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HISTORIA DE LA

ARQUITECTURA
I RAMSES II
ARQ. MATAMOROS

INTEGRANTES: JOSIEL MEZA 200092302060


ELDER GONZALES
INTRODUCION

El presente informe contiene información relevante al templo


dedicado a Ramsés II el cual se adoraban los dioses y de la época
egipcia, también información del método constructivo del mismo los
materiales utilizados, las fechas aproximadas en que dicho templo fue
construido. También los utensilios utilizados para las ceremonias que
se llevaban a cabo en el interior del mismo y la importancia que tiene
para nuestra historia dicho templo y dicha civilización
Objetivos

1. Conocer la historia que envuelve el templo de Ramsés II

2. Conocer los métodos que utilizo esa civilización para llevar a cabo la
construcción del mismo

3. Conocer los materiales que se utilizaban en la época

4. Incentivar las importancia que tiene la historia para conocer cómo se trabaja
y lo que se hace actualmente
Templo de Ramsés II (Abu Simbel).
Estatuas colosales de Ramsés II .Anónimo.1300-1225 a.C. XIX Dinastía.
Estatuas sedentes de más de 20 m. Piedra arenisca. 38 m de ancho en la
base y 63 m de profundidad. Entre el Alto Egipto y Nubia (sur del Egipto
actual)

Localización. El Gran Templo de Abu-Simbel fue construido por deseo de Ramsés II


(1290-1224 a.C.) excavado en los acantilados del Alto Nilo, en las cercanías de los que hoy es
Sudán, aunque actualmente no está en el emplazamiento original, pues la construcción de la
presa de Asúan obligó a trasladarlo unos metros más arriba, aunque conserva todos las
cualidades y atributos del templo primitivo. El conjunto fue desmontado en más de mil piezas
durante casi diez años de trabajos (1963-1972) para ponerlo en lugar seguro. Fue dedicado a
los principales dioses egipcios (Amón, Ra, Ptah) y aun al mismo Ramsés que fue divinizado.

El templo se abre con un pórtico que conduce a un atrio y una terraza, donde se encuentra la
impresionante fachada, excavada en la roca, de 35 metros de anchura por 30 metros de altura,
en la que están los 4 famosos colosos sedentes de Ramsés II de unos 22 metros de altura.
Estos colosos están acompañados de pequeñas figuras, colocadas entre las piernas, que
representan a sus parientes. El templo se construyó aprovechando las cavidades existentes,
ahora dedicadas a divinidades locales, y
agrandando la planta para adaptarla a las nuevas
necesidades. Sólo aparecen citas de Ramsés II,
salvo un escrito de Siptah, alabando a los dioses,
que se encuentra en la pared norte de la entrada.

La construcción fue planificada de manera que 2


veces al año, cuando el sol salía por el horizonte,
sus rayos penetraban por la puerta y tras
proyectarse en la gran sala de ocho columnas, la
segunda, el vestíbulo y el santuario incidían en las
4 estatuas del nicho de la parte posterior que se
iluminaban por completo.
1. Colosos de Ramsés II

2. Templo solar

3. Pronaos

4. Salas secundarias

5. Vestíbulo

6. Sala de ofrendas

7. Santuario

La fachada

Los colosos de la fachada representan a Ramsés II con el nemes, la doble corona de las dos
Tierras, la barba postiza, símbolo del faraón en vida, el collar y un pectoral grabado con el
nombre de coronación. Además lleva brazaletes, decorados con cartuchos. Los cuatro colosos
fueron excavados en la roca y están realizados de manera muy cuidada. De ellos, tres se
encuentran en muy buen estado, y del cuarto sólo queda en pie la parte inferior, hasta la
cintura, mientras que parte de la cabeza y del pecho se encuentran esparcidos por el suelo. A
cada lado, de cada uno de los cuatro colosos, están representados familiares directos del
faraón:

El coloso I (lado izquierdo) contiene la representación de la reina Nefertari, en la pierna


izquierda del faraón, Tuya, madre de Ramsés II en la derecha y el príncipe Amonhorjepeshef
en el centro.

En el coloso II (lado izquierdo) se encuentran las princesas Bentata, Nebettauy y otra que
posiblemente representa a Senefra.

En el coloso I del lado norte (derecho) está la reina Nefertari en la pierna derecha, la princesa
Beketmut en la izquierda y el príncipe Riamsese en el centro.

En el coloso II del lado norte la princesa Nerytamun, la reina madre Tuya y Nefertari.

