Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
2
POSIBILIDADES
Interculturalidad y Universidad
Raúl Fornet-Betancourt
Y UTOPÍAS...
Hacia una universidad
Universidad e interculturalidad en En los últimos 20 años las distintas problemáticas en torno a la
el contexto del proyecto «justicia, interculturalidad se han ido complejizando y abriendo a nuevas
conocimiento y espiritualidad» propuesto
intercultural
perspectivas interdisciplinarias, en donde el trabajo colaborativo y el
por el filósofo Raúl Fornet Betancourt
Rodrigo Castillo y Juan Navarrete intercambio de ideas se hace fundamental para abarcar la vastedad y
profundidad de las preguntas que se van instalando.
Multiculturalidad y universidad
Alex Ibarra Este libro titulado Posibilidades y utopías... hacia una universidad
La Idea de una universidad intercultural intercultural es uno de estos esfuerzos de trabajo colectivo y reflexión Cristián Valdés Norambuena
Dina Picotti especializada, que aporta con propuestas de vanguardia para Compilador
¿Hacia una universidad intercultural o una esclarecer puntos críticos de la vinculación entre la interculturalidad
universidad transcultural? Significación de y la universidad, como una tensión que abre posibilidades y utopías La Cátedra Silva Henríquez pretender ser
la filosofía a formas otras de esta institución clave de Occidente y el rol que una experiencia de trabajo incesante en el
Pablo Guadarrama diálogo crítico, de verdades que se encuen-
está llamada a cumplir en nuestras sociedades del conocimiento y el tran y desencuentran, para construir aquella,
La diversidad estudiantil y las capitalismo tardío. que nos permite proyectar las acciones, que
Ediciones ucsh
General Jofré 462, Santiago de Chile
Teléfono: (56-2) 24601288
Correo electrónico: libreriaucsh@ucsh.cl
http://ediciones.ucsh.cl/
Impreso en Donnebaum
Santiago de Chile 2017
Prefacio 7
Interculturalidad y Universidad
Raúl Fornet-Betancourt 17
Universidad e interculturalidad en el contexto del proyecto
«justicia, conocimiento y espiritualidad» propuesto por
el filósofo Raúl Fornet-Betancourt
Rodrigo Castillo
Juan Navarrete 33
Multiculturalidad y universidad
Alex Ibarra 45
La Idea de una universidad intercultural
Dina Picotti 57
¿Hacia una universidad intercultural o una
universidad transcultural? Significación de la filosofía
Pablo Guadarrama 67
La diversidad estudiantil y las posibilidades de equidad e
interculturalidad en universidades privadas con
proyecto de inclusión
Ana María Contreras 83
Interculturalidad y preguntar teológico
Diego Irarrázaval 107
Interculturalidad, sujeto y pedagogía para una
Universidad abierta al futuro
Carlos Bustos
Silvia Castillo 119
10
grar nunca alcanzar el más alto nivel de cultura, que implica asumir los
rasgos de la cultura superior, y por lo mismo hacer avanzar su psiquismo
inferior. Esto solo se puede lograr en el contacto con la cultura del supe-
rior, que logra cambiar los mecanismos de la herencia.
En estos dos autores mencionados queda en evidencia que el método
científico es el único que permite objetivar a los indígenas para com-
prenderlos tal cual son sin darles más atributos, de modo que todo
intento por considerarlos como iguales al civilizado caen en error de
otorgarles rasgos que no son propios a su psiquismo. Los indígenas
tienen las cualidades físico-anatómicas que son importantes para for-
mar una clase trabajadora, pero donde hay que acordar que ellos nun-
ca o raramente alcanzan a las capacidades superiores en lo intelectual
o espiritual. Sostener con Guevara que ellos tienen un «pensamiento
pre-lógico» no es decir que no tienen lógica, sino que simplemente
ellos no usan la causalidad científica para concatenar los hechos, sino
que ellos establece relaciones a partir de datos supersticiosos, donde
antes que la razón positiva cabe reconocer el predominio de la imagi-
nación y de la fantasía, etc. Esta categoría que es de Guevara, puede
ampliarse a los otros historiadores en cuanto presuponen que existe
una diferencia de tipo racial. Asimismo en Barros Arana se la asocia a
la visión evolucionista donde las cualidades no desarrolladas e inacti-
vas de los indígenas pueden llegar a ampliarse producto del contacto
con la raza superior.
11
12
barie que atraviesa la universidad en el siglo xix e inicios del xx, y que
permite comprender las nuevas posibilidades de crítica del cientificismo
que abren la universidades católicas (Duran, 2003).
13
14
Bibliografía
Amengeiras, A. y Jure, E. (2006). Diversidad cultural e interculturalidad.
Buenos Aires: UNGS-Prometeo Libros.
Durán, V. (2003). La presencia de la filosofía en la universidad. Porto Alegre:
EDIPUCRS.
Salas, R. (2009). Civilización e Historia en A. Comte y T. Guevara. En
Muñoz, C. M., Vermeren, P. y Acosta, Y. Repensando el siglo XIX
desde América Latina y Francia: Homenaje al filósofo Arturo A. Roig
(205-216). Buenos Aires: Colihue.
Seminario Internacional Inclusión Social y Equidad en la Educación
Superior. (2011). Inclusión social, interculturalidad y equidad en la
educación superior. Santiago de Chile: Fundación Equitas.
Sidekum, A., Wolkmer, A. y Radaelli, S. (2016). Enciclopédia Latino-
americana dos Direitos Humanos. São Leopoldo: Ed. EDIFURB.
15
1
Transcripción de la conferencia dada en la Universidad Católica Silva Henríquez el
22 de agosto de 2016.
2
Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de Salamanca y Doctor en Filosofía
con la especialidad en Lingüística y Teología por la Universidad de Aachen. Contacto:
raul.fornet@kt.rwth-aachen.de
17
Pero antes de comenzar mi exposición debo aclarar que esos seis puntos
(como es por lo demás el caso siempre que uno habla y no se dispone
de seis horas para explicitar todo) tienen supuestos. Las consideraciones
que les presento a continuación, tienen así supuestos sobre los que yo
no voy a hablar por falta de tiempo, pero que son importantes para
comprender mi posición filosófica, mi actitud y el sentido de algunas
afirmaciones que yo entiendo que a lo mejor nos pueden resultar polé-
micas. Son en concreto tres supuestos.
18
Bien, esos son los tres supuestos, paso ahora a las reflexiones. El primer
punto, como apunté, es una observación histórica sobre la idea y la vi-
sión de la universidad. Aquí recordaré simplemente algunos momentos
para atenerme al tiempo de 30 minutos que me indicaba Cristián en su
amable presentación.
