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trastornos del espectto autista

Autismo y cociente intelectual: ¿estabilidad?


Juan Martos-Pérez, Sandra Freire-Prudencio, María Llorente-Comí, Raquel Ayuda-Pascual, Ana González-Navarro

Introducción. El autismo es un trastorno heterogéneo. La posibilidad de determinar sus características a lo largo del tiem- Equipo DELETREA (Diagnóstico,
Evaluación del Lenguaje y Tratamiento
po tendrá una gran repercusión en el pronóstico y las predicciones que se puedan hacer. En ese sentido, el cociente del Espectro Autista). Madrid, España.
intelectual y su posible estabilidad a lo largo del ciclo vital pueden ayudar a definir mejor el fenotipo del trastorno y sus
necesidades asociadas. Correspondencia:
Dr. Juan Martos Pérez. DELETREA.
Desarrollo. Los estudios longitudinales muestran cierta estabilidad en las puntuaciones del cociente intelectual, sobre Dr. Esquerdo, 82. E-28027 Madrid.
todo a partir de los años escolares. Antes, en la etapa preescolar, existe mayor variabilidad, especialmente en aquellos E-mail:
niños que tienen un funcionamiento intelectual límite o discapacidad intelectual moderada. info@deletrea.es

Conclusión. Debe seguirse desarrollando más investigación para conocer el perfil cognitivo de las personas con trastorno Declaración de intereses:
del espectro autista y poder realizar predicciones a partir de su funcionamiento intelectual. Los autores manifiestan la
inexistencia de conflictos de interés
Palabras clave. Autismo. Cociente intelectual. Discapacidad intelectual. Estabilidad. TEA. en relación con este artículo.

Aceptado tras revisión externa:


01.02.18.

Cómo citar este artículo:


Martos-Pérez J, Freire-Prudencio S,
Introducción que permitan determinar con precisión el pronósti- Llorente-Comí M, Ayuda-Pascual R,
co, la evolución y los apoyos que puedan precisar González-Navarro A. Autismo y
cociente intelectual: ¿estabilidad?
Las medidas de inteligencia que habitualmente se las personas con autismo. Rev Neurol 2018; 66 (Supl 1):
expresan a través del cociente intelectual (CI) sue- ¿Qué relación existe entre autismo y discapaci- S39-44.
len ser estables o, al menos, relativamente estables dad intelectual? ¿Existe estabilidad del CI en el au- © 2018 Revista de Neurología
a lo largo del tiempo. Baste simplemente recordar tismo? ¿Qué tipo de factores pueden o no influir en
que dicha estabilidad, en el desarrollo típico, viene la estabilidad? ¿Son adecuadas las pruebas que se
dada por la relación (cociente, de ahí el nombre) han utilizado tradicionalmente para medir la inteli-
entre la edad mental y la edad cronológica. Esta (re- gencia? ¿El estudio de los fenotipos cognitivos pue-
lativa) estabilidad del CI lo convierte, junto con de ayudar a una mejor comprensión del autismo?
otras medidas adicionales como el lenguaje, en uno En las líneas siguientes se tratará de proporcionar
de los mejores índices pronósticos. respuestas a estas cuestiones.
En la discapacidad intelectual está bien estable-
cido y aceptado que, en función de la gravedad,
pueden darse deficiencias, en mayor o menor me- Autismo y discapacidad intelectual
dida, en las funciones intelectuales y en el compor-
tamiento adaptativo, lo que deberá traducirse en En el caso del autismo, el Manual diagnóstico y es-
distintos niveles de intensidad de los apoyos que se tadístico de los trastornos mentales, quinta edición
precisan [1]. Lo mismo puede decirse, en líneas ge- (DSM-5) [1] especifica que los síntomas de trastor-
nerales, del autismo y de las distintas formas en las no del espectro del autismo (TEA) no deberían ser
que se expresa, que es lo que se denomina ‘espectro mejor explicados por la discapacidad intelectual.
autista’ o ‘espectro del autismo’. Sin embargo, una No obstante, debe notarse que un diagnóstico co-
diferencia relevante que podemos observar carac- mórbido de TEA en una persona con discapacidad
terísticamente en autismo, pero no en la discapaci- intelectual puede ser apropiado, sobre todo cuando
dad intelectual, es el perfil de funcionamiento di- la comunicación y la interacción social están signi-
sarmónico o disarmonía evolutiva del desarrollo, ficativamente más alteradas en relación a lo espera-
que se manifiesta en la normalización o superiori- ble por el nivel de desarrollo.
dad del perfil de algunas áreas mientras otras pre- Introducir especificadores permite mantener los
sentan un retraso o desviación significativos. Por rasgos nucleares del diagnóstico de autismo, al mis-
tanto, se hace necesario contar con instrumentos mo tiempo que poder caracterizar algunas condi-

