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1. ¿Cuál de los siguientes enunciados describe una consecuencia de una noche sin dormir?
A. Riesgo de muerte y desarrollo de enfermedades cardiacas
B. Propensión a la hipertensión y problemas de memoria
C. Perdida de tejido cerebral y disminución de las defensas del cuerpo
D. Probabilidades de sufrir un accidente y obesidad
2. En el contexto de la infografía , el icono del corazón está mal utilizado porque debería
simbolizar la conexión entre la falta de sueño y la posibilidad de
A. Aumentar el riego de muerte
B. Contraer una enfermedad terminal
C. Sufrir enfermedades cardiacas
D. Padecer distintos tipos de cáncer
3. La afirmación contenida en el primer recuadro (que comienza con “los primeros indicios…”)
requiere una mejor sustentación, pues
A. Relaciona dos formas de cáncer muy diferentes
B. No refiere a una fuente confiable que justifique sus afirmaciones se basa en información
que es ambigua e imprecisa
C. Se basa en información que es ambigua e imprecisa
D. No hay ninguna conexión entre la falta de sueño y el desarrollo del cáncer
6. Las expresiones del niño (Calvin) en los cuadros 5,7, y 8 sugieren que este
A. Quiere evitar la mirada de Susi
B. Se siente avergonzado de su discurso
C. Asume el papel de un empresario adulto
D. Quiere ocultarle a Susi sus intenciones
7. Cuando Calvin le dice a Susi “La gente anti comercial como tu es quien arruina la economía”,
A. Supone que solo opera un solo sistema financiero en el mundo
B. Asume que Susi está en contra de la economía de mercado
C. Cuestiona la teoría del equilibrio entre la oferte y la demanda
D. Usa como estrategia publicitaria la exposición de su ideología
TEXTO 1
William Shakespeare dijo: “La red de nuestra vida es un mezclado estambre de hilos buenos y malos
que se juntan”. La aplicación de solo una de las ramas de la actividad humana – la ciencia – parece
confirmar tal adagio. Sin embargo. ¿Tiene que ser así? ¿Estamos programados biológicamente para
la agresión y la guerra?
No soy una autoridad en genética, pero no en mis lecturas ni en toda una vida de observación he
visto ninguna evidencia de que estemos condenados genéticamente a hacer el mal. Por el contrario,
en una visión muy general, diría que estemos condenados genéticamente a hacer cosas beneficiosas
para la especie humana, y que los aspectos negativos son equivocaciones. En otras palabras, creo
en la bondad inherente del hombre.
La especie humana es el resultado de un proceso continuo y natural de evolución; la adquisición del
poder de pensamiento original ha acelerado de gran manera el proceso de la evolución natural. Ha
dado como resultado enormes progresos en todos los campos de la civilización: arte, literatura,
medicina y por sobre todo, ciencia. Sin embargo, estos avances en la ciencia han llevado a la
adquisición de la capacidad de autodestrucción, al desarrollo de medios de destrucción de la especie
humana en sí misma.
Adaptado de: Rotblat, J. (199S). ¿Estamos programados biológicamente para la agresión y la
guerra?
En: Palabras de paz.
Discursos premios Nobel. Bogotá: Revista Numero Ediciones.
TEXTO 2
La idea de que el cerebro humano no alberga ninguna tendencia intrínseca a la violencia, y que la
violencia es el producto de la cultura, se enfrente a un hecho evidente sobra la historia humana.
Como dijo Winston Churchill: “La historia de la especie humana es la guerra. A excepción de algunos
breves interludios nunca ha habido paz en el mucho, y mucho antes del inicio de la historia la lucha
sangrienta era ya universal e incansable”.
Durante muchos años, los intelectuales han tratado de negarlo a través del mito del salvaje pacifico,
según el cual se concibe, al “salvaje” o al cazador-recolector como al representante de una
naturaleza humana no corrompida por las influencias malignas de la civilización. Sin embargo, en
los pueblos pre agrícolas, no es extraño que un tercio de los hombres mueran a manos de otros
hombres, y que casi la mitad de los hombres hayan matado. De hecho, en la sociedad actual que es
más pacífica, entre el 70 y el 90% de los hombres y el 40 y el 60% de las mujeres dicen que han
tenido la fantasía de asesinar a alguien. ¿Acaso sirve algo de todo esto como “justificación” de la
guerra o de la violencia? Obviamente que no. No se concibe como podría haber algo en el
comportamiento de los cazadores recolectores que nos disuadiera hacia la guerra y de nuestros
esfuerzos por erradicarla.
Adaptado de: Pinker, S. (2005). La labia rasa, el buen salvaje y el fantasma en la máquina. Barcelona:
Paidos., y de Pinker,S. (Marzo 1S-abril 30 de 2003). El fantasma en la máquina.
