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Objetivos

El Banco de Guatemala tiene como objetivo fundamental, contribuir a la


creación y mantenimiento de las condiciones más favorables al desarrollo
ordenado de la economía nacional, para lo cual, propiciará las condiciones
monetarias, cambiarias y crediticias que promuevan la estabilidad en el nivel
general de precios.

Artículo 3 del Decreto Número 16-2002 del Congreso de la República de


Guatemala,
Ley Orgánica del Banco de Guatemala.

HISTORICA

A. ANTECEDENTES DE LA BANCA CENTRAL EN GUATEMALA

1. La fundación del Banco Central: la reforma de Orellana

Los orígenes legales e institucionales del actual sistema de banca central en Guatemala se
remontan al período de la reforma monetaria y financiera de 1924-1926. Entonces, fue creado el
Banco Central de Guatemala como establecimiento de emisión, giro y descuento, de carácter
privado y con participación del Estado como accionista. Esta reforma culminó durante el mandato
del General José María Orellana (1921-1926), y fue conducida en su etapa final por un equipo bajo
el liderazgo del Licenciado Carlos O. Zachrisson (entonces Ministro de Hacienda), que trabajó
sobre la base de los estudios técnicos elaborados por el profesor EdwinWalter Kemmerer, de la
Universidad de Princeton.1

El origen de esta reforma se vincula a los graves desequilibrios monetarios y financieros que
ocasionó el régimen monetario anterior, basado en la existencia legal de un oligopolio de bancos
emisores reglado por el gobierno de Manuel Estrada Cabrera, que generó una gigantesca deuda
del gobierno para con esos bancos. En 1919, el propio gobierno de Estrada Cabrera invitó al
profesor Kemmerer para estudiar las condiciones monetarias del país y hacer las recomendaciones
que el caso ameritara para emprender la reforma. Kemmerer recomendó, entre otras medidas, el
establecimiento de un banco central que sería el agente fiscal del gobierno y que tendría el
derecho exclusivo de emitir billetes.

Ese intento de reforma se vio frustrado por una serie de eventos políticos y económicos (como los
derrocamientos de los presidentes Estrada Cabrera y Manuel Herrera). No fue sino hasta en 1924
cuando el presidente Orellana invitó de nuevo al profesor Kemmerer a visitar el país y proponer un
plan de reforma financiera. Antes de ello, en 1923, Orellana había promulgado un decreto que
establecía una "Caja Reguladora" para estabilizar los tipos de cambio, la cual se convertiría en el
embrión del Banco Central de Guatemala. En noviembre de 1924 fue promulgada la Ley Monetaria
de la República de Guatemala, que daba vida a la nueva unidad monetaria, el Quetzal, bajo el
régimen del patrón oro clásico. En 1925, el gobierno publicó las bases de lo que debería ser el
banco central y solicitó propuestas de redacción de la ley correspondiente a los diferentes sectores
interesados. Finalmente, mediante Acuerdo Gubernativo del 30 de junio de 1926, se fundó el
Banco Central de Guatemala, que coronó la obra de la reforma económica del Gobierno de
Orellana.

Las reformas emprendidas pusieron fin a la emisión monetaria desordenada, crearon un respaldo
real a la moneda nacional, estabilizaron su paridad e instauraron el orden en los flujos bancarios y
financieros del país. Sin embargo, como se puede adivinar, el proceso mismo de la reforma fue
sumamente complicado, como lo demuestra la propia crónica orellanista de los hechos (La
Administración del General José María Orellana y el Arreglo Económico de Guatemala):

"No se consiguieron todos estos resultados sino al cabo de una cruenta lucha contra toda serie de
obstáculos. Como fácil es suponer, todos los intereses creados, añadidos a los pequeños intereses
de la política, se pusieron en juego, al principio para desacreditar el plan propuesto y en seguida
para ponerle trabas y obstáculos a su desarrollo. Fácil es considerar lo que esta lucha significó en
un ambiente de por sí pesimista y en donde la voz de las pasiones, los intereses y la política
menuda, encuentra siempre fácil eco. Hubo que luchar enérgicamente, en la acción, en el gabinete
de trabajo, en la prensa..."

2. La segunda época: reforma monetaria y bancaria de 1946

La Gran Depresión mundial (1929-1933) afectó gravemente a la economía guatemalteca, y


sometió a una difícil prueba al Banco Central y su política monetaria basada en el patrón oro
clásico. Dado que dicho patrón no daba cabida a una política monetaria anticíclica, se hizo
necesario impulsar la reforma monetaria y bancaria de 1944-1946, mediante la cual se creó el
Banco de Guatemala como heredero del antiguo Banco Central de Guatemala. Esta reforma se
culminó durante el gobierno revolucionario del Doctor Juan José Arévalo, y fue conducida bajo el
liderazgo del Doctor Manuel Noriega Morales (Ministro de Economía y, posteriormente, primer
presidente del Banco de Guatemala), cuyo equipo de trabajo contó con la asesoría del Doctor
Robert Triffin2 y de David L. Grove, economistas del sistema de la Reserva Federal de los Estados
Unidos de América3.

La reforma, impulsada por los aires renovadores de la Revolución de Octubre de 1944, consistió en
otorgarle al Banco de Guatemala la calidad de banco estatal y la facultad de realizar una política
monetaria, cambiaria y crediticia encaminada a crear las condiciones propicias para el crecimiento
ordenado de la economía nacional. Para ello se dotó al Banco Central de instrumentos que le
daban un mayor control sobre la oferta de dinero (manejo de las tasas de interés y descuento, y
facultad para establecer encajes), así como una participación en el crédito de fomento (designación
de cupos de crédito en determinadas actividades sectoriales), acorde esta última función a la tesis
prevaleciente de basar el desarrollo en el modelo de sustitución de importaciones. Como uno de
los grandes legados de la Revolución de Octubre, la Ley Orgánica del Banco de Guatemala
(Decreto 215 del Congreso de la República, del 11 de diciembre de 1945) le confería a éste la
calidad de entidad autónoma dotada de amplias facultades en el uso de instrumentos de política
para contrarrestar los vaivenes cíclicos de la economía.

