2.7.- El Virrey

Personaje principal en la patrulla, es el que comanda la misma. Es


uno de los más elegantes entre el conjunto, el mejor vestido, lleva en su
mano una espada, símbolo de su autoridad, con la cual va dirigiendo al
conjunto. Sus mandatos con la espada son dirigidos al clon primero,
quien fielmente cumple todas sus órdenes. Nos hace recodar al perso-
naje que durante la colonia, representaba, en nuestra patria, al rey de
España.

77
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

DISEÑO ARTÍSTICO DE ALBERTO ALVAREZ (EL PINTA)

78
Carlos León Chávez

DISEÑO ARTÍSTICO DE ALBERTO ALVAREZ (EL PINTA)

79
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

4.2.8.- La Gitana

Personaje fundamental es la gitana. Se trata de un hombre vesti-


do de mujer (gitana), con vistosos y coloridos disfraces, con pañole-
ta en la cabeza y grotescamente pintarrajeado. Se cubre la cara con
antifaz o lentes ahumados, y, generalmente, se la ve con un cigarro
(prendido o no), que lo lleva entre los dedos índice y mayor y los
labios, pintados con carmín rojo encendido; de igual manera, la cara,
con chapas bien marcadas y un andar sensual y con mucha coque-
tería.

4.2.9.- La cuadrilla

Es el elemento más llamativo y pintoresco del carnaval, por su va-


riedad en el vestir. Sobresale en estos personajes la policromía y el
ingenio artístico de los disfraces, que año tras año van creando y re-
creando, tanto el diseñador como la persona que los confecciona.

4.2.10.- El Viejo

Singular personaje vestido, generalmente, con peluca, sombrero o


gorra; con máscara, o sin ella. Su vestimenta consistía en camisa,
gabardina o sobretodo, o saco, ambos oscuros o verde oscuro; panta-
lones y zapatos, o descalso. Toda la vestimenta de lo más vetusta posi-
ble, conseguida adrede o envejecida al momento sacrificando sus pren-
das de vestir. En su caracterización de adulto mayor, quien personifica-
ba el viejo hacía que en la espalda sobresaliera por encima del sobreto-
do, una pronunciada joroba, que conjuntamente con sus ademanes era
el hazmereír de los espectadores.

En Carnaval reina el colorido, la burla, la sátira (especialmente a


los políticos de turno) y la picardía en todo, especialmente en la letra de
la canción picaresca de la copla creada de inmediato; sobre todo, en
los contrapuntos. Son famosas las patrullas de los barrios: San Pedro,
Cumbe Mayo, San Sebastián, La Merced, La Florida, Pueblo Nuevo,
San José, señeras fuguras en la fiesta del carnaval cajamarquino.

Actualmente y desde la oficialización del carnaval por parte de la


MPC, todas estas agrupaciones (comparsas y patrullas) participan del
gran concurso que se lleva a cabo el domingo de Carnaval. Para ello, el
Patronato nombra una comisión «ad hoc», la misma que elabora las

80
Carlos León Chávez

bases del concurso, el itinerario de los concursantes y todo aquello que


tenga que ver con el éxito de esta actividad.

Primigeniamente, la salida se ubicó en las primeras cuadras del Jr.


Trece de Julio, a partir del Arco del Triunfo hacia atrás (como quien va
a Bambamarca), y culminaba en la Plazuela de la Recoleta.

Durante el desarrollo de esta actividad, los espectadores, pueden


disfrutar de galerías hechas «ex profeso» para contemplar cómoda-
mente el espectáculo, o como mejor puedan arreglarse, de pie o senta-
dos, pues, la actividad se ha convertido para algunos creativos em-
prendedores en una buena alternativa para solucionar el problema del
desempleo, o para incrementar los recursos económicos en esta tem-
porada. Con antelación, se dedican o a poner sillas, bancas, bancos,
etc., o inclusive, a construir graderías para los espectadores.

Es impresionante este espectáculo tan variado, ingenioso, creati-


vo, brillante y multicolor. Dura aproximadamente cuatro (4) horas; en él,
barrios, caseríos, centros poblados, turistas, trabajadores de institucio-
nes públicas y privadas, personajes característicos de nuestra tierra, el
pueblo en general, exterioriza libremente su alegría. Se olvidan coyun-
turalmente las penas, frustraciones, preocupaciones, derrotas, trabajo
(salvo por supuesto los negociantes que hacen del Carnaval «una mina»)
y todo el espíritu y el cuerpo lo dedican a rendir pleitesía al Dios Baco,
al Rey Momo. En el desfile, unos aplauden y casi todos cantan al uní-
sono, acompañando a la patrulla o comparsa que está pasando; otros
juegan (con agua, con mixtura, polvos, pintura, chisguetes, etc); es decir,
el dinamismo y la alegría desbordante hace presa de todos, y el desfile
se convierte en una bacanal. Las comparsas y patrullas desfilan saltan-
do, cantando y bailando la música del Carnaval. Exhiben, a propios y
extraños, sus maravillosos disfraces confeccionados con mucha rigu-
rosidad «con tiempo», esperando el aplauso del público y el mejor ve-
redicto del jurado calificador. Éste busca su ubicación en lugares estra-
tégicos para poder evaluar, «sin ser molestados» por personajes inte-
resados en tal o cual comparsa, en tal o cual patrulla. Su veredicto debe
ajustarse a las bases y ser totalmente neutral en la calificación; para el
efecto, se invitan a representantes de instituciones versadas, entendi-
das y que dentro de sus funciones está justamente la difusión, promo-
ción, permanencia y superación de nuestro Carnaval, como fiesta tradi-
cional que promueve el turismo. Los representantes, hacen posible la

81
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

participación de instituciones como La Direrección Regional de Cultura,


la Escuela de Formación Artística «Mario Urteaga, La Asociación de
Artistas Aficionados, algún artista plástico reconocido, un músico famo-
so, «un carnavalero de «cuerpo y alma,» etc. Todo ello permite asegu-
rar la justeza de la calificación.

Durante el desfile, parroquianos, patrullas y comparsas, compar-


ten bebidas gaseosas, la rica chicha de maní o de jora, y todo cuanto
licor se haya descubierto o inventado sobre la faz de nuestra Pacha
Mama. Se alegra el desfile con silbatos, matracas, lanzando las ser-
pentinas, pintándose con polvos y bailando, improvisadamente, en ve-
redas, plazuelas o cualquier espacio que permita el movimiento y con-
junción armoniosa de la música y el cuerpo.

Terminado el desfile, los participantes regresan, unos, a sus ba-


rrios a continuar con la fiesta, otros van en busca del Carnaval con la
idea segura de haber sido los ganadores.

1.3.- LA UNSHA

Llamada también yunsa, palo cilulo, cortamonte, cortapalo o tum-


bapalo. Es un árbol (generalmente de capulí, hasta su prohibición), el
cual se adorna con juguetes, botellas de licor, frutas, serpentinas, glo-
bos, banderas, etc. Estos objetos se amarran fuertemente a las ra-
mas.

La actividad tiene múltiples tareas que la realizan varias comisio-


nes para poder culminar con éxito: El recuento de los ofrecimientos en
el cuaderno de apuntes del año próximo pasado, la elaboración de es-
quelas o tarjetas de invitación, su distribución, el recojo de los ofreci-
mientos, el transporte del árbol, la excavación del hueco para «parar la
unsha», la preparación con medios e instrumentos diversos, tanto para
hacer el hueco (palanas, picos, etc.), como para parar la unsha (esca-
leras, sogas, tacos, etc), y también para cortarla (hacha, machete, etc.),
la colocación de los ofrecimientos en el árbol (aguja, pita, bolsas plásti-
cas, etc.), la preparación de la chicha para la fiesta, el alquiler del equi-
po o los conjuntos musicales, la preparación de la comida, etc.

La gente baila en torno de la unsha al compás de la música. Acto


seguido y, en general, por las noches, el mayordomo y la mayordoma,

82
Carlos León Chávez

hacha o machete en mano, se colocan dentro del círculo de bailarines


y por parejas, va escogiendo quienes darán tres hachazos o macheta-
zos a la unsha hasta derribarla al son de…»A LA UNA Y A LAS DOS, Y
A LAS TRES SU MACHETAZO.» Las parejas escogidas van debilitan-
do poco a poco la unsha y al ritmo de «UNSHITA, UNSHITA, QUIÉN TE
TUMBARÁ; EL QUE TUMBA TU DUEÑO SERÁ,» la unsha definitiva-
mente cae, En este momento los danzantes, mirones y, en general to-
dos, se lanzan sobre la unsha para apropiarse de los objetos que la
adornan y que finalmente serán suyos. La pareja que tumba la unsha
tiene como responsabilidad de devolverla y pararla el año entrante. De
esta manera se convirerten automáticamente, en mayordomos. A la par
que se dan los machetazos o hachazos «los invitados van apuntando,
conjuntamente con el o los mayordomos (en un cuaderno), el «ofreci-
miento» de los participantes, para la unsha del año siguiente, por pare-
jas y previo vaso de chicha.

Las unshas se inician después del entierro del Rey Momo. Ante-
riormente se designó el día martes, posterior al miércoles de ceniza
que es la fecha del entierro del Rey Momo. Con el correr del tiempo,
indistintamente, se lo realiza o bien sábados o bien domingos. En el
mejor de los casos, la «parada» se la realiza el día sábado y la tumbada
el domingo por la tarde. En estas actividades, el barrio, los mayordo-
mos o la familia encargada de «parar la unsha, realizan, unitaria, res-
ponsable y disciplinadamente todos estos procesos.

*Parada de la unsha

Para cumplir con responsabilidad y con éxito la parada de la unsha


no se escatiman esfuerzos. Se han visto ocasiones en que los grupos,
divididos en dos filas, provistos de sogas, palos, escaleras, palanas,
picos y todo cuanto instrumento se necesite para la «parada de la uns-
ha», inician y culminan el trabajo con exquisito placer, se dan en todo
momento, unos a otros, ánimos en la empresa, gritando, haciendo vi-
vas…, hasta ver coronado su esfuerzo y dejar en posición vertical el
árbol que servirá luego para la fiesta. Previamente, por supuesto, la
comisión responsable ha hecho con igual esfuerzo «el hueco» donde
se va a «parar la unsha». Es preciso resaltar estas actividades; pues,
en las mismas, no hay prejuicios de ninguna índole, sólo prima el ca-
rácter festivo, unitario, amigable y fraterno de compartir la alegría del
carnaval en su fase final.

83
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

Reitero, el momento de parar la unsha es un acto por demás inte-


resante e impresionante. Los participantes dejan ver su entusiasmo y
sobre todo sus conocimientos al respecto. Aquí vale más la experiencia
que el estudio y es, generalmente, el que más experiencia tiene, el que
dirige las tareas de la «parada de la unsha», entre gritos, hurras vivas y
¡fuerza, fuerza!, etc.., intercalados por sendas copas o vasos de licor
porque el Rey Momo lo quiere así.