Hay que recordar en primer lugar que la universidad en occidente, su
idea, tanto en su origen como en la misión con que se la concibe, es una
creación de la cultura cristiana. Más concretamente dicho: la universi-
dad en la tradición académica que nos llega hasta hoy, es una fundación,
es una creación de la cultura medieval cristiano papal. Medieval, cris-
tiano, papal. Pero ¿por qué es importante tener presente esta indicación
histórica? A mi modo de ver por tres razones:
19
La segunda razón, porque justo por esa misión cultural que le encarga
la cultura cristiano-papal a la universidad, a su institución universitaria,
la universidad debe representar el centro o el «instituto» en el que en esa
cultura se intenta prioritariamente unir dos momentos que empiezan ya
a seguir caminos diferentes: el camino de la contemplación y el camino
de la transformación del mundo. Transformación interior y transforma-
ción social, esa profunda tensión que lleva el cristianismo como cultura,
pasa a la idea de la universidad como centro de cultivo simultáneo del
hombre interior (homo interior) y de la transformación social y cultu-
ral. Dicho de otro modo: La unión de la formación interior del hombre
y la preparación para la acción en el mundo se presenta como un ideal
cultural que debe guiar la educación. De ahí que la universidad se con-
ciba como institución cultural en la que debe fomentar o hacer posible
la confluencia de esta tarea doble que es una de las características de la
cultura cristiana. En breve: se trata de sintetizar, armonizar, la forma-
ción interior y la transformación del mundo.
20
21
sean usos o personas, nada tiene que buscar en la universidad, como por
ejemplo, aquí en América, los indígenas y sus culturas. La universidad
tiene que tomar partido por la civilización y, lo que es más, tiene que
convertirse en una fuerza de la civilización. Esta es la gran fractura de la
universidad en esta época de la modernidad hegemónica europea.
Por eso, no es casual que sea este también el momento en el que apa-
recen grandes voces europeas para reclamar o reivindicar la idea y la
misión originaria de la universidad. Cabe recordar entre esas voces la
del Cardenal Henry Newman con su obra. La idea de la universidad. O
también la de Alexander von Humboldt con su reforma de la universi-
dad de Berlín como contrapuesta al modelo Napoleónico empresarial
de la universidad. O, por poner otro ejemplo, recordemos los discursos
de Fichte sobre la verdadera tarea formativa de una universidad.
22
Y justo en esta línea quiero indicar, por último, una tercera fractura en
la idea fundante de la universidad. Es un corte que se puede considerar
sobre todo como la culminación de esa segunda fractura, porque es lo
que lleva a que la universidad sustituya el espíritu de la corporación
de los conjurados, de esa corporación comunitaria desinteresada por la
búsqueda de la verdad, etcétera, por un centro de cálculo, de competi-
tividad y de impacto de los productos en el mercado. En una palabra es
la fractura que significa organizar la universidad como un lugar más de
la civilización capitalista y mercantilista.
Más paso ahora al tercer punto de mis consideraciones que, como dije
al principio, es una pregunta. Hasta este momento he hablado de la idea
de la universidad y de algunas de las rupturas que se han producido en
la historia de la institución universitaria. Bien, delante de ese telón de
fondo preguntémonos:
23
A la pregunta respondo, pues, que sí, que hay continuidad, pero como
una historia de los conjurados. Pero paso al cuarto punto que intenta
concretizar mi respuesta.
24
25
26
27
Otro paso, suponiendo que ese tráfico y ese comercio de los saberes
globales conllevan a su vez la creación de redes de información y comu-
nicación, consiste en que una universidad intercultural debería conju-
rarse contra las redes de la civilización hegemónica y en especial contra
sus criterios de reconocimiento por acceder a la traficación, traficación
intelectual global, como son, por ejemplo, la tan cacareada excelencia
académica y el uso del inglés.
28
Por último, y sobre el fondo de este otro tiempo, cabe apuntar una
conjuración muy específica, sobre todo de cara a los que son jóvenes. La
llamaría, con fórmula breve, una conjuración contra el robo del futuro.
Yo creo que la universidad actual contribuye a que se le robe el futuro
no solamente a los estudiantes sino a todos, cuando se dedica a cubrir las
necesidades de especialistas de un mercado, que ya sabemos que progra-
ma el futuro en la dirección uniforme del desarrollo material occidental
capitalista y que de este modo clausura el futuro como apertura vital.
Pues, como lo manifiestan las crisis de las que con tanta retórica se habla
hoy, por ejemplo, las crisis humanitarias, las crisis ecológicas, etc., no
hay crecimiento en esa dirección del capitalismo sin agudizar la espiral
29
30
31
1
Profesor de Estado en Filosofía y Letras y Magíster en Estudios Latinoamericanos
por la ULS. Diplomado en dramaturgia por la Association Britanic Educational Center.
Académico Departamento de Teología Universidad Católica del Norte. Gestor progra-
ma Vinculación Escolar pmi ucn 1501. Contacto: racastillo@ucn.cl
2
Licenciado y Magíster en Teología de la Pontificia Universidad Católica de Chile,
doctorando en Teología en la Université Catholique de Louvain (Bélgica). Actualmente
académico del Instituto de Ciencias Religiosas de la Universidad Católica del Norte,
sede Coquimbo. Contacto: navarrete@ucn.cl
33
34
35
El contexto de esta crítica tiene que ver con la situación actual del pen-
sar; un tipo de conocimiento que se autoerige como un universal sin
más y piensa a espaldas de su contexto de manera desarraigada y desin-
teresada en dar respuestas para su tiempo. Un tipo de pensamiento que
se ha puesto al servicio de la colonización económica y política ampa-
rando las desigualdades que hacíamos mención. Pensamiento coloniza-
dor por la vía de la imposición epistemológica que valida cierto tipo de
conocimiento en detrimento del saber. El saber en este caso subsumido
por el ejercicio del conocer. El conocimiento entendido como un poder
que permite al ser humano transformar la realidad que está conociendo,
subsumiendo el valor que tiene la experiencia iluminadora del conocer
ligada a un sentido vital. El sabernos capaces de conocer nos permite
tener una experiencia sobre el sentido que tiene tal o cual hallazgo en el
conocimiento. Esta experiencia de sentido es ética, cuando entendemos
que no todo conocimiento es armónico con el desarrollo social de nues-
tra cultura y por tanto no es viable de poner en práctica por el evidente
daño que pueda generar a la estructura social en donde se inserta.
