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Cristianismo
Econ. Giancarlo Mascellaro –Docente Ordinario Asociado del curso de ICEA
El hombre es un sujeto de deseos y necesidades que debe satisfacer de una u otra forma.
Una de las mayores necesidades está referida a la fisiológica es decir la alimentación, por
ello necesita realizar una actividad o “trabajo”, mediante el cual transforma los recursos
que le brinda la naturaleza. Esta actividad se dio desde las primeras etapas del hombre
en la faz de la tierra gracias al uso de los instrumentos de piedra, el cultivo de la tierra, el
descubrimiento del fuego, la domesticación de los animales, etc. Pasando a ser durante la
Edad Antigua una actividad propia de esclavos, luego en la Edad Media con una nueva
esclavitud mediante el sistema feudal, la Revolución Industrial con la cuestión obrera y las
luchas de clases hasta el concepto de trabajo en la actualidad. Para tratar de comprender
esos cambios analizaremos la evolución del concepto del trabajo en las distintas etapas
visiblemente diferenciadas y como el Cristianismo trae una revolución en la concepción
del trabajo.
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BOLIS CARCASSOLA, Gian Battista. “la transformación del concepto del trabajo por obra del
cristianismo” en revista cultural de la USMP Vol. 8 (1994), pp. 42-57.
como Platón miran ordinariamente al trabajo físico como indigno del ciudadano.
Aristóteles califica de vulgares “los trabajos mercenarios o asalariados porque privan a la
mente de todo ocio y la degradan”. En Grecia las personas que ocupaban una buena
posición despreciaban los oficios manuales. Los prejuicios aristocráticos de la cultura
helénica contra el esfuerzo físico fueron adoptados también por la clase alta de la
sociedad romana, como puede verse muy claramente en Cicerón, quien siguiendo a
Aristóteles, dice que “el hombre, casi un dios mortal, nació para dos cosas: para
comprender y para obrar.” Y que “en un taller no puede haber nada digno” dando a
entender que el trabajo humilde y sacrificado era considerado indigno. La esclavitud fue
una institución universal en el mundo antiguo. Se ha dicho, con acierto, que “la esclavitud
fue tan característica de la economía de la polis como el asalariado lo es de la nuestra”.
En los tiempos antiguos antes del nacimiento de Cristo el trabajo significo algo totalmente
negativo, hasta el punto de que los esclavos eran los que trabajaban. Los hombres
verdaderamente libres se dedicaban a la filosofía y la política.
Un primer cambio se da con el nacimiento de Cristo que era hijo de un carpintero. El
trabajo de este carpintero significaba algo mucho más de lo que puede significar hoy. Y Él
mismo trabajó a su vez junto con sus discípulos.
Para el Cristianismo de los primeros siglos el trabajo tiene un significado positivo donde
vemos que el trabajo físico es uno de los elementos fundamentales de la vida en los
monasterios junto a la oración y el ayuno. El valor educativo de los monjes hacia el trabajo
para hacer limosna les permitió concebirse no individualmente o aislados de la gente al
contrario fue ejemplo de testimonio y para todos los que vivían cerca de los monjes. Gran
ejemplo lo vemos en la reconstrucción de la civilización y de la economía europea de esos
siglos.
Una de las más antiguas fuentes respecto al trabajo en las primeras experiencias
monásticas se encuentra en los escritos de San Atanasio, que describen la vida y la
actividad de San Antonio. En "La vida de San Antonio", Atanasio cuenta un episodio que
le ha referido el mismo Antonio y que resulta muy importante para comprender el lugar
que ocupa el trabajo en su experiencia. Una vez, como Antonio trabajaba un pequeño
huerto y hacía esteras, el diablo lo tentó diciéndole que no era un verdadero monje porque
no sabía hacer oración y contemplación ininterrumpida; entonces él fue tentado de
abatimiento, casi quería dejar todo y regresar a la ciudad; pero de pronto se le apareció
un ángel que tejía esteras y rezaba a intervalos regulares y le dijo: "Haz lo que me ves
hacer". Este hecho le hizo comprender que debía mezclar el trabajo y la oración.
Hay una segunda figura importante para comprender el significado del trabajo en las
primeras experiencias monásticas: San Pacomio. Originario de la Tebaide vivió entre el
292 y el 348 d.C. y fue artífice de un fenómeno impresionantemente masivo, es suficiente
observar que a su muerte había 3,000 monjes en los 9 monasterios fundados por él. Fue
un óptimo organizador, sus reglas constituyen los primeros intentos de una vida
"cenobítica", en sus monasterios (que se parecían a pequeños pueblos se hacían
diferentes trabajos y los monjes vivían agrupados en diferentes casas, según el trabajo;
habían: tejedores, estereros, sastres, carpinteros, zapateros, cocineros, enfermeros,
agricultores.