* Vestida de la unsha

Esta es otra actividad importantísima en la fiesta del carnaval caja-


marquino. Ta como hemos escrito anteriormente, el año anterior a la
tumbada de unsha, se han nombrado los mayordomos, quienes son los
encargados de velar por la permanencia de la actividad. La mayordo-
mía tiene, como mínimo, una pareja de personas responsables. Estas,
al momento de cantar y bailar el cilulo u otra tonada carnavalesca, cua-
derno en mano, comienzan a apuntar los ofrecimientos para el próximo
año, ofrecimientos consistentes en frutas de diversas clases (mangos,
plátanos, naranjas, manzanas, etc.), bebidas gaseosas, bebidas alco-
hólicas (cañazo, chicha, cerveza, etc.), quintos, pañuelos u otros artí-
culos diversos como: canastas, abanicos, ropa de vestir, coladores de
cocina, matamoscas, etc. Es decir, todo cuanto haga de la unsha «la
mejor vestida». Demás está decir que el palo para la unsha es de res-
ponsabilidad de quien el año anterior la cortó y tumbó; por ello, la tona-
da dice: «unshita, unshita, quién te tumbará, aquel que te tumbe tu
dueño será».

Algunas veces, la unsha es vestida cuando aún está tendida en


el suelo; en otras ocasiones, cuando ésta ya se halla en posición ver-
tical (introduciendo una parte de ella, la más gruesa, en su hueco
correspondiente, bajo tierra). Para ello, la comisión comienza a ama-
rrar con «pita» o «pavilo» todas las frutas y artículos que van a ador-
nar la unsha.

Para adornar la unsha hay muchachos y/o jóvenes que, subidos en


una escalera, o trepados en el árbol, colocan las frutas y los adornos en
forma meticulosa, tratando, en lo posible que la misma se vea vestida
armoniosamente; en otros casos, los artículos y frutas, unidos por un
hilo fuerte, son lanzados desde el suelo hasta lograr que las ramas
sostengan a los mismos.

84
Carlos León Chávez

A continuación, varones y damas culminan ya casi su ornato. En


este momento se lanzan serpentinas, las mismas que comienzan a
caer desde la cima del árbol a través de las ramas, lo que le da una
imagen impresionante. De igual manera, se le adiciona globos inflados
de diferentes colores, amarrados también a las ramas.

Finalmente, y como buenos peruanos, en la cima de la copa del


árbol se coloca nuestro sagrado bicolor. Con ello culmina la tarea de la
«parada de la unsha».

Demás está decir que todas las actividades son matizadas con
música, la más franca alegría, baile y, por supuesto, sendos vasos de
chicha, (los que son alcanzados en jarras, baldes, «potos», «cojudi-
tos, «cojudos o «cojudazos», calabazas), cerveza u otro licor porque:
«CHICHA BUSCO, CHICHA QUIERO; POR CHICHA SON MIS PA-
SEOS; QUIÉN ME DIERA UN VASO E´ CHICHA, PARA CALMAR MIS
DESEOS».

Los obsequios para vestir la unsha son donados, generalmente,


por todos los asistentes del año próximo pasado, quienes, en cuader-
no, como ya sabemos, han anotado su «voluntad.» A ellos, previamen-
te, se les ha hecho llegar su tarjeta de invitación haciéndoles recordar
día, lugar y hora de la fiesta y «su ofrecimiento consistente en…»

*Tumbada de la unsha

Es el momento más alegre, emocionante y de mucha expectativa,


sobre todo, para los niños, los jóvenes y los mirones que siempre lle-
gan y que esperan llevarse lo mejor y la mayor cantidad de artículos de
la unsha; pues, los hay de algunos que «ya le han hechao ojo a su
prenda.»

La tumbada de la unsha, generalmente, se programa antes de que


la luz del sol desaparezca. Aproximadamente, a las seis de la tarde;
pero, hay unshas cuya tumbada se programa; inclusive, a media no-
che, «dizque» para ver la paciencia de los invitados, para gozar el car-
naval hasta el último, o para «que se vaya la gente mirona a su casa».
Para ello, los mayordomos han conseguido un hacha o machete, obje-
to con el cual, en parejas, los asistentes iniciarán la tarea de cortar el
árbol. Tres son los machetazos que cada persona debe dar al árbol,

85
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

aunque los hay de aquellos que se «envician y le dan de seguido hasta


tumbarla.» Todo es realizado al compás de la música, el baile y la alga-
rabía que el licor propicia. Durante la fiesta se utilizan polvos para pintar
la cara, serpentinas para adornar el cuello, mixtura con la misma finali-
dad, chisguetes y, salud, salud, salud, y ¡huísquiti, huísquiti!, durante el
baile, donde predomina el siquicheo, el ïnvite», la galantería, la picar-
día, el salero, el coqueteo, tanto, por parte del hombre, como de la
mujer y «GAVILANCITO GAVILAN, COGE TU POLLA GAVILÁN; LLÉ-
VALA AL MONTE GAVILÁN, SACA LAS PLUMAS, HARAGÁN».

En éstas y todas las fiestas de carnaval, además de la alegría, la


belleza, el colorido y la sinrazón, se producen muchos romances, de
ocasión en unos casos, duraderos en los más, porque también: «EL
GAVILÁN EN EL MONTE, SE COME LA CARNE CRUDA, ASÍ ME LA
COMO YO, CUANDO LA SUERTE ME AYUDA».

Finalmente, luego de muchas vueltas alrededor de la unsha, mu-


cho licor y mucho ¡huísquiti, huísquiti!, se inicia el proceso de corte y, a
la voz de «A LA UNA Y A LAS DOS Y A LAS TRES SU MACHETAZO»,
el hacha o machete comienza a hacer su efecto, las astillas del vegetal
van volando hasta hacerlo «besar» el suelo. En este momento los invi-
tados y mirones, se lanzan sobre el árbol para apropiarse de lo escogi-
do previamente, o de lo que puedan apropiarse en último de los casos.
Los artículos se convierten en valiosos trofeos ganados durante el pu-
gilato de selección y apropiación de los mismos. En estos momentos
de lucha, los dueños de casa inician la tarea de mojar a los pugilistas
unsheros, con baldes, lavadores, y todo cuanto depósito sirva, lanzán-
doles agua, chicha, o cualquier líquido utilizable en la tarea de mojar, a
la montonera que, bulliciosamente, se halla concentrada en el recojo
de los premios que ofrece la misma. Culminada la tumbada de la uns-
ha, los invitados pasan a la casa a continuar con la fiesta, despidiendo
así la unsha hasta el próximo carnaval.

Cajamarca es el lugar de las unshas; por ello, permítanme narrar


un par historias de ellas que por su grandiosidad, alegría colorido y
esfuerzo de los vecinos y familias, se convirtieron, en su oportunidad,
como unas de las mejores.

Es La Merced, un barrio ubicado en el Centro Histórico y cuenta en


su espacio con lugares donde el comercio es la actividad más impor-

86
Carlos León Chávez

tante; por ende, los amigos ambulantes habían hecho de los jirones
Apurimac, Amazonas y Sabogal, el espacio donde exponían y comer-
cializaban sus mercancías. Ropa, juguetes y artículos diversos eran
ofrecidos a los ciudadanos, que no habiendo otro lugar para adquirirlas,
este se convertía en el «centro del movimiento.» Hablo de las décadas
del 60 al 80. En tiempos de carnaval, la comisión del barrio se encarga-
ba de organizar la «parada y tumba de la «Unsha Mercedaria», que por
sus características se la llamó «La Millonaria.»La comisión solicitaba, a
través de documento oficial, los artículos con los que deberían vestir la
misma. Los amigos comerciantes con mucha alegría hacían llegar: ca-
sacas, frazadas, canastas, camisas, ropa interior, para damas y varo-
nes de todas las edades, zapatos, casets, discos, etc; es decir, todo lo
inimaginable para contentar a los visitantes y vecinos. Cabe resaltar
que lo concerniente al almuerzo o refrigerio, era muy desinteresada y
beneficiosa la colaboración de nuestro querido padrino del barrio, don
Pedro Pajares, quien frecuentemente aportaba, un ternero, o un toro, o
un carnero y además, uno que otro chancho, según la situación lo ame-
rite.

Los comerciantes, ambulantes o formales, hacían llegar sus dona-


ciones para la unsha a los representantes del barrio, quienes, canasta
en mano recorrían los jirones para recibir los mismos. En algunos ca-
sos, se hacía previa conversación, que era acompañada, generalmen-
te, de algún «salud» por el éxito de la unsha.

Culminada esta actividad, comisión y vecinos, esperaban a que


otra de las comisiones, encargada de traer la unsha, hicieran la corres-
pondiente «parada», luego la «vestían» como Dios manda.

Es aquí cuando se ponía de manifiesto la unión del barrio, pues,


todos, absolutamente todos, contribuían a poner vertical al vegetal,
que por lo general medía unos siete u ocho metros de altura. Familias
como: los Prado Cabanillas, Mosqueira Correa, Correa, Gálvez Lon-
ga, Briones Salazar, Rodríguez, Soto, etc. Conjuntamente con los car-
navaleros y carnavaleras del barrio u otros personajes invitados ex-
profeso, todos ellos se dedicaban, el día sábado a realizar la agrada-
ble tarea de parar y vestir la unsha. Al terminar todas las actividades
de la parada, daba grata satisfacción verla vertical, con todos sus atuen-
dos: serpentinas, quintos (de dinero, gaseosas, cerveza y cuanto licor

87
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

se haya podido producir, sin faltar, por supuesto, la sabrosa y rica


chicha de jora o maní. Esta bebida, en un barril, urpo o payanca, era
colocada, con adornos de serpentinas y globos, a un costado del im-
pactante árbol, el que tenía también en su vestimenta globos y abani-
cos, los artículos alcanzados por los comerciantes y para finalizar su
atuendo: nuestro sagrado bicolor nacional, ubicado en la cima del
emblemático vegetal.

La gente, pacientemente esperaba hasta la hora cero, y una vez


que iniciaba su caída, producto de los certeros hachazos, no bien em-
pezaba a caer, los parroquianos se avalanzaban hacia la misma en
busca de poder hacerse de aquello que ya previamente le habían «pues-
to el ojo», o en el último de los casos, lo que Dios les había designado
por suerte. En verdad, que era grato observarla, pocas frutas en su
vestimenta, llena de artículos de toda índole, parecía un supermarket
vegetal. Se la tumbaba el día domingo, ¡A LAS DOCE DE LA NOCHE!,
CON LLUVIA O SIN LLUVIA, cantando como en todas, a la una y a las
dos y a las tres su machetazo.

Terminada la actividad, la fiesta continuaba hasta esperar la llega-


da del nuevo día y con él, el reparador caldo de gallina, de patas o de
cabeza de carnero.

Otra de las famosas unshas es la de nuestro querido y entrañable


amigo, que por cariño le decimos «El Torito Arana.» En los últimos años
se desarrolla en Mollepampa. Una unsha muy vistosa y de mucho pres-
tigio entre los carnavaleros, aquí además de los preparativos para la
parada y tumbada, se realizan actividades complementarias, como por
ejemplo las «ollas mágicas, la pachamanca y otras más.

*El juego de «las ollas mágicas»

Consistía en preparar de 3 a 5 ollas de barro con sorpresas en su


interior. Se las colgaba por el asa, a una altura de más o menos dos a
tres metros de altura, atravesadas, todas ellas, con una cuerda o soga,
la misma que uno de sus extremos estaban fijamente amarrada por un
lado en la pared y, por el otro, colgando de un clavo previamente colo-
cado en otra de las paredes, frente a la primera. La soga la cogía una
persona, previamente preparada para templar y aflojar, cada vez que

88
Carlos León Chávez

los participantes, querían romperlas con un palo, que previamente, se


les hacía llegar, semejando las clásicas piñatas.

