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Memoria sobre la vagancia en la isla de Cuba.

Por don José Antonio Saco

Explicación de las causas de la vagancia en la isla de cuba, e ideas más oportunas para
atacarla en su origen.

Juego

Para Saco, una de las causas fundamentales que favorecen la vagancia es el juego.
“Las casas de juego son la guarida de nuestros hombres ociosos, la escuela de
corrupción para la juventud (…) y el origen de la mayor parte de los delitos que
infestan la sociedad.”

Aseguraba que el vicio del juego cubría todo el territorio nacional. “No hay rincón de
Cuba, hasta donde no se haya difundido este cáncer devorador.”

Para enfrentarlo propone una acción represiva de las autoridades, aunque comprende
que no será suficiente. “si se le ataca con firmeza, en breve se producirán grandes
bienes, (…) aunque es imposible extinguirle, porque en todos los países hay siempre
hombres para todo”.

Llama a las familias a trabajar en la educación para prevenir que los jóvenes se
conviertan en adictos a semejante vicio “el más lamentable de (los daños que se
originan) es el que se causa a la niñez (…)con semejantes modelos.”

El juego va en detrimento de la labor útil del hombre a la sociedad.

Reflexiona sobre si el Gobierno estaba tan debilitado que carecía de medios para
emplear a los ociosos, de fuerza para contenerlos y de energía para castigarlos. Y
planteaba: “Dese al pueblo instrucción y ocupación, aliéntese la industria, persígase la
indolencia, ármese la ley para herir a todo delincuente, y en breve quedará nuestro
suelo purgado de la plaga que hoy le infesta.”

Se queja de la falta de lugares útiles para que la gente ocupe su tiempo libre, tales
como ateneos, bibliotecas, museos, paseos bien acondicionados y seguros.

“Causa admiración que La Habana, carezca de un Ateneo (…) Una institución de esta
especie es ya urgente y necesaria”.

“cuando la escasa y no bien situada biblioteca pública de La Habana, única que


tenemos en toda la Isla, (se multiplique) entonces la juventud, y la ancianidad,
encontrarán (…) un refugio contra los vicios.” “ilustrando su entendimiento y
rectificando su corazón.”

“Si exceptuamos dos o tres ciudades, no existe en toda la Isla ningún paraje público
que merezca el nombre de paseo. (...)el riesgo que de noche se corre en ellas,
ahuyenta la población de aquellos lugares.”
“Cuando el pueblo sepa que ya ningún peligro le amenaza en los paseos, ni en las
calles, entonces correrá hacia ellos”.

Las familias blancas veían los trabajos manuales de artesanos y obreros como algo
denigrante. “...No son muchas las artes que poseemos, y éstas, por desgracia, jamás
han sido el patrimonio de nuestra población blanca. La agricultura que por sí sola
absorbería un número asombroso de brazos, ocupa en general a los esclavos;”

La enseñanza superior debe diversificarse y salir del reducido marco, para las familias
blancas, de los estudio eclesiásticos, de jurisprudencia y de medicina, son las
principales carreras, además de la militar. “(...)son las únicas carreras y ocupaciones
que han empleado a nuestros jóvenes; y como muchos no han podido colocarse en
ellas, la consecuencia necesaria es, que ha debido quedar un número considerable de
ociosos.”

“mientras no se ensanche el estrecho círculo de ocupaciones en que hoy se ve


condenada a girar la población cubana” El estado deplorable de la educación es causa.

Parte Segunda

Saco resume los problemas de la sociedad qu ecausan la vagancia y formas de


solucionarlos. Saco parte del precepto de que las legislaciones deben proponerse
prevenir los males antes que castigarlos.

Saco establece la necesidad de cerrar todas las casas de juego, corregir los abusos de
las loterías y billares con medidas directas.

Otro elemento que según Saco contribuye a la vagancia es la numerosa cantidad de


días festivos, principalmente por celebraciones religiosas. Deben suprimirse “tantas
festividades, que no siendo ya lo que fueron, sólo sirven para corromper las
costumbres y profanar la religión que las estableció”.

En relación con los campesinos, Saco indica que la falta de caminos apropiados
dificulta el transporte de las mercancías hacia los pueblos y ciudades, lo cual
contribuye a la indolencia en la zona rural. “se abran caminos, se construyan casas de
pobres y de huérfanos”.

Saco recomienda también que se abran casas para albergar a los pobres y asilos para
los niños desvalidos, donde se les podría preparar para la realización de trabajos útiles.

Las cárceles, según Saco, deben también ser reorganizadas para convertirlas en
centros en los que el recluso aprenda oficios y desarrolle amor al trabajo. “las cárceles
sufran una reforma radical”. Junto a las cárceles, debe reformarse el sistema judicial,
cargado de corrupción y abusos.
Mientras no se arranquen las causas de los males que aquejaban a la sociedad “mi
cara patria no presentará sino la triste imagen de un hombre, que envuelto en un rico
manto, oculta las profundas llagas que devoran sus entrañas.”

Saco no critica a la sociedad colonial en sí misma, o su estructura. Solamente propone


reformas en nombre del pensamiento más avanzado de la aristocracia criolla. Las
observaciones hechas por Saco en su Memoria, retrataban las condiciones sociales de
su tiempo y proponían soluciones posibles. La contribución de Saco es parte del acervo
del que se fue nutriendo el pensamiento nacional que un día desembocaría en la lucha
por la independencia de la nación cubana.

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