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FACTORES DE RIESGO
1.1. EL TRABAJO
El trabajo es la actividad que realiza el hombre transformando la naturaleza para su beneficio, buscando
satisfacer distintas necesidades humanas: la subsistencia, la mejora de la calidad de vida, la posición del
individuo dentro de la sociedad, la satisfacción personal, ..
Esta actividad de trabajo puede ocasionar también efectos no deseados sobre la salud de los trabajadores, ya
sea por la pérdida o ausencia de trabajo (ya que la precariedad del mercado laboral y el paro pueden suponer
un importante problema para la salud, con repercusiones individuales, familiares o sociales) o por las
condiciones en que el trabajo se realiza (accidentes, enfermedades y daños para la salud derivados del entorno
laboral).
Aunque las formas de entender el trabajo han variado a lo largo de la historia, tal como lo conocemos hoy, el
trabajo presenta dos características fundamentales: la tecnificación y la organización.
Cuando no se controlan adecuadamente los efectos de la tecnificación y el sistema de organización del trabajo
no funciona correctamente, pueden aparecer riesgos para la seguridad y la salud de los trabajadores.
Por tanto, es necesario impulsar iniciativas tendentes a lograr un trabajo con un grado de tecnificación que nos
libere al máximo de los riesgos que atentan contra nuestra salud y al mismo tiempo conseguir que el trabajo se
organice de forma coherente con las necesidades personales y sociales de los individuos en general y de los
trabajadores en particular.
La actividad de trabajo puede ocasionar también efectos no deseados sobre la salud de los trabajadores, ya
sea por la pérdida o ausencia de trabajo o por las condiciones en que el trabajo se realiza
1.2. LA SALUD
Para conocer y relacionar los riesgos que el trabajo tiene para la salud, hemos de definir qué se entiende por
salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), define la salud como "el estado de completo bienestar físico,
mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad". La salud es un derecho humano fundamental, y el
logro del grado más alto posible de salud es un objetivo social (por tanto, también sindical).
De la definición de la OMS, es importante resaltar el aspecto positivo, ya que se habla de un estado de bienestar
y no sólo de ausencia de enfermedad, aspecto más negativo al que habitualmente se hace referencia al hablar
de la salud. También hay que destacar su concepción integral, que engloba el bienestar físico, mental y social.
Llegados a este punto hay que citar una frase que ya es parte de la historia del movimiento obrero: "la salud no
se vende, se defiende", pero esta frase se completa con otra "no se puede defender lo que no se ama y no se
puede amar lo que no se conoce".
Partiendo de esta base, la Organización Internacional del Trabajo (O.I.T.) y la Organización Mundial de la Salud
(O.M.S.) consideran que:
"La salud laboral tiene la finalidad de fomentar y mantener el más alto nivel de bienestar físico, mental y social
de los trabajadores de todas las profesiones, prevenir todo daño a la salud de éstos por las condiciones de
trabajo, protegerles en su empleo contra los riesgos para la salud y colocar y mantener al trabajador en un
empleo que convenga a sus aptitudes psicológicas y fisiológicas. En suma, adaptar el trabajo al hombre y cada
hombre a su trabajo."
Así pues, debemos considerar la salud como un proceso en permanente desarrollo y no como algo estático. Es
decir, puede irse perdiendo o logrando, y no es fruto del azar, sino de las condiciones laborales que rodean a
los trabajadores. Por ello, nuestro objetivo será lograr la mejora de las condiciones de trabajo para preservar la
salud de todos los trabajadores.
La salud es un derecho humano fundamental, y el logro del grado más alto posible de salud es un objetivo
social, y por tanto, también sindical.
Es evidente que el trabajo y la salud están estrechamente relacionados, ya que el trabajo es una actividad que
el individuo desarrolla para satisfacer sus necesidades, al objeto de disfrutar de una vida digna. También gracias
al trabajo podemos desarrollarnos tanto física como intelectualmente.
Junto a ésta influencia positiva del trabajo sobre la salud existe otra negativa, la posibilidad de perder la salud
debido a las malas condiciones en las que se realiza el trabajo, y que pueden ocasionar daños a nuestro
bienestar físico, mental y social (accidentes laborales, enfermedades ...).
Por tanto, podríamos decir que los riesgos son aquellas situaciones que pueden romper el equilibrio físico,
psíquico y social de los trabajadores. La Ley de Prevención de Riesgos Laborales define el término riesgo
laboral de la siguiente manera:
Riesgo laboral: Posibilidad de que un trabajador sufra un determinado daño derivado del trabajo. La
calificación de su gravedad dependerá de la probabilidad de que se produzca el daño y de la severidad
del mismo.
Existe otro concepto habitualmente relacionado con la prevención de riesgos y que frecuentemente se confunde
al asemejarse al concepto de riesgo. Es el término peligro.
Peligro: Propiedad o aptitud intrínseca de algo (por ejemplo, materiales de trabajo, equipos, métodos o
prácticas laborales) para ocasionar daños.
Riesgo laboral es la posibilidad de que un trabajador sufra un determinado daño derivado del trabajo. La
calificación de su gravedad dependerá de la probabilidad de que se produzca el daño y de la severidad del
mismo.
Estas condiciones de trabajo no son las únicas posibles, sino que son el producto de unas determinadas formas
de organización empresarial, relaciones laborales y opciones socioeconómicas.
Las características generales de los locales, instalaciones, equipos, productos y demás útiles existentes
en el centro de trabajo.
La naturaleza de los agentes físicos, químicos y biológicos presentes en el ambiente de trabajo y sus
correspondientes intensidades, concentraciones o niveles de presencia.
Los procedimientos para la utilización de los agentes citados anteriormente que influyan en la generación
de los riesgos.
Todas aquellas características del trabajo, incluidas las relativas a su organización y ordenación, que
influyan en la magnitud de los riesgos a que esté expuesto un trabajador.
Frente a esta situación, la prevención de riesgos laborales se plantea como el conjunto de medidas
adoptadas o previstas en todas las fases de actividad de la empresa con el fin de eliminar o disminuir los riesgos
derivados del trabajo.
Teniendo como referencia esta definición, actualmente no queda ninguna duda de que para afrontar la
problemática de la prevención de los riesgos laborales, es imprescindible hacerlo desde una perspectiva
integral, teniendo en cuenta el conjunto de factores que están presentes en la realización de una tarea y que
puedan influir sobre el bienestar físico, mental y social de los trabajadores, determinando las condiciones de
trabajo.
Las condiciones de trabajo son cualquier característica del mismo que pueda tener una influencia significativa
en la generación de riesgos para la seguridad y la salud del trabajador.
Si entendemos que riesgo es la posibilidad de que el trabajador sufra un determinado daño derivado del trabajo,
factor de riesgo será el elemento o el conjunto de variables que están presentes en las condiciones de trabajo
y que pueden originar una disminución del nivel de salud del trabajador.
Para facilitar el estudio de estos factores de riesgo se han clasificado en 5 grupos, sin que esto implique
ninguna jerarquización o prioridad:
o Condiciones de seguridad.
o Medio ambiente físico del trabajo.
o Contaminantes químicos y biológicos.
o Carga del trabajo.
o Organización del trabajo.
Condiciones de Seguridad.
En este grupo se incluyen aquellas condiciones materiales que puedan dar lugar a accidentes en el trabajo.
Estamos hablando de factores derivados de:
Son factores del medio ambiente natural presentes en el ambiente de trabajo y que aparecen de la misma forma
o modificados por el proceso de producción y repercuten negativamente en la salud.
Contaminantes.
Son agentes extraños al organismo humano capaces de producir alteraciones a la salud. Se dividen en:
Carga de trabajo.
Son los factores referidos a los esfuerzos físicos y mentales a los que se ve sometido el trabajador en el
desempeño de su tarea. Se divide en:
o Carga física: esfuerzos físicos de todo tipo (manejo de cargas, posturas de trabajo, movimientos
repetitivos ...). Puede ser estática o dinámica.
o Carga mental: nivel de exigencia psíquica de la tarea (ritmos de trabajo, monotonía, falta de
autonomía, responsabilidad ...).
Factores organizativos.
Son aquellos relacionados con la organización y estructura empresarial. Pueden tener consecuencias a nivel
físico pero, sobre todo, afectan al bienestar mental y social.
Nos referimos a variables como la jornada, horario, estilo de mando, comunicación, participación y toma de
decisiones, relaciones interpersonales,...
Los factores de riesgo nunca se presentan aisladamente. En el entorno de trabajo interactúan muchos de estos
factores, es decir, están presentes varios factores de riesgo al mismo tiempo, de forma que se potencian sus
efectos nocivos.
De esta forma, cuando se produce una alteración en la salud de los trabajadores no se puede achacar a una
sola causa, sino que será un conjunto de factores diferentes presentes en el ambiente laboral los que ocasionan
esa pérdida de salud.
No existe riesgo más inadmisible que aquél que no se conoce, por lo tanto el primer paso que debe darse para
garantizar la seguridad y la salud de todos los trabajadores frente a los riesgos derivados del trabajo es la
identificación y valoración de los distintos factores de riesgo presentes en el medio laboral, para poder adoptar
las medidas necesarias para prevenir dichos riesgos.
La diferente naturaleza de los factores de riesgo conlleva que su análisis no puede ser realizado por un único
profesional. Para poder intervenir frente a esos factores de riesgo y adoptar las medidas preventivas necesarias
se requiere la actuación conjunta y programada de profesionales pertenecientes a distintas disciplinas.
Seguridad en el trabajo.
Higiene industrial.
Medicina del trabajo.
Psicosociología.
Ergonomía.
El primer paso que debe darse para garantizar la seguridad y la salud de todos los trabajadores frente a los
riesgos derivados del trabajo es la identificación y valoración de los distintos factores de riesgo presentes en
el medio laboral, para poder adoptar las medidas necesarias para prevenir dichos riesgos.
Una vez determinado el significado de riesgo y factor de riesgo en la unidad anterior, introducimos ahora el
concepto de daño derivado del trabajo como una consecuencia directa del riesgo laboral. Decíamos que riesgo
era la posibilidad de que un trabajador pueda sufrir un daño, pues bien: daño, es la materialización del riesgo.
En el estudio de la condiciones de trabajo siempre han aparecido entre las consecuencias negativas de éstas,
los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales, como los principales daños derivados del trabajo.
Definición legal: Según el art. 115 de la Ley General de la Seguridad Social se entiende por accidente de
trabajo toda lesión corporal que el trabajador sufra con ocasión o por consecuencia del trabajo que ejecuta por
cuenta ajena.
Definición técnica: Se puede definir el accidente desde un punto de vista técnico, como todo suceso anormal
no querido, no deseado y no programado, que se presenta de forma inesperada, (aunque normalmente es
evitable) que interrumpe la continuidad del trabajo y que puede causar lesiones a los trabajadores.
Dado que el término accidente suele confundirse con los de incidente y avería, vamos a aclararlos:
Incidente: Suceso anormal no querido ni deseado que se presenta de forma repentina o inesperada y
que interrumpe la actividad normal. (Ejemplo: el escape de agua por rotura de una tubería).