En la base de los dos colosos centrales hay una representación de las divinidades del Nilo, que
simbolizan la unificación de las Dos Tierras, ligando las plantas del Alto y Bajo Egipto. Sobre la
entrada hay un nicho con un grupo escultórico que, simbólicamente, representa una escritura
criptográfica del prenombre de Ramsés II, Usermaatra. El dios Ra, con cabeza de halcón, tiene
en su pierna derecha el jeroglífico indicando la cabeza y el cuello de un animal, leído user, y la
diosa de la pierna izquierda representa a Maat. A ambos lados hay bajorrelieves que
representan a Ramsés II vuelto hacia el nicho (izquierda) y en adoración (derecha). En la parte
superior de la fachada hay una hilera de estatuas de babuinos.

En la parte izquierda de la fachada hay tres estelas que representan a Ramsés II en adoración
a Amón, Harmajis y Horus, el discurso de celebración de un funcionario a Amón-Ra y un texto
de 41 líneas que describe las circunstancias del matrimonio del faraón con la princesa hitita
ofrecida por el rey de los hititas. Tras el coloso norte más extremo hay una inscripción en la que
el faraón aparece ante Ra-Horajti.

En la parte derecha de la fachada se encuentra la llamada capilla septentrional, dedicada al


culto al sol. Es un pequeño recinto a cielo abierto que contiene dos pedestales en los que se
encontraban las imágenes de dioses que ahora se muestran en el Museo Egipcio de El Cairo y
una representación de la barca solar con un sacrificio del faraón a Ra-Horajti.

En el lado izquierdo del templo, en su parte sur, se encuentra la capilla meridional excavada
en la roca. Se trata de una pequeña capilla de 4.40 x 7.17 metros, con una altura de 3.92
metros consagrada a Thot.

Ya en el interior del templo se


encuentra la gran sala hipóstila, de
18 metros de longitud y 16 de anchura
cuyo techo está sostenido por 8 pilares
osiríacos sobre los que se apoyan
otros tantos colosos, 4 a cada lado que
representan a Osiris con los rasgos de
Ramsés II. Los de la izquierda llevan la
corona del Alto Egipto y los de la
derecha la corona Pschent (la doble
corona símbolo de la unificación de las
2 Tierras). Cada uno de los colosos
Pilares osiríacos mide aproximadamente 10 metros de
Dibujo de David Roberts altura. El techo de la sala está
decorado con pinturas que representan a la diosa Nejbet con las alas desplegadas y textos
reales. La decoración de las paredes muestra, de izquierda a derecha desde la entrada:
Inmolación de prisioneros y cortejo de príncipes, escenas de batallas en Siria, Libia y Nubia
junto a ofrendas, presentación de prisioneros a Ra-Harmajis y Ramsés II divinizado, la batalla
de Qadesh e inmolación de prisioneros y princesas con el sistro.
A la derecha de la sala hay 4 cámaras laterales que, con techos estrellados, contienen
diferentes grabados. A dos de ellas se accede desde la sala hipóstila y a las otras 2 a través de
un pasaje que se abre también en la sala. A la izquierda otra cámara conduce a otras 2 salas,
empleadas como habitaciones auxiliares del templo, para guardar objetos y no fueron nunca
terminadas

La segunda sala hipóstila tiene 4 pilares cuadrados con escenas del rey abrazado por
diferentes divinidades. Esta cámara, de 11 metros de longitud y 7.70 de anchura conduce, a
través de tres puertas, a la sala de ofrendas, de 3,30 metros de longitud decorada con escenas
de ofrendas y adoración. Tras esta se encuentra el santuario al que se accede por otras tres
puertas alineadas con las anteriores. La puerta central conduce al propio sancta sanctorum
con 4 estatuas talladas en la roca que representan de izquierda a derecha a Ptah, Amón-Ra,
Ramsés II divinizado y Ra-Horajti mientras que las 2 laterales dan acceso a 2 capillas

Análisis formal (estructura).

