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PRÁCTICAS PREPROFESIONALES
ASMA
Clasificado en a CIE-10 con código J45 el asma se define como una enfermedad crónica
inflamatoria de las vías aéreas en la que participan diversas células y mediadores químico;
se acompaña de una mayor reactividad traqueobronquial (hiperreactividad de las vías
aéreas), que provoca en forma recurrente tos, sibilancias, disnea y aumento del trabajo
respiratorio, principalmente en la noche o en la madrugada. Estos episodios se asocian
generalmente a una obstrucción extensa y variable del flujo aéreo que a menudo es
reversible de forma espontánea o como respuesta al tratamiento (GINA, 2012) citado en
(México: Secretaría de Salud, 2013).
Manifestaciones clínicas
Son presentes durante las agudizaciones, y los hallazgos de síntomas más frecuentes son:
tos, sibilancias espiratorias o mixtas, disnea y sensación de opresión torácica. Estos
pueden agravarse durante la noche o madrugada.
Tos seca al inicio y húmeda después. Pueden además presentarse durante actividades
físicas o el ejercicio. Las sibilancias son ausentes cuando el paciente está controlado o en
caso de obstrucción muy severa. La disnea se presenta durante las crisis o se asocia a
esfuerzos físicos en casos no controlados de asma. La expectoración aparece o se aumenta
durante las crisis. Y la opresión torácica es relacionada con la gravedad de los otros
síntomas (Ortega Martell & Fernández Vega, 2009)
Diagnóstico:
1. Diagnóstico clínico: El asma puede ser diagnosticada por los síntomas presentes en la
historia clínica y/o los signos de la exploración física. El diagnóstico clínico se realiza
ante crisis o episodios de sibilantes recurrentes, sobre todo si han tenido una respuesta
aceptable al tratamiento broncodilatador, aunque la falta de respuesta no lo excluye.
También hay que valorar al niño con síntomas continuos (persistentes, no exclusivamente
en crisis) y el asma inducido por el ejercicio.
2. Diagnóstico funcional: La medida de la función pulmonar con demostración de
obstrucción al flujo aéreo, reversible completa o parcialmente de forma espontánea o con
fármacos, mejora la seguridad del diagnóstico.
a) Espirometría: es la prueba de referencia para efectuar los estudios de función
pulmonar, cuando la edad del niño lo permite (habitualmente >5 años) (Asensi
Monzó, 2012).
b) Reversibilidad del flujo espiratorio máximo: El flujo espiratorio máximo o PEF
se define como el mayor flujo de aire que se alcanza durante una espiración
máxima forzada después de haber alcanzado la capacidad pulmonar total; esto se
logra pidiéndole al paciente que meta todo el aire que pueda a sus pulmones (a
capacidad pulmonar total) y lo saque en un «soplido» rápido y fuerte (espiración
con máximo esfuerzo). Este parámetro mide el flujo de aire de las vías aéreas
grandes y es un índice que valora la obstrucción bronquial y se determina a través
de la flujometría. La reversibilidad se determina, primero, midiendo el PEF con
el flujómetro; posteriormente se administra al paciente un broncodilatador y se
esperan de 15 a 20 minutos; una vez transcurrido este tiempo se repite la medición
del PEF; un cambio mayor al 20% respecto del valor inicial (antes de administrar
el broncodilatador) es sugestivo de asma. Antes de realizar esta prueba se le debe
indicar al paciente no utilizar ningún broncodilatador. La reversibilidad se obtiene
con la siguiente fórmula:
EPOC:
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una afección prevenible y
tratable que dificulta la expulsión de aire de los pulmones. Esta dificultad para vaciar los
pulmones (obstrucción del flujo de aire) puede causar falta de aire o sensación de
cansancio debido al esfuerzo que realiza para respirar. EPOC es un término en el que se
incluye la bronquitis crónica, el enfisema y una combinación de ambas enfermedades.
(Suzanne C Lareau RN, 2013)
Manifestaciones clínicas:
Los síntomas típicos de la EPOC son disnea, tos y expectoración.