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J. Martos-Pérez, et al

ciones comórbidas que no son específicas del tras- cos de la última década informan de una estimación
torno. Se prevé que, en el futuro, estos cambios que más alta (aunque no tanta como se informaba en
se han introducido en la práctica diagnóstica po- los estudios más clásicos), que podría situarse en el
drán asegurar una mejor comprensión de potencia- 50%. [5]. Debido a esta gran incidencia, algunos tra-
les subtipos de autismo, que podrían darse tanto bajos han considerado la discapacidad intelectual
por variaciones en los síntomas nucleares como por como un trastorno comórbido con el autismo, es
las condiciones comórbidas asociadas. decir, como una condición con un origen y una cau-
Desde una perspectiva histórica, la presencia o sa independientes del autismo. Debido a la coocu-
ausencia de condiciones médicas comórbidas de- rrencia con que se dan ambos trastornos (discapa-
terminó que se estableciera una distinción entre cidad intelectual y autismo), estos trabajos han tra-
autismo primario y autismo secundario, como una tado de definir las características del autismo con-
manera de caracterizar la presencia o ausencia de trolando la influencia que la capacidad intelectual
dichas condiciones. Algunos trastornos genética- provoca sobre el fenotipo [6]. Sin embargo, existe
mente determinados, como el síndrome X frágil, la otra perspectiva desde la cual ambos trastornos no
esclerosis tuberosa u otras etiologías conocidas, se son concebidos como constructos independientes,
encuadraban dentro del concepto de autismo se- sino como dos alteraciones con cierta relación etio-
cundario. Sin embargo, la investigación acumulada lógica. Para justificar la interdependencia entre am-
ha venido a mostrar una enorme complejidad etio- bos dominios, estos enfoques se basan en dos tipos
lógica, con un incremento significativo de altera- de datos: por una parte, en el hecho de que existe
ciones genéticas y neurobiológicas que están aso- un mayor riesgo de discapacidad intelectual en
ciadas con el autismo. aquellos niños que durante los primeros años de
Una aproximación que puede ser especialmente vida presentan una sintomatología de TEA más
relevante para el análisis de la asociación comórbi- marcada, y por otra, en la importancia de las expe-
da de autismo y discapacidad intelectual es el estu- riencias sociales tempranas en el desarrollo cogniti-
dio de fenotipos conductuales y, quizá más efecti- vo posterior. Partiendo de esas premisas se plantea
vamente, con lo que en la actualidad se denominan la hipótesis de que la alteración social temprana
‘fenotipos cognitivos’. Dichos estudios han mostra- que es característica del TEA limitaría la estimu­
do, por ejemplo, que puede darse evolución de la lación social que llega a ese cerebro en desarrollo,
sintomatología regulada por los genes. En condi- y esa reducción de los inputs recibidos terminaría
ciones normales, el CI tiende a mantenerse estable afectando al desarrollo cognitivo [7]. El hecho de
a lo largo de la vida. Sin embargo, en algunos sín- que los niños con mayor sintomatología de TEA
dromes genéticos, esta estabilidad puede variar. Por durante los primeros años de vida muestren un ma-
ejemplo, en el síndrome de Prader-Willi y en la neu- yor riesgo de presentar discapacidad intelectual aso-
rofibromatosis tipo I, el CI, aun permaneciendo en ciada y que, además, esos niños sean aquellos en los
el rango de retraso mental, tiende a aumentar lige- que menos aumenta su CI en los años siguientes,
ramente a lo largo de los años. Por el contrario, en justificaría, para estos autores, la necesidad de con-
el síndrome X frágil y en el síndrome de Williams, siderar que entre ambos trastornos existen factores
el CI disminuye en la edad adulta, sin que ello im- etiológicos comunes.
plique que se interrumpa la capacidad para adquirir
nuevos conocimientos. Lo que parece ocurrir es
que la adquisición de habilidades no progresa al Estabilidad del CI en autismo
mismo ritmo que la edad cronológica [2]. Es nece-
sario un mejor conocimiento del fenotipo cognitivo Los estudios de seguimiento han analizado los po-
del autismo. Se precisa el estudio de un amplio ran- sibles cambios en el funcionamiento cognitivo y del
go de dominios cognitivos y, además, de muestras lenguaje en distintas poblaciones de personas con
grandes que estén rigurosamente caracterizadas autismo. Prácticamente todos los estudios, desde los
desde el punto de vista conductual. Ello puede con- clásicos de los años setenta hasta los más recientes,
tribuir a comprender las complejas relaciones exis- muestran que los factores predictivos más potentes
tentes entre genes, cerebro y conducta [3]. del desarrollo posterior son el CI y el desarrollo del
La prevalencia de la discapacidad intelectual en lenguaje funcional [8]. Aunque algunos estudios
los TEA se estima en torno al 38%, según los datos pueden ser discrepantes, la consistencia suele ser
recogidos recientemente por el Centers for Disease más alta cuando se trata de medidas de CI que se
Control and Prevention estadounidense [4]. No obs- sitúan en la media. El CI parece mostrarse bastante
tante, la mayor parte de los estudios epidemiológi- estable a pesar de que las trayectorias evolutivas