Conjuntamente con la Ley Monetaria (Decreto 203) y la Ley de Bancos (Decreto 315 del Congreso
de la República), la Ley Orgánica del Banco de Guatemala conformaba un cuerpo armonioso de
legislación financiera que dotaba al país de un marco legal a la altura de las que entonces eran las
más modernas teorías y técnicas financieras, tal como fue el caso en muchos países de
Latinoamérica que alrededor de esas épocas adoptaron también regímenes legales similares al
guatemalteco, inspirados en las nuevas tendencias provenientes de Bretton Woods.

El proceso de concepción y redacción de las mismas fue arduo y no estuvo exento de obstáculos.
De hecho, desde los albores de la Revolución, la Junta Revolucionaria emprendió la tarea de
reformar el sistema financiero, emitiendo a principios de 1945 una Ley Monetaria y una Ley del
Banco Central; la vida de estas dos leyes fue muy breve, dado que el equipo técnico dirigido por el
Doctor Noriega Morales consideró que las mismas no habían sido elaboradas con el cuidado
debido ni contenían los preceptos adecuados que, finalmente, fueron incorporados en las nuevas
leyes redactadas con la asesoría de los expertos internacionales, las que, con diversos cambios a
través del tiempo, regularon al sistema de banca central durante más de cincuenta cinco años.
La aprobación de le Ley Orgánica del Banco de Guatemala por parte del Congreso de la República
implicó un esfuerzo especial por parte de las autoridades del Ejecutivo. Es sabido que existieron
temores por parte del Doctor Noriega Morales respecto a que la ley fuera a ser modificada
indebidamente durante su discusión legislativa, lo cual hizo del conocimiento del presidente
Arévalo. Éste habría de narrar, años después, los hechos acontecidos entonces:

"(El Doctor Noriega Morales) fue a mi despacho y me dijo: "Presidente, aquí está el proyecto de
Ley Orgánica del Banco de Guatemala, pero tengo miedo." ¿Y qué miedo es? "En el Congreso hay
economistas, hay diputados que creen que saben muchas finanzas y van a tomar este proyecto y
lo van a corromper; hemos trabajado año y dos meses en este proyecto y nos parece injusto que
en una discusión oratoria en el Congreso el proyecto vaya a quedar maltrecho y salga un Banco de
Guatemala incorrecto." "Yo voy a hacer lo que pueda", le dije, "para tranquilidad de usted", y al día
siguiente invité al Presidente del Congreso, un talentoso abogado, Julio Bonilla González; (le dije)
"me pasa esto y, aunque yo estoy prohibido por la ley para intervenir en casos del Congreso, voy a
romper ese compromiso, hoy voy a cometer el acto delictoso (sic) de presionar: yo necesito que el
Congreso apruebe la Ley Orgánica del Banco de Guatemala sin cambiarle una coma." De los
sesenta diputados, cincuenta y nueve eran arevalistas, y era una época en que estábamos en luna
de miel, el Congreso y el Ejecutivo, trabajando de común acuerdo y todo para Guatemala. Bonilla
González se fue a su Congreso, habló con las comisiones del caso y todo el mundo dijo "si la cosa
es tan delicada, pues así será", y pasó la Ley Orgánica del Banco de Guatemala sin discusión en el
Congreso de la República. El presidente Arévalo, con fama de democrático, actuó
dictatorialmente..."

B. EL PROCESO DE MODERNIZACIÓN DEL SISTEMA FINANCIERO NACIONAL: 1989-1999

La estructura básica de la legislación financiera guatemalteca emitida en 1945 y 1946 permitió el


ordenado funcionamiento del sistema en sus primeros cuarenta años de vigencia, unas veces a
pesar y otras veces en virtud de los cambios legislativos que se les introdujeron en diversas
ocasiones . Sin embargo, al concluir la década de los años ochenta resultó evidente que tanto las
crisis económicas regionales, como la liberalización de la banca y de los mercados financieros
internacionales, los avances en materia electrónica, de computación y de las telecomunicaciones,
la internacionalización de los mercados de valores y de capitales, así como la mayor
interdependencia en el mercado internacional, rebasaron la concepción que de tales mercados
tuvieron los legisladores de los años cuarenta.

Como reacción a ese proceso de obsolescencia de la legislación financiera, en 1993 la Junta


Monetaria aprobó el Programa de Modernización del Sistema Financiero Nacional. Mediante dicho
programa se propuso actualizar el marco regulatorio vigente, buscando reformas que favorecieran
la estabilidad macroeconómica y que propiciaran una mayor apertura del mercado financiero, así
como un mayor papel de las señales del mercado como asignadoras de los flujos financieros; todo
ello mediante el impulso de modificaciones reglamentarias y legales, las cuales no pretendían la
derogación completa de las leyes vigentes sino, más bien, su adecuación a los nuevos tiempos.

De hecho, el programa había dado inicio en 1989 con la adopción, por parte de la Junta Monetaria,
de la liberalización de las tasas de interés para los intermediarios financieros regulados y de la
eliminación del tipo de cambio de carácter regulado. Estas medidas estaban contempladas como
una posibilidad dentro de la Ley Orgánica del Banco de Guatemala, pero lo estaban como
situaciones de carácter excepcional respecto de la regla general.

El Programa de Modernización incluyó una serie de medidas adoptadas tanto por la Junta
Monetaria como por el Congreso de la República y los Ministerios de Estado. Fueron más de
cincuenta las resoluciones emitidas por la Junta Monetaria en los ámbitos de la política monetaria,
del régimen cambiario, de la política crediticia, de la liberalización y diversificación de los productos
y servicios bancarios, de la normativa prudencial y del funcionamiento de la supervisión financiera.
Por su parte, las disposiciones más destacadas en el ámbito legislativo fueron:

 el Acuerdo Legislativo No. 18-93, que reforma la Constitución Política de la


República e introduce la prohibición de que el banco central financie al gobierno;
 el Decreto 12-95, que reforma la Ley Orgánica del Banco de Guatemala para
fortalecer la capacidad supervisora de la Superintendencia de Bancos;
 el Decreto 23-95, que reforma la Ley de Bancos;
 el Decreto 24-95, que reforma o deroga algunos artículos de las leyes bancarias
concernientes a los requerimientos mínimos de capital;
 el Decreto 29-95, que libera la contratación de las tasas de interés;
 el Decreto 44-95, que reforma la Ley de Bancos de Ahorro y Préstamo para la
Vivienda Familiar;
 el Decreto 34-96, que crea la Ley del Mercado de Valores y Mercancías;
 el Decreto 5-99 que crea la Ley para la Protección del Ahorro; y
 el Decreto 26-99, que reforma de nuevo la Ley de Bancos y la Ley de Sociedades
Financieras, fortaleciendo la normativa prudencial y la capacidad de supervisión de
la autoridad de vigilancia e inspección.