Accidente: Incidente que afecta a la integridad física del trabajador. (Ejemplo: caída de una carga
suspendida por una grúa, golpeando a un operario).
Avería: incidente en el proceso normal de trabajo sin que pueda dañar al trabajador. (Ejemplo: parada
de una máquina por rotura de alguna de sus piezas).
Así, debemos tratar tanto incidentes, accidentes, como averías de forma relacionada ya que todos ellos son
indicadores significativos de la existencia de riesgos y nos pueden permitir intervenir a tiempo antes de que se
produzcan daños para la salud de los trabajadores.
Los accidentes, además de consecuencias, tienen causas naturales y explicables, no surgen por generación
espontánea ni son producto de fenómenos sobrenaturales, por lo tanto, es fundamental nuestra intervención a
la hora de proponer o apoyar las iniciativas preventivas que actúan sobre las causas capaces de producir
accidentes, única forma real de evitarlos y reducirlos.
Definición legal: El artículo 116 de la Ley General de la Seguridad Social define la enfermedad profesional
como toda aquella contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades que se
especifican en el cuadro aprobado por el Decreto 1995/78 del 12 de mayo (BOE 25/8/78), y que esté provocada
por la acción de los elementos o sustancias que en este cuadro se indiquen para cada enfermedad profesional.
Como hemos planteado en el apartado anterior, las enfermedades contraídas por el trabajador como
consecuencia del trabajo y que no están contempladas como enfermedades profesionales serán consideradas
como accidentes de trabajo
Definición técnica: Desde esta perspectiva, se considera enfermedad profesional o enfermedad derivada del
trabajo aquel deterioro lento y paulatino de la salud del trabajador, producido por una exposición crónica a
situaciones adversas, sean éstas producidas por el ambiente en el que se desarrolla el trabajo o por la forma
en que éste se encuentra organizado.
Por lo tanto, si la enfermedad profesional es un deterioro lento y paulatino de la salud, puede aparecer después
de varios años de exposición a la condición peligrosa, no podemos esperar a que aparezcan los síntomas para
actuar, ya que generalmente los efectos de estas enfermedades son irreversibles.
Para poder analizar mejor los factores responsables de que se produzca una enfermedad profesional
utilizaremos las siguientes variables:
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales define los daños profesionales con un enfoque más abierto e
integral:
Daños derivados del trabajo: las enfermedades, patologías o lesiones sufridas con motivo u ocasión del trabajo
La cuestión se centra en no agotar nuestros esfuerzos en la lucha contra el accidente de trabajo o la enfermedad
profesional como contingencias protegibles* del sistema de Seguridad Social, sino ir más allá y procurar una
mejora de la calidad de vida laboral.
Si aceptamos la pérdida de salud como un desequilibrio entre los aspectos físicos, mentales y sociales del
trabajador, no debemos reducir la actuación en materia de seguridad y salud laboral a luchar solamente contra
los aspectos negativos del trabajo, sino que hemos de ampliar el campo de acción, adecuando el trabajo a la
persona y potenciando los aspectos positivos que indudablemente tiene el trabajo.
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales define los daños profesionales con un enfoque más abierto e
integral, buscando la mejora de la calidad de vida en el trabajo.
Hemos visto que cuando no existe un control adecuado sobre las condiciones de trabajo pueden materializarse
los riesgos y aparecer daños para la salud. Un elemento fundamental con el que contamos en el desarrollo de
las actividades preventivas es toda la normativa que regula las condiciones en las que se desarrolla el trabajo
y establece los cauces de defensa de la salud y seguridad de los trabajadores.
El artículo 40.2 de la Constitución Española encomienda a los poderes públicos, como uno de los principios
rectores de la política social y económica, velar por la seguridad e higiene en el trabajo.
Junto a este mandato constitucional existen una serie de compromisos internacionales contraídos con la O.I.T.
desde la ratificación del Convenio 155, sobre seguridad y salud de los trabajadores y medio ambiente de trabajo.
Política social: se busca mejorar paulatinamente las condiciones de trabajo y conseguir este
objetivo con una armonización, dentro del progreso, de estas condiciones en los diferentes
países de la Unión Europea (art. 118A del Tratado CEE).
Seguridad en el producto: se señalan los requisitos esenciales de seguridad necesarios para
la libre circulación de un producto (equipo de trabajo, herramienta,...) en cualquier Estado
miembro de la Unión Europea (art. 100A del Tratado CEE)
Para armonizar* las condiciones existentes en estos dos campos en todos los estados miembros se utilizan las
Directivas* comunitarias. La aplicación en el Derecho español de la Directiva Marco sobre seguridad y salud en
el trabajo (D 89/391/CEE) dio lugar a la aprobación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (Ley 31/1995,
de 8 de Noviembre).
En la actualidad la Ley de Prevención de Riesgos Laborales es el pilar fundamental en el que se asienta toda
la normativa española sobre seguridad y salud en el trabajo.
La ley nace con vocación de unificar la dispersa normativa existente en materia de seguridad y salud laboral, y
de actualizar (a través de las necesarias normas reglamentarias y de la negociación colectiva) los aspectos
técnicos de las medidas de prevención que necesita para ser realmente efectiva.
Uno de los propósitos que persigue la ley es fomentar una auténtica cultura preventiva, mediante la promoción
de la mejora de la educación en dicha materia en todos los niveles educativos, involucrando a la sociedad en
su conjunto. Éste, constituye uno de los objetivos básicos y de efectos más transcendentes para el futuro de
todos los que persigue la ley.
En este apartado mencionaremos aquellos aspectos más significativos de la Ley y que podríamos considerarlos
novedosos en nuestro ordenamiento normativo en materia de prevención de riesgos laborales.
La Ley tiene por objeto promover la seguridad y salud de los trabajadores mediante la aplicación de medidas y
el desarrollo de las actividades necesarias para la prevención de los riesgos derivados del trabajo.
Las disposiciones de carácter laboral contenidas en ella y en sus normas reglamentarias tienen el carácter de
Derecho mínimo indisponible, pudiendo ser mejoradas y desarrolladas en los convenios colectivos.
La Ley tiene vocación universal, por lo que en su ámbito de aplicación incluye a las relaciones laborales
reguladas en el Estatuto de los Trabajadores, al personal administrativo y estatutario al servicio de las
Administraciones Públicas y a las sociedades cooperativas.
Sin embargo, establece que no será de aplicación a determinadas actividades desarrolladas en el ámbito de la
función pública (policía, protección civil, establecimientos militares, centros penitenciarios,...). La normativa
específica que se dicte para proteger la seguridad y salud de estos colectivos se inspirará en la propia ley.
Excluye expresamente a la relación laboral de carácter especial del personal al servicio del hogar familiar,
señalando que el titular del hogar está obligado a cuidar de que el trabajo de sus empleados se realiza en
condiciones de seguridad adecuadas.
La Ley define una serie de conceptos que van a ser esenciales en el entendimiento de esta materia, como:
prevención, condiciones de trabajo, riesgo laboral, riesgo grave e inminente, productos o equipos
potencialmente peligrosos, daños derivados del trabajo, o de equipos de protección individual.
La Ley tiene vocación universal, por lo que en su ámbito de aplicación incluye a las relaciones laborales
reguladas en el Estatuto de los Trabajadores, al personal administrativo y estatutario al servicio de las
Administraciones Públicas y a las sociedades cooperativas.
El objetivo de la política preventiva es promocionar la mejora de las condiciones de trabajo con el fin de elevar
el nivel de protección de la seguridad y salud de los trabajadores en el trabajo.
Las actuaciones públicas en esta materia se orientarán a la coordinación de las distintas Administraciones
Públicas competentes. Así, tanto la Administración General del Estado, como las Comunidades Autónomas y
las entidades locales se prestarán cooperación y asistencia en las distintas áreas de actuación (trabajo y
seguridad social, educación y ciencia, sanidad ...).
Se enumeran las distintas materias que habrán de tratar los Reglamentos de desarrollo.
Se señalan las funciones del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, de la Inspección de
Trabajo y Seguridad Social y la creación de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el trabajo.
Se regula el derecho de los trabajadores a una protección eficaz en materia de seguridad y salud laboral
enunciando de manera específica los siguientes puntos:
La Ley establece la obligación del empresario de consultar con los trabajadores con carácter previo a la
adopción de cualquier medida que pueda repercutir sobre la seguridad y salud de los mismos.
La Ley regula la obligación de crear Servicios de Prevención en las empresas, en función de su tamaño y de
los riesgos existentes en las mismas, estableciendo su carácter interdisciplinario, y ofrece unas pinceladas sobre
la capacidad necesaria de los Servicios de Prevención para llevar a cabo su función de asesoramiento y apoyo
del empresario. Establece también el ámbito de actuación de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y
Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social.
o Obligación del empresario de consultar con los trabajadores con carácter previo a la adopción de
cualquier medida que pueda repercutir sobre la seguridad y salud de los mismos.
o Derecho de participación de los trabajadores en cuestiones relacionadas con la Prevención.
o Creación y regulación de la figura del Delegado de Prevención.
o Creación de los Comités de Seguridad y Salud.
Este capítulo enlaza la Seguridad y Salud en el Trabajo con la Seguridad en los productos, obligando a los
fabricantes, importadores y suministradores, de tal manera que los productos comercializados no supongan una
fuente de riesgos para los trabajadores.
La Ley señala una serie de obligaciones para los fabricantes, importadores y suministradores de equipos de
trabajo, de tal manera que los productos comercializados no supongan una fuente de riesgos para los
trabajadores.
Este capítulo establece la regulación de las responsabilidades y sanciones que deben garantizar el
cumplimiento de la Ley, incluyendo los tipos de infracciones y las sanciones correspondientes.
3.3. DERECHOS Y DEBERES BÁSICOS EN MATERIA PREVENTIVA
La Ley reconoce el derecho general de los trabajadores a la protección de su salud e integridad en el ámbito
laboral y establece las diversas obligaciones que van a garantizar este derecho.
Como trabajador debes tener presente en todo momento cómo se articula este derecho general y cuáles son
las obligaciones específicas del empresario que lo garantizan.
El artículo 14 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales señala que los trabajadores tienen derecho a una
protección eficaz en materia de seguridad y salud en el trabajo. Este derecho supone la existencia de un
correlativo deber del empresario de protección de los trabajadores frente a los riesgos laborales.
Esta relación, derecho del trabajador / obligación del empresario, tiene naturaleza contractual, es decir, el
empresario tiene una deuda de seguridad con el trabajador debido al vínculo que les une: el contrato de trabajo.
La relación de trabajo no se establece en pie de igualdad. El trabajador pone su fuerza de trabajo a disposición
del empresario a cambio de una remuneración, y es el empresario quien fija las condiciones en que se va a
desarrollar la prestación del trabajo (lugar de trabajo, proceso productivo, métodos, equipos, materiales,...).