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Trastornos del espectro autista

pueden ser variables. El análisis de la estabilidad del Trayectorias del desarrollo


CI en niños con autismo en una revisión de 23 estu- intelectual en niños con TEA
dios longitudinales [9] informó que, en 19 de ellos,
no se observaban cambios significativos en las me- En los niños pequeños, la plasticidad cerebral po-
didas de CI. Un estudio reciente de seguimiento de dría explicar la menor estabilidad en las puntuacio-
40 años llevado a cabo por Howlin et al [10] evaluó nes de CI. Los estudios de seguimiento basados en
a 60 personas con autismo en la infancia y en la cohortes muestran una ganancia progresiva en CI a
edad adulta. En la infancia, todos ellos tenían un CI lo largo de los primeros años de vida, especialmen-
dentro de la media, y en la edad adulta, 45 (75%) te a los 2-3 años [15].
mostraban estabilidad en el CI y habían mejorado En relación a las trayectorias de desarrollo, un
en su lenguaje. Otras 15 personas (25%) no pudie- trabajo reciente [16] ha buscado información sobre
ron ser evaluadas con escalas estandarizadas para la evolución de CI en las primeras etapas de desa-
adultos, presentaban problemas graves de conducta rrollo del autismo, asociándolo a trayectorias de de­
y un nivel de lenguaje por debajo de los 3 años. Di- sarrollo. Se ha seguido a 102 niños con TEA, de los
cho estudio está incluido, junto con otros 25, en 2 a los 8 años, realizando medidas de CI, de funcio-
una revisión sistemática de estudios longitudinales namiento adaptativo y de problemas de conducta.
en adultos [11] que informa de resultados variables Se plantean cuatro trayectorias de desarrollo dife-
en la evolución. Mientras que en algunos estudios rentes ligadas al perfil cognitivo. El grupo high cha-
permanecen relativamente estables el funciona- llenges, que representa el 25,5% de la muestra, parte
miento social, la habilidad cognitiva y el lenguaje, de medidas de CI bajas (media de 43,4) y presenta
otros informan de deterioro. Esa misma conclusión una trayectoria ligeramente descendente (8,6 pun-
recogen Dmirc et al [12] tras una revisión profunda tos de media), así como una disminución de las me-
y más actual de estudios longitudinales centrados didas de funcionamiento comunicativo adaptati-
en valorar el ciclo vital en personas con TEA. vo. El segundo grupo, stable low, que representa el
Dentro de la relativa variabilidad que muestran 17,6%, presenta un perfil estable en las medidas, es
las trayectorias del funcionamiento cognitivo, pare- decir, una trayectoria lineal a lo largo del tiempo
ce existir mayor estabilidad en el CI cuando se trata que se sitúa en torno a medidas de CI de 60. Este