El malpensante, (45). Pp.64 – 75
9. Entre los enunciados “creo en la bondad inherente del hombre” (texto1) y “en los pueblos
preagricolas, no es extraño que un tercio de los hombres mueran a manos de otros
hombres, y que casi la mitad de los hombres hayan matado” (texto2), existe una relación
de
A. Tesis / contrargumento
B. Premisa / conclusión
C. Tesis / argumento
D. Premisa / ejemplo
11. En el texto 1 Rotblat afirma: “No soy una autoridad en genética, pero ni en mis lecturas ni
en toda una vida de observación he visto ninguna evidencia de que estemos condenados
genéticamente en hacer el mal” Este argumento es cuestionable porque
A. Deriva efectos que no se siguen necesariamente de las causas
B. Sostiene una conclusión general a partir de experiencias personales
C. Presenta evidencias que solo aplican a un sector de la población
D. Desvirtúa los estudios de los genetistas para reafirmar su posición
12. Tanto en el texto 1 como en el texto 2 se cita a otros autores (Shakespeares y Churchill), con
el fin de
A. Respaldar la idea de que existen tendencias naturales en el ser humano que lo disponen
hacia la violencia
B. Indicar que en diferentes épocas se ha evidenciado un equilibrio entre la bondad y la maldad
innatas en el ser humano
C. Mostrar que la idea según la cual los seres humanos nacen con un instinto agresivo es
recurrente y eta arraigada
D. Argumentar que, aunque el ser humano es naturalmente bondadoso, la vida en sociedad lo
desvirtúa y lo conduce a la guerra.
13. El autor del texto 2 plantea a la pregunta “¿Acaso sirve algo de todo esto como
“justificación” de la guerra o de la violencia?”, con el fin de
14. Al final del texto 2, Pinker indica que no debemos disminuir nuestros esfuerzos por erradicar
la guerra. Con esto,
16. El autor introduce la cita de López Michelsen, con el fin de presentar la opinión de un
conocedor del vallenato y
A. Reforzar la tesis principal del texto, según la cual las colitas fueron divulgadoras del
género.
B. Señalar una posición discutible sobre, el papel que desempeñaron las colitas en el
origen del género.
C. Legitimar la tesis principal del texto, según la cual las colitas originaron el vallenato
moderno.
D. Convencer al lector de que las colitas fueron los únicos divulgadores del vallenato
moderno.
17. Con el fin de refutar la idea de que las colitas fueron el ancestro directo del vallenato, el
autor señala que estos finales de fiesta
18. El autor cita el verso de la gota fría para apoyar la idea de que los acordeoneros viajaban
para asistir a diferentes piquerías, en este se hace referencia a
LA LARVA
Yo nací en un país en donde, como en casi toda América, se practicaba la hechicería y los brujos
comunicaban con lo invisible. En la ciudad en que pase mis primeros años se hablaba, como de cosa
usual, de apariciones diabólicas, de fantasmas y de duendes. En aquella ciudad cerraban todas las
puertas, a más tardar, a las nueve de la noche. Las calles quedaban solitarias y silenciosas. Quien
saliese en un médico, de un sacerdote, o para otra urgencia nocturna, tenía que ir por las calles mal
empedradas alumbrado apenas por los faroles a petróleo que daban una luz escasa. Algunas veces
se oían ecos de músicas o de cantos. Eran las serenatas a la manera española, las arias y romanzas
que decían ternezas románticas del novio a la novia.
Yo tenía quince años y una de las cosas que más ambicionaba era poder salir a la calle, e ir con la
gente de una de esas serenatas. Pero ¿Cómo hacerlo? La tía abuela que me cuido desde mi niñez,
una vez rezado el rosario, tenía cuidado de recorrer toda la casa, cerrar bien todas las puertas,
llevarse las llaves y dejarme bien acostado bajo el pabellón de mi cama. Más un día supe que por la
noche había una serenata.
Todas las horas que procedieron las pase inquieto, no sin pensar y preparar mi plan de evasión. Así,
una vez rezadas las oraciones y todo el mundo acostado, no pensé sino en poner en práctica mi
proyecto de robar una llave a la venerable señora que dormía como un bienaventurado. Ello me
costó poco pues sabía en donde dejaba las llaves. Dueño de la que buscaba, y sabiendo a que puerta
correspondía, logre salir a la calle. Me considere un hombre.
Guiado por la melodía, llegue pronto al punto donde se daba la serenata. Mientras los músicos
tocaban, los concurrentes tomaban cerveza y licores. Luego, un sastre, que hacía de tenorio, entono
primero A la luz de la pálida luna, y luego Recuerdas cuando la aurora… de las ventanas de aquella
Dulcinea, se resolvió ir a las de otras. Pasamos por la plaza de la Catedral.
Así, cuál no sería mi gozo cuando, al pasar por aquella plaza, tras la serenata, vi, sentada en una
acera, arropada en su rebozo, como entregada al sueño, a una mujer! Me detuve. ¿Joven? ¿Vieja?
¿Mendiga? ¿Loca? ¡Que me importaba! Yo iba en busca de la soñada revelación, de la aventura
anhelada. Los de la serenata se alejaban.
La claridad de los faroles de la plaza llegaba escasamente. Me acerque. Hable; no diré que con
palabras dulces, mas con palabras ardientes y urgidas. Como no obtuve respuesta, me incline y
toque la espalada de aquella mujer que no quería contestarme y hacia lo posible porque no viese
su rostro. Fui insinuante y altivo. Y cuando ya creía lograda la victoria, aquella figura se volvió hacia
mí, descubrió su cara, y ¡oh espanto de los espantos! Aquella cara estaba viscosa y deshecha; un ojo
colgaba sobre la mejilla huesona y saniosa; llego a mi como un relente de putrefacción. De la boca
salió como una risa ronca; y luego aquella “cosa”, haciendo la más macabra de las muecas, produjo
un ruido que se podría indicar así:
- ¡Kgggggg!....
Con el cabello erizado, di un gran salto, lance un gran grito. Llame. Cuando llegaron algunos de la
serenata, la “cosa” había desaparecido.
Tomado y adaptado de La larva. Rubén Darío. En: ciudadseva.com
19. Ante todo, el texto presenta una América
A. supersticiosa
B. religiosa
C. violenta
D. Fiestera