El juego consistía en tapar los ojos del participante con una venda
de tela; seguidamente se le alcanzaba el palo con el cual debería rom-
per las ollas; se le hacía saber que con el mismo debería romper cual-
quier olla; pues, en ellas habían colocado agradables sorpresas. Dicho
esto, al participante se le daba varias vueltas y finalmente: «échate a
pegar.» Cada vez que el participante se esforzaba en buscar «a tontas
y a locas» y trataba de darle el palazo a la olla, el encargado de templar
la soga, halaba y aflojaba la misma de tal manera, que hacía más difícil
la tarea. Si el participante, con suerte, lograba romper alguna olla, en
algunos casos, de las mismas caía agua o chicha, bañando al partici-
pante, o un cuy, gallo o gallina, que era a las finales, el premio por su
participación.

Ollas mágicas Unsha cajamarquina

89
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

Unsha, cortapalo o cortamonte

6.- CONCURSO DE COPLAS Y CONTRAPUNTOS

*Concurso de coplas

Actividad implementada una vez oficializado el carnaval por la MPC,


con la finalidad de seguir cultivando esta artística y singular actividad
como una forma de expresar el arte hecho poesía y canto en la copla
carnavalera.
El concurso tiene dos partes: para los compositores y para los ejecu-
tantes (cantores y músicos). Para ello hay un jurado especial que confec-
ciona el reglamento respectivo, el mismo que es inapelable. La comisión
se encarga de todas las tareas que acarrea esta actividad: la designación
de los integrantes del comité, la confección de las bases del concurso, la
nominación del jurado evaluador, la contratación de equipos de amplifica-
ción, local. Se lo ha realizado en diferentes lugares: Teatro Cajamarca,
Complejo Belén, Coliseo César Narváez Alva del Colegio «San Ramón,» y
las últimas ediciones que fueran llevadas a cabo en la Plaza de Armas con

90
Carlos León Chávez

motivo de la celebración de la víspera del aniversario de creación política


del Departamento de Cajamarca, o sea el 11 de febrero del 2010.

Históricamente, este concurso ha tenido sus buenas y sus malas.


Cuando empezó, tuvo mucha expectativa y el Coliseo Cerrado de «San
Ramón» se llenaba de asistentes; pero, poco a poco fue perdiendo
importancia; por ello, la comisión ha implementado una serie de estra-
tegias para mantenerlo o mejorarlo. Con él se hace posible la perma-
nencia de la cashua carnavalera, el ingenio, la creatividad y la vigencia
permanente de costumbres y folklore propios de la región, de los escri-
tores que cada año presentan sus composiciones llenas de belleza y
armonía literaria. En pocas palabras, sigue vigente la identidad caja-
marquina, que se ve amenazada por la inmigración permanente de gente
de otras regiones y países (que llevan consigo, naturalmente, sus cos-
tumbres), debido a la actividad extractiva de la región.

La cashua cajamarquina es una melodía que, en el ámbito nacio-


nal e internacional identifica al poblador cajamarquino, aun cuando exis-
tan diferentes tonadas en cada uno de los distritos y provincias de la
región, pero que al final es y será siempre EL CARNAVAL.

En la fiesta, el pueblo canta sus éxitos, fracasos, anhelos, espe-


ranzas, amores, sátiras a los políticos, bromas, la picardía del vulgo,
todo dentro de un marco de respeto irrestricto a las personas, al verso
(copla) y al mensaje que deben llevar las mismas; esto, dentro del con-
curso; porque, en las calles, casas y al libre albedrío, salen coplas de
color elevado que bien se merecen un análisis especial, y de igual ma-
nera, un cancionero especial también.

Son innumerables los conjuntos que han participado a lo largo de


los años que tiene el carnaval en este importantísimo concurso. Están,
por ejemplo: Don Guillermo y su Conjunto del Barrio San José, Los
Romanceros del Cumbe, Los Mensajeros del Inca, que hicieran tan
popular la copla de su autoría:

Si quieres gozar, si quieres bailar,


A Baños del Inca hay que visitar

Copla que ahora la cantan los carnavaleros en todo lugar y tiempo


cambiándola por:

91
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

Si quieres gozar, si quieres bailar


A Cajamarca hay que visitar...

Diversos son también los instrumentos que se utilizan para la inter-


pretación de las coplas de Carnaval. Están entre ellos: la guitarra y el
violín. En otro tiempo la concertina, el acordeón, la tumba, el huiro, la
quena, flauta, y, últimamente, la bullanguera y estridente tarola, que los
niños, jóvenes y adultos la tocan con mucha vehemencia en plazas,
calles, avenidas y en todo cuanto lugar donde se pueda hacer Carna-
val. Esto, hablando de los instrumentos musicales formales, pero para
el carnavalero, todo lo que suene sirve para hacer música de Carnaval,
y para ello se usan: baldes, lavadores, pedazos de madera, quijadas de
burro, de ganado lanar, huesos, palos, chapas, mesas, sillas, bancos,
cucharas, y en fín, como repito, todo cuanto el ingenio del ser humano
pueda usar para hacer música.

LA COPLA DEL CARNAVAL


Literaria y literalmente, la copla es una composición poética de cuatro
versos de arte menor, de rima consonante o perfecta en los pares y
libre en los impares. Está destinada a ser cantada; también se la define
como canción popular española, derivada del cuplé e influenciada por
varios géneros; género musical constituido por esas canciones popula-
res. Para nuestro caso, las tres definiciones se ajustan a la copla del
Carnaval cajamarquino, con el aditamento de la fuga, que es la parte
final de la copla, con la cual el baile se hace más intensivo y alegre, y
las parejas «zapatean a más no poder», con mayor vigor y entusiasmo
para finalizar el baile.

«El estilo de los cuartetos que forman las coplas del Carnaval, en
términos de poesía culta, es pobre, faltan muchas de las exigencias
tradicionales, características de todos los movimientos líricos de occi-
dente. No hay uso consciente de la metáfora, y la rima no sigue ese
necesario camino lógico sentimental y, por lo tanto, poético, que tipifica
el verso clásico» han sostenido algunos autores dedicados a la investi-
gación en este tópico.

Se dice que los cantos carnavalescos llegaron a Cajamarca a fines


del S XIX y principios del XX a través de los clásicos almanaques ilus-
trados, otros fueron creaciones literarias de escritores y/o poetas, ge-

92
Carlos León Chávez

neralmente anónimos; pero se conocen como pioneros a escritores y


periodistas como Vicente Pita, Amalia Puga de Lozada, o José Asencio
Urteaga, que los popularizaron mediante periódicos y revistas de la
época, y que el pueblo aceptó, repitió y transformó según sus propias
conveniencias y convivencias. Por ejemplo, es posible que una de las
primeras coplas sea aquella que nos hace recordar a los trece de la Isla
del Gallo, que a la letra dice:

Pues señor gobernador,


mírelo bien por entero,
que allí va el recogedor
y aquí queda el carnicero

Acá se hace mención a una de las actividades que, en nuestra


historia, era realizada por parte de los colonizadores españoles.

Hay coplas cuyos versos tienen siete, ocho, nueve, diez, once,
doce e incluso en algunos casos tienen hasta 14 sílabas; pero las más
comunes y corrientes son las de ocho a diez sílabas. A continuación
doy un ejemplo para su apreciación.

Un-shi-ta,un- shi-ta, quién te tum-ba-rá + 1

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 Sílabas

El a-ño que vie-ne tu due-ño se-rá

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 Sílabas

A la u-na y a las dos;

1 2 3 4 5 6 7 8 Sílabas

Ya las tres, su ma-che-ta-zo.

1 2 3 4 5 6 7 8 Sílabas

93
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

Para hacer más dinámica e interesante la lectura, dejo unas co-


plas para que usted, amable lector, haga el análisis de las mismas.

Quien dijera que Juanito


es un rialito en sencillo
lo vua mandar retratar
en el rabo de un zorrillo

Canten canten, pues, señores


Canten que les pagaré,
sino quieren plata blanca,
oro puro les daré

Ahí viene mi carnaval, cilulo


Viene por el Cumbe Mayo, huailulo.
Viene trayendo alegría, ciuló
Y una payanca de chicha, huailulo.

Son muchas las opiniones de los versados en la materia: para no-


sotros, con mucha sencillez y humildad: Carnaval, coplas, copleros,
músicos y cantantes, siguen y seguirán vigentes para gloria, alegría y
promoción de esta singular festividad.

*CONCURSO DE CONTRAPUNTO

Contrapunto significa contraste entre dos cosas simultáneas o que


están juntas, y contraste viene a ser la oposición o diferencia notable
que existe entre dos cosas o personas. Creo que ambos términos sir-
ven para definir el contrapunto en las fiestas del Carnaval. Informal-
mente y en la mayoría de los casos, es una mujer y un hombre los que
lo ejecutan, pudiendo, en el caso del pugilato carnavalero hogareño,
llegar a una lid de grupo masculino contra grupo femenino, los que son
acompañados en todo momento por un conjunto música. Formalmen-
te, se realiza a la par del concurso de coplas.

94
Carlos León Chávez

PENTAGRAMA DE LA MÚSICA DEL CARNAVAL CAJAMARQUINO

De lascosti llasdeunguapo De lascosti llasdeunguapo

Vua hacer puente y vua pasar Vua hacer puente y vua pasar

de la sangre de un va-liente-te vua hacer chicha

y vua to-mar Vua hacer chicha y vua tomar.

95
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

El contrapunto es una situación muy divertida. Se da generalmente en-


tre hombre y mujer, quienes utilizan la copla del carnaval para entablar
un pugilato literario verbal-musical. Es la eterna lid entre sexos, para
ver quién es el triunfador, quién gana la lid. En el proceso, ambos gru-
pos o personas, reciben, las hurras y vivas de uno u otro grupo tam-
bién. El contrapunto carnavalesco, generalmente, se inicia con coplas
enamorando, invitando o insultando al género contrario. Éste, automá-
ticamente, responde con otra copla, la misma que debe ser de «calor y
color» más subido, esperando una nueva respuesta. Al finalizar el pugi-
lato coplero entre hombres y mujeres (porque todos participan, en su
grupo, en la selección o creación de la copla de respuesta), culminan
cantando coplas que permiten «hacer las pases para gozar del Carna-
val».

Vale aclarar que esta actividad es tan antigua como el Carnaval.


Se desarrollaba, en sus inicios, en las casas adonde van de visita los
carnavaleros y que en algún momento de la fiesta, o, por decir, «por
cosas del destino,» a alguien se le ocurría cantar, por ejemplo:

Qué bonita señorita


Quién será su enamorao
Yo quisiera conocerlo
Pa matarlo al madiciao
Escuchada la copla, la organización de las mujeres es automática, para
«hallar la respuesta en el momento» o, como vulgarmente se dice, «¡al
toque!», la respuesta podría ser:

Quítate de mi delante
Cara de locro sin sal
Basura de calle angosta
Jeringa del hospital.

Automáticamente se arma «la guerra literaria» y las coplas comien-


zan a crearse y recrearse para defender a uno u otro bando. Para ello,
siempre en el grupo hay uno o varios carnavaleros expertos en la inter-
pretación y en la creación de coplas de respuesta. Se me ocurre una de
las tantas que permite la lid de género

96
Carlos León Chávez

Todas las mujeres tienen


en su barriga un compás,
Más abajito lo tienen
las barbas del juez de paz
A lo que el grupo contrario responde, por ejemplo:
Calla burro tú no sabes
lo que te va suceder;
La montura ya te he puesto,
el bozal te vua poner

Así continúa el pugilato verbal-musical entre los grupos, hasta que


ponen fin al asunto cantando todos el famoso:

Vamos cantando señores


Vamos alegrándonos…….