La Ley protege a la parte contratante más débil, el trabajador, e impone al empresario la obligación de garantizar
la integridad física y la salud y seguridad de todos los trabajadores a su servicio.
Como trabajador debes tener presente en todo momento cómo se articula el derecho general a una protección
eficaz en materia de seguridad y salud laboral y cuáles son las obligaciones específicas del empresario que
lo garantizan.
Así pues, el sistema de prevención de riesgos laborales se asienta sobre un entramado de derechos de los
trabajadores y obligaciones empresariales, de forma que no se puede entender ninguna obligación del
empresario sin tener en cuenta que garantiza una faceta específica del derecho de los trabajadores a la
protección eficaz en materia de seguridad y salud laboral. (Capítulo III de la Ley de Prevención de Riesgos
Laborales).
Estos derechos asisten a cada trabajador de forma individual pero, como veremos a continuación, tanto la
información como la consulta y participación y algunas actuaciones en caso de riesgo grave e inminente, llenan
de contenido las funciones del delegado de prevención.
El empresario debe facilitar a los trabajadores todas las informaciones necesarias en relación con:
o Riesgos laborales: los generales de la empresa y los específicos de cada tipo de puesto de
trabajo o función.
o Medidas de prevención y protección adoptadas frente a los riesgos.
o Medidas de emergencia (primeros auxilios, lucha contra incendios, evacuación del personal ...)
El empresario facilitará estas informaciones a través de los representantes de los trabajadores (concretamente
los delegados de prevención). No obstante, debe informar directamente a cada trabajador de los riesgos
específicos que afecten a su puesto de trabajo o función y de las medidas de prevención y protección aplicables
a dichos riesgos.
El empresario debe consultar a los trabajadores y permitir su participación en todas las cuestiones que afecten
a la seguridad y a la salud en el trabajo. Este es un derecho que asiste a todos los trabajadores y que se canaliza
a través de sus representantes (delegados de prevención y Comité de Seguridad y Salud)
El empresario debe garantizar que cada trabajador reciba una formación teórica y práctica, suficiente y
adecuada en materia preventiva. La formación debe estar centrada específicamente en los riesgos del puesto
de trabajo y realizarse en el momento de la contratación, cuando se produzcan cambios en las funciones que
desempeñe o se introduzcan nuevas tecnologías o cambios en los equipos de trabajo. El coste de la formación
no recaerá en ningún caso sobre los trabajadores.
Cuando los trabajadores estén o puedan estar expuestos a un riesgo grave e inminente, el empresario debe
informar lo antes posible de la existencia de dicho riesgo y de las medidas que deban adoptarse en materia de
protección, también debe dar las instrucciones precisas para que los trabajadores puedan interrumpir su
actividad y abandonar el lugar de trabajo.
Si el empresario no cumple esta obligación, los representantes de los trabajadores pueden acordar la
paralización de la actividad. Se reconoce el derecho que tiene cada trabajador a interrumpir su actividad y
abandonar su lugar de trabajo cuando considere que la actividad laboral entraña un riesgo grave e inminente
para su salud o su seguridad.
La Ley reconoce el derecho que tiene cada trabajador a interrumpir su actividad y abandonar su lugar de
trabajo cuando considere que la actividad laboral entraña un riesgo grave e inminente para su salud o su
seguridad.
El empresario garantizará a los trabajadores la vigilancia periódica de su estado de salud en función de los
riesgos inherentes al trabajo.
Es un derecho básico del trabajador y tiene carácter voluntario, excepto cuando se trate de evaluar los efectos
de las condiciones de trabajo sobre la salud, verificar si su estado de salud supone un peligro para sí mismo o
para otras personas o cuando una disposición legal sobre riesgos específicos así lo establezca (por ejemplo:
puestos de trabajo con riesgos de enfermedades profesionales, determinados puestos como conductores,
manejo de maquinaria pesada o peligrosa, trabajos con exposición a radiaciones ionizantes, ruido, trabajos con
riesgo por amianto ...). En estos casos es necesario un informe previo de los representantes de los trabajadores.
Las medidas de vigilancia de la salud se llevarán a cabo respetando el derecho a la intimidad del trabajador y a
la confidencialidad de las informaciones. El acceso a estos datos está reservado al personal médico, y nunca
pueden usarse con fines discriminatorios.
Las medidas de vigilancia de la salud se llevarán a cabo respetando el derecho a la intimidad del trabajador
y a la confidencialidad de las informaciones. El acceso a estos datos está reservado al personal médico, y
nunca pueden usarse con fines discriminatorios.
Hemos visto que el empresario debe garantizar la seguridad y salud de los trabajadores a través de una serie
de actuaciones. Para facilitar su examen, vamos a dividirlas en obligaciones generales de prevención de riesgos
derivados del trabajo y obligaciones específicas en relación con determinados colectivos de trabajadores.
A) OBLIGACIONES GENERALES
El empresario debe velar por la seguridad y la salud de sus trabajadores frente a los riesgos derivados del
trabajo. A través de una serie de actuaciones que impone la Ley de Prevención de Riesgos Laborales debe dar
cumplimiento al derecho general de los trabajadores, garantizando la información, consulta y participación,
formación en materia preventiva, actuación ante un riesgo grave e inminente y la vigilancia de la salud (como
hemos visto en el punto anterior) y realizando las siguientes acciones:
La acción preventiva en la empresa se planificará a partir de la evaluación de riesgos. Es el proceso que permite
obtener la información necesaria sobre los riesgos existentes para adoptar las acciones preventivas necesarias.
Se realizará con carácter general teniendo en cuenta la naturaleza de la actividad y será actualizada cuando
cambien las condiciones de trabajo y revisada cuando se detecten daños para la salud.
La acción preventiva en la empresa .debe planificarse a partir de la evaluación de riesgos, que es el proceso
que permite obtener la información necesaria sobre los riesgos existentes para adoptar las acciones
preventivas necesarias.
El empresario, para dar cumplimiento a todas sus obligaciones en materia de prevención de riesgos laborales,
debe organizar los medios humanos, técnicos y materiales necesarios para planificar y gestionar la prevención
en la empresa. (Como veremos detalladamente en el segundo módulo).
El empresario, para dar cumplimiento a todas sus obligaciones en materia de prevención de riesgos laborales,
debe organizar los medios humanos, técnicos y materiales necesarios para planificar y gestionar la prevención
en la empresa.
El empresario, teniendo en cuenta el tamaño y la actividad de la empresa, así como la posible presencia de
personas ajenas a la misma, deberá analizar las posibles situaciones de emergencia para adoptar las medidas
necesarias en materia de primeros auxilios, lucha contra incendios y evacuación del personal.
Cuando en un mismo centro de trabajo desarrollen actividades dos o más empresas, éstas deberán cooperar
en la aplicación de la normativa sobre prevención de riesgos laborales y coordinar sus actividades en esta
materia.
B) OBLIGACIONES PARTICULARES
El empresario garantizará de manera específica la protección de aquellos trabajadores que por sus
características personales o estado biológico conocido, incluidos aquellos que tengan reconocida la situación
de discapacidad física o psíquica o sensorial, sean especialmente sensibles a los riesgos derivados del trabajo
(trabajadores minusválidos, determinados grados de invalidez...).
El empresario garantizará de manera específica la protección de aquellos trabajadores que por sus
características personales o estado biológico conocido, incluidos aquellos que tengan reconocida la situación
de discapacidad física o psíquica o sensorial, sean especialmente sensibles a los riesgos derivados del
trabajo
Si se detecta un riesgo para la seguridad y la salud o una posible repercusión sobre el embarazo o la lactancia,
el empresario debe adoptar todas las medidas necesarias para evitar la exposición de la trabajadora a dicho
riesgo.
El empresario debe llevar a cabo una evaluación de los riesgos específicos para garantizar la seguridad y la
salud de los trabajadores menores de dieciocho años, previamente a su contratación o ante cualquier
modificación de las condiciones de trabajo, teniendo en cuenta los riesgos concretos del puesto de trabajo y la
falta de madurez y experiencia de los jóvenes.
El empresario debe garantizar que estos trabajadores gocen del mismo nivel de protección en materia de salud
y seguridad que el resto de los trabajadores.
El empresario debe informar a estos trabajadores, previamente a la contratación, de los riesgos inherentes a su
trabajo y el nivel de cualificación necesario, la exigencia de controles médicos especiales y las medidas
preventivas adoptadas frente a los riesgos. También deberán recibir formación específica sobre los riesgos de
su puesto de trabajo.
En las relaciones de trabajo a través de empresas de trabajo temporal*, éstas son responsables de la formación
y la vigilancia de la salud de los trabajadores, y la empresa usuaria lo es de las condiciones de trabajo en todo
lo relacionado con la protección de la seguridad y la salud de los trabajadores.
El empresario debe garantizar que los trabajadores con relaciones de trabajo temporales, de duración
determinada y en empresas de trabajo temporal. gocen del mismo nivel de protección en materia de salud y
seguridad que el resto de los trabajadores.
Cada trabajador debe velar, según sus posibilidades y mediante el cumplimiento de las medidas de prevención
que se adopten en cada caso, por su propia seguridad y salud en el trabajo y por la de aquellas otras personas
a las que pueda afectar su actividad profesional (compañeros, colaboradores, clientes o terceras personas
ajenas a la empresa que puedan verse relacionadas con la actividad laboral).
Cada trabajador debe velar, según sus posibilidades y mediante el cumplimiento de las medidas de prevención
que se adopten en cada caso, por su propia seguridad y salud en el trabajo y por la de aquellas otras personas
a las que pueda afectar su actividad profesional.
De esta forma, los trabajadores deben, con arreglo a su formación y las instrucciones recibidas por el empresario
cumplir las siguientes obligaciones:
Velar por su salud y seguridad y la de aquellas otras personas a las que pueda afectar su actividad
laboral.
Usar adecuadamente cualquier elemento o medio con los que se desarrolle su actividad.
No poner fuera de funcionamiento y utilizar correctamente los dispositivos de seguridad.
Informar de inmediato de las situaciones de riesgo.
Contribuir al cumplimiento de las obligaciones impuestas por la autoridad competente.
Cooperar con el empresario para que éste pueda garantizar unas condiciones de trabajo seguras.
RECUERDA
ACTIVIDADES
TRABAJO EN GRUPO
1. Análisis y debate sobre el concepto de salud laboral de la Organización Internacional del Trabajo (O.I.T.) y la
Organización Mundial de la Salud (O.M.S.):
"La salud laboral tiene la finalidad de fomentar y mantener el más alto nivel de bienestar físico, mental y social
de los trabajadores de todas las profesiones, prevenir todo daño a la salud de éstos por las condiciones de
trabajo, protegerles en su empleo contra los riesgos para la salud y colocar y mantener al trabajador en un
empleo que convenga a sus aptitudes psicológicas y fisiológicas. En suma, adaptar el trabajo al hombre y cada
hombre a su trabajo."
2. Según las definiciones de riesgo laboral y daño profesional, señalad los riesgos más significativos que existen
en vuestros centros de trabajo, los daños que han producido o pueden producir y la calificación legal que han
recibido (accidente de trabajo, enfermedad profesional...).