El Papa Benedicto XVI también nos hace referencia del aspecto negativo que el trabajo
tenía en la Edad Antigua sobre todo en el mundo griego que consideraba el trabajo físico
tarea de siervos. El hombre verdaderamente libre, se dedicaba únicamente a las cosas
espirituales; dejaba el trabajo físico como algo inferior a los hombres incapaces de la
existencia superior en el mundo del espíritu. Encontramos algo diferente en la tradición
judía pues los grandes rabinos ejercían a su vez una profesión artesanal. Un ejemplo es
el de Pablo, que como rabino y luego como anunciador del Evangelio a los gentiles, era a
su vez también tejedor de tiendas y se ganaba la vida con el trabajo de sus manos como
sigue la tradición rabínica.
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BOLIS CARCASSOLA, Gian Battista. “la transformación del concepto del trabajo por obra del
cristianismo” en revista cultural de la USMP Vol. 8 (1994), pp. 42-57.
El trabajo en la Edad Media siglo V al XV.
La Edad Media se inicia con la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476 y
finaliza con la caída de Constantinopla por los turcos en 1453. Durante esta etapa la
organización política se modifican: la sociedad medieval sustituye la esclavitud por la
servidumbre (un tipo de esclavitud disfrazada). La sociedad adopto como fenómeno social
al feudalismo caracterizado por el surgimiento de pequeños estados en poder de
personas muy poderosas conocidos como los señores feudales. Alrededor del cual se
agruparon las demás personas, celebrándose entre ellos una especie de alianza mediante
el cual el señor feudal se comprometía a proteger y defender a los siervos y sus familias a
cambio de que estos presten sus servicios en el cultivo de la tierra, el siervo estaba
íntimamente ligado a la tierra y compartía con el señor feudal los frutos que esta les
proveía.
Recordamos algunos aportes importantes que dieron los monjes a la cultura medieval
entre los cuales podemos mencionar el uso de los primeros molinos para la molienda de
los granos de trigo, el cultivo de la vid para obtener los vinos con los cuales se oficiaban
las misas, el cruce de las razas de ganados, la transcripción de los diversos escritos tanto
religiosos como helénicos, el canto gregoriano, etc.
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ÁLVAREZ DORRONSORO, Javier. El trabajo a través de la historia.
http://www.filosofia.net/materiales/num/numero9a.htm
El historiador belga Leo Moulin en una de sus últimas publicaciones antes de morir
resume la importancia del trabajo para San Benito de la siguiente manera:
-Se trabaja en razón de la propia condición de pobreza para ayudar a los más pobres.
-Se trabaja para desarrollar los dones que Dios ha puesto en nosotros.
-Se trabaja con el trabajo manual de cada día, solo así son verdaderos monjes, cuando
viven del trabajo de sus propias manos.”
La cumbre del significado del trabajo se realiza en la Edad Media con la construcción de
las grandes Catedrales: la obra de un pueblo que encontraron la esperanza y el sentido
de la vida y que decidieron dedicar un tiempo para construir un lugar para agradecer a
Dios por todo lo que habían recibido. La construcción de las Catedrales son un pequeño
símbolo de la espiritualidad del trabajo y de su sentido.
La Revolución Industrial es llamada así al periodo iniciado en el siglo XVIII, este periodo
se caracterizó por un conjunto de transformaciones en materia económica, laboral y social
que empezó en Inglaterra y que se expandió por toda Europa.
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LALANNE, Julio. El trabajo humano a través de la historia. Buenos Aires 2011.
aplicación a las diferentes industrias que pasan de sistemas de producción manuales a
sistemas de producción mecanizados. Además estos avances en la tecnología también
trae una nueva división del trabajo y de los procesos productivos, y el nuevo objeto del
contrato del trabajo ya no es el bien final producido por el artesano sino su trabajo que
muchas veces queda desvinculado del producto final. Otro fenómeno es la concentración
de los trabajadores en los establecimientos fabriles, es decir hay una concentración de
trabajadores en el local de la fábrica en reemplazo del antiguo taller artesanal.
Durante toda la historia, las sociedades estaban diferenciadas por diversos motivos,
estableciéndose una escala en cuanto a las condiciones que tenían cada estrato de la
sociedad. En la edad antigua hallamos a los hombres libres y los esclavos, en la edad
media a los señores feudales y los siervos y en la sociedad de la revolución industrial a
los burgueses y el proletariado.5
Nacen es este momento histórico grandes concentraciones de capital que dan origen al
nacimiento de las “sociedades de capital”, y la concentración de los medios de producción
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KARL Marx y Fiedrich ENGELS. Manifiesto del partido comunista. Editorial progreso. 1981
en manos capitalistas y con ello se producen situaciones de explotación como el trabajo
infantil de niños de 8-9 años que trabajaban jornadas de 14 a 16 horas y se recurría a
este tipo ya que se conseguían salarios más bajos. Las jornadas de trabajo son muy
extensas se trabajan de sol a sol y eran pésimas las condiciones de seguridad e higiene
en el trabajo, faltando medidas de seguridad y prevención y era inexistente cualquier
sistema de previsión social además de los salarios bajos.
Ante tal situación Karl Marx en la introducción de sus manuscritos de economía afirma
que el trabajador en este periodo histórico se ha vuelto una mercancía más y cuanto
mayor es el poder y magnitud de su producción más miserable es. Denuncia la
acumulación del capital en manos de pocas personas y aparecen marcadas dos clases
sociales: la propietaria del capital, es decir los capitalistas o burgueses y el proletariado
que son los trabajadores.