36
2. Espiritualidad crítica
Está crítica que hemos realizado a las formas hegemónicas de construc-
ción del saber, siguiendo el planteamiento de Fornet-Betancourt en el
marco del proyecto Justicia, conocimiento y espiritualidad, tiene a la base
una forma de espiritualidad que hemos llamado «espiritualidad crítica».
Trataremos de mostrar, en un primer momento, cuáles son las carac-
terísticas principales de esta forma de entender la espiritualidad y, en
un segundo momento, cómo puede aportar a un proceso de transfor-
mación intercultural o, al menos, a un proceso de revisión crítica de
nuestra forma de construir universidad.
37
38
39
3. Interculturalidad e interlogos
La primera observación que haré es señalar que toda experiencia de diá-
logo intercultural es sinónimo de «tensión». Puesto que por un lado se
confronta el terreno de las ideas preconcebidas que tenemos respecto de
cómo queremos dialogar, es decir el cómo llevamos adelante nuestras
relaciones en la cultura, versus lo que efectivamente sucede en la reali-
40
41
relación y esta idea está cayendo en el olvido con cada paso que da la
sociedad del conocimiento y la información. Una sociedad que desper-
sonaliza a los seres humanos, porque cierra los circuitos de encuentro.
En este punto nuestras universidades tampoco están contribuyendo a la
promoción del diálogo intersubjetivo, menos al diálogo intercultural.
Conclusión
Creemos que el aporte del pensamiento intercultural y, en concreto, el
proyecto Justicia, conocimiento y espiritualidad se sitúa a dos niveles al
interior de las dinámicas propias del mundo universitario.
42
Bibliografía
Casalla, M. (1977). Crisis de Europa y reconstrucción del Hombre. Buenos
Aires: Ediciones Castañeda.
Fornet-Betancourt, R. (2012). Interculturalidad, crítica y liberación,
Colección Concordia N° 57. Aachen: DruckereiMainzGmbH.
Fornet-Betancourt, R. (2014). Gerechtigkeit, Erkenntnis und Spiritualitat.
Justice, Knowlege and Spiritualité. Justicia, conocimiento y
43
44
Introducción
Entre lo multi y lo uni hay una contradicción esencial, pero que no re-
sulta totalmente contradictoria, de hecho ambas palabras esconden una
pretensión abarcadora. Sin embargo, se diferencian. Lo uni alude a una
pretensión universal totalizadora y lo multi, en cambio, puede ser enten-
dida como un reconocimiento a la diversidad. En otras palabras, lo uni
no contiene a lo multi y a la inversa si podríamos establecer contención.
De este modo se puede inferir que lo uni opera como reducción tota-
lizante y lo multi como una ampliación no totalizante. En sociedades
democráticas –como las nuestras que tienen la pretensión de serlo– lo
uni viene a ser problemático y lo multi parece ventajoso.
1
Doctor © en Estudios Americanos. Docente Universidad Católica Silva Henríquez.
alexibarra2013@gmail.com
45
Universidad chilena
Desde el discurso de fundación de la Universidad de Chile pronunciado
por Andrés Bello, su primer Rector, podemos apreciar la instalación de
un currículum clásico, que considera la formación académica tanto en
letras como en ciencia. Esta concepción educativa también estaba insta-
lada en el Instituto Nacional desde las recomendaciones que hiciera Ca-
milo Henríquez y continuaron presente en las ideas educativas de Barros
Arana, que fue Rector de ambas instituciones educativas. Aunque hacia
finales del siglo xix y comienzos del xx la enseñanza de las letras fueron
perdiendo terreno debido al impacto que causó el positivismo.
46
namente definitivo» (Molina, 1939, p. 85). Habría que precisar que por
«hombre culto» se entiende a aquel que es capaz de conseguir una visión
moral sobre el acontecer histórico, que no se limita a un presentismo sino
que integra la experiencia pasada. De ahí que para Molina el orden moral
de su época no depende ni del facismo ni del marxismo, tiene en cuenta
las figuras nocivas de Hitler y de Stalyn, esto lo sintetiza en las siguientes
preguntas retóricas: «¿Cuáles serían las ideas vitales características de nues-
tro tiempo con que iríamos a formar el alma de nuestro hombre culto?
¿Las del bolchevismo, las del fascismo?» (Molina, 1939, p. 92).
47
Dicha crisis mencionada por Giannini sin ahondar en las causas co-
rresponde al problema del lucro neoliberal en el sistema educativo
que se encuentra defendido constitucionalmente. Otros filósofos entre
nosotros han sido más certeros en este análisis que advierte sobre el pe-
ligro del neoliberalismo abarcador no sólo de la economía y la político
sino que también de nuestro orden moral y por lo tanto de nuestra
vida cotidiana. En esta última perspectiva podemos nombrar a Marcos
García de la Huerta, Carlos Ruíz, Jorge Vergara y Cristóbal Friz. Es
este último que en su artículo titulado Reflexiones sobre convivencia y
educación advierte:
48
49
50
51
El texto que nos interesa destacar de Sousa Santos es aquel que ha al-
canzado cierta circulación editorial en nuestro país debido a la reedición
local de su libro Descolonizar el saber, reinventar el poder reeditado en
2013 por editorial lom a tres años de su aparición en Uruguay.
52
53
54
Conclusiones
En el primer apartado que propusimos hablar sobre la concepción de la
universidad en Chile comentamos ciertas visiones de ésta que sustenta la
ideología dominante que considera a esta institución atrapada en el mito
de la universalidad del saber. Sabemos de otras concepciones diferentes en
autores chilenos que han reflexionado sobre esta cuestión, sin embargo la
línea que expusimos es la que identificamos como dominante.
55
Bibliografía
Figueroa, M. (2011). Jorge Millas. El valor de pensar. Santiago de Chile:
udp.
García de la Huerta, M. (2010). Identidades culturales y reclamos de minorías.
Santiago de Chile: Universitaria.
Millas, J. (2012). Idea y defensa de la universidad. Santiago de Chile: udp.
Molina, E. (1939). Discursos universitarios. Concepción: Atenea.
Sousa Santos, B. (2013). Descolonizar el saber, reinventar el poder. Santiago
de Chile: lom/trilce.
Viveros, F. (2012). Filósofos chilenos y el Bicentenario. Santiago de Chile:
Chancacazo.
56
1
Doctora en filosofía de la Universidad de München, Alemania. Contacto: dpicotti@
retina.ar
57
58
59
60
61
2
Diversidad Cultural e Interculturalidad, Proyecto de Diversidad Cultural e Intercul-
turalidad en Educación Superior en América Latina, Unesco, iesalc.