de personas con autismo de buen nivel de funcio- grupo experimenta una mejoría en el funcionamien-
namiento cognitivo [8,13]. La estabilidad es menor, to adaptativo, pero cierto incremento de la grave-
e incluso el CI tiende a decrecer con la edad en las dad de la sintomatología de TEA. El tercer grupo,
personas con autismo, cuando se asocia con disca- changers, que supone el 35,3% de la muestra, par-
pacidad intelectual moderada. En los análisis de me- tiendo de medidas de CI similares al grupo anterior,
didas verbales y no verbales, el CI no verbal tiende presenta una trayectoria de desarrollo claramente
a ser estable o decrecer, mientras que el CI verbal ascendente, situándose al final del período evalua-
tiende a mostrar estabilidad o crecer [9]. Estos da- do en puntuaciones dentro de la normalidad, con
tos han llevado a algunos autores a afirmar que aque- cerca de 30 puntos de diferencia de CI verbal y no
llos niños pequeños con CI no verbales bajos mos- verbal respecto al punto de partida. Además, este
trarán, con mayor probabilidad, discapacidad inte- grupo obtiene mejoras significativas en el funciona-
lectual en la edad adulta [14]. Estos autores valo­ miento adaptativo comunicativo y disminución de
raron el CI no verbal en 84 personas con TEA a la las conductas de externalización. El último grupo,
edad de 3 años y, posteriormente, en otros momen- lesser challenges (21,6%), parte de puntuaciones de
tos de su desarrollo hasta los 19 años. El CI no ver- CI normales y presenta un incremento medio de 13
bal fue relativamente estable entre aquellos que mos- puntos en estas medidas a lo largo del tiempo eva-
traban puntuaciones dentro de la media en la pri- luado, así como una disminución de conductas de
mera infancia, pero tendía a descender en aquellos externalización. Todos los grupos verían disminui-
que presentaban valores bajos en esa primera valo- dos los síntomas asociados a las conductas de inter-
ración a los 3 años. En ese grupo, la mayor variabi- nalización.
lidad en las puntuaciones de CI las mostraron los Del total del grupo, el 5% dejó de cumplir los cri-
niños con un funcionamiento intelectual límite a la terios diagnósticos de TEA. Estos niños se concen-
edad de 3 años: sólo el 11% se mantuvo en esa cate- traban preferentemente en los dos últimos grupos
goría a los 19 años, la mitad pasó a mostrar puntua- (lesser challenges y changers). Tomando el total de
ciones dentro de la media, y el resto, un descenso la muestra, más de la mitad presentaban un incre-
de las puntuaciones, situándose a los 19 años den- mento de CI a lo largo de estos primeros años, aun-
tro de la categoría de discapacidad intelectual. que un 25% descendía en sus puntuaciones. No se