La burguesía comprendía a la clase compuesta por los capitalistas, que son los
propietarios de los medios de producción y las grandes fábricas, y emplean trabajo
asalariado; mientras que el proletariado comprende a la clase de trabajadores que
privados de medios de producción propios, se ven obligados a vender su fuerza de trabajo
a los primeros a cambio de miserables salarios.6
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KARL Marx y Fiedrich ENGELS. Manifiesto del partido comunista. Editorial progreso. 1981
Importante resaltar los cuatro tipo de enajenación de trabajo que identifica Karl Marx en
sus manuscritos afirmando que de seas enajenaciones nace el problema del trabajo de la
sociedad capitalista y que de ello se produce la alienación del trabajador.
La segunda enajenación está en función del trabajo mismo del trabajador, es decir su
misma actividad productiva se da con el objeto de producción y esa se aleja, se hace
ajena al trabajador y a cambio de ella recibe el trabajador un salario. Marx afirma que el
trabajador no está a la par con lo que entrega. Más tarde esta enajenación dará origen a
la teoría de plusvalía y lo dramático de este tipo de enajenación es que arruina el espíritu
del trabajador pues es infeliz y desgraciado -el trabajo es la pérdida de sí mismo- para
Marx.
La cuarta enajenación tiene relación directa con la enajenación antes mencionada pues
es una enajenación social es decir del hombre respecto al otro hombre que Marx
desarrollara en su teoría de división de clases pues si el trabajador esta enajenado de su
ser genérico es decir de su esencia universal esta también enajenado del otro.
Surge así una de las grandes ideologías encabezada por Karl Marx y Friedrich Engels
denominada “comunismo científico o marxismo”, el cual pretende dar respuesta al
contexto político y social en que se encontraban.
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KARL Marx y Fiedrich ENGELS. Manifiesto del partido comunista. Editorial progreso. 1981
Esta ideología proporciona una base para la llamada “lucha de clases”, que busca una
forma superior de sociedad humana “el socialismo”. Proponiendo una revolución social en
dos fases:
Marx y Engels fueron los teóricos del socialismo científico proponiendo la lucha de la
burguesía contra el proletariado. La dictadura del proletariado aboliría el capitalismo y el
estado. El énfasis de esta ideología no está en el individuo, en el trabajador sino en la
colectividad, abolir la propiedad privada era consigna para dar fin a las desigualdades y
cambiar las instituciones burguesas.
Entonces verificamos que hay una nueva concepción del hombre y de su trabajo en el
marco del pensamiento económico que surgió de la ilustración, es decir, el hombre tiene
un valor solo porque es parte de la maquinaria económica y social, afirmando también que
el hombre no es hombre sino consumidor, fuerza-trabajo y es proletario.
La Rerum Novarum.
El remedio propuesto por el socialismo que tiene como problema de fondo la lucha de
clases y la sustitución de la propiedad privada por la propiedad colectiva en donde el
estado tiene que conservarlo y distribuirlo de manera igual para todos, perjudica a los
obreros y recae en quienes deben de tenerlos .
Afirma, León XIII en la encíclica que la propiedad privada es conforme con la ley natural y
ley divina y que ninguna ley terrena puede atentar con este principio y que el socialismo
genera injusticia y la propiedad privada es un derecho natural y es necesario que el
hombre empiece a gozar de las cosas terrenas que ha recibido y que la propiedad privada
debe ser perpetua.
La Laborem Exercens.
"La Iglesia está convencida de que el trabajo constituye una dimensión fundamental de la
existencia del hombre en la tierra. Ella se confirma en esta convicción considerando
también todo el patrimonio de las diversas ciencias dedicadas al estudio del hombre: la
antropología, la sicología, la paleontología, la historia, la sociología, etc.; todas parecen
testimoniar de manera irrefutable esta realidad. La Iglesia, sin embargo, saca esta
convicción sobre todo de la fuente de la Palabra de Dios revelada, y por ello lo que es una
convicción de la inteligencia adquiere a la vez el carácter de una convicción de fe".8
Esta encíclica resalta el concepto del trabajo humano. Mostrándonos Juan Pablo II que el
hombre mediante su trabajo se hace más humano, enfatizando los elementos de la
espiritualidad del trabajo que son: los seres humanos comparten sus actividades con la
acción de Dios, el trabajo imita la acción de Dios y le otorga dignidad.
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Juan Pablo II. “Laborem exercens”. 1981.
Economía de la información.
Hoy en día el trabajo ha cambiado por que el mundo sigue cambiando. Un aspecto
fundamental de la economía que vivimos es el desarrollo del conocimiento y las nuevas
tecnologías de la información, ya no se trata de producir bienes físico sino cada vez más
servicios. Ya no es la gran fábrica y el trabajo en la gran fábrica, ahora el trabajo se centra
en la atención del cliente y la atención de brindar respuestas a sus necesidad a través de
la interrelación y el dialogo.