3. ¿Qué importancia puede tener la normativa sobre seguridad en el producto dentro del ámbito de la prevención
de riesgos laborales?
4. Analizar los cambios que se han producido en el tratamiento de la seguridad y la salud laboral en la empresa
desde la aprobación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
5. ¿Cómo influye, a vuestro juicio, la estabilidad en el empleo en el campo de la salud laboral? ¿Se debe
proteger de forma especial a los trabajadores contratados temporalmente? ¿Por qué?
6. Analizando la realidad de la empresa ¿Qué dificultades existen para hacer efectivo el derecho de los
trabajadores a una protección eficaz en materia de seguridad y salud en el trabajo?
II. RIESGOS GENERALES Y SU PREVENCIÓN
OBJETIVOS
Identificar y valorar los diferentes factores de riesgo presentes en la actividad laboral y los daños que
puedan ocasionar a la salud de los trabajadores.
Reconocer las situaciones de riesgo para proponer y desarrollar acciones preventivas eficaces.
En la primera unidad de este módulo hemos destacado los conceptos básicos, el marco normativo de la
seguridad y salud laboral y los derechos y obligaciones de trabajadores y empresario en el marco de la Ley de
Prevención de Riesgos Laborales.
En esta unidad trabajaremos sobre los principales factores de riesgo a los que los trabajadores nos vemos
sometidos en el entorno laboral y las consecuencias que puedan tener para la salud, así como los sistemas
elementales de control de esos riesgos.
En el desarrollo de las actividades de prevención debemos conocer muy bien cuáles son los factores de riesgo
que existen en nuestro centro de trabajo y las formas básicas de controlarlos, ya que sólo de esta forma
podremos proponer y adoptar las medidas necesarias para hacerlos frente.
Sabemos que riesgo laboral es la posibilidad de que un trabajador sufra un determinado daño derivado del
trabajo. Consideramos factor de riesgo al elemento o conjunto de elementos que, estando presentes en las
condiciones de trabajo, pueden desencadenar una disminución en la salud del trabajador.
Factor de riesgo es el elemento o conjunto de elementos que, estando presentes en las condiciones de trabajo,
pueden desencadenar una disminución en la salud del trabajador.
Atendiendo a su origen, dividimos los factores de riesgo en cinco grupos para facilitar su estudio:
Condiciones de seguridad:
En este grupo se incluyen aquellas condiciones materiales que pueden dar lugar a accidentes en el trabajo.
Para estudiarlas es necesaria la investigación y evaluación de factores derivados de:
o Lugares de trabajo.
o Máquinas y equipos de trabajo.
o Riesgo eléctrico.
o Riesgo de incendio.
o Manipulación y transporte ...
Son factores del medio ambiente natural presentes en el ambiente de trabajo y que aparecen de la misma forma
o modificados por el proceso de producción y repercuten negativamente en la salud.
Son agentes extraños al organismo humano que pueden producir alteraciones a la salud cuando están
presentes en el ambiente. Se dividen en:
Carga de trabajo:
Son los factores referidos a los esfuerzos físicos y mentales a los que se ve sometido el trabajador en el
desempeño de su tarea. Se divide en:
o Carga física: esfuerzos físicos de todo tipo (manejo de cargas, posturas de trabajo, movimientos
repetitivos,...). Puede ser estática o dinámica.
o Carga mental: nivel de exigencia psíquica de la tarea (ritmos de trabajo, monotonía, falta de
autonomía, responsabilidad,...).
Factores organizativos:
Son los factores debidos a la organización del trabajo y a la estructura y cultura empresarial. Pueden tener
consecuencias para la salud de los trabajadores a nivel físico pero, sobre todo, a nivel psíquico y social, como:
o Jornada.
o Nivel de automatización.
o Comunicación.
o Relaciones.
o Estilo de mando.
o Status social.
o Participación.
Los factores de riesgo nunca se presentan aisladamente. En el entorno de trabajo interactúan muchos de estos
factores, es decir, están presentes varios factores de riesgo al mismo tiempo, de forma que se potencian sus
efectos nocivos.
De esta forma, cuando se produce una alteración en la salud de los trabajadores no se puede achacar a una
sola causa, sino que será un conjunto de factores diferentes presentes en el ambiente laboral los que ocasionan
esa pérdida de salud.
Relacionaremos a continuación los diferentes factores de riesgo con los riesgos que pueden entrañar y los
daños que pueden ocasionar.
Es esencial identificar y conocer muy bien cuáles son los factores de riesgo que existen en nuestro centro de
trabajo ya que sólo de esta forma podremos proponer y adoptar las medidas preventivas y protectoras
necesarias para hacerlos frente.
2. FACTORES DE SEGURIDAD
2.1. LUGARES DE TRABAJO
o Seguridad estructural.*
o Espacios de trabajo y zonas peligrosas.
o Suelos, aberturas y desniveles, y barandillas.
o Tabiques, ventanas y vanos.
o Vías de circulación.
o Puertas y portones.
o Rampas, escaleras fijas y de servicio.
o Escalas fijas.
o Escaleras de mano.
o Vías y salidas de evacuación.
o Condiciones de protección contra incendios.
o Instalación eléctrica.
o Acceso de trabajadores minusválidos.
Orden, limpieza y mantenimiento: en todas las zonas e instalaciones del lugar de trabajo.
Señalización de seguridad y salud: según lo dispuesto en el Real Decreto 485/1997, de 14 de abril.
Instalaciones de servicio y protección: las instalaciones de servicio y protección anejas a los lugares
de trabajo se consideran como parte integrante de los mismos, debiendo cumplir las disposiciones
mínimas que les son exigibles como lugar de trabajo, más las reglamentaciones específicas que les
resulten de aplicación.
Condiciones ambientales:
Iluminación: deberá permitir que los trabajadores dispongan de condiciones de visibilidad adecuadas
para poder circular por los lugares de trabajo y desarrollar su actividad en ellos sin riesgo para su
seguridad y salud.
Servicios higiénicos y locales de descanso:
Material y locales de primeros auxilios: los lugares de trabajo deben disponer del material y, en su
caso, de los locales necesarios para la prestación de primeros auxilios a los trabajadores accidentados.
Los riesgos que entraña el incumplimiento de las anteriores medidas pueden ser: caídas de personas al mismo
o a distinto nivel a causa del alumbrado deficiente, suelos resbaladizos, obstrucciones diversas, diferencias
estructurales de construcción..., choques y golpes contra objetos, máquinas y equipos, atrapamientos y golpes
por vehículos en movimiento circulando por zonas no señalizadas,...
En el entorno de trabajo suelen estar presentes varios factores de riesgo al mismo tiempo, de forma que
pueden potenciarse sus efectos nocivos.
Los equipos de trabajo son cualquier maquina, aparato, instrumento o instalación utilizada en el trabajo. El
Real Decreto 1215/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y
salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo, señala los factores que debe tener en
cuenta el empresario para elegir dichos equipos:
Un porcentaje muy elevado de los accidentes que se producen en el entorno laboral son consecuencia de fallos
de seguridad relacionados con las máquinas y equipos de trabajo. Para disminuir esta tasa de siniestralidad
laboral, debemos tener en cuenta cuatro aspectos básicos:
Los principales riesgos que pueden entrañar son: atrapamientos, golpes, cortes,... con los elementos móviles
del equipo, proyección del material que se trabaja, ruido, vibraciones, riesgos eléctricos, térmicos ...
Los daños que pueden ocasionar son: contusiones, roturas de huesos, heridas, amputaciones de miembros,
sordera, pérdida visual, etc ...
Un porcentaje muy elevado de los accidentes que se producen en el entorno laboral son consecuencia de fallos
de seguridad relacionados con las máquinas y equipos de trabajo.
La electricidad es una de las fuentes de energía que mas utilizamos, tanto en nuestro hogar (al enchufar la TV,
la aspiradora, la maquina de afeitar, etc.) como en el trabajo (ordenador, fotocopiadora, torno, taladradora, etc.).
Sin embargo en muchas ocasiones desconocemos los riesgos que entraña el uso de la electricidad, y lo que es
peor en otras ocasiones los ignoramos.
El riesgo de la presencia de electricidad es el contacto eléctrico. Los daños que puede causar el contacto
eléctrico dependerán de condiciones como: la superficie de contacto, la humedad de la piel, la presión de
contacto, etc., y sobre todo, de la intensidad de la corriente, la duración del contacto y la zona del cuerpo
recorrida por la electricidad. Estos daños pueden ir desde la sensación de hormigueo hasta la asfixia, graves
alteraciones del ritmo cardiaco, quemaduras e incluso la muerte.
El marcado CE garantiza la comercialización de equipos de trabajo que vengan de fábrica con los requisitos de
seguridad necesarios para proteger la seguridad y la salud de los trabajadores.
El riesgo de incendio esta presente en cualquier tipo de actividad. Para que se produzca un incendio se necesita
la presencia simultánea de cuatro factores:
En la actuación contra el incendio hay que tener en cuenta los siguientes factores:
A través de los distintos sistemas de detección y alarma se consigue una vigilancia permanente que nos
permitirá actuar en cuanto aparezca el peligro de incendio. Estos sistemas pueden ser humanos (recorridos de
inspección ...) o automáticos (detectores de gases o iónicos, de humos visibles, de temperatura, de llama ...)
Medios de extinción: existen diferentes sistemas de extinción de incendios, por un lado los equipos
portátiles ( extintores móviles) y por otro lado las instalaciones fijas (bocas de incendio equipadas,
columnas secas, hidrantes, rociadores automáticos o sprinklers,... )
Evacuación del personal: para evitar los daños a la salud de los trabajadores es necesario desalojar
el local donde se ha producido un incendio.
Deben preverse una serie de vías de evacuación suficientes y adecuadas, y realizar este proceso de evacuación
en el menor tiempo posible. Para implantar un buen sistema de evacuación es imprescindible partir de una
correcta organización y planificación previa.
E) Manipulación y transporte.
En casi todas las actividades es necesario desplazar los materiales para desarrollar las distintas fases del
proceso productivo, procediendo al transporte y al almacenamiento de todas las materias primas, materiales en
proceso, productos terminados y materiales auxiliares.
Los medios empleados para esta manipulación y/o transporte, deben estar de acuerdo con el tamaño, forma y
volumen del material y distancia a recorrer.
La creciente implantación de estos equipos en los distintos sectores de la actividad, ha disparado de manera
sustancial el número de accidentes de trabajo. Por este motivo, es necesario tener en cuenta tres requisitos
para reducir la siniestralidad laboral causada por los aparatos de elevación y transporte:
Los riesgos que podemos encontrar son: golpes, atropellos, caídas de altura, de la carga, desplome de
materiales, choques, vuelcos,...