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J. Martos-Pérez, et al

encontraron diferencias de efecto en las trayecto- sonas con autismo presentan de forma característi-
rias de desarrollo entre las medidas de CI verbal y ca dificultades en el desarrollo del lenguaje, espe-
no verbal. cialmente en la comprensión, obteniendo en estas
pruebas no sólo puntuaciones bajas en los perfiles
verbales, sino también puntuaciones bajas en los no
Factores que pueden influir en verbales por una dificultad de acceso a la compren-
la estabilidad y valoración del CI sión de las instrucciones para la aplicación de las
pruebas. Parece que el hecho de que la prevalencia
Tradicionalmente, se han citado factores como la de ‘discapacidad intelectual’ haya disminuido en los
maduración y los efectos de distintas influencias casos de TEA puede relacionarse con un mayor ac-
ambientales (p. ej., el ambiente y clima familiar, el ceso a medidas de CI no verbal, en las que las per-
tipo de tratamiento o intervención llevada a cabo, sonas con TEA con problemas de lenguaje podrían
etc.). Las influencias socioculturales también se han obtener puntuaciones más elevadas. Una prueba
considerado un posible factor que podría incidir en que se ha usado tradicionalmente como medida de
la estabilidad del CI. Incluso se ha manejado como inteligencia fluida y que evalúa el razonamiento
factor la habilidad y preparación de los evaluadores perceptivo visual es la escala de matrices de Raven
a la hora de utilizar pruebas de valoración cognitiva en cualquiera de sus versiones. Sin embargo, su uso
y psicológica en niños con autismo. Otro factor es- único como medida de inteligencia parece limitado
tudiado que podría tener repercusión sobre la esta- y cobran mayor relevancia pruebas más actuales de
bilidad del CI es el efecto del tratamiento. A este evaluación del CI perceptivo visual que evalúan di-
respecto, Dietz et al [17] concluyeron que el CI no ferentes dimensiones de la inteligencia no verbal,
parece relacionarse con la intensidad o efectos del como puede ser la escala no verbal de Wechsler de
tratamiento, y en trabajos más recientes se concluye inteligencia para niños o la escala internacional Lei-
que el tratamiento recibido en edades tempranas no ter revisada. Queda todavía recorrido en la com-
condiciona la trayectoria de desarrollo [16]; todo prensión de cómo la medida que se usa de CI en
ello iría en contra de los trabajos más clásicos en la personas con TEA puede o no determinar la pun-
órbita de la intervención conductual llevados a cabo tuación que se obtiene y la interpretación que se
por Lovaas [18]. En esta misma línea, Dawson et al realiza del funcionamiento cognitivo de cada una de
[19], en niños pequeños con TEA, encontraron que las personas evaluadas.
aquellos que recibieron tratamiento basado en el
programa Denver incrementaron de manera signifi-
cativa tanto su desarrollo cognitivo como sus habili- Conclusiones
dades adaptativas. Estos datos contradictorios resal-
tan la necesidad de más investigación para aclarar si El cociente de desarrollo y el posterior CI determi-
el tratamiento tiene o no un efecto directo en el de- nan en gran medida la variabilidad fenotípica y evo-
sarrollo cognitivo y en las variaciones en el CI. lutiva de las personas con TEA. En este sentido,
Más peso han tenido factores como la utiliza- conocer la forma en que diferentes medidas de CI y
ción, para una misma persona, de distintas pruebas discapacidad intelectual inciden sobre la presenta-
en diferentes momentos de su desarrollo y la edad ción del trastorno podría tener una gran importan-
en el momento de la evaluación. En el estudio de cia de cara a establecer subgrupos dentro de los
Bishop et al [14] también se llama la atención acer- TEA y a poder hacer predicciones de futuro en for-
ca del riesgo de utilizar escalas adaptativas para cal- ma de pronóstico.
cular el CI de personas con mayor alteración en su En el momento actual, puntuaciones objetivas
desarrollo cognitivo, ya que el valor obtenido no es de cocientes de desarrollo y medidas de CI sólo pue-
representativo del CI. den obtenerse administrando pruebas psicométri-
Sin profundizar en el debate que supone la pro- cas o recurriendo a escalas de desarrollo. Este tipo
pia concepción de ‘inteligencia’ o ‘inteligencias’ y de escalas poseen varias limitaciones cuando inten-
cómo medirlas en la población general, lo cierto es tan administrarse a personas con autismo:
que aparecen dificultades añadidas cuando se reali- – En relación a los materiales y la situación de eva-
zan aproximaciones a la evaluación psicométrica luación, la inflexibilidad, la dificultad para la ac-
de la inteligencia en las personas con TEA. Uno de ción y la atención conjunta, la hipersensibilidad,
los aspectos críticos es el uso de pruebas estandari- la falta de lenguaje o la escasa familiaridad con
zadas con un importante contenido verbal, como los materiales, con el evaluador o con el contex-
ocurre en las diferentes escalas de Wechsler. Las per- to pueden ser variables que influyan negativa-