En el exterior muestra una gran fachada de


38 m. de ancho por 33 de alto, esculpida en
la roca granítica que forma el acantilado,
adoptando la forma de una pilono (de forma
trapezoidal, más ancho en la base que la
parte superior), aunque hueco. Contiene
cuatro colosales estatuas sedentes del
faraón (aun estando sentadas tienen una
altura superior a los 20 m. y no están
exentas sino que son altorrelieves) rodeadas por otras esculturas de menor tamaño que
representan a sus familiares (su mujer Nefertari, su madre y sus hijos) y numerosos relieves
exaltando las victorias de Ramsés sobre sus enemigos, así como inscripciones alusivas a sus
campañas contra los negros de África y los pueblos de Siria. Entre los dos colosos centrales
hay una puerta y, encima de ella un nicho con la figura del titular del templo, Re-Horakhte (el
dios Sol resultado de la fusión de Horus y Re), acompañado de una Maat (diosa de la justicia)
de escala menor, y del cetro User, de modo que las tres figuras componían un jeroglífico:
Usermare("poderosa es la justicia del sol"), el primer nombre de Ramsés, situado por tanto
entre los dioses. Delante de los pedestales de los colosos se alzan estatuas de halcones y del
propio rey, éste en actitud de marcha. En la parte más alta de la fachada, como tienen por
costumbre hacer en la naturaleza, una fila de monos babuinos, cada uno de ellos de más de 2
metros, saluda alborozada al sol naciente.
Las características de las figuras, principalmente las de Ramsés, remiten a los principios que
guían la escultura egipcia en lo que se refiere a la representación de los faraones: frontalidad,
hieratismo, simetría, etc... para dar la imagen de un rey poderoso, fuerte pero sereno, joven,
atemporal, divino
Su estructura es un caso único en la arquitectura
egipcia: un speos, un templo rupestre, dotado de
los mismos elementos que un templo normal no
rupestre, salvo la inversión forzosa de sus dos
primeros elementos, el pílono y el patio. El patio,
escenario de los sacrificios cruentos y de las
hogueras sagradas, precedía aquí al pílono, que
en vez de ser un edificio exento, estaba tallado en
la roca entre dos contrafuertes oblicuos. El objeto
de éstos era producir el efecto de perspectiva que
hiciese parecer más distante y profunda la
fachada del pílono.
La puerta conduce al interior del templo, cuya
disposición general sigue el modelo de las
grandes construcciones religiosas de Tebas: en
primer lugar se accede a una cámara, a modo de primera sala hipóstila, con pilares monolíticos
en forma de figuras osíricas; desde ella se penetra en la que ha sido considerada como la sala
hipóstila; al fondo una tercera cámara o santuario con estatuas de Ramsés y de los dioses
Ptah, Amón y Ra. En los laterales se disponen otras salas y estancias menores a modo de
capillas. La parte interior del templo produce una primera impresión desfavorable si la
comparamos con el magnífico exterior. Los escultores y constructores habían previsto
naturalmente que, al realizar en roca viva una obra como ésta, habían de tropezar con fisuras y
otros defectos de la piedra, aparte de los accidentes que en la misma se pudieran producir. Los
escultores y canteros sabían hacer frente a estas contingencias, manejando el yeso con una
habilidad tal, que cuando sus restauraciones se conservan bien, son difíciles de advertir. De
hecho son magníficos los relieves alusivos a la batalla de Qadesh contra los hititas
La orientación de la fachada hacia el este fue tan precisa que, en los dos días equinocciales del
año (20 de octubre y de febrero) los primeros rayos del amanecer penetraban 60 metros en el
interior del macizo rocoso para bañar las imágenes del santuario. El significado de esta
iluminación se debe a que el 20 de octubre era el primer día de la estación de peret
(germinación de las semillas) y el 20 de febrero se iniciaba la estación de shemu (recolección
de la cosecha).
A continuación de este edificio, terminado hacia 1260, construyó Ramsés el de Hathor, en
homenaje a su esposa Nefertari y siguiendo el mismo esquema. El pílono de la fachada está
dividido por contrafuertes en rampa que flanquean un portal en saledizo. A cada lado se
encuentran un coloso de Nefertari entre dos de Ramsés, seis figuras en total, todas en pie,
encajadas en nichos, pero sin alcanzar la altura de las del otro templo (aquí sólo 10 metros). La
sala hipóstila, cuadrada, está reforzada por seis pilares hathóricos, en los que la diosa adopta
la forma del mango de un sistro. Sistros también, pero completos, fingen sostener el techo del
santuario, donde la estatua de culto es la vaca Hathor protegiendo al monarca, como hacía en
los templos funerarios de la XVIII Dinastía. El templo quedó sin acabar, según se echa de ver
en las cámaras que flanquean a ésta.

Significado. Ramsés mandó construir este templo con una doble idea: por un lado, para
ensalzar su propia figura, ya que las cuatro figuras magníficamente talladas e idénticamente
iguales, son un fiel retrato del propio faraón con toda la potencia de la juventud en relación con
los dioses. Por otro, la región en la que se enclava el templo, en la frontera con Nubia, país
tributario de Egipto, que será una zona codiciada por sus yacimientos de oro, hasta tal punto
que Ramses construirá una serie de fuertes para su control al igual que diversos templos
excavados en las gargantas como símbolos de su poder y dominio sobre los levantiscos
nubios. El faraón se pues hace representar en actitud majestuosa y hierática, como si vigilara el
paso de todo aquél que quisiera entrar en Egipto. El arte, de nuevo, al servicio del poder.
Conclusiones

1. La importancia del templo de Ramsés II es invaluable


para nuestras generaciones tanto como estructura
como los materiales utilizados

2. Los métodos constructivos utilizados en la antigüedad


no difieren en mucho de los actuales

3. Los egipcios utilizaban mucho lo que es el barro


cocido y manejaban la talla de piedra de manera
precisa

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