C. EL PROGRAMA DE FORTALECIMIENTO DEL SISTEMA FINANCIERO NACIONAL

Del proceso de reflexión y análisis generado en torno a la implementación del Programa de


Modernización a lo largo de la década de los noventa resultó evidente que, para consolidar los
logros obtenidos y profundizar la modernización completa del marco regulatorio del sistema
financiero nacional, era necesaria una reforma aún más profunda de la legislación vigente, la cual
debería tener un carácter integral. Lo anterior implicaba reformar todo el conjunto de normas y
leyes que regían al sistema de banca central y a la intermediación financiera.

El proceso de reforma integral no se limitaría a una reforma puntual de algunos artículos de las
leyes existentes. Por el contrario, comprendería la sustitución completa de las leyes del Banco
Central, monetaria, de bancos y otras. Al contrario del Programa de Modernización de la década de
los noventa, el cual pretendía una modernización o actualización parcial de la normativa vigente
para hacerla compatible con la evolución de los mercados financieros, el nuevo proceso de reforma
integral habría de implicar un cambio en la concepción del papel de la banca central y en la
orientación de la regulación financiera.

Los lineamientos de la reforma integral se formalizaron el 1 de junio de 2000, cuando la Junta


Monetaria, en Resolución JM-235-2000 emitió la Matriz del Programa de Fortalecimiento del
Sistema Financiero Nacional, la cual contenía una serie de medidas clasificadas en tres grandes
áreas de acción:
a) Bases para la reforma integral (programa de corto plazo). En este componente se consideró la
elaboración de un diagnóstico de la situación del sector financiero que permitiera preparar las
bases para las reformas legales estructurales.
b) Reforma integral a las leyes financieras.
c) Modificaciones reglamentarias que comprendieran la normativa que desarrollaría el contenido de
la reforma integral de las leyes financieras.

La primera de esas áreas de acción fue crucial para orientar apropiadamente el diseño de la
reforma legal. Para ello se llevó a cabo un diagnóstico profundo de la situación del sistema
financiero, en general, y del sistema de banca central, en particular. Este se formalizó en el marco
del Programa de Evaluación del Sistema Financiero -PESF- ejecutado conjuntamente por el Banco
Mundial y el Fondo Monetario Internacional en la segunda mitad del año 2000 . Uno de los
principales resultados del PESF fue un análisis de las debilidades y fortalezas de la legislación
financiera y la identificación de los principales aspectos de las mismas que podían ser objeto de
reforma.

Como resultado de los lineamientos planteados por la Junta Monetaria y del diagnóstico del PESF,
la preparación de la reforma integral de las leyes financieras se centró en la elaboración de cuatro
proyectos de ley fundamentales:

a) Ley Orgánica del Banco de Guatemala . Orientada a favorecer la estabilidad macroeconómica


que permita a los agentes económicos la correcta toma de decisiones referentes al consumo, al
ahorro y a la inversión productiva. también al sector financiero, para cumplir con su misión de
asignar eficientemente el crédito, para lo cual debía definir claramente el objetivo fundamental del
Banco Central, fortalecer su autonomía financiera, y exigirle transparencia y rendición de cuentas
ante la sociedad.

b) Ley Monetaria . Esta debía complementar a la anterior, estableciendo las responsabilidades de


la emisión monetaria, la definición de reservas internacionales y la determinación de las especies
monetarias.

c) Ley de Bancos y Grupos Financieros . Orientada a propiciar la estabilidad del sistema financiero,
permitir una mayor eficacia en la canalización del ahorro, fortalecer el sistema de pagos y aumentar
la solidez y solvencia del sistema financiero. Para el efecto debía establecer un marco general, ágil
y flexible para el funcionamiento de los grupos financieros, que permitiera la supervisión
consolidada, favoreciendo la administración de riesgos y la salida ágil y ordenada de bancos con
problemas.

d) Ley de Supervisión Financiera . Orientada a favorecer la solidez y solvencia del sistema


financiero, promover el ahorro al propiciar la confianza del público en el sistema bancario y
viabilizar la estabilidad del sistema financiero. Para ello se debía fortalecer a la Superintendencia
de Bancos, otorgándole independencia funcional, y dándole facultades para ejercer, con
efectividad, la vigilancia e inspección de las entidades financieras del sistema.

Las cuatro leyes fundamentales, cuya vigencia inicia el 1 de junio de 2002, en conjunción con la
Ley de Libre Negociación de Divisas, que cobró vigencia en mayo de 2001, constituyen un cuerpo
integral y consistente de regulación financiera que atiende la delegación que el Estado, por
mandato constitucional , hace al sistema de banca central de ejercer vigilancia sobre todo lo
relativo a la circulación de la moneda. En efecto, la Constitución Política de la República establece
en su artículo 132 que:

"Es potestad exclusiva del Estado, emitir y regular la moneda, así, como formular y realizar las
políticas que tiendan a crear y mantener condiciones cambiarias y crediticias favorables al
desarrollo ordenado de la economía nacional. Las actividades monetarias, bancarias y financieras,
estarán organizadas bajo el sistema de banca central, el cual ejerce vigilancia sobre todo lo relativo
a la circulación de dinero y a la deuda pública. Dirigirá este sistema la Junta Monetaria de la que
depende el Banco de Guatemala, entidad autónoma con patrimonio propio, que se regirá por su
Ley Orgánica y la Ley Monetaria".