3.1. RUIDO
El ruido, tal y como lo define la O.M.S., es un "sonido no deseado cuyas consecuencias son una molestia para
el publico, con riesgo para su salud física y mental". Las características del sonido, que van a hacer diferentes
los ruidos, son:
Frecuencia: es la periodicidad en que se repite una oscilación sonora, es decir, el número de veces que
vibra una onda sonora por unidad de tiempo. Se mide en hercios (Hz) y determina el tono. Las
frecuencias altas o agudas son más perjudiciales para la salud que las graves.
Intensidad: es la fuerza de la vibración sonora. Se mide en decibelios (dB.) y determina el grado de
energía o presión sonora. Nos permite clasificar los sonidos en fuertes o débiles
El Real Decreto 1316/89 tiene como objeto la protección de los trabajadores frente a los riesgos derivados de
la exposición al ruido durante el trabajo. Es el referente básico de vigilancia y control de la aplicación de las
medidas previstas para proteger la salud de los trabajadores expuestos al ruido.
Los posibles efectos que puede tener el ruido para la salud pueden ser psicológicos (irritabilidad, agresividad,
alteraciones del sueño,...) y fisiológicos (hipoacusia, sordera profesional, aumento del ritmo cardiaco, de la
presión sanguínea, trastornos digestivos,...).
El contaminante físico más común en los puestos de trabajo, independientemente de la actividad de que se
trate , es el ruido.
3.2. VIBRACIONES
Las vibraciones son oscilaciones de partículas alrededor de un punto, en un medio físico equilibrado cualquiera
(aire, agua, etc..) y se pueden producir por efecto del propio funcionamiento de una máquina o equipo, partes
de máquinas desequilibradas en movimiento, choques, movimientos turbulentos de fluidos ...
Los efectos que pueden producir las vibraciones según su frecuencia son:
Muy baja frecuencia (inferiores a 2 Hz) : Alteraciones en el sentido del equilibrio, provocando mareos,
nauseas y vómitos (movimiento de balanceo de coches, barcos, trenes ...).
Baja y media frecuencia (de 2 a 20 Hz) : Afectan sobre todo a la columna vertebral, aparato digestivo y
la visión (vehículos y maquinaria industrial, tractores, obras públicas...).
Alta frecuencia (de 20 a 300 Hz) : Pueden producir quemaduras por rozamiento y problemas
vasomotores, en las articulaciones , musculares ... (herramientas manuales percutoras rotativas ...).
3.3. RADIACIONES
Las radiaciones son ondas de energía que inciden sobre el organismo humano, pudiendo llegar a producir
efectos dañinos para la salud de los trabajadores.
Pueden ser:
Radiaciones ionizantes: son ondas de alta frecuencia. (Rayos X, rayos g, partículas atómicas ...) que
tienen un gran poder energético ya que pueden transformar la estructura de los átomos provocando la
expulsión de electrones de su órbita.Los efectos para la salud dependen de la dosis absorbida por el
organismo. Puede afectar a distintos tejidos y órganos (médula ósea, órganos genitales, tejido
linfático,...), provocando desde nauseas, vómitos y cefaleas hasta alteraciones cutáneas y cáncer.
Radiaciones no ionizantes: son ondas de baja o media frecuencia (microondas, infrarrojos, ultravioleta,
láser,...) que poseen poca energía (no producen la ionización de la materia).
Pueden provocar desde efectos térmicos o irritaciones en la piel hasta conjuntivitis, quemaduras graves o cáncer
de piel.
Las radiaciones son ondas de energía que inciden sobre el organismo humano, pudiendo llegar a producir
efectos dañinos para la salud de los trabajadores.
Son las condiciones físicas ambientales de temperatura, humedad y ventilación, en las que desarrollamos
nuestro trabajo.
Todo tipo de trabajo físico genera calor en el cuerpo, por ello el hombre posee un sistema de autorregulación
con el fin de mantener una temperatura constante en torno a los 37º C. El confort térmico depende del calor
producido por el cuerpo y de los intercambios entre este y el medio ambiente. Viene determinado por diferentes
variables que deben considerarse de forma global:
Unas malas condiciones termohigrométricas pueden ocasionar efectos negativos para la salud, que variarán
según las características de cada persona y su capacidad de aclimatación. Así encontraremos: resfriados,
deshidratación, golpe de calor,... como efectos directos, pero también alteraciones de la conducta, aumento de
la fatiga,... (lo que puede incidir en la aparición de algún accidente).
Son sustancias constituidas por materia inerte que pueden estar presentes en el aire que respiramos en forma
sólida (polvos, humos), líquida (nieblas y brumas) o gaseosa (gas, vapor).
Los contaminantes químicos son sustancias químicas que durante la fabricación, transporte, almacenamiento
o uso puedan incorporarse al ambiente en forma de aerosol, gas o vapor y afectar a la salud de los trabajadores.
Vía respiratoria: constituida por todo el sistema respiratorio (nariz, boca, laringe, pulmones ...).
Vía dérmica: el contaminante se incorpora a la sangre a través de la piel.
Vía digestiva: comprende todo el aparato digestivo, más las mucosidades del sistema respiratorio.
Vía parenteral: penetración del contaminante directamente a través de llagas, heridas, punciones ...
Los efectos de los contaminantes químicos sobre el organismo humano pueden ser:
Los contaminantes biológicos son microorganismos o partes de seres vivos que pueden estar presentes en
el ambiente de trabajo y originar alteraciones en la salud de los trabajadores.
Son organismo vivos (bacterias, protozoos, virus, hongos, gusanos, parásitos) que al penetrar en el cuerpo
determinan cualquier tipo de infección, alergia o toxicidad.
Los peligros biológicos pueden estar presentes en muchos puestos de trabajo: manipulación de productos de
origen animal, cría y cuidado de animales, trabajos de laboratorio biológicos y clínicos y trabajos sanitarios.
El Real Decreto 664/1997, de 12 de Mayo, (B.O.E. 24/V/97) sobre la protección de los trabajadores contra los
riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo establece las disposiciones
mínimas aplicables a las actividades en las que los trabajadores estén o puedan estar expuestos a este tipo de
agentes debido a la naturaleza de su tarea o puesto de trabajo.
5. LA CARGA DE TRABAJO Y LOS RIESGOS ORGANIZATIVOS: LA FATIGA Y LA INSATISFACCIÓN
LABORAL.
Podemos definir la carga de trabajo como el conjunto de requerimientos psicofísicos a los que se ve sometido
el trabajador a lo largo de su jornada laboral.
La consecuencia de una carga excesiva de trabajo es la fatiga que podemos definirla como la disminución de
la capacidad física y mental de un trabajador después de haber realizado una actividad durante un periodo de
tiempo.
Para estudiar la carga de trabajo diferenciaremos entre carga física y carga mental o psíquica.
Carga física.
La carga física viene determinada por una serie de factores que son:
o Factores propios del trabajador: edad, sexo, constitución física y grado de entrenamiento.
o Factores relacionados con el puesto de trabajo: postura, manipulación de cargas y movimiento.
Entre los esfuerzos físicos hay que distinguir dos tipos de esfuerzo muscular diferentes, aunque en la práctica
no sea siempre fácil determinar la frontera entre ellos, que son:
Como un factor importante de sobrecarga y fatiga muscular merece una mención especial la manipulación y el
transporte manual de cargas, ya que supone un problema específico que provoca molestias lumbares, dolores
de espalda,...
El Real Decreto 487/1997, de 14 de Abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a la
manipulación manual de cargas que entrañe riesgos, en particular dorsolumbares, para los trabajadores,
distingue varios factores de riesgo relativos a:
o Características de la carga.
o Esfuerzo físico necesario.
o Características del medio de trabajo.
o Exigencias de la actividad.
o Factores individuales de riesgo.
En las actividades de carga y manipulación manual es aconsejable tener en cuenta las siguientes
recomendaciones para evitar la aparición de lesiones:
No debemos olvidar que gran parte de las lesiones en la espalda, el desgaste anormal de las articulaciones y
los músculos, los trastornos gastrointestinales y cardiovasculares etc., pueden ser atribuidos en muchos casos
a una carga física de trabajo excesiva.
Carga mental.
Cada día se requiere de los trabajadores un esfuerzo físico menor y una mayor capacidad de atención y control,
por ello debemos conceder cada vez más importancia a la necesidad de evaluar la carga mental y sus
consecuencias sobre la salud de los trabajadores al objeto de aportar las medidas preventivas necesarias para
evitar este tipo de riesgos.
El nivel de carga psíquica al que está sometido el trabajador se vincula principalmente a las características de
la información que recibe para el desempeño de sus tareas y a la forma a la que debe responder ante esa
situación. En este proceso inciden distintos factores:
Vimos en la primera unidad que la tecnificación y la organización son dos características básicas del trabajo.
Los efectos para la salud de las aplicaciones tecnológicas en el campo laboral son innegables, en este punto
analizaremos como pueden influir los factores organizativos en nuestra salud como trabajadores.
Los factores organizativos tienen una doble importancia: representan un riesgo en sí mismos, y pueden tener
una influencia decisiva en la magnitud de los efectos que el resto de los riesgos pueden representar para los
trabajadores.
En toda actividad laboral existen una serie de elementos organizacionales como condiciones de trabajo que van
a tener una influencia decisiva en la salud de los trabajadores. Tradicionalmente se ha dado poca importancia
a estos factores, considerándolos poco relevantes para la salud.
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales incluye estos factores organizacionales como condiciones de
trabajo que pueden afectar a la seguridad y salud de los trabajadores.
Estos factores tienen una doble importancia, ya que por un lado representan un riesgo en si mismos, y por otro
tienen una influencia decisiva en la magnitud de los efectos que el resto de los riesgos pueden representar para
los trabajadores, condicionando la materialización de los daños o potenciando el nivel de peligrosidad de una
determinada actividad.
La jornada de trabajo.
El ritmo de trabajo.
La comunicación.
El estilo de mando.
La participación.
El status social.
La identificación con la tarea.
La iniciativa.
La estabilidad en el empleo.
El nivel de automatización.
Las relaciones profesionales.
Las posibles consecuencias para la salud de los trabajadores, derivadas de los efectos negativos de los factores
organizacionales pueden ser:
El artículo 20 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales señala las obligaciones que tiene el empresario
relacionadas con la adopción de medidas de emergencia en la empresa o centro de trabajo.
El empresario, teniendo en cuenta el tamaño y la actividad de la empresa, así como la posible presencia de
personas ajenas a la misma (visitantes, clientes,...), deberá analizar las posibles situaciones de emergencia y
adoptar las medidas necesarias en materia de primeros auxilios, lucha contra incendios y evacuación de los
trabajadores.
Para ello, debe designar al personal encargado de poner en práctica estas medidas y comprobar periódicamente
su correcto funcionamiento. El citado personal deberá poseer la formación necesaria, ser suficiente en número
y disponer del material adecuado, en función de las circunstancias antes señaladas.
Para la aplicación de las medidas adoptadas, el empresario deberá organizar las relaciones que sean
necesarias con servicios externos a la empresa, en particular en materia de primeros auxilios, asistencia médica
de urgencia, salvamento y lucha contra incendios, de forma que quede garantizada la rapidez y eficacia de las
mismas.