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Trastornos del espectro autista

mente en la administración de la prueba. En este evolución futura de esos niños y ayudaría a las fa-
sentido, puede ser preciso seguir elaborando milias a ajustar sus expectativas. Es decir, conocer
instrumentos específicos para evaluar a las per- la evolución del CI a través de estudios longitudina-
sonas con TEA, atendiendo a sus características, les permitirá realizar predicciones más adecuadas
como el perfil psicoeducacional, que ya cuenta de pronóstico e intervención educativa. En este
con una tercera edición [20]. sentido, el estudio del CI es absolutamente relevan-
– En aquellos niños con un retraso global del desa- te tanto para los investigadores como para los clíni-
rrollo en los que la discapacidad intelectual es cos y educadores. El papel de la inteligencia puede
muy grave, no existen pruebas que permitan rea- ser clave para abordar cambios en los procesos de
lizar una valoración cuantitativa (y es preciso re- estimulación, especialmente en aquellos niños cuya
currir a una valoración cualitativa). Esta dificul- evolución es más lenta o dificultosa en los primeros
tad para valorar la capacidad intelectual de las años de vida.
personas que tienen una discapacidad intelec- Debe hacerse una reflexión sobre la importancia
tual grave ha provocado que, en ocasiones, esta de considerar no sólo las medidas de CI, sino tam-
población haya sido excluida de las investigacio- bién recoger la importancia del funcionamiento
nes. Esta exclusión provoca un sesgo estadístico adaptativo para la toma de decisiones educativas y
y hace que las conclusiones no sean representa- terapéuticas. Los proveedores de servicios para per-
tivas de todo el colectivo de personas con TEA, sonas con TEA deberían tener en cuenta las medi-
ya que sólo se tienen en cuenta a aquellas que das de CI y las medidas del funcionamiento adapta-
pueden completar una valoración de sus compe- tivo para la toma de decisiones sobre los distintos
tencias cognitivas. Es preciso seguir trabajando recursos que puedan necesitar.
en la búsqueda de alternativas que permitan es-
quivar esta limitación metodológica.
– El perfil disarmónico de las personas con TEA Bibliografía
(en el que en muchas ocasiones hay más de 20 1. American Psychiatric Association. Guía de consulta de los
puntos de diferencia entre las diferentes subes- criterios diagnósticos del DSM-5. Madrid: Editorial Médica
Panamericana; 2013.
calas) provoca que la media aritmética no tenga 2. Artigas-Pallarés J. Bases genéticas de la conducta. In Artigas-
valor representativo. Esta dificultad para em- Pallarés J, Narbona J, eds. Trastornos del neurodesarrollo.
plear la media aritmética limita que se puedan Barcelona: Viguera; 2011; p. 17-33
3. Charman T, Jones CR, Pickles A, Simonoff E, Baird G, Happé F.
establecer comparativas entre las puntuaciones Defining the cognitive phenotype of autism. Brain Res 2011;
de CI total de las personas con autismo y las que 1380: 10-21.
se obtienen de las personas con un desarrollo 4. Centers for Disease Control and Prevention. Prevalence of
autism spectrum disorders –Autism and Developmental
tradicional. Por otro lado, prescindir de una me- Disabilities Monitoring Network, 14 sites, United States, 2008.
dida global de CI puede permitir conocer, des- MMWR Surveill Summ 2012; 61: 1-19.
cribir y definir los procesos cognitivos más afec- 5. Fombonne E. Epidemiology of pervasive developmental