En tal sentido, es fácil inferir que las cuatro leyes financieras fundamentales se enfocan a regular lo
relativo a la circulación del dinero; es decir, a la creación de dinero primario por parte del Banco
Central, y a la creación de dinero secundario por parte de los bancos del sistema.

Es de esperar que con este marco legal, y con su aplicación conjunta por parte de las autoridades
monetarias, será posible aplicar una política monetaria de primer orden, acorde con las mejores
prácticas internacionales. Todo ello para:

 Facilitar el control de la inflación a fin de que se reduzca a niveles similares a los


de países industrializados.
 Crear las condiciones para que las tasas de interés, en un mercado competitivo y
con el apoyo de la política fiscal, converjan a niveles internacionales favorables al
crecimiento económico.
 Fortalecer el sistema bancario en su liquidez, solidez y solvencia.
 Evitar malas prácticas bancarias por parte de personas carentes de conocimientos
bancarios y de solvencia moral.
 Fortalecer la supervisión financiera, en congruencia con las mejores prácticas
internacionales, lo cual no sólo permitirá proteger el ahorro nacional, sino que
redundará en la atracción de flujos financieros hacia el país.

Tomado de: Antecedentes, Elaboración y Espíritu de la Nueva Ley Orgánica del Banco de
Guatemala, del Licenciado Mario García Lara, mayo de 2002

A manera de conclusión de está reseña histórica de la Banca Central , se transcribe a continuación


una parte del discurso del licenciado Lizardo Arturo Sosa López, Presidente de la Junta Monetaria
y del Banco de Guatemala, pronunciado el 31 de mayo de 2002.

Como puede apreciarse, las leyes que cobran vigencia a la media noche de hoy, constituyen una
reforma integral y armónica del sistema financiero nacional que permitirá al país fortalecer y
modernizar la supervisión bancaria, en congruencia con las mejores prácticas y estándares
internacionales, lo cual no sólo protegerá y fomentará el ahorro nacional sino que redundará en la
atracción de flujos financieros al país. Esto debe generar mayor estabilidad, solidez, solvencia y
liquidez del sistema financiero nacional.

Además, Guatemala contará con una política monetaria de primer orden destinada a controlar la
inflación y, de esta forma, coadyuvar a la creación de un ambiente macroeconómico que redunde
en mayores y mejores tasas de crecimiento económico, que sustenten el desarrollo económico
integral de nuestra nación.

El conjunto de leyes financieras configura una reforma radical (es decir, que va hasta las raíces de
todo lo relativo a los mecanismos de la circulación del dinero y el crédito) como la que pocas veces
se produce en la historia de las naciones. Comparables, quizá, fueron los procesos de reforma
financiera ya mencionados, en 1926, durante el gobierno del General José María Orellana, y en
1946, durante el gobierno del Doctor Juan José Arévalo. Durante el primero se constituyó el
Quetzal como moneda nacional y se sentaron los cimientos para el funcionamiento de un sistema
bancario dirigido por el banco central. Durante el segundo, se fundó el Banco de Guatemala y se
adecuó el sistema monetario a los estándares que la comunidad internacional adoptó en la
posguerra mundial. Ambas reformas del siglo pasado, al igual que la nueva reforma que nos regirá
a partir de mañana, requirieron de un laborioso proceso de diseño, discusión y aprobación legal,
que demandó el esfuerzo patriótico de los distintos actores involucrados a nivel político, técnico,
nacional e internacional, cuyo resultado fue, en ambos momentos de nuestra Historia, fundamental
para mejorar el funcionamiento de nuestra economía y, consecuentemente, el bienestar de todos
los guatemaltecos.
1. Durante la segunda y tercera décadas del siglo veinte, el profesor Kemmerer asesoró a varios
gobiernos latinoamericanos (Chile, Colombia, Ecuador y Perú) en la creación de sus bancos
centrales, a imagen de los bancos de la Reserva Federal que habían sido establecidos en Estados
Unidos en 1913.

2. A mediados del siglo veinte, el Doctor Triffin también dirigió otros equipos asesores para las
reformas financieras de otros países latinoamericanos.

3. Cabe agregar que la redacción de algunas partes de esa Ley Orgánica del Banco de Guatemala
también contó con la asesoría del Doctor Raúl Prebisch, exgerente del Banco Central de la
República Argentina.

4. Por ejemplo, el espíritu y la letra de la Ley Orgánica del Banco de Guatemala de 1946 se vio
trastocado, entre otras disposiciones legales, por el Decreto 1,704 (de septiembre de 1967) que
modificó la conformación de la Junta Monetaria, por el Decreto 62-70 (de septiembre de 1970) que
acortó el período de la presidencia del banco central, y por el Decreto 106-71 que creó el "Sector
Público Financiero" (aunque éste último se corrigió posteriormente mediante el Decreto Ley 41-85).

5. El PESF (o FSAP, por sus siglas en inglés) fue conducido por un equipo de expertos que
visitaron Guatemala en dos misiones presididas por Alfredo Leone y Augusto de la Torre, en julio y
septiembre de 2000. El PESF dio lugar a un proceso de asesoría y seguimiento al proceso de
reformas legales por parte de los expertos funcionarios de los organismos internacionales.

6. Se aprobó el 23 de abril de 2002, mediante Decreto Número 16-2002 del Congreso de la


República.

7. Se aprobó el 24 de abril de 2002, mediante Decreto Número 17-2002 del Congreso de la


República.

8. Una primera versión de esta ley se había aprobado mediante el Decreto 4-2002 en febrero de
2002. La versión final, revisada y compatibilizada con las otras leyes financieras, se aprobó el 29
de abril de 2002, mediante Decreto Número 24-2002 del Congreso de la República.

9. Se aprobó el 25 de abril de 2002, mediante Decreto Número 18-2002 del Congreso de la


República.

10. Es de hacer notar que Guatemala es uno de los pocos países cuya Constitución Política
establece, por una parte, el sistema de banca central a cargo de cumplir con la función estatal de
regular la circulación de la moneda y, por otra, le confiere al banco central la calidad de entidad
autónoma.