7.- BAILES DEL CARNAVAL

Los bailes carnavaleros han sido y seguirán siendo de dos clases,


tanto en la zona urbana, como en la rural: sociales y populares o case-
ros, en el mejor sentido de la palabra.

Los bailes sociales, en sus inicios, eran organizados por las princi-
pales autoridades: políticas, ediles o clubes con reconocimiento en la
ciudadanía. La prefectura, la municipalidad provincial, el club Cajamar-
ca, el Club de Leones, el Rotary Club, la Policía Nacional (antes Guar-
dia Civil. Los había y creo que aún los hay de dos clases: los sociales y
los populares.

Una vez formalizado el Carnaval, los bailes sociales los organiza o


da el permiso para organizarlos el Patronato y/o los comités barriales.
Los organizadores, instituciones públicas y/o privadas, los hacen, ge-
neralmente, para sacar fondos y así solventar los gastos del carnaval, o
para fines sociales, como ejemplos tenemos: el baile de Mamarrachos,
el del Clon Valiente, el del Manantial del Amor, el de los Jueves de
Compadres y de Comadres, del Saco Largo, del Matrimonio de Ño Car-
navalón, del Antifaz. Todos –repito– con características sociales muy
peculiares, con venta de tickets y otros aditamentos, de acuerdo con
las metas trazadas por los organizadores.

97
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

Vale resaltar la magnificencia y prestancia de los bailes sociales en


épocas pasadas; las damas seleccionaban o mandaban confeccionar
sus atuendos con toda la meticulosidad del caso. Se proveían del rico
perfume importado (con spray en la mayoría de los casos), de igual
manera del finísimo talco «con olor a exóticas flores de un jardín ima-
ginario», en la mayoría de las veces de colores e importado también
(primaban los colores blanco y rosado), de la serpentina por docenas
en sus respectivos paquetes; pues, eran el instrumento que inciaría la
conversación y tal vez «algo más», con algún tímido carnavalero, del
antifaz o la máscara que se usaba en la fiesta, y de todo cuanto haga
del baile, la mejor de las experiencias festivas. De igual manera, los
varones preparaban sus atuendos y demás vericuetos para gozar del
Carnaval.

Era maravilloso ver cómo el espacio aéreo, se vestía de multicolo-


res y brillantes formas, gracias a que serpentinas y mixtura, volaban
por los aires haciendo maniobras inimaginables en su recorrido hasta
llegar finalmente al piso, los siquicheos, los quites de pañuelo en el
gavilancito gavilán, o los zapateos al ritmo de la fuga hacían de la fiesta
una maravillosa actividad festiva, llena de jolgorio, alegría, colorido, mú-
sica, belleza y gimnasia carnestolenda con la cashua cajamarquina; o
también del baile con la vitrola, el pik up, o equipo electrónico, según el
tiempo, con los discos de carbón, de 45 rpm, Lps, etc. En los cuales se
podían escuchar los popurrís carnavaleros como el carnaval limeño y
serpentinas de amor, se va la lancha, la vaca lechera, la raspa popular
y otros; polkas compuestas por Chabuca Granda y entonadas por los
Trovadores Criollos, Irma y Oswaldo, o la Parranda Panameña, cancio-
nes que se convertían en un mosaico musical. Todas estas expresio-
nes se iban uniendo, conjugando en una sola armonía, la polca criolla,
la zamba brasileña y alguna que otra tonada hindú; armonía musical
contagiante que hacía saltar, arrodillarse, sentarse, entrelazarse, «dar
vueltas como trompo», «ashuturarse;» tanto así, que el más quedado
mortal, dejaba de serlo mágicamente y, como por «arte de magia»,
resultaba «bailando sin darse cuenta». Para recordar, copio algunas de
estas canciones, unas las transcribo completas y otras….para que us-
ted amigo lector,… las complete y participe también leyendo, cantando,
recordando:
El Carnaval de las Calles de Chabuca Granda:

98
Carlos León Chávez

¡Ay, Carnaval, Carnaval


Quiero encontrarte en las calles
Con tu cinta de colores
Colores, de algarabía.

Con mi traje de alegría


Y risa en el corazón
¡Ay, carnaval, carnaval!
Tus tres noches con sus días.

Una fiesta de color,


Una fiesta de matraca,
Olvido si es que hay dolor,
Una fiesta de esperanza.

Esperanza de reír
Tras la máscara pintada,
Y que al reír y reír
las penas se vuelvan nada.

Continuaba la fiesta con el popurrí del Carnaval como por ejemplo:

Se va, se va la lancha
Se va con el pescador,
Y en esa lancha que cruza el mar
Se va, se va mi amor…

Para subir al cielo, se necesita


Una escalera grande y otra chiquita….

Apaga la luz Mariné


Que yo no puedo dormir con tanta luz….

Carnaval, Carnaval, es el ritmo general


Carnaval, Carnaval de alegría sin igual

Adolorido, adolorido
Adolorido del corazón

99
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

Por una ingrata, cara de gata


Que me ha jugado una cruel traición.

Y no faltaba la inconfundible vaca lechera, a la cual los bailarines la


acompañaban con el clásico «MUUUU»,

Tengo una vaca lechera (muuu)


No es una vaca lechera (muuuu)...

Para continuar con:

Se va, se va, la lancha


Se va con el pescador...

O también el:
Mamá yo quiero, mamá yo quiero
Mamá yo quiero mamar...

También se bailaba la Coca Leca, terminando este popurrí con la


famosa raspa popular.

O el que a la letra dice:

Dice que los monos, no saben querer


Pero el mono más chico, caramba,
Tiene su mujer.

Los bailes en Carnaval, los populares, se «arman» en cualquier


momento, improvisados, como se dice «al toque», bastaba solamente
que lleguen los carnavaleros a visitar a las casas con el famoso:

Aquí estoy porque he venido,


Porque he venido aquí estoy.
Si me muestran mala cara,
Como he venido me voy.

Momentos en que el o los dueños de casa abren la puerta


para hacer entrar a los carnavaleros, quienes al ritmo de los ins-
trumentos musicales inician la fiesta y el baile comienza con el
siguiente canto:

100
Carlos León Chávez

Ya salieron a bailar
El shingo con la perdiz
Shinguito, no seas sonso
Dale un pico en la nariz

Hay momentos en que se ensalza a los dueños de casa con can-


tos como:
En el centro de esta casa
Hay un pozo cristalino
Donde se lava Susana
Sus cabellos de oro fino.

Quien dijera que Juanita


Es un granito de arroz
La vua mandar retratar
En la presencia de Dios.
O para burlarse del alguien de la «patota»
En el centro de esta casa
Hay un pozo de agua sucia,
Donde se lava José
Sus corvas con una tuza.
Acacau de mi José
vivo se quiere enterrar
al saber que su fulana
la vuelta le va a sacar

«Armada la jarana, el dueño, si es que los visitantes se quedan


«para largo rato», preparan el sancocho, las cecinas, o, en la mayoría
de casos, el cuy frito, shactado o con maní, con su picante de papa.
Estos platos son acompañados y saboreados con el rocoto molido de
«tres piques»…cuando entra, cuando sale y cuando…se acuerdan.»

Durante la fiesta, si el dueño de casa se olvida de invitar el trago,


los cantantes le hacen la sugerencia:
Desde la Encañada vengo
carrerita de ratón
por ver si me dan su chicha
del urpito del rincón.

101
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

Si los dueños de casa se «hicieran los sordos», los cantantes cont-


núan sugiriendo, pero ya con más exigencia, cantan la siguiente tonada:
Desde la Encañada vengo
muerto de frío ¡alalay!
por ver si me dan su chicha,
miserables, atatay.

Son muchas las coplas que tienen por finalidad pedir, exigir, ena-
morar, insultar, invitar etc. Todo depende del momento en que se halle
la fiesta, pues:

Carnaval tiene la culpa


para llegar a tu casa;
Si no fuera carnaval
¿cuándo me has visto llegar? .

A la par de los versos, la música y el baile, el dueño de casa y


familiares van repartiendo la rica chicha que, de acuerdo con el tiem-
po de preparación, hará estragos futuros en los fiesteros dotándoles
de mayores bríos para continuar con el Carnaval en otras casas. Du-
rante el baile van circulando las jarras de chicha, a la par, los polvos,
serpentinas, mixtura y todo lo que se usa en carnaval, que son colo-
cados en los carnavaleros (unos en el cuello, otros esparcidos en la
cara, y cabeza, respectivamente), todo es utilizado en el carnaval,
durante la fiesta; incluso la comida, si alguno de los comensales deja
algunas sobras de los alimentos, éstas van indiscutiblemente, a la
cabeza de quien ha dejado esas sobras. Hay casos en que durante el
juego, usan, inclusive, el rocoto molido, restregándolo en la cara o
caras de los participantes, esto, por supuesto, según el grado de amis-
tad o familiaridad, porque «a cualquiera no se le puede hacer eso».
Llegado el momento, se inicia el contrapunto. Para ello, en un lado se
organizan las mujeres y en el otro los varones, los músicos entonan la
música del Carnaval, y generalmente, se inicia esta actividad con ver-
sos que merecen respuesta de la contraparte. Para la defensa se usan
coplas conocidas o sacadas al momento por los ingeniosos carnava-
leros, hasta cierto momento en el cual de uno u otro bando comienzan
a gritar «Se quedaron, se quedaron...». Lo cual significa que la pro-
ducción coplera del contrapunto llega a su final. En este momento,
nuevamente, todos se unen y siguen cantando el carnaval, continuan-

102
Carlos León Chávez

do con la fiesta, hasta que el grupo visitante entona la despedida de la


siguiente manera:

¿Qué dicen, compañeritos


nos vamos o nos quedamos?
mejor será que vayamos
¿Que nos vamos a quedar…?

Vámonos, compañeritos
vámonos que vengan otros,
que les hagan el cariño
vomo han hecho con nosotros.

Despidiéndose finalmente con:


Que agradecido me voy,
de la casa donde estoy;
que me han dado su chichita,
escogiendo la mejor.

Con esta canción acaba el baile y los carnavaleros, prosiguen su


camino «buscando carnaval»…en otra casa, y así se pasan los días,
de casa en casa, cantando carnaval.

¡Qué bonito es Carnaval!


Pa’l que lo sabe gozar;
porque se come y se bebe,
en pretexto de cantar.

Los bailes en el campo o zona rural son parecidos en forma a los


citadinos, en cuanto a la alegría y colorido del mismo; pero hay un adi-
cional de que el campesino le da mucha importancia a la familia, al
trabajo y a la fiesta comunal; hay más respeto, se guardan distancias
entre edades, sobre todo, con los menores de edad, quienes «guardan
sus distancias, pues, los mayores…son los mayores».

Para tomar se utilizan los potos o mates, sin que por ello falten los
vasos o copas; para comer se alistan las joijonas, que son jergas lar-
gas, multicolores y tejidas a callua o telar con lana de oveja o carnero.
Estos tejidos adornan la mesa o el lugar escogido en el campo (suelo),

103
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

para la alimentación. Sobre ellas se colocan las lapas pulcramente asea-


das, donde van los alimentos, consistentes en cancha, chochos, ocas,
mashuas, picante de papa, mote, choclos, y, por supuesto, el cuy; tam-
bién se acostumbra el sancocho, sancochado o puchero como plato de
entrada. Alrededor de la joijona se ubican los comensales, dando priori-
dad a los mayores. Para matizar y alegrar la fiesta hacen circular la
chicha de jora o el cañazo, aguardiente o huashpay, y a veces incluyen
en este rubro, en algunas ocasiones: el anisado, y en otros tiempos, el
vermouth, coñac, gancia o estrónger.