El empresario, teniendo en cuenta el tamaño y la actividad de la empresa, así como la posible presencia de
personas ajenas a la misma, deberá analizar las posibles situaciones de emergencia y adoptar las medidas
necesarias en materia de primeros auxilios, lucha contra incendios y evacuación de los trabajadores.
Es fundamental tomar conciencia sobre la importancia que representa, no sólo la dotación de medios, sino
también el establecimiento de una serie de procedimientos de actuación ante la posibilidad de que se produzca
una situación de emergencia, incendio,... disponiendo de un plan de actuación que permita ofrecer una
respuesta rápida ante este tipo de situaciones.
Evaluación del riesgo: valoración de las condiciones de riesgo del edificio en función de los medios
disponibles (análisis de los factores de riesgo y las condiciones de evacuación de las diferentes áreas
de actividad, planos de situación y emplazamiento,...)
Medios de protección: medios humanos y materiales disponibles y precisos, determinando los equipos
y sus funciones para establecer los datos de interés que garanticen la prevención de riesgos y el control
inicial de las posibles emergencias (inventario de medios de detección, alarma, intervención, vías de
evacuación,...).
Plan de emergencia: contempla las diversas hipótesis de emergencia, los planes de actuación en cada
una de ellas y las condiciones de uso y mantenimiento de las instalaciones (clasificación de emergencias
en función de la gravedad, determinación, composición, y actuación de los equipos, esquemas
secuenciales de intervención,...).
Implantación: divulgación general del plan, programas de formación específica del personal incorporado
al mismo, realización de simulacros, programas de seguimiento, revisión e investigación,...
El artículo 22 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece que el empresario debe garantizar a los
trabajadores a su servicio la vigilancia periódica de su estado de salud en función de los riesgos inherentes al
trabajo.
La vigilancia de la salud se articula como una parte esencial del derecho de los trabajadores a una protección
eficaz en materia de seguridad y salud laboral.
La ley señala, incluso, que en aquellos supuestos en que la naturaleza de los riesgos inherentes al trabajo lo
haga necesario, el derecho de los trabajadores a la vigilancia periódica de su estado de salud deberá ser
prolongado más allá de la finalización de la relación laboral.
Con carácter general, la vigilancia de la salud sólo podrá llevarse a cabo cuando el trabajador haya prestado su
consentimiento.
Existen una serie de excepciones a este principio general, de forma que la vigilancia de la salud de los
trabajadores tendrá carácter obligatorio, previo informe de los delegados de prevención, en los siguientes casos:
La realización de los reconocimientos médicos es imprescindible para evaluar los efectos de las
condiciones de trabajo sobre la salud de los trabajadores.
Reconocimientos para verificar si el estado de salud del trabajador puede constituir un peligro para sí
mismo, para los demás trabajadores o para otras personas relacionadas con la empresa.
Cuando así esté establecido en una disposición legal en relación con la protección de riesgos específicos
y actividades de especial peligrosidad.
En todo caso se deberá optar por la realización de aquellos reconocimientos o pruebas que causen las menores
molestias al trabajador y que sean proporcionales a los riesgos existentes en el medio laboral.
Las medidas de vigilancia y control de la salud de los trabajadores se llevarán a cabo respetando siempre el
derecho a la intimidad y a la dignidad de la persona del trabajador y la confidencialidad de toda la información
relacionada con su estado de salud.
Los resultados y datos relativos a la vigilancia de la salud de los trabajadores no podrán ser usados con fines
discriminatorios ni en perjuicio del trabajador, y deben ser comunicados a los trabajadores afectados.
El acceso a la información médica de carácter personal se limitará al personal médico y a las autoridades
sanitarias que lleven a cabo la vigilancia de la salud de los trabajadores, sin que pueda facilitarse al empresario
o a otras personas sin consentimiento expreso del trabajador.
A pesar de ello, tanto el empresario como los servicios de prevención, trabajadores designados para desarrollar
la actividad preventiva y, por supuesto, los delegados de prevención, serán informados de las conclusiones que
se deriven de los reconocimientos efectuados en relación con:
El Reglamento de los Servicios de Prevención (R. D. 39/1997, de 17 de enero) señala que las medidas de
vigilancia y control de la salud de los trabajadores deben llevarse a cabo por personal sanitario con competencia
técnica, formación y capacidad acreditada y contar para el desarrollo de sus funciones con la estructura y medios
adecuados a su naturaleza específica y la confidencialidad de los datos médicos personales.
Una evaluación de la salud de los trabajadores inicial después de la incorporación al trabajo o después
de la asignación de tareas específicas con nuevos riesgos para la salud.
Una evaluación de la salud de los trabajadores que reanuden el trabajo tras una ausencia prolongada
por motivos de salud, con la finalidad de descubrir sus posibles orígenes profesionales y recomendar
una acción apropiada para proteger a los trabajadores.
Una vigilancia de la salud a intervalos periódicos.
Una historia clínico-laboral con todos los datos de anamnesis*, exploración clínica y control biológico y
estudios complementarios en función de los riesgos inherentes al trabajo
Una descripción detallada del puesto de trabajo, el tiempo de permanencia en el mismo, los riesgos
detectados en el análisis de las condiciones de trabajo, y las medidas de prevención adoptadas.
Una descripción de los anteriores puestos de trabajo, riesgos presentes en los mismos, y tiempo de
permanencia para cada uno de ellos, en caso de disponerse de ello.
El personal sanitario encargado de las actividades preventivas deberá conocer las enfermedades que se
produzcan entre los trabajadores y las ausencias del trabajo por motivos de salud, para poder identificar
cualquier relación entre la causa de enfermedad o de ausencia y los riesgos para la salud que puedan
presentarse en los lugares de trabajo.
RECUERDA
o Condiciones de seguridad.
o Medio ambiente físico de trabajo.
o Contaminantes químicos y biológicos.
o Carga de trabajo.
o Organización del trabajo.
Los factores de riesgo nunca se presentan aisladamente. En el entorno de trabajo están presentes varios
factores de riesgo al mismo tiempo, de forma que cuando se produce una alteración en la salud de los
trabajadores no se puede achacar a una sola causa, sino que será un conjunto de factores diferentes
presentes en el ambiente laboral los que ocasionan esa pérdida de salud.
En las condiciones de seguridad se incluyen aquellos aspectos materiales del trabajo que pueden dar
lugar a accidentes. Son factores derivados de: lugar y superficie de trabajo, máquinas y equipos de
trabajo, riesgo eléctrico, riesgo de incendio, manipulación y transporte …
Se consideran factores de riesgo dentro del medio ambiente del medio ambiente físico de trabajo:
condiciones termo higrométricas (temperatura, humedad, ventilación), iluminación, ruido, vibraciones y
radiaciones (ionizantes o no ionizantes).
Los contaminantes en el medio laboral pueden ser químicos (sustancias constituidas por materia inerte)
o biológicos (microorganismos vivos y derivados de animales o vegetales).
La carga de trabajo es el conjunto de requerimientos psicofísicos a los que se ve sometido el trabajador
a lo largo de su jornada laboral. Se suele diferenciar entre carga física y carga psíquica o mental.
Los factores organizativos son debidos a la organización del trabajo y a la estructura y cultura
empresarial. Pueden tener consecuencias para la salud de los trabajadores a nivel físico pero, sobre
todo, a nivel psíquico y social.
ACTIVIDADES
TRABAJO EN GRUPOS
1. ¿Qué factores de riesgo existen en vuestras empresas o centros de trabajo? Poned ejemplos concretos de
cada uno de ellos.
CONDICIONES DE SEGURIDAD
MEDIO AMBIENTE FISICO
CONTAMINANTES
CARGA DE TRABAJO
ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO
"Los factores organizativos tienen una doble importancia, ya que por un lado representan un riesgo en si
mismos, y por otro tienen una influencia decisiva en la magnitud de los efectos que el resto de los riesgos
pueden representar para los trabajadores, condicionando la materialización de los daños o potenciando el nivel
de peligrosidad de una determinada actividad."
3. De los factores de riesgo que habéis mencionado ¿ Cuáles preocupan más a vuestros compañeros en la
empresa ? ¿Por qué?
4. ¿Ha variado la distribución de los distintos factores de riesgo o la importancia de alguno de ellos durante los
últimos años en vuestra empresa? Detallad qué factores han cambiado y cuáles han sido los motivos.
OBJETIVOS
En el tema anterior hemos visto como se clasifican los diferentes factores de riesgo presentes en la actividad
laboral. Para hacer frente a estos riesgos para la salud y la seguridad de los trabajadores, existen una serie de
técnicas preventivas que van a garantizar la protección de los trabajadores frente a los riesgos derivados del
trabajo.
En esta unidad conoceremos cuáles son esas técnicas preventivas y de que forma contribuyen a la prevención
de los riesgos laborales, ya que es fundamental que te familiarices con las distintas disciplinas que se utilizan
en la empresa para promover la salud y la seguridad de todos los trabajadores.
La diferente naturaleza de los factores de riesgo conlleva que su análisis no puede ser realizado por un único
profesional. Para poder intervenir frente a esos factores de riesgo y adoptar las medidas preventivas necesarias
se requiere la actuación conjunta y programada de profesionales pertenecientes a distintas disciplinas.
o Seguridad en el trabajo.
o Higiene industrial.
o Ciencias de la salud.
o Psicosociología.
o Ergonomía.
Seguridad en el trabajo.
Dirige sus actuaciones a evitar la aparición de accidentes de trabajo. Fundamenta su actividad en la prevención
de riesgos derivados de las condiciones de seguridad, buscando el origen de dichos riesgos y eliminándolo
mediante normas, diseños y medidas de seguridad.
Higiene industrial.
Se centra en el medio ambiente físico en el trabajo y en los contaminantes químicos y biológicos, buscando la
identificación, valoración y corrección de estos factores de riesgo.
Ciencias de la salud.
Tienen como objetivo la prevención y la curación de las patologías derivadas del trabajo. Buscan soluciones
sanitarias que eviten posibles daños en la salud de los trabajadores, centrando su actuación en tres ámbitos:
prevención, curación y rehabilitación.
Psicosociología.
Su objeto es el control de los riesgos psicosociales, es decir, aquellos derivados de las características
organizativas y la estructura de la empresa, evitando situaciones de estrés, insatisfacción, depresiones ...
Ergonomía.
Por su propia concepción engloba a las demás ramas de la prevención, incide sobre todos los riesgos
profesionales, ya que su objetivo es conseguir un trabajo más eficaz, confortable y seguro. La ergonomía diseña
los medios materiales y métodos buscando adaptar el trabajo a las capacidades de las personas que lo realizan.
Como trabajador es fundamental que te familiarices con las distintas disciplinas técnicas que se utilizan para
promover la salud y la seguridad de todos los trabajadores.
2. SEGURIDAD EN EL TRABAJO
La actuación de la Seguridad en el Trabajo debe ser eminentemente preventiva, para detectar y analizar las
causas de origen del riesgo y procurar su eliminación o reducción.