Funciones
El Banco de Guatemala tiene, entre otras que determina su Ley Orgánica, las funciones siguientes:

a) Ser el único emisor de la moneda nacional;


b) Procurar que se mantenga un nivel adecuado de liquidez del sistema bancario, mediante la
utilización de los instrumentos previstos en su Ley Orgánica;

c) Procurar el buen funcionamiento del sistema de pagos;

d) Recibir en depósito los encajes bancarios y los depósitos legales a que se refiere su Ley
Orgánica;

e) Administrar las reservas monetarias internacionales, de acuerdo con los lineamientos que dicte
la Junta Monetaria; y,

f) Las demás funciones compatibles con su naturaleza de Banco Central que le sean asignadas por
mandato legal.

OPERACIONES DE CREDITO
ARTICULO 48. Prestamista de última instancia. Con base en la política monetaria, cambiaria
y crediticia determinada por la Junta Monetaria, el Banco de
Guatemala podrá otorgar crédito a los bancos del sistema, únicamente para solventar
deficiencias temporales de liquidez, tomando en cuenta para ello un informe que sobre la
situación patrimonial y de cartera del banco solicitante le deberá presentar el
Superintendente de Bancos.
El monto del crédito no podrá ser superior al cincuenta por ciento (50%) del equivalente del
patrimonio computable del banco de que se trate, quien deberá garantizarlo con garantía
prendaria de créditos o garantía hipotecaria. El plazo de dicho crédito no podrá ser mayor
de treinta (30) días calendario, el cual, a solicitud razonada del banco de que se trate,
podrá ser prorrogado por la mitad del plazo original. La tasa de interés a ser aplicada al
crédito deberá ser superior a la que en promedio aplique en operaciones activas el Banco
de que se trate. Únicamente se podrá otorgar, a un mismo Banco, hasta un máximo de dos
(2) créditos en un período de doce (12) meses, siempre que los mismos se otorguen en dos
meses no consecutivos dentro de tal período.
La Superintendencia de Bancos deberá informar a la Junta Monetaria, en un plazo que no
exceda de diez (10) días hábiles después del otorgamiento del crédito, sobre las causas que
originaron las deficiencias de liquidez, así como la calidad y situación en que se encuentran
las garantías que respaldan el crédito.
OPERACIONES INTERNACIONALES
ARTICULO 49. Cooperación e integración. La Junta Monetaria podrá autorizar al Banco
Central para suscribir acuerdos de cooperación y acuerdos de integración monetaria con
bancos centrales, asociaciones de bancos centrales u otros entes similares.
ARTICULO 50. Operaciones con instituciones internacionales. El Banco de
Guatemala podrá efectuar, con instituciones bancarias internacionales, las operaciones que
le correspondan de acuerdo con los convenios internacionales suscritos y ratificados por la
República de Guatemala, y con las disposiciones legales que se dicten sobre la materia.
ARTICULO 51. Financiamiento. El Banco de Guatemala, previa autorización de la Junta
Monetaria, podrá obtener y conceder financiamiento y efectuar otras operaciones que
correspondan a la naturaleza de un Banco Central, con otros bancos centrales, con
organismos financieros multilaterales o con instituciones financieras extranjeras.
Cuando alguna de las operaciones indicadas en el párrafo anterior implique la asunción de
empréstitos u otras formas de deudas, el Banco de Guatemala deberá contar con la
aprobación previa del Congreso de la República.
ARTICULO 52. Operaciones de corresponsalía. El Banco de Guatemala, previa autorización
de la Junta Monetaria, podrá actuar como agente o corresponsal de otros bancos centrales,
de instituciones bancarias internacionales y de otras instituciones financieras extranjeras y
nombrar a tales entidades como sus agentes o corresponsales en el exterior.
RELACIONES CON EL ESTADO
ARTICULO 53. Consejero y agente financiero. El Banco Central ejercerá la función de
consejero, en materia de su competencia, y agente financiero del Estado.
ARTICULO 54. Operaciones bancarias oficiales. El Organismo Ejecutivo, las instituciones
autónomas, descentralizadas y, en general, las entidades y dependencias del Estado, salvo
disposición legal en contrario, efectuarán sus operaciones financieras, en moneda nacional
o extranjera, tanto en el país como en el exterior, por medio del
Banco Central.
Si las circunstancias lo aconsejan, la Junta Monetaria podrá autorizar a los entes a que se
refiere el presente artículo para que realicen operaciones financieras en cualquier entidad
bancaria, conforme los lineamientos que determine dicha Junta.
ARTICULO 55. Depósitos oficiales. Los recursos financieros del Organismo
Ejecutivo, y los de las instituciones autónomas, descentralizadas y, en general, de las
entidades y dependencias del Estado provenientes del Presupuesto General de
Ingresos y Egresos del Estado, salvo disposición legal en contrario, serán depositados en el
Banco de Guatemala.
Los depósitos de garantía en favor del Estado o de cualquiera de sus dependencias y toda
clase de depósitos judiciales, salvo disposición legal en contrario, también serán
depositados en el Banco de Guatemala.
No obstante lo anterior, la Junta Monetaria reglamentará las condiciones bajo las cuales los
entes a que se refiere el presente artículo podrán constituir depósitos en los bancos del
sistema cuyos recursos estén destinados a cubrir sus operaciones de giro ordinario.
La Contraloría General de Cuentas, bajo su estricta responsabilidad, velará porque los entes
del Estado bajo su jurisdicción cumplan con lo dispuesto en los dos primeros párrafos de
este artículo.
El Banco Central no pagará intereses sobre los depósitos a que se refiere este artículo.
Cualquier ente del Estado que de conformidad con la ley pueda manejar o administrar sus
recursos financieros fuera del Banco Central, tiene la obligación de coordinar
permanentemente su política de inversiones con el Banco de Guatemala, para coadyuvar al
logro del objetivo fundamental de la política monetaria.
El Banco Central podrá custodiar títulos, documentos y objetos de valor pertenecientes al
Estado.

Tema 2
Objeto de la junta monetaria

La finalidad de la Junta Monetaria es garantizar la estabilidad monetaria, cambiaria y


crediticia del país. La Junta Monetaria no podrá autorizar que el Banco de Guatemala
otorgue financiamiento directo o indirecto; garantía o aval al Estado, a sus entidades
descentralizadas o autónomas ni a las entidades privadas no bancarias.