Se agregan como instrumentos musicales en esta fiesta la caja, la


flauta y el clarín, succha o carrizo. Este último es el instrumento pecu-
liar y único en Cajamarca. Consiste en un tubo largo de carrizo de más
o menos 2 a 2,5 metros de largo, hueco en su interior, con una calaba-
za cortada por la mitad y colocada en la punta del instrumento y un
pedazo de carrizo que sirve de boquilla en el otro extremo que es por
donde el clarinero saca los sonidos graves o agudos según la tonada
que se va a interpretar: sea el alabado, el quishque, la cuyanita, el tuco
malagüero, la china María, etc. También se hace uso de los polvos, las
serpentinas, la mixtura o papel picado. De igual manera, el hollín de
ollas, cacerolas, sartenes y/o el carbón o ceniza de las cocinas, pues,
al final de cuentas «la culpa siempre la tiene, El carnaval».

Club Comparsa «Los Mayores» Barrio San Pedro

104
Carlos León Chávez

Delegación carnavalera en el Congreso de la República - 2008

Club Patrulla Infantil Barrio San Pedro

105
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

Club Patrulla Infantil Barrio San Pedro

Carro alegórico con Reina

106
Carlos León Chávez

8.- EL INGRESO DE ÑO CARNAVALÓN

Esta actividad es muy dinámica, pues, excede los límites imagina-


bles en cuanto a gozar, mojar, pintar, embadurnar, libar, más que bailar,
saltar, trotar, cantando, gritando, avivando, retando, etc. Esta es una
actividad llena de locura, hilaridad, alegría y en estos últimos años, de
excesos, pero no por parte de los cajamarquinos, sino de parte de quie-
nes vienen a Cajamarca, en la creencia de que en esta actividad pue-
den hacer lo que nunca han hecho posible en su vida. Felizmente no
son muchos, pero que el patronato y las fuerzas de orden han ido, poco
a poco ordenando. Por decir, a la horda de carnavaleros que los son
por decenas de millares, ya no los dejan entrar en la Plaza de Armas.
En este lugar se produce el desbande; este a su vez propiciaba el ata-
que a los tranquilos transeúntes o el atentado contra nuestro rico patri-
monio cultural, arquitectónico, etc., pues, manchaban sin ningún cargo
de conciencia, o como se dice «a diestra y siniestra» nuestras iglesias
y otros monumentos arqueológicos, patrimoniales; pisoteaban nuestra
Plaza Mayor, parques, jardines, etc.; pero, reitero, es gratificante la la-
bor de la PNP, Serenazgo y Policía Municipal en la tarea de cuidar la
dirección de esta turba de fandangueros. Acertadamente, el Patronato,
en estos últimos carnavales, con motivo de la culminación del ingreso
del Rey Momo, organiza un baile en el Estadio Municipal, y que es
donde termina la actividad, y donde los carnavaleros son invitados a la
fiesta. De esta manera, se evita la entrada de los carnavaleros, en gru-
pos, por el centro de la ciudad.

Tradicionalmente, de acuerdo con lo que conozco y he podido in-


dagar, el encargado de esa actividad es el empresario Cajamarquino
Ernesto Gálvez, más conocido como el «Che Gálvez,» por sus grifos
«El Che». Este personaje adornaba y sigue adornando uno de sus ca-
miones cisternas con un payaso gigantesco, que representa al Rey
Momo; lo viste con papeles de colores, serpentinas, globos y todo cuanto
la imaginación puede aconsejar para el éxito de la actividad. Se encar-
ga también de la convocatoria a la salida, o, no habiendo restricción ni
impedimento alguno para sumarse a la marcha, solamente basta la
buena voluntad de cantar, gritar, tomar, pintarse, y por si acaso, para el
frío, tomar cuanto licor se le presente. El ingreso se realiza «a como dé
lugar», con lluvia o sin lluvia, con granizo o sin él, con sol o con sombra,
con lo que sea, el Rey Momo, Ño Carnavalón, sale al promediar la 1 de

107
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

la tarde. Primigeniamente, el recorrido se iniciaba en Grifos «El Che» y


culminaba en la Plaza de Armas; pero, por los motivos relatados ante-
riormente, el recorrido del mismo tuvo que ser modificado por el Patro-
nato y la Comisión respectiva. Algunas veces se inicia en Grifos «El
Che», en otras en el Barrio conocido como «La Puerta de Cajamarca»
o sea Santa Elena. Continúa el recorrido por la Vía de Evitamiento,
hasta llegar al Cruce para ingresar al Estadio Municipal, que es el lugar
donde termina con un concurrido baile.

El patronato y la comisión, año tras año, implementan estrategias


para controlar la desbordante alegría de esta singular actividad; por ejem-
plo, desde hace pocos años, ha venido implementando el concurso de
las caras pintadas, con el objetivo de que los grupos que asisten a esta
actividad, desde sus casas o barrios, salgan ya pintados artísticamente,
a fin de hacerse del Premio del Concurso de las Caras Pintadas.

Srta. «Sonrisa»
Carro alegórico
«Lámpara a Kerosene»

108
Carlos León Chávez

9.- JUEGOS DEL CARNAVAL

Quién se puede imaginar el momento en que alguna mano furtiva


de una tímida damita escondida en algún balcón cajamarquino arrojó,
por primera vez, una poquita, un chorro o un «salpicón de agua», pen-
sando en el Carnaval, a algún mozuelo que, desentendido, pasaba por
debajo de su balcón, y que luego del hecho, satisfecha pensaba sola-
mente para ella: «¡Lo mojé!...¡Lo mojé!, mientras producía un chasqui-
do haciendo frotar fuertemente los dedos gordo y medio de ambas
manos, agitar con puño en alto, o frotarse las manos y esgrimiendo una
sonrisa como símbolo inequívoco de satisfacción y triunfo.

En nuestro tradicional carnaval, el juego era respetuoso, sobre todo con


el uso del agua, jamás se molestaba a la población en días laborables, toda
la alegría desbordante del carnaval se lo guardaba para los días sábados y,
fundamentalmente, los domingos, la Guardia Civil de ese entonces, cumplía
con su función de velar por el orden público, en todas las activas relativas al
carnestolendas y se jugaba con quienes deseaban jugar.

El juego con agua, tradicionalmente, se lo hacía mediante retos, los días


sábados y/o domingos, antes y durante las fiestas carnestolendas. Era el grupo
de hombres quienes, por lo general, tomaban la iniciativa, para entablar conver-
sación con alguna o algunas amigas o familiares, los que gustosamente acepta-
ban el reto y luego de fijar la fecha y las reglas del juego, ambos bandos se
preparaban para tan singular y « mojado combate».

Los varones se proveían de globos, jeringas, baldes, cubetas, etc.


Es decir, todo cuanto recipiente sirviera para hacer práctica de la «bal-
deada». Por su parte, las féminas se proveían de tinas, botijas, y pileta
para proveerse del líquido elemento. El trofeo del combate era la pileta
o el artefacto principal de donde las damiselas se proveían de agua y a
la cual tenían que llegar y adueñarse los varones, como símbolo de
triunfo si lo lograban, o penoso fracaso si no lo conseguían. El momen-
to en que terminaba la lid se iniciaba la fiesta; luego de «secarse y
cambiarse la ropa», tomar el calientito, almorzar, y luego dar inicio al
baile con los instrumentos y coplas del Carnaval, al son de la vitrola, el
pik up, el tocadiscos o el equipo electrónico.

Es menester contar una anécdota carnavalera real de uno de es-


tos retos; aunque tenga que darle un tinte imaginario, para salvaguar-

109
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

dar el nombre de los participantes en el suceso. Sucedió que en un


barrio central de Cajamarca se retaron dos grupos de jóvenes, para
realizar la «baldeada» un domingo de Carnaval. Llegado el día, la con-
tienda se inició con gran algarabía por parte de los mojadores y moja-
doras, En el momento culminante, ambos grupos se encontraban en la
pileta de la casa, pugnando por adueñarse de la misma. A la señal de
uno del grupo, los varones dejaron la pileta para reunirse y tomar la
decisión final en cuanto a la apropiación de la pileta, en estos momen-
tos uno del grupo, con sorna y gestos de triunfalismo mostró lo que
para él era su trofeo, se trataba de un brazzier de alguna de las damas,
que en el forcejeo había logrado sacarlo. Esa fue su «sentencia de
muerte», pues las mujeres, también en su reunión de descanso, ha-
bían visto la desfachatez y sobre todo la intrepidez del mismo, por lo
que unitariamente como fuente ovejuna, las mujeres decidieron casti-
gar a tan osado contrincante. Iniciada la segunda y última batalla, las
mujeres se preocuparon, nada más en coger al insolente, nada les im-
portaba los baldazos, la pintura, los manguerazos, etc., etc., etc. Su
único fin, su única meta era «cazar» al intrépido, y ¡vaya si lo lograron¡.
Con la «presa en las manos», el grupo de mujeres lo metió a la casa,
cerrando la puerta. Ya se pueden imaginar lo que ocurrió en el interior.
El pobre carnavalero sufrió las peores de la torturas, pues medio lloran-
do nos contó que le habían bajado el pantalón y restregado rocoto por
todo su bendito cuerpo, especialmente por las partes «más delicadas y
sensibles.» Una vez liberado, nuestro amigo fue a la Empresa «Cón-
dor» y. sin más ni más, compró su pasaje de regreso a Lima, de donde
había venido a pasar su carnaval.
El carnaval en Cajamarca, se inicia informalmente, luego que culmi-
nan las fiestas de Navidad y Año Nuevo, el primer día útil de enero, con
los primeros globazos que, como por arte de magia son lanzados por
manos invisibles y misteriosas a los cuerpos de las damiselas.¡Llega el
globo, pega y moja!..la chica mira, grita, se estira y sigue mirando bus-
cando con mirada iracunda o cómplice, al descabellado autor del lanza-
miento furtivo y en muchas de las veces eficaz.... y nadie, «lo juro, por
Diosito.» Nadie sabe de dónde salió, ni quién lo lanzó, porque todos mi-
ran al cielo o a cualquier parte, tratando de hallar al pilluelo del lanza-
miento; pero nadie, «por Diosito, ¡nadie sabe nada!
Es la juventud, fundamentalmente, la que da inicio a estos juegos
furtivos, ¡con el primer globazo!, y posteriormente va tomando cuerpo

110
Carlos León Chávez

poco a poco y oficializándose a medida que la fiesta va tomando cuerpo


también.

No es una fiesta que tiene una fecha fija; por el contrario, la fiesta es
movible, unas veces tiene lugar en el mes de febrero y otras en el mes de
marzo. Por ello la copla: PARA QUE MI DIOS HARÍA CARNAVALES EN
FEBRERO; PARA ANDAR DE CASA EN CASA Y EN TANTÍSIMO AGUA-
CERO»… La copla reza así, pues, febrero y marzo son los meses de
mayor afluencia de lluvia en nuestra tierra, pero, ello no es obstáculo
para desarrollarla, pues, con lluvia o sin lluvia ¡el Carnaval sale y se hace!

Hasta donde se conoce, ha sido, es y seguramente seguirá siendo


la Comuna Local, la encargada de su organización; para ello, «según la
coyuntura y las fuentes escritas y orales, se designaba al secretario de
la MPC (en sus inicios), o dos regidores, los mismos que convocan a
los ciudadanos más representativos para la conformación de la Comi-
sión Central o últimamente el Patronato del Carnaval, que se halla con-
formado por representantes de las organismos públicos y privados, or-
ganizaciones sociales, personalidades y presidentes de barrio, case-
ríos y centros poblados, para la programación y ejecución de todas las
actividades que tienen que ver con esta fiesta.

