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SIETE ACCIONES PARA QUE TU NEGOCIO

SEA MUCHO MAS RENTABLE YA

Mª Ángeles González
Octubre 2015
¿Qué es un negocio rentable?

Es el que produce de forma sostenida un beneficio que te


permite vivir como deseas y continuar tu actividad
durante mucho tiempo.

Las acciones que te propongo están enfocadas desde


una mentalidad de abundancia, es decir, no se trata solo
de recortar los gastos hasta el hueso y ya está, lo cual a
veces es hasta contraproducente.
Por contar las hojas de la fotocopiadora, o no cambiar
bombillas, no levantas una situación que no funciona
bien. Lo que ahorras es poco para todo el estrés que es
vigilar hasta el último céntimo.

La rentabilidad en un negocio depende de tres palancas:

 Lo que ingresas, que tiene que aumentar.

 Lo que gastas, que tiene que ser lo menos posible,


pero lo mejor gastado/invertido, para conseguir los
ingresos.

 Incrementar tu productividad, que es el trabajo


pagable que eres capaz de hacer, con la mejor
asignación de recursos posible. Es algo más que
"ahorrar tiempo".
Y qué te propongo: Siete acciones inmediatas, que
tienen impacto evidente y rápido en cualquier negocio,
especialmente de servicios.

1. Sube precios.

El 80% de los negocios de servicios infravaloran sus


precios, no suelen tener en cuenta todos los costes en los
que incurren.
Sí, me dirás, como si fuera tan sencillo, subo precios y ya
está. Pues no es tan difícil, hay formas de hacerlo:

a) Rediseña tu servicio y mejóralo, lo conviertes en un


producto distinto, con un precio superior. Avísalo
siempre previamente a tus actuales clientes.

Toma por costumbre subir precios todos los años


vinculándolo a mejoras en el servicio. Estas mejoras
tienen que estar presupuestadas con cuidado para que el
producto sea rentable.

b) Cuando tienes todavía poca experiencia, puedes


sentirte incómodo con un precio incluso normal, has de ir
incrementándolo de cliente en cliente al menos el 10%
hasta que alcances al resto.
c) Revisa tu cartera de productos y servicios. Siempre
tienes ese servicio que cuesta el triple de tiempo hacerlo
que el beneficio que te deja. Tienes dos opciones:
1. Lo eliminas (radical).
2. Si lo consideras imprescindible, rediséñalo para que
consuma menos de la mitad que hasta ahora.

Beneficio: Dejas de estar tan "ocupado" en lo que rinde


poco y tienes más tiempo para dedicárselo a servicios de
mayor valor añadido.
Los productos que "funcionan" demasiado bien y no te
dejan suficiente beneficio te matan de éxito. Cuanto
antes los sustituyas mejor.

d) Revisa tu cartera de clientes: Siempre tendrás uno o


dos clientes cuyo "alto mantenimiento" es muy superior
al beneficio que te dejan. Te tienen empantanado y lo
malo es que te quitan el tiempo que necesitas para
trabajar en otros temas más productivos.

Renegocia las condiciones con dichos clientes y pídeles


que te paguen el precio que su dedicación necesita.

Si lo hacen, bien, si no están de acuerdo, les dices


educadamente adiós, rebajarás tu estrés y estarás libre
para clientes más rentables.
Esta revisión es necesario hacerla al menos una vez al
año, y resulta conveniente ver las desviaciones cada seis
meses.
2. Contrata una Tarifa plana
telefónica y de Internet.

A nadie le apetece que le estén llamando para comprar.


Pero sí que le tengan informado de cómo van sus cosas, y
de que la posventa le resulte especialmente cuidada.

En esto lo barato es caro, contrata una buena tarifa plana,


que incluya todo tipo de llamadas y datos y sácale
petróleo.

Llama tú a los clientes para informarles, utiliza el Skype


sin restricciones para hacer reuniones sin necesidad de
trasladarte.
Recuerda, que a pesar de estar en la era de Internet, hay
muchísimos clientes que les encanta una llamada de
teléfono y no tanto email, una vez que la relación ya está
establecida.

Beneficios: Mejor percepción de la calidad de tu servicio,


posibilidad de incrementar los precios con justificación.
En este caso el gasto puede resultar una buena inversión.

3. Alquiler, coworking o salas.

Aquí la palabra clave es equilibrio. No se trata tanto de


coger la opción a priori más barata, sino la más adecuada
¿ y cuál es?
Si tu negocio está en un establecimiento cara al público,
tienes que saber si estás en mercado en cuanto a los
pagos del alquiler.

Estos últimos años ha habido muchas oscilaciones, y al


que no pide, nada le dan.

Si por el contrario, alquilas a demanda salas o despachos,


puedes elegir coworking o salas específicas para estos
temas. Una vez que conoces el volumen que vas a
necesitar, negocia bonos y precios especiales por uso.

Si garantizas una ocupación determinada, también tienes


que beneficiarte en las tarifas aplicadas. De nuevo, si no
lo pides, lo más probable es que no te lo ofrezcan. Los
ahorros pueden ser muy considerables.

Importante: de cara al cliente elige un lugar que


transmita una buena imagen de tu negocio.
No tienes que tener para eso oficinas en la Castellana,
con un buen acceso, una entrada cuidada y que sea
limpio y luminoso es suficiente, mejor que ser céntrico,
oscuro y con pinta de cuchitril y encima te cueste un
dineral.