Con ese mismo fin, el Banco de Guatemala no podrá adquirir los valores que emitan o
negocien en el mercado primario dichas entidades. Se exceptúa de estas prohibiciones el
financiamiento que pueda concederse en casos de catástrofes o desastres públicos, siempre
y cuando el mismo sea aprobado por las dos terceras partes del número total de diputados
que integran el Congreso a solicitud del Presidente de la República de Guatemala.
Funciones
Son funciones de la Junta Monetaria las siguientes:

a) Determinar y evaluar la política monetaria, cambiaria y crediticia del país, incluyendo las
metas programadas, tomando en cuenta el entorno económico;

b) Velar por la liquidez y solvencia del sistema bancario nacional;

c) Reglamentar los aspectos relativos al encaje bancario y al depósito legal, de conformidad


con su Ley Orgánica;

d) Reglamentar la cámara de compensación bancaria o cualquier otro instrumento o


mecanismo que persiga los mismos fines de aquella;

e) Autorizar, a propuesta del Gerente General, la política de inversiones de las reservas


monetarias internacionales;

f) Establecer las reservas necesarias para fortalecer el patrimonio del Banco;

g) Aprobar el Presupuesto de Ingresos y Egresos del Banco de Guatemala y el de


Superintendencia de Bancos;

h) Aprobar o modificar la estructura administrativa del Banco de Guatemala, a propuesta


del Gerente General;

i) Nombrar y remover al Gerente General y demás autoridades y funcionarios;

j) Aprobar anualmente los estados financieros del Banco;

k) Aprobar anualmente, para su publicación, la memoria de labores del Banco de


Guatemala;

l) Emitir los reglamentos que de conformidad con ésta y otras leyes;

m) Aprobar las disposiciones, normas o instrumentos legales que someta a su consideración


la Superintendencia de Bancos o, en su caso, el Banco de Guatemala; y

n) Ejercer las demás atribuciones y facultades que le correspondan, de acuerdo con esta
Ley, la Ley Monetaria y otras disposiciones legales aplicables.

Organización de la junta monetaria


Junta Monetaria. La Junta Monetaria, integrada conforme a la
Constitución Política de la República de Guatemala, ejerce la dirección suprema del
Banco de Guatemala.
La Junta Monetaria se integra con los siguientes miembros:
a) El Presidente, quien también lo será del Banco de Guatemala;
b) Los Ministros de Finanzas Públicas, de Economía y de Agricultura, Ganadería y
Alimentación;
c) Un miembro electo por el Congreso de la República;
d) Un miembro electo por las asociaciones empresariales de comercio, industria y
agricultura;
e) Un miembro electo por los presidentes de los consejos de administración o juntas
directivas de los Bancos privados nacionales; y,
f) Un miembro electo por el Consejo Superior de la Universidad de San Carlos de
Guatemala.
Estos tres últimos miembros durarán en sus funciones un año.

Tema 3
Objeto
“Promover la estabilidad y confianza en el sistema financiero supervisado”
La Superintendencia de Bancos es un órgano de Banca Central,
organizado conforme a esta ley; eminentemente técnico, que actúa bajo
la dirección general de la Junta
Monetaria y ejerce la vigilancia e inspección del Banco de Guatemala,
bancos, sociedades financieras, instituciones de crédito, entidades
afianzadoras, de seguros, almacenes generales de depósito, casas de
cambio, grupos financieros y empresas controladoras de grupos
financieros y las demás entidades que otras leyes dispongan.
La Superintendencia de Bancos tiene plena capacidad para adquirir
derechos y contraer obligaciones, goza de la independencia funcional
necesaria para el cumplimiento de sus fines, y para velar porque las
personas sujetas a su vigilancia e inspección cumplan con sus
obligaciones legales y observen las disposiciones normativas aplicables
en cuanto a liquidez, solvencia y solidez patrimonial.

Funciones
El artículo 3 de dicha ley establece que la Superintendencia de Bancos tiene a su cargo las
siguientes funciones:

a) Cumplir y hacer cumplir las leyes, reglamentos, disposiciones y resoluciones aplicables;

b) Supervisarlas a fin de que mantengan la liquidez y solvencia adecuadas que les permita
atender oportuna y totalmente sus obligaciones, y evalúen y manejen adecuadamente la
cobertura, distribución y nivel de riesgo de sus inversiones y operaciones contingentes;

c) Dictar en forma razonada las instrucciones tendientes a subsanar las deficiencias o


irregularidades que encontrare;

d) Imponer las sanciones que correspondan de conformidad con la ley;


e) Ejercer vigilancia e inspección con las más amplias facultades de investigación y libre
acceso a todas las fuentes y sistemas de información de las entidades supervisadas,
incluyendo libros, registros, informes, contratos, documentos y cualquier otra información,
así como a los comprobantes que respaldan las operaciones de las entidades supervisadas.

Toda sociedad, empresa o persona particular que preste a las entidades sujetas a la
vigilancia e inspección de la Superintendencia de Bancos, servicios informáticos, contables,
legales, de custodia, de intermediación de valores u otras operaciones, tiene la obligación
de permitir el acceso a sus instalaciones a las personas nombradas por la Superintendencia
de Bancos, así como de proporcionarles toda la información, documentos, registros o
comprobantes que respaldan las operaciones, negocios, contratos o asuntos que tengan
relación con la entidad supervisada a la que le prestan servicios;

f) Solicitar directamente a cualquier juez de primera instancia de los ramos civil o penal, las
medidas precautorias que considere necesarias para poder cumplir con su función de
vigilancia e inspección en caso de negativa, impedimento o retraso por parte de la entidad
correspondiente o de la sociedad, empresa o persona particular contratada para prestarle los
servicios enumerados en el inciso anterior, las cuales se decretarán sin necesidad de
audiencia previa;

g) Requerir información sobre cualesquiera de sus actividades, actos, operaciones de


confianza y su situación financiera, sea en forma individual, o cuando proceda, en forma
consolidada;

h) Realizar su vigilancia e inspección sobre la base de una supervisión consolidada;