62
Por su parte, la tercera etapa del Proyecto incluyó los siguientes compo-
nentes:
63
64
Bibliografía
Fornet-Betancourt, R. (1994). Filosofía intercultural. México: Universidad
Pontificia de México.
Fornet-Betncourt, R. (1998).Unerwegs zur interkulturellen Philosophie-
Dokumentation des II. Internatinalen Kongresses für interkulturelen
Philosophie. Frankfurt: IKO Verlag.
Kusch, R. (2000). El pensamiento indígena y popular en América. Rosario:
Fundación Ross.
Ricoeur, P. (1969). Le conflit des interprétations-Essais d’herméneutique.
Paris: E.du Seuil.
Vattimo, G. (1986). Las aventuras de la diferencia-Pensar después de Nietzsche
y Heidegger. Barcelona: Península.
65
1
Doctor en Filosofía. Universidad de Leipzig, Doctor en Ciencias, Cuba, Académico
Titular de la Academia de Ciencias de Cuba. Doctor Honoris Causa en Educación,
Perú. Profesor de Mérito de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas. Cuba.
Contacto: pabloguadarramag@gmail.com
67
Si bien es cierto, que desde los inicios del proceso civilizatorio los di-
versos grupos humanos se han intercambiado sus productos culturales
y sociales, desde esos mismos momentos sus respectivos patrones cultu-
rales han comenzado un recíproco proceso de imbricación, de manera
que no se han mantenido en una mismidad inalterada, sino en una
identidad mutante. Por tal motivo no ha sido un proceso de simple
interculturalidad de tomar y dar valores culturales o productos sociales,
sin que se afecten de algún modo las culturas que se comunican, sino
68
69
70
71
72
Cada día las ciencias sociales contribuyen a revelar nuevas fuentes de-
mostrativas de que el humanismo no constituye una prerrogativa exclu-
siva ni de los occidentales, ni mucho menos a partir del Renacimiento
como es comúnmente planteado (Toffannin, 1953), ni de ningún pue-
blo en particular, sino que ha tenido diversas expresiones en las distintas
civilizaciones de la historia.
73
74
75
Tratar de poner freno a esa tendencia sería cortar las alas de su vuelo
teórico. Sin embargo, cada vez se pone de manifiesto una recíproca to-
lerancia entre diferentes posturas epistemológicas, axiológicas, etc., que
indican una mayor toma de conciencias que ninguna de manera aisla-
da puede dar orgánica respuesta a todas las inquietudes humanas. Los
procesos de confluencia de posturas y los reconocimiento de los granos
de verdad contenidos en posiciones filosóficas que no se comparten del
todo, evidencia que sin necesidad de compartir un conservador eclec-
ticismo, –el cual generalmente se caracteriza por tratar de justificar y
mantener lo viejo en lugar de generar lo nuevo–, han ido especialmen-
te desde la ilustración, lo que algunos jesuitas mexicanos concibieron
como electivismo:
Por otra parte hay que decir que ya en esta época comenzaba a
hacer su aparición, muy timoratamente, el pensamiento ecléctico
76
77
Ahora bien, ¿cuáles son los criterios que le permitirán asumir determina-
dos valores y rechazar los antivalores o excrecencias sociales que siempre
de forma amenazante acompañan a toda actividad humana? Por supuesto
que en vano buscará un algoritmo que le permita medir con exactitud
aquellos que resultan favorables y diferenciarlos de los que no lo son. Es
ahí precisamente donde la filosofía puede desempeñar una función eman-
78
79
En este planeta donde las fronteras entre países y por tanto de culturas pa-
recen más diluirse, no sólo por los procesos de integración regionales, sino
por el creciente intercambio de valores, pero también lamentablemente de
antivalores, que han producido las nuevas tecnologías de la información
y la comunicación (tics), una universidad transcultural puede ser la que
mejor posibilite la construcción de mejores alternativas de salvación del
medio ambiente y por tanto de la especie humana. Y en esa labor nada
más propicio que una filosofía también transcultural.
Bibliografía
Aristóteles. (1968). Metafísica. La Habana: Estudios.
Biagini H. y A. Roig (2009). Diccionario del pensamiento alternativo.
Buenos Aires: UBA. Guadarrama, P.
Casillas, M. y Santini, L. (2006). Universidad Intercultural, Modelo
educativo. Ciudad de México: SEP/Coordinación General de
Educación Intercultural Bilingüe.
Fabelo, J. (2002). «El postcolonialismo o el colonialismo de los «pos,» en
Marx ahora 13. Revista internacional.
80
81
Introducción
El capítulo da cuenta de los resultados de un estudio cualitativo rea-
lizado en el contexto de la formación para obtener el grado de doctor
en ciencias de la educación, mención educación intercultural. La ex-
periencia profesional de la autora la ubica en el ámbito de las Ciencias
sociales y el trabajo social, razón que explica su interés por abordar los
problemas de Equidad e Inclusión en la educación superior en Chile.
La investigación se plantea la posibilidad de comprensión de los fenó-
menos sociales, desde las creencias y acciones de los sujetos, asume que
el logro de la justicia en una sociedad determinada y en la educación
en particular, trasciende a la distribución equitativa de recursos, requie-
re que los actores educativos dispongan de mecanismos de valoración
como lo plantean los teóricos del reconocimiento.
Las distintas teorías del reconocimiento parten del supuesto que el logro
de la justicia en una sociedad determinada trasciende a la distribución
equitativa de recursos y requiere que los sujetos además se reconozcan
1
Parte del contenido ha sido publicada en la Revista Perspectivas N°25, 2014.
2
Trabajadora Social, Magíster en Educación y Doctora en Ciencias de la Educación,
Mención Educación intercultural, Universidad de Santiago de Chile. Académica Es-
cuela de Trabajo Social Universidad Católica Silva Henríquez, ucsh. acontrer@ucsh.cl
83
Antecedentes
Históricamente, pese a las críticas, la teoría del capital humano atribuye
importancia a la educación a partir del supuesto que las diferencias de
ingresos entre los individuos se producen a partir de la inversión en
educación. La hipótesis central de la teoría del capital humano es la de
la productividad de la educación, demostrada por la rentabilidad de
invertir en ella, tanto para las colectividades como para los individuos
(Feito, 2005).
84
3
Los estudiantes mapuches vienen con conocimientos previos de su cultura, de su
contexto, su cosmovisión, que no son validados ni considerados en la docencia univer-
sitaria.