La disnea constituye el síntoma principal, aunque puede ser percibida de forma desigual,
especialmente en los pacientes de mayor edad. Con frecuencia los pacientes adaptan su
nivel de actividad física para reducir los síntomas. La disnea aparece en las fases más
avanzadas de la enfermedad y se desarrolla de forma progresiva hasta limitar las
actividades de la vida diaria. Existen varios instrumentos de medida de la disnea. Por su
fácil registro y uso extendido, se recomienda la escala de valoración de la disnea
propuesta por el British Medical Research Council (BMRC).
La tos crónica se caracterizada por su inicio insidioso, con frecuencia de predominio
matutino y por ser productiva. El esputo suele ser mucoide y debe valorarse siempre el
cambio de color o de volumen del mismo, ya que puede indicar una exacerbación. Un
volumen excesivo sugiere la presencia de bronquiectasias.
La expectoración hemoptoica obliga a descartar otros diagnósticos, principalmente
carcinoma broncopulmonar. También debe realizarse la anamnesis sobre la presencia o
ausencia de síntomas derivados de las complicaciones asociadas, de los episodios de
exacerbación y de la existencia de comorbilidades. El examen físico no suele aportar
datos relevantes en la enfermedad leve-moderada. En el estadio grave o muy grave, al
realizar la auscultación pulmonar, puede objetivarse una espiración alargada, disminución
del murmullo vesicular y la existencia de roncus y sibilantes.
Otros signos clínicos son: insuflación del tórax, pérdida de peso y de masa muscular,
cianosis, edemas periféricos y signos de sobrecarga del ventrículo derecho.
Diagnóstico:
La sospecha clínica debe confirmarse por medio de:
Espirometría: La espirometría forzada posbroncodilatación es la prueba que permite el
diagnóstico y la evaluación de la EPOC porque es la manera más reproducible,
normalizada y objetiva de medir la limitación del flujo de aire. Su técnica requiere unas
condiciones que garanticen su calidad para que los resultados tengan valor clínico. Se
considera que existe obstrucción al flujo aéreo si al dividir el FEV1 entre el FVC
posbroncodilatación el resultado es inferior a 0,7. Este valor consensuado comporta un
riesgo de infradiagnóstico en edades jóvenes y de supradiagnóstico en edades avanzadas
La prueba broncodilatadora, consistente en repetir la espirometría después de administrar
un broncodilatador de forma estandarizada, permite objetivar la reversibilidad de la
obstrucción. Es positiva si se confirma un aumento en el FEV1 superior a 200 ml y al
12% del valor prebroncodilatación. Se ha de realizar en la evaluación inicial del paciente
para el diagnóstico de la EPOC y para descartar el diagnóstico de asma bronquial.
Los objetivos de la espirometría en la evaluación inicial del paciente son la confirmación
del diagnóstico de sospecha y descartar el diagnóstico de asma. La gravedad de la EPOC
se establece con el valor del FEV1 posbroncodilatación, expresado como porcentaje del
valor de referencia. En los casos donde la respuesta es superior a 400 ml, se debe descartar
asma. La espirometría es una exploración reproducible, simple, no invasiva, segura y
barata, que resulta esencial para la detección de la obstrucción al flujo aéreo. En el ámbito
de la atención primaria, que es donde se atiende a la gran mayoría de los pacientes con
EPOC, se debe realizar una espirometría de gran calidad, para lo cual se debe
proporcionar una buena formación y un programa continuado de garantía de la calidad.
Radiografía simple de tórax: La radiografía de tórax suele ser normal en la mayoría de
los casos o mostrar signos de hiperinsuflación pulmonar, atenuación vascular y
radiotransparencia, que indican la presencia de enfisema. También pueden detectarse
bullas, zonas radiolucentes o signos de HTP. Aunque la sensibilidad de la radiografía,
para detectar una EPOC en general sea baja (del 50% en los estadios moderado-grave),
la presencia clara de hiperinsuflación con hipovascularización periférica son signos muy
específicos de enfisema. La radiografía de tórax se debe solicitar para la valoración inicial
y para descartar complicaciones: disnea inexplicada de origen brusco (neumotórax),
cambio en el patrón de la tos, esputo hemoptoico (neoplasia, tromboembolismo
pulmonar), sospecha de neumonía.
