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5 confesiones de la sangre

noviembre 20, 2017

PRIMERA CONFESIÓN: “POR LA SANGRE DE JESÚS HE SIDO REDIMIDO DEL PODER


DEL ENEMIGO”.

En la carta que San Pablo escribe a los efesios, dice: “En quien tenemos redención por su
sangre…” (Efesios 1:7a). La palabra redención o redimir significa rescatar, quitar de las manos
del que cautivó nuestras vidas, esto fue lo que Jesús hizo por nosotros.
SEGUNDA CONFESIÓN: “POR LA SANGRE DE JESÚS TODOS MIS PECADOS HAN
SIDO PERDONADOS”.

“En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su
gracia” (Efesios 1:7). Una estrategia del adversario es hacernos creer que algunos pecados
aún no han sido perdonados; lo hace para mantener el control de nuestra vida. Pero
confesamos con la plena certeza que todos nuestros pecados ya fueron perdonados por la
Sangre de Jesús, experimentamos victoria. Usted debe proclamar que por la Sangre de Jesús
todos sus pecados han sido perdonados.

TERCERA CONFESIÓN: “SI ANDO EN LA LUZ, COMO ÉL ESTÁ EN LA LUZ, TENGO


COMUNIÓN Y LA SANGRE DE JESUCRISTO, EL HIJO DE DIOS, ME LIMPIA DE TODO
PECADO”.

“Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre
de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7). La Sangre de Jesús mantiene
un proceso de purificación y santificación en nosotros que impide que la mancha del pecado
toque nuestro corazón. Él mantendrá nuestras vestiduras limpias, conforme lo dice en
Eclesiastés: “En todo tiempo sean blancos tus vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu
cabeza” (Eclesiastés 9:8).

CUARTA CONFESIÓN: “POR LA SANGRE DE CRISTO SOY JUSTIFICADO”.

“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por
nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la
ira” (Romanos 5:8-9).

Dios nos ve tan justos como si nunca hubiésemos pecado. Este concepto se amplía cuando
escribe a los corintios, diciendo: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para
que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él” (2 Corintios 5:21).

QUINTA CONFESIÓN: “POR LA SANGRE DE CRISTO SOY SANTIFICADO”.

“Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera
de la puerta” (Hebreos 13:12). Al confesar que por la Sangre de Jesús fuimos santificados,
decretamos que Su carácter santo está en nosotros.
Haga de la confesión de la Sangre su estilo de vida y de oración.

Por la sangre de Jesús he sido redimida del poder del enemigo, Jesús tú sangre bendita me recato
de las garras del diablo por lo tanto hoy soy libre de la cautividad y puede clamar a ti con toda
libertad.

Por la sangre de Jesús todos mis pecados han sido perdonados el ocupo mi lugar en la cruz del
calvario y su preciosa sangre me limpio de pecados

Por andar en Tu presencia anda la luz conmigo y tu luz mantiene mis vestidos blancas como la
nieve me alejas de todo pecado.

Por tu sangre preciosa preciosa Jesús fui justificada y por tu su sangre me salvaste de la muerte.

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