Beneficio: La buena imagen también te facilita tener


mejores precios.
4. Elige un buen gestor.

No significa el más barato, pero tampoco hace falta el


más caro.
Baremos: fiable, diligente, que te comuniques con fluidez,
que tenga experiencia en tu sector de actividad y
comprenda su problemática, con buenos conocimientos
fiscales de los que puedas beneficiarte.

Elemental: que sepa comunicarte lo que necesitas saber


de forma que le entiendas bien.
Puede ahorrarte mucho dinero en impuestos y
reglamentaciones.
Un profesional bien informado te tendrá al tanto de las
modificaciones normativas que puedan beneficiarte o
bien que te obliguen a cumplir ciertas medidas para no
faltar a la legalidad.

5.Pide facturas para todo.

Para poder sacar verdadero beneficio del punto anterior,


tienes que acostumbrarte a facilitar facturas a tu gestor.

El pago de impuestos se beneficia de ciertos recortes,


bastante notables, si tienes las facturas para justificarlos

Qué facturas, todas. Pide factura en todos los sitios y


para todo hasta que estés familiarizado, más vale que
sobren que no que falten.
Por supuesto, de todos los servicios que tengas
contratados, del combustible, del alquiler, de la
contratación de otros profesionales, de comidas y viajes
de trabajo.

Acostúmbrate a graparles en concepto de qué se han


hecho (por ejemplo viaje y comidas, cliente X en tal fecha)
para que el gestor tenga más fácil su tarea.

6. Analiza y optimiza tus gastos


bancarios y de seguros.

Como propietario de un negocio, en cualquier banco


puedes tener contratadas tarifas planas para gastos
bancarios (sin comisiones de mantenimiento, de
transferencias, ni de tarjetas). Si no las tienes contratadas
ya, contrátalas.
Vigila qué condiciones te exigen y repásalas para
cumplirlas, para no encontrarte con sorpresas.

Los seguros que precise tu actividad, en muchos casos


serán obligatorios, pero vigila que estén bien
dimensionados para no pagar en exceso.
En muchos casos un vehículo contratado en régimen de
leasing tiene un seguro mal calculado y escapa a tu
vigilancia.

Quien dice el coche, o la furgoneta, dice cualquier tipo de


maquinaria, o un volumen determinado de existencias en
almacén.

7. Invierte en informática.
Digitaliza tu archivo. Actualiza
tus herramientas.

El alma de un negocio es la información. Sobre su propia


actividad, sobre sus clientes, sobre sus proyectos, sobre
su marketing, sobre sus ventas.
Todo esto puede irse al cielo, literalmente, si no tienes
implementado un sistema eficaz de guardado de tus
datos.
Da igual que sea en la nube, en discos duros externos, o
como te parezca mejor, el caso es que como mínimo una
vez a la semana tengas guardados y a salvo todos los
datos vitales de tu negocio.

Esto, que parece una tontería, se produce con mucha


frecuencia, cuando se estropea ese ordenador "donde
estaba todo" y no tiene una copia de seguridad
completa.

Aprovecha los medios informáticos a fondo, y ten un plan


B para hacer frente a incidencias de este tipo, que no
tengas que pensar qué haces en medio de la confusión.

No hace falta que te compres el último Mac, pero sí es


conveniente que estés modernizado y al día en tus
medios informáticos.
Un ordenador potente ahorra muchísimo tiempo y
esfuerzo, tiempo perdido con averías y falta forzosa de
actividad que te cuestan dinero.

Otra maravilla del mundo mundial es la impresora


multiusos, escaner, fax (aunque este esté cayendo en
desuso), fotocopiadora y casi lo de menos, impresora.
La digitalización de la información facilita el archivo
permanente del papel, y la posibilidad de trabajar sin
estar buscando lo que necesitas de carpeta en carpeta
física. La ganancia de productividad, de nuevo, te deja
tiempo para lo importante.

En resumen:

Un negocio es rentable cuanto deja beneficios para su


dueño.
El mover grandes cantidades de dinero de un lado para
otro, no implica por sí mismo que tu beneficio esté a
juego, salvo que tu cartera de productos y servicios esté
bien estructurada y estudiada para que así sea.

Los gastos se optimizan contratando mejor lo que nos


hace falta, y algunos resultan una inversión al permitirnos
ampliar los beneficios.
Otros nos permiten hacer frente con previsión a
contingencias, que cuando se producen, pueden salir
carísimas y dejarnos muy tocados.

Tan importante es vender y cobrar, como quedarte con


cuanto más mejor de lo que ingresas. En eso consiste
conseguir un NEGOCIO RENTABLE.
Y ahora, ¿Quieres que te ayude de
forma gratuita?

Si quieres saber más te ofrezco una sesión gratuita de


auditoría para ver los tres puntos claves de mejora para
tu negocio aquí.

¡No dejes pasar más tiempo! Las mejoras no son


instantáneas, pero puedes empezar a ver resultados con
bastante rapidez, si tomas acción, ya que los problemas
no tienen costumbre de solucionarse solos.

Si crees que alguien puede beneficiarse de este ebook,


tienes mi permiso para difundirlo mientras se mantenga
sin cambios en su totalidad.

¡Saludos cordiales!

Mª Ángeles González
Coach Financiero para Emprendedores

magcoaching.es

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