Carnavaleros del «barrio de la chicha y el pan» - «San Sebastián»

111
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

Carnavaleros del «barrio de la chicha y el pan» - «San Sebastián»

112
Carlos León Chávez

El juego con globos lo practicaban y lo practican, generalmente,


los varones, sin que ello signifique dejar de lado a las damiselas; pues,
las había de las más certeras lanzadoras que «puesto el ojo, puesto
el globo.» Se prefería la marca payaso. Daba garantía de venir sin
huecos casi en su totalidad (la bolsa o gruesa). En un inicio, los glo-
bos se los inflaba con la boca llena de agua previamente, que era
soplada hasta conseguir el objetivo o sea inflar el globo. En otras oca-
siones se usaban jeringas, de carrizo o lata, y muy pocas veces se
usaba el caño en las casas, porque las mamacitas negaban su uso
diciendo ¡No, no!, tanto inflar globos se malogran las pilas! (refirién-
dose a los caños).

En el lanzamiento de los globos, se hacían apuestas del lugar exac-


to en el que caería la bomba con el líquido elemento. Los inflaban peque-
ños, para lanzarlos con fuerza, cuando el objetivo femenino se hallaba
lejos; el lanzamiento era muy peculiar: el lanzador hacía el ademán de
curvar lateralmente el cuerpo hacia el suelo mano libre señalando el cie-
lo; globo firmemente cogido en la mano contraria y hacia el suelo, calcu-
lando la curva y la distancia, para luego, de un impulso majestuoso, lan-
zar el artefacto hacia el objetivo. Para que no faltase el «pertrecho de
globos», se proveían de bolsas, baldes etc., artículos en los que se aco-
modaban los globos por docenas. Finalmente, se echaba un poco de
agua al recipiente, para evitar que los globos se rompan en la carrera,
cuando se trataba de mojar a alguna damisela.

*Las jeringas

El diccionario, literalmente, dice que una jeringa es un émbolo (para


nuestro caso lo llamamos bitoque), insertado en un tubo, que tiene una
abertura en uno de sus extremos, por donde se expulsa el contenido de
dicho tubo y que fue inventado por el médico escocés Alexander Wood,
que también inventó la aguja hipodérmica en 1853. Es un instrumento
que sirve para aspirar e impeler líquidos.

Para nuestra fiesta, se confeccionaban dos tipos de jeringas: de


carrizo y de lata o latón.

Las jeringas de carrizo se confeccionaban conl tallo de esta planta,


aprovechando lo más largo y ancho del mismo. El carrizo es una planta
de la familia de las gramíneas, crece en lugares húmedos, es de tallo

113
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

recto, liso y hueco, con muchos nudos y entrenudos, requisito que lo


convertía en valioso tesoro en las fiestas del carnaval.

Dos eran las partes fundamentales de la jeringa, cualquiera sea su


confección: el cuerpo y el bitoque o émbolo. El cuerpo que se convertía
en el lugar donde se almacenaba el agua, y el émbolo, al que en una de
las puntas llevaba, enrollado, un trapo especialmente confeccionado
para la ocasión y que servía para expulsar el agua, con tal fuerza que,
a veces, llegaba a varios metros delante.

Las jeringas carnavaleras eran, en nuestro tiempo, de diferentes


tamaños, todo dependía de la suerte de hallar el carrizo necesario. Las
confeccionábamos manualmente.

Los mayores, o los que estaban un poquito mejor en cuanto al nivel


económico, mandaban a hacer sus jeringas en los hojalateros o en los
herreros, o las compraban listas en las tiendas comerciales.

*La mixtura, papel picado o pica pica

Se la confeccionaba de forma manual, de papel común, cometa,


metálico, o cualquiera que sirviera para la ocasión. Su nombre se debe a
que era, es y seguirá siendo una mixtura de colores. A veces se le adicio-
na un poco de aserrín por lo que, lo de pica pica se debe a que, una vez
colocada en el interior de la ropa de los carnavaleros, produce escozor
que se cura solamente con un cambio de ropa y un buen baño o una
buena escobillada de cuerpo. Es multicolor, de formas variadas: redon-
do, cuadrado, triangular, etc. La forma no es lo que interesa, lo que inte-
resa es que debe ser pequeño y multicolor (generalmente), se guarda en
bolsas, con las que se asiste a los lugares donde se van a llevar a cabo
las alegres actividades del Carnaval. La mixtura da colorido y dinamismo
a la fiesta, es arrojada a lo alto, o se coloca sobre la cabeza de los fieste-
ros. Cuando se la lanza al espacio, es maravilloso ver el espectáculo que
crea cuando poco a poco va descendiendo al suelo; la luz (natural o
artificial) la hace semejar a un imaginario arco iris que se desvanece a
medida que las partículas aterrizan por efecto de la gravedad.

*Los silbatos y matracas

Son parte indispensable de la fiesta, utilizados en todas las ac-


tividades del Carnaval, para confundirse con el pandemónium, con

114
Carlos León Chávez

la vocinglería, con la alegría, el colorido y la belleza del Carnestolen-


das.

Forman, también, parte de los pertrechos carnavaleros: los olores,


colonias, perfumes, chisguetes, etc.; es decir, todo cuanto daba buen
olor al Carnaval y a los carnavaleros, eran portados por varones o da-
miselas que decidían asistir a los bailes, o a carnavalear.

De igual manera, en tiempos de carnaval y por las noches, se utili-


zaba la temible y terrible «matachola», hecha de una media de mujer,
de esas de nylon, a la que en la parte del pié, se la llenaba de talco o en
el peor de los casos de yeso en polvo. Esto le daba la forma de una
pequeña pelota, con la cual los jovenzuelos y cuando no las damiselas,
salían por las noches a dispararla. La cogían de la parte contraria al pie,
firmemente enrollada y sujeta a la mano del atacante, quien, a hurtadi-
llas, el pícaro matacholero descargaba la matachola en la cabeza de la
víctima; ésta quedaba con los pelos pintados de blanco, como conse-
cuencia de la salida del talco o yeso por los pequeños orificios de la
media. Reitero, una vez disparada la matachola, pintaba de talco la
cabeza y como que… atacante «patitas para que te quiero», ¡huía y
desaparecía sin dejar rastro.

«Los bebitos»

115
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

Reina y motivo carnavalesco


«Checo calero»

Comparsa

Patrulla

116
Carlos León Chávez

Comparsa «Los garotos»


Barrio San Pedro

Comparsa 2003

Comparsa

117
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

Clon de patrulla - 2007

9.- GRAN CORSO DEL CARNAVAL

El Gran Corso Carnavalesco se lo realiza el lunes, luego del desfile


de comparsas y patrullas. El recorrido se lo hacía, antiguamente, por el
centro de la ciudad; con el correr del tiempo y el crecimiento de la ciudad
y la población, se lo trasladó a la Vía de Evitamiento, de Sur a Norte. Para
el efecto, el Patronato nombra la comisión respectiva. Ésta al igual que
para todas las actividades, elabora el programa respectivo.
Los barrios, instituciones públicas y privadas, organizaciones so-
ciales y todos cuantos desean participar, lo hacen previa inscripción
ante el Comité, el que designa a su vez las subcomisiones que tienen
que ver con: los estrados o galerías, los quioscos que a lo largo del
recorrido se colocan, las medidas de seguridad: personal, colectiva, de
salud, de servicios varios, de emergencia, etc. que se podrían necesi-
tar, para evitar así, cualquier eventualidad que se podría presentar du-
rante este desfile que dura aproximadamente cinco horas; unas veces
más, otras menos.

118
Carlos León Chávez

Últimamente, su recorrido ha sido recortado por la comisión res-


pectiva a 3,5 Km. Se ha hecho ello teniendo en cuenta a quienes parti-
cipan como actores, en mi opinión y con absoluta sinceridad, estoy
seguro de que es lo mejor que han podido hacer estos señores, porque
no se imaginan cómo queda nuestra humilde humanidad luego del pa-
seo. Lo dice quien viene participando durante muchísimos años en es-
tas lides.
Es maravilloso ver este espectáculo musical, multicolor, dinámico
y alegre. Comparsas, patrullas, comités de barrios, centros poblados,
autoridades, empresas públicas y privadas, etc. Es decir, el populorum
participa ya sea como espectadores o como artistas en la fiesta del Rey
Momo.
La belleza, la delicadeza y la juventud, encarnada en las reinas
tanto de nuestra región como de las que nos visitan de otros lugares, le
dan un toque majestuoso a este interminable corso. De igual manera,
lo carros alegóricos que desfilan con motivos inimaginables: folklóri-
cos, mitológicos, gastronómicos, astronómicos, es decir, todo lo que la
mente humana puede imaginar y….. aún más, se hacen presentes en
esta magistral actividad, y lo mejor, TODOS gozan del espectáculo.

Quiero hacer memoria de una familia carnavalera ciento por ciento,


pertenece al Populoso Barrio de la Chicha y el Pan, me refiero al Ba-
rrio San Sebastián, y me refiero también a la familia Cerna, que año
tras año participan de los concursos con su comparsa tradicional, y
entre ellos, al tronco familiar, un hombre que sin mirar gastos, ha
confeccionado los mejores disfraces personales presentados en el
Carnaval.

No nos acompaña ya, cumplió sus objetivos en esta Pacha Mama


y ahora está morando en un mundo mejor, me refiero a nuestro querido
«Poncho de Jebe», el profesor Juan Cerna, que incluso, en el hospital
donde fuera internado por razones de salud, sin importar cómo se en-
contraba de salud, cuando fui a visitarlo, lo primero que me preguntó,
fue ¿Negro, qué estás preparando para el bando del carnaval?, luego
siguió inquiriéndome ¿en qué momento le daban de alta?, ¡quería salir
a confeccionar su vestimenta para el Carnaval! ¡Ese era nuestro Pon-
cho de Jebe»!, que Dios lo tenga en su gloria. Con las disculpas de
otros insignes carnavaleros, solamente hablo de él en el presente libro,

119
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

porque lo considero justo y necesario hacerlo, a los demás personajes


notables de nuestra fiesta los estaré teniendo en cuenta en lo que ten-
go preparado para publicar y que lleva como título : «Personajes de mi
carnavalito, en mi tierra… lo más bonito».

FOTOGRAFÍAS ANTIGUAS Y MODERNAS DEL CORSO DE CARNAVAL

Fotografía de Desfile de Carros Alegóricos y Reinas con alto parlante y presencia de


gendarme. Se puede apreciar una «lluvia» de serpentinas, que son lanzadas desde los
balcones, por damitas carnavaleras, con mucha alegría. Además, hay la presencia de
unidades móviles en la ciudad de Cajamarca.
Fotografía de aproximadamente el año 1930.