85
86
87
Chile es uno de los países de la ocde con mayor retorno por la obten-
ción de un título de educación superior, un 72% de los trabajadores que
completaron este tipo de programas ganaban más de 1,5 veces la me-
diana del salario nacional. Este indicador da cuenta de la relevancia que
tiene el acceso a la educación superior para revertir la desigualdad social
(Mineduc, 2015). No obstante el ingreso a la universidad no garantiza
mayor equidad, en tanto es sólo el primer escollo que deben sortear
los nuevos estudiantes que pertenecen a los grupos de más bajos ingre-
sos y aquellos que son primera generación en la universidad, ya que su
permanencia, titulación e inclusión no está garantizada en las actuales
condiciones del sistema.
88
89
90
91
tiene que ver con las condiciones de posibilidad que ofrece el sistema
de educación superior hoy, con importante financiamiento privado y
retracción de la investigación, ámbito en el que las propias instituciones
no han logrado proyectarse. En esta misma dirección Brunner y Ferrada
(2011) señalan que en el caso de Chile sólo un 5% de las universidades
son de investigación, siendo las pretensiones de constituirse en una uni-
versidad científica, poco probable en el contexto chileno.
92
93
94
4
Honneth distingue la esfera del amor, la esfera del derecho y la esfera de la solidaridad
o valoración social, dando origen a diversos modos de reconocimiento intersubjetivo
necesarios para constitución de la subjetividad humana y la integración de la sociedad.
95
96
5
Que denota la indiferencia de los jóvenes con la cosa pública y la política tradicional.
97
98
Posibilidades de equidad
La equidad en la educación superior ha sido concebida por las uni-
versidades en estudio, como la posibilidad de que los diferentes sec-
tores sociales accedan a la universidad. Las condiciones institucionales
son percibidas como favorables para la generación de contextos equita-
tivos, en la medida que se definen condiciones especiales para favorecer
la admisión de grupos tradicionalmente excluidos de la educación supe-
rior. No obstante las medidas pro-equidad generadas por las universida-
des, desde el punto de vista económico y académicos, son consideradas
insuficientes. Para los docentes el rol de la universidad como actor que
genera equidad, requiere de políticas públicas que incrementen los apo-
99
100
101
Bibliografía
Aliaga F. y Escobar G. (2004). El imaginario social del joven en Chile
Congreso Internacional XIII Ciclo de Estudio Sobre el Imaginario.
Espacios imaginarios y transculturalidad. Pernambuco: Universidad
Federal de Pernambuco.
Bourdieu, P. y Passeron, J. (2010). Los Herederos: los estudiantes y la cultura.
Buenos Aires: Siglo xxi.
Brunner, J. (2008). Seminario Internacional Vigencia y Urgencia del Pensamiento
de Pierre Bourdieu. Santiago de Chile: Universidad Diego Portales.
Brunner, J. (2013). Educación superior en tiempos de cambios: el
reordenamiento institucional Seminario internacional. Santiago de
Chile: aequalis & udla.
Brunner, J. y Ferrada, R. (2011). Educación Superior en Iberoamérica.
Santiago de Chile: RIL Editores.
Brunner, J., Elacqua G., Tillett A., Bonnefoy, J., González, S., Pacheco, P.
y Salazar, F. (2005). Guiar El Mercado Informe Sobre La Educación
Superior en Chile. Santiago de Chile: Escuela de Gobierno Santiago
de Chile.
Chacón M. (2003). Calidad Y equidad en la Educación Superior. Informe
depesex/bcn serie informes año iii N°129. Santiago de Chile.
102
103
104
105
1
Este texto corresponde a una nueva versión del artículo publicado en el número 19,
Ier semestre de 2016 de Topologik. Rivista Internazionale di Scienze Filosofiche, Pedago-
giche e Sociali.
2
Licenciado en Teologia Pontificia Universidad Católica de Chile; Master en Reli-
gious Studies University of Chicago. Académico en la Universidad Católica Silva Hen-
ríquez. diegir06@gmail.com
107
Por otra parte los relatos evangélicos están llenos de preguntas. Jesús
fue un hábil interlocutor; por ejemplo, en el evangelio de Marcos3 hay
42 segmentos con interrogantes. En la larga trayectoria cristiana ha so-
bresalido la búsqueda creyente (en medio de incertidumbres y a pesar
de represiones). La renovación conciliar ha impulsado no el apego a
dogmas sino el desentrañar signos de los tiempos; en otras palabras, el
ambivalente acontecer cotidiano es el modo de aproximarnos a Dios.
Una actitud teologal no da recetas, ya que ante el Misterio del vivir y
morir, sobresalen las preguntas y también el silencio.
3
Abundan las preguntas también en relatos de Mateo, Lucas, Juan. El preguntar es
no sólo algo retórico, es también y sobretodo un modo de hacer pensar y cambiar el
comportamiento, y un acceder a la realidad sin pautas rígidas.
108
2. Propuesta filosófica
¿Cuál será el porvenir del cristianismo a partir de la pluralidad latino-
americana? Es imposible predecirlo con exactitud. Sin embargo cabe
plantear escenarios probables. R. Fornet confronta el sujeto occidental
que pretende tener «un punto de vista absoluto», y que habla de lo ab-
soluto en sentido absoluto. También cuestiona el modelo monocultural
cristiano que ha agredido ritual y simbólicamente a pueblos autóctonos.
Es pues necesaria la critica intra-cristiana; además, cabe pasar de lo mo-
nocultural a lo intercultural. En la medida que el cristianismo es plural y
policéntrico, se manifiesta una concreta universalidad de la fe cristiana.
109
110
3. Preguntar teológico
Si el pensar hegemónico está en crisis, y si es consignada la mayor com-
plejidad, y si hay propuestas inter-culturales (Morin y Le Moigne, 2000;
Albó, 2002; Castro-Lucic, 2004; García, 2004; Salas y Álvarez, 2006;
Salinas, 2015), que obviamente incluyen el amor de cada día, ¿qué pasa
al pensar la fe?
1. El aporte científico y sapiencial ¿ingresa al interior de la labor teológica?
En América Latina y otras regiones del mundo, las teologías han comen-
zado a considerar lo socio-económico, identidades y culturas, religiones,
la perspectiva de género, la ecología. Vale decir, sin dar la espalda, sino
más bien dejándose interpelar por cada una y todas estas realidades, es
repensada nuestra rica tradición. Se repiensa y se redescubren significados
de la salvación en Cristo. De modo histórico y místico hay un aproximar-
se al misterio de Dios-Amor. En toda esta labor, no se trata de reflexionar
en genitivo (teologia «de» lo social, del medio ambiente, de identidades,
etc.). Más bien la reflexión tiene un carácter correlacional, ya que exis-
ten portavoces de realidades humanas con sus propias hermenéuticas, y
gracias al dialogo la teología da pasos relevantes a las inquietudes con-
temporáneas. Además, la lectura creyente de realidades permite reconocer
dinamismos culturales/espirituales que a veces son dejados de lado.