i) Evaluar las políticas, procedimientos, normas y sistemas de las entidades y, en general,


asegurarse que cuenten con procesos integrales de administración de riesgo;

j) Efectuar recomendaciones de naturaleza prudencial tendientes a que identifiquen, limiten


y administren adecuadamente los riesgos que asuman en sus operaciones, constituyan las
reservas de valuación que sean necesarias para cubrir el riesgo de irrecuperabilidad y
mantengan patrimonio suficiente con relación a tales riesgos;

k) Velar por el cumplimiento de manera general y uniforme de las operaciones de


contabilidad, de conformidad con la normativa emitida por la Junta Monetaria;

l) Velar por el cumplimiento de las disposiciones generales emitidas por la Junta Monetaria
que norman las operaciones de confianza;

m) Velar por el cumplimiento de las normas emitidas por la Junta Monetaria para que las
entidades proporcionen al público información suficiente, veraz y oportuna sobre sus
actividades y su situación financiera, en forma individual y, cuando corresponda, en forma
consolidada;
n) Publicar información suficiente, veraz y oportuna sobre la situación financiera de las
entidades sujetas a su vigilancia e inspección, en forma individual o consolidada;

ñ) Normar de manera general y uniforme, los requisitos mínimos que las entidades sujetas a
su supervisión deben exigir a los auditores externos o firmas de auditoría en la realización
de auditorías externas a las mismas;

o) Llevar registros de los bancos, sociedades financieras, grupos financieros, empresas


controladoras, empresas responsables, almacenes generales de depósito, casas de cambio,
compañías de seguros y fianzas, y otras entidades que, conforme la ley, estén sujetas a la
vigilancia e inspección de la Superintendencia de Bancos; de los directores, funcionarios
superiores y representantes legales de las entidades referidas, así como de auditores
externos, agentes de seguros, y otros que sean necesarios para el cumplimiento de sus fines;

p) Solicitar a la autoridad que corresponda la liquidación o la declaratoria de quiebra de


entidades sujetas a su vigilancia e inspección, en los casos que proceda de conformidad con
la ley;

q) Proporcionar la información estadística o datos de índole financiera que requiera la Junta


Monetaria, el Banco de Guatemala o el tribunal competente;

r) Participar y formar parte de organismos, asociaciones, entidades y foros internacionales


de supervisión, así como poder suscribir y adherirse a declaraciones emitidas por éstos, de
conformidad con la ley;

s) Intercambiar información con otras entidades de supervisión, nacionales o extranjeras,


para propósitos de supervisión;

t) Denunciar, ante autoridad competente, los hechos que puedan tener carácter delictuoso,
acerca de los cuales tenga conocimiento por razón de sus actividades, para lo cual queda
autorizada para proporcionar información que identifique a depositantes o inversionistas,
cuando sea requerida judicialmente;

u) Proponer a la Junta Monetaria los reglamentos, disposiciones y demás normativa que


ésta deba dictar, en materia de su competencia, de conformidad con la ley;

v) Dictar las disposiciones necesarias para que las entidades supervisadas le remitan los
informes, datos, antecedentes, estadísticas, y otros documentos sobre su situación
financiera; determinando el plazo y la forma o medio por el que dicha información le habrá
de ser remitida; y,

w) Ejercer las demás funciones que le correspondan de acuerdo con las leyes, reglamentos
y otras disposiciones aplicables.

Organización
Superintendente de Bancos

El Superintendente de Bancos es la autoridad administrativa superior de la


Superintendencia de Bancos. Ejerce su representación legal, tanto para actuar judicial como
extrajudicialmente en el ámbito de su competencia; en consecuencia, tiene las facultades
para ejecutar los actos, otorgar y revocar mandatos y celebrar los contratos que sean del
giro ordinario de la Superintendencia de Bancos, según su naturaleza y objeto, de los que
de él se deriven y de los que con ella se relacionan.

El Superintendente de Bancos es nombrado por el Presidente de la República para un


período de cuatro años, seleccionado de una terna propuesta por la Junta Monetaria, con el
voto favorable de las tres cuartas partes de la totalidad de los miembros de dicha Junta.

En caso de muerte, renuncia, abandono del cargo, impedimento definitivo para el ejercicio
del cargo de Superintendente de Bancos, se procederá a nombrar al sustituto para terminar
el período de su antecesor.

Dentro sus funciones se encuentran las siguientes:

a) Administrar la Superintendencia de Bancos;

b) Establecer la estructura organizacional que permita a la Superintendencia de Bancos


cumplir su objeto;

c) Dictar las disposiciones necesarias para el desarrollo ordenado de la administración


interna de la Superintendencia de Bancos;

d) Delegar, cuando a su juicio lo estime pertinente, sus facultades administrativas y técnicas


en las autoridades y funcionarios de la Superintendencia de Bancos;

e) Proponer a la Junta Monetaria el nombramiento de los intendentes y directores de la


Superintendencia de Bancos;

f) Nombrar y remover a los demás funcionarios y empleados de la Superintendencia de


Bancos;

g) Someter a la aprobación de la Junta Monetaria el presupuesto anual de la


Superintendencia de Bancos;

h) Informar a la Junta Monetaria, trimestralmente, cuando ésta lo requiera o cuando el


Superintendente lo estime pertinente, sobre la situación financiera de las entidades sujetas a
vigilancia e inspección de la Superintendencia de Bancos. Asimismo, en el mes de febrero
de cada año, o cuando el Congreso de la República de Guatemala lo requiera, deberá
informar a éste o a la comisión legislativa que el mismo determine, sobre la situación
financiera del sistema bancario;
i) Resolver sobre las solicitudes escritas de las entidades sujetas a la vigilancia e inspección
de la Superintendencia de Bancos, dentro del plazo de treinta (30) días siguientes a la fecha
de recepción de lasmismas;

j) Fungir como asesor ex-oficio, con derecho a voz, pero sin voto, en las sesiones de la
Junta Monetaria;

k) Exigir y recibir declaraciones juradas para acreditar a los organizadoresde nuevas


entidades bancarias, accionistas, miembros de un consejo de administración o de una junta
directiva, gerentes generales o su equivalente, de las entidades sujetas a la vigilancia e
inspección de la Superintendencia de Bancos; y,

l) Ejercer las demás atribuciones, funciones y facultades que le corresponden de


conformidad con la ley.