120
Carlos León Chávez

Carro alegórico
«Calesa colonial»
Reina 2008

Comparsa
«Los chunchos blancos»
Barrio «La Merced»

Comparsa
«Los barrenderos»
Barrio «La Merced»

121
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

Comparsa mixta
«Campesinos y campesinas»
Barrio «La Merced»

Francisco Sáenz «Panchillo»


Cristóbal Colón - rememorando la conquista, a 500 años del descubrimiento
de América

122
Carlos León Chávez

10.-VELATORIO DE ÑO CARNAVALÓN

Es una ceremonia por demás grotesca e hilarantes, se iniciada


con un grupo de carnavaleros del Barrio Santa Apolonia luego de oficia-
lizada la fiesta por la comuna local, allá por la década de los 70. La
actividad ha ido sumándose al programa central del Carnaval. En su
inicio se realizó en las primeras cuadras del Pasaje San Martín, en el
centro de la ciudad. Para ello, el barrio designaba y sigue designando la
comisión encargada de la actividad. Tiene como trabajo: armar el esce-
nario para velar a Ño Carnavalón, invitar al concurso de viudas, prepa-
rar la comida y bebida para los asistentes al velatorio, en especial para
los miembros del Patronato de carnaval, autoridades, presidentes de
barrios y otros.
Una vez establecido el día del velatorio, este se realiza el martes
posterior al gran Corso de Carros Alegóricos y Reinas, por la noche se
espera la llegada de las viudas, personajes seleccionados en cada ba-
rrio que van a realizar su representación teatral. De todas ellas, una
será declarada por el jurado como vencedora del evento.
Las viudas son personajes característicos, grotescos e hilarantes. En
realidad se trata de hombres vestidos de mujer, quienes inician su repre-
sentación de viudas, llorando, gritando, y realizando acciones que lindan
con el paroxismo, la extralimitación de sus gestos y la hilaridad. Convulsio-
nes, saltos, gritos, llanto, vahídos, desmayos continuados, exabruptos, etc.
Todo se conjuga en la representación, producto por supuesto, en la mayo-
ría de los casos, del haberse extralimitado en el consumo de licor.
Llamados al recién fenecido ser amado (Rey Momo), para que re-
sucite, para que reviva aunque sea por un momento; pues, deja des-
cendencia numerosa en numerosas concubinas, al desamparo. En fin,
todo un marco circense lleno de hilaridad y alegría. La velada dura has-
ta altas horas de la madrugada, para que finalmente, se tenga que ir a
prepararse y, conjuntamente con patrullas, comparsas, visitantes y ciu-
dadanía dejar al ser querido (Ño Carnavalón) en su última morada en
Baños del Inca.
Cabe resaltar entre los iniciadores de esta tragicomedia car-
navalera a Pedro Aliaga Correa, a don Sebastián, la Familia Malca
León, «El Ñato», la Familia Ravines y a Víctor «Vico Cerna, y mu-
chos otros más.

123
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

11.- ENTIERRO DE ÑO CARNAVALON

Se lleva a cabo el día Miércoles de Cenizas. Luego del velatorio, el


cortejo fúnebre parte del «Manantial del Amor,» o sea del Barrio Chon-
tapacha y, al son de «NO TE VAYAS CARNAVAL, QUÉDATE OCHO
DÍAS MÁS, SI POR CAPRICHO TE VAS, YO TE SIGO POR TU TRAS»
y al son de la Banda Municipal, intercalada música y coplas de los
carnavaleros, el cortejo parte rumbo a su meta final, Baños del Inca,
última morada de nuestro finado rey.

En Baños del Inca se ha desinado una comisión para recibir los res-
tos mortales y comitiva de Ño Carnavalón. Esta se encarga de preparar
el lugar donde el occiso culminará su protagonismo, cremándolo..

Una vez llegado el féretro con tan singular e «inmortal» personaje,


es acomodado en su lecho de muerte, para seguidamente, se dé lectu-
ra al testamento dejado por el finado Ño Carnavalón. Con ello, práctica
y oficialmente termina el Carnaval, pasando extraoficialmente, a partir
del martes o domingo próximo, a dar inicio a la fiesta de las unshas.

A continuación presento algunos testamentos de nuestro inolvida-


ble Ño Carnavalón.

TESTAMENTO DEL CARNAVAL 2010

Yo, ÑO CARNAVALÓN, el rey de la farra, la parranda, la juerga, el


buen humor, el gozo y el alborozo, el men del trago y la comilona, de la
seducción, el chape y la lujuria: luego de haber llegado para abrazar a mi
linda gente, cantar las pícaras coplas, despacharme el riquísimo shamba-
rito, el frito, el cuy con picante, el pan con rocoto, el choclo con queso, la
papa sancochada con huacatay, la humita calientita, la cecinita con huevo,
¡añañau mi sancochau!, y tantas otras delicias que me hicieron babear y
anudarme las tripas; yo que había venido para tomar cuatro días mi chicha
de jora en poto voluminoso, mi cañacito en cacho, mi cerveza a pico de
botella, bailar hasta quebrarme la cintura, y después de acostarme con
tanta china, me he quedado agotado hasta la pezuña y enfermo hasta el
tuétano, invadido de la intoxicación y la infección al hígado, al páncreas, a
las vías biliares, al estómago, a los intestinos, a los riñones y al pororoco.
Ya no tengo defensas en la sangre, y sintiendo ya muy cerca a la pelona
huesuda que me jala y me jala al hueco sin importarle que mi gente sufra

124
Carlos León Chávez

por la inevitable pérdida, y antes que la condenada, acompañada del Sha-


pingo Lucifer, cumplan con su propósito. En este momento quiero hacer mi
testamento, mi última voluntad de este año:

Así que con la participación del Colegio de Notarios y sus más


conspicuos representantes carnavaleros, bonachones y jaraneros, mis
patas del alma, los doctores Marquito Vigo, Miguelito Ledesma, Jaime-
cito Cacho y la despampanante Nuecita Sesarego, a la que más me
apego y me apego, y ella ni bola a mi carambola; quiero dejar mi lega-
do, mi herencia, mis bienes, mis propiedades, a mis hijos, los aquí pre-
sentes, los que están en camino, y los que no pueden venir. A mis pa-
rientes, causas, compañeros de juerga, amantes y entenaos que con-
seguí en esta mi acogedora tierra; y de esta forma irme con la concien-
cia tranquila a descansar en los humeantes perolitos de mi querido
Baños del Inca, que los encontré este año muy mejorado gracias al
trabajo de su alcalde y de su gente. Me tranquiliza el hecho de descan-
sar en un sitio tan bonito, admirado por todos.

Ya me siento sin aliento, no doy más, ya no converso, ahora mi


testamento lo dicto en florido verso:

Atento, señor notario,


atento a lo que le digo,
pero antes de continuar
Un maceradito de higo…¡añau!

Los bienes que atesoraba


uno a uno los heredo;
lo último que vua dejar
será un suspiro y un pedo.
Para mi Kory Lezama
la jefa del Patronato
dejo un caro pergamino
porque me dio lindo trato.

Para Alexandra, mi reina


que muestra gracia infinita,
como está tan delgadita
mil kilos de nicovita.

125
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

Para mi Marco La Torre,


el Alcalde Provincial,
dejo unos cuantos millones
pa’ que haga su terminal.
También le vengo dejando
tres mil potrillos de monta,
los venda y pronto construya
la Presa del río Chonta.
A don Jesús Coronel,
que ansía la reelección,
le dejo mil electores
que aguanten el papelón.
Cinco machetes chotanos
le he dejado muy urgente
y devuelva los puyasos
de su vicepresidente.
A mi Cecilia Chacón,
la esposa del tal Vettori
mejor cargo voy dejando
si deja a la Fujimori.
Para mi Coco Rebaza
dejo un capulí pulido
que se lo entreguen al toque
y no se haga el resentido.
A mi Charo y mi Norita
les dejo guantes de paño;
pa´ que intercambien sus golpes
sin causarse mucho daño.
P’al regidor Juan Mendoza,
el manual del orador,
pa’ que sus intervenciones
le salgan algo mejor.

Y le dejo al Paco Arroyo


pañuelos para llorar,

126
Carlos León Chávez

porque a estas elecciones


nadie lo va a convocar.
A mis bravos del Zepita
les dejo telas y un chancho,
a ver si así mejoran
el uniforme y el rancho
Para el nuevo Comandante
dejo lazos nuevecitos,
pa´que con ellos reclute
muchos otros soldaditos.
Pa la escuela PNP,
un zarandón calibrau
que evite la coladera
de tantísimo ranchau
Una sala de torturas
le dejo a los hospitales
para que ahí me los cuelguen
a médicos criminales.
Pa´que no cierren las calles
y brinde buena atención,
le dejo un gran corralón
al Banco de la Nación.
Le dejo al aeropuerto
quinientos shingos pelones
pa´que lleven a la gente
cuando no lleguen aviones.
Como la telefonía
anda peor que una abuela,
dejo para las empresas
teléfonos con manizuela.
Le heredo al Medioambiente
mil escobas y cubetas
pa´que limpien bien las calles
incluyendo las cunetas.

127
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

Dejo pa´ la Policía


fusiles con perdigones
pa´ que le tiren al culo
de los choros y fumones.

Una alforja de proyectos


le dejo al Fondo Minero
pa’ que pronto los financie
y a los del campo primero.

A los hoteles pulgosos


les dejo una tela vasca,
y cambien esas cobijas
que contagian rasca rasca.

A los profes de la U,
que solo quieren aumentos
les dejo unos cuantos libros
y no se queden jumentos.

Heredo a los transportistas


ochenta y un mil pellejos,
pa´que cambien los asientos
de esos sus carritos viejos.

También les dejo un maestro,


que les enseñe modales;
porque hoy a los pasajeros
los tratan como animales.

A mi sufrido UTC,
que no encuentran ni un mentor
le dejo diez gallinazos
pa’ jugar la superior.

Al cantante Martín Vera


le dejo abogau de oficio
y un cura que le aconseje
a nunca perder el juicio.

128
Carlos León Chávez

A mi viejo Machimina
le dejo martillos nuevos
pa´que al clavar mediazuelas
no se me chanque los huevos.

Dejo para El Mercurio


cien resmas de buen papel,
porque seguro con ello
se vende por San Miguel.

Y si en El Clarín reclaman
de la herencia un pedacito
ahí dejo una pechugona
pa’ gila del Limaicito.

Al señor Fredy Chancafe,


que solo en fregar porfía,
le dejo un zambo africano
pa´que le haga compañía.

Pensarán que al Bonifacio


no le estoy dejando nada,
sí, le dejo una caballa
con su papa engusanada.

Comisión de Aniversario,
mil gracias, te voy dejando,
porque, aunque faltó dinero,
el pueblo salió gozando.

Y si algunos periodistas
con esto no están contentos,
yo los dejo en libertad
para que hagan sus aumentos.
Y finalmente, le dejo
a toda la sociedad
setecientos treinta días
Plenos de felicidad.

129
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

¡Al diablo!, adiós, adiós, me morí.


Firmado todavía con signos vitales, en su lecho de muerte del barrio
Santa Apolonia, la noche del 17 de febrero del 2010, de lo que da-
mos fe los notarios antedichos. Autor: Hugo Vásquez Camacho.