Otras pruebas que se deben realizar a lo largo del seguimiento
Análisis de sangre: El hemograma no suele afectarse, a menos que se presenten
complicaciones. La leucocitosis con neutrofilia aparece en las exacerbaciones de causa
infecciosa. Una leucocitosis leve puede ser debida al tabaquismo activo o al tratamiento
con corticoides. La poliglobulia es proporcional a la gravedad y a la antigüedad de la
insuficiencia respiratoria. En pacientes graves puede apreciarse una anemia de trastornos
crónicos, como reflejo de la afectación sistémica de la enfermedad. En todo paciente con
EPOC se determinará la concentración plasmática de alfa-1-antitripsina, al menos en una
ocasión. El proteinograma permite realizar el cribado del déficit de alfa-1-antitripsina.
Esta proteína constituye el mayor porcentaje de la fracción de alfaglobulinas. Un valor
inferior al 2,3% en ausencia de hipoalbuminemia obliga a realizar la determinación
específica del fenotipo.
Pulsioximetría: Es la medida no invasiva de la saturación de oxígeno de la hemoglobina
de la sangre arterial. No sustituye a la gasometría. Es útil ante la sospecha de hipoxemia,
ya sea en los pacientes muy graves o en el manejo de las exacerbaciones, o en la
valoración y seguimiento de programas domiciliarios o de rehabilitación.
Prueba de la marcha de los 6 minutos: Consiste en que el paciente recorra la mayor
distancia posible en 6 minutos, en terreno llano, siguiendo un protocolo estandarizado. El
paciente deberá ir en compañía del examinador, quien previamente le habrá informado de
las características de la prueba. Ésta sirve para evaluar el grado de tolerancia al ejercicio
a esfuerzos submáximos y ha demostrado ser un buen predictor de la supervivencia y de
la tasa de reingresos hospitalarios por exacerbación. (Sociedad Española de Medicina de
Familia y Comunitaria (semFYC) y Sociedad Española de Neumología y Cirugía
Torácica (SEPAR), 2010).
ASMA EPOC
Manifestaciones clínicas
Agudizaciones Disnea constituye el síntoma
principal, aparece en las fases más
Tos seca al inicio y húmeda después
avanzadas de la enfermedad y se
Sibilancias son ausentes cuando el paciente está
desarrolla de forma progresiva
controlado o en caso de obstrucción muy severa.
Tos crónica se caracterizada por su
Disnea se presenta durante las crisis
inicio insidioso, con frecuencia de
Expectoración aparece o se aumenta durante las predominio matutino y por ser
crisis productiva
Opresión torácica es relacionada con la gravedad Expectoración hemoptoica
1. Diagnóstico clínico
2. Diagnóstico funcional
Espirometría
Reversibilidad del flujo espiratorio máximo
Variabilidad del flujo espiratorio máximo Espirometría
Prueba de reto con metacolina: Radiografía simple de tórax
Prueba de reto con ejercicio
Diagnóstico
BIBLIOGRAFÍA
Asensi Monzó, M. C. (2012). Diagnóstico del Asma. El Pediatra de Atención Primaria
y el Diagnóstico de Asma, 1-18.
GINA. (2012). Global Strategy for Asthma Management and Prevention. Obtenido de
https://ginasthma.org/uploads/users/files/GINA_Report_2012.pdf
México: Secretaría de Salud. (2013). Diagnóstico y manejo del asma en menores de 18
años de edad en el primer y segundo nivel de atención. México D.F.:
CENETEC.
Ortega Martell, J. A., & Fernández Vega, M. (2009). Diagnóstico de asma. Neumología
y Cirugía de Tórax, 116-122.
Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y Sociedad
Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). (2010). Atención
integral al paciente con enfermedad pulmonar obstructiva crónica EPOC.
Barcelona: semfyc.
Suzanne C Lareau RN, M. B. (2013). Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
(EPOC). American Thoracic Society, 1-2.