Autoridades y Funcionarios


o Superintendente de Bancos
 Asesoría Jurídica General
 Auditoría Interna
 Intendente de Coordinación Técnica
o Intendencia de Supervisión
 Dirección Supervisión de Riesgos Bancarios "A"
 Dirección Supervisión de Riesgos Bancarios "B"
 Dirección Supervisión de Riesgos de Seguros y Otros
 Dirección Supervisión de Riesgos Integrales
o Intendencia de Estudios
 Dirección Estudios
 Dirección Desarrollo Institucional
 Dirección Análisis Económicos y Estándares de Supervisión
o Intendencia de Administrativa
 Dirección Recursos Humanos
 Dirección Financiero y Servicios
 Dirección Tecnología de la Información
o Intendencia de Verificación Especial
 Dirección prevención y cumplimiento.
 Dirección Investigación de transacciones financieras
 Unidad de Apoyo Jurídico
 Unidad de Tecnología de la Información
 Unidad de Control Administrativo
Tema 4
A. LA EMISIÓN MONETARIA

La emisión monetaria es la variable que sirve como indicador del seguimiento de la política
Monetaria, Cambiaria y Crediticia, tomando en cuenta que es un indicador eficiente de la
oferta del dinero y que adicionalmente, constituye una variable que el banco central puede
controlar directamente.

La emisión monetaria al 30 de diciembre alcanzó un nivel de Q6,307.0 millones, superior


en Q830.9 millones respecto a diciembre de 1997, y superior en Q174.0 millones al nivel
establecido en el programa monetario.

ARTICULO 1. Unidad monetaria. La unidad monetaria de Guatemala se denomina


Quetzal. El símbolo monetario del Quetzal se representa por la letra “Q”.
El Quetzal se divide en cien partes iguales denominadas centavos.
ARTICULO 6. Curso de la moneda. Salvo que las partes convencionalmente y en forma
expresa dispongan lo contrario, el Quetzal se empleará como moneda de cuenta y medio de
pago en todo acto o negocio de contenido dinerario, y tendrá poder liberatorio de deudas.
En todo caso, los órganos jurisdiccionales y administrativos deberán respetar y hacer
cumplir fielmente lo convenido por las partes.
Cualquier persona, individual o jurídica, podrá pactar libremente y de mutuo acuerdo, el
pago en divisas de los honorarios, sueldos, salarios, o comisiones a que tenga derecho por
prestación de trabajo o por prestación de servicios, según sea el caso.
CANJE Y AMORTIZACION
ARTICULO 7. Canje. El Banco de Guatemala cambiará, a la vista y sin cargos de ninguna
naturaleza, los billetes y las monedas nacionales de cualquier serie o denominación, por
billetes y monedas nacionales de cualquier otra serie o denominación.
El Banco de Guatemala podrá llamar al canje los billetes o monedas de las emisiones que
estime pertinente.
ARTICULO 8. Amortización y canje. El Banco de Guatemala amortizará y canjeará por
nuevos billetes o monedas nacionales, las piezas nacionales, deterioradas por el uso, que
resulten inadecuadas para la circulación.
El Banco de Guatemala no tendrá obligación de canjear los billetes cuya identificación sea
imposible, o aquellos que hayan perdido más de dos quintas partes de su superficie, ni
estará obligado a canjear las monedas que no sean identificables, así como las que tengan
señales de limaduras, recortes o perforaciones. Tales billetes y monedas serán incautados y
retirados de la circulación.

CONVERTIBILIDAD, MOVILIDAD DE CAPITALES Y RESERVAS MONETARIAS


INTERNACIONALES

ARTICULO 9. Convertibilidad y movilidad de capitales. Es libre la convertibilidad


externa de la moneda nacional, así como la movilidad de capitales.
ARTICULO 10. Reservas monetarias internacionales. Las reservas monetarias
internacionales del Banco de Guatemala están constituidas por los activos siguientes:
a) Oro;
b) Billetes y monedas extranjeros aceptados como medio de pago internacional;
c) Depósitos de divisas de inmediata exigibilidad y a plazos, en instituciones financieras
internacionales o en bancos extranjeros que determine la Junta Monetaria;
d) Títulos o valores de primera clase, líquidos, emitidos por gobiernos extranjeros de
reconocida solvencia, organismos internacionales y corporaciones o instituciones financieras
que determine la Junta Monetaria;
e) Derechos Especiales de Giro del país en el Fondo Monetario Internacional;
f) Aportes a organismos financieros internacionales cuando se consideren
internacionalmente como activos de reserva; y,
g) Otros activos que la Junta Monetaria califique, de conformidad con las circunstancias
derivadas de la evolución de los instrumentos del mercado financiero internacional.
Las reservas monetarias internacionales son inembargables y no podrán ser objeto de
medidas precautorias, administrativas ni judiciales. Tampoco estarán sujetas al pago de
impuestos, tributos o contribución especial alguna.

Grupo Financiero
Grupo Financiero es la agrupación de dos o más personas jurídicas que realizan
actividades de naturaleza financiera, de las cuales una de ellas deberá ser banco, que operan
de forma integrada bajo el compromiso de seguir políticas comunes (ABC de Educación
Financiera, s.f.).

La condición indispensable que las instituciones deben cumplir para conformarse en grupo
es tener una empresa controladora o una empresa responsable que será un banco entre las
cuales existe control común por las relaciones de propiedad, administración o uso de
imagen corporativa, o bien sin existir estas relaciones, según acuerdo, deciden el control
común (ABC de Educación Financiera, s.f.).

Las instituciones financieras que pueden formar parte de los grupos son: empresa
controladora -cuando exista., bancos, sociedades financieras, casas de cambio, almacenes
generales de depósito, aseguradoras, afianzadoras, empresas especializadas en emisión y
administración de tarjetas de crédito, empresas de arrendamiento financiero, empresas de
factoraje, casas de bolsa, entidades fuera de plaza -off short- y otras que califique la Junta
Monetaria (ABC de Educación Financiera, s.f.).

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