Esto implica que ya no se trata de preguntas-humanas que obtienen
respuestas-teológicas, sino que ahora es una labor interactiva. Por ejem-
plo: al postular no creer en ídolos del mercado, y al afirmar el confiar en
el Dios de la Vida, lo primero es tan teológico como lo segundo. Esto
presupone y exige que en la teología haya dialogo con ciencias y sabi-
durías de los pueblos. No es sólo algo deseable; es algo necesario para
que el pensar humano sea relevante, y para que sean encaradas diversas
dimensiones de la realidad.
2. Lo inter-cultural-religioso ¿está modificando modos de pensar la fe?
Esto presupone que las culturas sean tratadas, no como esencias, sino
más bien como procesos históricos en medio de los cuales los grupos hu-
manos trabajan, creen, aman. También se requiere que lo intercultural
sea, no un objeto de estudio, sino que sea un polílogo entre comunida-
111
112
113
Siendo Jesucristo sacramento del amor universal de Dios, puede ser re-
conocido al interior y entre diversos espacios y tiempos humanos. El
Pneuma Divino, como briza suave y como viento transformardor, se
mueve con libertad entre pueblos que tienen universos simbólicos, entre
sociedades y culturas, entre religiones, entre gente increyente y gente
sincrética. Es posible apreciar el acontecer de Dios desde la polifonía de
los caminos humanos; «cada uno de nosotros les oímos en nuestra len-
gua nativa… les oímos hablar en nuestra lengua las maravillas de Dios»
(Hechos de los Apóstoles 2, 8-11). ¿Hoy es escuchado teológicamente
el axé afro, el sumak kawsay indígena, lo cotidiano y contestatario de la
mujer? Si es así, vamos por buen camino.
114
115
Bibliografía
Albó, X. (2002) Iguales aunque diferentes. La Paz: CIPCA.
Aparecido da Silva, A. (2004). «A teología afroamericana no atual contexto
brasileiro». Teologia Afroamericana II. Sao Paulo: Centro Atabaque.
Boff, C. y otros (1997). As comunidades de base em questao. Sao Paulo: Paulinas.
Castro-Lucic, M. (2004). Los desafíos de la interculturalidad. Santiago:
Universidad de Chile.
Estermann, J. (2013). Cruz y Coca. Hacia la descolonización de la religión y
la teología. La Paz: ISEAT.
Fornet-Betancourt, R. (2006) El quehacer teológico en el contexto del dialogo
entre las culturas en América Latina. (Texto manuscrito).
García, N. (2004). Diferentes, desiguales y desconectados. Barcelona: Gedisa.
Jiménez, J. (2008). Cristianismo e interculturalidad. Buenos Aires: Miño y
Dávila.
López, E. (2000). Teología India. Antología. Cochabamba: Verbo Divino.
Morin, E y Le Moigne, J. L. (2000) A inteligencia da complexidade. Sao
Paulo: Petrópolis.
Salas, R. y Álvarez, D. (2006). Estudios interculturales, hermenéutica y sujetos
históricos. Santiago: ucsh.
116
117
1
Doctor en ciencias de la educación, mención interculturalidad de la Universidad de
Santiago. cbustosr@ucsh.cl
2
Doctora en ciencias de la educación, Universidad de Santiago. Magister en lingüísti-
ca española, Universidad de Chile. scastillos@ucsh.cl
119
120
121
a través de los centros del conocimiento como son las universidades; ma-
triz modernidad/colonialidad que ha trascendido a la educación como
un escenario para la civilización en términos histórico-concretos. En este
sentido, los discursos educativos y de formación desde estas lógicas han
estado reafirmando un «no ser», al formar al sujeto en torno a modelos de
desarrollo principalmente exógenos, que no han reconocido la construc-
ción de modelos de desarrollo que contengan diversas visiones, cosmo-
visiones y perspectivas de relacionarse con la vida y la naturaleza. Desde
esta mirada, la principal fuerza modernizante no ha dejado espacios a su
enriquecimiento con la otredad, manteniendo una dirección occidentalis-
ta. La hegemonía hace referencia a la creación y recreación de formas de
conciencia, que permiten el mantenimiento del control social de modo
tal, que los grupos dominantes no tienen que recurrir a formas o mecanis-
mos explícitos de dominación (Quintar, 2009).
122
123
124
125
126
127
128
129
130
131
Bibliografía
Bauman, Z. (2007). Modernidad Liquida. Buenos Aires: FCE.
Castillo, S. y Loncon, E. (2015). Noción de educador tradicional en
contextos urbanos, desde la perspectiva de la dupla pedagógica.
Contextos. N° 33.
132
133
Conferencias
Dussel, E. (2009). Conferencia en el evento de Diálogos sobre Interculturalidad.
México-Los Ángeles, organizado por el Centro Universitario del
Norte de la Universidad de Guadalajara en el marco de la FIL 2009.
Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=rrHeGBZIvLc
Fornet-Betancourt, R. (2016). Universidad e Interculturalidad. Santiago de
Chile: Universidad Católica Silva Henríquez.
134
1
Antropóloga Social, Universidad de Chile. Magister en Historia, mención Etnohis-
toria, Universidad de Chile. mtocornalm@ucsh.cl.
135
y sociales hacia el Estado. Por otra parte, en los últimos años la alta
migración venida a nuestro país tanto desde nuestros vecinos como de
continentes lejanos, también ha incidido en una nueva configuración
cultural de nuestra población. Son estas dos nuevas realidades las que
invita a abordar el desafío de una universidad intercultural.
136
vez hace 500 años, pero que también sigue ocurriendo y que nos obliga
a entendernos como diversos, con identidades fluidas que hasta nuestros
días siguen transculturándose en nuevas pertenencias compartidas.
2
Disponible en línea en https://www.youtube.com/watch?v=UQd_86jwAio
137
138
139
140
141
142
vez que también incluyen una cierta noción anatómica de centro del
ser donde se alojan sus características anímicas y físicas.
143
144
3
Grupo originario de los Andes que habita en la vertiente sur oriental del lago Titicaca
y los espacios de la serraría y pie de monte de la cordillera de los Andes. Ampliamente
conocidos por sus saberes terapéuticos y herbolarios lo cuales guardan en sus bolsas
medicinales con las que recorren todo el centro sur andino.