disorders. Pediatr Res 2009; 65: 591-8.
tados. Esto puede ayudar a enfocar con mayor 6. Mazurek MO. The history of comorbidity in autism spectrum
exactitud la intervención, incidiendo sobre aque- disorder. In Matson JL, ed. Comorbid conditions among
llos sujetos que podrían tener un período crítico children with autism spectrum disorders. Lousiana: Springer;
2016. p. 3-27.
o más sensible de adquisición dentro del desa- 7. Vivanti, G, Barbaro J, Hudry K, Dissanayake C, Prior M.
rrollo. Esto es, por ejemplo, lo que sucede con el Intellectual development in autism spectrum disorders: new
insights from longitudinal studies. Front Hum Neurosci 2013;
funcionamiento ejecutivo, que se sabe que está 7: 354.
gravemente afectado en autismo y que tiene un 8. Howlin P, Moss P. Adults with autism spectrum disorders.
período sensible de adquisición entre los 2 y 5 Can J Psychiatry 2012; 57: 275-84.
9. Begovac I, Begovac B, Majić G, Vidović V. Longitudinal studies
años de edad cronológica. of IQ stability in children with childhood autism –literature
survey. Psychiatr Danub 2009; 21: 310-9.
Finalmente, conocer las diferentes trayectorias de 10. Howlin P, Savage S, Moss P, Tempier A, Rutter M. Cognitive
and language skills in adults with autism: a 40-year follow-up.
desarrollo puede dar información sobre la estabili- J Child Psychol Psychiatry 2014; 55: 49-58.
dad y persistencia de los síntomas patognomónicos 11. Magiati I, Wey Tay X, Howlin P. Cognitive, language, social
del autismo. Conocer con mayor claridad las posi- and behavioural outcomes in adults with autism spectrum
disorders: a systematic review of longitudinal follow-up studies
bles variaciones de CI (o su estabilidad) durante la in adulthood. Clin Psychol Rev 2014; 34: 73-86.
primera infancia, y la relación entre esa variabilidad 12. Drmic IE, Szatmari P, Volkmar F. Life course health development
y la manera en la que se manifiesta el cuadro en los in autism spectrum disorders. In Halfon N, Forrest CB,
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primeros años de vida, permitiría a los clínicos ha- health development. Los Angeles: Springer; 2017. p. 237-74.
cer mejores predicciones acerca del pronóstico y 13. Whitehouse J, Watt J, Line A, Bishop L. Adult psychosocial

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Autism and intelligence quotient: stability?

Introduction. Autism is a heterogeneous disorder. The possibility of determining its characteristics over time will have a
great impact on the prognosis and predictions that can be made. In that regard, the intelligence quotient and its possible
stability throughout the life cycle can help to better define the phenotype of the disorder and its associated needs.
Development. Longitudinal studies show a certain level of stability in intelligence quotient scores, especially starting
from the school years. Before, in the preschool stage, there is greater variability, especially in those children who have a
borderline intellectual functioning or moderate intellectual disability.
Conclusion. More research should continue to be developed to know the cognitive profile of people with autism spectrum
disorder and be able to make predictions based on their intellectual functioning.
Key words. ASD. Autism. Intellectual disability. Intelligence quotient. Stability.

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