1.11.- FUNDADORES Y ORGANIZADORES DEL VELORIO DE ÑO


CARNAVALÓN

Le pedí a Pedro Aliaga Correa, me hiciera llegar en un documento,


quiénes fueron las personas y familias que iniciaron este acontecimien-
to, y aquí textualmente transcribo lo que me remitió: «un grupo de
entusiastas colaboradores del barrio Santa Apolonia, con el ingenio pro-
pio e innato del cajamarquino se preguntaron: ¿Si el Carnaval llega
como un rey todos los años, ingresa triunfal, después de ocho días de
fiesta, algarabía, jarana, cantos, comilonas y bailes, llega el momento
en que se enferma y tiene que morir, por qué no hacerle el velorio?. Por
tal razón, algunos moradores del barrio en la década del 70, acordaron
realizar el Gran Velorio de Ño Carnavalón. En él se hizo caldo de cabe-
za, el que se regalaba a los dolientes del Rey Momo, se preparó de
igual manera chicha de jora, mote; se regalaba cigarros, para luego
concluir las actividades con una gran fiesta en las intersecciones del
Jirón Huánuco y San Martín, sector que quedó chico por la gran canti-
dad de gente que asistía a la actividad. Se ponía un muñeco jocoso en
su ataúd y se levantaba una capilla ardiente, a la que llegaban la viudas
de los diferentes barrios de Cajamarca, es decir, del reino de Ño Carna-
valón a llorar a su difunto. Era jocoso y espectacular, hilarante, la viuda
que era más aclamada por su participación era la ganadora y llevaba
premio.

Entre los fundadores están El señor Sebastián Sánchez (falleci-


do), la familia Malca Vásquez, Alberto, Pedro y Jaime Malca (falleci-
dos). Esperanza Le´n de Malca, Lizandro Lizano (fallecido), y su es-
posa Margarita Aldave. La familia Chávez, De la Cruz, Manuel Ravi-
nes Alcalde (fallecido), la familia Zaldívar Rojas, más conocidos como
los Chairas, el profesor Luis Salas Rodríguez (fallecido), Irma Carrera
Rodríguez (fallecida), Rita Alcalde, la familia García Rodríguez, entre
otros.

130
Carlos León Chávez

Viuda del «Rey Momo»

Viuda desmayada por


la pérdida del «Rey Momo»

Viuda de
Ño Carnavalón
llevándolo a su
última morada
(en su féretro ecológico),
en Baños del Inca.

131
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

CONCLUSIÓN FINAL

El Carnaval cajamarquino, como expresión popular, en todas sus


actividades es grandioso, espectacular, riquísimo en creatividad e inge-
nio, multifacético e inigualable. Tiene, en su constitución, la expresión
genuina de un pueblo que busca afanosamente la dirección que lo ha
de convertir en referente del turismo, no sólo local, sino y con mucho
fervor y esperanza, del nacional e internacional, lo cual ha de plasmar-
se en base al trabajo concienzudo y la participación responsable de
todos y cada uno de los actores de esta fiesta. De esta manera cumpli-
rán sus roles, educando a las futuras generaciones, para bienestar de
nuestra patria chica en especial y de la cultura en general.

Por ello, alegre, contagioso y colorido... ¡Bienvenidos a la Capital


del Carnaval Peruano!

Expresión auténtica del pueblo cajamarquino! CANTEN, CANTEN,


PÚES, SEÑORES; CANTEN QUE LES PAGARÉ, SI NO QUIEREN
PLATA BLANCA, ORO PURO LES DARÉ.

132
Carlos León Chávez

PROPUESTA PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL


CARNAVAL ÓDROMO CAJAMARQUINO

La fiesta del carnaval, la más grande de nuestra región y con segu-


ridad, del país, debe tener un lugar fijo donde se lleven a cabo todas las
actividades. Esta ha sido siempre mi idea, y qué mejor lugar que el
Complejo del Gran Qapaq Ñan.

El comité del carnaval 2011 se me adelantó a la propuesta, y con


buen criterio, a través de su Coordinador General José Luis González
Maiqui, presentaron un plano en el cual se puede apreciar, cómo inte-
gralmente, se ha manejado el tema de nuestra fiesta, para ser llevada a
cabo en este gran complejo.

Seguramente habrá muchos detractores, entre los que, sin lugar a


dudas, estarán los que ven con temor que sus ganancias se van a ir al
tacho, esto, como consecuencia de la pérdida del negocio de venta de
todo lo inimaginable y que se puede vender en el Carnaval.

Tenemos que ser emprendedores y hacer del Carnaval, la fiesta


que atraiga el turismo local, regional, nacional y mundial, y para ello,
todos tenemos que poner el hombro y hacer como fuente ovejuna, caso
contrario, año tras año, nuestro Carnaval se irá haciendo más violento
y poco a poco se irá perdiendo.

Ahora que contamos con un hermoso coliseo cerrado en el Com-


plejo Qapaq Ñan, todas las actividades del Carnaval se integrarán y
podremos tener al fin nuestro propio Carnavalódromo.

Este es un proyecto que será presentado a nuestras autoridades,


como un pequeño aporte de este carnavalero que quiere el desarrollo
integral y sustentable de su terruño y lograr de nuestra tierra, un verda-
dero producto turístico.

133
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

DISEÑO PLANO PROPUESTA DE CARNAVALÓDROMO


EN EL CONJUNTO QAPAQ ÑAN

134
Carlos León Chávez

Fotografías adicionales

135
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

136
Carlos León Chávez

ANEXOS

Como anexos, quiero integrar al presente, la gratitud de parte de


los carnavaleros, plasmada en coplas y dedicadas a algunos persona-
jes que, no tuvieron ningún límite, para aportar por el desarrollo del
Carnaval Cajamarquino, desde que tuvieron la posibilidad de hacerlo,
antes y después de su formalización.

Las mismas fueron presentadas en una ceremonia de reconoci-


miento, por la comuna local cajamarquina, a través de la Subgerencia
de Educación, Cultura y Deporte de ese entonces.

COPLAS CARNAVALESCAS
A VÍCTOR «VICHO» CAMPOS RÍOS.
Don Víctor en los 70
Siempre fue un gran Concejal
Por eso, ahora se sienta
A gozar su Carnaval.

Al estilo de la grulla
Víctor Campos nos advierte
Recupero mi patrulla
Y revivo al más inerte.
La tradición y alegría
Se vive con Víctor Campos
Con su noble compañía
Bailan hasta los Santos.
Fiesta alegre sin igual
Carnaval es un jolgorio
Quien anima es Víctor Campos
Aunque sea en un velorio.
FUGA
Un amigo sin igual
Es aquel que contribuye
Mejora su Carnaval
Comiendo rico su cuye.

137
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

COPLAS CARNAVALESCAS
A JUAN «NEGRO» JAVE HUANGAL

Cajamarca es tradición
Tierra de buenas costumbres
A Don Juan con emoción
Lo saludan muchedumbres.

Hablando de profesores
Allí está Juan Jave Huangal
Gozando de mil amores
Con su rico Carnaval.

En Carnaval Don Juanito


Trancaza se piensa dar
Acomódenlo bonito
No se vaya a marear.

Profesor de profesión
Es mi amigo Don Juanito
Siempre dando el Corazón
Hay qué rico es este cholito.

FUGA

Hombre de gran corazón


Es mi amigo Don Juanito
Y de puro vacilón
siquicheamos un ratito.

138
Carlos León Chávez

COPLAS CARNAVALESCAS A LA
SEÑORA ANA MARÍA QUISPE VDA. DE HONORIO ARROYO

Cajamarca le agradece
A tan bella soberana
Su presencia que engrandece
Y a esta tierra engalana.

De las más bellas nacidas


Ana María es la primera
Mujeres agradecidas
Por tan bella primavera.
Para reinas, Cajamarca
Para ángeles, el cielo
Ana María en la comarca
Ha causado gran revuelo.

En mil novecientos veinte


Reina fue Ana María
Hoy buscamos quien intente
Que esa suerte les sonría.

FUGA

Ana María preciosa


Belleza de gran candor
Como joya muy valiosa
Te cuidamos con amor.

139
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

COPLAS CARNAVALESCAS A
ALEJANDRO «BLU» VÉLEZ ABANTO

En el mundo a Cajamarca
Lo conocen por Blu Vélez
Para ser la mejor comarca
Digno de los laureles.

Gozas tus carnavales


Mi querido amigo Vélez
Con mixtura sin igual
Nos demuestras lo que vales.

Corazón de sanpedrano
Que le enseña al mundo entero
Con el cariño de hermano
A ser buen carnavalero.

El mundo gozamos de tu arte


Mi querido amigo Vélez
Cajamarca te reconoce
Porque sabe lo que tiene.

FUGA

A Cajamarca en el mundo
Lo conocen por Blu Vélez
Dándose de vagabundo
La subió a grandes niveles.

140
Carlos León Chávez

COPLAS CARNAVALESCAS A
HORACIO «CHE» GÁLVEZ ALVA
Cajamarca le agradece
A su amigo Don Che Gálvez
Cada año que aparece
A impulsar los carnavales.

Cuántas veces te he llamado


Para jugar los carnavales
Siempre, siempre te he esperado
En el grifo del Che Gálvez.

Cajamarca, tiene amigos


Uno de ellos es Che Gálvez
Muy alegre y muy franco
y nos dice las verdades.

Si tu carro no camina
Anda al grifo del Che Gálvez
Llénalo con gasolina
Rapidito arranca y sales.

Carnaval de Cajamarca
Con su amigo el Che Gálvez
El mejor de la comarca
Hasta ahorita no hay iguales.

FUGA

Un amigo entrañable
Siempre será el Che Gálvez
Todos lo quieren presente
Pa´ gozar de los Carnavales.

141
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

COPLAS CARNAVALESCAS A
ROBERTO ANTONIO «CHINO» AGUIRRE BAZÁN

Cajamarca tiene suerte


En máscaras un campeón
Chino Aguirre con su arte
No tiene comparación.

Con sus múltiples colores


Chino Aguirre y sus caretas
Las hace de mil amores
Usando miles de tretas.

Si de máscaras hablamos
No se dejen engañar
Por eso vamos paisanos
Al Aguirre a visitar.

Con los moldes de caretas


Chino Aguirre es un campeón
Te hace caras tan coquetas
Causando la admiración

FUGA

Por eso mi buen hermano


Enséñanos bien tu arte
Por siempre como paisano
Con cariño recordarte.

142
Carlos León Chávez

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Diarios y otros documentos del Archivo Regional


de Cajamarca.

143
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

144
Carlos León Chávez

ÍNDICE

Presentación 7
Prólogo 9
Generalidades 13
Actividades, costumbres y personajes del Carnaval 33
1.- El bando carnavalesco 33
2.- Elección de reinas y reinado 62
3.- Tradicional Jueves de Compadres 70
4.- Concurso de comparsas y patrullas 72
4.1- La comparsa 72
4.2.- La patrulla 74
4.2.1. El cucurucho 75
4.2.2.- La máscara 76
4.2.3.- La ropa del clón 76
4.2.4.- Los pies 76
4.2.5.- La binza 77
4.2.6.- La cuadrilla 77
4.2.7.- El virrey 77
4.2.8.- La gitana 80
4.2-9.- La cuadrilla 80
4.2.10.-El viejo 80
5.- La unsha 82
* Parada de la unsha 83
* Vestida de la unsha 84
* Tumbada de la unsha 85
* El Juego de las ollas mágicas 88
6.- Concurso de coplas y contrapuntos 90
* Concurso de coplas 90
* La copla del Carnaval 92
Concurso de contrapuntos 94

145
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

7.- Bailes del Carnaval 97


8.- El Ingreso de No Carnavalón 107
9.- Juegos del Carnaval 109
* Las jeringas 113
* La mixtura, papel picado o pica pica 114
* Los silvatos y matracas 114
9.- Gran corso del Carnaval 118
10.- El velatorio de Ño Carnavalón 123
11.- Entierro de Ño Carnavalón 124

Conclusión final 132

Propuesta para la construcción del


carnavalódromo cajamarquino 132

Anexos 137

Referencias bibliográficas 143

146
Carlos León Chávez

147
Carnavalito... en mi tierra... ¡Lo más bonito!

148

Você também pode gostar