La intervención de esta disciplina preventiva se centra en los factores de riesgo relativos a las condiciones de
seguridad que vimos en la unidad anterior:
La actuación de la Seguridad en el Trabajo debe ser eminentemente preventiva, para detectar y analizar las
causas de origen del riesgo y procurar su eliminación o reducción a través de medidas, normas, diseños y otros
mecanismos de seguridad.
Las técnicas en seguridad se desdoblan en dos campos de actuación según el objetivo que se persiga. Por un
lado analizaremos las técnicas analíticas, cuyo cometido es la detección y evaluación de los riesgos, y por otro
las técnicas operativas, que tratan la eliminación o reducción del riesgo una vez conocido.
Las técnicas analíticas se centran en la detección, análisis y valoración de los riesgos derivados de las
condiciones de seguridad. Dependiendo del momento en que se intervenga, pueden ser:
Previas al accidente:
Posteriores al accidente:
Aspectos Técnicos:
Aspectos humanos:
o Selección de personal.
o Información.
o Formación.
o Prácticas de seguridad.
o Campañas de seguridad.
o Acción de grupo.
o Incentivos.
Las técnicas analíticas de seguridad se ocupan de la detección y evaluación de los riesgos, y las técnicas
operativas tratan la eliminación o reducción del riesgo una vez conocido.
3. HIGIENE INDUSTRIAL
Las técnicas preventivas en Higiene Industrial centran su campo de actuación sobre la relación del trabajador
con el medio ambiente laboral. En este ámbito se trata de determinar los diferentes agentes contaminantes que
en él pueden estar presentes.
Químicos, que se pueden presentar en forma de humo, vapor, gas, niebla, polvo o aerosol.
Físicos, que proceden de diferentes formas de energía y así pueden ser: ruido, vibraciones, temperatura
o radiaciones.
Biológicos, constituidos por organismos vivos: bacterias, microorganismos, virus, parásitos u hongos.
La Higiene Industrial centra su campo de actuación sobre la relación del trabajador con los diferentes agentes
contaminantes, químicos, físicos y biológicos, presentes en el medio ambiente laboral.
Para la identificación de cualquier producto químico es imprescindible un correcto etiquetado y envasado que
informe sobre el producto que estamos utilizando. Así mismo debemos conocer el proceso industrial, las
diferentes operaciones que lo componen y las características fisico-químicas del proceso.
Una vez conocidas las sustancias existentes en el medio ambiente necesitamos datos sobre su toxicidad,
características, propiedades físico-químicas, etc., para lo cual utilizaremos referencias legales o estudios de
entidades investigadoras de reconocido prestigio.
Medición.
Se trata de recoger muestras del contaminante presente en el ambiente, con equipos de muestreo. Podrán ser
muestreos personales (el trabajador lleva sobre sí mismo el instrumento de medición) o ambientales (la
medición se realiza en un punto fijo).
Durante la jornada de trabajo se recogerá una muestra única o muestras sucesivas, teniendo en cuenta los
procesos de trabajo, los ciclos de producción, la movilidad de los trabajadores, etc...
Criterios de valoración.
o Legales: se corresponden con la legislación vigente en nuestro país sobre productos específicos
(plomo, amianto, cloruro de vinilo,...).
o TLV´s (Threshold Limit Value - Valor límite umbral -): son criterios fijados anualmente por la
Asociación de Higienistas de EE.UU., (ACGIH). En España se consideran criterios válidos y son
comúnmente utilizados por los higienistas cuando no existe legislación española sobre el
contaminante a valorar.
Los valores de los TLV's son la expresión de los niveles de concentraciones de contaminantes en aire y se han
calculado para sustancias cuya vía de absorción sea respiratoria, aunque en determinados contaminantes se
reconoce la importancia de la vía dérmica. Son valores de referencia y deben utilizarse como orientación, ya
que no son una frontera que establezca de forma tajante el límite entre condiciones de trabajo seguras y
peligrosas.
o BEI´s (Biological Exposure Indices - Índices de exposición biológica -): son criterios de valoración
biológicos, también fijados por la ACGIH. Sirven de complemento a los TLV´s y dan una idea de
la dosis absorbida realmente por el organismo, ya que se realiza el control sobre fluidos
biológicos de los trabajadores expuestos (análisis de sangre, orina ...).
Medidas de control.
o En el foco, medidas encaminadas a reducir la generación del riesgo (ej: sustitución de productos,
modificación de procesos, extracción localizada, etc...).
o En el medio, medidas encaminadas a reducir la propagación del riesgo (ej: limpieza, ventilación
por dilución, aumento de la distancia entre el foco y el receptor, etc...).
o En el receptor, medidas encaminadas a reducir los efectos del riesgo en los trabajadores
expuestos (ej: información y formación, rotación del personal, medios de protección personal, ..).
Para la identificación de cualquier producto químico es imprescindible un correcto etiquetado y envasado que
informe sobre el producto que estamos utilizando.
Identificación.
Medición.
Los métodos de medición de los contaminantes biológicos varían según su naturaleza (organismos vivos o
derivados de animales o vegetales) y el medio en que se puede encontrar ese contaminante en el ambiente
laboral (las materias primas, el agua, el aire, el suelo, los equipos de trabajo,...).
Valoración.
En el caso de los contaminantes biológicos se plantea un problema ya que no existen criterios de valoración o
valores límite lo suficientemente fiables, debido a las características de estos agentes (son microorganismos
vivos o partes de animales o vegetales, pueden hacerse resistentes a los tratamientos y se reproducen; además
el sistema inmunológico de cada trabajador reacciona de forma diferente frente a ellos ...).
Para algunas sustancias como fibra de papel (celulosa), polvo de madera o nieblas de aceites vegetales existen
valores TLV. En aquellos agentes para los que no existan valores de referencia, habrá que solicitar información
toxicológica y epidemiológica* a las autoridades sanitarias.
Medidas de control.
La metodología de actuación en Higiene Industrial contempla las siguientes fases: detección de los
contaminantes, medición, valoración y adopción de medidas correctoras
A) Ruido
Es el contaminante físico más común en cualquier puesto de trabajo. Sus efectos dependen de varios factores
como:
Los procedimientos de actuación están regulados por el R.D. 1316/1989 de 27 de octubre, relativo a la
protección de los trabajadores frente al ruido. Recoge disposiciones mínimas sobre limitación de la exposición,
medición, evaluación, reducción y control del ruido en el lugar de trabajo.
Identificación y medición.
Existe una variada gama de aparatos para la medición del ruido. El más utilizado es el sonómetro, que es un
instrumento que mide el ruido analizándolo de forma similar a como lo hace el oído humano, con lo que se
puede precisar mejor los posibles efectos del ruido y mejorar la eficacia preventiva de nuestra actuación.
Valoración.
Tampoco existen criterios absolutamente precisos, ya que las características de cada trabajador hacen que no
pueda establecerse una separación tajante entre los niveles de ruido que generan daños para la salud y los
inofensivos. El R.D. 1316/89 establece qué medidas deben adoptarse cuando el nivel de ruido sobrepase ciertos
valores (desde 80 dB A de nivel diario equivalente, 140 dB A de nivel de pico,...).
Medidas de control.
o En la fuente: diseño de equipos, máquinas y medios de trabajo, modificación de los procesos,
encerramiento, nueva localización de máquinas ruidosas,...
o En el medio: barreras acústicas, mamparas de absorción, revestimientos absorbentes en techo
y paredes, aumento de la distancia entre el ruido y el trabajador,...
o En el receptor: información, formación, medidas organizativas, rotación de puestos, equipos de
protección auditiva,...
Los contaminantes físicos son diferentes formas de energía que pueden estar presentes en el medio ambiente
laboral y ocasionar daños a la salud.
B) Vibraciones.
Identificación y medición.
Según la parte del cuerpo a la que afecten, las vibraciones se dividen en:
El instrumento que se utiliza para realizar las mediciones es el acelerómetro. Para obtener datos fiables de las
mediciones, éstas se deben repetir varias veces y tener en cuenta los siguientes factores:
Medidas de control.
Identificación.
o Condiciones ambientales:
o Actividad física:
Pesada.
Ligera.
o Tipo de vestido.
Medición y evaluación.
El sistema de medición más utilizado es el índice WBGT (Wet Bulb Globe Temperature - Temperatura de globo
y de bulbo húmedo), que tiene en cuenta simultáneamente las cuatro variables ambientales (temperatura seca
del aire, velocidad del aire, humedad y temperatura de paredes y objetos).
La valoración del riesgo de estrés térmico tiene en cuenta dos variables: agresividad térmica del ambiente
(índice WBGT) y actividad física del individuo. Así existen, por ejemplo, valores TLV para medir el estrés térmico
valorando las temperaturas WGBT, la actividad física y la aclimatación del trabajador y la ropa que utiliza.
Medidas de control.
D) Radiaciones
Identificación y medición.
o Ionizantes: con alto poder energético y capacidad para ionizar la materia (rayos X, rayos g ,
partículas a , partículas b y neutrones).
o No ionizantes: no poseen suficiente energía para provocar la ionización (radiación visible,
ultravioleta, infrarroja, láseres, microondas, radiofrecuencias).
Existen diversos tipos de instrumentos de medida. En el caso de las radiaciones ionizantes, por ejemplo, el
organismo humano no es capaz de detectar su presencia directamente por los sentidos, por ello se utilizan
distintos detectores que informan de la radiación existente en una zona (contadores Geiger-Muller ...) o de la
cantidad absorbida por una persona u objeto ( dosímetros).
Valoración.
Existe normativa específica que establece unos límites de dosis máximas que puede recibir un trabajador en un
determinado periodo de tiempo (R.D. 53/92: Reglamento sobre protección sanitaria contra radiaciones
ionizantes. También podemos encontrar valores TLV para valorar los efectos de las radiaciones no ionizantes
(ultravioleta, radiación visible e infrarroja, láser ...).
Medidas de control.
o Sobre el foco: diseño adecuado de las instalaciones, mantenimiento de los equipos, señalización
de seguridad,....
o Sobre el medio: encerramiento y apantallamiento de procesos, delimitación de zonas de acceso
restringido,...
o Sobre el trabajador: información y formación, limitación del tiempo de exposición, equipos de
protección individual,...
4. CIENCIAS DE LA SALUD
Las ciencias de la salud tienen como objetivo la promoción, prevención y protección de la salud de los
trabajadores, desarrollando las siguientes funciones básicas:
Promoción: actúan en la mejora de las condiciones de trabajo y los niveles de salud de los trabajadores.
Preventiva: estudian el control de los factores de riesgo.
Protectora: se ocupan de las medidas de protección contra los factores de riesgo.
Asistencial o curativa: se ocupan del tratamiento de las patologías detectadas.
Ergonómica: intervienen en la adaptación del trabajo al hombre.
Las ciencias de la salud tienen como objetivo la promoción, prevención y protección de la salud de los
trabajadores
Como una de las disciplinas de las Ciencias de la Salud, la medicina del trabajo es una especialidad medica
que aborda las alteraciones de la salud producidas en el medio laboral. Desarrolla las siguientes actividades
con fines preventivos:
o Conocimiento de los riesgos derivados de las condiciones de trabajo y de sus efectos sobre la
salud.
o Evaluación del estado de salud individual y colectivo.
o Detección precoz de las alteraciones de la salud.
o Propuesta y posterior control de los programas preventivos.