145
Siempre siguiendo con el ejemplo del mundo andino, para dar cuenta
de esta condición múltiple, Silvia Rivera Cusicanqui (2010) se vale del
termino ch’ixi como la traducción de aquella condición de ser esa mezcla
146
147
148
Referencias
Albó Corrons, X. (1988). Raíces de América: el mundo aymara. Madrid:
Alianza.
Bastien, J. (1985). Qollahuaya-Andean Body Concepts: A Topographical-
Hydraulic Model of Physiology. En American Anthropologist, New
Series, Vol. 87, No. 3.
Boaventura de Sousa, S. (2010). Descolonizar el saber, Reinventar el poder.
Montevideo: Universidad de la República.
Bonfil Batalla, G. (1991). Lo Propio y lo ajeno: una aproximación al
problema del control cultural. Pensar Nuestra Cultura, Ensayos. 49-
57. México: Alianza Editorial.
Estermann, J. (2014). Colonialidad, descolonización e interculturalidad.
Polis 38. Recuperado de http://polis.revues.org/10164
Foucault, M. (1992). Microfísica del Poder. Madrid: La Piqueta.
Gonzales, D. (1952). Vocabulario de la lengua general de todo el Perú llamada
lengua qquichua o del Inca. Lima: Universidad Nacional Mayor de
San Marcos.
Gruzinski, S. (1991). La Colonización de lo Imaginario, Sociedades indígenas
y occidentalización en el México español, Siglos xvi-xviii. México:
Fondo de Cultura Económica.
Izko, X. (1992). La Doble Frontera. Ecología, política y ritual en el altiplano
central. La Paz: Hisbol-Ceres.
Kusch, R. (2000). Obras Completas. Santa Fé: Fundación Ross.
Mignolo, W. (2010). Desobediencia Epistémica. Retórica de la modernidad,
lógica de la colonialidad y gramática de la descolonialidad. Buenos
Aires: Ediciones del Signo.
Pagden, A. (1988). La Caída del Hombre Natural. El indio americano y los
orígenes de la etnología comparativa. Madrid: Alianza.
Pease, F. (1995). Las Crónicas y Los Andes. Lima: Fondo de Cultura
Económica.
149
150
Digo esto porque de ser así –tal como lo expresaría la más venerable
tradición filosófica–, implicaría una vinculación innecesaria; ora como
una cualidad que matiza el quehacer propio de la universidad, ora como
una relación entre elementos irreductibles, ora como una simple acción
de la universidad, etc. Sin embargo de estas posibilidades «accidenta-
les» las que me parecen de mayor complejidad por lo incipiente de la
reflexión, son las de espacio y tiempo, pues de algún modo, implícita o
explícitamente, están a la base de objeciones o desajustes significativos
al momento de reflexionar sobre la cuestión2.
1
Licenciado en Educación y Profesor de Filosofía por la Universidad Católica Silva
Henríquez, Chile. Magíster en Filosofía con mención en Metafísica por la Universidad
de Chile y Doctor en Filosofía por la Université Catholique de Louvain, Bélgica. Do-
cente en la Escuela de Filosofía de la Universidad Católica Silva Henríquez, profesor
adjunto en el Doctorado en Educación con mención en Interculturalidad de la Univer-
sidad de Santiago de Chile. cvaldesn@ucsh.cl
2
Sobre todo porque nuestro idioma posee una fuerte carga metafísica, que al no estar
advertida, prefigura muchas de nuestras reflexiones. Esto de algún modo implica una
151
ventaja y una carga; ventaja porque se prefigura y dispone una estructura ontológica que
al mismo tiempo impide una apertura inmediata a otras posibilidades de ella.
152
153
154
155
3
Empero aún es necesario dividir estas últimas en universidades confesionales y laicas,
en razón de su vinculación con la idea de universalidad. Las primeras desde un elemento
religioso y las segundas desde elementos dispares, por ejemplo ideas republicanas, edu-
cación pública, privada, etc., porque aquí se juega el modo de instalarse en la universa-
lidad. En otro artículo espero reflexionar sobre esto.
156
4
Si bien cada una por sí misma puede y debe ser considerada desde sus más amplias
posibilidades –y se hace–, el carácter de constatación histórica y sociológica se resaltan
especialmente desde la perspectiva intercultural, la cual supone cierta «superación» o
«jerarquización» de aquellas en razón de esos antecedentes.
5
A veces olvidamos que dicha idea de universalidad no es exclusiva de la institución
universitaria, pues se extiende transversalmente a partir de una idea previa de «conoci-
miento» a transmitir, de ahí que se esgrima desde la educación pre-escolar pasando por
la formación técnica o la mera capacitación laboral.
6
¿Será entonces que el olvido de la pregunta por el sentido del Ser –que hunde sus
raíces en la ontología antigua– es el olvido de la significación y por tanto de su ineluc-
table pluralidad?
157
III. Cierre
En cualquiera de sus posibilidades, la universidad y la interculturalidad
constituyen una reflexión de nuestra época. Esto no quiere decir que no
se puedan recoger elementos o incluso insinuaciones en las más variadas
tradiciones, sin embargo atañe especialmente a nuestra circunstancia e
historia, haciéndose más necesaria e inevitable que nunca, pues en plena
globalización y mundialización, casi como efecto inesperado de la mo-
dernidad, los diferentes pueblos de la tierra se pueden mirar cara a cara,
generando problemáticas y preguntas inéditas que debemos enfrentar;
una de ellas –entre tantas posibles– atañe directamente a nuestro con-
cepto y forma de educar.
158
Es por esto, que nuestra reflexión debe asumir la poco advertida referen-
cia al contexto post-dictaduras7, al menos por dos razones; porque pone
un marco concreto, presente y absolutamente atinente a la pregunta y
porque nos inserta en nuestra propia tradición de pensamiento. Esto no
implica, empero, un mero encuadre o un voluntarismo de escuela, sino
abordar la cuestión desde un tipo de problematización de la universidad
que profundiza y precisa aún más dicha vinculación.
7
Digo «post-dictadura» y no «democracia», pues claramente vivimos en sociedades en
donde muchos de sus elementos estructurales son heredados y mantenidos a convenien-
cia por sus clases políticas.
159
Bibliografía
Larraín, J. (2005). ¿América Latina Moderna? Globalización e Identidad.
Santiago de Chile: lom.
Millas, J. (2012). Idea y Defensa de la Universidad. Santiago de Chile:
Universidad Diego Portales.