Educación sanitaria: Con el fin de conseguir modificar las conductas de riesgo, informando y formando
a los trabajadores para que se impliquen en la prevención.
Aumentar la resistencia de los trabajadores: Esta practica puede ser útil para disminuir la aparición de
algunas enfermedades, mediante programas de vacunación (enfermedades infecciosas) y programas
de mantenimiento físico (enfermedades osteomusculares).
5. ERGONOMÍA
El objetivo de la Ergonomía consiste en la adaptación de las condiciones de trabajo al hombre para conseguir
la mayor armonía posible entre las condiciones óptimas de confort y la máxima eficacia productiva.
La Ergonomía diseña los medios materiales y métodos de trabajo apoyándose en otras técnicas (Ingeniería,
Psicología, Anatomía, Arquitectura, etc.). Por ello decimos que es una técnica pluridisciplinar.
Su función básica es la adaptación de las condiciones de trabajo, máquinas, equipos y entorno productivo a las
características del trabajador para lograr la armonización entre la eficacia productiva y la salud y el bienestar
humano.
El objetivo de la Ergonomía consiste en la adaptación de las condiciones de trabajo al hombre para conseguir
la mayor armonía posible entre las condiciones óptimas de confort y la máxima eficacia productiva.
Ergonomía geométrica: relaciona al trabajador con las condiciones de tamaño del puesto de trabajo,
considerando al hombre como un ser móvil con unas necesidades de espacio.
Los parámetros a tener en cuenta son, el tamaño físico del trabajador, estudiado por la antropometría* y la
mecánica y rangos de los movimientos del trabajador, estudiado por la biomecánica*.
Ergonomía temporal: es la parte de la Ergonomía que se ocupa de los tiempos de trabajo (horarios,
turnos, ritmos de trabajo, pausas y descansos,...), analizando la fatiga física y mental que la tarea pueda
generar al trabajador.
Ergonomía de seguridad: pretende conservar la integridad física del trabajador utilizando criterios
ergonómicos. Puede ser aplicada en distintas fases:
Los sistemas para la valoración de las condiciones de trabajo pueden ser objetivos o subjetivos. Los
métodos objetivos se apoyan en criterios de valoración cuantitativos, buscando una metodología de actuación
lo más precisa posible (método LEST, RNUR,...). Los métodos subjetivos utilizan la opinión de los trabajadores
y la propia percepción que tiene cada uno de su puesto y condiciones de trabajo (método ANACT,...).
Lo ideal es combinar ambos criterios (método objetivo y subjetivo) para poder ponderar el grado de divergencia
existente sobre la valoración de los distintos factores analizados según un sistema u otro.
6. PSICOSOCIOLOGÍA
Como técnica preventiva, la Psicosociología se centra en aquellos aspectos de las relaciones laborales que
se refieren a las características organizativas de las empresas (clima laboral, comunicación, estilos de
mando,...)
La OIT define los factores psicosociales como "interacciones entre el trabajo, su medio ambiente, la satisfacción
en el trabajo y las condiciones de su organización por una parte y, por otra, las capacidades del trabajador, sus
necesidades, su cultura y su situación personal fuera del trabajo, todo lo cual, a través de percepciones y
experiencias, puede influir en la salud, en el rendimiento y la satisfacción en el trabajo".
La psicosociología se centra en aquellos aspectos de las relaciones laborales que se refieren a las
características organizativas de las empresas.
Podemos clasificar los factores a estudiar en psicosociología, según estén más relacionados con:
La tarea:
o Monotonía.
o Autonomía.
o Ritmo de trabajo.
o Responsabilidad.
o Status del puesto.
o Duración de la jornada.
o Trabajo nocturno.
o Trabajo a turnos.
o Pausas y descansos.
o Relaciones humanas.
o Participación.
o Funciones del trabajador.
o Otras características de la empresa (tamaño, estructura jerárquica, formación, promoción, etc ...)
Para evaluar los riesgos, la Psicosociología, requiere que se haga un planteamiento sistemático y riguroso de
los mismos, ya que las variables que estudia y la valoración que hace de las mismas, admiten gran pluralidad
de interpretaciones.
Se requiere la formalización de hipótesis sobre los posibles efectos de los riesgos, planificar de forma adecuada
el trabajo y recabar la participación de los trabajadores, los técnicos y los delegados de prevención, a fin de
consensuar las posibles variables e interpretaciones.
Cuantitativo.
Permite la posibilidad de conocer y describir como se distribuye el efecto de un riesgo determinado por el
conjunto de los trabajadores, y determinar cuales son los factores que influyen en las diferencias observadas.
La técnica mas utilizada es la encuesta (los métodos RNUR, LEST y ANACT, son métodos de evaluación global
de las condiciones de trabajo que incluyen apartados sobre los factores psicosociales y, que podrían servir de
guía de análisis).
Cualitativo.
Se centra en las motivaciones y explicaciones que ofrecen los trabajadores ante un hecho determinado. Las
técnicas mas utilizadas son el grupo de discusión y las entrevistas.
Las acciones preventivas que se pueden desarrollar en el campo de los factores psicosociales son:
Sobre el trabajador:
El artículo 14 de la ley de Prevención de Riesgos Laborales establece, entre los principios generales de la
actividad preventiva, que el empresario aplicará las medidas que integran el deber general de prevención
combatiendo los riesgos en su origen y adoptando medidas que antepongan la protección colectiva a la
individual.
Los equipos de protección individual deberán utilizarse cuando existan riesgos para la seguridad o salud de los
trabajadores que no hayan podido evitarse o limitarse suficientemente por medios técnicos de protección
colectiva o mediante medidas, métodos o procedimientos de organización del trabajo.
El Real Decreto 773/1997, de 30 de mayo, sobre disposiciones mínimas de seguridad y de salud relativas a la
utilización por los trabajadores de equipos de protección individual establece las medidas destinadas a
garantizar la elección, utilización por los trabajadores en el trabajo y mantenimiento de los equipos de protección
individual.
Equipo de protección individual es cualquier equipo destinado a ser llevado o sujetado por el trabajador para
que le proteja de uno o varios riesgos que puedan amenazar su seguridad o su salud, así como cualquier
complemento o accesorio destinado a tal fin.
La ropa de trabajo corriente y los uniformes que no estén específicamente destinados a proteger la salud
o la integridad física del trabajador.
Los equipos de los servicios de socorro y salvamento.
Los equipos de protección individual de los militares, de los policías y de las personas de los servicios
de mantenimiento del orden.
Los equipos de protección individual de los medios de transporte por carretera.
El material de deporte.
El material de autodefensa o de disuasión.
Los aparatos portátiles para la detección y señalización de los riesgos y de los factores de molestia.
Los equipos de protección individual deben proporcionar una protección eficaz frente a los riesgos que motivan
su uso, sin suponer por si mismos u ocasionar riesgos adicionales ni molestias innecesarias
Los equipos de protección individual deberán utilizarse cuando existan riesgos para la seguridad o salud de
los trabajadores que no hayan podido evitarse o limitarse suficientemente por medios técnicos de protección
colectiva o mediante medidas, métodos o procedimientos de organización del trabajo.
En relación con la protección individual de los trabajadores el empresario tiene las siguientes obligaciones
generales:
Determinar los puestos de trabajo en los que deba recurrirse a la protección individual y precisar, para
cada uno de estos puestos, el riesgo o riesgos frente a los que debe ofrecerse protección, las partes
del cuerpo a proteger y el tipo de equipo o equipos de protección individual que deberán utilizarse.
Para la elección de los equipos de protección individual, el empresario deberá llevar a cabo las siguientes
actuaciones:
o Analizar y evaluar los riesgos existentes que no puedan evitarse o limitarse suficientemente por
otros medios.
o Definir las características que deberán reunir los equipos de protección individual para garantizar
su función, teniendo en cuenta la naturaleza y magnitud de los riesgos de los que deban proteger,
así como los factores adicionales de riesgo que puedan constituir los propios equipos de
protección individual o su utilización.
o Comparar las características de los equipos de protección individual existentes en el mercado
con las definidas en el párrafo anterior.
Elegir los equipos de protección individual más adecuados, manteniendo disponible en la empresa o
centro de trabajo la información pertinente a este respecto y facilitando información sobre cada equipo
El empresario deberá informar a los trabajadores, previamente al uso de los equipos, de los riesgos contra los
que les protegen, así como de las actividades u ocasiones en las que deben utilizarse. Asimismo, deberá
proporcionar las instrucciones precisas sobre la forma correcta de utilizarlos y mantenerlos.
También debe garantizar la formación, organizando, en su caso, sesiones de entrenamiento para la utilización
de equipos de protección individual, especialmente cuando se requiera la utilización simultánea de varios
equipos de protección individual que por su especial complejidad así lo haga necesario.
Proporcionar gratuitamente a los trabajadores los equipos de protección individual que deban utilizar,
reponiéndolos cuando resulte necesario.
En caso de riesgos múltiples que exijan la utilización simultánea de varios equipos de protección individual,
éstos deberán ser compatibles entre si y mantener su eficacia en relación con el riesgo o riesgos
correspondientes.
La determinación de las características de los equipos de protección individual deberá revisarse en función de
las modificaciones que se produzcan en cualquiera de las circunstancias y condiciones que motivaron su
elección.
Los equipos de protección individual están destinados, en principio, a un uso personal. Si las circunstancias
exigiesen la utilización de un equipo por varias personas, el empresario debe adoptar las medidas necesarias
para que ello no origine ningún problema de salud o de higiene a los diferentes usuarios.
Velar por la utilización de los equipos. Las condiciones en que un equipo de protección deba ser
utilizado, en particular, en lo que se refiere al tiempo durante el cual haya de llevarse, se determinarán
en función de:
Los trabajadores, con arreglo a su formación y siguiendo las instrucciones del empresario, tendrán las
siguientes obligaciones:
ACTIVIDADES
TRAJABO EN GRUPO
"La diferente naturaleza de los factores de riesgo conlleva que su análisis no puede ser realizado por un único
profesional. Para poder intervenir frente a esos factores de riesgo y adoptar las medidas preventivas necesarias
se requiere la actuación conjunta y programada de profesionales pertenecientes a distintas disciplinas."
2. ¿Qué técnicas preventivas tienen más peso en la intervención frente a los riesgos laborales en vuestra
empresa? ¿Por qué?
3. Según los riesgos existentes en vuestra empresa o centro de trabajo (los que habéis detallado en la segunda
actividad de la Unidad II), estableced la línea de actuación frente a ellos, con la base de la metodología de las
distintas técnicas preventivas.
4. Según vuestra experiencia en la empresa ¿Se adoptan medidas que antepongan la protección colectiva a la
individual? ¿Se eligen y utilizan correctamente los equipos de protección individual?