160
Introducción
En Chile, el tema étnico de la multiculturalidad y el pedagógico de la
interculturalidad ha marcado las relaciones internas desde los albores
de la República. Aún más, en 1569, el poeta español Alonso de Ercilla,
concluye y publica la composición del poema La Araucana, expresión
épica renacentista que dejó en evidencia la acción excluyente del con-
quistador y las cualidades de un pueblo, el mapuche, que demostró la
dignidad y altivez de quien no se doblegó a la asimilación, luchando por
su soberanía política e identidad cultural.
1
Académico Universidad Católica Silva Henríquez. jdelafuente@ucsh.cl
161
En los últimos años, desde 2006, casi los únicos que han evidenciado
la recuperación del sentido de pensar por sí mismos han sido los es-
tudiantes movilizados, proponiendo y protestando por la recuperación
de una educación pública, gratuita, tolerante en la diferencia, pluralis-
ta y regulada por criterios de laicismo sin excluir opciones religiosas y
ecológicas, han mantenido la aspiración por terminar con el lucro y la
banalidad de claustros privados y públicos que no cumplen con su co-
162
163
2
Este y otros datos disponibles en http://www.sisppi.org/redatam/PRYSP/SISPPI/
164
165
Humberto Maturana (1990) señala que las culturas son formas parti-
culares de convivencia, redes de conversaciones que tienden a la con-
166
167
los contenidos, las competencias, los objetivos o los resultados; sin duda
que todo importa, pero sin el lenguaje como generador de realidades no
existe o tiene escasa incidencia en los procesos mentales, todo lo demás
factores por si solos restan perspicacia al observador que es el estudiante.
De ahí la importancia del plurilingüismo y de las epistemologías como
dominios narrativos específicos para ejercer en propiedad una profesión.
168
169
170
3
Conferencia pronunciada por el Raúl Fornet-Betancourt sobre «El concepto de
cultura en la filosofía intercultural», en el XII° encuentro del Corredor de las Ideas
del Cono Sur, R/S, Brasil, unisinos, 13 de septiembre de 2011. Apunte de José de la
Fuente.
171
172
Por otra parte, una universidad intercultural nos exige un gran esfuerzo
por superar la lógica del aula tradicional del pensamiento único; un
descentramiento del yo y de los atavismos individuales en los cuales
ha puesto su marca el capitalismo, donde el poder y sus protagonistas
internos sean las creaciones intelectuales, y no los argumentos de la
añoranza de una autoridad excluyente, endogámica y anómica; un poder
que consolide la democracia como creación permanente sin temor a
la función de la imaginación y de la crítica en todos los procesos de
construcción del conocimiento. Su gobernanza dé por superada la lógica
del poder ejercido a base de directores y subalternos, condicionados
a un aparato burocrático constituido por autoelegidos, de un cuerpo
académico aséptico y de estudiantes que han sido obligados a renunciar
al poder de la palabra intelectual y de la participación.
173
174
4
Referencia completa a la conferencia de Raúl Fornet-Betancourt hecha en escolio
171.
175
5
Para la unesco, cultura es un conjunto de rasgos distintivos, espirituales, materiales,
intelectuales y afectivos, que caracterizan a una sociedad a un grupo social. Engloba las
artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los
sistemas de valores, las tradiciones y las creencias, así lo demuestra en la Conferencia
Mundial sobre las Políticas Culturales en México el año 2002.
176
177
Conclusiones
Con las referencias, ideas y reflexiones expuestas hasta aquí, creo estar en
condición de definir la interculturalidad como una intención, propuesta
o acto de suprema solidaridad internacional y de crecimiento interno de
las culturas locales. Proceso de interacción entre ciudadanos de identi-
dades diversas y plurales, que favorece la integración política a partir de
la contribución individual de sus diferencias conformadas en sus tra-
diciones de origen, convergentes en espacios sociales renovados donde
todos aceptan cultivar-practicar la democracia y la tolerancia basada en
ciertos ideales de comunicación y en el respeto mutuo.
178
179
Bibliografía
Chiodi, F. (1994). «Hacia un curriculum intercultural bilingüe Revista
Pentakun N° 1. Chile: Universidad de la Frontera.
Chiodi, F. (2001). Una escuela, diferentes culturas. Temuco: conadi.
Freire, P. (1979). Pedagogía del oprimido. Montevideo: Editorial Tierra Nueva.
López, S. (2013). La televisión para el socialismo del siglo xxi. Quito:
13-Ediciones.
Mato, D. (2011). Instituciones Interculturales de Educación Superior en
América Latina. Proceso de construcción, logros, innovaciones y desafíos.
Caracas: iesalc-unesco.
Maturana, H. (1990). Emociones y lenguaje en educación y política. Santiago
de Chile: Editorial Hechette - ced.
Bibliografía sugerida
Becka, M. (2010). Interculturalidades no pensamento de Raúl Fornet-
Betancourt. São Leopoldo: Editorial Nova Harmonia.
Castro-Lučič, M. (2004). Los desafíos de la interculturalidad: identidad,
política y derecho. Santiago de Chile: Universidad de Chile. Revista
Nuevamérica N° 149.
Valdivieso, J. (2010). Identidad, latinoamericanismo y bicentenario. Santiago
de Chile: Editorial Universitaria.
Quilaqueo, D. (2013). Multiculturalidad e intereculturalidad, desafíos
180
181
intercultural
perspectivas interdisciplinarias, en donde el trabajo colaborativo y el
por el filósofo Raúl Fornet Betancourt
Rodrigo Castillo y Juan Navarrete intercambio de ideas se hace fundamental para abarcar la vastedad y
profundidad de las preguntas que se van instalando.
Multiculturalidad y universidad
Alex Ibarra Este libro titulado Posibilidades y utopías... hacia una universidad
La Idea de una universidad intercultural intercultural es uno de estos esfuerzos de trabajo colectivo y reflexión Cristián Valdés Norambuena
Dina Picotti especializada, que aporta con propuestas de vanguardia para Compilador
¿Hacia una universidad intercultural o una esclarecer puntos críticos de la vinculación entre la interculturalidad
universidad transcultural? Significación de y la universidad, como una tensión que abre posibilidades y utopías La Cátedra Silva Henríquez pretender ser
la filosofía a formas otras de esta institución clave de Occidente y el rol que una experiencia de trabajo incesante en el
Pablo Guadarrama diálogo crítico, de verdades que se encuen-
está llamada a cumplir en nuestras sociedades del conocimiento y el tran y desencuentran, para construir aquella,
La diversidad estudiantil y las capitalismo tardío. que nos permite proyectar las acciones, que